008.
Jungkook no lo pensó dos veces y mandó a la mierda a su incompetente tripulante para correr junto con Taehyung y los hombres que le acompañaron nuevamente al interior de la selva, guiándose por el sonido de aquel grito, pues había sido del lado izquierdo y mucho más adentro. Una gran ventaja es que ya estaban acostumbrados a correr y eran muy rápidos en eso, por lo que no tardaron en encontrar a Jimin.
Pero no en las mejores manos, todos se detuvieron cuando se toparon con varios hombres de alta estatura y piel oscura, su aspecto era sumamente inquietante y las marcas de pintura en sus pieles sólo indicaban con certeza que se trataban de caníbales. Y estos eran muy sádicos. Pues ya habían lidiado con este tipo de personas antes.
Ellos tenían a Jimin agarrado de ambos brazos por dos diferentes personas que eran sumamente fuertes y musculosas, tenía una venda en la boca y estaban a punto de llevárselo. Un hilo de alivio combinado con esperanza cruzó los ojos de Jimin cuando Jungkook apareció e inmediatamente comenzó a hacer ruidos amortiguados y a removerse para intentar huir.
Los caníbales apuntaron con sus armas al grupo intruso quienes se mantuvieron quietos y cautelosos de sus movimientos.
—Hola —comienza Jungkook con voz neutral, viéndoles precavido— Lo siento, pero ustedes tienen algo que es nuestro.
—Tú tener algo nuestro también —respondió uno de ellos señalando la bolsa de uno de los piratas donde estaba guardado el cáliz.
—¿Suyo? —frunce el ceño— Se equivocan, eso no es pertenencia de nadie. Solamente lo pedí prestado y lo devolveré después.
—Príncipe tampoco tuyo —responden.
Jungkook se queda completamente sorprendido. ¿Cómo sabían que Jimin era un príncipe? ¿Es posible que lograsen reconocerlo?
—¿Para qué lo quieren? —pregunta con el fin de responder su inquietud.
—Nosotros necesitar sangre del príncipe y santo cáliz —explican— Queremos vida eterna.
—Mierda, también buscan la fuente de la juventud —le susurra Taehyung a Jungkook— ¿Qué hacemos?
Entonces Jungkook decide fingir demencia.
—¿Pero de qué hablan? Él no es un príncipe —señala a Jimin— Es uno de los míos y lo andábamos buscando porque lo habíamos perdimos de vista. No tienen ninguna forma de probarlo.
Los caníbales le observan con desconfianza y molestia, entonces uno de ellos dice:
—Hombre vudú —fue más un llamado. Porque después de decir esto, uno de ellos, el que tenía el aspecto más tenebroso, se acercó a Jimin y tomó una de sus manos. El rubio inmediatamente quiso alejarse pero ellos eran muy fuertes por lo que fácilmente aquel hombre extendió la palma de su mano y sacando un cuchillo le hizo un rápido corte en la palma. El grito que pegó Jimin fue amortiguado por la venda en su boca. Ignorando eso, el "hombre vudú" tocó la sangre del chico con un dedo y lo chupó.
Tanto Jimin como los piratas se quedaron viéndoles horrorizados y extrañados, el hombre pareció saborear durante unos segundos y finalmente asintió con la cabeza.
—Hombre rubio tener sangre real. Hombre rubio ser príncipe. Nosotros sacrificar y tener el santo cáliz también.
—¿Qué? —suelta Jungkook intentando no lucir asustado y sorprendido al respecto— ¡Eso no prueba nada!
—Santo cáliz —repiten, señalando nuevamente la bolsa y amenazando con sus armas.
Pero Taehyung se niega rotundamente dando un paso al frente.
—No, el cáliz en nuestro, y el príncipe también.
Los caníbales permanecieron en silencio unos segundos mirándose entre sí. Entonces uno de ellos dio una orden en otro idioma y al instante una parte avanzó para atacarlos, los piratas inmediatamente sacaron sus espadas y comenzaron a luchar contra ellos. Y la otra parte se encargó de llevarse a Jimin quien en un intento de zafarse logró remover la venda de su boca.
—¡Jungkook! —gritó llamando la atención del capitán mientras peleaba y sin haberse percatado de eso. Sin embargo es atacado nuevamente por lo que vuelve a distraerse viendo de reojo como se llevaban a Jimin y lo perdía de vista. Rápidamente recuperó energías y comenzó a golpear y acuchillar a los caníbales junto a sus compañeros hasta que finalmente lograron vencerlos.
Taehyung sacó con fuerza la espada del pecho del último que faltaba hasta que cayó muerto al suelo, la selva quedó en un silencio momentáneo junto con las agitadas respiraciones de los piratas e intentando recuperar las energía.
—¡Joder! Se llevaron al príncipe —exclama uno de los piratas— ¿Qué hacemos, capitán?
Jungkook permanecía jadeante y con la frente sudorosa sin apartar la vista del sendero donde se llevaron a Jimin.
—Lo recuperemos. Hay que volver rápidamente al barco para reunir a más hombres y atacar a esos lunáticos.
—Señor, ¿acaso aquel caníbal mencionó la palabra sacrificar?
—Sí, ellos no piensan llevar a Jimin hasta la fuente como debe de ser, ellos quieren matarlo y extraer toda su sangre. No podemos permitir eso. ¡Así que andando!
Aquel grupo salió corriendo nuevamente hasta la playa lo más rápido que podían, pues era cuestión de segundos para que los caníbales aniquilaran a su más grande tesoro.
Y no era mentira, en el otro lado de la selva, Jimin eran arrastrado por aquellos hombres hasta lo que parecía su aldea. Allí estaban todos reunidos alrededor de una plataforma de piedra la cual tenía una extraña mesa con restos de sangre y huesos. Inmediatamente le amarraron con fuerza las manos por detrás con una dolorosa soga y guiaron hasta aquella roca pasando entre la multitud de caníbales que la gran mayoría estaban pintados completamente de banco y con rayas negras. Conforme pasaba los caníbales parecían recitar cosas en otro idioma y querían tocarlo, otros ponían sus ojos en blanco como si estuvieran endemoniados. Todo era realmente escalofriante y por más que Jimin luchaba e intentaba huir era en vano. Estaba rodeado de caníbales en un lugar completamente desconocido.
Una vez arriba de la plataforma de roca obligaron a Jimin a ponerse de rodillas al frente de aquella mesa que no era lo que parecía, pues tenía una especie de abreviatura como si fuese una pequeña bañera. Lo aterrador es que estaba teñida de sangre seca. Al parecer les cortaban el cuello a sus víctimas y dejaban caer su cabeza para dejar escurrir su sangre sobre el hueco.
El corazón de Jimin estaba en su garganta casi a punto de salir del miedo que sentía en ese momento. No podía creer que esto le estuviera pasando o que realmente existiera, sentía y sabía que iba a morir. Su cabeza fue agachada por medio de su cabello por alto caníbal que se posicionó detrás suyo y comenzó a hablar a su gente casi en gritos en un idioma que el príncipe desconocía. El gentío gritaba a favor y alzaban sus lanzas al aire, cada vez más fuerte.
Entonces el caníbal saca una especie de daga y levanta la cabeza de Jimin por medio de su cabello para colocar el objeto filoso sobre su cuello sin dejar de hablar. Con la respiración agitada y ojos llorosos, Jimin se sintió en una delgada línea entre la vida y la muerte, rozando esta última casi por completo, así que cerró sus ojos y esperó hasta su final. Ya no tenía escapatoria.
Y justo cuando el caníbal se dispuso a rajarle el cuello se escucha un fuerte estruendo y seguidamente la gente comenzó a gritar. Jimin reconoció ese sonido como el de un disparo, por lo que instintivamente abrió los ojos y más porque sintió un poco de líquido caer en su rostro y cabello. Su cuerpo se sintió completamente aliviado al ver a Jungkook junto con su tripulación apuntando con un arma a su dirección, entonces volteó su cabeza para ver detrás y encontrar el cuerpo muerto de aquel caníbal mientras derramaba sangre.
—Dios mío —susurró quedándose sorprendido por la imagen visual y por el hecho de que tenía sangre del tipo en su rostro. Inmediatamente sintió ganas de vomitar pero todo a su alrededor era un caos, los piratas invadieron el lugar y empezaron a atacar. Fue cuestión de segundos para que Jungkook llegara a su dirección y rápidamente con un cuchillo cortara las sogas en sus muñecas.
—¡Vamos! —el capitán le ayuda a levantarse, dispara un poco más hasta que se queda sin balas y finalmente toma al príncipe de la muñeca para dirigirse hasta la selva— ¡Corre! —ordena y ambos comienzan a correr dentro de la selva.
Pero en medio camino se topan con dos caníbales armados, Jungkook suelta a Jimin y saca su espada e intenta encargarse de ambos pero le es imposible. Mientras Jungkook lucha con uno, el otro se acercó a Jimin con su lanza e intentó golpearlo con eso, pero Jimin rápidamente la esquivó y le dio una patada en el abdomen.
—¡No pelee, huya! —le ordena Jeon cuando vió la intención de Park.
El príncipe iba a negarse pero entonces aquel caníbal se recupera y se acerca a su dirección. Jungkook estaba ocupado con el otro por lo que Jimin decidió obedecerle y salir corriendo con el caníbal persiguiéndole. Pero conforme huía, se confundió y tomó un camino distinto. Jimin se detuvo en seco cuando al frente suyo se encontraba un pequeño acantilado con un río debajo, se volteó dispuesto a encontrar otro camino pero no esperó que el caníbal estuviese al frente suyo lo que logró asustarle y retroceder por inercia.
Mala idea.
Jimin cayó al río antes de que el caníbal lo atrapase.
Después de unos segundos de estar bajo el agua, el rubio logra salir a la superficie y agradeció que el río no estuviera en movimiento, pues eso le permitió rápidamente comenzar a nadar hasta la orilla más cercana. Con su cuerpo empapado y pesado, llegó a la orilla y se permitió toser un poco. Finalmente miró a su alrededor y se quedó paralizado al reconocer lo que creyó que eran troncos o rocas grandes a sus lados como caimanes.
Estaba rodeado de caimanes dormidos.
Literalmente ahogó un grito llevando una mano a su boca y sintiendo su corazón latir como a mil por hora.
Lo primero que hizo fue mantener la calma y suspirar, lentamente comenzó a incorporarse, intentando hacer el menor ruido posible. Pero cuando colocó un segundo pie en el suelo, pisó una pequeña rama e inmediatamente los caimanes abrieron sus ojos y los enfocaron en Jimin.
Jimin gritó y se levantó para comenzar a correr hasta el muro que era parte del acantilado, rápidamente trepó las enormes rocas que estaba apoyadas pero no eran suficientes para mantenerlo en alto o poder salir. Entonces se volteó y gritó, pegando su cuerpo a la pared al observar tres enormes caimanes al frente suyo e intentando subir las rocas para devorárselo.
—Dios mío... —murmuró aterrado, intentando retroceder lo más que podía y subir inútilmente aquella pared de tierra— Dios mío, Dios mío. ¡Ayuda!
—¡Hey!
Jimin miró hacia arriba, en la orilla del acantilado se encontraban Jungkook y Taehyung quienes inmediatamente dispararon a los caimanes pero no les hizo daño, más bien hicieron enojarlos más. Taehyung no cedió y siguió disparándoles mientras que Jungkook se agachó e inclinó todo su cuerpo en dirección al rubio.
—¡Jimin! —le llamó por primera vez captando su atención y extendiendo su mano— ¡Tome mi mano!
Sin dudar el príncipe lo hizo, sosteniéndose prácticamente del brazo del capitán quien utilizando su gran fuerza se impulsó hacia atrás para lograr subirlo. Finalmente y con ayuda de Taehyung, lograron sacar a Jimin del acantilado. Jungkook no esperó nada más para tomar el brazo del chico y prácticamente arrastrarlo al interior de la selva. Entre los tres corrieron apresurados hasta la playa, el sol comenzaba a ocultarse por lo que la iluminación se estaba disminuyendo, pero aún así, lograron llegar a los botes con los demás tripulantes y navegar nuevamente a la nave.
Una vez a bordo permanecieron jadeantes en el suelo intentando recuperar la respiración y cayendo en cuenta de todos los hechos ocurridos.
Jimin se incorporó con dificultad sin dejar de toser y temblar. Pero fue cuestión de segundos hasta que alguien le tomó de la camisa y lo estampó con fuerza contra el mástil. Era el capitán Jeon y estaba viéndole completamente furioso.
—¡¿Qué mierda pensaba?! —le gritó completamente fuera de sus casillas— ¡Casi te matan, idiota!
—¡Capitán! —le reclama Seokjin dando un paso al frente.
—¡Déjeme en paz! —exclamó igual el rubio viéndole con ojos llorosos y traumatizados por lo que acababa de vivir, su rostro aún estaba con restos de sangre. Entonces su mirada se vuelve suplicante como si estuviera rindiéndose— Por favor... —pide con voz rota.
Jungkook notó eso y poco a poco su mirada se suavizó viendo asustado a Jimin mientras caía en cuenta de sus acciones. Entonces aflojó el agarre de su ropa y se alejó. Jimin sintió sus piernas débiles y cedió al suelo, rápidamente Seokjin se acercó a él y le ayudó a levantarse.
—Atiéndelo —ordena el pelinegro en voz baja y sin mirar al rubio a los ojos.
—Sí, señor —responde Seokjin y guió a Jimin hasta su camarote para poder curar sus heridas.
Jeon traga grueso mientras observa a Park alejarse, aún teniéndolo a salvo, su corazón no dejaba de latir agitado y angustiado. Pero también culpable.
Bueeeno, este fue un capítulo intenso y nuestro príncipe casi muere 😔👍🏻 opiniones? que harían ustedes en su lugar?
Nos vemos, cuídense mucho 🤍
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