Abro los ojos y la luz de la habitación hace que los vuelva a cerrar rápidamente. Escucho unos pitidos y confundida abro los ojos nuevamente poco a poco, noto que me encuentro en una habitación toda blanca con una ventana mediana, unos sillones amarillos y al aldo de estos una puerta mientras que del otro acostado solo se encuentra una puerta blanca.

Volteo hacia mi izquierda y veo un aparato, rapido me doy cuenta que de alli proviene ese odioso sonido. Me duele la cabeza, me llevo una mano a está y siento una venda, suspiro y cierro los ojos, es alli cuando todo se me viene a la cabeza. El accidente, alguien sacándome y los gritos de Stephan llamándome.

¡Stephan!

De inmediato abro los ojos y me quito la via que tengo en la mano izquierda, justo cuando me voy a parar de la cama abren la puerta de la habitación y veo entrar a Gaspar. Quien tiene un gesto de sorpresa al verme despierta, se acerca corriendo hacia mi y me atrae hacia su pecho mientras pasa sus manos por toda mi espalda.

Me separa de él para después acunar mi rostro en sus manos y ver como suelta unas cuantas lagrimas. Noto sus ojos cansados y como su cabello esta revuelto.

     —¡Dios! ya despertaste piccola.

Me da un beso tembloroso en los labios y yo lo único que hago es verlo para luego sollozar.

     —Stephan, ¡¿Dónde está mi hijo?!— susurro mientras trato de levantarme pero él me detiene.

     —Él está bien piccola solo se llevo un pequeño golpe en la frente— yo sigo sollozando y niego con la cabeza.

     —¡Traeme a mi hijo, quiero a mi hijo!.

Gaspar abre la boca para hablar pero en eso la puerta se vuelve abrir y entra papá con Gonzalo detrás de él y cuando me ven despierta corren hacia mi mientras me estrechan entre sus brazos deshaciéndose en lágrimas como si fuesen unos críos.

Papá toma mi cabeza y me da un beso.

     —Mi pequeña, no sabes el susto que nos has dado.

     —¿Papa dónde está Stephan?— hablo desesperada— traigan a mi hi..

Antes de poder terminar de hablar soy interrumpida por la pequeña voz de Stephan llamándome.

     —Mami aqui estoy.

Está en la puerta de la habitación junto a mamá quien tiene el rostro todo rojo y con ojos cansados al igual que todos lo que estan en la habitación. Papá toma en brazos a Stephan, me lo deja en mis brazos y automáticamente yo lo abrazo mientras comienzo a llorar.

Lo separo de mi para inspeccionarlo y ver una pequeña venda en el lado derecho de su frente. Logro ver como sus ojitos derraman lagrimas, las cuales yo limpio con mis manos y traerlo nuevamente a mi pecho y decirle que lo amo.

Después que logre calmarme y soltar a Stephan, mamá vino a mi para abrazarme, llorar y darme unos cuantos besos. Básicamente paso lo mismo cuando llegaron las chicas, mamá y papá me contaron que estuve trece horas dormida. El doctor les dijo que sufrí una contusión debido al golpe que me di contra la ventana del auto y el volante.

En éste momento todos se encuentran en la habitación ya que hace un rato los doctores los sacaron a todos para hacerme una serie de exámenes para ver que todo esté en perfecto orden.

     —¿Como se enteraron del accidente?—pregunto a nadie en específico y Nick es el primero en hablar.

     —Yo justo iba pasando por el frente del accidente cuando veo que te estaban sacando del auto. Me acerqué en seguida y llame rapido a una ambulancia y en cuanto ya estaba aqui en el hospital, llame a Gaspar ya que no tengo el número de tus padres.

Miro hacia un lado para ver a Gaspar quien solo me ve y me regala una sonrisa.

     —Yo me volvi loca en cuanto Gaspar me llamó y dijo lo que había pasado— Lucia habla y suspira— y más aun cuando me dijo que le avisara a tus papás.

     —En resumen, hermana todos nos volvimos locos— dice Gonzalo y suelta una pequeña risa.

Papá iba hablar pero la puerta es abierta y pasa el doctor con unos papeles en mano, el echa una mirada por toda la habitación y habla.

     —Aqui estan los exámenes y todo apunta que los dos están bien— él me mira y sonrie, veo como su mirada se desvía hasta donde se encuentra Stephan quien esta dormido a un lado mio— bueno, mejor dicho. los tres se encuentran bien.

Confundida con lo que acaba de decir y cuando me dispongo a hablar Gaspar es él primero en hablar.

     —¿Los tres? ¿Como que los tres?.

Observo que todos tiene la misma expresión y el doctor nos ve a todos aun mas confundido y habla.

     —Si los tres. Ella, el niño y el bebe.

¡¿Bebe?! ¡¿Dijo bebe?!

Abro muchísimo los ojos y volteo hacia Gaspar quien igual tiene los ojos como platos, miro los rostros de los demas y observo que todos están atónitos con lo que acaba de decir el doctor, quien al ver la expresión de todos vuelve hablar.

     —¿No sabias que estabas embarazada?— yo niego sin poder articula una palabra—nos dimos cuenta por los exámenes de sangre que le hicimos hace un rato, llame a una doctora para que venga, le haga un eco y le confirme que todo está bien.

     —¿Si no le han hecho un eco, como es que determina que el bebe esta bien?.

Gaspar parece reaccionar del trance en el que se encontraba y es el único que se atrevió hablar ya que todos todavía estamos procesando lo que acaba de decir el doctor.

     —Por que no a presentado ningún sangrado y ningún dolor en el vientre— voltea su vista hacia mi—¿Tienes dolor en el vientre?.

Yo niego y cuando por fin me digno en hablar la puerta nuevamente es abierta, veo entrar a una mujer mediana de contextura delgada, morena de cabello negro y de ojos igual de oscuro como su cabello.

     —¡Buenos dias! doctor una de las enfermeras me dijo que usted necesitaba de mi ayuda.

     —Si, en efecto doctora está paciente tuvo un accidente el día de ayer y está embarazada, para que por favor le realice un eco y confirmarles que todo esta bien.

     —Claro no hay problema— gira su cabeza hacia mi— un placer linda, me llamo Adara en un momento vengo hacerte el eco, busco el equipo y ya regreso.

En cuanto los doctores salen de la habitación el silencio reina en ella hasta que el primero que se digna en hablar es Gonzalo.

     —Creo...creo que deberíamos de darles un momento a solas.

Los demas asienten y veo como salen de la habitación dejándonos a solas a mi y a Gaspar. Gonzalo se encargo de tomar en sus brazos a Stephan. En lo que escucho el sonido de la puerta siendo cerrada volteo hacia Gaspar quien permanece con la vista clavada en la puerta.

Llevo mi mano hacia mi vientre y suspiro, eso logra llamar la atención de Gaspar y posa su vista en mi mano.

     —Vamos a tener un bebe— susurra y veo como toma una silla para acercarse a mi, posar su mano arriba de la mia la cual reposa en mi vientre.

     —¡Gaspar te das cuenta que ni siquiera llevamos cinco meses de estar juntos!—siento mis ojos picar y llevo mis manos a mi rostro.

     —Se perfectamente que no llevamos juntos cinco meses. Pero se supone que te habías puesto en control.

Quito mis manos del rostro para protestar pero callo al ver que él tiene razón y siento como mis lagrimas bajan. Observo su rostro entre mis lagrimas, logro divisar su expresión seria pero con una pizca de tristeza.

     —Tener un bebe ahora no es un obstáculo, al menos para mi. Hasta me emocione un poco al saber que llevas un hijo mío en tu vientre, apesar que no llevemos tanto tiempo juntos, aunque a ti no te guste la idea.

Abro los ojos por lo que acaba de decir y me limpio las lagrimas con el dorso de mi mano.

     —No es que no me gusta la idea Gasp...

     —¿Entonces?— me interrumpe mientras observo como sus facciones estan tensa.

Ambos tenemos la mirada fija en el otro hasta que él suspira, cierras sus ojos y comienza a caminar de un lado a otro. Tengo miedo a esto, si hasta hace poco di el paso para darme una oportunidad con Gaspar y me costó muchísimo darlo.

Pero ya un bebe es algo muchísimo mas grande, ¿Qué le dire a Stephan? ¿Se pondrá feliz o no? que tal si en unos meses mas adelante Gaspar se canse de mi y me deje. Creo que no lo soportaría y no es que no pueda criar a este bebe yo sola, por que si puedo. Pero tengo miedo a lo que pueda pasar mas adelante.

Despues de unos interminables minutos, decido hablar.

     —Yo.

Gaspar al escucharme se voltea y me mira, abro la boca para seguir hablando y la puerta es abierta la doctora entra junto con un enorme aparato.

     —Disculpen la tardanza.

Sonríe hacia nosotros los cuales solo le damos una sonrisa de boca cerrada. Ella comienza a conectar el aparato para luego tomar una silla y sentarse a un lado mío.

     —Bien, el doctor me dijo que no sabia que estabas embarazada.

     —Asi es— le digo mientras veo a Gaspar.

     —El bebe está bien, como les dijo el doctor, ya que ella no presento ningún dolor ni sangrado, pero igual te voy hacer el eco para que ambos vean que el bebe se encuentra bien y decirte cuantas semanas tienes.

Yo asiento hacia ella mientras observo como desliza la sabana hacia bajo y subir mi camisa para luego echar un gel, que por cierto está demasiado frío. Empieza a mover por mi plano vientre un pequeño aparato.

     —Vamos a ver— dice la doctora mientras mira hacia la pantalla— eso pequeño punto que ven alli.

Ella señala la pantalla y volteo hacia ella y ver un pequeño punto blanco.

     —Tienes siete semanas de gestación querida y como ya había dicho antes. El bebe se encuentra en perfecto estado, ¿Quieren escuchar sus latidos?.

Mi corazón comienza bombear demasiado rápido.

     —Ya... ¿Ya se puede escuchar?—observo a Gaspar quien se encuentra a mi lado.

La doctora echa una pequeña risa y asiente mientras vuelve su vista hacia el aparato para apretar varios botones y después escuchar unos rápidos latidos provenientes del aparato. Automáticamente siento mi corazón brinca debido a la emoción que estoy sintiendo al escuchar los latidos de mi bebe.

Siento mis lagrimas bajar, volteo hacia Gaspar quien se encuentra mirandome y verlo con una sonrisa plasmada en su rostro junto a sus brillosos ojos.

     —Tiene un ritmo cardíaco bien, todo está perfecto, lo que le recomiendo es contactar a su obstetra para que se ponga en control.

     —Claro que si doctora, muchas gracias.

Ella asiente en nuestra al mismo tiempo que nos regala una sonrisa amable y se dispone a salir de la habitación, volteo mi vista en Gaspar.

     —Cariño yo— él niega haciéndome callar.

     —Cassandra entiendo si no quieres tenerlo.

     —¡¿Como puedes decir eso?! ¡no pienso deshacerme de él!.

     —Pero hace momentos atrás hablaste sobre que ni siquiera tenemos mucho tiempo de estar junto.

     —Se lo que dije, pero tampoco dije sobre deshacerme de él. Solo que— bajo mi vista hacia mis manos— estoy asustada, ¿Cómo crees que se lo tomen los niños? tambien tengo miedo sobre si esto no funciona Gaspar.

Escucho como suspira y siento como levanta mi rostro y ver en su rostro como se refleja la ternura.

     —¿Como puedes pensar en algo asi piccola? escúchame bien— acuna mi rostro con sus manos— yo jamás te dejaría, jamas había sentido esto por ninguna mujer. Solo tú logras hacer estragos en mi Cassandra.

Se acerca hasta depositar un suave beso en mis labios, suspiro y abro los ojos.

       —Y los niños se lo tomaran bien, créeme—me guiña el ojo y yo sonrio mientras estiro mis brazos en dirección a él para que me abrace.