Un par de pelinegros acomodaban sus pequeñas maletas para volver a la capital.

No sabes como me gustaría que viviéramos juntos, decía Gokú mientras abrazaba por la espalda a la pelinegra y le daba dulce besos en su rostro.

A mi también pero no podemos, papá pondría el grito en el cielo si se entera que ya no soy su inocente niña, dijo Milk sonriendo.

Pues no, ya eres toda una mujer, una mujer muy bella, mi mujer, dijo Gokú con orgullo.

Y tú eres mi hombre, dijo Milk dulcemente.

Si, soy tu hombre. Milk háblale a tu padre más de mí, quiero conocerlo más, quiero que seas mi novia ya, bueno en realidad ya lo somos pero quiero que tu padre también lo sepa, decía Gokú.

Tú novia, suena tan lindo, dijo Milk.

Si, suena muy lindo, pero solo seremos novios ante tu padre un tiempo luego haremos que nuestro matrimonio sea real porque nos casaremos, dijo Gokú.

La pelinegra sonrió al darse cuenta que su amor era de verdad correspondido y de que su sueño de casarse con el joven del que se enamoro se haría realidad.

Gokú podría compartir está alegría que siento con alguien mas, es que si no la comparto siento que mi corazón explotara de alegría, decía Milk sonriendo dulcemente.

¿Y con quién quieres compartirla?, dijo Gokú sonriendo.

Con Bulma, ella se a convertido en una gran amiga, ella siempre me dice que los dos hacemos una linda pareja, creo que ella siempre sospecho de mis sentimientos hacia ti, por eso quiero compartir la noticia de mi noviazgo con ella, decía Milk.

Pues hazlo, yo también pensaba compartirla con Vegueta, dijo Gokú besándola dulcemente.

Gokú y Milk volvieron a la capital central, la pelinegra fue con su padre, mientras el joven de cabello alborotado se instalo en el mismo edificio un piso más abajo del lugar donde vivía la pelinegra.

Departamento de Milk:

El padre de la pelinegra miraba intrigado a su hija que desde que llego tenia la mirada iluminada y no paraba de suspirar.

¿Sucedió algo estos días que no estuviste en casa que no me hayas contado?, decía el gigantesco hombre intrigado.

Si, si sucedió algo, a veces pienso que estoy viviendo un sueño pero no es un sueño es real papá, es real, decía la pelinegra con ojos soñadores sentándose frente a su padre.

¿Qué sucedió hija?, dijo el hombre.

Mi sueño de amor se cumplió papá, el chico que me gusta me corresponde, dijo Milk sonrojándose al acordarse del fin de semana que había pasado con el joven de cabello alborotado luego de que ambos habían aceptado su amor.

¿Quién es el joven que conquisto el corazón de mi niña?, dijo el gigantesco hombre.

Tú lo conoces papito, Gokú, el chico que me acompaño a recogerte al hospital, el me ha estado apoyando en todo lo que respecta a ti, este fin de semana se me declaro y yo lo acepte porque siento lo mismo que él, nos hicimos novios, dijo Milk dulcemente.

Mi niña con novio, dijo el padre de la pelinegra sonriendo.

Si papito, Gokú quiere conocerte más él me pidió que te platicara de lo nuestro porque no quiere que pienses que solo quiere jugar conmigo, decía la pelinegra.

Hija, ¿pero ese joven no es el dueño de este departamento?, dijo el gigantesco hombre preocupado.

Si, si lo es, pero eso no tiene nada que ver con lo que los dos sintamos, dijo Milk.

El es millonario ¿no?, no me gustaría que solo quiera jugar contigo y termine lastimándote, decía el gigantesco hombre.

No papito el me ama, por eso quiere conocerte mas, decía la pelinegra.

Yo también quiero conocerlo, quiero saber cuales son sus intenciones contigo, dijo el padre de la pelinegra.

Entonces le diré que venga hoy a cenar con nosotros, decía la pelinegra sonriendo.

Mientras tanto: "Gimnasio"

Pensamos que te tomarías al menos una semana para tu luna de miel, no un día, dijo Ten sonriendo mientras sus demás amigos asentían.

El campeonato esta cerca, no puedo dejar de entrenar, en cuanto acabe el campeonato Milka y yo tendremos una segunda luna de miel, dijo Gokú sonriendo.

Vaya Gokú, pobre Milka, recién casada contigo y ya la abandonas por las artes marciales, dijo irónico Diecisiete.

Yo no la abandono, ella y yo estamos ahora más unidos que antes, además para demostrarnos que nos amamos no necesitamos un viaje de luna de miel, ya que luna de miel serán todas mis noches junto a ella, dijo Gokú sonriendo mientras Diecisiete lo miraba con rabia.

Mejor entrenemos, dijo Vegueta al ver que el ambiente se empezaba a poner tenso.

Si entrenemos, dijo Gokú.

Horas después:

Gokú y Vegueta platicaban luego de que sus amigos ya se habían ido del gimnasio.

¿Y cuéntame como te fue en tu falsa noche de bodas?, ¿dormiste cómodo en el sofá?, dijo Vegueta riendo.

Si dormí muy cómodo, decía Gokú sonriendo mientras recordaba algo de aquella noche de amor entre él y la pelinegra.

¿Y qué hicieron el día siguiente?, pues supongo que tuvieron que volver hoy para evitar sospechas, dijo Vegueta.

Nos divertimos juntos en la playa, Vegueta tengo que decirte algo, decía Gokú mientras el joven cabello de flama miraba el extraño brillo que tenían los ojos de su amigo.

Departamento de Milk:

Pasa, pasa, que bueno que viniste, decía la pelinegra después de saludar a su peli azul amiga.

Como no iba venir, me dejaste intrigada con eso de que me tienes una sorpresa, decía Bulma.

Si pero mejor vamos a mi habitación, papá vaya a salir por aquí, ahora esta en su habitación, pero a veces se cansa de estar solo allí y sale a la sala a pesar de que el médico le pidió que guarde reposo por lo menos tres meses, decía la pelinegra.

Es normal cualquiera se aburre de estar solo acostado o acostada, dijo Bulma.

Si tienes razón, dijo la pelinegra mientras se iba con su amiga a su habitación.

Minutos después:

La pelinegra con la sonrisa tatuada en sus labios dijo: Ya tengo novio.

¿Ya tienes novio?, dijo Bulma sorprendida.

Si, dijo Milk con ojos soñadores.

El doctorcito ese del que estás enamorada se te declaro, dijo Bulma.

No, ese doctorcito no existe, yo nunca estuve enamorada de ningún doctor, yo solo te dije eso para evitar que te des cuenta de mis verdaderos sentimientos, pero a pesar de ello tú siempre los notaste, decía Milk.

No me digas qué....., decía Bulma siendo interrumpida por la pelinegra.

Gokú y yo somos novios, él me ama como yo a él, dijo la pelinegra con una amplia sonrisa.

Lo sabía mi intuición no podía fallarme, dijo Bulma sonriendo mientras abrazaba a la pelinegra.

Gimnasio:
Lo sabía y tú tanto que negabas a aceptarlo, decía Vegueta riendo quedándose callado repentinamente.

No te preocupes amigo, como se lo dije a Milk, nadie me separará de ella, me casare con ella haré que este falso matrimonio sea real, por ahora somos novios pero en cuanto termine el campeonato nos casaremos, claro hasta eso seguiremos fingiendo estar casados, ella seguirá fingiendo ser Milka Saiya, dijo Gokú.

Pues me alegra saber que estén enamorados, pero me preocupa la reacción de tus padres cuando se enteren de toda esta farsa, decía Vegueta.

Por eso nadie sabrá nada hasta que yo no este casado con Milk Ox, así mis padres ya no podrán hacer nada para separarnos, dijo Gokú sonriendo.

Y tú qué decías que enamorarse quitaba el tiempo y mírate, te escucho y es la voz de un hombre enamorado, te veo y tu rostro me muestra lo feliz que eres ahora que al fin aceptaste tus sentimientos, dijo Vegueta riendo.

Así es y soy muy feliz, muy feliz, dijo Gokú con una amplia sonrisa.

Departamento de Milk:

Pues te felicito, lo mereces y Gokú también, él es un gran muchacho, yo ya intuía que entre los dos había algo, eran muy obvias sus escenitas de celos, solo que ambos eran tan tercos que no lo querían reconocer, creo que en parte debes estarle agradecida a Marón, porque si ella no hubiese hecho lo que hizo en tu boda Gokú y tú seguirían fingiendo no sentir nada el uno por el otro, dijo Bulma sonriendo.

Si es cierto, al menos el coraje que sentí ese día valió la pena pues ahora estoy viviendo un sueño de amor junto a él, dijo Milk.

No es un sueño, Milk es una realidad, dijo Bulma abrazándola.

Luego de la plática con su amiga, la pelinegra se despidió de la peli azul y decidió timbrarle a su falso esposo.

Gimnasio:
Pues en una semana son las pruebas, decía Vegueta mientras el celular del joven de cabello alborotado empezaba a timbrar.

Es mi niña bella, dijo Gokú contestando inmediatamente la llamada mientras Vegueta sonreía.

Alo princesa, dijo Gokú.

Solo te llamaba para invitarte a cenar, papá quiere conocerte más, decía la pelinegra a través de la línea telefónica.

Y yo a él muñequita bella, decía Gokú mientras Vegueta sonreía.

Lo que logra el amor, nunca pensé oírlo hablar así de enamorado, dijo Vegueta sonriendo.

Horas después: "Departamento de Milk"

Una bella pelinegra colocaba sobre una pequeña mesa los platillos que había elaborado para su cena especial.

Todo se ve delicioso, dijo su padre mientras tomaba asiento en una de las sillas.

Gokú quedo en venir a cenar con nosotros papá, dijo Milk sonriendo.

Pues me alegro, eso demuestra que sus intenciones son sinceras contigo, dijo su padre al tiempo que el timbre del departamento sonaba.

Ring ring ring

Ese debe ser él, dijo la pelinegra sonriendo mientras se dirigía a abrir la puerta.

Muñequita bella, dijo Gokú sonriéndole mientras le entregaba un pequeño ramo de rosas rojas y se acercaba a darle un dulce beso.

Pasa, dijo la pelinegra al romper el beso tomando la mano del joven de cabello alborotado.

¡Buenas noches señor Ox¡ dijo Gokú sonriendo.

¡Buenas noches joven¡ dijo el gigantesco hombre.

Siéntate, voy a colocar estas bellas rosas en agua y ya vengo a servir la cena, dijo la pelinegra dejando solo a su novio y a su padre.

El gigantesco hombre miraba al atractivo joven de cabello alborotado con detenimiento como si lo estuviera inspeccionando.

Me imagino que Milk, ya le hablo de lo nuestro, dijo Gokú rompiendo el silencio.

Así es, dijo el gigantesco hombre.

Le aseguro que mis intenciones con su hija son las mejores, yo la amo y pienso casarme con ella claro si usted lo permite, decía Gokú.

¿Casarse pero si mi hija aún es una niña?, decía el gigantesco hombre.

Bueno me refería a casarnos pero no ahora sino en unos meses, yo pienso apoyarla para que ella estudie lo que desee, decía Gokú.

¿Por qué hace todo esto?, mi niña no es de su clase social, a mi no me gustaría ver que la rechacen en su circulo social, decía el padre de la pelinegra preocupado.

Lo hago porque la amo y nadie la rechaza ni la rechazara en mi círculo social porque yo no lo voy a permitir, señor Ox, yo amo a su hija, la amo como tal vez usted no pueda imaginarlo, yo la haré muy feliz, decía Gokú al tiempo que la pelinegra llegaba a la mesa.

Pues me alegra oír eso, si amas a mi niña y prometes cuidarla y protegerla te acepto como su novio, dijo el padre de la pelinegra.

¿Novio?, dijo Gokú.

Si novio, ¿o que quieres ser de mi hija?, dijo el gigantesco hombre intrigado.

Su prometido, dijo Gokú sonriendo mientras la pelinegra sonreía también.

El padre de la pelinegra al ver la felicidad en los ojos de su hija al oírle pedir ser su prometido al chico que ella amaba dijo: Esta bien, te acepto como prometido de mi hija.

¡Gracias señor Ox¡ dijo Gokú sonriendo.

¡Gracias papito¡ dijo Milk abrazando a su gigantesco padre.

No agradezcan, es más yo tengo que darte las gracias por apoyar a mi hija en lo de mi operación, dándole trabajo, decía el gigantesco hombre.

No agradezca lo hice con gusto, decía Gokú sonriendo.

El padre de Milk y Gokú platicaban de ellos para conocerse más mientras la pelinegra servia la deliciosa cena que les había preparado.

Minutos después:

Eres luchador de artes marciales, decía el padre de la pelinegra.

Así es y me estoy preparando para el próximo torneo nacional, decía Gokú sonriendo.

¿Y en qué trabajos te apoyaba mi hija?, dijo el gigantesco hombre intrigado mientras la pelinegra miraba a su novio preocupada.

En un pequeño negocio que estoy empezando con una amigo, como yo por las artes marciales no puedo estar muy pendiente de el necesitaba apoyo, por eso busque a alguien y por suerte fue Milk quien llego a mi vida para apoyarme y convertirse en el amor de mi vida, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra.

El padre de la pelinegra se quedo satisfecho con la respuesta y no indago más del trabajo de la pelinegra.

Luego de compartir la deliciosa cena Milk acompaño a su novio hasta la puerta de salida para despedirse de él.

Todo estuve delicioso amor, decía Gokú mientras la rodeaba con sus brazos de su cintura.

Nos vemos mañana, dijo Milk mientras sentía los calidos labios de su novio besarla con dulzura.

Nos vemos mañana, dijo Gokú al separarse de ella, le dio un último beso en la frente y fue a su departamento mientras la bella jovencita pelinegra lo veía partir desde su puerta con su corazón completamente acelerado.