Atenas. Grecia

14 de enero del 2020

SERGIO

Viví en Atenas desde que nos tocó huir a mi padre y a mí de Estambul por culpa de la guerra civil que se desarrolló en Turquía hace un par de años. Últimamente mi vida no ha sido muy asombrosa y ha estado llena de tristeza. Pero una visita inesperada haría que mi vida cambiara repentinamente.

– Policía, abran la puerta – dijo un hombre mientras tocaba la puerta de mi casa. Al abrir, noté que eran dos sujetos vestidos con el uniforme de la policía.

– ¿Puedo ayudarlos oficiales? –

– Eres Sergio ¿Cierto? –

– Si, ¿Qué necesitan? –

– Tenemos que hablar contigo –

– Muy bien, ¿Qué pasó? –

– Nada malo, más bien todo lo contrario. Mi nombre es Horus y el de mi compañero es Hermes –

– Muy bien, hablen –

– Has sido escogido para ser parte de un grupo de humanos puros de corazón para ayudarnos a derrotar al mismísimo dios de la guerra y sus aliados –

– ¿Esta es una broma? – respondí riéndome de forma burlesca.

– No, este es un asunto serio, el destino del mundo depende de ustedes –

– Bien, avísenme cuando comience el apocalipsis – les dije cerrando la puerta de mi casa.

– Sergio, ábrenos, esto no es ninguna clase de broma –

– Lárguense antes de que llame a la verdadera policía –

– Bien, solo te digo que, si nos ayudas, podré salvar a tu padre – dijo Hermes.

Eso me asombró, nadie, a excepción de mi familia sabíamos lo que le había pasado. Entonces abrí la puerta.

– ¿Cómo sabes lo de mi padre? –

– Digamos que por ser un dios tan importante obtengo cierto conocimiento de las personas –

– Pruébalo –

– Tu padre luchó en la Guerra Civil Turca y por eso está en coma, culpa de una bala que quedó incrustada en su cabeza que afortunadamente no lo mató, pero si lo dejó en coma inducido ya que los doctores saben que, de sacarla, moriría. Desde entonces, has estado día y noche buscando la forma de salvarlo y así dejar de estar solo. También sé que tu novia te dejó al verte en este estado, así que por ahora vives solo afrontando la vida sin ningún guía. Al menos hasta ahora. Ayúdame, y haré todo lo posible para ayudar a tu padre –

Mis ojos se humedecieron, definitivamente mi vida es un verdadero infierno.

– ¿Qué tengo que hacer? – dije en voz baja.

– Te explicaré dentro de tu casa, aquí no es muy seguro –

– Bien, pasen –

Aunque no confío completamente en ellos, puede que en serio el mundo esté en riesgo. Pero puede ser la única forma de salvar a mi padre.