Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19: Halloween

Adivinen qué día es hoy.

No sé para qué te haces la interesante. Lo pone en el nombre del capítulo.

Cállate, le quitas la emoción al momento.

Hoy era uno de mis días favoritos del año.

Redoble de tambores para pausa dramática.

¡Halloween!

En estos momentos me encontraba con Paris en su cuarto decidiendo de qué me disfrazaría para la fiesta a la que iríamos en la noche, la cual se celebraría en la casa de Calvin.

La lacra de su ex. Chan, chan, chan...

—¿No se te ocurre nada? —me preguntó, caminando de un lado a otro como si esta fuera la elección más importante de nuestras vidas.

—Mmm... —emití acostada en la cama, pensativa—. ¿Qué te parece de... Annabelle? —solté lo primero que se me ocurrió y ella me miró con desaprobación.

—Bel, sé que amas el terror, pero ese cuerpo sexy hay que lucirlo aunque sea una vez al año —replicó.

—¿Tú de qué irás disfrazada? —indagué.

—De Maléfica —respondió enseguida, posando mientras colocaba los dedos índice y medio de cada mano en un signo de victoria a ambos lados de su cara.

—Perversa igual que tú —opiné y ella besó su hombro en un gesto de orgullo, haciéndome sonreír.

Si había algo que admiraba de mi prima, era su seguridad. Incluso cuando se sentía perdida siempre se mostraba segura e inquebrantable. Ella siempre me dice que "primero debemos creérnoslo nosotras mismas, así los demás lo creerán también".

—¿Qué te parece ir de Cleopatra? —me sugirió.

—No —descarté, ceñuda—. ¡Edna Moda! —disparé.

—No —declinó mi idea.

—¿Por qué? Ambas tenemos el pelo corto y usamos lentes. Es perfecta —expliqué.

—Bel, no... —dictaminó y me crucé de brazos como niña pequeña.

—Vilma de Scooby Doo —sugerí, ya que también era un personaje similar a mí.

—No.

—La Pantera Rosa.

—Claro que no —dijo categóricamente.

—El Grinch.

—Definitivamente no —lo rechazó.

—Mike Wazowski —jugué mi última carta.

—¡Bel!

—Me rindo. Iré sin disfraz —emití, dramática.

—¡Ya sé! —exclamó Paris de repente.

—Dime, por favor, que este personaje usa ropa —hablé, temerosa de su idea.

—Es de una serie que te gusta —aclaró.

—Progresamos —comenté, aliviada.

—Pero debemos conseguirte una peluca  y tendrás que usar lentes de contacto. Incluso tendremos que dibujarte sus tatuajes.

—Retiro lo dicho —mascullé—. ¿Y si voy disfrazada de calabaza? Es muy temática —agregué.

—Vas a ver que te va a gustar —aseguró, ignorado mi nueva y más brillante idea—. Sé que adoras al personaje. Además, es muy atractiva y sensual.

—¿Por qué querría ir sexy? —repliqué, extrañada.

—Porque Caleb irá, obvio —rebatió, arqueando una ceja.

—Ya no sé si quiero algo con Caleb —confesé.

—Bel, ¿no me dijiste que lo que pasó con Megan fue un malentendido? —refutó con suavidad, tomando asiento a mi lado.

—Eso me dijo él, pero no sé si debería creerle... —dudé—. No quiere contarme nada de su vida ni de su pasado. ¿Por qué debería confiar en él? —planteé, insegura y temerosa.

—Bel —me tomó de la mano—, la verdad es que no lo sé, pero a mí me parece un chico genuino y sincero. No sé explicarlo. Desde que me lo presentaste me agradó.

—Él tiene esa capacidad: sabe cómo gustarle a todos. Sabe usar su encanto y simpatía para hacer que todos lo quieran —comenté con la mirada perdida.

—Pues... yo creo que podría haberte mentido con respecto a su vida y tú no tendrías forma de saber su verdad, pero prefirió no hacerlo y te pidió paciencia. Me parece muy honesto de su parte —opinó.

—Paris, ¿qué crees que oculte Caleb? —indagué.

—No tengo ni la más remota idea, Bel. Visto desde afuera Caleb parece un chico perfecto.

—Eso es lo que me perturba. Nadie es perfecto... —emití.

—No te preocupes, Bel. Seguro no es nada grave —me tranquilizó, frotando el dorso de mi mano con su pulgar.

—Eso espero, Paris... Eso espero... —musité.

:::::::::

Al caer la noche, las gemelas, Paris y yo llegamos a la mansión de la familia de Calvin, la cual estaba perfectamente decorada para la ocasión. Todos los presentes iban disfrazados, aunque algunos estaban más extravagantes que otros. Venecia se había disfrazado de ángel y Landa, de Cruella de Vill. Yo le sugerí que viniera de demonio y así iría a juego con Venecia, pero descartó la idea (por no mencionar que ella no necesita disfraz para eso).

Los vestuarios eran muy variados. Muchos iban de personajes de Disney como princesas y villanos, algunos iban de superhéroes de Marvel o de personajes de anime. Otros iban más tradicionales como monstruos, brujas, zombies, momias, payasos y muchos otros que ni siquiera sabía lo que eran...

—Hola, chicas —nos saludó Will, quien iba disfrazado de Ron Weasley de Harry Potter, ya que él ama esos libros.

—Hola, Will. ¿Has visto a mi hermano? —preguntó Paris con su imponente disfraz de Maléfica.

—Me dijo que llegaría más tarde. Fue a buscar a Aiko —nos informó mientras yo buscaba con la mirada a mis hermanas menores, las cuales ya se habían esfumado.

—Sus padres la dejaron venir a una fiesta... Me sorprenden —comentó Paris, venenosa.

—Vendrá con su hermana —aclaró Will.

Todo estaba explicado.

Los padres de Aiko, probablemente por su cultura o tal vez por la forma en la que los educaron, eran muy rígidos y poco permisivos con ella. Las pocas veces que le permitían salir era en compañía de su hermana menor, Azumi. Yo no la conocía mucho, pero había algo en ella que no me gustaba. A veces sentía que envidiaba a su hermana.

—Iré a buscar algo de beber, chicos —emitió Paris y sin darnos tiempo a responder se largó.

—Me encanta tu disfraz, Bel —me elogió Will. En otros tiempos esas palabras habrían transformado mi noche en la mejor de todas, pero ya mis sentimientos románticos hacia mi mejor amigo quedaron atrás.

Ahora mi corazón latía por alguien más...

—Gracias, Will.

La idea que Paris tuvo fue disfrazarme de Jinx, un personaje de una serie llamada Arcane. A pesar de que no podía usar mis anteojos, de que tuve que pintarme sus tatuajes y de que debía llevar una peluca azul, me gustaba mucho el disfraz.

Dejando a un lado la modestia... estás muy perra.

—Hola, chicos —habló de pronto un recién llegado, quien iba disfrazado de Jack Frost—. Espero que se la estén pasando bien...

—Calvin —emití sin mucha emoción.

—Bel... —respondió, mirándome de arriba abajo—. Bonito disfraz... —comentó.

—Lo sé, por eso lo escogí —respondí, altiva, viendo como Will contenía una sonrisa.

—¿Viniste sola? —preguntó de pronto.

—Estoy con Will —contesté con obviedad, aunque sabía que no se estaba refiriendo a una compañía fraternal precisamente.

—¿Y tu amiguito Caleb? ¿No vendrá? —Arqueó una ceja, intentando intimidarme.

—Bel y yo somos más que "amiguitos" —intervino una tercera voz, la cual hizo que por mi rostro se extendiera una sonrisa mientras que Calvin se giraba para ver al emisor.

Caleb...

—Sé que es difícil, pero ya deberías superarla. Tu oportunidad pasó, colega... —emitió Caleb, colocándose a mi lado y, aunque no me estaba tocando, desprendía un aire posesivo y dominante, lo cual hizo que Calvin apretara la mandíbula.

—¿Se supone que debo dejarte el camino libre? —replicó el chico rubio.

—No... porque perdiste cualquier derecho en la vida de Bélgica el día que olvidaste cómo valorarla, así que no eres quien para "dejarme el camino libre" —opinó Caleb, quien por cierto iba disfrazado de Jack Sparrow.

—Bélgica ni siquiera te conoce —rebatió Calvin—. Llegaste a su vida hace dos meses y, ¿ya pretendes ser su dueño...?

—Caleb no es mi dueño, Calvin —lo interrumpí, harta de que hablaran de mí como si estuviera pintada en la pared—, así como tú tampoco lo fuiste durante el breve tiempo que estuvimos juntos y, además, estos 2 últimos meses han sido suficientes para darme cuenta de que Caleb es... —me detuve en seco, midiendo lo que iba a decir, ya que ambos estaban expectantes a mis palabras, en especial Caleb—...es más que un simple amigo... —completé, enfocándolo como si no hubiese nada más a nuestro alrededor.

—Te vas a arrepentir, Bel. Él no es lo que tú piensas —auguró con una convicción sospechosa. ¿Qué sabía él de Caleb?

—A diferencia de lo que crees, conozco muy bien a Caleb —refuté, aunque en el fondo sabía que Calvin tenía razón al decir que no lo conocía del todo, pues Caleb ocultaba muchos secretos, pero no quería que nadie se expresara mal de él ni del lazo afectivo que compartíamos—. Y eso me basta para estar segura de lo que siento por él —añadí con determinación y al instante me arrepentí debido a la expresión de Caleb. Era una mezcla de satisfacción, ternura y sorpresa.

¿Acababa de dar a entender que me gustaba?

—Ya la escuchaste —intervino Caleb con suficiencia, ante lo cual Calvin se marchó, ceñudo, pero no sin antes repetir:

—Te arrepentirás...

Cuando el anfitrión de la fiesta se largó Will se quedó mirándonos a Caleb y a mí, totalmente incómodo.

Joder, pobre Will. Incluso había olvidado que estaba aquí.

—Eh... Creo que mejor iré a saludar a Dallas y a Aiko que acaban de llegar —se justificó incómodamente y luego fue en busca de mi primo (el cual no sabía si realmente había llegado o si solo había sido la excusa de Will para dejarme sola con Caleb).

—¿Phoebe no vino contigo? Me gustaría saludarla —hablé finalmente, evadiendo la mirada de Caleb, la cual sentía que me estaba atravesando.

—¿En serio vas a ignorar lo que acaba de pasar? —preguntó; escéptico, pero dolido.

—¿Qué pasó? ¿Calvin siendo un idiota? Eso pasa todos los días —repliqué, intentando sonar despreocupada mientras buscaba a Phoebe con la mirada.

—¿Te gusto, Bel? —preguntó sin rodeos.

—¿Qué? —musité, depositando mi mirada en la suya.

—Dijiste que estabas segura de lo que sentías por mí —repitió mis palabras—. Me gustaría saber qué es eso que sientes por mí —emitió, dando un paso en mi dirección.

—Amistad —mentí—. Una buena amistad... —enfaticé, intentando sonar convincente.

—Sé que ya te lo he dicho antes, pero te lo repetiré: eres una pésima mentirosa —opinó con una sonrisa, provocando que bajara la mirada, avergonzada, ante lo cual él colocó su mano en mi mentón para que lo volviera a mirar—, pero sé que no te gustan las mentiras ni los secretos y yo te he omitido demasiados detalles sobre mi pasado. Lo hago para protegerte, pero sé que aun así no te gusta, así que te diré la mayor certeza que tengo en mi vida en este momento: tú me gustas, Bel —confesó, dejándome sin palabras.

No era la primera vez que de los labios de Caleb brotaban esas palabras, ya que siempre me estaba molestando con ese tema, pero por primera vez sentía que lo estaba diciendo en serio, sin embargo, por alguna razón eso me aterraba, puesto que no podía estar segura de si estaba siendo sincero.

Pero de eso trata el amor... Es un salto al vacío sin paracaídas.

—¡Bel! —nos interrumpió la alegre voz de Phoebe a lo lejos, lo cual provocó que me alejara de Caleb automáticamente—. ¿Cómo has estado? —dijo, abrazándome mientras yo observaba a Zack detrás de ella.

—Muy bien, Pheebs —respondí, disimulando los nervios previos que había sentido debido a las palabras de Caleb, quien continuaba mirándome con mucha intensidad.

—Me encanta tu disfraz de Jinx —opinó Pheebs—. ¡Amo esa serie!

—Gracias, tú te ves muy bien como Hiedra Venenosa —comenté, contemplando su sensual atuendo mientras ella me sonreía a modo de respuesta.

—¿Y tú de que vas Zack? —se burló Caleb, ya que Zack (para variar) ni se había inmutado en disfrazarse.

A modo de respuesta, el chico que vestía de negro le sacó el dedo medio a Caleb, quien sonrió con diversión.

—¿Dónde está la cocina? Iré a beber algo —dijo Zack, desganado.

—Si quieres, yo te lo traigo. Conozco bien este lugar —me ofrecí.

—De acuerdo —cedió y luego tomó asiento.

Con el único fin de huir de Caleb (como la cobarde que soy) avancé entre los múltiples invitados para dirigirme hacia la cocina a buscar cualquier bebida para Zack, ya que conocía bien la estructura de la casa. Después de todo aquí vive mi ex.

Al llegar a la cocina, me encontré con una escena un tanto alarmante: Calvin estaba hablando con Venecia a una distancia poco convencional.

Le vamos a freír los huevos.

—No pierdes el tiempo —los interrumpí, ceñuda, apoyando las manos en la isla de la cocina.

—Hola, Bel —saludó Venecia alegremente.

—¿Te molesta que hable con tu hermana? ¿Estás celosa? —insinuó Calvin.

—No caigas en su labia barata, Venecia —me dirigí a ella, ignorando a mi ex deliberadamente.

—Bel, yo no... —comenzó a hablar mi hermana.

—Escúchame bien, Calvin —me aproximé a él, amenazante, colocando a Venecia a mis espaldas—, no intentes jugar con sus sentimientos —gruñí, ante lo cual él arqueó una ceja con suficiencia.

—Solo admite que aún te gusto, Bel —replicó con una sonrisa ladina.

—En absoluto. Solo quiero cuidar a mi hermana de una persona tan baja como tú —aclaré.

—¡Bel! —exclamó Venecia, llamando mi atención—. Calvin no estaba hablándome de eso... Solo me estaba ofreciendo la ayuda de su padre. Me decía que si algún día quiero grabar alguna pieza con el violín puedo hacerlo en su estudio —dejó en claro.

—Oh... —musité.

—Como ves, soy inocente —se burló Calvin.

—Te estaré vigilando —mascullé, tomando a Venecia por la muñeca y una cerveza del refrigerador para luego marcharnos hacia la sala de estar.

—Tranquila, Bel —habló Venecia mientras la conducía—. No me gusta Calvin. Fue tu pareja y, además, no tiene la mejor de las reputaciones...

—Prométeme que no te dejarás engatusar —le pedí.

—Lo prometo. —Sonrió y yo asentí, aliviada.

En nuestro trayecto de regreso me puse a recordar que mi ex-suegro es productor musical y tiene un estudio discográfico. Tal vez él podría ayudar a Caleb, Zack y Phoebe a avanzar en el mundo de la música, pero probablemente Calvin no le hablaría bien de ellos a su padre, así que debía hablar personalmente con ese señor. Esta podría ser la oportunidad de Reformers.

—Hola, Bel —saludó la novia de mi primo, quien iba de geisha, dándome un fuerte abrazo.

—Me alegra que pudieras venir, Aiko —dije con sinceridad.

Dallas no hablaba mucho conmigo de su relación, pero sabía que ellos dos pasaban por dificultades debido a lo estrictos que son los padres de Aiko, los cuales no la dejaban hacer nada.

—¿No vas a saludar a Bélgica, Azumi? —le dijo a su hermana menor (quien tenía el mismo disfraz que ella, pero de otro color), la cual me miró de una forma un tanto despectiva.

Mocosa maleducada.

—Hola —dijo finalmente, cruzada de brazos.

No había compartido mucho con Azumi, pero sabía que no me agradaba. Era muy mimada y fastidiosa.

—Tardaste un siglo, Bel —se quejó Paris, sentada en uno de los sofás junto a Dallas (quien se había disfrazado de ninja), Will, Landa, Zack, Phoebe y Caleb.

Por otra parte, se habían unido a nuestro grupo Megan (quien iba disfrazada de Morticia Addams) y su mejor amiga, Ivana (la cual se disfrazó de Marilyn Monroe).

—Fui a buscar una cerveza para Zack —expliqué, ofreciéndosela y viendo que en la mesa del centro había bebidas.

Genial. Fui en vano.

—Gracias —dijo él, lo cual me sorprendió. Era lo más amable que lo había escuchado decir.

—Mis invitados favoritos —emitió la desagradable voz de Calvin, haciendo acto de presencia.

¿No había más gente a la que perturbar en la fiesta?

—¿Me permiten unirme a ustedes? —añadió.

—Desgraciadamente es tu fiesta —replicó Paris con una sonrisa sarcástica.

Es más mala que Maléfica.

—¿Y si jugamos algo? —sugirió Phoebe, animada.

—¿Verdad o reto? —propuso Ivana.

—Aiko y yo no jugaremos —dictaminó Azumi.

—Pero... —protestó Aiko en voz baja.

—A nuestros padres no les gustaría saber que haces cosas inapropiadas en una fiesta —explicó, venenosa. A veces parecía que ella era la mayor y no Aiko—. Vine a cuidarte —añadió con una sonrisa forzada.

Mocosa del infierno... Es por esto que no me agrada.

—Podríamos jugar algo que no requiera "hacer cosas" —propuso Dallas para que su novia pudiera jugar sin que su hermana la denunciara con sus padres.

—¿Nunca nunca? —intervino Megan.

—Me gusta la idea —opinó Aiko, emocionada.

—Para eso hay que beber. Aiko y yo no podemos beber. Nuestros padres no nos lo permiten —replicó Azumi.

—Bueno... Nosotras solo miraremos —dijo Aiko finalmente, resignada.

—Yo tampoco jugaré. Me quedaré viendo con Aiko —informó Venecia, sentándose al lado de la susodicha, dándole un reconfortante abrazo que hizo sonreír a la novia de mi primo.

Venecia y Aiko tenían una muy buena amistad, ya que ambas eran compañeras de clases, pero además si había algo que caracterizaba a mi hermana, era su empatía y altruismo.

—Yo tampoco jugaré. Prefiero ver cómo se despedazan entre ustedes. Es más divertido —dijo Landa, malévola.

—Entonces tú elige quién comienza —le pidió Paris a Landa.

—Pues —emitió, pensativa, observando a los presentes—. Escojo a...

Que no me escoja a mí, que no me escoja a mí, que me escoja a mí...

—... Bel. Comienza tú —seleccionó finalmente y, claro, sonriendo como la hija de Lucifer que es.

—Pues... —medité lo que diría—. Yo nunca nunca he copiado en un examen.

—Aburrida —sentenció Landa y yo le saqué la lengua. Si pensaba que iba a divertirse a costa de mi sufrimiento, estaba muy equivocada.

Ante mis palabras todos excepto Megan, Phoebe y Will bebieron.

Pecadores. Van a los exámenes a copiar.

—Yo nunca nunca me he emborrachado —dijo Will y todos bebieron.

A ti también te toca beber, reina.

—Yo nunca nunca he stalkeado a alguien que me gusta en redes sociales —dijo Calvin.

Anda, tu especialidad.

Paris, Phoebe, Megan, Ivana y yo bebimos. Generalmente las mujeres padecemos de ese mal.

—Yo nunca nunca he tenido una relación abierta —habló Dallas, pero solo Paris, Calvin y Caleb bebieron.

¿Por qué será que Caleb no me sorprende?

Mujeriego que es.

—Yo nunca nunca he tenido sexo en la cama de mis padres —dijo Phoebe con las mejillas sonrojadas y los hijos del pecado que bebieron fueron Calvin e Ivana.

¿Hay algo que la lacra de Calvin no haya hecho?

—Yo nunca nunca he tenido sexo en una fiesta —fue el turno de Caleb.

—Wow, Caleb. Me sorprendes —opinó Landa, quien observaba con atención el juego para enterarse de todos los chismes.

—En el fondo soy buen chico —dijo él con una sonrisa inocente.

Yo tampoco había tenido sexo en una fiesta, pero sí lo habían tenido Paris, Zack, Phoebe, Calvin e Ivana.

Los adictos a la adrenalina.

—Yo nunca nunca he sido infiel —articuló Zack con su típica voz desganada.

El único que bebió fue Calvin, lo cual me hizo recordar que a quien le había sido infiel había sido a mí.

La escoria esa.

—Yo nunca nunca le he ocultado ningún secreto importante a la persona que quiero —emitió Megan, observando fijamente a Caleb, quien a su vez me miró a mí con expresión avergonzada y luego bebió.

¿Acaso Megan conocía cada uno de los secretos de Caleb? Sabía que se conocían del pasado, pero, ¿cuán a fondo conocían la vida del otro?

Simultáneamente con Caleb bebió Will mientras Dallas lo miraba con curiosidad.

Era evidente que aún mi mejor amigo no le decía nada a mi primo sobre sus sentimientos. Me habría encantado ayudarlo, pero él se negó rotundamente, pues no quería perder al chico que amaba.

—Yo nunca nunca he besado a ninguno de los que está jugando —dijo Ivana y luego bebimos Caleb, Will, Zack, Megan, Paris, Calvin y yo.

Will y yo habíamos compartido un breve beso la noche en la que me declaré. Ya había perdido la cuenta de las veces que había besado a Caleb. Aún no tengo clara la situación, pero sé que Megan y Caleb se habían besado en la biblioteca y claramente Paris a quien había besado era a Zack.

No es tan indiferente como parece...

—Yo... —musitó Paris, pensando qué decir.

—Yo nunca nunca he fantaseado sexualmente con ninguno de los que está aquí jugando —soltó Landa de repente.

—Pensé que no ibas a jugar —replicó mi prima.

—Su juego necesita picante —contradijo Irlanda.

—Chismosa —sentencié y ella sonrió perversamente. Landa, para ser tan inexperta a nivel personal, era muy malévola cuando la situación lo requería.

Al observar al resto de los jugadores, vi cómo Will, Caleb, Zack, Phoebe, Paris, Megan y Calvin bebían.

Solo Dallas, Ivana y yo no bebimos, pero nos quedamos mirando a los demás, curiosos. Supongo que a mi primo quien le causaba mayor intriga era Will, ya que no conocía muy bien a los otros y él nunca se metía en la vida amorosa de su hermana.

—Voy yo —dijo Dallas, animado—. Yo nunca nunca le he hecho un baile erótico a otra persona.

Solo bebieron Ivana, Calvin y Paris.

—Si no les importa, hablaré yo —emitió Ivana—. A mí nunca nunca me ha gustado ninguno de los que está jugando.

—Me cae bien esa chica —soltó Landa, enfocando con una mirada cómplice y chismosa a Ivana.

¿A quién le tocará beber?

Yo, como era obvio, bebí, pues me había gustado Will y actualmente, aunque me costara admitirlo, me gustaba Caleb, quien, mirándome fijamente, bebió.

Inmediatamente después bebieron Calvin, Megan, Phoebe, Paris, Will y, por último y de manera dubitativa, bebió Zack, a quien se le quedó mirando Phoebe, pero también Paris.

Debía hablar con Paris acerca de ese asunto. Estaba consciente de que tanto Phoebe como Paris se sentían atraídas por Zack, pero estaba convencida de que él amaba a Pheebs y no quería ver a mi prima sufrir.

—Bel —murmuró Venecia cerca de mi oído, sacándome de mi ensimismamiento—, ¿dónde es el baño?

—Mejor te acompañaré —le ofrecí, ya que las preguntas del juego lentamente estaban subiendo el tono y no quería ofrecer más información de la que había dado. A estas alturas Caleb debía estar convencido de que me gustaba.

Lo cual no es mentira.

Atravesando el océano de invitados, llegamos al baño. Luego me quedé esperando afuera a mi hermana mientras observaba distraídamente el suelo, moviendo mis pies al ritmo de la música.

—Disculpa —emitió un chico enmascarado y vestido de negro al chocar con mi hombro.

—No pasa nada —dije sin darle mayor importancia, alzando la vista.

—Ya terminé —anunció Venecia al salir, pero no le presté mucha atención, ya que estaba enfocada en el chico con la máscara de la muerte que iba llegando al final del pasillo.

Era alto y tenía un atuendo sin mangas que dejaba ver sus brazos, los cuales estaban cubiertos por unos particulares tatuajes en forma de relámpagos.

Solo una vez en mi vida había visto ese tatuaje.

Kai...

El conocido de Caleb que vimos en la tienda de intrumentos, el cual forma parte de ese turbio pasado que insiste en ocultarme. Estoy segura de que Kai sabe qué fue lo que Caleb hizo.

Pero...

¿Qué hace aquí?

Para entrar a la mansión de Calvin tuvimos que mostrar invitaciones y pasar por seguridad.

¿Calvin lo conoce o acaso se coló en la fiesta?

¿Chocó conmigo de casualidad o todo fue parte de su plan?

¿Qué busca ese chico?

¿Qué es lo que sabe?

¿Cuáles son sus intenciones?

—¿Lo conoces, Bel? —interrumpió mis pensamientos Venecia cuando Kai desapareció de mi campo visual.

—Espero que no... —murmuré con sinceridad.

Tal vez había sido un error mío, puesto que no veía bien de lejos y no estaba usando mis anteojos (además, los lentes de contacto que traía eran por pura estética, por tanto, no tenían corrección visual).

Pero... ¿y si no fue una equivocación?

¿Y si realmente era Kai?

Debía descubrir cuáles eran las verdaderas intenciones de ese chico con Caleb porque no lo conocía, pero estaba segura de que no eran buenas.


-------

Jelouuu :D
Cómo está todo?
Qué les pareció el cap?
Los leo!
Quedó un poco extenso :")
Me emocioné escribiendo :")
Me gusta mucho escribir juegos de grupo, nos enteramos de cositas xd
Ya quiero que Bel se le declare a Caleb :"/
No seas cobardeeee!! :v
El chico del final será Kai realmente? :0
Espero que les haya gustado el cap.
Hasta el próximo.
Chauuuu
Dato random: Conoces al personaje del que Bel se disfrazó (Jinx)? Si no es así, te recomiendo ver la serie Arcane, está genial :D
Nuevamente los invito a seguirme en Instagram como daia_marlin

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro