Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

REUNION

Roma. Italia

19 de enero del 2020

MARIA

Ya habían pasado más de dos horas desde la hora acordada para la reunión y aún no había rastro alguno de Horus o Hermes. Uno de nuestros guardias intentaba cada cierto tiempo contactarse con los dioses, pero todo fue en vano. Ante la espera, todos empezamos a inquietarnos además del miedo tras haber escuchado sirenas y varias explosiones junto a un par de ligeras columnas de humo en la ciudad.

– ¿Será que les pasó algo? – preguntó Pablo.

– No lo creo, si son dioses son inmortales ¿Cierto? – dijo Esteban mientras abría una lata de gaseosa.

– Si, pero eso no significa que no hayan tenido algún revés. Además recuerda que vienen acompañados de los otros dos elegidos – comentó Camila.

– ¿Y si nos conectamos a Internet y  averiguamos qué está pasando? – opiné.

– Recuerda lo que dijo el teniente Murray, nada de actividad de ningún tipo para evitar que vengan a matarnos y eso incluye el Internet –

En ese momento, dos camionetas negras en muy mal estado con varios impactos de balas llegaron. De una de ellas bajaron cinco soldados, dos de ellos heridos, y de la otra, bajaron Horus y Hermes acompañados de dos jóvenes. El chico era alto, con el pelo negro abundante, muy lindo para mí, aunque tenía algunos golpes. La chica, era bajita, con el pelo hasta los hombros y de color negro con una mirada tierna, también muy linda y que Esteban y Pablo no dejaban de mirar, algo que a mí me disgustaba. No dejaré que esa niña bonita me quite a Esteban. 

– Pensábamos que no llegarían – dijo Esteban.

– Tuvimos unos pequeños contratiempos – respondió Hermes.

– El estado de las camionetas veo que no son solo pequeños contratiempos – comentó Pablo.

– ¿Y esos jóvenes? – pregunté.

– Son el resto del equipo – respondió Hermes.

– Mucho gusto, Sergio –

– Esteban, es un placer –

– Soy Pablo, es un gusto conocerte –

– Yo soy Camila, mucho gusto –

– Y yo María – dije saludando a Sergio notando una cara de curiosidad en la chica.

– Yo soy Jennifer – saludó la chica. Ahora sé el porqué de esa cara. Nunca creí que volvería a verla luego de tantos años.

Después de la presentación, tomamos asiento en la sala que tenía dos sofás grandes y cuatro sillas muy cómodas alrededor de la mesa de centro.

– ¿Por qué están tan lastimados y por qué están las camionetas en ese estado? – preguntó Esteban.

– Fuimos atacados por Ares antes de venir – habló Horus.

– Eso explica el ruido de sirenas y el sonido de explosiones en la ciudad – argumentó Pablo.

– Lo bueno es que logramos salir vivos del lugar –

– Muy bien, no tenemos mucho tiempo, Roma ya no es segura para ustedes – interrumpió Hermes.

– Es cierto, están aquí reunidos para decidir su participación en esta guerra. Solo les digo que es un viaje peligroso y no aseguro la supervivencia de los seis. Pero si participan y vencemos, se les otorgará un deseo, aquel que proviene de corazón –

– Bien, ataquemos entonces – comentaba Esteban.

– No es así de fácil, además, siendo simples humanos no llegarían lejos –

– ¿Entonces qué quieren que hagamos? –

– Tenemos un plan –

– ¿Qué sería? – pregunté.

– La única forma de garantizar una mayor probabilidad de supervivencia es volverlos semidioses. Para eso, se les otorgarán los poderes de algunos dioses –

Todos quedamos confundidos y sorprendidos. ¿Desde cuándo los dioses convierten humanos en semidioses?

– Alto, ¿Los semidioses pueden morir? – preguntó Jennifer.

– Si, igual que los humanos y los dioses –

– ¿Los dioses mueren? – preguntó Esteban.

– Efectivamente, aunque las armas humanas no son de letalidad para los dioses, al menos no en una cantidad mínima o "normal ". Por otro lado, las armas de otros dioses si pueden causar daños mayores, hasta incluso la muerte –

– Imagínenlo como si las armas humanas fueran como pinchazos con un alfiler, mientras que las armas divinas son como una apuñalada – argumentó Hermes.

– Acepto – dijo Pablo sin pensarlo, de forma seria y decidida.

– Yo también. Debo cuidar a este idiota – habló Esteban.

– Nosotras también – dije mirando a Camila dándome su aprobación asintiendo con su cabeza.

– No me enfrenté a la muerte para rendirme tan fácilmente – comentó Jennifer.

– Yo también acepto – habló Sergio.

Desde ahora estaríamos destinados a salvar al mundo o por lo menos morir en el intento. Pensándolo bien, es mejor morir luchando que morir sabiendo que pudiste evitar un mal futuro.

– Entonces está decidido, llamaré a la central para que mañana partamos al Olimpo. Teniente, traiga el maletín – dijo Horus.

Aquel soldado acató la orden sacando un maletín de una de las cajas de suministros que habían cerca de la cocina. Luego, Horus lo abrió sacando una jeringa con forma de pistola.

– ¿Qué es eso? – pregunté curiosa.

– Es un microchip que tiene un localizador en caso de que se pierdan o se separen. Es solo para poder cuidarlos – explicó Horus.

Nadie se negó y a cada uno se le fue implantado aquel chip en la nuca. Debo admitir que fue algo doloroso, como la picadura de una abeja.

– Muchachos, pongan atención – dijo Pablo subiendo el volumen al televisor, tomando la atención de todos.

– Durante los próximos días vamos a tener una serie de eventos extraños que han dejado a los científicos muy confundidos. Primero, tendremos una alineación de planetas el veintidós de enero, algo muy extraño al no ser la fecha programada para dicho evento. Luego, habrá un eclipse lunar el veinticuatro de enero y, por último, un eclipse solar el cuatro de febrero. A partir de estos eventos, se le recomienda a la población evitar una duradera exposición a la intemperie, así como en la noche con el fin de evitar posibles inconvenientes – comentaba la reportera del noticiero.

– Ya ha comenzado – susurró Horus.

Todos a excepción de Hermes, el cual tenía una cara de decepción, volteamos a verlo.

– ¿Qué empezó? – preguntó Jennifer.

No obtuvimos ninguna respuesta.

– Ahora, una noticia en desarrollo. Hace algunas horas, se presentó un tiroteo en una escuela abandonada al sur de la capital llevando a una gran persecución por la ciudad y la posterior llegada de varias tropas fuertemente amadas junto con unas criaturas extrañas que hasta ahora dejan veinte muertos y doce heridos. Hasta ahora, la hipótesis más probable es un ataque terrorista. El ministro de defensa y el comandante del ejército han asegurado una exhaustiva investigación de los hechos para encontrar y enjuiciar a los culpables. Además de informar que la seguridad aumentará en las ciudades más grandes y con lugares de alto valor para evitar así otro caso igual o peor al de esta mañana. Ahora vamos con los deportes –

Todos guardamos silencio, esto comenzaba a ser más raro de lo que creí. En ese momento, vi a Pablo, el cual tenía una cara de confusión mientras se acercaba al balcón.

– Horus, ¿Esperamos refuerzos? – preguntó Pablo.

– Yo no he llamado a nadie aún – dijo Horus confundido mientras volteaba a mirar a Hermes

– Yo tampoco he llamado a nadie –

– Que raro, ¿Entonces por qué dos camiones del ejército y dos helicópteros se acercan? –

Todos nos paramos confundidos mientras que Horus se acercaba al balcón. En ese instante, uno de los helicópteros disparó un misil.

– No son de los nuestros ¡Cúbranse todos! – gritó Horus mientras agarraba a Pablo y entraba a gran velocidad.

Todos quedamos asombrados, nunca creí que esto pasara en estos momentos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro