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005

Jimin caminaba de un lado a otro en su habitación, pensando y analizando lo sucedido anoche. Fueron demasiadas cosas en poco tiempo.

Primero, el Alfa que le gusta besó a alguien más.

Segundo, el Alfa que tenía en su casa, le dio su primer beso.

Y tercero… Le había gustado.

Pensar en la boca de ese hombre lo estaba volviendo loco. Pero Jimin tenía que reaccionar y recapacitar. Se trataba de un Alfa doce años mayor que él, que probablemente esté casado, sea un Playboy, casanova, delincuente, o peor, un fugitivo. Todo era posible, no conocía absolutamente nada de él, sólo su edad y su nombre.

Ahora, Jimin no tenía interés en conocerlo. Bueno, quizás sí le interesaba un poco. Pero no iba a demostrar su interés hacia él después de lo que hizo anoche. ¡Eso sería darle alas a un Alfa! Y Jimin se prometió jamás ceder ante los deseos de un hombre. Y menos, de un Alfa dominante como él.

Sin embargo, y aquí entra el gran pero. En el fondo, muy, pero muy adentro, su lobo quería conocer más a Jungkook. Desde anoche no dejaba de gruñir, quejarse, pensar, sentir, oler sus feromonas impregnadas en el aire. Incluso si esparcía perfume o aromatizante para baños, ese aroma a whisky y lavanda no desaparecía.

Lo que lo llevaba a este punto; Sentir vergüenza.

Pero no podía quedarse todo el día en su habitación cuando tenía un seminario de la facultad de medicina al cual ir.

Con un suspiro resignado, se armó de valor y salió de su habitación, abrió la puerta con cuidado y se asomó, asegurándose de que Jungkook no estuviera cerca.

Con pasos silenciosos, caminó de puntillas hacia el baño. Sin embargo, cuando abrió la puerta del baño, chocó de frente con un cuerpo fuerte que también salía en ese momento.

Jimin se tocó la frente, y, tras levantar la mirada, se encontró cara a cara con Jungkook.

Sin pensar, lo empujó rápidamente con los ojos cerrados, como si eso pudiera alejarlo de su mente y de la situación incómoda.

—¡Auch! —exclamó el Alfa, notoriamente adolorido— Ya van tres veces que me golpeas, me tiras y me pateas. Para ser pequeño de estatura, tienes bastante fuerza.

Jimin abrió los ojos, sintiendo cómo el rubor le subía por las mejillas.

—¡Es tu culpa por aparecerte de esa manera! —se quejó, pero el rubor de sus mejillas era otra cosa.

—No soy yo el que camina como un ladrón a hurtadillas por su propia casa.

—Pues, no fui yo el que le robó su primer beso a un Omega.

«Era intentar defenderse, no tirarle leña al fuego, Park»

Jungkook se acercó lentamente al Omega, invadiendo su espacio personal. Jimin retrocedió hasta chocar contra la pared. Su bilis subió y bajó ante los nervios. El primer pensamiento que se le cruzó, fue que el Alfa lo iba a besar otra vez, y por muy extraño que sonara, la idea no le incomodó. Sin embargo, nada de eso pasó.

Jungkook le señaló la mejilla con una risa burlona.

—Tienes baba allí.

Jimin abrió sus ojos avergonzado y se cubrió la cara.

—¡Tonto anciano! —corrió hacia el baño, y allí se encerró.

Jungkook negó con una sonrisa y se dirigió a la sala para volver a dormir un poco más.

Después de un rato, Jimin apareció en la cocina para servirse un poco de té de Jamaica en un termo. Jungkook lo miró en silencio desde el sillón, ya se había burlado lo suficiente de este mocoso, lo dejaría libre sólo por hoy.

—Si tienes hambre, puedes prepararte algo. —le dijo el rubio, mirándole de reojo— Comeré afuera.

Jungkook entrecerró sus ojos.

—¿Por qué comerás afuera hoy?

—Tengo un seminario, no sé a qué hora termine.

—Mmm, está bien. Tomaré lo que quiera entonces.

Jimin tomó sus cosas y avanzó hasta la entrada, pero Jungkook habló, y él, como siempre, se detuvo.

—¿Tienes un teléfono que me prestes? Necesito hacer una llamada.

—Puedes hacerlo desde el mío, pero tendrás que esperar a que vuelva del seminario. —Jungkook se encogió de hombros.

—No tengo nada que hacer, así que, esperar no será un problema.

Jimin cabeceó en respuesta, y se fue.

En el camino a la parada de autobuses, no dejó de pensar en ese molesto e irritante beso. Cosas extrañas pasaban en su cabeza desde entonces, lo odiaba, pero no tenía control sobre ello. Tras subir al primer bus de la línea que se dirigía a su Universidad, una lluvia de miradas se posaron sobre él. Jimin se sentó al final del autobús y se colocó sus audífonos para escuchar un poco de música.

Pero las miradas seguían clavadas en su persona. Estudiantes de secundaria, ancianas, adultos, incluso estudiantes de la Universidad, todos le miraban.

Incluso al bajar del autobús e ingresar a la facultad, los estudiantes posaron sus ojos en él. Jimin se dirigió rápidamente al baño de Omegas y se miró en el espejo para verificar que no tuviera nada en la cara. Pero estaba normal, incluso su ropa olía bien.

Uno de sus compañeros de facultad ingresó al baño para lavarse las manos, y en cuanto lo vio, se cubrió la nariz.

—Ugh, Jimin, necesitas hacer algo con ese olor. —dijo.

Jimin lo miró confundido.

—¿Olor? ¿Qué olor?

—El que traes por todas partes, amigo. ¿Tu novio está en celo o algo? Hueles a Alfa, pero fuerte, eh.

Jimin abrió la boca, sorprendido. Se jaló el borde de la camisa para olfatearse, pero no percibía ningún aroma. Sólo lavanda y…

Oh.

«Ese desgraciado»

Baekhyun notó la desesperación en el rostro de Jimin, así que, acercó su mochila, sacó un frasco de perfume y se lo entregó al rubio.

—Usa esto, cuando mi novio me llena de sus feromonas, esto me sirve para disiparlas. Huele a flores de manzanilla, neutralizara las feromonas de Alfa que tienes encima.

—Muchas gracias, Baek. —tomó el frasco y se echó por todas partes del cuerpo. Tras finalizar, se olfateó, Baekhyun hizo lo mismo, pero ambos formaron una mueca.

—Que raro, sigues oliendo igual.

—¡¿Y ahora qué hago?! —Jimin se dejó caer contra las baldosas, totalmente avergonzado y molesto— No puedo entrar al seminario oliendo así, en el autobús todos me veían raro. Van a pensar que tuve una noche desenfrenada con un Alfa.

Baekhyun soltó una carcajada.

—Oye, no te alarmes. Probablemente tu novio te marcó con su olor, es algo normal en los Alfas dominantes, ¿sabías?

—¿Marcar con su olor? ¿Me estás diciendo que me han marcado con feromonas?

—Sí, y no creo que se disipen tan rápido. Pero, mira el lado positivo. Ningún Alfa se te va a acercar para molestarte.

Jimin parpadeó varias veces, y después de unos segundos procesando, comenzó a reír.

Ese Alfa era hombre muerto. Hoy mismo pasaba al otro lado.

[🖤]

El olor a pasta y carne inundó la casa del Omega. Jungkook se dedicó a preparar la cena y guardarle a Jimin un poco para cuando volviera de su seminario. A pesar de que no solía cocinar cuando vivía en Japón, aprendió de las mucamas que lo cuidaban cuando era pequeño.

Sólo esperaba que a Jimin le gustara y fuese una compensación por el beso que le dio anoche.

Ahora, tenía que buscar las maneras de contactar con sus guardaespaldas, más que todo a ese par de tontos que tenía como compañeros. Desde que huyó de Busan, no los volvió a contactar, probablemente estén pensando que murió. Necesitaba con urgencia llamarlos y saber qué había pasado con el paquete que le robaron.

Sin embargo, en estos momentos estaba siendo buscado por la policía, aunque su nombre fuese un secreto para muchos, su rostro ya fue visto por quienes no deberían, y cualquiera, sin excepción de nadie, era capaz de entregarlo con tal de recibir una recompensa.

No iba a permitir que eso sucediera.

En cuanto sane por completo, se iría a Japón y buscaría los testigos del robo. Recuperaría su fortuna, y al mismo tiempo, le entregaría a la policía a los verdaderos delincuentes.

Nadie lo tocaría, y él no tocaría a nadie, a menos que sea necesario.

La calma del apartamento se vio interrumpida cuando la puerta fe entrada se abrió de par en par y Jimin apareció furioso en la sala.

—¡Tú! —lo señaló. Jungkook retrocedió varios pasos, pero Jimin se abalanzó sobre él, tirando los cojines del sofá en el suelo.

—¡¿Pero qué carajos..?!

Jimin se subió sobre su cuerpo a horcajadas y lo apresó contra el suelo. Jungkook quedó estático y sorprendido, totalmente fuera de base.

—¡Me marcaste con tus feromonas!

—Ah… te diste cuenta.

—¿Que si me di cuenta? —rio como un demente, pero Jungkook sólo le miraba en silencio con una pequeña sonrisa— Todos me miraban como si hubiera pasado una noche alocada con un Alfa. Me llenaste de tu aroma de pies a cabeza, ¿cómo? no lo sé, explícate antes de que te deje sin dedos. Porque te los cortaré uno por uno y se los daré de comer a los pájaros.

Jungkook silbó, anonadado.

—Wah. Cielo, serías un perfecto compañero de trabajo. Tienes la actitud.

Jimin gruñó aún más.

—No estoy jugando.

—Yo tampoco. —ambos se miraron fijamente— Pero, míralo de este modo, ahora los demás piensan que tienes a un Alfa que te da las mejores noches de tu vida, no volverán a acercarse a ti. Incluso ese mocoso que te gusta, se dará cuenta que no te importa lo que haga, porque tienes a alguien mejor. ¿Entiendes? Te hice un favor.

Jimin se mordió el labio. Era cierto que, cuando Eunwoo lo vio esta mañana, se dio cuenta del cambio de su olor y su expresión fue la misma que él puso cuando lo vio besar a esa chica. Se había sentido satisfactorio, y no era su culpa, por supuesto, Eunwoo era libre de salir con las personas que quiera porque sólo eran amigos. Pero, en el fondo, Jimin era egoísta, y a pesar de que nunca le confesó sus sentimientos, era obvio para todos que le gustaba.

Y Eunwoo no era tonto, lo sabía, pero nunca dijo nada.

Jungkook carraspeó, sacándolo de sus pensamientos.

—Cariño, no tengo problema con que te subas encima de mí de esta manera, pero si te mueves, voy a reaccionar como un Alfa en esta situación reaccionaría. —Jimin bajó la mirada, dándose cuenta que estaba presionando una parte que no debería de tocar.

Rápidamente se bajó, sentándose en el suelo.

—Lo siento, no fue mi intención. —Jungkook se enderezó y se sentó de igual forma en el suelo, recostando su espalda del sofá. Jimin suspiró, mirando sus zapatos blancos con las mejillas ruborizadas.

—Creo que de todas formas te debo una disculpa. —Jimin lo miró sorprendido— Por haberte besado sin tu consentimiento, y por marcarte con mis feromonas. Pero no me arrepiento.

—¿Acaso… te gusto?

Jungkook bufó.

—¿Pero qué dices, mocoso?

Jimin sonrió divertido, ahora era su turno de molestarlo. Gateó hasta el Alfa, mirándole con un brillo diferente en los ojos. Jungkook tragó saliva.

—Vamos, dime la verdad. Te gusto y por eso me has marcado y me has besado. —Jungkook desvío la mirada, pero Jimin le tomó el mentón y lo obligó a mirarle— ¿Me equivoco?

—Yo… no…

Jimin comenzó a reír a carcajadas, Jungkook frunció las cejas al ver que el Omega solo se estaba burlando.

—¡Por la luna! Hubieras visto tu cara. —se mofó, divertido— Ya estamos a mano, puedes dejar de babear por mí.

Jungkook negó con la cabeza, simplemente anonadado por este Omega. Jimin era toda una caja de sorpresas, jamás había visto algo como eso. Le gustaba la versatilidad que emanaba, donde por fuera parecía tan débil, listo para romperse si lo tomaba con fuerza. Pero, por dentro era todo lo contrario. Tenía valor y fuerza, sin mencionar que no se dejaba por nadie.

Era este tipo de chicos que Jungkook siempre había tenido fijación, pero nunca encontró a nadie parecido.

Hasta ahora.

Jimin era su tipo de pies a cabeza. Pero dos factores le impedían lanzarse a él.

Sus etapas.

Y sus vidas completamente diferentes.

Jimin apenas era un estudiante de medicina. Y él, el líder de la mafia coreana-japonesa.

¿Cómo podrían tener algo en estas circunstancias?







feliz viernes, espero que les haya gustado el cap de hoy <33 estaré haciendo la playlist y la dejaré en mi cuenta de Instagram (@/spixyst)

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