Esto se supone que empezó como una apuesta, algo tonto a lo que sus amigos le orillaron molestándolo con su eterna soltería. Aunque Minos era él más indiferente pues, ese hombre siempre estada serio y tranquilo, como si mucho no le importara mucho, aunque de igual forma tenía un cambio de ser drástico a veces al jugarse con sus emociones.

Aiacos era el que siempre le molestada, diciéndole cosas como "eterno soltero" "Te falta una cogida" "El Whisky no reemplaza una noche de buen sexo"

Esas cosas. De igual forma nunca faltada el hecho de estar presumiendo, en sus propias palabras; El mujeron con el cual se estada por casar.

- Y recuerda que no te quiero soltero el día de mi matrimonio. - Fue lo último que dijo el de cabellos negros, dejándolo frente a la pantalla con muchas solteras en esa página de citas.

Sonriendo de forma amarga, mas alarga que el licor en sus manos, a Radamanthys no le quedo más que mirar y mirar entre muchas chicas sintiendo que acaba de perder su dignidad, esto empezó como una apuesta, era simple; Que podía tener una chica en su cama en su primera cita, y luego varios intentos, de verdad lo obligaron a que busque una chica antes de la boda de su amigo, pero bajo las misma normas, ya que según Aiacos tenia que mostrar que si podía seducir a una mujer.

- Puta vida... -Susurro. 

Luego de ver la pantalla un largo raro,  el perfil de una chica cuyo nombre era Laila se paso por el frente de sus ojos y se le quedo mirando el perfil un rato. Robando los ojos y aceptando la cita para esa semana en un bar 10 minutos despues.

Lo normal en todas sus citas.

- Señor dame una enorme paciencia y fuerza. - Y con eso dicho, tomo su último trago de licor dejando la computadora para irse de regreso a su recamara.

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Al ver a la mujer frente de si, Radamanthys se encontré con una mujer... Algo baja de estatura, su cabello no era muy largo recogido en un peinado propio de los descendientes chinos. Si Aiacos la viera le molestaría diciéndole cosas como; "Solo te alcanzo la fe para una gordita" Aunque viéndola, estada seguro que al menos se sabía defender, no pensada que fuera gorda, más bien robusta.

El nombre Laila significada "Belleza nocturna" Según tenía entendido, algo muy curioso cuando menos viendo su estítica Punk Gotic.

- Supongo que eres Radamanthys. - Ella dijo, mirándolo de arriba debajo de forma muy atenta, mientras con un rostro serio y inexpresivo el rubio de la uni-ceja hacia lo mismo, asintiendo.

No quería pensar mucho en las normas que puso Aiacos, pero podía decir que sería interesante acostarse con ella, creyendo que a ella tampoco le molestaría por la forma que le veía, aunque no quería tampoco llenarse de confianza como le costó ya unas buenas oportunidades de ganar.

- Claro. No esperada verte, te ves más joven de lo creí.

- Me alagas. Solo tengo 26.

- Yo 32.

- Jeje. Bueno, te puedo comparar con un buen vino entonces. No te ves mal. - Le coqueteo, pasando su mano de forma coqueta por su brazo haciéndolo sonreír. - Y noto que estas bien entrenado.

- Bueno, no puedo estar siempre frente a una pantalla. Aun hace años siempre he sido activo. ¿Entramos?

La mujer asintió, saqueando su atención cada momento que estaban dentro. Hablando y tomando, Radamanthys tenía una resistencia monumental al Alcohol y eso era algo que podía probar de cualquier forma, pues mientras él no tenía problema en tomar de forma seguida, ella lo hacía de forma más tranquila.

Los temas de conversación eran simples, vivencias, amistades y lo normal para una primera cita aun son saber la posibilidad de seguirse viendo. Tras unos momentos donde probablemente paso cerca de una hora, volvieron a tocar el tema que los trajo a estar ahora uno frente al otro.

- Me sorprende que sigas soltero. Más a tu edad, yo te tengo en frente en alguna otra situación y te creo casado. - Comento, dejando su trago ya vacio en la mesa acercándose a su compañero, mirándolo de forma totalmente picara.

- Ehh. La verdad no es algo que me importe mucho. No me malentiendas porque este momento lo estoy disfrutando, pero solo acepte estas citas por el más idiota de uno de mis amigos.

- Me sorprende, te imaginaria con alguna chica linda de joven.

- No. Tengo le preste atención a un montón de tontas, no sé cómo serán en tu grupo pero en mío solo soñaban con un "BadBoy" que me daba dolor de cabeza querer complacer.

- Ahhh... Sé cómo es eso. En mi caso yo era la perra del salón, no del término la que se acuesta con todos, yo era la que se peleada con todos.

- No sé porque ese comentario no me sorprende. - Entre dientes se rio, sirviendo otro trago y recargándose en el asiento. La mujer frente a él solo sonrió, imitando ese gesto antes de volver a hablar.

- Yo no quería chicos débiles, era una chica rebelde en ese tiempo, si no estada a mi nivel no lo quería.

- ¿A cambiado algo?

- Puede. En ese tiempo era chica de pandilla, ahora he madurado pero aun disfruto la adrenalina. - Acercándose comento, cruzándose de piernas como si le hiciera una indirecta.

Radamanthys no sabía bien que hacer ahora, quería culpar al Alcohol en su sistema y decir que Laila le estada bando señales de que quería que pasara lo que eran sus intenciones, y cerrarle el hocico a ese idiota, pero en su mente bubo unos escasos momentos antes de mover la cabeza y pocos momentos después darse por ganado en esta salida.

No era del todo malo, pues tendrían que verse más seguido hasta que llegue el matrimonio de Aiacos, luego en el mejor de los casos seguirse viendo.

Pero eso sí; Ni loco admitiría que esto de cierta forma fue buena idea.