004.
Al día siguiente Jimin decidió salir por cuenta propia de su habitación para observar a los tripulantes trabajar en la nave, iban de un lado a otro, siguiendo órdenes del capitán y segundo al mando. Eran más de veinte hombres, casi treinta. Todos de diferentes edades, razas y etnias. Cada uno con una labor en específica para hacer. Ni siquiera notaron su presencia, dehecho intentó hacer lo menos posible para que notaran que había salido. No quería volver a golpear accidentalmente a alguien.
Comenzó a subir las escaleras hacia la cubierta del barco donde estaba el timón, esquivando a los piratas que pasaban a su lado y mirando de reojo a Jungkook y Taehyung hablar a lo lejos en la parte delantera del barco.
Una vez arriba, Jimin contempló a la tripulación y también observó la extensión del barco. Realmente era hermoso, sus velas y madera color negro le hacían tener un aspecto siniestro pero sobre todo elegante.
Seguidamente avanzó hacia la borda del barco y apoyó su cuerpo, observando silenciosamente el mar. Anoche las palabras del capitán lo dejaron pensando y sin sueño. ¿Una fuente de la juventud? ¿Resurrección? ¿Criaturas marinas? Por un momento creyó que todo eso era falso y una locura de aquel tipo, pero después concluyó que el capitán no era el único quien creía en eso, los tripulantes también. Y pensó, que no llevaría a un viaje peligroso a treinta hombres sólo por una leyenda o una suposición. Y que de ser así, aquellos hombres no arriesgarían sus vidas por algo que no tenían pruebas o seguridad de que funcionaría.
Pero allí estaban, siguiendo las órdenes de su capitán, secuestrando al príncipe de Inglaterra para completar el ritual. Sólo un completo idiota se arriesgaría a hacer eso por una leyenda.
Realmente no sabía si todo lo que le dijo Jeon anoche era cierto. Pero si es verdad, entonces no iba a darles el gusto de conseguirlo.
Haría todo lo posible para arruinar el plan del capitán.
Haría todo lo posible para escapar aunque le costara la vida, mientras no muriera en manos de alguno de esos piratas, habría válido la pena.
Tenía un deber que cumplir. Su coronación sería en tres meses y no podía fallar al reino de esa manera, tampoco romper con la tradición familiar.
Tenía que escapar.
—Buen día, Alteza.
Jimin se sobresaltó y miró a su derecha, encontrándose con Taehyung imitando su acción de ver al mar.
—Hola... —murmuró con pesar, apartando la mirada.
El pelirrojo notó desde su posición una pequeña herida en la palma del príncipe y frunció el ceño.
—¿Qué le pasó en la mano?
—Pregúntale a tu querido capitán.
—Oh... —sonríe con suavidad— Así que le contó todo... ¿Está listo para la aventura? —pregunta, colocando una mano en su espalda.
—Estoy listo para golpearte la cara si vuelves a tocarme —espeta el rubio, apartándose completamente del pelirrojo— ¿Y qué clase de pregunta es esa? Por supuesto, en mis planes estaba embarcarme por el Mar Caribe con piratas...
Taehyung ríe.
—En algún momento se adaptará y podrá ayudar en la tripulación como los demás.
—¿Y por qué mierda haría eso?
—Porque cuando menos se de cuenta, usted se habrá convertido en un pirata.
Jimin le observa ofendido.
—¿Qué? Yo soy un príncipe, y siempre lo seré. Jamás me convertiré en un asqueroso pirata.
—Eso decía yo.
La mirada del príncipe se relajó a una sorprendida y estuvo a punto de preguntar hasta que de repente Jungkook se entromete entre ellos dos, colocando sus brazos en sus hombros.
—¿De qué hablan? —pregunta viendo a cada uno con una gran sonrisa.
—El príncipe dice que quiere saltar por la borda —dice Taehyung con un tono divertido.
—¿Qué? ¡Jamás dije eso! —se defiende inmediatamente.
—¿Quiere ser comida de los tiburones, Alteza? —interroga Jeon, sorprendido— Porque aquí hay bastantes y muy hambrientos...
—¡Ahg! —suelta obstinado el rubio, haciéndose ademán de irse pero inmediatamente el capitán lo detiene del brazo con fuerza.
—¿A dónde va? —su voz sale gruesa, inclusive molesta— Estoy a punto de anunciar el inicio del viaje. Qué falta de respeto.
Park gruñe, viéndole con desprecio e incredulidad.
—Me importa un carajo su viaje y lo sabe muy bien. Déjeme en paz.
Jeon mantiene un rostro inexpresivo por unos segundos.
—Taehyung —llama y enseguida el pelirrojo se acerca— Sosténlo —ordena, literalmente pasándole a Jimin como si fuera un objeto.
—¡Hey! —exclama Jimin cuando es agarrado por Taehyung y siendo retenido— ¡Te odio! —inmediatamente su boca es cubierta por la mano del pelirrojo.
Jungkook le ignora completamente, caminando como si nada hacia el timón. Observó por unos segundos con orgullo y ambición a su tripulación antes de silbar con fuerza.
—¡Escúchenme, perros sarnosos! —gritó captando la atención y obteniendo el silencio de la tripulación— ¡A partir de ahora, entraremos en las aguas más peligrosas del caribe y no sabremos lo que nos espera... Así que los que pensaron que esto sería un paseo por los jardines del rey, será mejor que salten de la borde cuanto antes! —advierte— ¡No será nada comparado con lo que haré si se arrepienten en el camino! —su mirada se vuelve dura conforme observan a cada uno de sus hombres— Será un viaje largo y duro... Algunos morirán en el camino... ¡Pero no desistiremos hasta llegar a esa maldita fuente! —exclama alzando su espada— ¡Iremos a la Laguna De Adán y no descansaremos hasta encontrar esos malditos cálices!
Todos gritaron eufóricos y animados, empuñando puños y espadas al cielo.
—¡Ahora, póngase a trabajar! —ordenó el capitán y enseguida la tripulación obedeció, cada uno yéndose a sus puestos.
Con una sonrisa de satisfacción, Jungkook se volteó para encontrarse con el rostro furioso de Jimin quien aún seguía estando retenido por Taehyung. Jungkook hizo ademán de dar una orden pero antes de eso Jimin le interrumpió.
—¡Ni se le ocurra volver a encerrarme!
—¿O qué? —alza una ceja— Usted es demasiado inquieto y rebelde. Necesito asegurarme de que no hará alguna tontería. Es más, agradezca que le dejo en un camarote y no en una jaula...
Desde su posición, Park logra observar unas llaves colgando sobre el bolsillo de Jeon y supuso que eran de su camarote. Inmediatamente una idea vino a su mente, pero tenía que quedarse en la cubierta si quería llevarlo a cabo.
—Déjeme estar aquí, capitán —pidió, tragando saliva y suavizando su mirada— Le prometo que no haré nada. Solamente no quiero volver a estar encerrado, por favor...
—Miente —gruñe Taehyung, forzando más su agarre— No confío en él.
—Déjalo ir —ordena Jungkook.
—¿Qué? Pero-
—Hazlo.
El pelirrojo le mira sorprendido para después bufar y soltar al rubio de mala gana. Seguidamente baja las escaleras hasta la cubierta, dejando solos al capitán y príncipe.
—Tampoco confío en usted —confiesa el capitán, posando sus manos sobre el timón y mirando al horizonte— Pero está en medio del océano, no puede escapar aunque quisiera pues moriría en el intento.
El príncipe siseó avanzando a su posición.
—Es verdad... Ahora no tengo más entretenimiento que verlo a usted.
—¿A mí? —le miró con una ceja levantada y después soltó una risa— Mientras no haga nada riesgoso que colme mi paciencia, puede quedarse aquí.
Justamente cuando Jungkook voltea su vista hacia al frente, Jimin finge que se tropieza con una madera suelta de la cubierta y cae accidentalmente sobre él. En un claro acto de reflejo el capitán intenta sostenerlo pero a su vez el mástil gira a dirección contraria, provocando que la embarcación se inclinara levemente hacia un lado.
—¡Joder! —Jungkook se aparta de Jimin e inmediatamente agarra el timón, intentando volver a tomar el control de la nave— ¡Descuiden, sigan trabajando! —dice para calmar la tripulación y seguidamente mira fulminante al príncipe— Fue un accidente...
—Lo siento —se disculpa el contrario apartando la mirada— No acostumbro a viajar en alta mar y me he mareado por un momento...
—Casi nos mata.
—He dicho que lo siento —repite con voz firme viéndole fijamente a los ojos.
El capitán sostiene la mirada al príncipe en silencio por unos segundos más hasta que finalmente suspira y mira al frente.
—Mejor váyase de aquí antes de que mande a encerrarlo de nuevo.
—No sabe lo mucho que me gustaría irme, capitán —responde sarcástico.
—Sabe a lo que me refiero.
Sin decir más, Jimin se aleja de Jungkook y mientras baja las escaleras a cubierta no puede evitar sonreír levemente al guardar aquellas llaves en su bolsillo que milagrosamente logró conseguir sin que el propietario se diese cuenta. Estando en cubierta, se encamina a paso veloz pero disimulado hasta el camarote del capitán. Antes de abrir la puerta, echó un vistazo a su alrededor, procurando que nadie estuviese observándole y al no ver nada amenazante decidió abrir la puerta.
Tanto el capitán como sus tripulantes se hallaban tan ocupados en sus tareas que no se dieron cuenta de que alguien había entrado al camarote del capitán y cerrado la puerta.
Jimin avanzó sigilosamente por la habitación que estaba algo iluminada por algunas velas, acercándose a la estantería de libros donde anoche observó a Jungkook sacar el mapa dentro de uno de esos libros. Pudo recordar que se trataba de un libro con estampado café oscuro, por lo que se dispuso a encontrarlo lo antes posible.
Pasaron varios minutos en los que indagaba velozmente por las páginas de varios libros con el mismo estampado, comenzando a frustrarse por no encontrar ese maldito mapa.
Tenía que eliminarlo.
Y justo cuando escuchó fuertes pasos afuera, halló el mapa en el medio de las páginas de un libro viejo y rápidamente lo escondió detrás suyo cuando la puerta del camarote fue abierta de golpe.
—Mierda, aquí estás... —dice Taehyung algo aliviado, aunque inmediatamente capta algo— ¿Qué haces aquí y cómo entraste?
Jimin no respondió, sólo le miró en silencio con el corazón en la mano y sin saber qué decir. Taehyung observa algunos libros de la estantería desordenados y rápidamente comprende todo.
—¿Qué estabas haciendo, pequeña sabandija? —cuestiona comenzando a acercarse lentamente hacia el rubio notando que escondía algo detrás de su espalda— ¿Qué escondes?
Jimin retrocede conforme Taehyung se acerca, hasta que el pelirrojo pierde la paciencia al no obtener respuesta y avanza con atacarle. Inmediatamente el rubio saca el mapa de su escondite y lo extiende hasta una candela que tenía cerca.
—¡Aléjate o lo quemo! —amenaza.
Kim se detiene de golpe, su rostro pasmado y respiración agitada.
—¿De dónde sacaste eso?
—Sería una lástima que su única forma de llegar a la fuente terminase en cenizas... —amenaza con una sonrisa mientras acerca más el pergamino al fuego— O fácilmente puedo echarlo al mar, tengo una ventana aquí al lado. ¿Cuál elijes?
—¡Suelta eso ahora mismo! —ordena Taehyung sacando su arma y apuntándole.
El príncipe frunce el ceño y sin pensarlo dos veces arroja el mapa hacia la candela, logrando encenderlo en cuestión de segundos y comenzar a desvanecerse.
—¡No! —grita el contrario corriendo hasta la candela para poder salvarlo pero Jimin se interpone en su camino y lo empuja lejos.
Enfurecido, Taehyung hace ademán de dispararle pero Jimin se tira al suelo para esquivar la bala. Soltando una maldición por fallar, el segundo al mando observa el mapa quemándose en su mayoría sin salvación alguna y siente como su corazón sube hasta su garganta.
—¡La pagarás caro! —sentencia dándole un golpe al príncipe en el rostro mientras seguía en el suelo. Jimin intenta defenderse pero Taehyung le toma de la ropa y vuelve a golpearlo más fuerte. Y otra vez, y otra vez hasta que es herido por una bala en su hombro, sacándole un grito de dolor.
Jungkook había encontrado al camarote y permanecía con su revolver en alto, su respiración estaba pesada y tenía una mirada sumamente furiosa hacia Taehyung.
—La próxima vez te daré en la cabeza, idiota —espeta con dureza.
En medio de quejas, el pelirrojo le mira confundido.
—¡P-Pero, capitán... el mapa!
El pelinegro guía su mirada hacia los restos del pergamino que yacían quemándose en el suelo. Y entonces sonríe de forma burlona, mirando ahora a Jimin con diversión.
—Muy astuto, su Alteza, pero creo que no sirvió de mucho porque me tomé el tiempo de memorizar cada rincón de ese mapa antes de comenzar este viaje. Así que ahora todo está en mi memoria. Buen intento.
Jimin le miró sorprendido, sintiendo una enorme frustración y enojo al haber fallado. Varios tripulantes se adentraron al camarote para apagar las pequeñas llamas e intentar salvar algo del mapa pero fue en vano, estaba hecho cenizas. Otros se dirigieron a atender a Taehyung, quien seguía quejándose del dolor.
Jungkook miró a Jimin desde su posición, ahora sus ojos azules y penetrantes demostraban lo muy molesto que se encontraba al respecto.
—Aún así... —continúa, acercándose amenazante— No piense que voy a dejar pasar esto por alto... Y creo que tendré que comenzar a tomar medidas severas con usted.
Dicho esto toma fuertemente del brazo al príncipe y prácticamente lo arrastra hasta la cubierta principal donde todos los tripulantes permanecían expectantes.
—¡Suélteme! —gruñe el rubio, intentando zafarse pero el pelinegro era increíblemente fuerte.
—¡Escuchen con atención! —Jungkook alza la voz de forma demandante y acerca con posesión a Jimin a su cuerpo— ¡Este hombre de aquí es mío! ¡Aquel que se atreva a ponerle un jodido dedo encima le voy a volar los sesos! ¿Quedó claro?
La tripulación asintió obediente y con rostros serios, mientras Jimin no podía quitar la incertidumbre en su rostro.
—¿Disculpe? —suelta viéndole anonadado— ¡No soy de su propiedad!
Jungkook hizo oídos sordos y prosiguió a llamar a dos de sus más fuertes piratas.
—Enciérrenlo en el calabozo —ordena sin chistar, empujando a Jimin a su dirección.
—¿Qué? —el príncipe se queda sorprendido y únicamente reacciona cuando los hombres le toman de los brazos— ¡No puede dejarme ahí! —exclama, comenzando a removerse de sus agarres.
Jeon se acerca hasta quedar cara a cara con Park, su mirada azulina y fulminante recorre todo su rostro.
—Míreme hacerlo, su Alteza —espeta con seriedad— Y más le vale cierre la maldita boca si no quiere permanecer todo el viaje en una celda... Llévenselo.
El rubio le dedica una última mirada de rabia antes de que aquellos hombres se lo llevarán hasta lo más bajo del barco, donde no daba la luz del sol y sólo se podía escuchar las olas estrellándose fuertemente contra la madera. Sin mencionar el terrible olor a hierro oxidado y pescado que casi lo hace vomitar. Finalmente fue encerrado en una de las celdas, no había lugar para sentarse ni mucho menos una cama, era simplemente un espacio vacío y sucio.
—¿Cuánto tiempo estaré aquí? —pregunta a los piratas pero ambos le ignoran mientras caminan hasta la salida— ¡Hey, les estoy hablando!
Uno de ellos se detiene en media escalera y le sonríe con malicia.
—Hasta que el capitán lo decida, su Alteza. Pero no se preocupe, tiene buena compañía... —murmura señalando la celda al lado del chico.
Jimin gira su rostro hacia la otra celda e inmediatamente ahoga un grito cuando observa un esqueleto sentado en un rincón. Aquello logra asustarle por completo y se aleja aterrorizado al mismo tiempo que los piratas sueltan fuertes carcajadas y abandonan los calabozos.
Jimin escucha el latido de su corazón prácticamente en sus oídos, su respiración está agitada y solamente puede agacharse lentamente hasta sentarse en el suelo. Escuchando la tripulación trabajar junto con el sonido del mar, abraza sus piernas y esconde su rostro.
Definitivamente iba a morir en manos de piratas.
Holaaa, perdón por la tardanza, tuve semana de exámenes y bueh. Espero estén tomando agua, comiendo bien y lavándose las manitos, eh. Espero les esté gustado la historia. Nos vemos la otra semana, les tkm. 🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro