Capítulo 23: "Bella ladrona"
(Último capítulo)
Un atractivo jovencito de cabello alborotado se encontraba en una pequeña casita dándole los últimos toques para recibir esa noche a la mujer con la que había decidido compartir el resto de su vida.
Creo que nuestro nidito de amor, ya está listo mi bella ladrona, la ladrona de mi corazón, decía Gokú mientras sonreía al recordar la forma tan extraña como conoció a la mujer de su vida.
-.Recuerdo.-
Un atractivo joven de cabello alborotado estaba parado mirando muy concentrado un evento cuando alguien con un ágil movimiento tomo su billetera y echo a correr mientras este al sentir que le habían arrebatado su billetera echo a correr tras el ladronzuelo que le había hurtado.
Ladronzuelo detente en cuanto te atrape te arrepentirás, decía Gokú mientras su camino era acompañado por las sirenas del carro policial.
Justo cuando el ladrón iba a entrar por un callejón, él joven de cabello alborotado se arrojo sobre este, haciéndolo caer al piso mientras la gorra que cubría su rostro y ocultaba su cabello salía rodando por el piso.
Ladronzuelo, esto es mío, decía el joven de cabello alborotado arrebatándole la billetera que tenía en la mano y que segundos después de recuperar su billetera quedo en silencio al percatarse que la persona que le había hurtado era una chica, pero no cualquier chica sino una bella chica.
La pelinegra miraba con temor al hombre que le había arrebatado la billetera que estaba prácticamente sobre ella, pero su temor se incremento más al ver llegar junto a ellos a un par de policías.
Gokú al percatarse de la presencia policial, se paro y ayudo a ponerse de pie a una aterrada pelinegra que no sabía como reaccionar.
Joven, recupero lo que esta ladrona le robo, decía uno de los policías mirando de pies a cabeza a la bella jovencita que estaba atónita mientras el otro se acercaba a querer esposarla.
¿Qué hace?, dijo Gokú con firmeza parándose delante de la pelinegra.
¿Cómo qué hace?, hacemos nuestro trabajo, esta chiquilla, con esa carita de ángel es parte de la banda que acaba de asaltar el centro comercial, decía el policía que tenía unas esposas.
Eso no es cierto, decía Milk en su defensa.
Mira niña, mejor no te resistas, no compliques más nuestra labor, decía el otro policía.
Este es un mal entendido, ella no es ninguna ladrona, ella es mi novia, dijo Gokú abrazando a la pelinegra repentinamente mientras los policías se miraban entre si.
¿Cómo que es su novia?, si yo claramente vi cuando ella le robo la billetera y luego echo a correr dijo uno de los policías.
Ja ja ja ja, dijo Gokú riendo mientras la pelinegra seguía abrazada a él y la miraba intrigada.
Vez princesa porque te dije que un juego así nos traería problemas, ¡discúlpenos¡ pero mi princesa y yo nos gusta jugar así cada vez que cumplimos un mes juntos, nos gusta que nuestra relación sea llena de adrenalina, pero creo que esta vez se nos paso un poquito la mano. Princesa mejor la próxima vez juguemos a Batman y a gatubela, será más emocionante y sexy, decía Gokú dándole un repentino beso en la mejilla muy cerca de los labios a la pelinegra que la dejo atónita mientras lo policías se miraban entre sí.
Vaya jovencitos, dijo uno de los policías.
Pues no jueguen así que la próxima vez los encerramos en el calabozo a los dos por un par de días por chistositos, dijo el otro policía.
No se preocupe mi general, no volverá a suceder, mas bien nuevamente ¡disculpe a mi novia y a mi¡ decía Gokú riendo mientras la pelinegra lo miraba sin comprender la actitud del joven de cabello alborotado que la tenía sujetada de la cintura a él.
Pues siendo así, entonces será mejor volver al centro comercial a poyar a nuestros compañeros, decía uno de los policías mientras el otro asentía.
Milk miraba cuando los policías se dirigían a su patrullero mientras Gokú la seguí teniendo sujetada de su pequeña cintura.
La pelinegra al ver partir al carro policial, empujo con sus manos al joven de cabello alborotado que la miro con una encantadora sonrisa.
En vez de agradecerme por evitar que te lleven a la cárcel me empujas, dijo Gokú con ironía.
Yo no pedí tu ayuda, dijo Milk con orgullo mientras se acercaba a recoger su gorro.
Pues no, pero ahora estás en mis manos, dijo Gokú.
¿En tus manos?, dijo Milk tratando de buscar algún lugar para escaparse, pero para su mala suerte el callejón donde se encontraban no tenía salida.
Si en mis manos, dijo Gokú riendo mientras la pelinegra lo miraba preocupada.
-. Tiempo actual.-
Así fue como te conocí mi muñequita bella, nunca hubiese imaginado que tú la chica que intento robarme mi billetera me terminaría robando mi corazón y se convertiría en el amor de mi vida, tú conseguiste lo que ninguna otra chica pudo lograr. Soy tan feliz, hoy unimos nuestras vidas y juntos formaremos una familia unida feliz con nuestro hijo y futuros hijos que tengamos, pensaba Gokú mientras sonreía al ver la cama matrimonial cubierta de pétalos de rosas rojas.
Departamento de Milk:
Una bella pelinegra se vestía con un bello vestido de novia mientras pensaba: Llego el día en que uniremos nuestras vidas de verdad, no aquel matrimonio falso, aunque después de todo el matrimonio falso, sirvió para que los dos confesáramos nuestros sentimientos.
¡Que bella te vez¡ dijo la peli azul que entraba a la habitación de la pelinegra con una pequeña corona de flores en la mano luego de haber tocado la puerta.
¡Gracias¡ dijo Milk.
Esto es para tu cabello, dijo Bulma entregándole la corona de flores.
Una nueva boda en al que me apoyas, dijo Milk sonriendo.
Si, pero esta si es de verdad amiguita, dijo Bulma sonriendo.
Horas después:
En una pequeña iglesia los amigos de los novios, y sus familiares se encontraban esperando la llegada de los novios.
Nunca hubiese imaginado asistir dos veces a la boda de Gokú, dijo riendo Yamcha.
Ni yo y menos con la misma mujer, dijo Ten riendo.
Ya chicos, Gokú ya nos explico como se dieron las cosas, decía Piccolo.
Pues sí, pero de igual manera es muy gracioso, dijo Krilín riendo al tiempo que Vegueta entraba a la iglesia de la mano de su novia.
Allí están los chicos, decía la peli azul.
Si vamos con ellos, dijo Vegueta.
Oye Vegui, la chica con la que está Túrles allá no es Cirys, ¿verdad?, decía Bulma mirando al moreno con una pelinegra.
No Kakaroto me dijo que rompió con Cirys el día que se entero del embarazo de Milk, pues ya no tenía caso que se casé con ella además el aún quiere disfrutar más su juventud y Cirys era muy celosa, por eso la termino, esa chica es la verdadera heredera Saiya, Túrles la conoció en un viaje y están conociéndose por el momento, dijo Vegueta.
Vaya, si que el destino está donde menos lo esperas, dijo la peli azul.
Así es linda, dijo Vegueta mientras caminaba con su novia al lugar donde estaban sus amigos.
Luego de algunos minutos Gokú del brazo de su madre entraban al local mientras sonreía al ver a sus familiares y amigos en la pequeña iglesia.
El joven de cabello alborotado tomo su ubicación mientras esperaba pacientemente a su futura esposa.
Minutos después:
La bella pelinegra entraba del brazo de su padre, con una sonrisa radiante pues ahora su matrimonio era real y era con el único hombre al que ella podría amar, Gokú Son, el padre del hijo que esperaba.
Gokú al verla entrar sonrió y al tenerla frente a él, le dio un fugaz beso en los labios antes de que se arrodillasen frente al altar para que se de inicio a la ceremonia.
La ceremonia dio inicio, los pelinegros entrelazaron los dedos de sus manos mientras escuchaban todo con atención al igual que todos los presentes.
Mientras tanto:
En el jardín de una gigantesca mansión un par de gemelos platicaban.
Hermanita, Gokú nunca fue para ti, como la belleza no fue para mí, ya no estés triste, ya llegará el indicado, decía Diecisiete mientras abrazaba a su gemela.
Lo sé, pero duele, tú sabes que yo lo quiero desde que lo conocí, decía la rubia.
Lo sé, pero ya llegará alguien que sepa corresponder a tu amor, aunque allí tienes a Krilín dispuestisimo a darte consuelo, decía Diecisiete.
No sería justo que lo use como paño de lágrimas, por ahora prefiero estar sola, dijo la rubia.
Esta bien hermanita, yo apoyo tus decisiones, dijo su gemelo.
¡Gracias hermano por estar aquí conmigo¡ dijo la rubia.
Por algo somos hermanos y gemelos, dijo Diecisiete riendo haciendo sonreír a la rubia
Iglesia:
El par de pelinegros sellaban su unión con un dulce beso. Luego de la ceremonia en la iglesia, los pelinegros y sus invitados fueron a un pequeño local donde se realizaría la ceremonia religiosa y la fiesta en honor a su unión.
2 horas después:
Gokú y Milk firmaban sus actas de matrimonio, firmando como testigos de la misma Vegueta, Bulma, Gine y el padre de la pelinegra.
Gokú y Milk recibieron sus verdaderas actas de matrimonio de manos de un verdadero juez mientras se miraban y sonreían.
Ahora si son reales, dijo Gokú sonriendo.
Si y no te imaginas lo feliz que me siento de ser tu esposa de verdad, dijo Milk con una amplia sonrisa.
El brindis en honor al compromiso se llevo a cabo, debido al estado de la pelinegra ella realizo el brindis con un refresco y luego bailo con su esposo dando inicio al baile de las parejas.
3 horas después:
Los pelinegros se despidieron de sus invitados y juntos partieron al lugar donde empezarían su vida como la familia que a partir de ese día formaban.
Son para ti, dijo Gokú entregándole un ramo de rosas rojas a su esposa antes de bajar a la modesta casita que a partir de ese día se convertiría en el nuevo hogar de los pelinegros.
¡Están hermosas¡ dijo la pelinegra oliéndolas.
No más hermosas que tu mi bella ladrona, dijo Gokú sonriendo.
Pensé que ya te habías olvidado de llamarme así, decía la pelinegra fingiendo molestia.
Que tiene de malo si tu único delito fue robarme el corazón, dijo Gokú mientras la pelinegra sonreía y sentía los cálidos labios de su esposo posarse sobre los suyos.
FIN
Nota:
¡Gracias por haber seguido, votado y dejado sus mensajes en esta bella historia de amor GoChi¡ que hoy día llego a su fin.
Espero que el final haya sido de su agrado. Les informo que mañana estaré subiendo el epílogo de esta bella historia de amor.
Con mucho cariño.
PrincesaLirio.
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