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━ two: friends, you and me.

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•° CAPÍTULO DOS. °•

•── AMIGOS, TÚ Y YO ──•


La pequeña pelirroja de la familia Madden se encontraba sentada en el escritorio de su habitación, leyendo un grueso y viejo libro, mientras balanceaba los pies en el aire. El espíritu del invierno se encontraba flotando por encima de ella con brazos y piernas cruzados y cara de aburrimiento. Era el segundo día que pasaba con ella y aunque le encantaba su compañía quería divertirse.

—Lya —la llamó, pero ella estaba tan sumergida en el contenido del libro que no lo escuchó—. ¡Lya! —exclamó de nuevo cerca de su oído y ella dio un pequeño respingón de la sorpresa.

—¿D-Decías algo? —preguntó aún aturdida.

—Me preguntaba si no querías salir a jugar fuera.

—Hm, no puedo —musitó bajando la mirada. Jack notó como ella tiraba de la falda de su vestido con nerviosismo.

—¿Por qué? ¿Te preocupa que tu madre te vuelva a decir que no? —bufó al recordar como la mencionada le había prohibido salir a jugar con los otros niños.

—Un poco, pero sé que mi madre lo hace por mi bien, ya que no quiere que me haga daño o me canse demasiado.

—Se pasa de sobreprotectora —se quejó él—. ¿Tu padre es igual?

—No, papá a veces me deja salir fuera a jugar, aunque sea por un ratito.

—No entiendo porque te tratan con tanto cuidado, sé que eres su hija y aún eres pequeña, pero deberían darte un poco más de libertad. ¡No es como si te fueras a romper! —protestó haciendo un mohín, sin darse cuenta de cómo los ojos de ella perdían parte de su brillo.

—En realidad... puede que sí me rompa si me sobre esfuerzo demasiado —respondió casi en un susurro y sin tener valor para mirarlo a los ojos.

—¿Qué? —Jack parpadeó confundido. Había dicho aquello como una exageración, para dramatizar, y, sin embargo, ella le estaba diciendo que sí podía pasar.

Hubo una pausa que al espíritu se le hizo eterna y en la que la pequeña estuvo dudando sobre si contarle todo o no. Le preocupaba y aterrorizaba que sí se lo contaba, él se marchase o pensase que era una molestia.

—Hm, yo... —Elevó ligeramente la cabeza, pero volvió a bajarla antes de si quiera encontrarse con los orbes azules del contrario—. Estoy enferma... Por eso mamá y papá se preocupan tanto.

Sus palabras cayeron como un balde de agua fría y la expresión en el rostro del albino se volvió indescifrable, debido a la cantidad de emociones que le recorrieron.

—Repítelo —pidió, rezando y esperando haber escuchado mal.

—Estoy enferma. —Un nuevo balde de agua cayó. Seguía queriendo creer que escuchaba mal, pero los ojos cristalizados de ella le hicieron darse cuenta de no y su corazón se estrujó—. ¡Ah! Pero no pasa nada, mientras me cuide, estaré bien —comenzó a decir con nerviosismo y rapidez—. Y aunque no pueda salir a jugar, vivo muchas aventuras y tengo muchos amigos gracias a esto —posó la mano sobre el libro en el escritorio—, así que no me siento sola.

Ah, ahora entendía porque, a pesar de que era solo una niña, le había dado una sensación más madura. Si estaba enferma y no era reciente, definitivamente había tenido que crecer fuerte para poder soportarlo y no perder la sonrisa.

Jack puso los pies en el suelo, el bastón contra la pared y tragó en seco cuando vio la primera lágrima caer de aquellos bellos orbes marrones que habían perdido todo su brillo y alegría habitual. Dio los dos pasos que la separaban de ella y se puso de cuclillas para estar a su altura. Primero, posó su mano sobre una de las de ellas con las que no dejaba de tirar de la falda, segundo, con la otra limpió las lágrimas que seguían cayendo y tercero, sin decir palabra, la abrazó, con mucho cuidado y atrayéndola hacia él. Notó como su pequeño cuerpo temblaba y su corazón se estrujó un poco más.

—No estás sola, me tienes a mí —susurró cerca de su oído para reconfortarla—. E incluso si dejas de creer en mí, seguiré estando a tu lado.

Se escuchó un sollozo antes de que Lyanna comenzase a corresponder el abrazo con sus pequeños brazos. Jack sonrió a medias y la apretó con algo más de fuerza.

—¿D-De verdad? —inquirió ella.

—Sí, de verdad.

—Pero no puedo salir a jugar y a Jack le gusta jugar...

—Me gusta, pero me gustas más tú —confesó como si nada, haciendo que las mejillas de ella se volvieran de color carmesí—. Podemos encontrar otras formas de divertirnos. Además, los amigos están para ayudarse y cuidarse mutuamente.

Lyanna se separó de él para poder mirarle con los ojos bien abiertos, aunque mantuvo las manos aferradas a su ropa.

—¿Amigos? —repitió con duda e inclinando la cabeza a un lado.

—Amigos, tú y yo —contestó Jack señalándolos a ambos de forma alternada y dedicándole una cálida sonrisa.

—¿En serio que lo somos? —musitó aún insegura, él asintió—. ¿Y los amigos se ayudan y cuidan? —Jack volvió a asentir—. Pero yo no he ayudado a Jack en nada y no sé si algún día lo haré... —Jugó con sus dedos de forma inquieta, juntando y separando sus dos dedos índices sin parar.

Lyanna había leído cientos de libros donde se trataba la amistad, pero jamás la había experimentado por sí misma, nunca había tenido ni un solo amigo, ni siquiera se había relacionado con nadie más a parte de sus padres, médicos y profesores, por lo que en esos momentos no podía evitar sentirse insegura de no ser suficiente buena amiga para el alegre chico que tenía delante y que la estaba tratando con tanta calidez y cuidado, como si fuera un tesoro muy preciado para él.

El espíritu negó con la cabeza, tomó las manos de ella entre las suyas y cuando el marrón y el azul de sus respectivos ojos se encontraron, volvió a sonreírle.

—Me has ayudado mucho más de lo que piensas al creer en mí, Lya —indicó Jack—. No sabes cuan desesperado estaba antes de encontrarte, pero ahora solo puedo estar feliz.

Jack se había pasado más de 150 años desde que había despertado en aquel lago congelado, tratando de encontrar a alguien que pudiera verle, alguien que creyese en él. No para hacer grandes cosas con esa persona –que también–, sino simplemente para tener a alguien con quien poder estar y hablar. Solo quería tener a alguien a su lado para que le hiciese compañía, para así no sentirse tan vacío y solo por dentro, y quizás también para encontrar alguna pista de porque el Hombre de la Luna lo había elegido y sobre quien estaba destinado a ser.

—Estar contigo me hace feliz, Lya, y estoy seguro de que seguirá siendo así por mucho tiempo —continuó—, así que no digas que no has hecho nada por mí.

Ella se limitó a asentir y una sonrisa floreció en sus labios. Él se sintió aliviado al notar que ya no lloraba y que parecía haber recuperado el ánimo. Posó una mano sobre la cabeza ajena y revolvió aquella rojiza melena con cariño mientras la escuchaba reír.

—Jack es mi primer amigo —dijo Lyanna entonces. ¿Le hubiera gustado tener a su primer amigo antes? Sí. ¿Le hubiera gustado que hubiera sido otro diferente a Jack? No. No cambiaría por nada al espíritu, pues no podía estar más feliz de que él fuera el primero.

—Y te aseguro que seré el mejor de entre todos los amigos que hagas de ahora en adelante —indicó él con altanería, terminando con una carcajada a la que ella se unió.

Lyanna no dudó de sus palabras porque ya tenía claro que desde día para siempre, él sería el mejor, el número uno, en su corazón. Jack siempre sería su más preciado amigo y Lyanna siempre sería la primera persona que creyó en él y por lo tanto, su persona más importante.


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Jack es amor, Lyanna es amor y juntos son aún más amor, asjda.

Capítulo cortito, pero ya avisé en el prefacio que los del acto 1 serán así.

Sobre la enfermedad de Lyanna: Tiene una dificultad respiratoria desde que nació prematura a los siete meses, por lo que a veces al esforzarse demasiado y cansarse, comienza a sentir que se asfixia. Además, tiene osteoporosis, enfermedad que consiste en que se tiene una resistencia ósea disminuida y hay más posibilidades de fractura. 

Este es el motivo por el cual su madre es tan sobreprotectora y no la deja salir fuera a jugar.

Por cierto, me estoy planteando usar a Anna de Frozen como el fc animado de Lyanna, ya que recientemente he estado buscando material de ella para una tarea (?) y no me desencaja del todo, sobre todo con el cabello suelto. Me lo estoy planteando porque quiero hacer (y pedir que hagan) ediciones y un tráiler para la historia, y para ello necesito un fc, jaja.

Espero que os haya gustado el capítulo. ♥

Marie Weasley.

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