Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Outro

Taehyung golpeaba ansioso el piso con su pie, con sus labios formaba leves pucheros que no pasaban desapercibidos por su amigo quién reía.

— ¿Porqué estás tan ansioso Taetae? — desvío su vista hasta Jimin quién corría sus rubios cabellos y comía gustoso de su cena.

— No es nada — pronunció el dueño de esos ojos miel mordiendo sus labios — ¿cuánto crees que tarde la transmisión de Jungkookie?.

— Mmm no lo sé, quizá un poco más.

Tae asintió, Jungkook en esos instantes estaba en su cuarto teniendo una transmisión en el Vlive con las ARMY's. Normalmente él iba a molestarlo a minutos y no mucho pues no quería entrometerse tanto puesto que era muy raro que su maknae hiciese aunque sea una selca y que estuviese en vivo con sus ARMY's era demasiado. Pero él estaba demasiado ansioso, quería que acabase ya en ese instante y le prestase atención a él.

Taehyung y Jungkook habían comenzado a salir desde hacían 3 años, aunque a veces les costaba mucho mantener su relación en secreto con los regaños del staff y ayuda de sus amigos tenían una relación bastante estable. Pero en esos meses estaban con la gira y casi no tenían tiempo para sí mismos y Taehyung ya necesitaba de su Kookie.

Y también del sexo, aunque no lo diría tan alto, sus ganas eran muy notorias. Habían sido casi dos meses de mucho trabajo, horarios muy ajustados y cansancio extremo que sólo les dejaba minutos abrazados y besos fugaces. Aunque no se quejaba extrañaba sentir a su novio y mejor amigo en una proporción más íntima.

— Yo creo que ya es hora de que acabe — habló el ojimiel remojando sus labios. Esa semana y puntualmente esos días tenían libres y habían descansado lo suficiente, si no tomaba esa oportunidad la perdería y no quería — Jiminie ¿hoy irás a dormir con Yoongi hyung no? — cuestionó sonriendo dulcemente.

Jimin sonrió asintiendo, llenándose de un leve sonrojo, Park y Min ya llevaban 2 años de ser pareja, incluso desde antes del debut ya tenían una conexión diferente y cuándo al fin asumieron sus sentimientos no fue mucha sorpresa pero sí de alegría — tendrás todo el cuarto para ti y Kookie — sonrió pícaro.

Taehyung se sonrojo y acomodó su pijama azul, la simple idea de compartir más que leves besos lo ponía algo eufórico.
Luego de leves molestias Tae fue hasta el cuarto del menor interrumpiendo su transmisión. Allí ambos chicos comenzaron a molestar al menor, sus risas y juegos fueron divertidos, luego Tae decidió irse al igual que Jimin, el mayor fue a sacarse el pijama, le molestaba un poco ya que no era su favorito y atino a sólo ponerse una bata. Jimin lo molesto un poco y advirtió que iría a dormir en el cuarto de Min. Tae asintió y espero un poco sentado pero si inquietud no cesaba, decidió incorporarse e ingresar al cuanto.

— Apaga eso, debemos tener una conversación privada — dijo en un tono grave y autoritario, el contrario lo observó algo curioso y captando su mensaje. Se despidió de las ARMY's presuroso, sabía que no debía hacer esperar a su novio.

Apenas se cercioró que todo estaba bien apagado buscó con la mirada a su novio quién ya no estaba en el cuarto, se levantó y fue hasta la habitación contigua, la luz estaba apagada y le pareció algo raro, sólo titilaba la rosada luz de aquella lámpara amenando el cuarto. Trató de buscar el interruptor pero no lo encontró.

— ¿Taehyung? — cuestionó sólo oyendo el insonoro resonar de sus latidos.

Siéntate bebéel leve roce de ese cálido aliento ante su nuca le erizó la piel y el grave sonido de esa voz lo aturdió — un buen chico y hazle caso a hyung — volvió a agregar descolocando a Jungkook, quién no dudo en sentarse en ese sofá.

Sus curiosos ojos viajaron por el cuarto, le sorprendía que pareciese un pequeño apartamento, le agradaba que también tuviese un comedor. Sus managers se habían lucido esta vez con ese lugar. Divisó una silueta bañada en ese tono rosa, una camisa blanca escondía esas curvas y unos sujetadores se ajustaban a esas esbeltas piernas que él adoraba morder.

Taehyungie y Jungkookie ya no juegan hace tiempo y Tae quiere jugar — habló el mayor aproximándose lentamente pero de rodillas, gateando hasta el menor quién pasaba saliva ante sus resecos belfos, una línea de sudor caía al observarlo de esa manera — ¿Kookie quiere jugar con Tae? — volvió a decir Kim acercándose tortuosamente al menor quien estaba apretando la posadera del sofá.

Su miembro comenzaba a palpitar despertando hacía tanto que no tenían tiempo para ambos y casi había olvidado lo jodidamente seductor y para nada penoso que era Taehyung en esas instancias y lo cuál él amaba.

Tae comenzó a subir de forma muy lenta sin despegar su mirada del ansioso chico, sus manos recorrían sus muslos tan tonificados sin llegar a tocar su punto de juego favorito, quedó completamente a su altura a pesar de estar aún arrodillado, una de sus manos jugueteaban con el elástico del menor y la otra masajeaba su miembro a través de la tela, se sentía hambriento, deseaba tenerlo en su boca, pero quería excitarlo y hacerlo sufrir un poquito más. Su majar predilecto lo observaba curioso, su cuerpo era el cáliz que él deseaba probar desde sus inicios de esa travesía prohibida.

Jungkook tragó duro, posó una de sus manos debajo de la barbilla del magnífico rostro de su pareja quién tenía los ojos brillosos, sus labios rojizos al igual que sus mejillas, su cabello que tenían ese tono marrón caramelo que caía elegante ante su anatomía mezclándose con su acanelada piel y lo blanco de su única prenda lo incitaban a caer poco a poco en el más penado de todos los pecados. Lo miró amaba cada leve expresión que le regalaba, se inclinó a devorar sus labios que tanto lo estaban acuchillando, los saboreó, Tae presionó con una mano el miembro del contrario tocándolo sobre la ropa sacándole al menor un gemido y de él un jadeo, sus lenguas jugueteaban entre sí, los dedos de Jungkook le sujetaban fuertemente las hebras y la quijada, los obscenos chasquidos de su guerra sin palabras resonaban en el cuarto que era espectador de aquel espectáculo de dos ansiosos amantes,  se separaron por falta de aire con una leve línea de saliva cayendo. Ambos sonrojados, agitados, excitados.

Taehyung volvió a empujar a su pareja contra el sofá y bajó la mirada, su mano aún reposaba sobre la dura hombría de su novio quién se comía el deseo. Tae quería jugar aún más y paso sus labios sobre ese pedazo de algodón besándolo y simulando chuparlo, a este paso lograría sólo la locura de Jungkook.

Taepronunció su pareja deseoso, él sabía perfectamente cómo descolocarlo por completo. Taehyung sonrió con picardía, la agonía del esperar pintado en el enigmático contorno fino del rostro de su bebé le incitaban a lo malévolo de cualquier tabú que decían era el enredarse a un cuerpo cómo el de él, luego de girar en torno a su leve desesperación por más al fin liberó el pene de Jungkook de esos molestos pantalones deportivos, lo volvió a tentar apenas besando la glande, con sus manos masajeaba sus testículos y el tronco en sí, pero sólo repartía leves y mojados besos — hazlo de una maldita vez Tae me mataspidió el azabache.

Siempre tan apresurado bebé Kookienegó — pero ten por seguro que hoy tendrás la corrida de vida.

Sin dar paso a réplicas Tae tomó por completo el miembro del menor en su cavidad bucal, comenzó a hacer sonidos demasiado obscenos, pasaba su lengua desde la glande hasta los testículos, luego subía de nuevo llenándolo de saliva, bombeando y tragándolo de nuevo, probando cada pedazo de esa de la exquisitez de los sonidos y sensaciones que él podía producir. Jungkook estaba en la jodida gloria, las sensaciones eran desorbitantes y tan eróticas. Comenzó a embestirlo sintiendo su campanilla, Tae tenía los ojos con leves lágrimas adornándolas, pero no paraba, quería que su novio nunca olvidara el porque lo amaba a oscuras, el porque a pesar de poder tener a cualquier mujer lo prefería a él. El porque él era su único amante y infierno personal, quién era el único capaz de probar del elixir tan anhelado por millones.

Los minutos fueron segundos, Tae jugaba divertido no dejando que Jungkook se corriera de manera fácil, lo sobre-estimulaba haciéndolo retorcerse levemente, adoraba hacerlo sucumbir a sus caprichos a sus maneras de caminar hacia el cielo con sus toques únicos, lo miró bajo la tenue luz, una gota de sudor recorría su cuello, sus jadeos se los tragaba, bien sabido era por su persona que ese vaivén y gozo seria arrancado de sí si llegaba a contradecir a su mayor, Tae sintió que era suficiente y se dejo ser, Jungkook sucumbió ante la extrema excitación y los movimientos de su cadera apresuraban su tan ansiado orgasmo, el cuál lleno el rostro tan angelical de su nada inocente novio.

Casi olvidaba lo delicioso que eras Kookie —  dijo Tae tragando el semen de su pareja, incorporándose de forma muy lenta, sus dedos recogían hasta lo último, su mano libre decayó sobre su abierta camisa, el calor era palpable, su miembro también pedía atención, sin mucha plática se sentó entre las piernas de Jungkook comenzando una leve danza despertando el hambre del contrario, quién tomó posesión de sus labios, mordisqueándole y dejándolo liberar roncos gemidos, las manos de Jungkook se posaban en esos glúteos esponjosos masajeándolos, apretándolos, jugando con ellos, entre que mordía el cuello del mayor dejando su marca, para que todos supiesen que Kim Taehyung era sola y únicamente de Jeon Jungkook, sin cabida a excepciones.

Ah ¡Ah, Kookie~! — gimoteo Tae moviendo aún más su parte baja deseoso.

Jeon tomó su miembro y el suyo comenzando a bombear ambos, creando una ola de placer recorrerlos, las texturas se golpeaban, el líquido que expedía Tae demostraba lo jodidamente hambriento que estaba. Jungkook aumentaba y disminuía los movimientos ahora torturando a Tae, quién sólo se dejaba morder, besar y todo por el menor, arañarlo y quedarse con leves fragmentos de su dermis le encantaba, con sus labios comenzó a jugar con los botones de su amado Taehyung. Sacarle gemidos y jadeos era lo que más le encantaba además de oírlo suplicar su nombre. No había nada más exquisito que la mezcla de esas súplicas y las texturas del cuerpo perfecto de su mayor, clavó sus dedos en esa piel esponjosa de las caderas de Tae haciéndolo curvarse un poco, sus manos sólo descansaban en su pelo estirándolos, preso del instinto básico de los amantes insatisfechos con sólo amor astral sino anhelando esa unión carnal.

Sujetáte hyungpronunció de pronto Jungkook tomándolo fuertemente de las caderas desatendiendo a ambos y creando una leve queja que calló con sus labios. Los guió hasta el comedor, de allí depósito a Tae en la mesada marmolada pero algo fría del lugar.

— ¿Qué haces Kookie? — dijo Taehyung todo rojo y con extrema excitación viendo a Jungkook sacar algo del refrigerador, era chocolate envasado, observó cómo los ojos de su pareja se abrían paso a esas fantasías que se traía guardadas en su mente.

Siempre quise devorarte entero Tae, hoy lo haré y que mejor que chocolate para acompañarJungkook lo besó y arrancó la camisa del mayor sin cuidado, rompiéndola haciendo que los botones saliesen disparados, la liga negra era todo lo que permanecía en su cuerpo.

No esperó y comenzó a verter el chocolate sobre el pecho de Tae, haciendo un camino que daba directo a su bajo vientre, ante sus gemidos, la textura era fría y diferente, pero no le quitaba lo agradable, Jungkook vertió todo lo que pudo, dijo que se lo comería entero y claro que lo haría.

Mío — susurró en su oído el cuál mordió arrancándole suspiros a Tae, él cuál estaba apoyado sobre la mesa pero algo le decía que no podría permanecer así por mucho tiempo. Apenas sintió los labios de su novio succionar su piel acompañado del chocolate y su saliva cayó en que esa noche moriría en el pecado y lo haría gustoso, le dieron leves escalofríos, lo singular de la lengua de Jungkook era su choque ante su piel, el calor que se instalaban con cada circunferencia que se trazaba en sí, tragó duro y se mordió los labios, tampoco quería comenzar a gemir cómo loco, puesto que a su vez que Jungkook succionaba gustoso su piel también bombeaba su miembro dándole aún más placer.

Jungkook mordía, lamía, besaba con parsimonia toda la dermis limpiando su desastre de chocolate, bebía del cáliz que era su mayor, debía saber que sólo sus toques debían ser los únicos causantes de esos gemidos y gimoteos que podía percibir, su lengua paseaba ahora por ese abdomen que apuraba a contraerse, Tae estaba mordiéndose los belfos ante tales sensaciones y escena, ver a Jungkook devorarlo con tal hambruna de su ser, el ser deseado lo ponía y mucho, sus ojos empañados captaban la manera en que su bebé subía y bajaba hasta dirigirse a sus muslos, sin desatender en ningún momento su vaivén en sus manos, las cuáles se bañaban con ese leve líquido que facilitaba el obrar. Luego de besar y morder lo que pudo del cuerpo que le pertenecía creyó importante también atender otro espacio de esa corteza nívea, sin despegar sus orbes bañados en esos deseos obscuros, se dirigió hasta las curvas de esas piernas de la gloria tentó su entrada ganándose un ahogado gemido que fue contenido sin éxito alguno, besó sus muslos sin apresurarse, se relamió los labios al saborearlo. Olvidó que no poseía ningún lubricante allí sólo en el cuarto así que lo prepararía a la antigua, acercó su boca lamiendo lentamente, palpando ese punto que lo llevaría a unir sus deseos mundanos a lo celestial en unos instantes, mordió uno de los glúteos de su mayor enrojeciendolo creando diluvios de ansias en sí. Estaba tan locamente caliente pero lo haría lento y le pagaría a Tae a su vez por haberlo hecho sufrir. Cuándo sintió que su lengua ya no era suficiente con su saliva remojó sus dedos y antes de introducirlos le regaló una sonrisa a Tae.

Jungkook mmhg... ¡ah! — suspiraba locamente Taehyung mordiéndose la palma para no pasarse de su gozo con esos toques, no debía olvidar que no estaban en su hogar sino en un hotel.

Jungkook introdujo el primer dígito y a su vez succionó la glande del mayor. Haciendo menos molesta la sensación de ser allanado, luego de tanto tiempo debía de prepararlo bien. Un dedo se convirtió en dos y tres, se empapó del lubricante de su saliva. Se tomó su tiempo, sin prisa, no quería arremeter ante sus instintos y lastimar a su precioso rey. Tae entre sus movimientos cayó rendido ante la gravedad.

Kookie sólo hazlo ya, te necesito dentrosuplicó los dedos de su novio no eran suficientes, quería más, sentir más, clamar más. Siempre más y más.

Sus corazones latían con fuerza reclamando ante el infierno que ambos morirían gustosos por la bandera del contrario. Sus cuerpos estaban en llamas, acoplados en leves capas de sudor, rompiéndose en temblores, dándose más que placer superficial, saciándose la gula de amor, de unión más que astral sino también carnal.

Jungkook lo bajó de la mesa y lo volteó, susurró leves palabras, partiendo sus ansias al unirse lentamente, era el ardor lo que le molestaba a Tae pero nada que no había aprendido a soportar. Jungkook repartía besos y mordidas hasta que sintió que su extensión era bien acogida por el interior de su mayor.

Kookie~ ah ¡ah! — gemía al ser completamente llenado, las embestidas no eran bestiales pero si profundas, de esas que lo tocaban en el punto que a él lo volvían loco.

Taehyung mierda eres tan delicioso — contrarrestaba Jungkook sujetándolo de la cintura, y observando su unión, cómo sus glúteos comenzaban a pintarse de carmín a causa de sus recientes embestidas rápidas — hyung ¡oh! — exclamó en cuánto las caderas de Tae lo golpearon incitándolo a incrementar sus movimientos.

Tae sentía sus piernas temblar, sus súplicas de placer resonaban por todo el lugar poco y nada le importaba si alguien los oía. Sólo deseaba sentirse pleno y amado.

Comenzó a bombear su miembro ansioso, el cosquilleo en su vientre le advertía que estaba a punto de llegar al paraíso, su respiración se volvió pesada y su mente se nubló por completo sólo atinaba a oírse suplicar y sentir aquella línea de agua escurrir por sus labios y leves lágrimas instalarse en sus ojos miel a causa del enorme placer que estaba experimentando.

Jungkook ¡ah!. Kookie~ rápido, rápidogimoteo girando su rostro para sentir los labios del menor comerlo de nuevo.

Sólo un poco más — lo mordió en el hombro y lo lamió posteriormente haciendo que sus susurros que exclamaban sus cuerpos le advirtieran el temblor de su novio —córrete para , hazlo hyungdijo Jeon incitando a expandir el incendio, él estaba a unas embestidas más de correrse y con tal vista no podría aguantar tanto.

Ver a Tae deseoso, excitado, sonrojado, sudoroso, lleno de sus besos y chupones, la línea de su espalda que llegaba a su anhelo, su estrecha cintura, sus roncos gemidos, harían que no pudiese aguantar mucho.

Una par de estocadas más y el mayor se corrió a tal magnitud que tuvo que sostenerse de la mesa, el temblor de sus piernas, el apretón de sus manos enlazadas, el dulce picor de su nombre exclamado por sus labios lo mareaban — ¡Jungkook mmgh ah! — dijo y sintió el apretón del menor que se aferro aún más a su pequeña cintura, el tiritar de su ser ardían a Jungkook en posesividad y amor, Tae aún gemía levemente siendo estimulado por el menor quién aún le daba embestidas profundas esperando a su vez transitar el paraíso.

No tardo mucho pues esa deliciosa sensación de ser apretado por las paredes internas de su mayor y su estimulada hombría lo hicieron llenar el interior del contrario con su esencia, la cuál escurría entre los muslos del castaño.

Salió de dentro suyo y lo giró besándolo, estaban exhaustos pero llenos de sudor y olor a sexo. Así que Jungkook decidió llevarlo al baño, agradeció a quién fuese que preparó la tina, bajó a Tae y él se metió también descansando su cabeza en el espectáculo de latidos que era el pecho de su mayor.

Te amosusurró Tae besando su hombro — Te amo mucho Jungkookie.

También te amo Taehyung, demasiado.

Ambos se besaron y durmieron luego bajo el manto del amor inigualable que se mezclaba con la lujuria, porque que mejor combinación de relación que la que demuestra que sin importar el género ni lívido sí se tiene un palpitar podría crearse la mejor novela de amor del universo.

Oct-2018

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro