EmberWolfer entra a escena
Mientras el grupo discutía los detalles de la futura visita al Hotel Hazbin, Ben se sumió en sus pensamientos, recordando un evento reciente que podría ser la clave para su próximo movimiento.
Hace apenas un par de días, impulsado mera curiosidad, Ben había decidido realizar un experimento con Cerbero. Activando el Omnitrix, escaneó a su leal compañero Hellhound, preguntándose si las criaturas del Infierno serían reconocidas como formas de vida alienígenas por el dispositivo.
Para su sorpresa y deleite, el Omnitrix aceptó el ADN del Hellhound sin problemas y de hecho el escaneo y análisis fue casi instantaneo. Con un destello de luz verde, Ben se transformó.
El rostro de Cerbero pasó de la curiosidad al asombro absoluto. "Ben... por lucifer...," logró articular el Hellhound.
Intrigado por la reacción de su amigo, Ben se acercó a un espejo cercano. Lo que vio lo dejó sin aliento. Sí, era un Hellhound humanoide, pero no como los que había visto en la ciudad. Su forma era imponente, casi dos metros de altura, con músculos definidos y un porte majestuoso. Pero lo que más llamó su atención fue el collar de llamas verdes que rodeaba su cuello, danzando con una energía primordial.
"Cerbero," preguntó Ben, su voz más profunda en esta forma, "¿qué significa esto? Me veo diferente a cualquier otro hellhound que vi antes"
Cerbero, aún boquiabierto, respondió: "Ben, te has transformado en algo que no se ha visto en siglos. Eres... un Hellhound primigenio."
Ben asintió, comprendiendo. El Omnitrix, fiel a su naturaleza, lo había transformado en la versión más pura y poderosa de la especie. Una sonrisa se formó en su rostro canino mientras una idea comenzaba a tomar forma en su mente.
"Un nuevo alter ego," murmuró para sí mismo. "Uno que solo tú y yo conoceremos, Cerbero."
Volviendo al presente, Ben miró a Charlie y su grupo, su plan ahora claro en su mente.
"Les enviaré a un compañero mañana," anunció Ben.
Charlie aplaudió emocionada. "¡Maravilloso! No puedo esperar para conocerlo."
Alastor, siempre perspicaz, notó un brillo peculiar en los ojos de Ben. "Estoy seguro de que será una adición fascinante a nuestro pequeño experimento," comentó, su sonrisa enigmática como siempre.
Mientras el grupo se preparaba para partir, Ben intercambió una mirada cómplice con Cerbero. Ambos sabían que el "compañero" que visitaría el Hotel Hazbin al día siguiente sería más que una simple sorpresa para todos.
Mientras el grupo se preparaba para partir, una voz profunda y resonante se hizo oír, haciendo que Charlie se estremeciera involuntariamente:
"Ben me dijo que los acompañara. Me llamo EmberWolfer, un gusto."
Todos se giraron para ver a un imponente Hellhound de pelaje gris oscuro y blanco en el pecho. Vestía un chaleco verde que dejaba al descubierto gran parte de su musculoso torso y unos shorts de mezclilla rotos.
Charlie, con los ojos muy abiertos y un ligero rubor en sus mejillas, exclamó:
"¡Oh! Eres... impresionante. Quiero decir, ¡es un placer conocerte, EmberWolfer!"
Vaggie notó la reacción de Charlie y frunció el ceño, cruzando los brazos con evidente molestia.
Alastor, siempre observador, comentó con su sonrisa característica:
"Vaya, vaya, parece que nuestro anfitrión nos ha proporcionado una escolta bastante interesante."
Angel Dust, que había estado inusualmente callado, silbó por lo bajo:
"Mmm, mmm, mmm. Ben sí que sabe elegir a sus 'compañeros'."
EmberWolfer asintió cortésmente:
"Será un honor acompañarlos y aprender más sobre su proyecto en el Hotel Hazbin, estoy seguro de que mi jefe estará intrigado por estos descubrimientos."
Charlie, aún fascinada, respondió con entusiasmo:
"¡Estamos encantados de tenerte con nosotros! Estoy segura de que tu perspectiva será invaluable."
Vaggie, intentando disimular su irritación, intervino:
"Sí, bienvenido. Esperamos que puedas aportar ideas útiles."
Mientras todos se dirigían a la limusina de Alastor, Charlie no pudo evitar lanzar miradas furtivas a EmberWolfer, algo que no pasó desapercibido para Vaggie, quien apretó los puños con creciente celos.
Ya en la limusina, EmberWolfer se sentó con una postura relajada pero imponente, ocupando un espacio considerable. Charlie, sentada frente a él, no podía dejar de mirarlo con una mezcla de curiosidad y admiración.
"Entonces, EmberWolfer," comenzó Charlie, inclinándose ligeramente hacia adelante, "¿cómo conociste a Ben? Debe ser fascinante trabajar con alguien tan... innovador."
Vaggie, sentada junto a Charlie, tosió ligeramente, tratando de llamar su atención.
EmberWolfer, interpretando su papel a la perfección, respondió con voz grave:
"Ben y yo nos conocemos desde hace tiempo. Compartimos una visión similar sobre cómo mejorar las cosas en el Infierno."
Alastor, observando la dinámica con interés, comentó:
"Curioso cómo un simple encapuchado ha logrado reunir a seres tan interesantes a su alrededor. Me pregunto qué otros secretos guardará o más bien que es él."
Mientras la limusina avanzaba hacia el Hotel Hazbin, Ben, en su forma de EmberWolfer, se preparaba mentalmente para el papel que estaba a punto de desempeñar, consciente de las miradas curiosas y las dinámicas cambiantes dentro del vehículo.
EmberWolfer, con un tono pensativo y una mirada distante, comenzó a narrar:
"Ben me encontró en un momento oscuro. Estaba perdido, sin propósito. Él me mostró que incluso en el Infierno, podemos hacer la diferencia."
Alastor, con su sonrisa enigmática, se inclinó hacia adelante:
"Fascinante. Pero dime, querido EmberWolfer, ¿cuál es tu origen exactamente? No pareces ser un Hellhound común."
Ben, sintiendo la presión, respondió con cautela:
"No soy de por aquí, eso es cierto. Pero por órdenes de Ben, no puedo revelar mucho más. Espero que lo entiendan."
Charlie, con los ojos brillantes y las manos inquietas, parecía estar luchando consigo misma para no acariciar la cabeza de EmberWolfer. Vaggie, notando esto, le dio un pequeño golpe en el hombro.
"Charlie," susurró Vaggie con urgencia, "concéntrate. Se que esto de Ben y bla bla bla, es importante, pero tenemos que pensar en el plan para el exterminio que viene en menos de tres meses."
EmberWolfer, con genuina confusión en su voz, preguntó:
"¿Exterminio? ¿A qué se refieren con eso?"
Un silencio tenso cayó sobre la limusina. Todos los ojos se fijaron en EmberWolfer con una mezcla de sorpresa e incredulidad.
Alastor, con una sonrisa más amplia que nunca, rompió el silencio:
"Oh, esto es simplemente delicioso. ¿Nuestro nuevo amigo no sabe sobre los exterminios? Esoe s cuando menos sospechoso."
Charlie, recuperándose de la sorpresa, explicó con un tono sombrío:
"Los exterminios son... bueno, son purgas anuales. Ángeles bajan al Infierno para reducir la población de pecadores."
EmberWolfer, con una expresión de shock genuino, exclamó:
"¿Qué? ¿Ángeles masacrando gente en el Infierno? Eso es... eso es horrible."
Vaggie, aún sospechosa, entrecerró los ojos:
"¿Cómo es posible que no supieras de esto? Es algo que todos en el Infierno temen."
EmberWolfer, manteniendo su compostura, respondió:
"Como dije, no soy de por aquí. Donde estaba antes... las cosas eran diferentes."
Alastor, disfrutando cada momento de esta revelación, comentó:
"Parece que nuestro amigo Ben ha estado manteniendo a algunos de sus seguidores bastante aislados."
Charlie, recuperando su entusiasmo inicial, se inclinó hacia EmberWolfer:
"Esto es perfecto. Quizás tú puedas aportar una perspectiva fresca sobre cómo enfrentar los exterminios. ¡Tal vez incluso ideas para prevenirlos!"
Vaggie, aún escéptica, murmuró:
"No nos precipitemos, Charlie. Aún hay mucho que no sabemos."
Mientras la limusina continuaba su camino hacia el Hotel Hazbin, Ben, en su forma de EmberWolfer, se dio cuenta de que acababa de tropezar con información crucial. Los exterminios, algo que desconocía por completo, por azares del destino era la primera vez que oía de ellos, parecían ser un punto de inflexión en la dinámica del Infierno. Mentalmente, comenzó a formular preguntas y estrategias, sabiendo que esta nueva información podría ser clave para sus planes futuros.
Alastor, inclinándose hacia adelante con una sonrisa depredadora, dijo:
"Querido EmberWolfer, no es justo que nos ocultes tantas cosas. Después de todo, la confianza es la base de cualquier relación fructífera, ¿no crees?"
Vaggie, cruzando los brazos y frunciendo el ceño, asintió a regañadientes:
"Odio admitirlo, pero Alastor tiene razón. Necesitamos más información."
Alastor, con un brillo peligroso en sus ojos, propuso:
"¿Qué tal si hacemos un pequeño trato? No revelaremos nada más, a menos que nos des al menos algunas pistas sobre el origen de Ben y sus fascinantes compañeros."
EmberWolfer (Ben) suspiró profundamente, sus orejas bajando ligeramente en señal de resignación. Después de un momento de aparente reflexión, respondió:
"Está bien. Les diré esto: es verdad que no venimos de aquí. Venimos de otra dimensión, de otro plano de existencia."
Charlie jadeó, sus ojos brillando con emoción y curiosidad:
"¿Otra dimensión? ¡Eso es increíble!"
EmberWolfer, tratando de desviar la atención, preguntó rápidamente:
"Ahora, sobre estos exterminios... ¿Qué planean hacer al respecto? Suena como algo extremadamente peligroso."
Charlie, recuperando su entusiasmo, explicó:
"¡Para eso es la redención! Nuestro plan es ayudar a los pecadores a redimirse para que puedan ir al cielo. Así estarán a salvo de los exterminios."
EmberWolfer asintió lentamente, procesando la información. Con un tono de confusión en su voz, preguntó:
"Entonces... ¿también hay ángeles? ¿Y un cielo?"
Vaggie, arqueando una ceja con sospecha, respondió:
"Por supuesto que hay ángeles y un cielo. ¿De qué clase de dimensión vienes donde no existen estas cosas?"
Alastor, observando atentamente las reacciones de EmberWolfer, comentó con su sonrisa característica:
"Parece que nuestro amigo peludo tiene mucho que aprender sobre la cosmología de nuestro pequeño rincón del multiverso."
Charlie, siempre optimista, intervino:
"¡Esto es perfecto! EmberWolfer, puedes ayudarnos con una perspectiva completamente nueva. Tal vez en tu dimensión tengan formas diferentes de lidiar con problemas como este."
EmberWolfer, tratando de mantener su compostura, respondió:
"Ciertamente, donde vengo las cosas son... muy diferentes. Pero estoy ansioso por aprender más sobre cómo funcionan las cosas aquí."
Mientras la conversación continuaba, Ben, bajo su disfraz de EmberWolfer, se daba cuenta de que había entrado en un mundo mucho más complejo de lo que inicialmente pensaba. La existencia de ángeles, un cielo, y estos misteriosos exterminios añadían capas de complejidad a su situación que no había anticipado. Mentalmente, comenzó a recalibrar sus planes, sabiendo que necesitaría mucha más información antes de poder actuar de manera efectiva en este nuevo y peligroso entorno.
-
Al bajarse de la limusina, EmberWolfer observó el Hotel Hazbin con una mirada crítica.
Charlie, con entusiasmo desbordante, exclamó: "¡Bienvenido a nuestro hogar, EmberWolfer! ¿No es maravilloso?"
EmberWolfer, tratando de ser diplomático, respondió: "Es... interesante. Ciertamente tiene carácter."
Vaggie, notando su reacción poco entusiasta, murmuró: "Al menos podrías fingir estar impresionado."
Charlie, sin perder el ánimo, comenzó a presentar a los huéspedes:
"¡Ven, conoce a todos! Este es Husk, nuestro bartender."
Husk, apenas levantando la vista de su botella, gruñó: "Genial, otro perro callejero."
"Y aquí está Niffty, nuestra maravillosa ama de llaves," continuó Charlie.
Niffty miró a EmberWolfer de arriba a abajo, arrugó la nariz con disgusto y se fue sin decir palabra.
Charlie, algo desconcertada, musitó: "Qué extraño, normalmente es más amigable..."
Alastor, observando la escena con diversión, comentó: "Vaya, vaya, parece que nuestro nuevo amigo ya está causando todo tipo de reacciones interesantes."
Charlie, tratando de mantener el ambiente positivo, dijo: "Bueno, EmberWolfer, ¿qué te parece si te muestro las instalaciones? Tenemos mucho que discutir sobre cómo puedes ayudarnos con el proyecto de redención."
EmberWolfer asintió: "Por supuesto, estoy ansioso por aprender más sobre su operación aquí."
Mientras el grupo se adentraba en el hotel, Ben, bajo su disfraz de EmberWolfer, se encontraba procesando la variedad de personajes y personalidades que acababa de conocer. Se dio cuenta de que navegar por las complejas dinámicas sociales del Hotel Hazbin sería un desafío en sí mismo, uno que requeriría toda su astucia y adaptabilid.
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