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Cap. 34: Luthors

Flashback, hace 24 años

Metrópolis

Nos trasladamos varios años en el pasado, cuando Lex Luthor apenas entraba en la adolescencia. En la lujosa mansión de su familia, él estaba jugando una partida de ajedrez con su madre, Lillian.

Lex: Jaque mate – dijo luego de mover a su rey.

Lillian: Muy bien – dijo orgullosa – Veamos cómo te defiendes de la variación escandinava.

Mientras reacomodaban las piezas en el tablero, el patriarca de la familia, Lionel Luthor, llegaba a su casa con una niña acompañándolo. Pelinegra, de ojos verdes, traía una mochila roja y un gran oso de felpa.

Lillian: ¿Lionel? – dijo extrañada – Termínalo – le dijo a Lex, y ella se levantó con una mirada seria hacia su esposo – Creí que estaba decidido – dijo casi susurrando.

Lionel: Así es, y esto es lo que haremos – dijo serio pero seguro, luego se dirigió a la niña – Lena, ella es tu nueva madre – la pequeña estuvo vacilante en saludar.

Lex: Soy Lex, yo seré tu hermano – dijo tratando de ganar la confianza de Lena – ¿Quieres jugar?

La pequeña Luthor sonrió y se acercó al tablero de ajedrez, mientras Lionel y Lillian observaban desde su posición.

Lionel: Gracias – Lillian sólo se limitó a asentir.

Lillian: Creo que tener una hermana será bueno para Lex – dijo viendo a los hermanos jugar.

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El presente

Bellwood, Nueva York

Pueblo Bajo

El juicio contra Lillian Luthor continuará hoy. Luthor, la sospechosa de la organización terrorista en contra de los alienígenas CADMUS, ha sido acusada por un gran número de crímenes; que incluye el uso de armas bioquímicas en un intento por erradicar a todos los alienígenas en Nueva York.

Regresando al presente, Kara Danvers/Supergirl estaba mirando las noticias en el bar alienígena de la ciudad subterránea de Bellwood. Ella se encontraba allí por una reunión de amigos, y aprovechó para informarse sobre Lillian y CADMUS.

Mon-El: Esa mujer es malas noticias – dijo pasando a su lado, mientras trabajaba – Espero que, cuando la condenen, la exhiban en el centro como pena capital. En Daxam, evita una reincidencia.

Kara: Ah, de hecho, esa clase de castigo ya no existe desde hace mucho tiempo – dijo algo preocupada pero aliviada por ese hecho.

Mon-El: Qué mal – dijo algo irónico – No has venido últimamente.

Kara: Yo he estado ocupada, atrapando criminales – hubo unos cuantos segundos de silencio – ¿Y qué hay de ti? ¿Cómo está Eve?

Mon-El: Genial, genial – dijo asintiendo – Estamos genial, Eve es genial, todo es genial.

Kara: Me alegro mucho por ti.

Mon-El: ¿Quieres un trago, o algo?

Kara: Sí, por favor, me encantaría – dijo algo ansiosa.

El daxamita fue a buscarle unos tragos mientras ella iba hacia una mesa, donde estaban el resto de sus amigos. Winn Schott, James Olsen, y su pareja Ben Tennyson/Ben 10.

Kara: Ya vienen los tragos – dijo tomando asiento.

Ben: ¿Hablaste con Mon-El? – Kara simplemente bajó la mirada, respondiendo en parte su pregunta.

Winn: Oigan, yo estoy emocionado por conocer a la chica misteriosa de Rook – dijo demostrando su sentir.

J. Olsen: ¿Tienen idea de qué es lo que hace la novia de Rook? – preguntó curioso.

Kara: Es policía.

Winn: Sí, no hay forma de que Rook salga con alguien sin arma – dijo sarcástico, y en ese momento llegó el Revonnahgander con la detective Maggie Sawyer.

Rook: Buenas noches a todos – saludó a todos con una mano – Espero que recuerden a Maggie.

J. Olsen: Hola, sí, gusto en verte – dijo sorprendido.

Winn: Rook, yo no lo sabía – luego miró a Ben – ¿Tú sabías?

Ben: Me sorprende que no lo supieras tú – dijo muy extrañado – ¿Qué creías que hacía Rook hablando con ella cada noche?

Winn: No lo sé, hablar sobre... ¿Criminal Minds? – Ben y Kara levantaron una ceja.

Mon-El: ¡Llegaron los tragos! – exclamó llegando con una charola – Un Club Soda para la señorita – dijo dándole un vaso a Kara – Para ti, para ti; y para usted, señor – le entregó a los demás un vaso.

Rook: ¿Cómo estás, Mon-El? – dijo también saludándolo con una mano – También quería decirte a ti que estoy en una relación con Maggie.

Mon-El: ¿De eso se trataba? De acuerdo, genial – dijo emocionado – ¿Quieren más tragos?

Rook/Maggie: Sí.

Mon-El: Genial – dijo para después ir a la barra.

Maggie: Oye, ¿tú juegas billar? – le preguntó a Winn.

Winn: Claro – dijo seguro.

J. Olsen: No es cierto – dijo negando.

Kara: ¿Qué? – dijo confundida.

Winn: Es tan sólo geometría con palos, amigos – dijo restándole importancia – El billar es sencillo, vamos a jugar – dijo levantándose hacia una mesa de billar, seguido por Maggie.

J. Olsen: Rook, felicidades – dijo estrechando manos con el Plomero.

Rook: Gracias.

Ben: Oye, Rook, creo que apostaré por tu mujer – dijo yendo con Winn y Maggie.

Rook: Yo haría lo mismo – dijo siguiéndolo.

J. Olsen: Oye, ¿esa policía sabe que soy el Guardián? – le susurró a Kara cuando pasaba a su lado.

Kara: No, tiene suerte – dijo calmándolo, y luego volvió a ver las noticias donde hablaban sobre la declaración de Lena Luthor en el juicio – Debe ser horrible hacer eso.

J. Olsen: Los Luthor nunca se han distinguido por hacer cosas buenas – dijo desinteresado.

Kara: Sí, pero no es igual a ellos. Ella sabe que Lillian es malvada, y trata de hacer lo correcto a pesar de querer a su madre – dijo comprensiva – Lo que ella hizo fue valiente.

J. Olsen: Si tú lo dices – dijo escéptico.

Kara: La visitaré, le serviría un amigo.

J. Olsen: Ella usa a sus amigos, eso es lo que me preocupa – dijo serio, pero repentinamente tuvo que esquivar una bola de billar que salió disparada en su dirección – ¡Cuidado, ¿qué te pasa?! – dijo exaltado.

Winn: Lo siento – dijo avergonzado, siendo señalado por Rook.

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L-Corp

El abogado defensor de Lillian Luthor intentó minimizar a Lena y su testimonio, catalogando su declaración como "una simple rabieta de una hija distanciada".

En su oficina, Lena Luthor también miraba las noticias sobre el juicio de su madre, pero había algo más que la preocupaba. No tuvo que pensar mucho en eso, puesto que Kara había llegado como le había avisado hace un par de minutos.

Lena: Todos en Nueva York tienen una opinión de mí – decía con un toque de ironía – Hija malagradecida, heroína, bruja. Y me piden entrevistas; pero tú no, ¿o viniste a sacar alguna exclusiva? – dijo riendo un poco.

Kara: No, no, vengo como tu amiga – dijo calmándola, y luego le mostró una bolsa de papel – Creí que te gustaría algo de paz azucarada en tu vida, ¿te gustan las rosquillas?

Lena: Ah, bueno... soy humana – dijo aceptando las mismas – Gracias, Kara.

Kara: ¿Fue muy difícil?

Lena: De hecho, fue agradable testificar – dijo mientras ambas tomaban asiento en un sofá – Di mi versión, y por fin me distancié del apellido Luthor. Y luego volví aquí y tenía doce llamadas de sus abogados – dijo algo preocupada – Sí, ella quiere verme.

Kara: ¿Qué crees que quiera? – preguntó curiosa.

Lena: Tal vez decirme que me veía horrible en la Corte y mi maquillaje también – dijo sarcástica – No, no lo sé, no me interesa. Creo que ya terminé con ella, al fin logré alejarme de los Luthor – decía algo triste – Y ahí está de nuevo, llamando a mi teléfono.

Kara: Doce veces.

Lena: ¿Crees que debería sentirme culpable por no querer ver a ese monstruo?

Kara: Bueno, ¿crees que te ayudaría en algo visitarla y decirle cómo te sientes?

Lena: Aún así no habría diferencia – dijo cabizbaja – No, es igual desde que la conocí.

Kara: Desearía una oportunidad para hablar con personas que ya no están aquí – dijo nostálgica – Y ella lo está, y aún es tu madre.

Lena: Sí – dijo pensativa.

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La noche había llegado. En la prisión aún sin nombre de la ciudad, Lillian Luthor estaba esposada a una mesa esperando a su visita. Al final, Lena decidió seguir el consejo de Kara y fue a visitar a su madre. Un policía abrió una reja, y Lillian no necesitó voltear cuando sintió unos tacones resonar en el lugar para saber que Lena había llegado.

Lillian: Gran escena la que montaste en la Corte – dijo sarcástica cuando sintió que el policía cerró nuevamente la reja – Moderada, concreta, y creíble. El jurado creyó cada palabra.

Lena: Llamaré al guardia y me iré aquí – dijo seria, sin acercarse a ella.

Lillian: No – dijo algo desesperada – Lo lamento, me prometí a mí misma que lo haría mejor. Ven, siéntate.

Lena: Es difícil cambiar – dijo sentándose frente a ella un poco a regañadientes.

Lillian: No quiero pelear – decía calmada – Te pedí venir porque quise que supieras que te perdono, que aún te quiero.

Lena: Cuando dices que me quieres es porque quieres algo de mí – dijo sin creerle.

Lillian: Sé que no fui la mejor madre, pero hice lo mejor que pude.

Lena: ¿Al hacerme sentir rechazada, como una intrusa? – dijo con resentimiento.

Lillian: Tú no quieres creerlo, pero siempre intenté protegerte.

Lena: Si papá te oyera – dijo negando – Después de lo que has hecho, te justificas.

Lillian: Tú crees que Lionel era un santo pero no es así.

Lena: No hables de él, era un buen hombre – dijo molesta.

Lillian: Si fuera un buen hombre te habría dicho la verdad, pero me odiaba demasiado como para hacerlo – dijo también un tanto molesta.

Lena: ¿Decirme la verdad sobre qué? – Lillian se tomó unos segundos para responder.

Lillian: Cuando tu padre y yo decidimos estar juntos, fue el momento más feliz de mi vida. Pero después de que Lex nació, Lionel comenzó a tener... una aventura – dijo algo triste – No tenía idea, hasta que intenté sorprenderlo en uno de sus viajes sólo para enterarme de que estaba con tu madre – dijo con algo de recelo.

Lena: ¿Mi madre? – dijo confundida.

Lillian: Ya estaba embarazada de ti para entonces – dijo asintiendo – Le habían pagado, y tu padre regresó para intentar reparar nuestro matrimonio – dijo suspirando – Cuando tenías cuatro, supimos que tu madre falleció. El Estado había decidido ponerte en adopción, tu padre te llevó a casa, y te adoptamos. Pero no quiso que pasara tiempo contigo – decía seria – Creo que eso le recordaba lo que había hecho, sentía culpa, y lo volvía loco. Así que me hice a un lado. Sólo viví para Lex, para protegerme, y a ti. Pero al verte con él... eres tan parecida a ella – decía con algo de resentimiento – Era como estar abriendo una herida vieja cada día de mi vida.

Lena: Entonces de verdad soy una Luthor – dijo reprimiendo unas lágrimas.

Lillian: Somos las únicas Luthor que quedan, y tenemos que cuidar de nosotras – luego se acercó un poco a ella – Quiero que me des otra oportunidad – Lena suspiró – Te lo pido, cariño.

La matriarca Luthor extendió sus esposadas manos para que Lena las tomara; y a pesar de vacilar un poco, la pelinegra lo hizo, sin contener un pequeño llanto por todas las revelaciones que le habían dicho.

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Por otra parte, en la sección para hombres de la misma prisión, el villano Roger Corben/Metallo II estaba recostado en su cama cuando un oficial llegó a su celda.

– Llegó el correo, señor Corben.

Metallo II: No me interesa – dijo muy serio.

A pesar de la respuesta del cyborg, el oficial abrió la rendija de las rejas de la celda y arrojó un pequeño paquete al suelo, para después retirarse sin decir nada. Corben, aún habiéndose negado, se levantó para ver qué contenía dicho paquete; y una sonrisa siniestra se formó en su rostro cuando un brillo verde iluminó su cara.

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Manhattan

A la mañana siguiente, el juicio contra Lillian Luthor prosiguió con el testimonio del mismo Metallo. A la sala de la Corte asistieron Lena, además de Kara; quien estaba allí por labor periodística.

– Señor Corben, ¿podría decirle a la Corte por qué conoce a Lillian Luthor? – preguntó la fiscal.

Metallo II: Ella fue quien salvó mi vida.

– Al convertirlo en un cyborg de guerra.

– Objeción – dijo el abogado defensor de Lillian – Especulativo.

– Objeción, al lugar – dijo la jueza, y Lillian y su abogado compartieron una sonrisa.

– Bien, continuemos – dijo la fiscal – Después de que Lillian Luthor lo salvara, ¿le ordenó trabajar en CADMUS?

Metallo II: No tenía que ordenarme nada – decía serio – Pienso que los alienígenas deben ser eliminados, empezando por Supergirl y Tennyson – algunos presentes se sorprendieron por esta declaración.

– ¿Y qué fue lo que Lillian Luthor le dijo acerca del Proyecto Medusa?

Metallo II: La Tierra está en crisis – dijo evadiendo la pregunta – Los alienígenas amenazan nuestra seguridad y nuestras vidas, traen violencia y enfermedad. Ella quería salvar a la raza humana.

– Es suficiente, gracias.

Metallo II: ¡No es suficiente! – dijo molesto – Lillian Luthor no es una criminal, ella iba a salvarnos hasta que Ben 10 y Supergirl intervinieron – luego miró al jurado – Este "juicio" es una conspiración para condenar a la persona que quiere salvar sus vidas, ¡y las vidas de sus hijos!

– Orden – dijo la jueza haciendo sonar su martillo – Tranquilícense. Orden en la Corte – luego miró a la fiscal – Abogada, por favor, controle a su testigo.

– El señor Corben se ha comportado algo agresivo y está claro que no responderá a las preguntas como se le indica. Pido permiso para tratar al testigo como hostil, su señoría.

Antes de que la jueza pudiera aceptar o negar el pedido de la fiscal, Metallo se puso de pie mirando seriamente a la abogada; alarmando sólo un poco a la misma.

Metallo II: Entonces yo la trataré como hostil.

Inmediatamente, el villano rompió su camisa revelando su nuevo corazón de kryptonita y disparó un láser verde cerca de la fiscal, haciendo que todos en la Corte salieran huyendo del susto. Un oficial trató de detenerlo pero Metallo le disparó otro rayo que lo envió lejos.

Kara y Lena se ocultaron detrás de un pequeño muro que las mantenía seguras, mientras Metallo disparaba contra otro oficial que trató de detenerlo. Luego, Corben se acercó a Lillian y rompió sus esposas, liberándola para que pudieran escapar. Cabe destacar que la Luthor mayor observó toda la escena con una sonrisa, evidenciando que esto estaba planeado.

Kara volteó para ver si Lena ya había logrado escapar, algo que finalmente sucedió; por lo que la Chica de Acero se cambió rápidamente a su traje de heroína y bloqueó el camino de Lillian y Metallo con un poste de luz.

Supergirl: Aún no terminamos, Luthor – dijo seria flotando encima de ellos.

Lillian: Tienes razón, aún estás viva.

Metallo II: No por mucho.

El cyborg de kryptonita disparó su rayo hacia Kara, pero ella logró evadirlo. Lillian intentó escapar en medio de la pelea, pero la kryptoniana lo impidió disparando su visión de calor enfrente de ella. Luego, Kara cargó contra Lillian al mismo tiempo que Metallo le disparaba otro rayo; recibiéndolo de lleno, chocando con el villano, y cayendo al suelo cerca de la Luthor. Rápidamente, Kara y Metallo se pusieron de pie.

Lillian: Puedes detenerme o salvarlos.

Al instante, Metallo disparó su rayo hacia una grúa grande cercana, rompiéndola y poniendo a los civiles alrededor y a otros dentro de un edificio en peligro.

Lillian: Decídete, Supergirl.

La Chica de Acero no lo dudó y voló en dirección a la grúa; primero haciendo que choque con ella para evitar que destruya el edificio, luego la máquina se rompió completamente pero Kara logró atraparla en el aire, para después dejarla en el suelo.

Los civiles presentes aplaudieron y ovacionaron a la kryptoniana, algo que ella agradeció con una sonrisa; pero la misma se borró al no encontrar en las cercanías a Lillian y Metallo, por lo que decidió dirigirse hacia los cuarteles.

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Bellwood

Cuartel General de los Plomeros

En la base de los policías intergalácticos, Ben estaba mirando las noticias sobre el escape de Lillian mientras Rook conversaba por teléfono con Maggie. El héroe castaño se sintió un poco mal por no haber estado allí, debido a que los juicios le aburrían, porque podrían haber atrapado a los villanos.

Supergirl: Revisé dos veces la ciudad, se fueron – dijo llegando junto con él – Lillian y Metallo desaparecieron. Debí detenerla – dijo algo arrepentida.

Ben: ¿Enserio te lo cuestionas? Tomaste la decisión correcta, no te culpes – dijo tratando de calmarla – Vamos a encontrar a esos dos y los encerraremos.

Supergirl: Lo sé, lo sé; es sólo que no logro entender de dónde sacó la kryptonita – decía algo confundida – Kal debió deshacerse de toda.

Rook: Ben, Kara – dijo llegando junto a ellos.

Ben: Rook, ¿conseguiste algo?

Rook: Hablé con Maggie. Ella logró acceder al registro de visitas de Roger Corben y descubrir cómo obtuvo la kryptonita – explicaba seriamente – El problema es que no tuvo visitas desde su aprehensión, y el rastrillaje en su celda no dio ninguna pista. El único momento en donde pudo obtener la kryptonita fue anoche.

Ben: Eso debería ser fácil de averiguar – dijo algo extrañado.

Rook: Y es lo que le preocupa a Maggie – dijo con el mismo sentimiento – Sólo hubo una visita en la prisión anoche, pero fue para Lillian Luthor.

Supergirl: ¿Quién?

Rook: Su hija, Lena Luthor – eso dejó desconcertada a Kara.

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L-Corp

Casi de inmediato, la kryptoniana fue a visitar a Lena al edificio de su compañía para charlar sobre el tema. La pelinegra justo llegaba también al lugar y ambas fueron a la oficina de la primera.

Lena: Sabes que fui a ver a mi madre en la cárcel, tú me dijiste que lo hiciera – dijo algo extrañada.

Kara: Lo sé, es sólo que... todos están asustados por el escape de tu madre, y quería decírtelo para que estés preparada – dijo preocupada.

Lena: Entonces dime, ¿qué es lo que dicen? – Kara dio un pequeño suspiro.

Kara: Que quizá visitaste también a Metallo – Lena dio una corta risa irónica.

Lena: ¿Crees que sería capaz de hacerlo?

Kara: Yo... – ella no sabía que responder.

Lena: ¿Sabes, Kara? Comienzas a sonar como una reportera y no como una amiga – dijo algo decepcionada.

Kara: No es mi intención... – antes de que siga hablando, Maggie Sawyer junto a dos policías entraron en la oficina – Maggie, ¿encontraste a Lillian? – preguntó intrigada.

Maggie: No, aún no; de hecho, vine por un asunto oficial y sería mejor que esperaras afuera mientras hablo con la señorita – dijo seria.

Lena: No, quiero que se quede – dijo también seria.

Kara: Lo haré – dijo cruzándose de brazos.

Maggie: La policía encontró una grabación de la que quiero preguntarle.

La detective sacó una tablet y puso un video de seguridad donde se veía a Lena sacando un buen trozo de kryptonita de una caja fuerte, dando un indicio de que fue ella quien le proveyó el mineral a Metallo. Al ver el video, Kara hizo un gesto de decepción.

Lena: Esa no soy yo, ¿entienden? – dijo asustada y preocupada – No sé de dónde lo obtuvieron pero no se trata de mí.

Maggie: Está arrestada por ayudar a un criminal convicto, cómplice por el cargo de conspiración... – decía mientras se acercaba para esposarla.

Kara: Aguarda, Maggie, detente – dijo interrumpiéndola, teniendo algo de dudas – Deja que lo explique.

Maggie: No te entrometas, Kara – dijo muy seria, con Lena ya esposada.

Lena: Descuida – dijo triste.

Maggie: Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su contra en una Corte de justicia – decía mientras se la llevaba detenida – Tiene derecho a un abogado; si no puede pagarlo, el Estado le proporcionará uno...

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Manhattan

CatCo Worldwide Media

Ron: ¡Dirección de arte!

Luego del arresto de Lena Luthor, Kara decidió ir a su trabajo sólo para ver que todos estaban muy movilizados y apresurados, como si todo fuera un caos. Su jefe, Ron Troupe, era el más escandalizado, y parecía que contagiaba esa sensación.

Kara: ¿Qué ocurre? – preguntó al aire extrañada.

J. Olsen: Cambiaremos la portada – dijo pasando a su lado, con una lámina en manos.

Kara: La fecha límite es hoy, la portada está lista – dijo siguiéndolo hacia la oficina de Ron.

J. Olsen: Sí, fue de último minuto.

Ron: Somos un periódico serio, no amarillista – decía molesto – No esperaré otro segundo.

J. Olsen: Sí, sí, ya envié la nueva imagen – dijo entregándole la lámina – Esto es para usted.

Kara: Esperen, ¿pondrán a Lena Luthor en la portada? – dijo sorprendida al ver la imagen – No tienen que ponerla en primera plana.

Ron: Justo ahora es el nombre más famoso en Nueva York, y su hermano está prófugo – dijo caminando alrededor de su oficina – Claro que la pondré en la portada, es una Luthor.

Kara: Pero ella no lo hizo.

Ron: ¿No viste el video, o dejarás que una boba amistad corrompa tus reportajes? – dijo algo exasperado – Alguien aquí no es imparcial.

Kara: Ella me dijo en persona que no lo hizo – dijo algo molesta.

Ron: Ella dijo, tú dices – decía serio – La ciudad necesita más que sólo un rumor, o quedará en sólo una teoría de conspiración para X.

Kara: Entonces lo investigaré – dijo segura.

Ron: Tu iniciativa me molesta demasiado – dijo evidenciando esa emoción – Pero investígalo para la portada de mañana.

Kara: ¿Mañana? – dijo incrédula – Pero para entonces será tarde, todos creerán que ella es la culpable de todo.

Ron: Todos creerán que es culpable hoy, mañana será otra historia.

Kara: Pero cuando salga, será público. Muchos todavía creen que Bon Jovi falleció – James no pudo evitar estar de acuerdo con esa afirmación, y ella volteó a verlo – James, vamos, no podemos imprimirlo.

J. Olsen: No puedo creer lo que diré, pero... concuerdo con Ron – Kara quedó sin palabras – Tú deberías hacerlo – la rubia no pudo evitar hacer un gesto de molestia y se retiró – Kara – ella no se detuvo – Kara, por favor, espera.

Kara: No, no, ¿esto es una broma? – dijo volteando a verlo muy seria – Lo único que Lena ha hecho es ayudar. Le entregó a la policía a su propia madre por el virus Medusa.

J. Olsen: Ese es mi punto. Si pudo traicionar a su madre, ¿qué la detendría para engañarte a ti? – dijo algo preocupado – Sé que es tu amiga, Kara, pero Lena no es buena.

Kara: ¿Por qué, porque es una Luthor? – preguntó cruzándose de brazos.

J. Olsen: No, porque ella lo hizo – dijo serio – Y si no lo ves, voy a probártelo – luego se retiró.

Eve: Siete, ocho... – al intentar irse, Kara terminó chocando con ella, quien venía contando algunas hojas.

Kara: Oh, Eve, lo siento tanto – dijo apenada – Lo tengo, lo tengo – dijo juntando las hojas caídas.

Eve: Gracias, Kara – dijo agobiada – Está agitado todo hoy con el juicio y su hija, y...

Kara: Sí, sí – dijo intentando retirarse.

Eve: Oye, ¿todo en orden? – dijo acercándose a ella – Te ves como yo cuando olvidé darle a la señorita Grant su café y me hizo llamar al director de Yale para reclamarle por haberme dado un diploma: triste y desalentada – dijo llegando a su escritorio, que era anteriormente de Kara.

Kara: No, estoy bien, sólo es lo de James y Lena Luthor; pero está bien – dijo restándole importancia – Oye, ¿y cómo va todo con Mon... con Mike? – se corrigió rápidamente.

Eve: Oh, va todo más que bien – decía con una mirada soñadora – Es tan adorable, y atractivo, y gracioso. Creo que fue la mejor cita de mi vida.

Kara: ¿Segura? – dijo algo extrañada – ¿No vio a otras mujeres toda la noche?

Eve: No.

Kara: ¿No masticó con la boca abierta, ni dijo chistes inapropiados?

Eve: No – dijo riendo un poco – De hecho, fue muy gentil, atento y educado.

Kara: ¿Enserio? – preguntó algo incrédula.

Eve: Dijo que todo lo que sabe se lo enseñaron sus padres, y parecía muy orgulloso de eso – dijo retirándose con unos papeles, mientras Kara se quedaba pensativa en su lugar.

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Bellwood

A la mañana siguiente, en la misma prisión donde antes estuvo su madre, Lena descansaba recostada en su cama con un semblante triste. A su celda llegaron dos guardias que estaban haciendo su recorrido habitual y la observaron.

– La hija pródiga – dijo uno de ellos burlándose – ¿Se quedará calva como su hermano?

Ambos policías se fueron de allí riéndose, mientras Lena los observaba irse sin poder decirles nada, estaba muy deprimida como para responderles. Pero los uniformados no pudieron disfrutar mucho su broma cuando vieron caminar tranquilamente por los pasillos de la prisión a Metallo.

– ¿¡Cómo entró aquí!?

El policía sacó su porra y cargó contra el villano, mientras el otro sacaba su arma reglamentaria para cubrirlo por detrás. Sin embargo, Metallo noqueó de un sólo golpe al primero, y luego disparó su rayo de kryptonita contra el otro. Con los dos oficiales fuera de combate, Corben se dispuso a ir hacia la celda de Lena.

Guardián: Si Lena lo hizo... – dijo apareciendo detrás de Metallo, y este volteó a verlo – Sabía que era cuestión de tiempo para que vinieras a liberarla.

Metallo II: Trabajo para los Luthor, después de todo – dijo confiado.

El villano atacó primero disparando su rayo de kryptonita, pero el vigilante se cubrió con su escudo. Entonces, Metallo decidió atacar cuerpo a cuerpo, con el Guardián nuevamente cubriéndose con su escudo de los golpes. Lena sintió desde su celda la conmoción, pero no podía ver debido a las rejas. Lo único que alcanzó a ver fue, por medio de un espejo en el techo, unos brillos verdes que daban hacia el cruce de los pasillos.

Volviendo a la pelea, ahora el Guardián comenzó a contraatacar con golpes tanto de puño como de su escudo, logrando mantener una batalla pareja contra Metallo; hasta que el villano logró retenerlo y estrellarlo contra unas rejas, para después darle un fuerte golpe al rostro que lo derribó. James se levantó rápidamente, pero Corben también fue rápido y le disparó su rayo de kryptonita sin que pudiera cubrirse.

Con el Guardián también fuera de combate, Metallo siguió con su objetivo; pero un extraño brillo en su corazón de kryptonita surgió luego de su último ataque, algo que él no le dio importancia. Al llegar a la celda de Lena, el villano arrancó las rejas sin problemas, asustando mucho a la pelinegra en el proceso.

Metallo II: Hola, señorita Luthor – decía sarcástico – Siento la demora.

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Cuartel General de los Plomeros

Más adelante, James fue hacia la base Plomera para avisar a Ben y Kara de su encuentro con Metallo y el "escape" de Lena. Los héroes tuvieron algo de consideración con él y le dijeron que atendiera sus heridas en la sala médica, algo a lo que el fotógrafo accedió ya que tenía una quemadura en el hombro izquierdo producto del rayo de kryptonita. Además, agradecía que ya todos conocieran su identidad secreta porque así podía andar sin su casco todo el tiempo.

J. Olsen: Metallo es fuerte pero hay algo extraño – decía mientras su herida era atendida – Su kryptonita no es normal, lo está dañando.

Rook: Tuviste suerte al no recibir un impacto directo – dijo viendo la herida.

Kara: Mucha suerte – dijo algo molesta.

J. Olsen: Tenía mi escudo – se defendió – Adoro ese escudo.

Ben: Tranquilo, Capitán América – dijo sarcástico pero serio.

J. Olsen: Sé bien lo que hago, Ben – dijo mientras le ponían un parche sobre la quemadura.

Kara: Aunque Metallo se esté debilitando, él aún es un seguidor ferviente de Lillian Luthor – decía seria – Hay que averiguar a dónde llevó a Lena y ayudarla.

J. Olsen: ¿Qué se necesita para que aceptes que Lena es una criminal? No es una víctima, ella tenía la kryptonita.

Rook: Puede ser alguien que utiliza una máscara de plasma – Ben asintió ante esa idea.

J. Olsen: Eso no explica el por qué escapó de prisión – ahora Rook asintió ante eso.

Kara: ¡Lena no es un miembro de CADMUS! – dijo algo exasperada – No lo es – luego vio que todos desviaban la mirada – Detuvo un ataque con armas alienígenas y ella salvó a Ben cuando Corben quiso atacarlo.

J. Olsen: Le disparó a Corben, y luego su loca madre lo convirtió en Metallo. Ese pudo ser el plan desde el inicio.

Max: Debemos tratar a Lena Luthor como alguien hostil – decía serio y calmado – La evidencia es abrumadora.

Kara: Winn – dijo mirando al informático – Si viste el video, sé que encontrarías algo.

Winn: Lo hice y no hay nada.

Kara: Entonces busca algo que pruebe su inocencia – dijo algo molesta.

Max: Todo lo que hemos visto hasta hoy nos indica lo opuesto – hubo unos segundos de silencio.

Kara: Ella es mi amiga, y yo confío en ella – dijo seria, y luego se retiró.

J. Olsen: Yo soy tu amigo – dijo alcanzándola por detrás – Y por eso no entiendo por qué no confías en mí – ella volteó a verlo – Muchos tal vez no lo recuerden, pero Clark y Lex Luthor eran los mejores amigos por años; y Clark confió en Lex durante mucho tiempo – decía mientras Kara sólo apartaba la mirada – Sin importar lo que dijeran, y sin importar las pruebas que vio con sus ojos... No, Lex era su amigo – dijo algo triste – Pero se equivocó.

Kara: Lena no es Lex – dijo seria.

J. Olsen: Crecieron en la misma casa, Kara – dijo algo agobiado – No entiendo por qué sigues defendiéndola, y tienes tanta fe en ella pero no en mí como el Guardián – dijo con un toque de molestia.

Kara: Eso es algo diferente, sólo intento protegerte.

J. Olsen: Yo no necesito tu protección... Necesito tu confianza – dijo algo decepcionado – Tienes la mía, no sé por qué te es tan difícil darme la tuya.

La kryptoniana no quiso seguir escuchando, teniendo un conflicto de amistades en su interior, por lo que se marchó a otra parte de la base.

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A donde fue Kara es a la sala de entrenamiento, donde apiló unos cubos de roca extraterrestre que ella utilizaba para golpear; aunque en este momento los estaba utilizando como bolsa de boxeo, descargando toda su frustración y molestia por la situación con Lena. Ben llegó unos momentos después, cuando Kara derribó los cubos con una patada.

Ben: Qué bueno que tenemos cubos de sobra, así podrás descargarte siempre cuando te frustres con algo – decía sarcástico – Sólo espero que no afecte el presupuesto ni nuestros salarios.

Kara: Te recuerdo que yo tengo salario doble – dijo con una pequeña sonrisa.

Ben: Oh, ya regresó tu buen humor, bien – dijo aplaudiendo irónicamente.

Kara: Eres el único que no dijo nada sobre Lena – dijo con su seriedad regresando – ¿Viniste a decirme que no confíe en ella?

Ben: En realidad, no tengo nada que decir – dijo encogiéndose de hombros.

Kara: ¿De verdad? – preguntó extrañada.

Ben: No eres la única que da segundas oportunidades, mujer.

Kara: No creo que Lena sea como Kevin, él era malo al principio.

Ben: De hecho, me refería a Mon-El – dijo un poco extrañado – Ambos creímos en él cuando nadie lo hacía, y eso que es un tipo testarudo.

Kara: Bueno... es cierto, ha cambiado – dijo asintiendo – Tanto que ahora tiene novia.

Ben: ¿Novia? – dijo levantando una ceja.

Kara: Sí, sale con Eve Teschmacher, una compañera de trabajo.

Ben: ¿Y no me lo dijo? – Kara levantó los hombros en señal de no saber, y él bajó la mirada – Tal vez he estado algo distante.

Kara: Hace tiempo que debimos hablar con él – dijo apenada.

Ben: Y hay que hacerlo – dijo asintiendo – Pero primero hay que resolver lo de Lena, un problema a la vez.

Kara: Ella no lo hizo – dijo seria y algo agobiada.

Ben: Lo sé, es que también creo que hay algo raro en todo esto – dijo pensativo y confundido – ¿Por qué Lena detendría a su madre de su plan final si ella es parte de CADMUS? ¿Por qué Lena liberaría a Metallo luego de su declaración en el juicio?

Kara: ¿Entonces estás de mi lado? – preguntó sonriendo.

Ben: Siempre, aunque hay que admitir que el video también deja muchas dudas – dijo con un dedo en el mentón – Es lo que no puedo resolver.

Kara: ¿Estás pensando en algo?

Ben: Pensaba en ir a la oficina de Lena y usar a Clockwork – decía mientras recordaba – Una vez lo hice para descubrir un plan de Animo que involucraba dinosaurios.

Kara: Tengo a Winn trabajando en el video de Lena – dijo señalando hacia atrás – Si no logra descubrir algo, usamos tu idea.

Ben: Entonces vayamos a ver, antes de que sea tarde – dijo para después ambos irse de la sala de entrenamiento.

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Afueras de la ciudad

Dentro de una Van negra, Metallo iba conduciendo por la carretera hacia un destino desconocido dentro del Estado, con Lillian de copiloto y Lena en la parte de atrás. La mujer mayor decidió ir a ver cómo estaba su hija, quien no emitía palabra y miraba el suelo del vehículo, y se sentó frente a ella.

Lillian: ¿Te encuentras bien?

Lena: No – dijo seria.

Lillian: ¿Estás molesta porque hice que Metallo te liberara de la cárcel?

Lena: Me hace ver más culpable y no lo soy – dijo evidenciando esa emoción.

Lillian: Aunque averiguaran la verdad sobre ti, nadie cambiaría de opinión. El público quiere creer la narrativa que ellos esperan de nosotros, que los Luthor son malvados – dijo con desprecio – No nos darán otra oportunidad. Lo hicieron conmigo, me quitaron mi licencia médica sin siquiera una audiencia – decía con resentimiento – Fue peor lo que hicieron con Lex, él pudo arreglar el planeta por generaciones; pero Superman no entendió lo que hacía y todos le dieron la espalda.

Lena: Lex enloqueció.

Lillian: Exacto – dijo asintiendo seriamente – Y si lograron que la mente más brillante en la Tierra enloqueciera mientras se estaba defendiendo, imagina lo que harán contigo.

Lena: Detén la camioneta, debo volver – dijo poniéndose de pie.

Lillian: ¿A dónde? Ya no tienes una vida, Lena, ni a nadie de tu lado – la pelinegra volvió a tomar asiento – Te arrestarán, igual que a mí. Estás huyendo, al igual que yo – luego hubo unos segundos de silencio – Únete a CADMUS, y juntas haremos todas las cosas que siempre has soñado, sin hombres Luthor que nos dividan – decía con algo de emoción – Al fin podré ser la madre que siempre deseaste, porque yo te quiero. Déjame probártelo, hija.

Lena intentó retener sus lágrimas, debido a que su madre tenía razón. Su vida no sería la misma, ahora sería una fugitiva que siempre huiría, además de ver a su madre seguir cometiendo crímenes sin que pudiera hacer algo. Por otra parte, la kryptonita de Metallo volvió a emitir un brillo extraño que se extendió sobre su brazo derecho, por lo que bajó la manga de su camisa para cubrirlo.

Después de varios minutos de manejo, los tres llegaron a unas instalaciones secretas ubicadas dentro de una montaña. Lillian sacó una tablet, introdujo un código, y una gran puerta se abrió automáticamente; todo ante la atenta mirada de Lena. Cuando la Van entró, muchas luces comenzaron a encenderse de a poco para revelar una gran bodega llena de cajas y camiones con acoplado, pero no parecía haber nadie más allí. Metallo le abrió la puerta trasera a Lena, quien lo miró despectivamente, y luego admiró mejor el lugar.

Lena: ¿Qué lugar es este? – preguntó en una mezcla de confusión y miedo.

Lillian: Es propiedad de Lex – decía seria – Un satélite gigante empotrado en la cima de la montaña monitorea el espacio buscando vida inteligente.

Metallo II: ¿Para evitar una invasión alienígena?

Lillian: Bingo – dijo asintiendo – Sabemos que vendrán más.

Metallo II: Me alegra ser parte de la causa – dijo serio.

Lillian: Hay suficiente aquí para sobrevivir un largo tiempo si es necesario, pero sospecho que será poco.

Lena: ¿Por qué? Somos fugitivos, no podemos volver – dijo sarcástica.

Lillian: Aún no; pero tu hermano no sólo tiene raciones para una emergencia, también tiene un arsenal – decía confiada – Bóvedas en todo el mundo que contienen las cosas que recolectó para estar preparado y derrotar a Superman algún día. Y una de esas bóvedas está justo... aquí – dijo llegando junto a un escáner, y luego lo activó.

Lista para la autorización.

Lillian: Sólo necesito abrirla.

Lena: ¿Un candado biométrico? – dijo viendo el escáner.

Lillian: Escanea el ADN de los Luthor.

Lena: Dime que no tienes a Lex congelado por aquí – dijo sarcástica mirando a todos lados.

Lillian: Nunca dije que el ADN de Lex, dije los Luthor. Cualquier Luthor puede abrirla; y tú, hija mía, eres parte del árbol familiar – dijo con una sonrisa.

Lena: No hiciste que tu monstruo me liberara de prisión porque me quisieras, porque buscabas ayudarme – decía comenzando a enojarse – Lo hiciste porque soy la única que puede abrir esa bóveda.

Lillian: Eso es cierto, necesito tu ADN, pero una cosa no anula la otra. Aún te quiero, y quiero ayudarte – dijo acercándose a ella – Te prometo que no dolerá.

Lena: Sólo quieres ayudarte a ti – dijo más molesta – Me arriesgaré yo sola.

La pelinegra intentó irse de allí, pero fue repentinamente tomada por detrás con mucha fuerza por Hank Henshaw/Cyborg Superman; el último miembro de CADMUS que faltaba.

Cyborg Superman: Haz lo que dice tu madre – dijo serio.

Lena: Estás lastimándome – dijo algo adolorida.

Lillian: No quiere hacerlo, Lena – decía seria – Pon tu mano en la pantalla y nadie saldrá herido. Lo prometo.

Lena: No – dijo firme.

Cyborg Superman: Pon la mano.

El cyborg colocó la mano de Lena sobre el escáner por la fuerza; y al cabo de unos segundos, la bóveda que Lillian quería emergió desde el suelo, abriéndose una compuerta y subiendo lentamente.

Lillian: ¿Ves? Eso no fue tan malo, ¿o sí? – le dijo irónica a Lena.

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Bellwood

Cuartel General de los Plomeros

Regresando a la base, Ben y Kara estaban cerca de Winn; quien trabajaba en su computadora investigando el video de Lena tomando la kryptonita. El castaño estaba tranquilo, apoyado en una silla cercana; pero la rubia estaba nerviosa, caminando de un lado a otro y revisando el trabajo de Winn cada tanto. Y esto último el informático lo notó.

Winn: ¿Sabes? El que estés en mi hombro no me ayuda – dijo sarcástico pero serio.

Kara: Lo siento, ¿pero ya encontraste algo? – preguntó ansiosa.

Winn: Cuando pase te lo diré – decía sin dejar de teclear, mientras Kara volvía a caminar en círculos – ¿Nunca oíste la frase "el que espera, desespe..."? Wow, wow, un segundo, tal vez tenga algo por ahí.

Kara: ¿Qué tienes? – preguntó apresurándose.

Winn: De acuerdo, logré hackear el sistema de vigilancia de L-Corp para obtener la grabación de Lena tomando la kryptonita, ¡pero HA! – decía mientras reproducía el video mostrando un código extraño – Parece que alguien ya hackeó el sistema hace un par de días, y... conozco este código – dijo sorprendiéndose levemente – Este es el mismo código que el Cyborg Superman usó el día en que irrumpió en L-Corp para robar el isótopo – luego comenzó a trabajar más rápido – Ya entiendo todo; si el video fue manipulado con la firma del cyborg, entonces puedo revertir esa firma, desencriptarla, y separar el video original del manipulado, y...

El video de Lena se pixeleó por unos segundos para después mostrar el video original, donde se veía al Cyborg Superman tomando la kryptonita y no Lena.

Kara: Lena no lo hizo – dijo sorprendida.

Winn: ¿Tenías razón? – dijo extrañado, y Kara le dio una mirada seria – Digo, tenías razón, tú tuviste razón.

Señales de kryptonita detectadas – dijo la voz de la base.

Ben: ¿Y eso qué? – preguntó confundido.

Winn: Max me hizo buscar señales de kryptonita para encontrar a Metallo – dijo cambiando de computadora.

Max: ¿Hallaste algo, señor Schott? – preguntó llegando junto a ellos, con Rook a su lado.

Winn: Sí, a 80 km de las montañas Overlook – dijo poniendo un mapa con la ubicación – Esperen, es extraño porque o hay algo raro con la señal, o la fuente no es pura.

Rook: La señal de radiación ionizante se degrada a un ritmo exponencial – dijo algo preocupado.

Max: La kryptonita es de los elementos más estables.

Kara: James dijo que la kryptonita de Metallo era extraña.

Rook: Podría ser sintética.

Kara: Explicaría por qué la tienen ellos y no la tiene Kal.

Winn: Wow, wow, si estos números son correctos, entonces no sólo es inestable; eso va a explotar – dijo preocupado.

Ben: ¿Explotar?

Winn: Será algo nuclear.

Max: ¿Reparaste el chaleco anti-kryptonita que Supergirl usó contra Metallo?

Winn: Está en pedazos, tendría que...

Ben: No queda tiempo, yo iré solo – dijo dirigiéndose a la salida, pero Kara lo detuvo.

Kara: Espera, no irás solo – dijo tomándolo del brazo.

Ben: Kara, si eso va a estallar y no puedo detenerlo, te afectará – dijo algo preocupado – No importa que sea sintética.

Kara: Es peligroso...

Ben: Lo siento, Kara, pero Lena no tiene tiempo para que lo debatamos – dijo continuando su camino a la salida – Deséenme suerte.

Una vez fuera, el castaño activó su Omnitrix y ese convirtió en su forma Kineceleran conocida como XLR8. Al segundo, salió corriendo en dirección al lugar indicado por Winn; quien lo llamó por las comunicaciones a los pocos minutos.

Winn: Ben, calculé el decaimiento radiactivo y es más rápido de lo que creí – dijo más preocupado.

XLR8: ¿Qué tanto?

Winn: En minutos, su vida media está decayendo exponencialmente.

Rook: Debes tener mucho cuidado y ser rápido, Ben – decía serio pero algo preocupado – La explosión, además de liberar una nube de gas de kryptonita, tendrá la potencia para volar una montaña.

XLR8: Saldré de ahí con Lena antes de que pase – dijo seguro, casi llegando al lugar.

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Montañas Overlook

Base desconocida

Lillian: Esto nos hará sentir seguros.

Regresando con los villanos y Lena, estos procedieron a ingresar a la bóveda que previamente fue abierta a la fuerza por la pelinegra. Dentro había muchas cajas metálicas negras y grises, de diversos tamaños, y también algunas armas que estaban al descubierto.

Lillian: Un traje de pelea, su hacha atómica, y Piedad Negra – dijo reconociendo los elementos en la bóveda – Todo lo necesario para eliminar a los kryptonianos y otros invasores alienígenas de una vez por todas.

Lena: Eres peor que Lex – dijo decepcionada.

Lillian: Te prometo que estaré del lado correcto de la historia – dijo acercándose a ella – Tal vez entonces creas que buscaba tu bienestar con todo esto. Aunque no te agrade, siempre seré tu madre.

La Luthor mayor le entregó una caja con armas al Cyborg Superman; pero luego su atención se centró en una pequeña caja metálica gris con muchos orificios, y ella reconoció lo que debía contener.

Lillian: Oh, mi precioso hijo – dijo abriendo la cajita – No tenía idea de... que lo terminaste.

En ese momento, Ben 10 entró a la escena rompiendo el techo y aterrizando en una rodilla. Esta vez, él estaba transformado en su forma Crystalsapien conocida como Piedra.

Lena: ¡Ben Tennyson! – dijo con algo de alivio – No puedo creer que llegaras.

Piedra: Kara Danvers confía en ti, al igual que yo.

Lillian: Ben 10, llegas a tiempo – decía confiada – Me preguntaba si funcionaba.

De una de las tantas cajas, la villana sacó un dispositivo parecido a una llave inglesa; con el mango de color rojo metálico y las pinzas de color dorado. Después, un rayo rojo salió disparado directo hacia Ben, y este regresó a la normalidad.

Ben: ¿Pero qué...? – dijo confundido.

Lillian: Un escáner de ADN, una pequeña ganancia que nos dejaron los Caballeros Eternos.

Ben volvió a activar su reloj y se convirtió en su forma Florauna conocida como Wildvine, pero Lillian nuevamente usó el escáner y revirtió su transformación. Lejos de rendirse, el héroe nuevamente cambió de forma, siendo ahora su forma Incurseana conocida como Bullfrag; pero la villana otra vez usó su arma y fue el mismo resultado.

Ben: Cómo odio esa cosa – dijo frustrado.

Lillian: Bueno, fue fácil – luego miró a los otros villanos – ¿Quieren probar más juguetes?

Lena: ¡No le hagas daño! – dijo siendo sujetada por el Cyborg Superman.

Lillian: Lo siento, tiene que pagar por lo que el primo de su novia le hizo a tu hermano.

Metallo se acercó a Ben e intentó darle un golpe, pero el héroe logró evadirlo y conectar un golpe a su pecho; sólo para que su mano derecha quede adolorida por haber golpeado el metal de su cuerpo. El villano aprovechó esto y logró someterlo de atrás.

Ben: ¿De verdad? ¿Me matarán por la rivalidad de Superman y Lex Luthor? – decía sarcástico, intentando ganar tiempo – Creí que hasta los villanos eran consistentes con sus rivales.

Lillian le hizo una seña al Cyborg Superman para que ayudara a Metallo con Ben, y soltó a Lena violentamente contra el suelo, dejándola aturdida.

Lillian: Enciérrenlo en la bóveda – luego, ambos villanos llevaban a Ben tomado de ambos brazos.

Winn: Ben, si puedes oírme, el corazón de kryptonita de Metallo y su decaimiento no deja de subir – dijo por las comunicaciones.

Ben: El corazón de Metallo explotará – dijo mientras Lillian se ubicaba al lado del mencionado – Tienen que salir de aquí.

Lillian: Mientes.

Ben: Claro que no – en ese momento, la kryptonita de Metallo volvió a emitir brillos extraños, haciendo sospechar a Lillian – Él morirá.

Metallo II: El único que morirá eres tú – dijo serio.

Corben procedió a disparar su rayo de kryptonita; pero debido a la inestabilidad de la misma, el disparo salió desviado e impactó cerca de Ben y el Cyborg Superman, aturdiendo a ambos levemente. Incluso Lillian quedó algo aturdida.

Winn: Escúchame, entre más use la kryptonita sintética, más acelerará su deterioro.

Kara: Sal de ahí ahora – dijo preocupada.

Metallo nuevamente iba a disparar su rayo, pero ahora estaba sufriendo leves espasmos por el problema de la kryptonita. Ben salió corriendo para esquivarlo, logrando hacerlo saltando al suelo; y el rayo impactó sobre unas cajas.

Ben: Eso hubiera dejado marca – dijo algo impresionado.

Lillian: Es hora de irnos – dijo susurrando cuando el Cyborg Superman la ayudó a levantarse.

Mientras Ben se cubría de un posible ataque de Metallo, él notó que Lillian ya no se encontraba en el lugar; pero en lugar de lamentarse, se alegró ya que eso significaba que el escáner de ADN también se había ido. Entonces, Ben activó el Omnitrix y se transformó en su forma Orthopterrana conocida como Crashhopper; para después dar un gran salto y atacar con un cabezazo a Metallo. El villano respondió con más rayos de kryptonita, pero el héroe lograba evadirlos a puros saltos.

Winn: Ben, la kryptonita está en estado crítico.

Crashhopper: Metallo, enserio, déjame quitarte esa cosa del pecho – le dijo a la distancia.

Metallo II: No lo creo – dijo molesto, para después disparar otro rayo que Ben esquivó.

Crashhopper: No me ayudas – dio un par de saltos más y atacó con una fuerte doble patada al villano que lo mandó a estrellarse contra unas cajas – Lena, ¿dónde está?

El héroe buscó a Lena hasta encontrarla tirada en el suelo semiinconsciente, por lo que se acercó a ella rápidamente mientras regresaba a la normalidad. Cuando vio que estaba bien, se alivió un poco; pero disminuyó cuando vio a Metallo acercarse a él con la kryptonita en su pecho brillando aún más.

Kara: ¡Ben, basta!

Winn: ¡Ben, sal de ahí ahora!

El brillo de kryptonita pronto se extendió a los ojos de Metallo, mientras sufría varios espasmos y no podía moverse ni pensar con claridad. Fue sólo cuestión de segundos cuando el villano finalmente explotó en una gran nube de humo verde, llevándose la montaña y la base entera consigo.

Kara/Winn/Rook: ¿¡Ben!? – exclamaron muy asustados, y hubieron unos largos segundos de aterrador silencio.

– Sigo aquí.

Ben había logrado convertirse en su forma Citrakayah conocida como Fasttrack, y ahora se encontraba corriendo a gran velocidad por la carretera de regreso a la ciudad. En sus brazos, traía a una dormida Lena, y no mostraba signos de despertar en el corto tiempo.

Fasttrack: Y tengo a Lena – él logró escuchar un gran suspiro de alivio por parte de Kara – Misión cumplida.

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Manhattan

CatCo Worldwide Media

Al día siguiente, todos los titulares de los noticieros y los periódicos de la ciudad tenían a Lena Luthor como principal protagonista. El falso escape de la pelinegra, así como su nula participación en la fuga de su madre y del fallecido Metallo se esparcieron rápidamente entre los medios. Por ejemplo, en un noticiero puesto en CatCo, el titular rezaba: "Lena Luthor absuelta". Kara llegó a su trabajo viendo que su jefe Ron estaba viendo el mismo tomando una taza de café y con una mirada amargada, y decidió vacilar un poco.

Kara: No soy del tipo que suele regodearse o decir "se los dije", pero creo que yo era aquí la imparcial, jefe – dijo irónica poniéndose a la par de Ron.

Ron: Ayer era culpable, y hoy no lo es – decía serio y con un tono de derrota – No se trata de imparcialidad, Danvers, así aconteció – Kara rió un poco – Ya que tienes suficiente tiempo para estar viendo la televisión, deberías salir y traer una exclusiva de Lena Luthor; y esta vez, que sea la exclusiva correcta – luego se fue hacia su oficina.

La kryptoniana relajó un poco su alegría y también decidió ir a su oficina, pero en el camino vio a James hablando con otra empleada y él también la notó.

J. Olsen: Hola – dijo acercándose a ella, con la mirada un poco baja por vergüenza – ¿Alguna noticia sobre Lillian Luthor?

Kara: Ah, las imágenes satelitales de la montaña muestran un helicóptero antes de la explosión.

J. Olsen: ¿Pero no hay señal después de eso? – preguntó algo curioso.

Kara: Lillian y el cyborg escaparon – dijo con algo de decepción.

J. Olsen: Sí – dijo algo incómodo – Tenías razón, sobre Lena Luthor. Yo me equivoqué, lo siento – dijo apenado.

Kara: Sólo querías protegerme – dijo tranquila para calmarlo.

J. Olsen: Sí, igual tú siempre quieres protegerme.

Kara: ¿Podríamos dejar de intentar protegernos y volver a ser amigos? – decía agobiada – Porque echo de menos ser tu amiga.

J. Olsen: También yo – dijo asintiendo – ¿Qué tal una noche de juegos?

Kara: Esa idea suena genial – dijo emocionada.

J. Olsen: ¿Algún día me dejarás ganarte?

Kara: Nunca – dijo negando.

J. Olsen: Eso imaginé – Kara rió un poco – Hecho – luego ambos compartieron un abrazo.

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Bellwood

L-Corp

La siguiente parada de Kara fue la compañía de Lena, luego de un par de horas de trabajo. La rubia llevó consigo una revista de CatCo que hablaba sobre la pelinegra, la cual tenía como portada a ella con el título: "Lena Luthor inocente"; y ambas se sentaron en el sofá mientras Lena leía el artículo.

Lena: Es un buen artículo – dijo luego de leer la revista, mientras Kara reía un poco – Me haces quedar bien.

Kara: Sólo escribí la verdad – dijo levantando la mano – Estoy aprendiendo a seguir investigando aunque la evidencia indique otra cosa. Siempre hay otra historia.

Lena: Aunque sea difícil de hallar.

Kara: En especial cuando no es fácil de hallar – dijo pensativa – Mi oficina está inundada de flores.

Lena: ¿En serio? – dijo fingiendo inocencia.

Kara: Sí – luego ambas rieron – No tenías que hacerlo.

Lena: Sí, tenía que – dijo algo conmovida – Ben 10 me dijo que tú lo enviaste, y te lo agradezco.

Kara: Para eso son las amigas.

Lena: Yo nunca tuve amigas como tú antes, ni siquiera un familiar como tú – dijo con un toque de ironía, pero aún conmovida – Nunca nadie me apoyó así.

Kara: Ahora tienes a alguien que te apoyará siempre.

Lena: Tal vez Ben Tennyson me salvó; pero, Kara Danvers, tú eres mi heroína – ambas volvieron a reír, y luego se levantaron – Gracias – dijo compartiendo un abrazo.

Kara: No hay de qué – luego ella rompió el abrazo – Adiós.

Lena: Adiós.

Una vez que la kryptoniana se fue de su oficina, Lena volvió su mirada hacia un tablero de ajedrez con algunas fichas movidas; dando a entender que ella y Kara jugaron una partida antes. La pelinegra volvió a tomar asiento mientras levantaba un caballo blanco, y eso le trajo el recuerdo de cuando llegó a la casa de los Luthor.

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Flashback, 24 años antes

Metrópolis

Ubicándonos en el mismo recuerdo del comienzo, pero avanzados unos minutos, Lex y Lena estaban en medio de su partida de ajedrez; Lex con las fichas negras y Lena con las blancas. El joven villano movió una de sus torres y tomó un peón de la pelinegra.

Lex: Jaque – Lena movió un caballo y tomó a su reina.

Lena: Jaque mate – dijo mientras justo llegaba Lillian a observarlos – Me agrada este juego.

Lillian: Tal vez eres una Luthor después de todo – dijo con un poco de orgullo, haciendo sonreír a la pequeña.

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Regresando al presente, Lena colocó el caballo blanco al lado de la reina negra; mientras se quedaba pensando. Con la revelación de que su sangre era verdaderamente Luthor, ahora estaba interesada en qué tan Luthor podía ser; o si aún quería seguir con su idea de alejarse de su familia. Era algo que sólo el tiempo resolvería.

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Brooklyn

Departamento de Ben y Kara

Ya en el final del día, el dúo neoyorkino decidió ir a su casa y resolver el último tema que tenían pendiente: el daxamita Mon-El. Kara fue quien lo llamó para que fuera, y él llegó a las pocas horas tocando la puerta.

Mon-El: Hola – dijo cuando Kara le abrió.

Kara: Gracias por venir.

Mon-El: Sí, fue una sorpresa que llamaras – dijo mientras entraba.

Ben: Hola, Mon-El – dijo cuando lo vio – Qué bueno que viniste.

Mon-El: Sí, bueno... ¿y para qué me llamaron? – preguntó un tanto incómodo.

Kara: Sucede que... debí haberme expresado mejor aquel día en el bar – dijo suspirando un poco.

Mon-El: Sí, no se puede vivir en el pasado – dijo intentando aligerar el ambiente – Eso es algo que oí en el bar.

Ben: Sí, pero ya no quiero seguir haciendo lo mismo contigo – dijo tomando la palabra, con algo seriedad – Verás, Kara y yo siempre nos hemos complementado entre los dos, y nunca vimos más allá de eso – dijo mirándola a ella, y ella asintió – Aquí adentro, sólo somos una pareja que se reparte los quehaceres de la casa. Afuera, somos la pareja de superhéroes que protege la ciudad – hubo unos segundos de silencio – No había nadie más en la ecuación... hasta que apareciste.

Kara: Desde hace tiempo, hemos sentido la necesidad de querer ayudarte a encajar y adaptarte a este mundo; y eso fue aumentando al punto de querer saber dónde sales, con quién sales, por cuánto tiempo – dijo tomando asintiendo en una silla, algo que imitaron los dos hombres – Al principio, Ben y yo decidimos ignorarlo porque creí que eras desconsiderado y egoísta; y personalmente, no esperaba nada de ti – dijo riendo un poco.

Ben: Pero demostraste todo lo contrario, y claramente con una buena guía como la nuestra – dijo un tanto engreído, y Mon-El rió – El punto es que... hace tiempo que tú nos importas, y... tal vez la idea de que tú seas como un hijo no sea del todo mala – dijo volviendo a mirar a Kara, mientras ambos se tomaban de las manos.

Mon-El: Es... ¿es enserio? – dijo algo incrédulo, pero también algo emocionado – Bueno, sé que soy un hombre grande en estándares humanos, pero verdaderamente me hubiera gustado tener padres como... como ustedes – decía un tanto nervioso – Que me enseñen lo que está bien, lo que está mal, ayudar a las personas cuando sea necesario, que se preocupen de verdad por mi bienestar – él pensaba bien sus palabras, mientras Ben y Kara sólo escuchaban atentamente – Siempre estuve acostumbrado a que me resuelvan todo, y ustedes me mostraron un estilo de vida diferente. Hay que trabajar, esforzarse, madurar, ser un ejemplo para otros.

Kara: Bueno, si aprendiste todo eso, creo que vamos por buen camino – dijo con algo sarcasmo, tratando de alegrar el ambiente.

Ben: Pero si tú quieres, Mon-El, puedes vernos a nosotros como unos padres – decía un tanto serio, pero con una pequeña sonrisa – Y la verdad, es algo interesante saber si puedo ser buen padre. Todavía no me siento en edad para ello, pero... espero hacerlo bien – Mon-El no supo cómo responder más que con una sonrisa de emoción en su rostro.

Kara: Venga, abrazo familiar – dijo levantándose, extendiendo los brazos.

Ben: Abrazo familiar – también se levantó, y los tres compartieron un abrazo – Un nuevo integrante a la familia Tennyson – dijo rompiendo el mismo levemente, tomando del hombro a Mon-El – Si todo marcha bien, te haré conocer a mis padres muy pronto.

Mon-El: Querrás decir mis abuelos – dijo con leve emoción.

Ben: Dejemos que ellos lo decidan – dijo un tanto nervioso – No sé cómo reaccionen – los tres rieron un poco con eso.

Kara: Hay que salir, celebremos esto.

Tanto Ben como Kara tomaron algo de dinero y salieron a comer algo afuera, con una gran alegría plasmada en el rostro de los tres. Mon-El sentía una gran felicidad en su interior al tener por fin dos figuras de las cuales aprender e inspirarse, mientras la pareja asimilaba el hecho de que hayan "adoptado" a su primer hijo. Lo único que podían preguntarse ahora es cómo saldría todo esto.

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