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12

Hoseok se había levantado muy temprano, no había podido pegar el ojo en toda la noche y dormía a saltos, su pecho se oprimía y se levantaba asustado. Había optado por darse una ducha fría y salir a desayunar al restaurante del hotel. Cuando terminó de alistarse recordó la conversación pendiente con Yoongi, lo había olvidado y agradeció por eso, luego ató cabos y llegó a la conclusión que esa era la razón por la cual estuvo ansioso toda la noche.

El reloj del velador sonó a las ocho y al mismo tiempo el sonido de la llamada de su computadora; reconocía el tono y sabía que era Namjoon. Sorprendido contestó y su rostro cambió al observar el rostro demacrado y ojeroso del moreno, empezó a hablar de todo y nada a la vez, dando vueltas sin ningún tema específico hasta que Hoseok se cansó y pidió que le dijera que es lo que estaba pasando.

—Primero siéntate Hoseok —dijo, escuchaba los murmullos de la voz de Jin del otro lado, pero no puso atención —. No sé si sabías lo que estaba pasando o desconocidas del tema, quizás no te querían decir para no preocuparte o también porque te quieren mucho y...

—Al grano por favor Nam —interrumpió.

—Bueno si, lo que pasa es que... hay alguien de tu entorno —empezó a hablar en círculos —. Que está enfermo —lo miró triste, como si se compadeciera de él —. Es tu papá Hoseok —dijo al fin.

—¿Qué tiene? —preguntó torpe.

—Ayer en la noche tuvo una recaída, me llamó su mayordomo porque era llevado de urgencia para intentarlo a una clínica.

—¿Y por qué no me avisaste antes? —exclamó.

—Porque sabía que estabas dormido y no contestarías, no podía llamar al hotel y que te den algún recado de mi parte porque tampoco sabía en cuál estabas —explicó —. Ahora tienes que venir lo más pronto a Seúl, no es que quiera alarmarte o decirte para que te asustes, pero la salud de tu padre está grave.

—¿No estás bromeando? —Namjoon negó y Hoseok jaló sus cabellos con fuerza —. Gracias Namjoon, tengo que preparar maletas y tomar un vuelo.

—Me llamas cuando estés en Seúl, prometo apoyarte y estar contigo —dijo honesto, la amistad que tienen es fuerte y siempre comprensiva.

—Si —respondió pensando en su padre.

La llamada se cortó y Hoseok empezó a meter todo en sus maletas, llamó a recepción para que le ayuden a conseguir un boleto con destino a Seúl y le avisen cuando hayan encontrado uno, no le importa la aerolínea, solo quería estar con su padre y poder abrazarlo.

Metió su ropa y productos de higiene personal en una maleta desordenada, notando que tenía que apretar y ejercer fuerza para poder cerrarla. Recordó la charla con su padre y los sentimientos de culpa le llegaron como dagas a su pecho, no quería enojarse con él, pero al saber que fue la conexión para que Yoongi lo encontrara le dolió. Ahora le dolía poder perder a su amado padre y no decirle lo mucho que lo quería, abrazarlo como lo hacía de niño y mimarlo.

Empezó a llorar cuando llamó nuevamente a recepción y le dijeron que aún no habían conseguido un vuelo para ese día a Seúl. Cortó furioso, tenía que buscar el mismo y si el vuelo tenía que hacer escalas por distintas ciudades, él las haría.

El timbre de la habitación llamó su atención y corrió a abrirla, quizás venían de recepción y le querían decir personalmente que si habían conseguido algún boleto. Pero no era nadie vestido con el uniforme de los trabajadores del hotel, si no Yoongi.

Su cabello lucía alborotado, como si recién hubiera salido de la ducha, con un toque húmedo en las puntas. Su corazón saltó alegre, queriendo salirse de su pecho y que lo recibiera el rubio que tenía en frente. Había olvidado la charla pendiente con Yoongi y lo único que hizo fuer tirarse a los brazos de este para que lo sostuvieray apretara. Lloró en su pecho llamando a su padre reiterada veces y el rubio solo acarició sus cabellos.

Agradecía que no realice preguntas, no se sentía en condiciones para hablar y solo quería ser consolado por el hombre que amaba. Lloró como cuando era niño y pedía a su madre todos los días, aquel recuerdo ocasionaron que el llanto se intensifique. Yoongi permaneció abrazado a Hoseok hasta que se adormitó, el sonido del teléfono de la habitación lo asustó y corrió a contestar, no queriendo interrumpir el descanso del castaño.

—Bueno días Sr. Hoseok, le comentamos que conseguimos un boleto para el medio día con escala en Estambul —habló la recepcionista en un coreano un poco fluido. Yoongi escuchó con atención y retuvo toda la información posible para decirle a Hoseok.

Miró la hora y observó que eranlas nueve de la mañana, por lo que decidió levantar a Hoseok, no alcanzarían a llegar al aeropuerto y la zona de espera era de alrededor de dos horas, dependiendo la aerolínea. Con cuidado movió el cuerpo delgado del menor, logrando que este se remueva y despierte. Le explicó lo que le dijo la recepcionista y que debían apurarse para poder llegar a tiempo.

—¿Apurarnos?

—Si, no te dejaré sólo en este momento. No preguntaré y prometo tener mi hombro libre para que tú te recargues en él y puedas sentirte acompañado.

—No debes —respondió en un hilo de voz.

—Si debo, eres el hombre que amo y no puedo dejarte solo, estaré contigo en las buenas y en las malas, solo hasta que me digas incansables veces que me aleje, quizás ahí lo haga, pero no podré —acarició su mejilla. —No me pidas que me aleje de ti, no soporto verte así y quiero que puedas confiar en mí y yo ser tu soporte.

—Gracias —murmuró despacio y repasando las palabras dichas por Yoongi.

Yoongi tomó la computadora de Hoseok y compró dos boletos, decidió pagarlos con su tarjeta y dejar al castaño en la tranquilad del balcón para que piense. Le pidió encontrarse en la recepción mientras tomaba sus pertenencias e ir juntos al aeropuerto.

El rubio llega como un torbellino y acomoda sus cosas en una maleta, repasa lo que ha traído para el viaje y salió corriendo. Encontró a Hoseok conversando con Jimin observando como se abrazaban, sintiendo en su pecho algo extraño. El amigo de Hoseok lo consolaba con su mano dando palmaditas suaves en su espalda y diciendo palabras de aliento.

Se despidieron por última vez al subir el taxi yHoseok prometió escribir, no sabe cuándo, pero lo hará. Ya en el aeropuerto, Yoongi decidió tomar el mando de la situación y direccionaba a Hoseok, obtienen sus boletos y para suerte de ambos llegaron con el tiempo justo para chequeo de maletas y más.

Yoongi insistió en que Hoseok debía ingerir alimento, pero este se negaba. Ya en el avión mantuvieron sus manos juntas y no se soltaron en ningún momento, sólo cuando uno de ellos tuvo que ir al baño, pero al regreso, tomó nuevamente la mano cálida del menor y la besó. Durmieron hasta la primera escala donde esperaron alrededor de dos horas para el siguiente vuelo. Ya cuando estaban encaminados para llegar directo a Seúl, Hoseok recargó su cabeza en el hombro mientras jugaban con sus dedos.

Yoongi besó en múltiples ocasiones los nudillos de Hoseok, logrando que éste riera por el acto un poco cursi. Cuando llegaron, la noche caía en la ciudad, esperaron con poca paciencia poder bajar y más cuando sus maletas llegaban con retraso.

Tomaron un taxi y con maletas en mano se dirigieron a la clínica donde el Sr. Jung estaba, Hoseok corrió a buscar la habitación de su padre mientras que Yoongi se encargaba de pagar al taxi y tomar las maletas. Añadió el chip de su móvil y llamó a Namjoon, avisándole que se encontraban ya en Corea junto con Hoseok.

Namjoon llegó varios minutos después junto con Jin, por lo que Yoongi les pidió que por favor tuvieran sus maletas en su departamento hasta la noche. No quería alejarse del castaño por lo que dejar el equipaje en su casa a las afueras de la ciudad, implicaría demasiado tiempo gastado.

Hoseok no puede visitar a su padre, aún no se encuentra estable, pero el castaño no entiende razón y prefiere quedarse a esperar, hasta que pueda mejorar. Yoongi no se aparta de su lado y con sus manos entrelazadas pasan la noche en la sala de espera. Las noches empiezan a ser frías por lo que Namjoon les llevó algunas frazadas para que puedan abrigar sus cuerpos y soportar el frío que se avecinaba.

Hoseok se acurrucó y utilizó como almohada las piernas del rubio, había tomado dos calmantes en el transcurso del día y estaban surgiendo efecto. La respiración profunda que se escuchaba dio a entender que estaba en un profundo sueño, uno donde él era niño y disfrutaba de una tarde por el parque en compañía de sus padres.

꒰◌꒱

Casi me da algo al ver tantos errores, pido disculpas. 

Gracias por leer♡.

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