Capitulo 23
Los días han ido pasando en un abrir y cerrar de ojos, ya estamos en febrero y desde que inicio el año la empresa a ido viento en popa.
Todo está marchando como lo hemos esperado dentro de dos semana sera el aniversario de Vinos Palmer's y e estado un poco estresada ya que quiero que todo salga en orden.
Todo lo tengo planificado para la semana de aniversario. La empresa cada año antes de su aniversario, realizamos vendimias y todo lo que se recolecta es donado a la casa de hogares de Costa Adeje.
El sonido de mi teléfono suena avisándome de una llamada entrante me saca de mis pensamientos y lo tomo sin ver quién es.
~Buenas tardes~
~Buenas tardes señorita Palmer~
Sonrió como boba mientras mi corazón comienza a bombear como loco por solo escuchar voz.
~Señor Licciardi, buenas tardes ¿Desea algo?~
~En realidad si, señorita Palmer fíjese que deseo muchas cosas a decir verdad. Pero por ahora deseo que usted acepte salir a cenar conmigo esta noche.
~¿Está noche?~
~Aja~
~No voy a poder señor Licciardi, alguien más se le adelanto, ¿le parece otro día?~
~Bien, no hay problema señorita Cassandra. Que se divierta está noche en su cena, tengo asuntos que resolver, adiós.~
Y sin más corta la llamada y yo divertida por su reaccion comienzo a reír. Cuando terminó de reírme desbloqueo mi teléfono y abro el chat de Gaspar en whatsApp.
Gasparin.
~¡Hey! ¿sabias que es de mala educación dejar con la palabra en la boca a una persona? y claro que me voy a divertir en mi cena, ¿es que acaso tu no te diviertes cenando con Nathan?.~
~Si se que es de mala educación, pero te dije que tenía asuntos que resolver~
~¿Así? y ya los resolviste?.~
~No, estoy en eso.~
~Bien, no te quito más tu tiempo, si todavía estás interesado. Te espero a ti y a Nathan en el restaurante Bahía Fresca.~
~¿Ese no es el que queda al lado del parque de atracciones?~
~Si.~
Riendo bloqueo el teléfono y en eso suena la puerta.
—Adelante— la puerta se abre y veo como Claudia asoma su cabeza.
—Cassandra los de Marketing ya te están esperando.
—Bien— me levanto y me dirijo a la puerta— ¿como sigue tu abuela?.
Nadas más preguntarle por su abuela el rostro de Claudia decae un poco.
—Él doctor nos dijo que por los momentos está bien, su cuerpo está reaccionando bien.
—Vas a ver qué tu abuela saldrá bien de todo esto.
La abrazo para luego irme caminando hacia la sala de conferencias. Lo que queda de la tarde la paso con el equipo de Marketing decidiendo sobre las decoraciones, tanto de las vendimias como la fiesta de aniversario, si todo sale como se está planteando con respecto a la vendimias, todo será un éxito total.
—Señora Cassandra quiero informarle que tenemos ciertas ideas para el logo del nuevo vino.
Veo como Clara abre una carpeta amarilla, para luego mirarme.
—Clara me parece muy bien que tambien estén trabajando en eso.
—Si, bueno. Usted sabe que el departamento de marketing es muy grande y con el personal suficiente para hacer múltiples tareas.
Está vez quien habla es Carlos. Clara y el son los jefes del departamento de marketing, se decidió así porque marketing es el departamento más grande de Vinos Palmer's, y donde más personal hay, mi padre estipuló que lo más apropiado sería tener dos jefes en ese departamento.
Carlos es un señor de 43 años, calvo, un poco barrigón, alto, moreno de ojos oscuros. Es serio en su trabajo pero es muy amigable.
Clara tiene 37 años es mediana un poco robusta, piel tostada, cabello hasta los hombros color negro y de unos preciosos ojos color ámbar. Al igual que Carlos, es seria en su trabajo pero amigable.
Me enseñaron las idea que ellos ya tenían impresas y realmente están bonitas, les pedí que hicieran otras tres más para enseñarlas en una reunión.
Miro la hora en mi reloj de mano y veo que son las cinco con quince minutos de la tarde.
—Bien, creo que por hoy es suficiente—me levanto de la silla y tomo las tres carpetas que contienen los logos para el nuevo vino.
—Pues si, ya es hora de retirarnos.
Me despido de ellos y salgo rumbo a mi oficina en busca de mi cartera y mi teléfono, dejo las carpetas en el escritorio para luego salir de la oficina y caminar hacia el elevador.
Una vez que estoy en mi auto, lo enciendo y salgo del estacionamiento, volteo la vista hacia la entrada de la empresa y veo a Claudia allí parada, me estacionó frente a ella y bajo el vidrio.
—Vamos Clau, te llevo hasta el hospital.
—No no Cass, no hace falta tomare un taxi.
—Claudia se que vas a ver a tu abuela y yo te puedo llevar sin ningún problema—ella suelta un suspiro mientras abre la puerta del auto y se monta.
—¿Porque eres tan terca? de seguro tienes cosas que hacer— suelto una risita y comienzo a conducir.
—En realidad si tengo cosas que hacer, pero por llevarte al hospital a ver a tu abuela, no me retrasará.
Me encojo de hombros y sigo conduciendo mientras que Claudia niega con la cabeza. En todo el camino ella me viene contando sobre la enfermedad que padece su abuela.
La abuela de Claudia tiene cáncer de mama y siento como se me encoje el corazón ver a Claudia tan triste por su abuela.
Después de dejar a Claudia en el hospital, me dirijo hacia la casa de mis padres en busca de Stephan para luego irnos a nuestra casa para arreglarnos y salir a cenar con Gaspar y Nathan.
°°°
—Entonces, ¿Lograste resolver esos asuntos?.
Hablo y volteó mi cabeza en dirección hacia Gaspar para luego llevarme a la boca una cucharada de helado de fresa. Después de a ver cenado los niños quisieron ir al parque de atracciones.
—En realidad era una persona a quién tenía que atender en ese momento.
Asiento y volteo la cabeza sin decir nada y fijo mi vista en los niños que están en los carritos chocones mientras sigo comiendo mi helado.
—Están divirtiéndose mucho— observo como Stephan maneja su carrito y choca a Nathan para luego los dos reírse— a Stephan le encanta comer en Bahía Fresca y luego decirme que lo traiga hasta acá.
—Pues te agradezco que nos invitaras Nathan ya mi, a decir verdad tenía tiempo sin llevarlo a estos lugares.
—De nada— lo miro y veo que ya él tenía su vista posada en mi.
—Cada vez que te veo a los ojos, sintiera que ya los e visto antes— me entra unos horribles nervios en el cuerpo.
—No soy la única persona de ojos grises que te allás topado en la vida.
Me encojo de hombros disimulando desinterés y me llevo una cucharada de helado a la boca y veo como su vista se posa en mi mano.
—¿Tu esposo está de viaje?.
Abro mucho los ojos y siento como mi corazón se quiere salir de mi pecho. Jamás espere este tipo de pregunta, jamás imaginé que Gaspar me preguntara tal cosa, él tiene que saber que, Gabriel está muerto.
Pero por su cara de confusión me hace saber que no sabe nada y sin que él sepa me está abriendo la herida, la cual todavía no está del todo cerrada.
—Disculpa se que no es asunto mío si tú esposo está o no de viaje así que, no respondas.
Bajo la mirada y siento como las traicioneras lagrimas se acumulan en mis ojos, niego con la cabeza y alzó la cabeza nuevamente para luego quitarme las lágrimas acumuladas en mis ojos.
Gaspar tiene su vista fija en los niños quienes vienen corriendo hacia donde nosotros estamos sentados.
—Mami ya se acabo el tiempo y queremos seguir en los carritos chocones.
—Si papá y ya no tenemos más fichas en los bolsillos.
Gaspar saca de los bolsillos de su pantalón, fichas y se las entrega a ellos quienes saltan y gritan de alegría y se van nuevamente hacia los carritos chocones.
—Si, mi esposo si está de viaje—mantengo mi vista fija en Stephan quien ya está en el carrito a la espera para poder empezar a manejar. siento como Gaspar voltea su cabeza en mi dirección— Gabriel está en un viaje en el cual no tiene boleto devuelta hacia mi.
Siento un enorme nudo crecer en mi garganta.
—¿Como así, no entiendo?.
—Mi esposo tiene nueve meses que falleció en un accidente.
Después de eso todo es silencio por parte de ambos, no se que rostro tiene Gaspar con lo que le acabo de decir, no se cuanto tiempo llevamos callado, lo único que se, es que siento mi alma doler muchísimo.
—Cassandra yo... yo lo siento, discúlpame no sabía— volteo a verlo y su rostro derrocha sinceridad y preocupación.
Sonrio sin una pizca de emoción y niego con la cabeza mientras que algunas traicioneras lagrimas bajan por mi rostro, coloco el helado hacia un lado del banco y me limpio el rostro.
—Tranquilo son cosas que pasan, no llevo un cartelito encima que diga ¡Hey, soy viuda!.
—Pues no, pero de todas maneras discúlpame.
—Ya te dije que tranquilo.
Después de un largo rato en el cual ninguno de los decimos absolutamente nada, Gaspar es el primero en animarse a cortar el largo silencio.
—Yo llevo dos años divorciado.
—¿Puedo saber el porqué?.
—Mi matrimonio fue arreglado por mi padre, duramos cuatro años juntos.
—¡Vaya! ¿Y porque se divorciaron? digo, como tuvieron a Nathan.
—Relativamente nos llevábamos bien, una cosa llegó a la otra y meses después, Nathan llegó a nuestras vidas, créeme. Nathan es lo único bueno de ese matrimonio, yo fui quién le pidió el divorcio.
Asiento y con muchas ganas de preguntarle el motivo que lo llevo a pedirle el divorcio. El me mira se ríe y habla.
—Esa mujer no era lo que yo quería en mi vida, ya no la soportaba y un día llegué más temprano de lo normal a nuestra casa y me lleve la gran sorpresa que ella estaba en mi estudio revolcándose con mi tío.
Abro mucho los ojos y me llevo ambas manos a mi boca.
—¡Por Dios! está bien que tuviera sus revolcones porque era un matrimonio arreglado, pero ¿tu tío?.
—Lo mismo dije yo, lo bueno de todo esto es que logré divorciarme de ella, lo mejor que se me pudo ocurrir fue colocar cámaras en mi estudio.
Él se encogió de hombros mientras se ríe y me uno a él. Seguimos hablando hasta que las fichas de los niños se acabaron y cada uno nos dirigimos a nuestros autos, antes de subirme al auto Gaspar se dirige a mi.
—Me gusto pasar este rato contigo y los niños.
—No estuvo nada mal a decir verdad.
—¿Te parece si almorzamos mañana?.
—Mmm, está bien avisame.
—Nos vemos mañana entonces Piccola, adiós.
Se acerca a mi y deposita un suave beso en mi mejilla.
—Adiós Gaspar— me monto en mi auto lo enciendo y me pongo en marcha hacia mi departamento.
°°°
Las vendimias fue todo un éxito total, todo salió como lo quería, me atrevería decir que nos fue mucho, mucho mejor de lo que esperabamos.
Estás dos semanas se pasaron volando, en este momento estoy en casa de mis padres arreglandome para ir a la fiesta de aniversario de la empresa.
Termino de alisarme el cabello, me echo hacia tras y contemplo mi largo vestido blanco de manga corta y el cual tiene una abertura en la pierna izquierda.
Escucho como tocan la puerta de mi habitación y la abren.
—¡Hey! ¿Ya estás lista?.
Vanessa tiene la cabeza asomada en la puerta, asiento y me dispongo a tomar mi pequeño bolso blanco y salir de la habitación. Al llegar hasta la sala, en la cual están Vane, Lucía y Em.
Nos dirigimos a la cochera para montarnos en el auto. Es una bonita costumbre que tenemos nosotras, si hay una fiesta a la cual todas vamos asistir, todas vamos en un solo auto.
La fiesta de aniversario se llevará a cabo en el salón Crystal. Una vez que llegamos, Vane se estaciona y nos disponemos a bajar del auto para luego caminar hacia dentro del salón y dirigirnos hacia el jardín, que es donde se celebrará la fiesta.
Al llegar al jardín puedo ver a mi lado izquierdo una enorme escultura de hielo seco en forma de cincuenta y seis y bajo del número dice "Vinos Palmer's" observo como el lugar está lleno de gente ocupando las mesas, meseros vestidos con una camisa manga larga blanca con un chaleco plateado. Asi como lo pedi, llevando charolas con copas de champán. Los colores que predominan en la decoración son el blanco y el plateado y el contraste del césped hace ver el lugar delicado y elegante.
En el medio se encuentra un gran piso redondo color blanco que es la pista de baile, al rededor del piso hay cuatro columnas y arriba de estos desprenden cuatro sujetadores con muchas luces colgadas.
Al fondo de la gran pista se encuentra una pequeña y ancha tarima blanca, donde se encuentra los músicos.
—¿Es normal que me sienta en un cuento de hadas?— me giró hacia las chicas las cuales están fascinada por el lugar.
—Pues ya somos dos mi querida Vane.
Lucia habla mientras toma una copa de champán de la charola del mesero que se nos acerco, tomo una copa y veo como Vane y Emma toman las otras copas.
—Esta vez le di mi voto de confianza a los de Marketing y definitivamente se lucieron— maravillada doy una mirada por todo el lugar— salud por eso.
Las cuatros decimos salud a la vez que chocamos nuestras copas. Camino entre las mesa para buscar a mis padres quienes tienen a Stephan. Una vez que doy con la mesa, veo que solo está papá.
—Hija mía estás preciosa— se levanta y deposita un beso en mi mejilla.
—Gracias papá, también estás muy guapo— le devuelvo el beso— ¿Oye y mamá y Stephan?.
—Stephan quería ir al baño y tu madre aprovecho para ir también al baño.
Asiento y le digo que iré a buscarlos, me doy media vuelta y me dirijo hacia el interior del salón, voy tan metida en mis pensamientos que sin querer choque con alguien.
Cuando me aparto un poco me fijo que es una mujer de mi misma estatura, rubia de piel tostada y de increíbles ojos azules, a decir verdad es muy bonita.
—Oye Disculpa no vi por dónde venía— le digo realmente apenada.
—Tranquila, se puede decir que también venía distraída.
—Claro, por cierto Cassandra Palmer— le extiendo mi mano.
—Un placer Cassandra, Gina Rinaldi.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro