EL DIOS OLVIDADO
Palacio de Hades. Inframundo griego.
13 de enero del 2020
ARES
Luego de descansar y preparar un plan para la guerra mandé a llamar a Helio, antiguo dios del sol, olvidado y reemplazado por Apolo por orden de mi padre para luego ser humillado y obligado a vivir en este lugar maldito después de la gran guerra. Aunque en sus tiempos de gran dios siempre me peleábamos, ahora se ha vuelto pieza clave para mi plan.
– ¿Me mandó a llamar señor? – me preguntó con la cabeza baja y siendo escoltado por dos guardianes.
– Si, mi viejo amigo, necesito tu ayuda –
– ¿Qué necesitas? –
– He escuchado rumores de que conoces muy bien el Olimpo –
– Los rumores son ciertos, después de siglos de cruzar la tierra en mi antigua carroza me aprendí detalladamente muchos lugares, entre esos el Olimpo –
– Perfecto. Quiero proponerte un trato –
– ¿Qué sería? –
– Te necesito como mi gran informante, además, necesito que me digas todo acerca del Olimpo y cómo entro a él sin ser detectado –
– ¿Y qué conseguiría a cambio? –
– Tu libertad –
Helio Tomó un tiempo para pensar en mi propuesta.
– Bien, lo haré – me dijo con seguridad.
– Excelente. Guardias, libérenlo –
Los guardianes acataron la orden y le quitaron las esposas.
– ¿Para cuándo podrías darme información? – pregunté.
– En cuanto me ponga en contacto con un viejo amigo le daré un informe. Yo calculo que en unos dos días –
– Bien, guardias, llévenlo a uno de los dormitorios del palacio y asegúrense de que obtenga todo lo que necesite para la investigación –
– Si, mi señor – dijo uno de los guardias.
Un par de días después, Helio tenía ya la información que necesitaba.
– Helio, que gran gusto volver a verte –
– Ahórrate todas esas mentiras, solo vine a cumplir el trato –
– Bien, habla entonces – le dije de mala gana.
– Hablé con Anteo, rey de los pigmeos, él se encargará de reunir información del Concilio –
– Excelente, ¿Ya hay algún informe? –
– Si, los pigmeos han escuchado que el Concilio está ejecutando el código siete –
– Así que van a reclutar humanos, eso significa que son débiles y nos ven como una gran amenaza –
– También escucharon que se reunirán Horus y Hermes con los elegidos en Roma dentro de tres días –
– Bien, has sido de gran ayuda Helio. ¡Guardias! Llévenlo a su celda y no le quiten la vista de encima –
– ¡¿Qué?! ¡Esto no era parte del trato! – me gritaba furioso mientras dos guardias le colocaban las esposas.
– Luego re negociaremos nuestro trato, primero iré de cacería –
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