009.
El capitán Jeon no era una persona abierta con sus emociones o sentimientos ni mucho menos compasiva. Pero había algo en el príncipe Park que derrumbaba toda esa estructura insensible que había creado durante años.
Él era temido por otros piratas, capitanes y guardias costeras. Era conocido por intimidar siempre a las personas y por su inusual humor sarcástico en situaciones serias. Siempre lograba lo que se proponía, siempre. Quizás el haber sido asignado como capitán desde muy joven le hizo tener un ego bastante alto y complejo de superioridad indestructible. Sumándole esa enorme necesidad de dar órdenes y ser obedecido.
Pero no entendía porque a veces su máscara se caía un poco con el príncipe, aunque quisiera, no podía ser completamente rudo con él como lo era con sus tripulantes. Tampoco era el hombre más cruel del mundo, habían piratas peores que él. Sin embargo, nunca se disculpaba de nada y con nadie. Rara veces lo hacía.
¿Entonces por qué ahora sentía la inmensa necesidad de disculparse con Jimin? Él no hizo nada para tener que pedir perdón, es su trabajo como pirata hacer todo lo que hace. No tendría por qué disculparse por ser como era y menos con un hombre que claramente lo odiaba. ¿Era quizás la apariencia angelical del príncipe lo que le hacía caer? ¿O simplemente un inevitable respeto hacia su persona?
Así que allí se encontraba, al frente de la puerta del camarote donde se alojaba su alteza real, andando de un lado a otro con las manos en la espalda y debatiendo si era buena idea entrar. Era de noche y los tripulantes ya se habían ido a dormir, algunos se habían quedado a hacer guardia por lo que habían algunas lámparas encendidas alrededor de la embarcación, dando un poco de iluminación al oscuro océano.
Horas antes Seokjin había salido e indicado que el príncipe se encontraba aún en shock por lo ocurrido, pidió que le diera tiempo para asimilar las cosas y que era de esperarse su reacción, pues claramente no estaba acostumbrado a ese tipo de experiencias, como ellos. Alguien que se cría en un palacio, rodeado de lujos y lugares hermosos con personas sonrientes, no estaba preparado para un mundo casi ficticio, sangriento y aterrador.
Jimin no se suponía que tuviera que estar viviendo esto.
Finalmente Jungkook tomó aire y abrió lentamente la puerta. Jimin se encontraba sentado sobre una silla al lado de una ventana, abrazando sus piernas pegadas al pecho mientras miraba fijamente el océano. Ni siquiera se inmutó cuando Jungkook entró, es como si estuviera ignorando completamente su presencia o en un pequeño trance.
El capitán de la nave tomó otra de las sillas y le dio la vuelta, sentándose de forma contraria y colocando sus brazos cruzados sobre el respaldar para apoyar su mentón en ellos mientras observaba atentamente al príncipe.
Se quedaron en un pequeño silencio durante largos segundos.
—¿Por qué me trajo aquí? —Jimin rompe el silencio sin apartar su mirada del mar.
Jungkook frunce levemente el ceño e inclina su cabeza.
—¿A qué se refiere? Creí que había entendido por qué le tengo aquí.
—Me contó sobre el plan, pero no la razón o propósito —finalmente voltea le mira— ¿Por qué quiere llegar a esa estúpida fuente?
—Quiero vivir para siempre, ser completamente invencible y legendario. Y darle el botín del oro a mi tripulación. No tenemos nada que perder más que a nosotros mismos. Es parte de la ambición de un pirata.
Jimin niega lentamente con la cabeza.
—No, hay algo más. Dijo que planeó este viaje por años, se está jugando el pellejo al secuestrar a un futuro rey y si lograse obtener la vida eterna, sería mayormente buscado por tal delito. ¿Y qué si le atrapasen? No le podrían matar pero sí encerrar literalmente de por vida. ¿Cuál es el sentido en eso?
Jeon sonríe un poco.
—Si me atrapan, lograré escapar. Yo siempre logro escapar.
—Pero sabe que tengo razón —murmura viéndole con atención, como si estuviera examinando cada reacción de su rostro— Este plan era de alguien más, ¿no es así, capitán?
Y entonces la sonrisa del pelinegro se desvanece pasando a una sombría mirada. Ahora el rubio es quien sonríe al haber acertado.
—¿Le atiné?
—Algo así —afirma suspirando y mirando por la ventana.
—¿De quién era?
—Eso no le interesa, Alteza —le mira seriamente— Pero tiene razón, hay algo más sobre la fuente que no le he dicho... Además de obtener la vida eterna hay una leyenda que dice que con con la fuente se puede resucitar a un ser vivo. Pero para ello hay que sacrificar a alguien en la fuente. Un alma por otra alma.
El rostro de Jimin se relaja demasiado y su cuerpo se tensa observando a Jungkook con ojos recelosos. Y antes de que este último pudiera preguntar algo al respecto, el rubio se levanta de un golpe de la silla.
—¡Así que sí planea matarme! —intuye a la defensiva mientras su pecho comienza a agitarse.
Jungkook también se levanta de la silla viendo al contrario con cautela.
—Eso no fue lo que dije.
—¿Ah no? —se cruza de brazos viéndole incrédulo— Veamos, tiene a toda su tripulación y a una persona que rapto para su beneficio. No creo que sea tan hijo de puta como para matar a uno de sus hombres sin ellos saberlo. Por eso también intenta conservarme con vida, ¿verdad? ¡Porque claramente ya tiene planeado matarme en la fuente!
—Vaya, usted es muy inteligente —sonríe el capitán— Acertó en algunas cosas pero no en todo. Efectivamente planeo matar a alguien, pero no a usted.
Jimin se exaspera sintiendo su pulso y enojo incrementar.
—Entonces dígame la verdad —exige entre dientes— Merezco saber la verdad detrás de todo esto a ver si así puedo entender un poco el por qué estoy pasando por esta mierda.
—Lo necesito para el plan, pensé que lo había entendido y lo que le suceda es parte de la diversión —Bien. Eso fue cruel. Su plan de pedirle disculpas se había ido por la borda, no planeaba mostrarse empatico hacia el rubio. La máscara no volvería a caerse, no más.
Park le observa ligeramente asombrado por su respuesta y entonces explota.
—¡Yo no merezco estar aquí! —exclama acercándose al contrario— ¡Yo debería de estar preparándome para ser un rey, no siendo rehén de un lunático como usted!
—¿Lunático? —alza sus cejas dando unos pasos al frente— ¿Le digo quienes son los lunáticos? ¡Esos animales caníbales que intentaron matarlo! ¡De quienes yo le salvé!
—¿Y por qué me atraparon? ¿Por qué intenté huir? —se detiene a un metro de distancia y alza el mentón viéndole interrogante— ¡Oh, cierto! ¡Por su culpa!
—¡Se equivoca! ¡Es su culpa por intentar huir! —le señala— ¡Le dije claramente que se quedara ahí y no me hizo caso! ¡Joder! —tira levemente su cabello con ambas manos— Yo tenía todo controlado, cada maldito paso del plan y usted solamente lo está complicando todo. ¡Estoy haciendo todo lo posible para no hacerle daño pero parece que me obliga a hacerlo!
Jimin suelta una risa seca.
—¡Vaya! ¿Así que ahora no quiere herirme? Usted es patético.
Jungkook se enfurece y rompe el espacio personal del contrario para verle amenazante.
—Será mejor que cierre la maldita boca ahora mismo, debilucho de mierda.
—¿O qué? —alza una ceja viéndole fijamente a los ojos— ¿Va a golpearme? ¿Va a aprisionarme? ¿O sigue viéndome como una flor delicada a la cual no quiere lástimar? Y luego yo soy el debilucho.
—Tengo mis razones, si pienso devolverlo a su querido palacio lo ideal sería que estuviese en las perfectas condiciones, ¿no cree?
—Defina "perfectas condiciones", porque míreme ahora —sonríe falsamente— Tengo más de un rasguño y creo que mi estabilidad emocional se fue a la mierda en ese lugar. Claro, estoy en perfectas condiciones y sólo llevamos dos semanas de viaje. ¡Excelente plan, capitán!
Jeon frunce el ceño y tensa su mandíbula. Aquello había herido su ego.
—¡No me eche la culpa de su desobediencia! —grita y observa con detenimiento el rostro del rubio— Usted no es más que un idiota rebelde que no tiene ni puta idea de cómo es la vida y por eso está tan asustado... —le mira con burla— Terminará muriendo en manos de otros por su ignorancia.
—Prefiero morir en manos de otros que en manos suyas —espeta con rabia— ¡Usted me da asco!
—¿Ah sí? —invade su espacio personal en un intento de intimidarle, viendo todo su rostro y de reojo sus labios para volver a su ojos— ¿Qué tanto, Alteza?
Jimin hace lo mismo fulminándole con la mirada y tragando saliva.
—Muchísimo, capitán. Cada vez que le veo me dan ganas de vomitar, usted es completamente despreciable... —responde mirando de reojo los labios ajenos y después perdiéndose en sus ojos azules— Y lo odio.
Se quedan mirándose fijamente y de forma retadora con las respiraciones agitadas a una íntima distancia. Esperando que alguno de los dos cediera al otro, pero ambos eran jodidamente testarudos y orgullosos.
Finalmente Jungkook mira los labios de Jimin y susurra:
—Pues va a odiarme más.
Entonces toma fuertemente al rubio de la nuca y estampa sus bocas.
El corazón de Jimin da un vuelco y prácticamente su mente se dispara lejos, instintivamente coloca sus manos en el pecho de Jungkook para alejarlo. Pero este hace todo lo contrario, se acerca más y hace presión sobre sus bocas hasta lograr meter su lengua y besarle de verdad. Jimin pierde la consciencia de todo por un segundo, abriendo más su boca y enterrando con fuerza sus dedos en la camisa del contrario.
Pero fue cuestión de segundos en que volvió a la tierra y se apartó bruscamente del capitán para proseguir a darle una dura cachetada el rostro.
—¡Es un enfermo! ¿Cómo ha tenido la osadía de besarme? —exclama completamente alterado y asustado. Ni siquiera sabe si de sí mismo o de Jeon.
Jungkook voltea su rostro con una sonrisa socorrona sobando su mejilla.
—Vamos, Alteza. ¿Me va a decir que no lo sintió?
—¿Sentir qué?
—Sabe de lo que hablo —explica brevemente mirándole con diversión y anticipación— Le gustó. Así que sí es de los míos...
—¡No! —responde de inmediato, retrocediendo— No sé de qué mierda me está hablando, solamente no vuelva a hacerlo y manténgase alejado de mí.
Ignorando sus palabras, Jeon se acerca con lentitud.
—Tranquilo, aquí en alta mar es muy común las relaciones entre hombres. Claramente la gran mayoría prefieren a las mujeres pero ese no es mi caso —sonríe con un encogimiento hombros— Quizás esté enfermo, no lo sé.
Jimin traga grueso, su corazón aún no había dejado de latir acelerado y le costaba respirar. Era demasiado que procesar en una sola noche.
—Es una locura —responde con voz algo temblorosa negando varias veces con la cabeza— Es incorrecto, inmoral y antinatural... Un pecado nefando.
—Bueno, no es tan diferente a lo que acostumbramos a hacer.
—Esto es diferente.
—Claro, solo quería probar algo y ya tengo mi respuesta —mete las manos en sus bolsillos con una expresión victoriosa— Debería de plantearse más sus intereses, Alteza.
El príncipe le mira horrorizado y enseguida aparta la mirada apretando sus manos en puños.
—Esto nunca sucedió. Quiero que se vaya, ahora.
Sin reprochar y para su sorpresa, el capitán asintió.
—Bien, buenas noches —se despidió antes de salir y cerrar la puerta.
Inmediatamente Jimin se dejó caer en la cama, permaneciendo sentado y con las manos en su cabeza. Ahora no podía quitar la sensación de sus labios ni mucho menos el cosquilleo en su estómago, además de sentir que su cabeza explotaría porque todo había pasado muy rápido.
Y efectivamente, ahora odiaba mucho más al capitán Jeon.
Poco a poco se rompe la tensión. Pero JK ya dio el primer paso, quizás no de la mejor forma pero lo hizo.
Nos vemos pronto, chau ✨
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