V Is For VENDETTA
A Daniel no le gustaba aquello, podía olerlos y sabía bien lo que estaban haciendo.
Guanlin estaba follando con Jinyoung otra vez, bueno estaba siendo follando por Jinyoung otra vez. Por más alfa que fuera Guanlin, siempre abría bien las piernas aquel beta, era un pervertido de primera.
Daniel se quedó callado y espero que terminarán para entrar al salón en silencio mientras Guanlin se terminaba de limpiar del desastre que terminó haciendo Jinyoung adentro de él. Guanlin era un completo pervertido que tenía sexo mientras su omega estaba en la consulta prenatal. Aun así, Daniel no dijo nada por varias razones.
Daniel no podía lanzar la piedra al pecador mientras el pecaba tanto como él.
— ¿Te quieres unir, Kang?— preguntó Jinyoung, pero no supo si estaba bromeando o no. Sólo escuchó una risa de Guanlin que lo empujaba.
— No me van...
— Los jóvenes, lo se — atacó con una indirecta Guanlin mientras abría las ventanas para que entraran aire fresco.
Las hormonas en ese lugar hubiera vuelto loco a Daniel, pero para él no le eran agradables por la razón exacta que dijo el chino. Daniel salia en secreto con un alfa mayor y hacia las mismas cosas que hacían el y Jinyoung, se turnaban.
Todo eso estaba muy mal a los ojos de los conservadores y más en aquel pequeño pueblo alejado de lo civilizado.
— Que decirte, prefiero con experiencia — no lo negó, no podia negar lo que era obvio — Tampoco me van los trios.
— Vamos será divertido, nos divertiremos mucho — Guanlin dejó un beso en su mejilla, era como los alfas tontos y malos de los libros románticos.
Daniel tuvo que estar pendiente de eso. Pero no lo hizo, era un adolescente tonto, demasiado tonto.
Daniel fue tan tonto como para quedar embarazado del oficial de policías Ong Seongwu, un día en la parte trasera en su patrulla en un parte a las afueras del pueblo muy metido en el bosque, justo donde enterró los cuerpos dejo que Seongwu lo tomará.
Habia entrando en celo y no pensaba coherentemente, pasaron horas y horas en ese carro mientras lo hacía una y otra vez suyo hasta que casi pierde la conciencia del cansancio y el placer. Seongwu lo regresó a casa, por suerte no había nadie y Daniel solo se baño, pero estaba tan cansado que se quedó dormido. Al día siguiente solo espero que el se colora por su ventana de nuevo y siguiera lo del día anterior. Perdió la cabeza por aquel hombre olvidando tomar su pastilla.
Daniel sabía que Seongwu por ser un hombre ya maduro de 28 años seria llevado a la cárcel por eso, pasaron semanas y no dijo nada, solo actuaba como si no tuviera ese dolor de estomago, esa culpa. Pensó bien, solo robo un arma de Seongwu y fue a la casa de Jisung, sabía de los ahorros de sus padres.
Claro que no se espero oír a Guanlin peleando con Jisung que le decía que no dejara a Jihoon, todo en la casa del árbol donde tanto jugaban de niños y ahora Jisung la usaba para meditar en las tardes o leer un buen libro en tranquilidad. Tal vez fue por venganza de todo lo que le hacía el chino a sus espaldas a su novio, tal vez porque se imagino que pasaría o como se sentiria si Seongwu hiciera eso y disparó, luego a Jisung quien había presenciado todo la escena. Primero fue por el dinero y luego por los cuerpos.
Tal vez Daniel lo sabía, sabía que lo atraparian, por eso dejo aquel beso hecho de sangre en el billete. Pero no dejaría que su Hijo o el dañaran a Seongwu.
Tal vez por eso lanzó la pistola con una bolsa llena de rocas por el río mientras pasaba por el puente antes de ir a eliminar las huellas de sus crímenes.
Solo que Daniel todavía tenía ese dolor de estomago llamado culpa, sabía que por sus errores de adolescente estúpido muchos sufrirían. Pero era mejor sepultar todo lentamente, esperaba a que Jihoon sobreviviera, pero en tal caso de que no sobreviviera a la muerte de su alfa al menos le había conseguido una casa muy grande y con mucho dinero al niño. Además nunca le diría de los pecados de Guanlin y pensaría que fue un santo, no con su corazón roto.
Daniel despertó y levantó la sabana viendo cura en su vientre. Al menos había sobrevivido para pagar sus crímenes en la cárcel, tal vez ese era el castigo de Dios.
— Te sentirás mejor en 3 días — habló Jaehwan, la pareja beta del doctor. — Sabes tu amigo no sobrevivo, pero el bebé si. Un hermoso niño de 8 meses.
Daniel se quedó paralizado con eso, no tenía sentido. La primera vez de Jihoon según lo que decía había sido hace 7 meses con Guanlin, lo pensó en unos minutos, luego sonrió llorando mientras tapaba sus ojos.
Tal vez todos tenían sus propios pecados guardados.
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