Capítulo 16: Secreto revelado
Después de algunos días de espera llegó el anhelado sábado en el que Paris celebraría su fiesta en la piscina. Para ayudarla con los preparativos (dando apoyo moral) me había quedado desde el viernes en la noche en su casa.
—¿Ya tienes todo listo? —pregunté algunos minutos antes de que llegara la hora en la que los invitados deberían comenzar a llegar.
—Pues sí. Soy una profesional haciendo fiestas —se jactó con orgullo mientras observaba cómo había quedado la decoración de la piscina que había hecho el equipo que contrató.
—Enorme mérito el tuyo —me burlé y ella me sacó la lengua.
—Invitaste a Caleb, ¿cierto? —me preguntó.
—Sí —respondí, insegura de si debía contarle acerca del chico que conocí cuando lo invité. Ese tal Kai no salía de mi cabeza—. También invité a sus amigos —añadí, intentando sonar casual.
—¿Amigos? —repitió en busca de una explicación.
—Phoebe y Zack —aclaré.
—¡¿Invitaste a Zack?! —chilló.
—¿No debía? —Arqueé una ceja con una sonrisa torcida.
—Pues... —balbuceó.
—Paris, ¿cuándo me vas a contar qué rayos te pasa con Zack? Obviamente te gusta —puntualicé.
—Claro que no. Es un grosero —replicó.
—Solo lo dices porque te rechazó.
—Es un grosero y un imbécil —rebatió.
—Y te gusta —refuté.
—Jamás me interesaría en alguien con una personalidad como la suya —aseguró, cruzándose de brazos, indignada.
—Yo te conozco tan bien como tú a mí, Paris. Sé que te estás mintiendo a ti misma porque a mí no logras engañarme —emití con convicción, dejándola pensativa.
Si ella podía decirme que Caleb me gusta...
Lo cual no es mentira.
...Yo podía decirle que Zack le gusta.
Lo cual tampoco es mentira.
—Niñas, ya me voy. No quiero interrumpir su fiesta —dijo mi tía Grecia, apareciendo de repente en la piscina.
—¿A dónde irás, mamá? —preguntó Paris.
—Creo que me quedaré este fin de semana con tu abuela, ya que tu padre está de viaje de negocios y regresará el lunes. Pórtense bien y usen condón —nos advirtió.
—Mamá, por favor —chilló Paris, avergonzada.
—Sabes que quiero ser abuela, pero no tan pronto, mi sol —explicó mi tía, dándole un abrazo a su amada hija, a la cual siempre llamaba "mi sol".
A veces envidiaba la relación de Paris con su madre. Mi tía Grecia me parecía admirable en todos los sentidos. Era increíble que por fuera se pareciera tanto a mi madre, pero por dentro fueran diametralmente opuestas.
Me sentía mal por desearlo, pero en ocasiones quería que mi madre fuera como ella.
—Paris, tus invitados comenzaron a llegar —anunció Dallas, llegando de pronto sin mucho ánimo.
Dallas normalmente era muy alegre, motivo por el cual me resultó extraña su expresión desganada. Me pregunto si habrá discutido con su novia Aiko.
O tal vez sus padres no la dejarán venir a una fiesta de adolescentes hormonales en la que todos irán vestidos con ropa minúscula.
—Entonces yo me iré. No quiero arruinar la vibra juvenil de tu fiesta —dijo mi tía, intentando sonar como una "mamá cool".
—No arruinas nada, mamá. Tú haces que todo sea mejor —replicó Dallas con suavidad.
—Gracias, mi niño —mi tía le acarició el rostro—, pero quiero ir a ver a tu abuela. Por cierto, ¿los padres de Aiko la dejarán venir?
—Lo más probable es que no... —masculló él, ceñudo.
—Familia estricta, ¿eh? —comentó ella.
—Debemos entender que su cultura es diferente —terció Paris.
—¿Y quién nos entiende a Aiko y a mí? —se quejó Dallas.
—Tal vez debería celebrar una cena para los padres de Aiko aquí en casa —pensó en voz alta mi tía—. Su familia nos conoce ya, pero quizás deberíamos estrechar lazos para que vean que tú y tu familia son personas de bien, así aceptarán finalmente que mereces a Aiko.
—¿En serio harías eso, mamá? —indagó Dallas con entusiasmo.
—Por ustedes haría lo que sea, mi niño.
—Eres la mejor —dijo Dallas, abrazando a su madre.
—Vivo para ser la mejor por ustedes...
—Yo también quiero un abrazo —se quejó Paris como niña pequeña, colándose en el abrazo.
—Bueno, ya me tengo que ir. Los amo, mis pequeños. Bel, ven también —me animó a unirme a su abrazo familiar—. Mi sobrina guapa y querida...
A veces me sentía más amada y aceptada por mi tía que por mi propia madre...
—Saldré por la puerta de atrás —nos informó cuando concluyó el abrazo de oso—. Compórtense. Aunque yo no esté, siempre hay un ojo que los observa —nos advirtió, intercalando sus dedos índice y medio entre sus ojos entrecerrados y nosotros.
Definitivamente sentía una envidia sana por el amor maternal que Dallas y Paris recibían.
—¡Gracias por venir, chicos! —exclamó Paris, yendo a recibir a sus invitados después de que su madre se esfumó.
Los invitados continuaron llegando luciendo sus mejores atuendos (y los más minúsculos también), a diferencia de mí que llevaba un bikini azul bastante sencillo y discreto. Muchos ya se habían metido a la piscina, otros simplemente bebían, bailaban, conversaban o se tomaban fotos para sus redes sociales. Yo, por mi parte, estaba en una esquina comiendo.
Esa es tu única función en una fiesta.
Paris envidiaba mucho mi capacidad para comer como albañil y no engordar. Es un poder del que pocas gozamos.
Dejando de lado el pozo sin fondo qué es mi estómago... Estaba preocupada porque en medio de tantos invitados no veía a Caleb.
¿Se habrá arrepentido de venir?
—¿Bel? —escuché a una voz femenina llamarme y automáticamente me giré—. ¡Bel!
—Phoebe —emití cuando llegó a donde estaba y se abalanzó sobre mí para darme un fuerte abrazo.
—Pensé que nunca te encontraría. Esta casa es gigante. ¡Estás hermosa! —exclamó con el entusiasmo que la caracterizaba.
—Gracias, tú también —opiné con sinceridad, observando su atuendo transparente bajo el cual había un hermoso bikini negro que resaltaba su pálida piel y sus pequeños y numerosos tatuajes—. ¿Caleb y Zack no vinieron?
—Sí, claro. A Zack tuve que amenazarlo prácticamente para que viniera, pero logré traerlo —explicó, victoriosa—. Ahí está...
Cuando deposité la vista en el sitio al que Pheebs miraba vi a un hastiado Zack vestido con su habitual ropa negra, dando zancadas perezosas y desganadas mientras miraba todo como si le importara un rábano.
Ni siquiera se inmutó en vestirse para la ocasión. Definitivamente a ese chico todo le daba igual.
—Hola, Zack —saludé tímidamente.
—Hola —dijo y luego miró a Phoebe con expresión de "te mataré por hacerme venir" y ella simplemente esbozó su mejor sonrisa.
—Gracias por invitarnos, Bel —añadió la chica de cabello teñido de naranja.
—De nada, Pheebs. ¿No saben dónde estará Caleb?
Eso, Bel. Que no se note tu desesperación.
—Se quedó hablando con una tal Megan —respondió Zack, indiferente.
Megan y Caleb eran otro asunto que debía descubrir. Kai, Megan, el señor y la señora Shines... Había demasiados secretos en torno a Caleb y lo peor era que con su sonrisa y encanto parecía el chico perfecto, pero sabía que no lo era...
—Hola, Phoebe. ¿Cómo estás?
—¡Paris! —exclamó la chica tatuada al ver que la anfitriona vino a recibirla, dándole un abrazo de oso.
Al parecer, a Phoebe todo el mundo le caía bien.
—Zack —dijo mi prima al ver al chico vestido de negro, el cual simplemente asintió con la cabeza a modo de saludo, recostándose de la mesa de los aperitivos.
La tensión entre ambos era evidente, pero no tenía tiempo para preocuparme por eso ahora.
¿Dónde rayos está Caleb?
—Ahora vuelvo, chicos —dije para ir a buscarlo.
Mientras caminaba casualmente cerca de la piscina, sin previo aviso, el mismísimo Caleb fue corriendo hacia el agua y se arrojó, provocando un mini tsunami que me empapó.
Es por cosas como esta que lo odio.
Mentirosa, te encanta y lo sabes.
—Eres. Un. Imbécil —sentencié entre dientes cuando él comenzó a salir de la piscina.
—Disculpa, musa —emitió, acercándose a mí, completamente empapado—. No sabía que estabas pasando. Además, no era esta la forma en la que quería hacer que te mojaras toda... —añadió con una sonrisa pervertida. Definitivamente fue tonto de mi parte preocuparme.
—Ja, ja, qué gracioso —mascullé.
—No te enojes, musa. Fue sin querer, pero lo de que quiero hacer que te mojes sí es verdad... —explicó con suavidad, aproximándose con su sonrisa coqueta y, al ver que su cercanía se hacía cada vez más peligrosa, en un ataque de nervios lo empujé al agua—. Es la primera vez que una chica reacciona tan mal ante mi propuesta —dijo con diversión al emerger del agua.
—No eres tan tentador como piensas —emití con una mezcla de indiferencia y suficiencia, agachándome para hablar cerca de su rostro, lo cual lo hizo arquear una ceja mientras esbozaba una sonrisa torcida.
—Yo no soy quien está tentando al otro aquí... —aclaró—. Por cierto, qué buena vista —dijo, recorriendo con su celeste mirada mis piernas y mi pecho.
—Pervertido —gruñí, entrando a la piscina para evitar su lujuriosa mirada sobre mi cuerpo.
Eso, finge que no te gusta cómo te mira...
¡¿Y tú de qué lado estás?!
—¿Esto no te trae recuerdos? —preguntó, agarrando repentinamente mi cuerpo para acercarlo totalmente al suyo mientras hablaba a un suspiro de mis labios.
—No sé de qué hablas —mentí, pretendiendo que no recordaba la última vez que estuvimos juntos en una piscina...
—¿Por qué me invitaste a esta fiesta? —insistió en saber, hablando con ese tono embelesador mientras mis pechos eran aplastados por su firme torso.
—Paris me lo pidió —mentí otra vez.
—Mentir no es lo tuyo, musa —opinó, recorriendo mi espalda con sus manos, las cuales finalmente se estacionaron en mi cintura—. Yo he sido sincero contigo cuando te digo que me gustas... —añadió, rozando mi cuello con su nariz, lo cual me hizo erizar, pero él no lo percibió porque estábamos sumergidos en el agua.
—Te gustan todas, Caleb. Tus palabras no son sinceras... —rebatí, nerviosa, al percibir que lentamente Caleb había logrado arrinconarme.
—Créeme, sí lo soy... —aseguró, aproximando su pelvis a mí, lo cual me permitió sentir una muy incipiente dureza que hizo que mis ojos se abrieran un poco—. Y tú me tientas demasiado, Bel... —añadió, rozando la piel de mi rostro con sus labios y, presa del pánico, clavé mis dedos en sus costillas para que me soltara y luego lo salpiqué con agua ante lo cual él cubrió su rostro con una sonrisa torcida y burlona.
—Es una pena que la idiotez no se quite con agua. El mundo sería un lugar mejor —lo evadí, en un intento de disimular los nervios que me producía su cercanía—. ¿Vienes? —pregunté cuando estaba a punto de salir del agua.
—Debo esperar a... que baje la tentación... —dijo él, sonriendo incómodo y avergonzado, lo cual me hizo contener una sonrisa burlona, pero victoriosa.
Después de que salimos de la piscina fuimos a beber algo, motivo por el cual regresamos a la mesa en la que se encontraban Phoebe y Zack. El chico que vestía de negro no se integraba porque, al parecer, odiaba a la humanidad, pero me extrañaba que Phoebe no se hubiese metido a la piscina o hubiese ido a hablar con los invitados. Tal vez quería hacerle compañía a Zack, aunque él no parecía necesitarla, ya que apenas le prestaba atención a lo que ella decía.
—¿Estarán en este rincón todo el día? —les pregunté—. Deberían darse un chapuzón.
—No, gracias. No me gusta —declinó Phoebe mi oferta con amabilidad y Zack directamente me ignoró mientras bebía su cerveza, lo cual me hizo percatarme de que debían poner más aperitivos y bebidas en esta mesa, así que decidí ir a avisarle a Paris o a alguien del servicio para que lo hiciera.
—Pheebs, ¿te gustaría venir conmigo? —la invité.
—No sé a dónde, pero vamos —aceptó animadamente.
Phoebe era un rayo de luz. Todo en ella era hermoso y genuino, desde el brillo tan expresivo de sus ojos avellana hasta la sonrisa con la que te recibía al verte después de mucho tiempo.
—Tienes muchos tatuajes —comenté para hablar de algo.
—Me encantan los tatuajes —respondió, sonriente—. Es una forma de reflejar las cosas que amo y sellarlas en mi cuerpo para siempre —explicó.
—Entonces, ¿todos tienen un significado? —pregunté, curiosa. Austria también amaba los tatuajes, pero en su mayoría eran pura estética.
—Claro. Si es algo que tendré en mí eternamente, debe ser algo realmente especial y valioso.
—Me gustaría que algún día me hablaras de todos tus tatuajes —le pedí.
—Será un placer —respondió.
—Disculpa —dijo un invitado al chocarme accidentalmente, lo cual me hizo chocar a Phoebe también justo cuando pasábamos cerca de la piscina.
—No te preocupes —le contesté al chico para luego continuar mi marcha, pero cuando miré a mi lado Phoebe no estaba. Al observar la piscina, me percaté de que había caído al agua. Probablemente se había resbalado, pero lo grave de la situación no era que a Phoebe no le gustara estar dentro de una piscina, era que no sabía nadar.
Se estaba ahogando...
Justo cuando me dispuse a arrojarme para salvarla Caleb llegó corriendo y se lanzó al agua como si fuera un rayo para sacarla inmediatamente. Zack también llegó rápidamente y se posicionó a mi lado, observando la escena con la desesperación plasmada en sus ojos. Normalmente era tan frío, distante y estoico; pero la escena que llenaba nuestras retinas me permitió percatarme de que a aquel chico tan indiferente sí había algo que le importaba: Phoebe.
Su expresión reflejaba una mezcla de enojo, frustración y miedo.
—¡Phoebe! —emitió Caleb, desesperado, al sacarla del agua—. ¡Reacciona, por favor! —le suplicó al cuerpo inerte, golpeando suavemente su rostro para que recuperara la conciencia mientras todos nos observaban—. ¡Phoebe, reacciona, joder! —gritó, frustrado y con una lágrima rebelde deslizándose por su mejilla, la cual secó rápidamente para luego darle respiración artificial.
Caleb presionaba con fuerza el pecho de la chica evidenciando su pánico y desesperación en sus gestos y en su expresión. Luego depositó sus labios sobre los de ella para darle respiración boca a boca y continuó ese proceso mientras gruñía y le pedía que se despertara.
—¡Vamos, Phoebe! —masculló nuevamente—. No puedes morirte. Tú no... —dijo, presionando su pecho a la vista de todos.
Era evidente que Caleb la quería mucho. Parecía que su mundo se estaba derrumbando al ver que Phoebe no reaccionaba. Al igual que para Zack, la chica de cabello naranja representaba mucho para Caleb.
—¡Vamos, Pheebs! No me abandones, por favor... —suplicó con un hilo de voz y, justo en ese momento, Phoebe comenzó a toser, escupiendo el agua que había tragado.
El alivio fue evidente en la expresión de todos, pero principalmente en la de Caleb, quien se apresuró a abrazarla de una forma impetuosa y desesperada.
—Pheebs —murmuró, colocando una mano en la cintura de ella y la otra en su nuca, aproximándola al máximo mientras inhalaba el aroma de su cabello (o al menos eso parecía por su expresión).
—Estoy bien —dijo ella, devolviéndole el abrazo de una forma menos efusiva.
Pero claro...
¿Cómo no me di cuenta antes?
La chica de la que Caleb estuvo perdidamente enamorado no era Megan y tampoco Rue...
Era Phoebe.
Y, al parecer, no es cosa del pasado...
Caleb aún la ama.
Cuando Caleb finalmente liberó a Pheebs de sus brazos ella rápidamente buscó a alguien con la mirada: a Zack, quien al ver que estaba viva y bien se mostró aliviado, pero los miraba con el ceño fruncido y, además, cuando ella le sostuvo la mirada él dio media vuelta y se largó sin más, como si estuviera enojado con ella.
No parecía una reacción normal para alguien que casi pierde a un ser querido, pero al ver la manera en la que Caleb tensaba su mandíbula mientras enfocaba, ceñudo, la espalda de Zack mientras se alejaba a la par que Pheebs lo veía con tristeza, todo cobró sentido...
Caleb amaba a Phoebe, quien a su vez estaba enamorada de Zack, el cual también la quería a ella, pero por alguna razón no estaban juntos.
Así que este es uno de los secretos de Caleb...
Cuando la conmoción pasó Paris le ofreció a Phoebe quedarse a descansar un rato en una habitación de la casa. Esta última intentó declinar la oferta de la anfitriona, pero Caleb insistió y logró convencerla. Paris y yo los acompañamos y decidimos dejarlos solos un rato para que Phoebe se sintiera más cómoda.
—Deberías llevarle esto a Phoebe —sugirió mi prima al terminar de preparar una bandeja con aperitivos para la chica de cabello naranja, ya que había pasado un buen rato y probablemente estuvieran hambrientos.
En el trayecto hasta la habitación de huéspedes estuve dándole vueltas al asunto del triángulo amoroso de estos 3 amigos, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Phoebe cuando vi la puerta entreabierta y no pude evitar escuchar lo que decían.
—Caleb, este tema es serio —dijo Pheebs.
—Phoebe, basta. Ya hemos hablado de esto —gruñó él, severo.
—¡Exacto! Pensé que estabas de acuerdo —chilló ella.
¿De qué estaban hablando?
¿Acaso hablaban de un posible romance entre Zack y Phoebe?
—Ya lo intenté y no lo conseguí... —se lamentó Caleb.
—Pero debes continuar intentando. Tienes que regresar —insistió Phoebe.
¿Regresar a dónde?
—No lo sé, Pheebs... Todo estaba bien. Estaba logrando salir adelante, pero recaí...
—Caleb, esto no es un juego —masculló ella—. Estás enfermo y debes tratarte.
¿Qué?
¿Caleb está enfermo...?
—¿Bel? —emitió Phoebe con ojos desorbitados.
¡Mierda, me vio!
—Hola, chicos. Les traje algo de comer —intenté sonar casual, colocando la bandeja en la cama.
—¿Cuánto tiempo estuviste escuchando? —preguntó Caleb directamente; temeroso, pero a la vez hostil.
—Yo... —balbuceé, mirando a Phoebe en busca de apoyo—. Acabo de llegar —mentí.
—Ya te dije que eres pésima mintiendo —replicó.
—¿Estás enfermo? —pregunté sin rodeos.
—¿Qué escuchaste? —insistió en saber.
—Solo eso. Escuché cómo Phoebe decía que estás enfermo y que debes tratarte.
—Nos vamos, Pheebs —dictaminó Caleb, esquivo.
—¡Caleb, espera! ¿No vas a contarme? —lo detuve, interponiéndome en su camino.
—¿Recuerdas lo que te dije una vez, Bel? Hay cosas de mí que es mejor que no sepas —explicó y luego me rodeó para largarse.
—Lo siento, Bel —musitó Phoebe para luego seguir a Caleb, dejándome sola con mis pensamientos y con una fuerte preocupación: la enfermedad de Caleb...
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Bueeeenas :D
Cómo andan?
Todo bien? Todo correcto? Y yo que me alegro!
xd
Qué les pareció el cap? :D
Los leo!
Parece que a París le gusta Zack :)
Y a Phoebe también :)
Y a Zack y a Caleb les gusta Phoebe :)
Pero a Caleb le está empezando a gustar Bélgica :)
Qué enredo :v
Y qué opinan del final?
Qué será lo que tiene Caleb?
Lo sabremos más adelante :D
Hasta el próximo cap.
Chaito :)
P.D: Me gustan mucho los tatuajes, pero no creo que me haga uno (o al menos no por ahora) xd
IG: daia_marlin
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