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029.

Esa noche, toda la tripulación del Belleza Negra realizó una especie de velorio con velas y nombres tallados en la madera del barco a los piratas que murieron en el ataque de las sirenas.

En total fueron siete hombres fallecidos, Jungkook dijo unas palabras conmovedoras ante toda su tripulación, retratando explícitamente que no iba a descansar hasta llegar a la fuente de la juventud y obtener lo que todos querían. Jurando así, que las muertes de esos marineros no fueran en vano y que serían recordados por siempre como tripulantes del Belleza Negra.

A pesar de todo, Jungkook era un líder excepcional y se preocupaba por cada uno de los tripulantes de su barco. Era un capitán leal, valiente y astuto, sabía que muchos hombres contaban con él y podían sacrificarse para salvarlo, por lo que le devastaba completamente cuando alguno moría. No era un secreto que siempre van a haber muertos en una misión, pero Jungkook no era una persona que pudiera lidiar de forma indiferente con la muerte, no desde que su padre murió entre sus brazos y no pudo hacer nada al respecto. Sin embargo, por mucho que intentamos proteger a alguien para que no salga herido, la realidad es diferente y debemos de entender que tarde o temprano se enfrentará a ella.

Una vez terminado el velorio, por motivo de luto y respeto Jungkook ordenó que todos los tripulantes dejaran de hacer sus deberes en lo que quedaba de la noche y fueran a descansar. Si bien no era demasiado cercano a todos los hombres de su tripulación, entre ellos se conocían y se llevaban mejor como compañeros de trabajo, así que comprendía que algunos no tuvieran los ánimos para seguir al haber perdido a un amigo.

En cuánto a Jimin, después del incidente decidió encerrarse por completo en su habitación y no salió en ningún momento, ni siquiera para el velorio de los piratas. Y Jungkook tampoco volvió a dirigirle la palabra o buscarlo.

Habían pasado varias horas desde que todos se fueron a sus respectivos camarotes a dormir, el silencio en el barco hubiera sido ensordecedor debido a que la cubierta estaba despejada y el mar completamente silencioso. Era el momento perfecto para un escape y a pesar de todo, Jimin no dudó en desaprovechar la oportunidad. Así que allí se encontraba, saliendo armado de su habitación vistiendo con una gabardina oscura que le protegía del frío y un tricornio en su cabeza para notar que evidentemente a un costado del barco se encontraba un bote con todo lo necesario, remos, comida, lámpara y sogas para poder sustituir. No era un idiota. Sabía perfectamente que Taehyung había aprovechado la oportunidad para deshacerse de él, pero a este punto le importaba un carajo.

Él sólo quería irse.

Con cautela y de forma silenciosa comenzó a dejar varias de sus cosas en el bote para proseguir a tantear la estabilidad de las cuerdas. Seguidamente sacó un cuchillo y tomó una de las cuerdas que sostenían el bote para hacer ademán de cortarla.

—Yo no haría eso si fuera tú, Alteza.

De inmediato se sobresalta para voltear asustado hacia el hombre responsable de esa voz que conocía muy bien, Jungkook se encontraba recostado encima de la borda, con los pies extendidos sobre la madera y apoyando su espalda en una de las superficies en una postura despreocupada mientras fumaba un cigarrillo. Jimin no había notado su presencia hasta ese momento pues lograba pasar desapercibido en la oscuridad de la noche por sus prendas oscuras.

—La cuerda debe cortarse cuando estás dentro del bote, no antes o de lo contrario caerá directamente al mar —explica con voz monótona dándole una calada a su cigarrillo.

Jimin inhala y exhala con fuerza sin quitar su mirada indignada al haber sido descubierto.

—¿Vas a dejarme escapar o no?

—Técnicamente ya no sería un escape porque te he atrapado con las manos en la masa.

—No pienso permanecer aquí ni un minuto más, Jeon.

—Lo sé, entonces anda, vete —incita encogiéndose de hombros sin ningún indicio de maldad o doble intención— Continúa, sólo procura cortar bien la soga o podrás romper el bote.

—¿Qué? —le mira entre sorprendido y confundido— ¿Vas a dejarme ir? ¿Así tan fácil?

—Claro, ¿no es lo que quieres? —frunce el ceño e inclina levemente su cabeza— Si quisiera detenerte ya lo hubiera hecho, llevo aquí desde hace una hora.

—Estabas esperándome —concluyó el rubio con un rostro desconfiado— Sabías que escaparía, pero ahora estás dejándome ir... ¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres? ¿Acaso es una trampa?

Finalmente Jungkook suspira y tira el resto del cigarro al mar para bajarse de la borda y comenzar a avanzar lentamente hasta Jimin.

—No, no es una trampa —niega deteniéndose a una distancia considerable y metiendo las manos en sus bolsillos— Estoy realmente dejándote ir... Porque hoy me di cuenta de muchas cosas, que te traje a una misión demasiado peligrosa y arriesgada, tanto para mi tripulación como para ti, que puedo perderte por eso y no voy a permitir que eso suceda... Quiero que te vayas porque hoy descubrí un nuevo miedo que no sabía que tenía y es el miedo a perderte... Así que prefiero no tenerte más a mi lado que a vivir con el hecho de que te perdí para siempre.

Jimin suelta un jadeo asombrado y conmovido con los ojos brillantes sin saber cómo reaccionar.

—¿Y qué hay del plan?

—El plan ya no me importa, puedo llegar a la fuente y extraer todo el oro posible para recompensar a mi tripulación de no darles lo que querían. No les importará no obtener la inmortalidad si les doy un gran saco lleno de joyas y diamantes a cada uno, créeme.

—¿Y si no es así? —le mira con preocupación— ¿Y si se enojan y conspiran contra ti por dejarme ir?

Jungkook vuelve a encogerse de hombros con una suave sonrisa.

—Pues ni modo, si deciden matarme, ¿qué puedo hacer? Estarían en todo su derecho, pero en lo que cabe, nadie tiene que saber que te dejé escapar —suspira y mira el bote— Estarás bien, tienes que aprovechar que es de noche y el mar está dormido, así será más fácil remar. A un par de kilómetros hay una isla cercana con habitantes normales que podrán ayudarte a contactar nuevamente con la marina británica y que venga a por ti.

Jimin traga saliva y voltea para aferrar sus manos a la borda del barco manteniendo su respiración pesada y sin hacer otro movimiento para subirse al bote.

—¿Por qué haces esto? —pregunta finalmente volteándose de nuevo hacia Jungkook con los ojos cristalizados y la nariz roja— ¿Por qué me dices todo esto después de lo que has hecho? ¿Por qué si tanto me querías lejos arriesgaste tu vida por mí hoy? ¿Qué mierda quieres de mí?

Jungkook respira cada vez más agitado conforme sus ojos se llenan de lágrimas y es la primera vez que Jimin lo ve tan afligido como si estuviera a punto de quebrarse igual que él. Entonces Jungkook se encoge de hombros con una sonrisa dolorosa y niega varias veces con la cabeza para simplemente decir:

—Te amo.

De inmediato Jimin se queda sin aire y le mira completamente abrumado y dolido.

—¿Qué? —suelta casi en un susurro sin poder creer lo que acababa de escuchar.

Jungkook se acerca más a Jimin comenzando a derramar lágrimas y viéndole con desesperación.

—Porque te amo, Jimin —confiesa con voz rota y sincera— Tú me odiaste, pero yo te amé desde el primer momento en que te vi, y por eso te dejo ir, porque prefiero morir antes que verte sufrir por culpa mía, porque mis sentimientos hacia ti han cambiado y ahora lamento todo lo que te hice pasar.

—Jungkook... —susurra Jimin mirándole completamente afligido y con sus lágrimas cayendo sobre sus mejillas como cascadas— Yo...

—Está bien si tú no sientes que me amas —dice al instante el pelinegro— Entiendo que el amor sea algo nuevo para ti y no te estoy pidiendo que te quedes conmigo, sólo estoy abriéndome hacia a ti para decirte que nunca fingí nada contigo —sonríe entre lágrimas— Que estoy perdidamente enamorado de ti y que haría lo que sea para que seas feliz, y si tu felicidad es estar lejos de mí, lo acepto, pero no quiero que te vayas sin saber que lograste atrapar el frío corazón de este hombre desde el primer día y que te amaré profundamente hasta el final de los tiempos.

Estando por completo conmovido y sintiendo que en cualquier momento colapsaría por tanta nueva información, Jimin traga saliva con dificultad y suspira temblorosamente antes de hablar.

—Demuéstrame que puedo confiar en ti una vez más —sentencia con firmeza.

Jungkook no responde ni cambia su expresión y de inmediato hace algo completamente imposible que Jimin jamás creyó que en algún momento presenciaría: Jungkook finalmente se arrodilla ante él. Y no en una simple reverencia, el capitán del barco dobló sus rodillas hasta el suelo e inclinó su cuerpo y bajó su cabeza en una postura completamente sumisa y devota.

—Te amo y te respeto por lo que realmente eres, mi futuro rey.

Jimin traga saliva y alza el mentón sin apartar sus ojos de Jungkook con la respiración agitada. Las emociones que estaba sintiendo en ese momento no eran de este mundo.

—Levántate —ordena y Jungkook inmediatamente le obedece.

Ambos se quedan mirando fijamente a los ojos con las respiraciones aceleradas y derramando lágrimas.

—Bésame —finalmente ruega el príncipe viéndole desesperado y el capitán no puede evitar sonreír aliviado para rápidamente tomar su rostro y darle un gran beso de película. Jimin gimió satisfecho al encontrar sus labios y de inmediato le tomó del cuello para corresponderle de la misma forma. Jungkook posó una mano en su nuca y le besó con devoción. Ambos se besaron suave pero con pasión, acariciando sus labios con los del otro, besándose con cariño y desesperación, tocando sus rostros y derramando lágrimas en el proceso. Fue el beso más dramático y sentimental que habían dado en su vida, un beso lleno de un sinfín emociones y deseos profundos que solamente ellos dos podían saciar.

Jeon terminó por romper el beso manteniendo sus manos sobre el rostro de Park y juntando sus frentes con la respiración agitada.

—Vete... —susurra casi sin aliento y con los ojos cerrados— Vete ahora antes de que no pueda dejarte ir, es lo mejor.

El príncipe no puede evitar sollozar y negar varias veces con la cabeza.

—No quiero dejarte... —confiesa con un hilo de voz— Siento cosas por ti que nunca había sentido por nadie más y es una locura, pero no creo que vayan a desaparecer de la noche a la mañana. Perdóname por todo lo que te dije anoche, realmente no quiero que mueras y todo era mentira.

—Lo sé... —suspira para finalmente mirarle a los ojos mientras limpiaba sus lágrimas— Lo sé, yo también lo lamento, pero estás en peligro aquí y no puedo seguir arriesgando tu vida. Tienes que irte antes de que sea demasiado tarde. No tengas miedo. Estarás bien, te lo prometo.

—No tengo miedo —niega el rubio sin dejar de mirar los hipnotizantes ojos azules del pelinegro— Es sólo que quiero estar contigo hasta el final.

Ambos estaban tan concentrados el uno con el otro y sumidos a la intensidad del momento que no se dieron cuenta cuando a su alrededor comenzó a aparecer una neblina blanca que solamente indicaba una cosa: ya era demasiado tarde.

Jungkook miró a Jimin conmovido para bajar su mirada y comenzar a quitarse rápidamente uno de los muchos anillos que usaba, sacando un anillo de plata en forma de calavera, seguidamente toma la mano de Jimin y se lo pone en el dedo anular para volver a alzar su mirada.

—Quédatelo y prometo volver a buscarte para que tenga un significado diferente... —acarició su mejilla viéndole con devoción— Eres mi única debilidad... Y el día en que tú me faltes, juro que el universo me pedirá piedad...

Y fue como si se hubiera condenado así mismo, porque inmediatamente una fuerte ráfaga de viento golpea el barco y provoca que ambos se separaran el uno del otro. Grave error. Porque en el momento en que Jungkook toma consciencia del estado de su alrededor, al volver su mirada hacia Jimin nota la figura de Min Yoongi aparecer silenciosamente detrás de él.

—¡Cuidado! —avisa de inmediato pero es demasiado tarde porque rápidamente Yoongi se transporta en un parpadeo hasta tomar de sorpresa el cabello de Jimin por detrás y jalarlo para colocar una filosa espada en su cuello de forma amenazante.

Jungkook se detiene completamente abrumado y agitado pero no duda en fruncir el ceño con una expresión llena de ira.

—Suéltalo —ordena entredientes y las manos en puños.

—¿O qué? —sonríe el azabache y mira al rubio quien mantenía una expresión firme pero con miedo en sus ojos— Sería una lástima que un rostro tan bello se arruine con una cortada.

—Hazle tan siquiera un rasguño, y verás que hasta ahora he sido bondadoso —advierte con la respiración agitada y traga saliva— Haré lo que me pidas... pero déjalo ir.

Yoongi hace una mueca pensativa por unos segundos y después niega con la cabeza.

—Nah, muy buena oferta, Jeon. Pero prefiero conservar a tu príncipe, creo que se vería muy bien conmigo en el Inframundo.

Entonces comienza a reír, su risa causando un estruendoso eco por todo el barco mientras comenzaba a desaparecer con Jimin en brazos quien inmediatamente extendió asustado una mano hacia Jungkook.

—¡Jungkook!

—¡Jimin! —exclama corriendo a tomar su mano pero al instante se desvanece y no siente nada.

Yoongi desaparece del barco llevándose a Jimin consigo a quien sabe dónde y cómo. Dejando la cubierta completamente vacía y en silencio con un frío enfermizo. Jungkook se queda en shock e inmóvil durante unos segundos en los que intentaba procesar todo lo que acababa de pasar. Entonces suelta un jadeo anonadado y notorio por el frío, y se deja caer de rodillas con las manos a los lados en el suelo y la cabeza baja. Y entonces grita, grita con fuerza y desesperación porque sabe perfectamente que había sido demasiado tarde y que las probabilidades de salvar a Jimin de alguien como Min Yoongi eran casi nulas e imposibles. Y llora, solloza dolorosamente porque había perdido a la persona que más amaba y ahora no sabía como recuperarla sin poner su vida en riesgo, si es que Yoongi no decida matarlo antes de eso.

Y en una esquina de la cubierta, escondido bajo una sombra, se encontraba Taehyung quien había presenciado todo el secuestro de Yoongi con el fin de que todo saliera a la perfección. Sin embargo, al ver la reacción de Jungkook su sonrisa se borró por completo y su mirada se suavizó a una abrumada con una mueca culposa. Pues hasta ese momento se dio cuenta que había cometido un grave error, porque ahora Jungkook estaba herido y era por su culpa, porque había sido cómplice de alejar a Jungkook la persona que más amaba como un acto egoísta y cruel.

Y si realmente amaba a Jungkook debía haber dejado que fuera feliz a pesar de que no sea con él.

Mierda.

¿Qué había hecho?

Bueno, espero hayan disfrutado el maraton ya poco a poco nos vamos acercando al final, así que vayan preparándose emocionalmente y gracias por acompañarme en esta aventura uwu

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