Gran Salón. Monte Olimpo.

12 de enero del 2020

ZEUS

He convocado al Concilio, una antigua alianza hecha entre varias culturas con el fin de evitar una nueva guerra mitológica, para evaluar la situación actual y si es conveniente o no comenzar una guerra contra los dioses que nos han reemplazado en la actualidad.

– Saludos a todos y gracias por venir, hoy discutiremos el cómo solucionar la crisis que se avecina –

– Bueno, ¿Con qué empezaremos? – dijo mi hermano Poseidón, dios de los mares.

– Comencemos con el problema de las ambrosía, nosotros ya estamos en nuestra última reserva – comentaba Thot, dios egipcio de la sabiduría.

– Igualmente nosotros, solo nos queda para al menos un siglo – informaba Visnú, el conservador del universo de la cultura hindú.

– Tenemos que volvernos de nuevo los dioses principales en el mundo humano, de lo contrario, todos moriremos – comentaba Osiris, rey de los dioses egipcios y del inframundo.

– Debemos atacarlos lo más prontamente y destruirlos – Dijo Horus, dios egipcio del cielo y aquel que todo lo ve, mientras ponía con fuerza su espada en la mesa.

– ¡Horus! ¡Compórtate! – le gritaba Osiris con enojo.

– Lo siento padre, me dejé llevar un poco –

– Para eso sólo hay dos opciones – comentaba. – Un ataque frontal o ejecutar el Código Siete–

Aquellas palabras provocaron un aire de tensión en la sala.

– Ambas son arriesgadas, pero en estos tiempos de desesperación no hay de otra – decía Poseidón

– Con cualquiera de las opciones perderíamos dioses – comentaba Thot.

– Son los riesgos que se tienen que tomar. El perder a pocos salvaría a muchos –

– Pongámoslo a votación, quienes estén de acuerdo de ceder sus poderes a un grupo de humanos levanten la mano – decía con tal de terminar con este debate.

Dos cuartas partes de los presentes levantaron la mano.

– Muy bien, los que estén de acuerdo con un ataque directo levanten la mano –

Una cuarta parte alzó la mano.

– Bien, entonces está decidido, nos reuniremos el veintidós de enero para llevar a cabo la Ceremonia de Divinización, mientras transcurre este periodo de tiempo, preparen sus ejércitos para la guerra –

– Espera, para eso mejor atacamos nosotros sin tener que donar nuestros poderes – replicaba Horus.

– Horus tiene razón, si vamos a comenzar una guerra que mejor que nosotros para liderar las tropas – decía Vishnú.

Entonces un gran debate empieza entre los que apoyan la idea y los que no.

– ¡Silencio! Si donamos nuestros poderes a un grupo de humanos no solo serán más poderosos que nosotros, sino que también serán capaces de manipular más de un poder con gran habilidad – Comentó Horus.

– ¿Cómo sabes eso? – preguntaba Osiris.

– He estado estudiando a los humanos, ahora son más inteligentes y sus cerebros han evolucionado a tal punto que serían capaces de resistir la transformación más de una vez –

– Eso es imposible, los humanos no fueron creados con la capacidad de evolucionar –

– Al parecer las múltiples relaciones entre dioses y humanos tuvieron sus efectos secundarios –

– Maldición, eso significa que en algún momento podrán superarnos –

– Si –

– Esto es culpa de los dioses griegos que no pudieron contener su sed de placer – dijo Seth.

Toda la sala ahora lanzaba acusaciones en contra de los griegos.

– ¡Silencio! Puede que esto sea nuestra culpa en gran parte, pero en estos momentos puede ser nuestra salvación, además, en cualquier momento podremos enviar un nuevo diluvio o algo así para aniquilarlos y volver a crearlos sin estos errores –

– Bien, si los humanos comienzan a volverse más poderosos los destruiremos también– decía Osiris.

– Bien, ahora comamos. Luego debatiremos sobre los estándares de selección de los "Elegidos" – dije mientras aplaudía dos veces.

Desde un lado del salón varias personas con platillos en sus manos repartiéndolos entre todos los invitados.

Esta reunión está saliendo muy bien, pero pronto dará un giro inesperado.