026.
Los siguientes días fueron intensos porque entre más se acercaban a la Bahía Sirena, más difícil y tedioso se hacía el trayecto al comenzar a navegar en aguas desconocidas.
Aquel mar era denso, bravo y sagaz. Parecía que tenía vida propia al aumentar la marea y empujar con sus olas el barco hacia una dirección contraria a la que iban, como si les estuviera exigiendo que dieran la vuelta y no siguieran.
Sin embargo, Jungkook no iba ceder, era peligroso, sí, pero ningún mar le arrebataría lo que tanto había querido. Por lo que sólo aumentó la marcha del barco para ir más rápido hacia su objetivo, solamente debían rodear la bahía y ya después les quedaría un sólo objetivo por cruzar. Evidentemente las aguas cercanas a la bahía eran más difíciles de tratar a comparación a las del mar abierto, así que las dificultades sólo mostraban que cada vez estaban más cerca.
El clima había cambiado radicalmente a uno nublado y gris durante todo el día y noche, sin ninguna pizca de sol. Fueron días lluviosos y de mar rebelde pero afortunadamente no demasiado al punto de olas gigantes que voltearan el barco.
Pero ese día, el mar se tornó radicalmente violento e indomable, siendo gobernado por una fuerte, lluviosa y eléctrica tormenta. Las tormentas marítimas eran uno de los fenómenos naturales más peligrosos a los que se podía enfrentar la tripulación de un barco debido a las monstruosas olas que podía ocasionar. La furia del mar atacó al Belleza Negra, golpeando con sus olas la madera del barco y meciéndose de un lado a otro, la tripulación en cubierta hacían lo mejor que podían al sacar el agua dentro del barco con baldes, controlar el timón y evadir las olas pero era prácticamente imposible.
Desde el calabozo, Taehyung luchaba con el constante movimiento y el agua de la marea que se colaba por su ventana, preocupándose por la tripulación y el cómo Jungkook estaba lidiando con la tormenta solo. Pues por lo general siempre enfrentaban este tipo de cosas juntos, uniendo mentes e ideando planes para salir adelante. Pero lastimosamente las cosas ya no iban a ser lo mismo de antes ahora que Jungkook había decidido cortar su amistad, aún así, él era el contramaestre del barco, el segundo al mando y de igual forma podría seguir trabajando a su lado.
El problema era que no sabía si Jungkook aún dejaría que lo hiciera o buscaría un reemplazo.
Mientras se encontraba ocupado esquivando y sacando algunos objetos que caían sobre él ante el movimiento del barco, comenzó a sentir una frialdad familiar en su alrededor, su aliento se volvió visible y todos los vellos de su cuerpo se erizaron. Asustado y pensando en lo peor, se apresuró a mirar por la ventana en busca del barco fantasma pero se extrañó al no ver nada más que el revoltoso mar.
Entonces se alejó y volteó para encontrarse ni más ni menos que con la figura fantasmal de Min Yoongi al frente de su celda acompañado de un fuerte relámpago. Pegó un grito y de la impresión cayó al suelo para retroceder hasta pegar la espalda contra la pared.
—¡¿Qué estás haciendo aquí?! —cuestiona completamente alterado con los ojos de par en par y la respiración agitada— ¡No me mates, por favor!
Con las manos metidas en los bolsillos y una pose tranquila, Yoongi ladeó suavemente su cabeza y sonrió un poco.
—Tranquilo, no voy a matarte —avisa con voz apacible— De todas formas no podría hacerlo debido a que solamente soy una simple proyección de mi espíritu y tampoco puedes herirme... —entonces alza su mentón con una expresión seria— Estoy aquí porque quiero hacerte una propuesta que probablemente sea de tu interés.
—¿Qué? ¿C-Cuál propuesta? —murmura con voz temblorosa y mirada insegura.
—Las cosas han estado cambiando mucho, ¿no es así, Taehyung? —comienza el azabache con una mirada suave— Me imagino que debes estar extrañando esos momentos cuando navegabas con Jeon hasta las más misteriosas islas y saqueaban todo el oro posible para después gastárselo en vicios... O cuando era más cercano a ti y te tocaba, te abrazaba y te besaba en sus estados de embriaguez... En un barco tan oscuro como este siempre se necesita una luz, y él era tú luz, aún sigues añorando todo eso, ¿verdad?
—¡Cállate! —exclama Taehyung negando con ambas manos en su cabeza y los ojos cerrados— No quiero oírte, no te invoqué y no pedí por esto. ¡Lárgate o le diré a todos que estás aquí!
Yoongi bajó un poco la cabeza e intensificó su mirada a una completamente fulminante.
—Me temo que eso no te convendría para nada, pelirrojo.
Kim abrió sus ojos y finalmente se levantó furioso del suelo para acercarse hasta la reja.
—¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres de mí? —interrogó entredientes— No estarías aquí porque me tienes lástima, así que basta de palabrerías y dime que es lo que quieres.
Sin inmutarse ante su cercanía ni palabras, Yoongi respiró hondo y asintió firme con la cabeza.
—Bien, necesito tu ayuda para llevar a cabo un plan que solamente tú puedes hacer.
Taehyung le miró vacilante y negó varias veces con la cabeza con una sonrisa.
—En tus sueños, no voy a traicionar a Jungkook ni a mi tripulación de esa manera y jamás me lo perdonarían.
—¿Quién dijo que Jeon o tu tripulación saldrían heridos? —frunció el ceño y sus pupilas se dilataron— Yo quiero al príncipe Park.
Entonces la sonrisa del pelirrojo se borró de a pocos y oscureciendo su mirada se acercó más a la reja hasta rodear los barrotes con sus manos para ver al azabache con atención.
—Te escucho.
Yoongi sonrió de forma maliciosa y se acercó más para que pudiera ser mejor escuchado debido al ruido de la tormenta.
—Todo lo que mencioné con anterioridad puedes volverlo a tener, Taehyung. Tú posición, respeto e influencia en el barco y a Jungkook. Lo único que debes de hacer es entregarme al príncipe Park pasado mañana en la noche y todo habrá acabado... ¿No es lo que querías? ¿Deshacerte de él? —inclina su cabeza y entrecierra los ojos— Porque sabes perfectamente que ese hombre es tu reemplazo y el mismísimo Jeon te lo confirmó, sabes que en cuanto el plan de la fuente esté completo ellos dos se irán lejos y te quedarás completamente solo... Lo habrás perdido todo para siempre.
—No tienes ni idea de lo que estás hablando, Jungkook nunca me abandonaría y hacer eso sería traicionarlo —atacó Taehyung con un rostro levemente inseguro.
—Mi querido amigo... ¡Pero si ya lo hizo al romper su amistad contigo! —ríe el azabache— ¿Crees que no sería capaz de abandonarte? ¡Por supuesto que lo hará! ¿Y sabes por qué? —le miró fijamente— Porque el amor lo puede todo y hace taaantas locuras que no te imaginas... Así que no tengas miedo de traicionarlo, porque él ya te traicionó primero. ¡Sólo mírate! ¡Estás en un calabozo! ¿Qué más prueba quieres?
Taehyung tragó grueso. No era idiota. Sabía muy bien que Yoongi estaba utilizando su dolor para manipularlo y convencerlo, pero odiaba a Jimin y la propuesta era tan jodidamente tentadora que su pecho se emocionaba de sólo pensar en al fin deshacerse de ese maldito príncipe que sólo había llegado a arruinarlo todo. A este punto, le importaba un carajo los años y sacrificio que había invertido en el plan junto con Jungkook, ni tampoco la razón principal por la que este quería llegar a la fuente, él solamente quería que todo volviera a la normalidad. Y así, quizás, Jungkook volvería a ser su amigo.
—¿Pasado mañana en la noche? —confirmó comenzando a pensar seriamente en unirse al plan.
—Exacto, sólo tienes que despejar la cubierta por la noche, hacer que el príncipe esté ahí e irte. Del resto me encargo yo y no te preocupes que absolutamente nadie sabrá que fuiste tú, será una simple coincidencia y reencuentros desafortunados.
—¿Y qué hay de Jungkook? —alzó una ceja viéndole desconfiado— No quiero que le pase nada malo ni tampoco a otra persona de la tripulación. Los quiero a todos a salvo.
—Y eso obtendrás, mi querido amigo, no le tocaré ni un sólo cabello a Jeon, te lo prometo —sonrió.
El pelirrojo se quedó en silencio durante unos segundos analizando la propuesta mientras era movido levemente por el barco y los luminosos rayos atormentaban sus visión.
—¿Qué dices, Taehyung? —persuade Yoongi con una sonrisa extendiéndole lentamente una mano— Tu amistad con Jungkook y reputación a cambio del príncipe Park... ¿Tenemos un trato?
Taehyung le mira fijamente con su típica mirada fulminante y desconfiada hasta que respira hondo y acepta la mano.
—Trato.
De inmediato Yoongi sonrió y comenzó a reír mientras desaparecía conforme su risa se volvía un eco hasta terminar juntándose en una masa blanca y transparente que rápidamente se introdujo en Taehyung. Este se movió de su lugar sintiéndose un poco mareado y confundido por lo que acababa de pasar hasta que escuchó unas pisadas apresuradas bajar por las escaleras.
Era Jungkook.
—¡Taehyung! —le llamó avanzando hasta su celda con un rostro afligido y preocupado— Las cosas se están saliendo de control por la tormenta y temo que empeore. Te necesito en la cubierta... No puedo hacer esto sin ti, por favor.
Aún saliendo de su estado, Kim asintió varias veces con la cabeza y tragó saliva.
—Está bien.
—Gracias —sin decir más y solamente porque era una emergencia, Jungkook sacó las llaves del calabozo y abrió la celda de Taehyung— ¡Andando, temo que una ola haya fracturado la madera del mástil! —comenzó rápidamente a comentarle mientras corría devuelta a cubierta con el contrario pisándole los talones y sintiendo una sensación extraña en su interior al haber hecho un trato con el capitán Min Yoongi.
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Horas después, la tormenta había bajado un poco de intensidad provocando que el mar se relajara y no produjera olas tan gigantescas ni dañinas. Los tripulantes en cubierta se encargaron de sacar el agua dentro del barco y de intentar guiar el barco a un sitio más seguro. Aún así, la tormenta persistía con fuerza y no tenía indicios de parar en algún momento lo cual era una completa pesadilla para el príncipe Park.
Desde que inició la tormenta Jimin no había logrado conciliar el sueño ni un poco, manteniéndose paranoico y cubierto bajo sus sábanas. Ni siquiera podía ver hacia la ventana porque sólo el resplandor del relámpago le provocaba pavor y ni hablar del sonido.
Una vez se encontraba intentando dormir, cuando la puerta de su camarote es abierta de forma repentina. Inmediatamente se asusta y reacciona tomando su pistola en la mesa de noche para apuntarla hacia la persona que acababa de entrar.
—¡Hey, tranquilo! ¡Soy yo! —habló rápidamente el capitán Jeon alzando las manos mientras usaba su abrigo y sombrero como mayor protección ante la lluvia.
Agitado y consternado, Jimin bajó el arma de a pocos conforme Jungkook cerraba la puerta y se deshacía de sus prendas más pesadas.
—Lo siento —se disculpa el príncipe dejando el arma en su lugar y pasando una mano por su rostro— Estoy algo paranoico. ¿Cómo está todo afuera?
—Mejor —avisa con una pequeña mueca— La tormenta está cesando un poco pero creo que las olas han dejado algunos daños en el barco que tendremos que tratar mañana, pero descuida, no es nada grave.
Jimin asiente con la cabeza y de inmediato se sobresalta ante el sonido de un fuerte relámpago.
—¿Estás bien? —pregunta el capitán y se acerca con preocupación hacia la cama— Vine para actualizarte sobre la situación pero también quería saber tu bienestar.
—Estoy bien, solamente que no he podido dormir nada por los relámpagos —le resta importancia con una sonrisa fingida— Es-Es una tontería.
—Por supuesto que no, las tormentas y relámpagos dan miedo —explica serio— Yo estoy acostumbrado a ellas pero tú no y eso es normal.
—Si tú lo dices... —traga saliva mientras se abraza a sí mismo al sentir su cuerpo temblar.
Y Jungkook lo notó.
—Estás temblando.
—No es nada, siempre me pasa en estas situaciones, sólo-... —se detiene para cerrar sus ojos con fuerza ante el ensordecedor sonido de un relámpago— Sólo debo pensar en otra cosa, gracias por avisarme sobre la situación. Debes estar agotado así que es mejor que vayas a dormir.
Jeon traga saliva y le mira de pies a cabeza con cautela.
—¿Quieres que me quede?
Park le mira ligeramente sorprendido y niega varias veces con la cabeza.
—No, no es necesario.
—Tonterías —espeta comenzando a quitarse sus botas para subirse a la cama— Me quedaré contigo hasta que te duermas.
—Jeon, yo no... —comienza mientras se alejaba un poco.
—Cállate —interrumpe el capitán al finalmente colocarse al lado del príncipe y extendiéndole un brazo para que se acercara a él— ¿Qué esperas? Ven, yo no muerdo y lo sabes muy bien.
Jimin relame sus labios viéndole con inseguro y a punto de negarse hasta que el resplandor de un relámpago cercano iluminó todo el camarote logrando que se asustara e inmediatamente se aferrara a Jungkook como un niño. El relámpago sonó y el agarre de Jimin se intensificó en la camisa de Jungkook quien al instante lo recibió entre sus brazos con fuerza, sintiendo su corazón latir veloz y su cuerpo temblar en pequeños espasmos. Realmente estaba asustado.
—Háblame de lo que sea, por favor —pidió el rubio prácticamente escondiendo su rostro en el pecho del pelinegro para evitar mirar a su alrededor— Cualquier cosa.
—Está bien, uhm... —Jeon torció su boca mientras miraba a su alrededor pensando en algo entretenido que contarle a Park para distraerlo de la tormenta— Lo tengo, ¿te gustan las historias de terror?
—¿Por qué carajos querría escuchar una historia de terror ahora mismo? —le mira confundido.
—Vale, entonces eso no. ¿Historias de aventuras?
—Muy aburrido.
—Dijiste que podía contarte cualquier cosa pero eres bastante exigente... —voltea los ojos— ¿Entonces qué quieres escuchar? ¿Una historia de amor?
Jimin se muestra pensativo por unos segundos y finalmente asiente con la cabeza. Jungkook suspira y piensa en una historia durante unos segundos hasta que al fin algo coherente llega a su mente.
—Cuando era más joven amaba escuchar a mi padre contarme historias sobre la mitología griega y había una en particular que era de mis favoritas, quizás no es tan romántica pero tiene su chispa —comienza mientras se acomoda mejor en su posición teniendo al príncipe en brazos— Perséfone era la hija de Zeus, el Dios del Olimpo y de Deméter, la diosa de la agricultura. Perséfone era hermosísima, por lo que, Hades, hermano de Zeus y Dios del inframundo se enamoró perdidamente de ella. Un día, Perséfone se encontraba recogiendo flores con unas ninfas cuando de repente fue raptada por Hades.
—Qué horrible —empatiza Jimin con desaprobación en su voz.
—Sí, qué descarado... —murmuró en voz baja al pensar que parte de la historia se le resultaba un poco familiar— En fin, la cuestión es que la madre de Perséfone presenció todo el acto y se enfureció, le pidió ayuda a los demás dioses pero todos le tenían mucho temor a Hades así que se sumió en una profunda depresión, dejando de cumplir sus obligaciones divinas respecto al cultivo de la tierra... Zeus notó esto y le advirtió que la vida de los habitantes de la tierra estaba en peligro por una tierra infertil, ella le dijo que la única forma de que todo volviera a la normalidad era que su hija volviera, a lo que Zeus fue a dónde Hades para pedirle que liberara a Perséfone. Hades accedió pero como condición Perséfone no debía de consumir ningún alimento del inframundo hasta que se fuera o pertenecería al lugar, pero Hades tenía un haz bajo la manga, y cuando Deméter bajó hasta el inframundo a recoger a su hija, Hades le ofreció a Perséfone unas semillas de granadilla.
—¡Eso es trampa! —exclamó el rubio viéndole indignado— Dime que Perséfone no comió ninguna de ellas... —el silencio del pelinegro fue suficiente respuesta y llevó una mano a su rostro— Dios mío.
Jungkook rió y continuó contando la historia mientras acariciaba suavemente la espalda de Jimin.
—En efecto, Perséfone cayó en la tentación y consumió seis granadillas ofrecidas por Hades, violando las leyes del inframundo que penaban con la estancia en él a todo el que consumiese sus productos y siendo imposible romper por completo su lazo. Deméter, indignada, le pregunta a Perséfone cómo había podido aceptar el alimento ofrecido por ese ser maligno, a lo que Perséfone responde que realmente Hades no era tan malo y que además de respetarla, la amaba genuinamente, sin mencionar que ahora Perséfone se había convertido en una reina —suspira y relame sus labios— Deméter queda consternada y triste, a lo que Hades le propone que Perséfone pase la mitad del año con cada uno y ella aceptó. Sellado el acuerdo, Perséfone vuelve a la superficie con su madre y del suelo empezaron a brotar flores en gran cantidad, las cosechas volvieron a ser abundantes, pero pasado los seis meses, Perséfone tiene que volver al inframundo con Hades. Deméter sufre al ver partir a su hija, y estando deprimida volviendo a descuidar sus tareas. Sin embargo, cuando su hija vuele a ella, todo vuelve a florecer... Y así, mi querido príncipe, es como nacieron las estaciones del año. Fin.
—¿Fin? —Jimin se incorpora para verle consternado— ¿Es todo?
—Sí, ¿qué más querías? —se encoge de hombros— Al final todos reciben lo que quieren y son felices. Hades tiene a Perséfone por un tiempo y Deméter también.
Jimin hace un pequeño mohín mostrándose pensativo y reflexionando sobre la historia.
—Entiendo... Es curioso cómo Perséfone se enamoró de él a pesar de que la haya raptado.
—Pues ella misma lo dijo, quizás Hades no era tan malo después de todo —alza sus hombros con una pequeña sonrisa.
De inmediato, un fuerte relámpago ataca la habitación y Jimin se sobresalta para apegarse nuevamente a Jungkook con miedo. Este no puede evitar sonreír un poco y acostarse en la cama con el príncipe en sus brazos mientras acariciaba su cabello para que pudiera conciliar mejor el sueño.
—Zeus y Poseídon me las van a pagar —sentencia cerrando sus ojos y apretando más su agarre.
—¿Por qué? —murmura sobre el pecho del contrario.
—Porque Zeus tiene la habilidad de controlar los rayos y Poseídon el mar.
Park se ríe y bosteza un poco hasta finalmente cerrar sus ojos.
—Qué tonto eres.
—Vale, entonces les diré que sigan si eso quieres.
—Pues mejor dile a cupido que me deje en paz —dice en voz baja al estarse quedando dormido— O a Afrodita, quien sea.
—¿A qué te refieres? —frunció el ceño viéndole con esa expresión para darse cuenta que el príncipe se había quedado completamente dormido en cuestión de segundos.
Jungkook suspira y mira a su alrededor pensando en cómo lograría salir del agarre de Jimin sin que se despertara. Bajó su mirada para verlo de nuevo y no pudo evitar contemplar por varias segundos su bello rostro luciendo mucho más etéreo y angelical al estar dormido. De la misma forma, no pudo evitar acariciar con dedo índice su mejilla con delicadeza y recoger un mechón rubio detrás su oreja.
Sonrió un poco al sentirse terriblemente cómodo y sin ánimos de irse a su habitación, por lo que al final se acomodó mejor en la cama sin soltar al contrario y cerró sus ojos para dormir.
Oh, whoa-oh-oh-oh, I'm in love with Juda-as, Juda-as 🕺🏻
Dos cosas: 1) Sé que existen diferentes versiones respecto a la historia de la mitología griega de Hades y Perséfone, decidí elegir en la que se romantiza su secuestro y enamoramiento porque, si no se han dado cuenta, este fic es una romantización al secuestro también jajsjaja, como muchos fics que hay en Wattpad, así que espero que no haya un inconveniente derivado a una doble moral 🥴.
2) Nos estamos acercando cada vez más al final, pues este fanfic tendrá un aproximado de 35/36 capítulos, de hecho ya lo estoy terminando de escribir para que se vayan mentalizando, y creo que ya lo intuyen, que se vendrá el punto cúspide de la historia.
Nos vemos pronto, les tqm <3
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