(Penúltimo capítulo)

Ya había pasado un mes desde que la pelinegra había desaparecido de la vida del joven de cabello alborotado, el investigador que Vegueta había contratado había empezado a buscarla en Fri pan hace dos semanas atrás pero aún no tenía alguna noticia sobre ella.

El asaltante que faltaba del centro comercial había sido capturado y con ello las sospechas contra la pelinegra habían sido totalmente descartadas.

El padre de Gokú había cancelado en contra de su voluntad el compromiso con Dieciocho Android y su hijo, Bardock tuvo que pedir disculpas a los Android y sobre todo a la hija de estos que veía su ilusión rota aunque ella sabía que eso terminaría así pues el joven de cabello alborotado había sido bastante claro con ella el día que ella fue a buscarlo en la final de torneo de artes marciales realizado en la Capital Este.

Gokú había comprado el departamento donde había estado viviendo la pelinegra y su padre y se había mudado a vivir en este, él gracias al torneo donde se presento había conseguido muchos patrocinadores y él era la imagen de muchos productos, por ello recibía un buen dinerito que lo permitía poder llevar una vida cómoda, además de que hace una semana él ya era mayor de edad y podía realizar inversiones con el dinero que estaba ganando.

El joven de cabello alborotado mantenía una buena relación con su madre quién lo visitaba casi a diario para saber si él ya tenía noticias de la bella jovencita de la que su hijo se había enamorado. También se entero por ella que Milk estaba embarazada y eso lo lleno de alegría ya que Milk así este lejos de él por el momento de alguna forma seguían unidos sin embargo la relación con su padre era aún más distante que antes, él y su padre desde la última vez que se vieron nunca más volvieron hacerlo, él solo sabía de él por su madre, ya que Gine era el nexo entre padre e hijo que los hacía saber de cada uno de ellos.

Departamento de Gokú:

Un atractivo jovencito de cabello alborotado estaba sentado frente a un hombre delgado, alto de lentes oscuros.

¿Ya me tiene alguna pista?, decía Gokú con ilusión.

Si joven Son, le traigo excelentes noticias, ya se donde está su prometida, decía el detective sonriendo mientras le entregaba un sobre con los datos del lugar donde se encontraba la bella pelinegra.

¡Gracias¡ buen trabajo, decía Gokú entregándole un sobre con lo restante que le debía al investigador.

¡Gracias¡ allí como puede ver esta la dirección donde se están quedando y la dirección del trabajo de ella y su padre, dijo el investigador.

¡Gracias nuevamente¡ sabía que estaría en Fri pan, ella alguna vez me dijo que sus padres eran de allá, tal vez fue allá con la esperanza de que yo la encontrara en algún momento, dijo Gokú mientras sostenía en una de sus manos la cadenita que la pelinegra le dio y pensaba: Ahora mismo voy por ti mi amor, ya nada impedirá nuestro amor.

Minutos después:

El joven de cabello alborotado tomo las llaves de su nuevo auto que había sido regalo de uno de sus patrocinadores y salió del departamento.

Kakaroto, justo venía a verte pero veo que vas de salida, dijo Vegueta.

Así es, ya encontré a mi muñequita, ahora mismo voy por ella, dijo Gokú con una amplia sonrisa.

Pues me alegro amigo, yo solo venía a traerte esto, dijo Vegueta dándole un sobre a Gokú.

¿Qué es?, dijo Gokú.

Seremos las imágenes de un nuevo producto, allí te informan más, solo tienes que saber que con ello tendrás aún más dinero, dijo Vegueta sonriendo.

Tendremos dirás, porque tu también eres parte de el, ¿no?, dijo Gokú sonriendo.

Así es amigo, tu futuro bebé te trajo suerte, dijo Vegueta sonriendo.

Si mi futuro bebé y mi muñequita, dijo Gokú con una amplia sonrisa.

Luego de la pequeña platica con su amigo, el joven de cabello alborotado partió en su auto en busca de su amada prometida.

Horas después: "Fri pan"

Una bella jovencita pelinegra que vestía ropa de deportes se encontraba junto a unos jóvenes recomendándoles algunos productos sin darse cuenta que desde la entrada del lugar donde ella trabajaba un atractivo joven de cabello alborotado la observaba.

Milk aún vestida con un simple buzo de deportes te vez bella, pensaba Gokú mientras la miraba como hechizado a la bella jovencita que llevaba su cabello recogido en una coleta.

Gokú al ver que los jóvenes que rodeaban a la pelinegra y que parecían coquetearle al fin se alejaban de ella decidió acercarse mientras esta acomodaba las prendas.

¡Muñequita bella que me recomendarías para practicar artes marciales¡ dijo una voz que hizo que la pelinegra soltara las prendas que tenía en la mano y volteara a mirar al dueño de la voz.

¡Go....Gokú¡ dijo Milk emocionada mientras sus ojos se nublaban por las lágrimas.

Si, soy yo mi muñequita bella, pensaste que nunca te encontraría, gracias a esta cadenita que era de tu madre me acorde de donde naciste y decidí contratar a un investigador que me ayude a buscarte, decía Gokú mostrándole la cadenita que ella le había dado.

Pues no debiste hacerlo, dijo Milk dejando las prendas sobre las demás que estaban dobladas y empezó a caminar a la salida.

Muñequita, como puedes decirme eso, decía Gokú mientras la seguía.

Apóyame un rato, ¡por favor¡ dijo la pelinegra a una joven de cabello marrón que miraba embobada al joven de cabello alborotado.

Si Milk, pero antes dime, de ¿dónde lo conoces?, decía la jovencita de cabello marrón mirando a Gokú.

Luego hablamos, dijo la pelinegra saliendo del lugar al mismo tiempo que Gokú.

¿Qué te sucede Milk?, pensé que estarías feliz de verme, decía Gokú.

Y lo estoy pero no era necesario que me siguieras, tu padre, tu padre......, decía la pelinegra sollozando.

Mi padre no hará nada, yo ya le devolví todo, él sabe que te amo, que tú no tuviste la culpa de nada, renuncie a todo con tal de que me deje ser feliz contigo, dijo Gokú abrazándola.

Hiciste eso, decía la pelinegra incrédula.

Si muñequita, lo único que me importa en la vida eres tú y el bebé que estás esperando, dijo Gokú.

¿Quién te lo dijo?, dijo la pelinegra separándose de él.

Mi madre, mi padre se lo dijo en un momento de rabia. Mamá te acepta, ella solo quiere verme feliz, al igual que mi abuelo, ellos quieren que tú vuelvas conmigo, ellos a pesar de saber que no tienes dinero te aprecian mucho y están felices de saber que tendremos un hijo, sabes el abuelo quería heredarme pero yo no acepte, le dije que no era necesario, pues tu amor vale más que cualquier herencia, estoy seguro que con el tiempo papá también te aceptará, decía Gokú mientras la sujetaba de la cintura y la apegaba a él.

Papá también sabe todo, dijo Milk.

Que bueno, porque a partir de hoy un nuevo comienzo empieza en nuestras vidas, yo quiero hablar con tu padre ya, quiero casarme contigo cuanto antes, dijo Gokú acercando su rostro al de la pelinegra.

Yo también, dijo la pelinegra besando los labios del joven de cabello alborotado mientras colocaba sus delicados brazos alrededor del cuello de este.

Luego de algunos minutos el par de pelinegros se separaron, Gokú acompaño a Milk a hablar con su jefe, pues ya no podía seguir trabajando con él, luego de ello ambos fueron a la casita donde se estaban quedando la pelinegra y su padre.

Mansión Son:

Hijo creo que es tiempo de que reconsideres tu posición, Gokú es tu único hijo, no me gusta verlos distanciados, el te demostró que las artes marciales también puede ser un medio de trabajo, es el vigente campeón nacional, decía el anciano.

Lo sé padre, aunque me hubiese gustado que estudiara algo, en fin a través de ellas puede también hacer fortuna, pero no es por ello mi discusión con el sino por...., decía Bardock siendo interrumpido por su padre

El amor no es pecado hijo, además esa niña es bellísima no lo vas a negar, mi nieto sin duda tiene muy buenos gustos y mis bisnietos serán bellísimos, decía el anciano.

La belleza de esa chica no está en discusión, ni su clase social, pues a pesar de no ser de nuestra clase tal parece que la supieron pulir, pues nos supo engañar a todos y eso es lo que me duele el engaño, dijo Bardock.

Y haber perdido los millones de los Saiya hijo, te conozco muy bien, a mi no me engañas, por suerte Gokú le saco a Gine, dijo el anciano riendo.

Padre yo no soy ambicioso, solo quiero lo mejor para mi familia, dijo Bardock.

Y lo mejor para tu hijo es esa chica que además te dará un nieto y no vuelvas a dudar de ella que Gokú nos explico a todos como sucedieron las cosas entre ellos, esa chica no es una cualquiera, solo que en su juego de amor, ambos terminaron enamorándose, dijo el anciano.

Bardock no dijo nada solo se quedo pensando mientras miraba a su padre.

Fri pan:

La pelinegra tenía listas dos pequeñas maletas en la puerta de la pequeña casita que habían arrendado con su padre, Gokú estaba parado junto a ellas mientras la pelinegra cancelaba la cuota de arrendamiento y le comunicaba a la dueña de la casa que ya no seguiría en ella.

Ya solucionaste lo de la casa, dijo Gokú al ver entrar a la pelinegra.

Si cariño, ahora a esperar a papá ya le comunique todo, él hablaría también con su jefe, me dijo que unos minutos vendría para irnos, dijo Milk sonriendo

¿No se te antoja algo?, dijo Gokú mientras la abrazaba y le daba suaves besos en su rostro.

Solo un beso tuyo, dijo Milk dulcemente mientras el joven de cabello alborotado cumplía el deseo de su amada.

Minutos después:

Un gigantesco hombre entraba por la puerta de la casita haciendo que el par de pelinegros se separasen.

¡Buenas tardes señor Ox¡ dijo Gokú sonriendo.

¡Que gusto volverte a ver¡ cuando mi hija me lo dijo por teléfono no pude creerlo, dijo el gigantesco hombre.

Pues créalo, nadie me separa de su hija y con su aprobación me casaré con ella en dos semanas, solo tiene que darme sus papeles porque el trámite con los míos ya los inicie con un amigo de mi familia que es juez y un sacerdote que conoce mamá, ahora nuestra boda si será de verdad muñequita, dijo Gokú mientras la pelinegra sonreía.

Claro que apruebo esa boda y más ahora que mi niña me dará un nieto, dijo el gigantesco hombre haciendo sonrojar al par de pelinegros.

Señor, yo......., decía Gokú siendo interrumpido por el padre de la pelinegra.

No tienes que explicar nada, el saber que amas a mi hija, es lo único que me importa, yo sé que tú eres su felicidad, dijo el padre de la pelinegra.

Y ella la mía, dijo Gokú sonriendo.

Gokú, Milk y el padre de la pelinegra emprendieron camino a la capital central. Mientras el joven de cabello alborotado conducía iba platicando con la pelinegra y su padre.

¿Entonces compraste el departamento donde estaba?, dijo Milk.

Si, ese departamento es ahora nuestro, dijo Gokú.

Pero ese departamento tiene solo dos habitaciones, decía preocupado el gigantesco hombre.

No se preocupe, yo viviré en la casita que será de Milk y de mis hijos, el departamento quedará con usted, cuando Milk se convierta oficialmente en mi esposa vivirá conmigo allá, dijo Gokú sonriendo.

¿Y cómo conseguiste una casa?, dijo Milk sorprendida.

Fue uno de los premios por haber ganado el campeonato, es pequeña pero muy cómoda, tiene tres habitaciones, una pequeña sala, comedor, cocina, baño y lavandería, además tiene un pequeño jardín, te encantará, dijo Gokú.

No importa el lugar, lo único que importa es que estemos juntos, dijo Milk dulcemente.

Así es muñequita. Voy a comunicarle a mamá que vamos en camino, dijo Gokú sonriendo

Horas después:

Gokú, Milk y su padre salían del ascensor que daba al departamento donde se alojarían cuando se encontraron con los padres del joven de cabello alborotado.

Mamá, ¿qué hace papá aquí?, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra mientras el padre de esta miraba intrigados al par de desconocidos.

Hijo, vengo a pedirte disculpas, ya no quiero que sigamos distanciados, dijo Bardock.

¿Aceptas a la mujer que amo como parte de nuestra familia?, dijo Gokú.

Si hijo y también te pido disculpas Milk, no debí tratarte así, dijo Bardock mirando a la pelinegra.

No se preocupe yo no le tengo rencor, usted es el abuelo del hijo que espero y padre del hombre que amo, dijo Milk.

¿Comenzamos de nuevo entonces?, dijo Bardock.

Si, dijo Milk.

Gokú les presento a sus padres al padre de la pelinegra, también les comunico sus planes de boda con la pelinegra, ellos decidieron apoyarlo en lo que el crea conveniente.

Minutos después:

Milk y Gokú estaban abrazados mirando por la ventana del departamento donde se quedaría la pelinegra con su padre mientras juntos platicaban de sus planes futuros.