012.
Jungkook guió a Jimin hacia un lugar no tan lejano de la cantina en donde habían varias habitaciones y afuera personas conversando y bebiendo entre sí mientras otros estaban besándose con mujeres.
—¿En dónde estamos? —pregunta Jimin pero es ignorado por completo cuando Jungkook se acerca hacia el hombre de la entrada y le entrega un pequeño saco de monedas.
—La habitación de siempre —pide con una sonrisa a lo que Jimin suelta una exclamación sarcástica y se cruza de brazos negando con la cabeza.
El hombre asiente y le entrega una llave con un número de habitación para finalmente darle acceso. Jungkook agradece y avanza por el lugar para comenzar a subir las escaleras con Jimin pisándole los talones.
—¿Por qué carajos me lleva a un prostíbulo, capitán? —interroga el rubio con exasperación mientras seguía al contrario— Yo no quiero ningún tipo de compañía.
—No estamos en un prostíbulo, Alteza —responde avanzando por un pasillo con varias puertas hasta detenerse en la última e introducir la llave— Es una habitación para dormir que tenía reservada, nada más —le sonríe de forma inocente.
Jimin voltea los ojos y mira a su alrededor de forma juzgadora.
—Por supuesto que es para dormir —responde sarcástico.
Finalmente Jeon abre la puerta y sin soltar el pomo mira a Park de forma sugerente.
—Entre —dice señalando con su cabeza la habitación.
—No voy a entrar ahí —niega el rubio con los brazos cruzados.
—¿No confía en mí?
—Por supuesto que no confío en usted.
—¿Quiere recuperar el anillo? —alza una ceja.
Jimin traga saliva y asiente con la cabeza a lo que Jungkook sonríe y entra a la habitación para indicarle con la mirada que también lo hiciera. Soltando un largo suspiro el príncipe finalmente lo hace y el capitán cierra la puerta para encender una lámpara. El rubio no pudo evitar observar la habitación con desconfianza notando que se trababa de una estancia pequeña y sencilla pero con un toque de elegancia que claramente era costosa.
—¿Aquí es donde trae a sus prostitutas? —intuye viendo al capitán deshacerse de sus pertenencias y colocándolas sobre la mesa de noche.
—Mujeres, hombres, a veces los dos —se encoge de hombros con una sonrisa— Lo que sea.
—Qué barbaridad —suelta negando la cabeza sin poder creerlo— Usted es increíble.
—Aunque la mayor parte del tiempo la utilizo para descansar —le mira atento— ¿Qué tanto le asusta? ¿Acaso es completamente virgen y puro?
—Claro que no —responde de forma inmediata y al instante se arrepiente— Es decir... las cosas funcionan distinto en la realeza —traga saliva y aparta la mirada— Se supone que no debemos mantener relaciones sexuales hasta el matrimonio porque es considerado un pecado.
—Oh... —murmura Jeon viéndole con más curiosidad mientras sacaba una conclusión— Y usted lo cometió, ¿no es así?
De inmediato Jimin le mira sorprendido para negar varias veces con la cabeza.
—Eso no es de su incumbencia, capitán —sentencia con voz seria— Solamente quiero mi anillo devuelta pero si va a pedirme algún acto sexual a cambio voy a rechazarlo rotundamente.
Ahora es Jungkook quien le mira con sorpresa y una sonrisa incrédula.
—¿Por qué cree que voy a pedirle eso? ¿Acaso piensa que soy ese tipo de hombre?
—Bueno, ¿qué quiere que piense si me trae a un lugar como este y me hace preguntas inapropiadas?
Jeon iba a contraatacar pero cierra la boca al analizar mejor la situación y después ríe.
—Tiene razón. Lo siento por el malentendido, no voy a pedirle nada como eso mientras no quiera —asegura sin dejar de sonreír.
Park no puede evitar concentrarse demás en esa sonrisa porque casi nunca había visto al hombre sonreír de esa forma, sumando el hecho de que estaba algo pasado de tragos teniendo sus mejillas sonrojadas y cabello desordenado lo que que lo hacía lucir bastante juvenil.
—Usted es joven —afirma viéndole de forma cautelosa y preguntado lo que hace días tenía en mente— Nunca me dijo su edad, ¿puedo saber?
—¿Así que ahora tiene curiosidad sobre mi vida? —pregunta vacilante.
—Sólo es una pregunta, pero está bien si no me quiere responder —se encoge de hombros.
—Tengo veintitrés años —responde con voz monótona— Generalmente siempre digo que tengo veinticinco porque las demás personas piensan que tengo esa edad, inclusive más, pero nadie sabe mi verdadera edad. Bueno, ahora usted lo sabe. No tengo la necesidad de mentirle, Alteza.
—Oh... —asiente lentamente con la cabeza intentando no demostrar lo sorprendido que estaba con saber esa información— ¿No es demasiado joven para ser el capitán de un barco?
—¿Y usted no es demasiado joven para ser el rey de toda una nación?
—Es diferente —frunce el ceño— Es una tradición de siglos que a los veintiún años se corone al primogénito de la familia real.
—Claro —responde con indiferencia mientras finalmente saca el anillo de su bolsillo y comienza a deslizarlo ágilmente entre sus dedos— Usted y yo no somos tan diferentes... Ambos somos líderes innatos con rangos altos, asumidos a una gran responsabilidad a temprana edad e hijos únicos.
—No me conoce —murmura con una mueca molesta.
—No, pero me gustaría hacerlo —continúa jugueteando con el anillo— ¿Así que era de la reina?
—Sí, me lo dio antes de fallecer y por eso lo quiero devuelta.
—Mi madre también falleció cuando era un niño —confesó Jeon con un repentino semblante sombrío.
Jimin traga saliva. No le sorprendía que Jungkook supiera lo de su madre porque era información que todo el mundo sabía.
—Pues... Lo siento mucho. Pero no cambie de tema y deme el anillo que es a lo único que vine —insistió firme.
—Vaya, qué sensible —se burla Jeon y suelta un largo suspiro avanzando hacia Park— Le daré el anillo con una condición.
—¿Cuál condición?
Jungkook se detiene cerca de Jimin de forma que la ventana de la habitación iluminara con la luz de la luna sus ojos azules.
—Quiero que me bese, Alteza.
—¿Qué? —susurra viéndole pasmado y niega varias veces con la cabeza— No haré eso.
—¿No es la razón por la que ha estado molesto conmigo? ¿Porque lo besé esa noche? Estoy dándole la oportunidad de hacerlo por su propia cuenta si lo desea.
Park vuelve a negarse y traga saliva.
—Yo no lo deseo.
—¿Ah no? —cuestiona comenzando a acercarse lentamente al príncipe mientras este retrocedía— ¿Entonces qué es?
Jungkook finalmente termina de acorralar a Jimin contra la pared quedando a centímetros de su rostro y sintiendo su respiración pesada.
—No sé de lo que me está hablando, capitán —responde sin mirarlo y sin tener la fuerza de voluntad para apartarlo.
—Usted sabe perfectamente de lo que hablo, Alteza —murmura el capitán alzando una mano para acariciar suavemente la mejilla del príncipe bajando hasta rozar su pulgar en sus labios y finalmente tomar su mentón para hacer que lo mirara a los ojos— Quizás no lo conozco del todo pero sí lo suficiente como para saber que miente y que desea que lo bese de nuevo. ¿No es así?
Jimin no responde, sólo abre instintivamente su boca cuando Jungkook roza sus labios con los suyos manteniendo la respiración pesada en anticipación y ojos entrecerrados.
—No sabe lo mucho que quiero besarlo ahora mismo —susurra el capitán sobre sus labios con sensualidad y voz lastimera— Pero me prometí que no lo haría de nuevo hasta que usted me lo pida.
Dicho esto se aleja abruptamente del príncipe quien se queda abrumado y confundido para después sentir algo duro en su mano. Así que baja la mirada para encontrarse con el anillo de su madre en la palma de su mano. Aún sorprendido alza la cabeza y observa al capitán recoger rápidamente sus cosas a excepción de la llave.
—La habitación es suya. Buenas noches —avisa Jeon antes de salir y cerrar la puerta con fuerza.
Park se queda solo en la habitación con el corazón acelerado y el sonido ensordecedor del silencio a excepción de las risas de fondo que se escuchaban afuera del lugar mientras intentaba recapitular los hechos ocurridos en tan poco tiempo.
Finalmente se deja caer con lentitud sobre la pared hasta sentarse en el suelo y llevarse ambas manos a la cabeza.
Bueno, poco a poco se va rompiendo la tensión entre estos dos pero quien sabe hasta qué punto. Nos vemos el sábado, les tqm <3
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