CAPÍTULO XVII
—Sus pasantías durarán una semana—explicaba Aizawa—.Acerca de dónde las harán, aquellos que recibieron ofertas de los profesionales tendrán sus propias listas para escoger, mientras que, aquellos que no, deberán escoger entre estas cuarenta agencias del país.
Se pasaron de pupitre en pupitre las listas de cada estudiante. En cuanto recibió la suya, Ben se preguntó: "¿Cómo rayos escogeré entre las más de 5000 solicitudes?"
La explicación se extendió hasta abarcar temas como las diferentes ubicaciones de las agencias y sus diferentes especializaciones. Hasta que se dio la campanada, señal de la llegada de la hora de comer.
—Hagan una elección rápido. Tienen hasta el fin de semana.
—¡¿Solo dos días?!—reclamó Ben— ¿Cómo voy a escoger en tan solo dos días? Ni siquiera conozco a estos tipos.
—No es mi problema; ya comenzó mi descanso— Aizawa cerró la conversación y salió del salón.
—Pues vaya profesor resultó ser—se quejó de brazos cruzados—. Bueno, al menos me queda el consuelo de que no soy el único que tardará en escoger, ¿No es así, Todoroki?— Preguntó echando una mirada a su compañero.
El mencionado guardó silencio un par de segundos al tiempo que observaba su lista antes de contestar:
—De hecho, creo que he tomado una decisión.
—¡¿Qué?! Ay, por favor.
—Yo podría ayudarte a escoger, Ben—ofreció Izuku.
—¿En serio? Gracias. En el mejor de los casos podríamos ir a la misma agencia.
Tomó su asiento y lo llevó hasta el pupitre de Izuku para poder analizar juntos las agencias disponibles.
—Se lo toman demasiado en serio—dijo Mineta con aires de superioridad.— ¿Quieren un consejo? Busquen hacer pasantías con una heroína. ¡Yo iré con Mount Lady!—se señaló con orgullo, como si hubiera hecho la elección más sabia.
El par de amigos le miró raro.
—¡Oigan, ¿Qué les pasa?! ¿Por qué me miran así?—preguntó el enano nervioso.
Tsuyu pasó por ahí y respondió directamente:
—Saben que lo más probable es que estés pensando pervertido, Mineta.
—¡No es cierto, no lo hago!—repuso en su defensa.
—Ajá—. Ben era escéptico a creer eso.
Uraraka se les acercó curiosa.
—¿Han tenido suerte?
—Ni siquiera hemos empezado, pero ya estoy aburrido.—Ben se recostó en el pupitre de Izuku.— ¿Qué tal tú?—devolvió la pregunta.
—¡Ya me decidí! Iré con Gunhead—respondió sonriente.
Izuku apartó la vista de su lista para ver a Uraraka.—¿«Gunhead»? Ese es un héroe de batalla. Creí que querías especializarte en rescates al igual que Trece.
—Originalmente sí, pero luchar contra Bakugo me hizo pensar: Si me vuelvo más fuerte tendré más posibilidades, pero si solo hago lo que quiero tendré una perspectiva reducida.
—¡Ochako!—Mina llegó al lugar con un aura deprimente algo cómica y se dejó caer en un abrazo sobre Uraraka—.No tuve ninguna oferta.
—¡Whoa!—exclamó la castaña al casi perder el equilibrio por el abrazo.—¿En serio? ¿Nada?
—¡No! Y eso que llegué lejos en el festival.
—Ya, ya. ¿Quieres ir a la cafetería a comer algo? Tal vez así te sientas mejor.
Mina solo asintió mientras se recargaba en su amiga y ambas salían del aula.
Ben levantó su cabeza del pupitre y se acomodó en el asiento; una pregunta cruzó su mente: «¿Qué agencia escogió Iida?». Se dio la vuelta para preguntárselo, pero no vio al representante en su lugar.
—¿Se habrá ido a entregar su solicitud?—Se preguntó a sí mismo.—Ha estado actuando algo extraño.
Ben regresó su mirada hacia su lista, por ahora se centraría en escoger un profesional con el cual trabajar.
—¿Has tenido suerte, Izuku?—preguntó, levantando la mirada para ver al peliverde.
—Hay solo cuarenta héroes que nos acogerán, así que mirando sus especialidades y separándolos en grupos...—murmuraba velozmente y casi sin pausas.
Ben suspiró con pesar.
—Este será un día largo.
Al final, no pudieron hallar a alguien adecuado; cielos, ni siquiera habían terminado de evaluar a todos los cinco mil. Para cuando quitaron la vista de los papeles y contemplaron su alrededor, la hora del almuerzo había terminado y era momento de reanudar las clases; Ben tendría que seguir buscando en otro momento.
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La campana final resonó por toda la institución; ya hora de regresar a casa. Uraraka, Ben e Izuku salían del salón para regresar juntos a sus casas, nuevamente Iida no estaba con ellos.
—Haah...—suspiró Ben.— El día terminó y aún no hemos tenido suerte.
—Tal vez tengamos mejor suerte el día de mañana—dijo Izuku intentando levantarle los ánimos.
—Para ti es fácil decirlo—respondió de vuelta—, tú ya tienes una solicitud.
Y era cierto, puesto que, cuando acabó la hora del almuerzo, All Might apareció a toda prisa frente a la puerta haciendo una reverencia extraña y solicitó hablar con "el joven Midoriya". Para cuando Izuku regresó de la plática le contó a sus amigos que había conseguido una solicitud.
—Debe ser abrumador tener que escoger entre más de 5000 héroes, ¿No?—preguntó Uraraka.
—Cuando pienso en todo ese papeleo lo único que me viene a la cabeza es la palabra "aburrido"—respondió Ben.
El trío se mantuvo conversando a medida que avanzaban por los pasillos hacia la salida de la institución. Hasta que, casi saliendo, los altavoces del lugar comenzaron a sonar, reproduciendo la voz del director a través de ellos.
—¡Ejem!, probando, probando...—el director Nezu comenzó a verificar el audio— Muy bien. ¿El estudiante Benjamin Tennyson podría acercarse a la dirección? Es muy importante que vengas, gracias—. Terminó agradeciendo amablemente antes de cortar la transmisión.
—¿"Dirección"?—repitió Uraraka— ¿Hiciste algo?
—Claro que no—respondió Ben en su defensa—. Vayan sin mí, presiento que esto tomará un rato.
Ben se despidió de sus amigos y empezó a correr de vuelta hacia la dirección atravesando los largos pasillos. No tardó mucho tiempo en llegar frente al despacho del director y golpeó suavemente la puerta tres veces para anunciar su llegada, recibiendo un "Pase" departe de la voz chillona del director.
—Ah, joven Tennyson—saludó Nezu al ver al héroe cruzar la puerta—, qué bueno que estás aquí, pensé que ya habías vuelto a tu departamento.
—¿Sucedió algo?—preguntó yendo al grano y tomando asiento frente al escritorio del director.
—Nada malo, todo está bien—dijo relajado antes de dar un sorbo a su té antes de —. Aizawa me comentó que tenías problemas para seleccionar un lugar para hacer tus pasantías.
—¿Aizawa se lo dijo? Vaya, así que sí tiene corazón.
—Solo es algo gruñón—respondió en defensa de Aizawa—. Pero volviendo al tema... He revisado las solicitudes que tienes—informó mientras ojeaba su monitor—, algunas de ellas son muy buenas.
—Supongo que lo son, pero es difícil escoger entre tantos—suspiró frustrado, recargándose en la silla y perdiendo su atención en alguna parte del techo—. En especial si no me dejan transformarme en la escuela, así que pensaba usar una de mis transformaciones cuando llegue a casa.
—Puedes hacer eso, o puedes considerar mi oferta.
—¿"Oferta"?—repitió dudoso, al tiempo que corregía su postura en la silla.
—¿Qué te parecería hacer tus pasantías con All Might?
Ben se quedó paralizado; realmente no se esperaba eso. El director le miró divertido mientras esperaba el "sí" de Tennyson.
—...¿Es en serio?—cuestionó sin creerlo—Pero All Might no ha hecho una oferta por mí, al menos no hasta donde he visto.
—Te confesaré que esta propuesta es solo por mi interés personal. Deseo ver tu desenvolvimiento en el campo heroico, así que ¿Qué mejor que el número uno para evaluar a otro número uno?—nuevamente bebió de su taza al terminar de hablar.— Debes admitir que, si fueras yo, también tendrías curiosidad por saber más acerca del tipo que dice venir de otra dimensión.
Ben sonrió al roedor frente a él. Si el director quería ver a Ben Tennyson en acción, ¿Cómo podría negarse? Lo que sea por un fanático.
—¡Hecho!—exclamó emocionado—¿Cómo me inscribo?
Si Nezu usara lentes definitivamente se los habría acomodado como todo un intelectual.
—Te llevo la delantera...—inmediatamente le mostró el monitor de su computadora—, ¡porque ya te anoté en el sistema desde antes!—gritó con estrellas en los ojos.
—¡O sea que mi opinión en realidad no importaba!— le reclamó indignado.
—Esa es una forma cruel de decirlo, joven Tennyson. Yo diría que solo predije tu respuesta.
—Ajá, como digas—repuso no muy convencido—. Muchas gracias Nezu, me quitaste un peso de encima.
—No, gracias a tí. Estoy ansioso por ver lo que puedes hacer.
Ambos se pusieron de pie y estrecharon manos (Nezu tuvo que pararse sobre su escritorio) para cerrar el acuerdo y agradecerse.
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Nuestro protagonista por fin regresó a su apartamento, donde encendió las luces al ingresar. Estaba agotado por el largo día, por lo que cenó un platillo rápido de aquellos que se hacen en el microondas. Encendió la televisión mientras comía y comenzó a vagar por los diferentes canales. Al final, se detuvo en un noticiero que llamó su atención. El reportaje hablaba acerca de lo que le sucedió al hermano de Iida: Ingenium. Deseaba poder hablar con Iida sobre el tema, pero desafortunadamente no podía, puesto que Iida no le había dicho nada.
Después de la cena, fue a su habitación, donde se colocó sus pijamas antes de ir a dormir. Al momento de regresar su uniforme a su armario, vio en el interior del mueble una caja vieja y descuidada. La miró con curiosidad hasta que recordó de qué se trataba: ¡El regalo de Aizawa! ¡Lo trajo a casa pero ni siquiera lo abrió! Se dio una bofetada mental por ser tan descuidado, y luego tomó la caja y la llevó a su cama para abrirla en comodidad.
Las posibilidades de lo que podría estar en el interior de esa caja comenzaban a encimarse sobre su cabeza; no podía ser nada pesado, puesto que al llevar la caja no hubo necesidad de hacer fuerza. Tampoco era algo frágil, porque al agitarla nada pareció romperse ni hacer eco en la caja. La única forma de averiguar su contenido sería abriendo la caja.
Desgarró las cintas adhesivas que habían sido colocadas sin encanto alguno para mantener el paquete cerrado, y cuando abrió la caja vio...
— ¿Una bolsa para dormir?—se preguntó al ver el obsequio.
Y además era de un color verde claro. Era nueva; podía decirlo por el aroma que expedía, eso y que todavía tenía la etiqueta de compra que comprobaba que Aizawa escogió la más barata que pudo hallar.
— Bueno... No es lo que esperaba, pero...— se tomó un tiempo para pensarlo, pero no, no había un "pero"— Supongo que de todos modos le agradeceré en cuanto lo vea.
Con el misterio resuelto, Ben guardó la bolsa para dormir en el armario, se deshizo de la caja y se acostó en su cama para recibir el siguiente día. Pronto tendría pasantías con nadie más que All Might, el número uno de este universo.
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¡Es hoy! El día de las patrullas con All Might ya está aquí. Los demás alumnos de la clase 1-A se habían marchado con Aizawa hacia la estación de trenes para emprender el viaje hacia las agencias que les correspondían. Sin embargo Ben no pudo acompañarlos, puesto que debía reunirse en secreto con Toshinori en la U.A; sería una locura decirle a sus amigos que haría su pasantía junto al número uno del país.
Actualmente, Ben estaba en su increíble motocicleta, esperando a su tutor justo frente a la U.A. , hasta que por fin pudo ver a Toshinori acercándose a él en una serena caminata.
—Hey—saludó el rubio dando un par de golpeteos en la luna del vehículo—, buen día, joven Tennyson. Lamento la demora, pero ahora que soy profesor tengo nuevos deberes.
Con solo pulsar un botón ,Ben abrió la cristalera de la motocicleta para que el recién llegado pudiera entrar.
—Nah, solo fueron cinco minutos ¡¿Nos podemos ir?!— preguntó emocionado, esperando la respuesta afirmativa de su tutor— Desde que llegué aquí he tenido menos acción de lo usual y realmente necesito esto.
El delgado hombre asintió en afirmación antes de ingresar y ocupar el asiento trasero. Inmediatamente después, la cristalera regresó a su posición original, cerrando la motocicleta.
—Esto me hace sentir tan nostálgico— comentó Toshinori mientras observaba el interior del vehículo.
—¿Tuviste una motocicleta?
—No, pero me llegan recuerdos de un súper auto en el que solía viajar cuando era un mozuelo allá en los Estados Unidos; hasta volaba.
—Se oye increíble. En mi tierra tengo un auto, pero solo es veloz y tiene armas incorporadas, ¡Oh, y además...!
Toshinori notó que a este paso ni siquiera se moverían, por lo que carraspeó su garganta para detener a Ben.
—¡Ejem! Lo siento, pero creo que deberíamos seguir. Son días pasados, y ese auto está en mejores manos; así que creo que deberíamos seguir.
—Oh, cierto, casi lo olvidaba—Ben cayó en cuenta de que casi se perdía en una anécdota, tal y como su abuelo suele hacerlo, así que lo mejor era volver a lo que era de su verdadero interés— Entonces... ¿A dónde vamos?— cuestionó Tennyson.
—Iremos hacia la estación Tatooin. Hace unos meses, un villano gigante atacó esa área y luego fue derrotado por Mount Lady. Actualmente las zonas aledañas están algo desprotegidas, así que hay gran posibilidad de hallar algo de acción.
—Me convenciste ¡Andando!
Sin demora alguna, pisó el acelerador emprendiendo rumbo hacia la estación Tatooin.
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Su llegada no fue más que cuestión de minutos. Ben aparcó su motocicleta a un lado de la acera y salió del vehículo junto a Toshinori
El castaño se encargó de escoltar en secreto a su acompañante hacia un callejón cercano para que este pudiera "inflarse". Tras un pequeño estallido de humo, All Might, el héroe sonriente, emergió de la polvareda.
Rio fuertemente antes de hablar.
—¡Muy bien, joven Tennyson, haremos patrulla por toda esta área! Prepárese, porque estaré tomando nota de su desempeño.
—¡Oh, sí!— festejó el muchacho.
"¡¿Ese es All Might?!"— exclamó un hombre que pasaba por ahí.
Ben inmediatamente supo lo que iba a pasar. Ese grito era el desencadenante de lo que nuestro protagonista conoce como: Fanáticos alocados. Y también estaba consciente de que no irían a por él, sino a por su profesor, por lo que esta vez no dejaría que su actitud engreída se le subiera a la cabeza.
—"¡Es cierto, es él!"— secundó una dama.
—"¡Mamá, All Might está aquí!"— Un pequeño niño daba suaves tirones a la falda de su madre para llamar su atención.
La cantidad de personas ansiosas se incrementó en un santiamén. Ben apenas y tuvo tiempo de hacerse a un lado para evitar ser arrollado por la multitud de fanáticos que rodearon a All Might, quien por supuesto, los recibió a todos con una heroica carcajada.
—¡Ay, por favor, venía conmigo!— reclamó Ben, al ver como todos pasaban de él para poder acercarse a su ídolo.— Diablos, a este paso no podremos hacer nada.
El adolescente estaba ensimismado, hasta que All Might le llamó por su nombre para poder captar su atención.
—Lamento terriblemente este contratiempo. Como compensación, te daré cierta libertad; puedes adelantarte y patrullar por tu cuenta. ¡Pero!, si algo sucede, asegúrate de enviarme tu localización.
«Con lo amable que es, me es imposible enojarme», es lo que pensó Ben, que solo respondió con un pulgar levantado.
Con una sonrisa confiada, subió en su motocicleta y se alejó en dirección opuesta a All Might y su público.
Su instinto heróico estaba vibrando sin control, tenía un fuerte deseo de recorrer toda la ciudad en busca de algo de acción. Dios, incluso estaría dispuesto a patear a cualquiera que arroje basura a la calle solo para poder luchar; aunque claro, eso sería exagerar.
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Solo habían pasado diez minutos ¡Diez malditos minutos de vigilancia! Y el resultado que buscaba jamás apareció; toda la ciudad estaba en calma. All Might le había asegurado que esta área sería idónea para hallar criminales, pero al parecer este era un día tranquilo en Tatooin. Sus ánimos habían bajado y, justo ahora, estaba estacionado frente a la acera, dejando caer su peso en el espaldar de su asiento.
—Haah— suspiró aburrido— al inicio del año escolar peleé contra Todoroki y Shoji, luego estuvo el ataque de La Liga de Villanos y al final hubo mucha acción durante el festival deportivo— rememoraba contando con los dedos— y después de todo eso, hacer patrulla parece algo tan... Mundano. A este paso este será solo un capítulo aburrido.
Cuando levantó la vista para poder ubicarse, se dio con la sorpresa de que estaba frente al negocio del señor Palmer, el dueño de aquella tienda donde solía trabajar y beber batidos. Probablemente su estómago lo trajo aquí sin que se diera cuenta, así que ¿Por qué no darse un descanso? Tal vez uno de esos batidos le elevarían los ánimos.
Salió del vehículo y dio unos cuantos pasos hasta la puerta automática, que se deslizó hacia los costados para permitirle la entrada. Un hombre encapuchado huyó de la tienda justo cuando la puerta se abrió, en su camino empujó a Ben, que cayó de espaldas contra el suelo sin siquiera tener oportunidad de reaccionar.
—¡Hazte a un lado, idiota!— gritó el delincuente antes de continuar corriendo.
Estaba algo mareado por la caída, pero estaba bien. Al abrir los ojos, Ben vio a alguien tendiéndole la mano; pudo ver que se trataba del señor Palmer.
—¿Estás bien, Ben?— preguntó el amable señor.
—¿Qué fue eso?— preguntó al tiempo que tomaba la mano de caballero para levantarse.
—El tipo que huyó es un delincuente, acaba de robarme.
—¡¿En serio?!— preguntó ansioso, todo el dolor de antes desapareció en un santiamén. Tenía estrellas reemplazando sus pupilas.
—¿Te parece bueno que me hayan robado?— cuestionó con una ceja alzada en desaprobación.
—No se preocupe— respondió dando media vuelta— ¡Traeré su dinero!— gritó a medida que se alejaba corriendo en la misma dirección por la que huyó el ladrón.
—¡Oye, espera, dejaste tu motocicleta!— gritó intentando detenerlo, pero Ben ya estaba demasiado lejos para oírlo— Ay, los jóvenes de hoy son demasiado enérgicos. Solo espero que no se meta en problemas.
Al llegar a la esquina de aquella cuadra. Ben seleccionó una transformación para rastrear al maleante; no iba a dejar escapar esta oportunidad de ser héroe por nada del mundo.
Cuando la transformación culminó, Bestia lanzó una serie de gruñidos, los cuales les podría traducir como que acaba de gritar su nombre.
El alien olfateó el suelo un par de veces en busca del rastro de su presa. Gracias a los radares en su cuello pudo ver el rastro en el suelo; ya lo tenía localizado. Comenzó a correr velozmente por las calles, inevitablemente llamando la atención de aquellos que lo veían.
Se detuvo un momento en una esquina, donde abofeteó el omnitrix para poder hacer una llamada; necesitaría que All Might estuviera con él para poder dar testimonio a las autoridades y no meterse en problemas, además, ¿No debería de estarle vigilando? ¿Dónde estaba? El destello verde del omnitrix parpadeó un par de veces antes de comenzar a hacer la llamada.
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Finalmente estaba libre. Todos los autógrafos y fotos habían sido entregados y All Might por fin pudo salir del gentío.
Se apartó del ojo público y se ocultó en un callejón, donde se permitió regresar a su forma delgada para tomarse un descanso.
—Haah, eso tardó más de lo calculado— recostó su espalda contra una de las paredes del lugar—. Solo espero que al joven Tennyson le esté yendo bien.
«¡Una llamada está aquí! ¡Una llamada está aquí!»
Su teléfono comenzó a timbrar al recibir una llamada. El remitente era "Joven Tennyson", era curiosa la sincronía entre la llamada y sus pensamientos; como si le hubiese invocado al pensar su nombre. Contestó inmediatamente para recibir noticias acerca del paradero de aquel muchacho que se suponía que debería estar cuidando.
—¿Hola? ¿Joven Tennyson?
— ¡¡Rawr, argh!!
Fortísimos rugidos se oyeron desde el otro lado de la línea. Tanto así, que Toshinori tuvo que apartar su oído del móvil.
—¿Qué sucedió? ¿Todo está bien?— insistió.
La respuesta que recibió fueron más gruñidos incomprensibles.
—Joven Tennyson, no puedo entenderle, no hablo perro.
—Grrrr...
Del otro lado de la línea, Bestia intentaba explicarlo todo con más rugidos y gruñidos. All Might seguía sin comprender, pero podía notar cómo la voz de la criatura se llenaba de cada vez más frustración.
Bestia se dio por vencido; explayar esta "conversación" sería tiempo perdido en vano.
Abofeteó el omnitrix nuevamente para colgar la llamada y enviar su ubicación en tiempo real a All Might, así el héroe podría saber dónde está e ir directamente hacia sus coordenadas. Por lo que sin desperdiciar más de su tiempo, volvió a correr buscando el rastro del delincuente.
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El rastro se hacía cada vez más fuerte, significaba que estaba acercándose. Andaba con el rostro cerca del suelo para no perder la esencia que buscaba, hasta que ¡Por fin llegó! El rastro daba una vuelta a la derecha y se colaba por el callejón de una calle apartada, así que ahí debía de estar. El omnitrix, viendo cumplida la misión, hizo su característico sonido antes de regresar a Ben a su forma normal. Se puso de pie y arrimó cautelosamente su espalda contra la pared, asomando su cabeza para hacer un reconocimiento rápido del lugar que pronto se convertiría en un campo de batalla. Pudo observar que el delincuente se hallaba acompañado de otras tres personas; probablemente también eran malhechores cómplices del primer criminal.
—Bien, parece que las cosas se han puesto interesantes: Pasé de tener un oponente, a tener cuatro ¿Debería esperar a All Might? Es decir, puedo contra ellos, pero si la policía llega primero, entonces estaré en problemas.
—Hey, —uno de los tres delincuentes tomó la palabra—ya te estabas tardando, Akiyama— refiriéndose a aquel que acababa de llegar (aquel que Ben venía siguiendo)—. ¿Qué fue lo que conseguiste?
El recién llegado vació sus bolsillos y dejó caer todo el efectivo que traía consigo sobre una caja mohosa que usaban como mesa improvisada.
—No es mucho— comentó el tercero.
—Tenía prisa. El tipo no vendió mucho hoy, es lo único que pude robar de ese negocio de bebidas— respondió el segundo en su defensa.
—No tenemos ni en qué caernos muertos. ¿Creen que debimos aceptar la oferta de ese tal Shigaraki? Ese tipo podría apoyarnos— cuestionó el cuarto.
—¡Yo no me uniría a ese loco ni por todo el dinero del mundo! ¿Ya vieron su cara? ¡Trae una mano ahí!—increpó el primero.
—"¿Acaban de decir que Shigaraki les ofreció estar en su grupo?"—pensó Ben—. De acuerdo, se acabaron las dudas, tengo que atraparlos para conseguir información... Y para recuperar el dinero del señor Palmer, claro ¡Es hora de ser héroe!
El cuarteto de maleantes iba a iniciar la planeación de sus siguientes atracos, hasta que...
—¡Hey, alto ahí!—gritó llamando la atención de los villanos— El único lado al que irán es a prisión. Devolverán el dinero del señor Palmer y de cualquier otra tienda que hayan robado.
—¿Quién eres tú? ¿Un héroe?— preguntó el primer criminal.
—¡Sí! Bueno..., no. Es complicado— respondió Ben— ¡Prepárense, porque hay dos bandos y solo uno saldrá de aquí!
—¡¿"Solo uno saldrá"?! ¿Nos vas a matar?—reclamó otro de ellos.
—Ammm... De acuerdo ¡Los dos bandos saldrán, pero uno saldrá cargando con una humillante derrota, y el otro bando saldrá con la satisfacción de haber barrido el piso con... Olvídenlo, no tengo nada — agregó frustrado.
Golpeó el dial del omnitrix tras haberlo activado. La clásica capa de luz verde envolvió a Ben y comenzó a cambiar su cuerpo conforme a las especificaciones de la transformación seleccionada. Los villanos observaron con asombro como la silueta verde de Ben crecía en tamaño y volumen.
Cuando la transformación cesó, los villanos pudieron reconocer claramente la criatura que tenían delante.
—Oigan, ¿No es el niño que ganó el festival deportivo de la U.A?— preguntó el tercer villano.
—Entonces...— con una sonrisa en su rostro, Shocksquatch se irguió frente a sus adversarios— ...¿Comenzamos?
—¡¿Te crees mucho solo porque ganaste ese festival?!— el primero del grupo dio un paso al frente— ¡Ahora te enseñaremos la diferencia entre pelear contra tus amiguitos a pelear contra villanos de verdad!
—¡Ja! Buena suerte con eso.
Cada uno activó su respectivo quirk: Brazos como látigos, visión láser, dientes lanceolados y aumento de definición muscular respectivamente.
—¡A por él! — comandó el primero.
Antes de que los atacantes pudieran invadir su espacio personal, Shocksquatch cargó una gran cantidad de energía eléctrica a través de sí. Sus pelos se erizaron y sus ojos resplandecieron y, con un potente grito simiesco, liberó su poder por todo el callejón.
Cuando el resplandor amarillo se desvaneció y Shocksquatch relajó su postura, los villanos yacían inconscientes en el suelo.
—Es una lástima, muchachos, desearía que esto hubiera podido durar más, pero el Señor Palmer necesita su dinero de vuelta.
Tras el clásico destello verde, Ben regresó a la normalidad.
—Bueno, supongo que ahora le diré a All Might que llame a la policía. Sería problemático explicar lo sucedido si los llamo yo.
Realizó la llamada a través del omnimatrix y esperó que el receptor contestara el teléfono.
"¡Aquí está una llamada! ¡Aquí está una llamada!"
Ben pudo oír el distintivo tono de llamada de All Might sonar fuera del callejón.
—¿All Might?— colgó la llamada y salió del callejón.
Justo a la salida, dando la vuelta por donde vino, estaba All Might junto a la motocicleta de Ben.
—Oh, vaya, qué vergonzoso— el Símbolo de la Paz se rascaba la nuca avergonzado— ,creo que debí poner mi teléfono en silencio.
—¿Desde hace cuánto estabas aquí?
—Llegué justo cuando empezó tu pelea. Por cierto ¡Nice job, joven Tennyson!—el héroe levantó el pulgar como sinónimo de aprobación— Actuaste rápido y evitaste daños colaterales al lugar. Estos resultados harán feliz al director Nezu.
—Meh, no fue la gran cosa. —respondió aburrido, queriendo restar mérito a su acto heroico—. Por cierto, deberíamos llamar a la policía antes de que esos tipos despierten— apuntando al callejón de atrás donde estaban los maleantes inconscientes.
—Ah, claro.
All Might tomó su teléfono y realizó la llamada a su amigo de la policía, solicitando agentes de la ley que realicen el arresto. Después, con todo acordado, cortó la comunicación y guardó su celular.
—Listo, joven Tennyson. Vendrán en unos minutos. Por cierto — el musculoso héroe volvió a su forma delgada tras un estallido de vapor, abrió la compuerta de la motocicleta y de ahí sacó una bolsa llena de comida— ¿Quieres mochi?
—Oh, gracias— Aceptó tomando uno de la bolsa y dando un mordisco al bocadillo— A propósito ¿Cómo trajiste la motocicleta?— preguntó con la boca llena.
—Al seguir tu ubicación pasé por la tienda del señor para el que trabajas, tu motocicleta estaba ahí, así que la cargué hasta aquí. Tu jefe se emocionó al verme y me dió esta bolsa de mochi. Ni siquiera tuve oportunidad de negarme— Se rascó la nuca, avergonzado por el acto caritativo del dueño de la tienda.
Durante los siguientes minutos, el dúo heroico esperó a las autoridades mientras comían. Hasta que por fin pudieron oír a la distancia las sirenas de los autos de policía haciéndose más fuertes conforme se acercaban al lugar.
Toshinori entró en su forma muscular para preservar su secreto.
Las patrullas llegaron. El detective Tsukauchi salió de la unidad recién llegada. Saludó al par de héroes con una sonrisa.
—¡Toshinori, viejo amigo!
—Tsukauchi, buen día— los amigos defensores de la ley estrecharon sus manos para saludar—Llegas a tiempo. Los criminales están inconscientes en el callejón de atrás.
El detective ordenó a los dos oficiales que le acompañaban que trajeran a los maleantes inconscientes. Y mientras los policías fueron a arrestar a los malos, la conversación continuaba.
—Buen trabajo. Como siempre, Toshinori.
—Esta vez no fui yo— rechazó las felicitaciones y en su lugar señaló a Tennyson— Este joven merece las felicitaciones.
—Ah, tú eres Tennyson ¿Cierto? Vi tu habilidad en el festival. Tienes un gran futuro. Veo que All Might ha puesto el ojo en tí, así habrá que esforzarse mucho.
—Gracias, supongo. —Respondió Ben algo incómodo. Todavía no se acostumbraba a que todos los adultos le vieran como un novato.
—All Might ¿Te importaría venir conmigo un momento?— pidió Tsukauchi— Hay algo importante que necesito decirte.
—Claro. Discúlpeme un momento, joven Tennyson. — se excusó el héroe antes de retirarse.
—Claro.
Los dos adultos se apartaron del lugar para comenzar su charla al tiempo que los policías llegaron con los delincuentes inconscientes y los pusieron dentro de la patrulla.
Ben pasó los minutos dando testimonio de los sucesos a los dos policías y rellenando algunos formularios. No era la primera vez que hacía esto, después de todo ya había colaborado con la policía en su respectivo universo.
All Might llegó tras acabar la conversación. Ben lo notó pensativo..
—Joven Tennyson, tenemos un problema.
—¿"Problema"?
—El detective Tsukauchi ha descubierto nueva información con respecto a La Liga de Villanos.
—¿Qué eso no es bueno? Saber de ellos podría brindarnos una clara ventaja, o por lo menos ayudarnos a igualar el marcador.
—El problema es que debo ir a la jefatura de policía para discutir esto a más detalle.
—No hay problema, no me agrada la idea de quedarme sentado y esperar, pero te puedo acompañar.
—El punto es que a los ojos de los demás tú eres un estudiante novato. Esto significa que no puedo llevarte conmigo a asuntos profesionales.
Al contrario de lo que All Might esperaba, Ben sonrió emocionado.
—¡¿Te refieres a que dejarás que haga patrullaje por mi cuenta?! ¡Genial!
—Wow, wow, wow; pise el freno, joven. Jamás dije eso. Debo recordarle que usted está realizando una pasantía, o sea, que sus acciones deben ser supervisadas por un héroe.
La sonrisa de Ben abandonó su rostro de inmediato.
—¿Significa que me dejarás con otro héroe?
— Ajá. El problema es que aún no sé a quién podría pedírselo.
All Might se rascó la barbilla, intentando pensar a quién podría pedirle el favor. Hasta que, por fin, una idea hizo conexión en su cabeza.
— ¡...! ¡Ya lo tengo!
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—¿Estás seguro de que es aquí?— preguntó Ben mientras estacionaba su motocicleta frente a un edificio viejo de fachada descuidada.— No pareciera la guarida de un héroe.
Toshinori salió totalmente pálido de la motocicleta, sus piernas temblorosas le hacían andar dando un traspié tras otro.
— Sin duda este es el lugar— respondió Might, dejando escapar un pesado suspiro de sus pulmones—. Llamé al joven Midoriya para rogarle que convenza a mi maestro de aceptarte en su pasantía, pero no me esperé que fuera él quien contestaría la llamada.
—¿Quién?
—Mi maestro: Gran Torino.
Toshinori y Ben salieron del vehículo y se pararon justo frente a la puerta del lugar.
—Entonces ¿Aceptó vigilarme?
—No podría asegurártelo, solo recuerdo que...
«Ven aquí, tenemos que hablar seriamente. Trae contigo al muchacho que mencionaste».
—S-Se oía muy serio— Toshinori empezó a temblar como gelatina— ¿Le habrá pasado algo al joven Midoriya? ¿O quizás...?
Toc, toc.
Un par de golpeteos en la puerta lo sacaron de sus pensamientos. Al ver a su derecha, vio a Ben tocando la puerta.
—¡..! —Su rostro palideció de inmediato— ¡Aún no me preparaba mentalmente!
—Oh, vamos, no puede ser tan malo. Es tu maestro ¿Cierto?
La puerta se abrió a medias, dejando escapar un rechinar de sus bisagras.
Toshinori deseó con todas sus fuerzas que la tierra se lo tragara cuando vio a su anciano maestro salir del lugar.
—¿Y tú quién eres?— preguntó con voz de viejecillo.
Ben estaba más que confundido ¿Este era el temerario maestro que hacía temblar a All Might?
—¿Es en serio? ¿Es él?— dudó Ben.
Toshinori, que intentaba ocultarse tras Ben, respondió asintiendo múltiples veces.
El anciano vio a Ben e inmediatamente exclamó:
—¡¿Toshinori?!
—No, no soy él— respondió Ben.
—...¡¿Y tú quién eres?!
—Mucho gusto, soy Ben Tennyson. Vine aquí porque...
—¡¿Toshinori?!
—¡Que no!
—...
—...
—¡¿Y tú quién eres?!
—¡Me rindo!
Toshinori finalmente había acumulado un pelín de valor para mostrarse ante su tutor. A paso tembloroso, se mostró frente al confundido anciano.
—M-maestro, soy yo ¿Puede reconocerme?
—¡...! ¡¿Toshinori?!
—Sí, maestro, soy yo. Estoy aquí para... ¡Agh!
No pudo continuar con su explicación; todo el aire en sus pulmones se le escapó cuando, sin aviso, el aparentemente indefenso hombre cano conectó un poderoso golpe en el vientre de su pupilo.
—Vaya que tienes agallas, Toshinori— ahora la voz del hombrecillo se oía mucho más seria—, mira que hacerme esperar tanto.
—L-Lo lamento mucho, maestro.
—Tch.—rechistó el anciano.
♠♠♠
Pasaron un par de minutos; tiempo suficiente para que Toshinori recupere y su aliento y postura.
—Esperaba más de tí, Toshinori— reprendió con voz severa.
—N-No entiendo a qué se refiere, maestro.
En respuesta, Gran Torino dio un leve golpe con su bastón a la puerta tras de sí. La puerta se deslizó suavemente hasta abrirse por completo, mostrando el aspecto interior del viejo edificio. Lo más destacable es que en el piso, recostado, agotado y dolorido estaba...
—¡..! ¡Joven Midoriya!
Sin tiempo para pensarlo dos veces, Toshinori ingresó al hogar de su maestro para socorrer al joven pupilo. Obviamente, Ben también le siguió.
—All Might...—susurró débilmente antes de caer inconsciente.
—Yo me encargo—declaró Ben.
Con cuidado lo levantó y lo recostó en uno de los sofás en medio del salón principal.
—Ah, sí—agregó el anciano—. Es él de quien quería hablar. Tu mocoso de cabello verde.
—¿Le pasó algo?—preguntó Ben casi de inmediato.
—No ¡Y ese es el problema!—vociferó—¡Este chico no tiene nada de control sobre su quirk! ¿Es que acaso no le has enseñado nada, Toshinori?
La desaprobadora mirada de Gran Torino arrebató todo vestigio de color de la piel del maestro principiante, estaba pálido. Toshinori era incapaz de recordar la última vez que su maestro le vio de ese modo.
—¡Jamás estará listo para lo que se viene si su única especialidad es quebrarse los huesos cuando sale a hacerse el héroe! Comienzo a cuestionar tu decisión.
—¿"Lo que viene"? ¿De qué está hablando?—cuestionó nuestro héroe.
—No es algo que te corresponda saber, muchacho. El solo hecho de que conozcas la existencia del AFO es más que suficiente.
—¡Bien! Puede guardárselo—sentenció Ben—, pero no voy a permitir que hable así de mi amigo. Sé muy bien que no ha progresado mucho, pero está haciendo lo mejor que puede y por eso vino con usted ¿Eso no cuenta? Yo sé que él puede. Además, si lo que viene es algo muy grande, no dejaré que luche solo.
Gran Torino intentó hablar, pero se quedó con la respuesta en los labios cuando vio a su aprendiz, Toshinori, postrándose en el suelo, adoptando la postura de dogeza ante su maestro.
—¡Lo lamento mucho, maestro! Reconozco que fue mi error el asumir que el joven podría manejar su poder tan pronto como yo. Puedo aceptar que ponga en duda mi juicio, que me regañe por ello y ponga el peso de su desconfianza en mis hombros... Pero no aceptaré que hable así de mi estudiante. Le pido que ponga su fe en él y vea junto a mí los grandes resultados de su esfuerzo.
Hubo unos segundos de silencio sepulcral en el lugar. Gran Torino caminó hacia la puerta con calma, apoyándose en su bastón en cada paso. Tomó la manija. Abrió una de las hojas de la puerta. Soltó un suspiro pesado, se volvió hacia sus invitados y habló.
—Ya conoces la salida.
Los héroes ensancharon los ojos ante la sorpresa. Ben iba a intentar oponerse, al igual que Toshinori, mas fueron callados cuando el anciano agregó:
—Solo tú, Toshinori. Los jóvenes se quedan a entrenar.
—¿En serio?—Se reincorporó y se acercó feliz a su maestro—¡Muchas gracias, sensei!
—Sí, sí— contestó con voz arisca, restándole importancia.
Ben se acercó también para despedir a Toshinori.
—Si deseas, puedes regresar en mi motocicleta. Sabes conducir ¿No? Si no sabes, hay piloto automático.
—¿Hablas en serio?
—Claro. Puedo regresar en tren con Izuku—respondió sin perder ánimos.
Toshinori asintió feliz. Colocó una mano suavemente sobre el hombro de nuestro castaño.
—Te encargo vigilar al joven Midoriya, número uno.
—Para cuando lo veas no podrás creer lo mucho que ha progresado.
Salió del edificio confiando que todo estaría bien. Ben cerró la puerta y escuchó a su motocicleta alejarse.
—Muy bien—empezó Torino—. Tomémonos un descanso antes de empezar; esperaremos a que tu amigo despierte.
Sin más que decir, camina a paso pesado escaleras arriba, directo al segundo piso.
Ben dejó escapar un suspiro. Tomó asiento en una silla cerca a la mesa.
El tic tac del reloj era la música de fondo del lugar. Los párpados de Ben se hacían más pesados y, al final, le fue imposible cargar con ellos. Cayó dormido con par preguntas en su mente: ¿Qué es aquello que viene? ¿Estará relacionado con la liga de villanos?
♠♠♠
Izuku cae con todo su peso contra el suelo, debido a la inercia rueda un par de veces y choca su espalda contra la pared.
—¡De nuevo!—Ordenó Gran Torino.
Cronológicamente es el día siguiente. Izuku ya había despertado y, con ayuda de Ben y Gran Torino descubrió su nuevo modo: «One For All: Full Cowl». Si no les he narrado el día previo, es porque todo transcurrió como debe.
La tríada está reunida en la sala, apoyando a Izuku para que consiga dominar su recién nacida técnica.
Con el cuerpo dolorido, Izuku se levanta otra vez sin perder determinación.
A su vez, Mono Araña se despega del techo y aterriza con gracia en el piso. Una fina capa de luz envuelve su cuerpo mientras la transformación se deshace, regresando a Ben a su forma humana.
—¿«Otra vez»? —cuestionó Ben—Ya perdí la cuenta de cuántas veces barrí el piso con él. Sin ofender, Izuku.
—No, no hay problema—respondió él mientras se sobaba la espalda—, apenas ideé el Full Cowl, era de esperar que aún no pueda combatir correctamente.
Gran Torino suspiró con hartazgo.
—Háganlo una última vez; después, descansarán.
Ajustó la cuenta regresiva en su temporizador: 3 minutos. Izuku debía intentar conectar un golpe a Ben antes de que se acabe el tiempo.
—Haah… Aquí vamos de nuevo—suspiró Ben.
♠️♠️♠️
Los dos primeros días de pasantías pasaron sin pena ni gloria. Izuku continuó recibiendo palizas por parte de Gran Torino y Ben, quiénes se iban turnando para practicar con el muchacho de cabello verde.
El cambio en la rutina llegó en el tercer día de la pasantía. El día estaba por terminar, el cielo se tiñó de tonos naranjas y amarillos, listo para decir adiós al sol.
Izuku volvió a ser lanzado contra el muro durante un enfrentamiento contra Gran Torino.
—Creo que es suficiente—comentó Gran Torino relajando su postura—. Si sigues enfrentándote a mí, podrías adoptar algún hábito raro.
—¡Necesito adaptarme más! ¡Una vez más, por favor!—suplicó Izuku.
—¡Dije que es suficiente!—Gran Torino hechó un vistazo a su alrededor—¿Dónde está tu amigo?
—Creo que dijo que iría arriba a hablar con sus padres.
—Okey. Levántate del piso y ponte tu traje ¡Pasaremos a la fase 2!
—¡Sí, señor!
Gran Torino andó hasta el pie de la escaleras que conducían al piso superior y llamó a gritos a Ben, que estaba en medio de una llamada a su universo.
—Y no olvides las cosas importantes—interrumpió su madre— ¿Tienes ropa interior limpia? ¿Te lavas los dientes? ¿Necesitas bloqueador solar?
—Sí, mamá, yo...
—¡Hey, niño, baja aquí! ¡Vamos a salir!—el grito de Torino le interrumpió.
—¡Ya voy!—gritó en respuesta—Me tengo que ir, mamá; adiós, papá
—Ve con cuidado, hijo—se despidió Carl.
—¿Has estado comiendo sanamente?—insistió Sandra.
—¡Mamá!—respondió Ben avergonzado.
—Cielo, por favor—le defendió su padre.
—Sí, si, ya sé—suspiró ella—.Adiós, mi niño, cuídate.
Cortó la comunicación soltando un suspiro largo. Ben apreciaba la preocupación de sus padres, pero aún así era algo vergonzoso.
Comenzó a bajar las escaleras hasta llegar a la sala. En el lugar, Izuku estaba terminando de ponerse su traje de héroe. Mientras que Gran Torino esperaba a ambos en la entrada.
—Hey, disculpa la demora—comentó acercándose a Izuku—, aveces mi mamá es algo paranoica sobre mi seguridad y no se despega del teléfono.
—¡Ja! Eso lo entiendo muy bien—rio Izuku a la par que terminaba de colocarse los guantes.
—¿Ya terminaron?—Torino habló desde la puerta—No hay tiempo que perder; un largo viaje nos espera.
Los jóvenes héroes se miraron dudosos antes de empezar a caminar tras Gran Torino. Le siguieron hasta salir de la casa y caminaron hasta una esquina de la calle.
Con su brazo tembloroso elevado, Gran Torino llamó a un taxi que pasaba por ahí. Los tres subieron al transporte, Ben e Izuku en asiento de pasajeros; Gran Torino, copiloto.
—Y... ¿A dónde iremos exactamente?—preguntó Ben confundido.
—Iremos a enfrentar villanos—dijo el viejo en respuesta.
—¡...! ¡Oh, sí!... ¡Auch!—Ben se emocionó tanto que golpeó sus puños contra el techo del taxi.
—¿Tan pronto? No sé si esté listo mentalmente—respondió Izuku temeroso.
—¿Qué te sucede, renacuajo?—Gran Torino volteó la vista hacia sus pasantes— Deberías pedirle a tu amigo que te preste algo de entusiasmo. Si solo peleas contra nosostros, no sabrás lidiar con otros estilos.
—Vamos, será divertido—apoyó Ben—. Nuevos estilos, nuevas situaciones. Solo relájate.
En las áreas de menor población hay menos delitos. En las áreas urbanas hay muchas agencias de héroes porque hay más delitos. Más población, más problemas.
—Nuestro destino final es Shibuya—anunció Gran Torino—. Tomaremos el tren bala de Kofu a Shinjuku.
—¡¿Shibuya?! ¿Iremos hasta allá?! Qué vergüenza ir con este traje—Izuku se hizo bolita.
—¿Cuánto tardaremos aproximadamente?— preguntó Ben.
—Quizá lleguemos por la noche, pero así es mejor: Hay más caos cuando sale la luna.
Gran Torino volvió la vista al frente. El viaje transcurrió en silencio por unos minutos que pasaron más rápido para aquellos que observan el paisaje a través de la ventana como Ben.
—Psst, Ben—susurró Izuku.
—¿Qué sucede?
—Cuando estemos en el tren bala, pasaremos por Hosu, el lugar donde Iida está haciendo sus prácticas.
—Y también es el lugar donde el asesino de héroes fue visto por última vez ¿No pensarás qué...?
—Estoy seguro que tuvo mejores ofertas que Hosu. Tengo la sensación de que Iida no está bien.
—Intenta contactarlo, quizá nos informe su situación.
Izuku asintió.
Pronto llegaron a su destino, dónde consiguieron abordar su segundo transporte.
Cada vez más cerca a su destino en Shibuya.
Abordaron el tren y tomaron sus puestos en la columna izquierda de asientos. Izuku y Gran Torino iban juntos, Ben; dormido una fila atrás de ellos.
♠♠♠
Cerca de Hosu
Izuku no soltaba su agarre nervioso del teléfono móvil. Mientras que Ben había estado atando los cabos relacionados con la conducta y decisiones de Iida, todo esto antes de dormirse, y no le agrada por dónde iba la cosa.
«Oye, mira allá» Izuku oyó comentar a un pasajero de la columna derecha.
«¡Ese edificio acaba de explotar!» agregó otro.
Izuku se puso de pie sobre su asiento y giró hacia su amigo castaño.
—¡Ben, despierta!—le llamó dándole palmadas suaves en la mejilla.
Ben abrió los ojos con pesar. No tardó nada en centrar su atención en los comentarios de los pasajeros a su diestra.
—¿Qué está pasando?—se preguntó.
Se estiró un poco desde su asiento para ver a través de las ventanas a la derecha. Los edificios bañados en luz de matices anaranjados por el fuego del incendio y el humo que se elevaba danzante por encima de todo jamás eran una buena señal para nuestro héroe.
—Manténganse alerta, mocosos—aconsejó Gran Torino.
♠♠♠
En Hosu, en la cima de un edificio, dos personas observaban el caos que comenzaba a devorar las calles. Shigaraki Tomura y su secuaz Kuorogiri.
Shigaraki dejó escapar una risa maniática, totalmente encantado por este banquete para sus ojos.
—¿Crees que te irás airoso después de apuñalarme, Asesino de Héroes? Si quieres destruir algo, solo hazlo. ¡Haremos esto a lo grande!
♠♠♠
Ningún pasajero apartaba su asombro del paisaje en llamas. Hasta que un anuncio salió de las bocinas del vagón.
«Estimados pasajeros, por favor sujétense de sus asientos y...»
El mensaje no terminó, sino que fue interrumpido por un freno brusco en el movimiento del tren que casi hace todos caigan de sus sitios.
Nadie tuvo tiempo de preguntar nada.
La puerta del lado derecho fue mandada a volar junto a un cuerpo chocó poderosamente contra ella. Los pasajeros gritaron del miedo y los tres héroes abordo se pusieron de pie, listos para lo que sea.
Cuando la mayoría del polvo, que entraba por la apertura recién hecha en el tren, se asentó, el cuerpo se puso de pie con dificultad y se dejó ver ante los demás.
Se trataba de un héroe, vestía un traje similar a aquellos usados en dojos de karate, pero hecho jirones. La sangre escurría de su frente y las energías le faltaban.
—¡¿Que diablos es esa cosa?!—preguntó el héroe herido.
Un par de grandes manos sujetaron los laterales del agujero en el tren y, sin dificultad alguna, tiraron de él haciendo más grande el agujero. Finalmente, la gran criatura ingresó al vagón soltando un agudo rugido.
—¡Es un nomu!—gritó Izuku al identificarlo.
La criatura movió sus ojos sin brillo y dejó caer su vista sobre el trío principal. Los problemas acaban de hacerse más grandes.
—¿Puedo ver tu boleto?
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