Jimin salió del camarote en donde dormía una vez le abrieron la puerta debido a que el capitán había ordenado encerrarlo durante una semana como castigo por intentar escapar en la isla. Llevaba puesto unos pantalones negros y una camisa holgada de mangas largas color verde musgo que contrastaba con su cabello rubio, el cual se desordenó al salir a cubierta porque el clima estaba relativamente nublado con poco sol y la tripulación se encontraba trabajando en la cubierta como en un día habitual.

Instintivamente buscó al capitán Jeon pero no lo vio en ningún sitio. No lo había visto desde la última vez que entró a su camarote donde discutieron y después...

—¡Buenas tardes, Alteza! —Taehyung apareció sonriente en su campo de visión— ¿Qué tal ha estado su estancia en el Belleza Negra?

—¿En serio lo preguntas? —responde sarcástico haciendo una mueca molesta.

—Oh, no tienes nada de que quejarte. ¡Te hemos tratado como un rey! —carraspeo y sonrió maliciosamente— En lo que cabe.

Jimin volteó los ojos e hizo ademan de volver al camarote pero inmediatamente Taehyung hizo un sonido en desaprobación y le detuvo del brazo.

—Espera, espera, tengo una pequeña propuesta que hacerte... —murmuró mientras lo acercaba a la borda del barco— Estaba esperando hasta que por fin salieras para hablarte sobre algo.

—No voy a hacer nada de lo que me pidas —avisa Jimin con anticipación y viéndole desconfiado.

Taehyung ríe.

—¡Claro que lo sé! Y de hecho eso me molesta bastante porque soy el segundo al mando en esta nave, cuando Jeon no está, yo soy el que está a cargo de absolutamente todo por lo que también tienes que obedecerme.

—En tus sueños voy a obedecerte —se burla con una sonrisa— ¿Dónde está el capitán?

—¿Por qué lo quieres saber? —alza una ceja y se cruza de brazos— Eso no es de tu incumbencia.

—Tampoco es de tu incumbencia mis asuntos con él —contraataca de la misma forma— Solamente quiero saber dónde está.

El pelirrojo le mira fijamente con ojos recelosos antes de inhalar y exhalar con fuerza.

—El capitán está en su camarote, como es habitual, muy rara vez va a estar encubierta con nosotros y sólo sale cuando se trata de una emergencia o asunto importante. Por lo que la mayor parte del tiempo soy yo quien está a cargo, así que tienes que ir acostumbrándote.

Jimin asiente firme con la cabeza.

—Perfecto —sentencia antes de darse la vuelta para dirigirse al camarote de Jeon pero nuevamente Taehyung le detiene en medio camino.

—¡Espera! ¿Estás loco? —le mira incrédulo— Jamás debes de entrar al camarote del capitán sin permiso, nadie puede. Sólo yo porque soy el segundo al mando.

—Bien, entonces dile que tengo que hablar con él.

Taehyung vuelve a reírse y negando con la cabeza toma el brazo de Jimin para arrastrarlo nuevamente a la borda del barco.

—Soy yo quien tiene un asunto pendiente contigo o más bien, todos aquí.

El príncipe inmediatamente miró a su alrededor para darse cuenta hasta ese momento que toda la tripulación estaba en la cubierta viéndole con sonrisas maliciosas y rostros molestos.

—Escuche, Alteza —comienza a decir el pelirrojo— Consideramos que el castigo que le dieron por haber intentado escapar en la isla fue sumamente suave para las consecuencias que sus acciones provocaron, varios de nuestros hombres aún siguen heridos por haber ido a salvar su maldito pellejo.

—Eso no es culpa mía —aparta la mirada y traga saliva.

Pero de inmediato Taehyung toma su mandíbula con fuerza y lo hace mirarlo a los ojos.

—Por supuesto que lo es —espeta viéndole molesto antes de soltarlo con brusquedad— Y ahora pagarás por eso caminando por la plancha del barco.

—¿Qué es eso? —susurra con inseguridad.

—Oh, solamente vas a dormir con los peces por unos minutos y con suerte te devore un tiburón.

—¡¿Qué?! —le mira aterrado.

—¡Aténlo! —ordena Taehyung y de inmediato varios hombres agarraron a Jimin para comenzar a atar sus manos con una soga. El joven rubio intentó defenderse y removerse de forma brusca pero era casi imposible cuando esos hombres le doblaban en fuerza y tamaño. El ruido en la tripulación era ensordecedor porque todos comenzaron a vociferar en voz alta y animar emocionados por el espectáculo que iban a ver. La vida en alta mar podría tornarse un poco aburrida por lo que los piratas acostumbraban a agarrar prisioneros para divertirse.

El único que no estaba animando era Seokjin quien estaba apoyado con los brazos cruzados sobre uno de los palos del barco observando con una mirada en desaprobación. Lastimosamente no podía hacer nada desde su posición para detener tal acto insano más que rezar con que el príncipe no muriera ahogado o hallase algún tiburón cerca.

En cuestión de segundos los piratas habían preparado todo para la ejecución mediante un tablón que se extendía desde un costado del buque para de esta manera hacer a la víctima caminar y caer en el mar.

—¡Suéltenme! —gritaba Jimin removiéndose entre las cuerdas cuando los piratas lo acercaron a la plancha para que comenzara a subirse.

—¡Alto!

Todos se detuvieron y callaron al reconocer la voz del capitán quien había salido del camarote al escuchar tanto escándalo. Seokjin soltó un suspiro de alivio. En silencio, Jeon se hizo paso tranquilamente entre la tripulación para dirigirse hacia donde estaba Park con un rostro serio y mirada profunda. Jimin se mantuvo de la misma forma teniendo su respiración agitada y cabello desordenado.

Jungkook se detuvo cuando estuvo cerca de Jimin y ambos se miraron fijamente con una tensión silenciosa que toda la tripulación pudo percibir. Sin apartar sus ojos de él, Jungkook tomó las manos atadas del príncipe y sacando una daga de su bolsillo cortó las cuerdas. Jimin tragó saliva y se permitió finalmente relajarse pero todo fue en vano cuando una macabra sonrisa se formó en el rostro del capitán antes de decir:

—¡Listo, continúen!

Inmediatamente la tripulación gritó eufórica alzando sus puños y espadas al aire mientras Seokjin volteaba los ojos. Jimin miró a Jungkook boquiabierto y este solamente le tomó de la camisa con fuerza para tirarlo hasta su cuerpo.

—Esto es por la cachetada —susurró en su oído.

Seguidamente le soltó permaneciendo sonriente ante la mirada de odio que le dio el rubio antes de que volvieran a tomarlo por los brazos y lo arrastraran hasta la borda. Con gritos y amenazas de espadas los piratas obligaron al príncipe a subir por la plancha para comenzar a caminar sobre el tablón.

—¡Vamos! – ¡Salta! – ¡Al agua! —vociferaban divertidos toda la tripulación al príncipe.

Jimin intentó controlar los fuertes latidos de su corazón cuando estuvo caminando lentamente sobre la plancha con los brazos extendidos y viendo el mar debajo de sus pies mientras el viento lo empujaba. Se detuvo solamente para voltear su rostro hacia Jungkook quien se encontraba viéndole apoyado sobre una de las cuerdas del barco y le guiñó un ojo con una sonrisa insuficiente. Jimin presionó sus labios con fuerza viéndole furioso hasta que Taehyung pisó con fuerza el tablón provocando que se tambalera y perdiera el equilibrio para finalmente caer de un salto al mar.

Toda la tripulación gritó más fuerte que antes y comenzaron a reírse a carcajadas.

Generalmente esa acción era un castigo psicológico que los piratas usaban para ejecutar a los prisioneros o tripulantes mal portados, se les ataban de manos y piernas y vendaban sus ojos para que no pudieran nadar y se ahogaran o en otras ocasiones no pudieran escapar de los tiburones. En otras ocasiones lo utilizaban para generar presión psicológica y miedo a la víctima para conseguir información, pero en la tripulación del Belleza Negra les gustaba utilizarlo como método de diversión y entretenimiento.

Todo era risas y diversión entre los tripulantes cuando después de varios segundos notaron que el príncipe aún no había salido del agua. El bullicio disminuyó de a pocos conforme todos comenzaban a preocuparse y extrañarse para buscarlo con la mirada. El capitán permanecía sonriente pero de inmediato su sonrisa se borró al percatarse de eso y le dedicó una mirada asesina a Taehyung quien solamente se encogió de hombros.

Jungkook maldijo por lo bajo e inmediatamente se incorporó de su lugar para avanzar con decisión hasta la borda del barco pero en ese momento Jimin sale a la superficie y toda la tripulación festeja.

Jimin permaneció flotando sobre el mar mientras daba bocanadas de aire y miraba a su alrededor viendo si podría nadar y escapar a alguna isla cercana pero no había nada. Estaban casi a mar abierto y la tierra se veía demasiado lejana. Volteó hacia el barco para observar como los piratas le lanzaba una cuerda con nudos para que pudiera volver a subir. Sin tener otra opción, nadó de regreso para tomar la cuerda y permitir que lograrán subirlo de vuelta a la nave.

Estando nuevamente en cubierta los piratas lo recibieron con aplausos y gritos de alegría mientras lo cubrían con una manta al estar temblando de frío. Pero Jimin no les estaba prestando atención porque su mirada solamente se enfocaba en Jungkook, viéndole con enojo y la respiración agitada. Entonces sin previo aviso le roba con agilidad la espada a uno de los piratas y avanza rápidamente hacia el capitán para colocar la hoja sobre su cuello antes de que intentaran detenerlo. Jungkook no se inmutó y solamente alzó una mano para indicarle a su tripulación que no hicieran nada.

Jimin mantuvo la hoja de la espada cerca del cuello de Jungkook de forma amenazante con la respiración agitada y mirada asesina. Sin dejar de mirarlo el capitán se impulsó lentamente al frente logrando que la hoja hiciera presión sobre su cuello.

—Hazlo —le retó en un susurro con una sonrisa ladina porque sabía perfectamente que el príncipe no lograría hacerlo.

Park tuvo un debate mental consigo mismo intentando que sus principios no lograran dominarlo y así poder matar a Jeon, pero no podía continuar por más que quería. Entonces notó como el capitán miró sus labios de reojo y alzó una ceja de forma sugerente logrando ponerlo inmediatamente nervioso. Por lo que terminó por alejarse y tirar la espada al piso.

Contra todo pronóstico, Jungkook se quitó su propio abrigo negro que siempre frecuentaba usar y se lo colocó a Jimin sobre sus hombros quien solamente apartó la mirada sin hacer nada al respecto. La tripulación permaneció expectante y asombrada porque el capitán nunca había hecho algo como eso.

Taehyung tensó su mandíbula en molestia y se fue a otra parte.

—Será mejor que se abrigue, Alteza —habla Jungkook con voz monótona— Está haciendo mucho viento y no quiero que enferme antes de que lleguemos a Tortuga.

Jimin alzó lentamente la mirada hacia Jungkook con sus ojos brillantes y cabello mojado sin decir palabra alguna. El capitán tragó saliva y aclaró su garganta mirando a su tripulación.

—¿Y ustedes qué están haciendo ahí parados? ¡A trabajar! —ordenó en voz alta y de inmediato los hombres continuaron sus labores como si nada hubiera pasado.

Le dio una última mirada al príncipe antes de darse media vuelta y volver a su camarote.

Lo sé, fue un capítulo un poco corto pero espero les haya gustado. Agradezcamos que Jeon tuvo compasión de Jimin y no lo arrojó vendado, atado de manos y pies por la borda como comúnmente se hacía, jajs. Btw, ya es escrito varios capítulos de este fic por lo que he estado considerando en establecer un horario para publicar capítulos por lo menos dos días a la semana, podría estarlos publicando entre martes y sábados en la tarde noche, por lo que me gustaría saber su opinión al respecto 🥰 gracias por leer y por su atención, les tqm.

Nos vemos, chau 🖤