Un ataque de risa le dio a Hoseok por los nervios, no pudo parar de reír y no quería que piense que no lo tomaba en serio. Se arrodilló junto al rubio y lo abrazó, murmurando algunos lo siento por su comportamiento, pero el mayor lo sabe y solo lo escuchó.

—Jung Hoseok ¿quisieras hacerme el honor de querer compartir una vida conmigo? —preguntó nervioso y el nombrado asintió —. Se que no tengo un anillo, pero por ahora te pediré que vivamos juntos, en una nueva casa y lo que pasó antes —murmuró con pena —. Recordemos los buenos momentos.

Hoseok asintió con fuerza y besó al mayor de manera apasionada. Quizás era muy acelerado para vivir juntos nuevamente, el tiempo que llevaban desde que se reconciliaron era muy pronto, pero no hay una medida que defina el amor que se tienen.

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Los meses pasaron y la prensa ya sabía quién era la pareja del compositor Min, la empresa de ambos estaba muy complacida por su relación y decidió apoyarlos en lo que necesiten. Chanyeol felicitó a Yoongi por tener a Hoseok y viceversa, ambos eran personas valiosas. 

MinSeok seguía un poco enojado con el rubio por la declaración de meses atrás, pero luego se le pasó, Yoongi era un compositor muy entregado en su trabajo y estar enamorado le regaló letras muy inspiradoras y llenas de romanticismo.

Por otro lado, el Sr. Jung se había sometido a un tratamiento para su corazón, tenía problemas con la presión, por lo que en cualquier momento podría sufrir una descompensación grave o en el peor de los casos, un infarto.

Namjoon y SeokJin habían apoyado a la pareja cuando Yoongi aún no se recuperaba del todo por su accidente. Cuando los medios de comunicación se habían enterado de la relación de amistad con la pareja, no dudaron en pedirles una entrevista, donde ellos se negaron de inmediato.

Hoseok había preferido salir de la empresa y tomarse unos meses libres, antes de pensar en montar una escuela de baile. Podía alquilar un localpor el centro y dar clases a jóvenes que amen la danza como él.

Tiene tiempo para su novio y también para su padre, adquiriendo la costumbre de visitarlo todos los días, ya sea Hoseok solo o acompañado por Yoongi, pero todos los días sabían cómo estaba.

Al principio el señor Jung se había mostrado molesto ante el cuidado de la pareja, pero al final aceptó y se dejó llevar por los jóvenes.

Pocas personas tenían conocimiento de la nueva casa donde vivían Hoseok y Yoongi, solo los amigos más cercanos y que formaban parte de su círculo. No fue fácil mantener su relación un poco privada, los fotógrafos los acechaban a donde iban, ya sea supermercado o cine, entrenamientos o lugares de diversión, sin embargo, ellos supieron sobrellevarlo.

La decoración de la casa no fue tan sencilla como esperaban, tenían gustos diferentes. Cuando Yoongi escogía colores fríos, Hoseok quería colores cálidos o viceversa, pero escuchaban la opinión del otro y trataban de tomarla en cuenta para evitar resentimientos.

Al final Hoseok ganaba, ponían unos ojitos lastimeros y regalaba muchos besos al mayor, que este no podía estar más a favor. Habían salido al mismo parque de diversiones de su primera cita, tomado las mismas fotos y divertido en los mismos juegos, ahora tenían una foto grande en el centro de la sala de ellos dos juntos, abrazados y felices.

Su vida sexual no había tenido avances, no pasaban de los besos húmedos en la cama. Yoongi no quería mostrarse insistente porque deseaba que Hoseok se sintiera cómodo, no presionado. Por eso cuando llegaban a más lejos, solo se alejaba, besaba en la frente o abrazaba para ir a dormir.

Hoseok le había comentado los lugares que visitó cuando se marchó, prometiendo ir a cada uno de ellos juntos, para borrar los malos recuerdos de su corazón roto, llenarlos con felicidad y amor.

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Yoongi visitó a su madre en compañía de Hoseok, quería presentarle al hombre que ama y dueño de su corazón. Habían realizado un almuerzo e invitado al hermano del rubio junto a su esposa, quienes estaban contentos por la relación del pálido con el castaño.

—Yo sabía que ustedes tenían algo —comentó Geumjae a Yoongi —. No eres sociable y saber que vivías con otra persona me dio la curiosidad de conocer la razón —explicó cuando están el patio trasero acostados en unas sillas reclinables.

—Si, debía haberles dicho desde el principio, así evitaba que Hoseok sufra —respondió.

—Quizás, pero te diste cuenta de tus errores y los emendaste —dio palmadas en su hombro —. Eres valiente al luchar por el hombre que amas, sin importarte lo que digan.

—Creo que sí demoraba un poco más no hubiera en encontrado a Hobi y todo fuera diferente —suspiró con pesadez.

—No te culpes, el pasado es eso, pasado. Ahora piensa en el presente y futuro de tu relación con Hoseok.

—Sabes, yo quiero... bueno, dar el siguiente paso... ya sabes, que Hoseok y yo... tú me entiendes —habló trabándose.

—¿Quieres casarte con Hoseok? —preguntó con una sonrisa.

—No hables fuerte, te pueden escuchar —murmuró despacio.

—¿Qué tienes pensado?

—Bueno...

Yoongi comentó sus ideas a su hermano.

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Tenían pensado regresar a la ciudad donde había estado Hoseok, conocer más de la amistad de Jimin con el castaño, de la cual el rubio estaba interesado. Primero irían a la ciudad cálida donde llegó Hoseok, disfrutar del mar, sus olas y agua templada.

Y así lo hicieron, unos meses después, con trabajo avanzado y recomendando para que cuiden su hogar, la pareja viajó. Muchas horas de vuelo y con la temperatura a un nivel alto, Yoongi y Hoseok corrieron a refrescarse al mar.

Rieron, jugaron, bromearon y por, sobre todo, se amaron ante la atenta mirada de los demás turistas. Ya en la noche, con el aire acondicionado en su habitación para equilibrar la temperatura del ambiente, dieron paso a su primer encuentro íntimo desde que se reconciliaron.

Sus cuerpos sudados y desnudos danzaron a un ritmo lento, sintiendo la excitación que irradiaban y el deseo por estar otra vez juntos. Querían reconocer y marcar cada pedazo de piel, lamer, morder y besar hasta que sus cuerpos no den más. No necesitaron palabras para decir cuánto se amaban, pero Yoongi lo hizo, en cada embestida que daba a Hoseok.

—Te amo —repitió en cada movimiento —. Nunca olvides que te amo —dijo sin dejar de embestir lento a Hoseok.

Pasaron toda la noche envueltos en las sábanas, enredados entre brazos, piernas y cuerpos sin ropa. Al día siguiente rieron al notar el desastre que habían ocasionado y con toda la pereza decidieron quedarse en la habitación.

Sus cuerpos seguían desnudos y la erección de la mañana no pasó desapercibida para ninguno, por lo que estuvieron enredados en el placer por unas horas hasta que el desayuno llegó, luego a la hora del almuerzo y así se mantuvieron, descansando en la hora de la comida y por el llamado de algún trabajador al subir sus pedidos.

Regresaron bronceados, felices, satisfechos y con un tatuaje es su brazo cada uno. En otro momento y con más calma regresarían a la ciudad fría donde se encontraba Jimin.

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Hoseok sabía que algo le pasaba a Yoongi, se comportaba un poco extraño y siempre estaba nervioso. Prefería no preguntar y dejar que el rubio le explicara, pero pasó una semana y seguía igual. Las inseguridades empezaron a retoñar, el miedo de perder todo lo que habían forjado y hecho juntos estaban a la orden del día, hasta que no pudo más y preguntó.

Yoongi no respondió, sólo le dijo que estaba imaginando cosas. Lo que no sabía Hoseok es que esa noche, le daría una gran sorpresa. Por eso cuando llegó luego de visitar la tumba de su madre, se sorprendió al observar al rubio con una decoración romántica. 

Para luego decir unas palabras que salieron de lo más profundo de su corazón.

—¿Te quieres casar conmigo Hobi? —preguntó mostrando una caja de terciopelo en su mano e hincado en el suelo.

—Si-i —respondió tembloroso.

Sellaron el momento con un beso suave, y abrazándose fuerte.

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Al día siguiente visitaron la tumba de la madre de Hoseok y de manera formal, Yoongi habló con ella para pedirle permiso de tener como esposo al castaño. El Sr. Jung estaba más que enterado de los planes del rubio, es más, lo había estado presionando para que no se demore y casen pronto.

La familia de Yoongi estaba contenta por el siguiente paso que darían y brindaron su apoyo cuando lo requieran, de la misma manera Nam y Jin, se hallaban muy felices de ver a sus amigos formalizando.

Esa noche, mientras tomaban un baño de tina juntos, Yoongi sacó los aros de plata que había comprado a juego con el de compromiso. Tomó con delicadeza la mano de Hoseok y colocó el anillo en el dedo anular de la mano izquierda.

—Se que mi familia y la tuya me matará —dijo nervioso —. Pero quiero casarme contigo ahora —acarició el frío del metal —. Siento que no necesitamos nada para casarnos, podemos hacerlo legal en cualquier momento, pero esto es algo tan íntimo, que si sigo desvariando así romperé la burbuja emotiva en la que estamos —susurró en el oído de Hoseok.

—Yoongi-i —tembló ante el toque —. Yo... bueno, la verdad no sé qué decir... Lo que quiero decir es que... si me quiero casar contigo ahora, pero siento que mi padre me matará cuando se entere.

—Esto será un secreto —dijo entrelazando su mano con la del castaño para admirar los anillos —. Y no quiero que pienses que hago esto para no gastar en un matrimonio.

Hoseok giró su cuello y lo miró con confusión. —Recuerdo lo que dije ese día de la boda de Geumjae Hyung y debo aclarar ciertas cosas que ya no estoy de acuerdo. Empezando desde los gastos —terminó de gira el cuerpo de Hoseok para se siente a horcajadas sobre su cuerpo —. No me importaría si tengo que invertir todos mis ahorros en la fiesta de tus sueños, con tal de ver esa sonrisa maravillosa en tu rostro.

Hoseok sonrió tímidamente, sus ojos empezaron a acumular lágrimas. —Aunque la fortuna que tu posees no es nada comprada a la mía —prosiguió —. Vendería hasta mi alma al mejor postor por ti, por tú felicidad —acarició las mejillas húmedas del castaño.

—Yoongi —sollozó abrazando al rubio.

No se necesitó más palabras, en esa noche, mientras la espuma se pegaba en su cuerpo, sellaron su matrimonio de una manera íntima.

Yoongi y Hoseok habían empezado de nuevo, de una manera un poco diferente y con problemas encima, pero al final el amor que se tienen pudo más, siendo el pilar en sus vida y futuro.

Fin.

Gracias por continuar aquí ♡.

La edición llegó a su fin y estoy segura que se me pasaron varias cosillas que culparé a la dislexia.

Lxs quiero mucho ♡.