Positivo
| After |
Nombre: Yuri Plisetsky
Identificación: ______
Médico: Oliver Keller
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PRUEBA RESULTADO
SUB-BETA HCG EN SANGRE POSITIVO
(Prueba de embarazo)
Leí más de veinte veces el resultado como si de esta forma pudiera procesar lo que decía. La voz del idiota se escuchó distante, su tacto lejos de sacarme del estado de shock me sumergió más hasta el grado de no escuchar nada más que mi corazón.
De saber que era imposible juraría que se me saldría por la Garganta, de nuevo.
—Esto es una broma... Una jodida broma
No podía estar... Así. Sería un pirozhki relleno de más.
El cerdo me mostró gran parte de la etapa de un embarazo, era la persona más cercana que le ocurría eso y no fue nada agradable. El principio durante los entrenamientos con tantas ojeras que competiría con un esponjado mapache, su palidez por no poder comer entre no tener hambre y regresar lo poco que comía. Mareos, mas vómito ¡Los malditos cambios de humor! En un momento estaba feliz, el siguiente melancólico, después de dos minutos lloraba y cuando Viktor intentaba consolarlo se derrumbaba pensando que le engañaba ¿Y después? Subir de peso como el cerdo obeso que siempre fue... Estúpido Katsudon.
Engordar hasta parecer que el Yuuri atlético que patinaba fue comido por el Katsudon.
Como si no fuera poco cada mes lo que empezó siendo una cosa diminuta fue creciendo, se alimentaba del cerdo como un parásito buscando sobrevivir a expensas de su huésped.
¿E iba a pasar lo mismo que él?
—¡Tú hiciste esto, idiota! No es gracioso —tomé a Leroy de la chaqueta, lo atraje hacia mi con todo el deseo de meterle un puñetazo entre los ojos—. Esto es broma tuya
—No sabría como hacer algo como eso, tampoco soy tan malo para jugarte una broma así —el idiota no se inmutó, lo envidié por mostrar toda la calma que necesitaba.
—¿Entonces como explicas esto?
—Son los resultados, gatito —dijo con una nueva sonrisa naciendo de él—. Felicidades, vas a ser-
—¡NO LO DIGAS! —lo interrumpí.
Más de una persona cerca y dentro del lobby giró en nuestra dirección por mi escándalo. Fulminé una última vez al alce antes de irme, le amenacé. Si la noticia salía de su boca a quien fuera entonces destruiría su relación con Isabella.
El frío que azotó en cuanto salí del hotel no fue nada en comparación a Rusia, pero no dejé de temblar en cada tramo que recorría rumbo a la casa del katsudon. Dejé atrás todos los papeles de las demás pruebas y solo tuve conmigo el único maldito resultado que salió positivo. Terminó hecho bolita en mi mano y por auto reflejo se lo lancé a la primera persona que reconocí con una cabellera rojiza.
Esa vieja bruja siempre aparecía en momentos que necesitaba de ella.
—¿Yuri? ¿Por qué estas aquí? ¿A donde fuiste? ¿Que estuviste haciendo? —el bombardeo de preguntas me golpeó antes que llegara a la entrada—. La madre de Yuuri nos espera para cenar...
—¿Eres mi mamá, bruja? —bufé y me apresuré a recoger el pedazo de papel del suelo pero ella fue más veloz.
—Soy tu hermana mayor, tengo derecho a preocuparme por ti —no hubo reproche, ni sarcasmo... La maldita hablaba enserio y me dio a entender que enserio me veía pésimo.
Esperé unos minutos, mi debate mental tomó su tiempo en un intento de practicar como debía dar la noticia, pero nada, me estropeé y decidí que lo mejor era dejar que leyera el resultado.
Fue lo peor que pude hacer.
Tras correr hacia la habitación que le asignaron como huésped, entre montones de equipaje que sólo una mujer podría llevar para un viaje de tres míseros días Mila leyó las pruebas después de desdoblar la hoja. Su expresión pasó del shock al asombro y del asombro a la felicidad rayando con la euforia.
—Yuri, esto es... ¡Voy a ser tía!
—¡Cállate bruja! Harás que alguien se entere
—¿No lo saben todavía? ¿Ni Bek? —se acercó a mi con complicidad en su mirada. La conocía bien, hacia esa misma mirada cada que guardaba un secreto, como la vez que me compró lencería para Otabek... Ugh.
—Me acabo de enterar yo hace poco —pasó su brazo tras mis hombros en un abrazo, en automático me recargué en ella y las caricias en mi cabello no tardaron en llegar—. No sé... No sé ni como pasó...
Es decir, no teníamos todo una dotación de condones solo porque si. El departamento estaba plagado de ellos. En nuestra habitación, en la sala... La cocina. Cada que llegaban visitas los recolectaba o los guardaba lo mejor posible para que no fuesen vistos porque después de que lo hicimos la primera vez ya no pudimos parar, ya no quisimos hacerlo... Hubo algo en Otabek que me atraía demasiado, más allá de un magnetismo natural.
Cada roce aunque fuera mínimo encendía algo en mi que solo podía ser apagado con sus besos, entre sus brazos y con varias secciones de sexo. Y entre todo eso algo debió salir mal, un jodido condón no debió funcionar...
—Bueno, cuando papá oso ama a mamá gato le mete todo su amor por el-
—Voy a lanzarse una maleta a la cara, estúpida —la interrumpí a tiempo volviendo a la realidad pero no el suficiente para que mi cara comenzara a arder.
—Vas a tener un gatito kazajo, Yuri... —la ternura en sus palabras me erizó la piel, lo que debieron ser mariposas en mi estómago pareció ser un montón de avispas asesinas cada vez mas molestas en cuanto escuchaban algo sobre 'eso'
Ni siquiera sabia como definirlo.
—No, voy a tener nada —rechacé el contacto, me aislé como muchas veces lo hice como si los años no hubiesen pasado—. Voy a arruinarlo todo, la vida de Beka, la mía, todos nuestros planes... la vida de 'eso'
—'Eso', es la vida de tu bebé ¿Piensas abortar? —por un momento logre ver el mismo color de su cabello impreso en sus ojos. Me habría asesinado con solo mirarme.
—No, solo que... ¡No sé maldición! ¡No sé! Voy a cagarla con todo, seré un pésimo papá, el bebé va a odiarme, Beka también porque voy a quitarle horas de sueño, dinero, tiempo, se le irá la paciencia con los lloriqueos del bebé y mi estupidez de no saber que demonios hacer. Nadie quiere cambiar pañales a los veinte, voy a ser un pirozhki relleno y ya no va quererme... Va a dejarme
Ni siquiera me planteé mis temores durante el camino, estaban allí, volando entre mis pensamientos pero formularlos en concreto solo hacían que tuviera mas miedo, la lista seria interminable y decirlos en voz alta sólo aumentó el temor.
Lejos de sentir menos peso sobre mis hombros por el desahogo me sentí patético, las avispas en mi estómago picaban por todos lados, amenazaban por salirse desde mi garganta y de no ser por el abrazo de Mila lograrían haber escapado. No fui consiente que en algún punto comencé a llorar solo hasta que manché su abrigo.
—Estarás bien, no estas sólo. Entre todos vamos a ayudarte con lo que necesites, ese bebé tendrá muchos tíos que lo llenaran de amor, Yakov y Lilia serán los abuelos, Nilokai el bisabuelo que le hará muchos pirozhkis, Viktor y Yuuri estarán para darte consejos... Y Bek estará más que feliz. Un hijo no arruina una vida, la cambia y este cambio es para bien, van a salir adelante con nuevos planes pero los harán juntos
—¿Y si lo arruino?
—Eres Yuri Plisetsky, el tigre de hielo de Rusia, no hay obstáculos para ti, cambiar pañales será pan comido, tienes al ardiente Héroe kazajo como padre además
—Solo yo le puedo decir ardiente, bruja
—Pero todo saben que lo es
—Cierra la boca
Hubo un momento de risas entre ambos, después un silencio de minutos, no fue incómodo. Mila se encargaba de darme todo el apoyo mientras me tranquilizaba y volvía a ser yo.
—¿Como rayos se lo diré a Beka?
—La forma más simple es la mejor, no des muchos rodeos pero también prepara el terreno, no queremos que pase algo cuando se lo digas
—¿Algo como qué?
—Que por ejemplo se desmaye por la noticia
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Notas: YA PUEDEN VERLO? Que no se que coño pasó que algunos no les aparecía el cap.
Aquí vemos los primeros temores del gatito, no serán los únicos y tampoco el único quien los tenga. Y después de 16 caps me doy cuenta que esto todavía no esta ni a la mitad de la historia, apenas comienza así que si, será un long fic.
( ˘ ³˘)❤
Por alguna razón que no se mas gente esta leyendo esto. Alguien digame porqué (?) supongo que es porque fandom de YOI es extenso.
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