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Nostalgia


"Si pudieras verme ahora me pregunto que pensarías de mi..."


| After |

Sakura Nagashi...

Fue mi canción a elegir para el final. Desde el comienzo no quise volver a patinar ninguna canción tan aburrida como Ágape. Me costó esfuerzo y dedicación hacerlo, sentir mi Ágape, buscar a las personas que me inspiraran a ello, mi abuelo estando en la cúspide, mis amigos, Viktor... El cerdo. Mi amor incondicional basado en ellos para que todo saliera perfecto.

Y gané, fui el mejor en mi debut.

Gané a base de las canciones que otros me impusieron, dieron una imagen errónea de mi, alimentaron el mote del Hada rusa por mucho dejado atrás al vándalo, al tigre. Me mostraron como alguien frágil, grácil ¿Y lo era? Por supuesto que no. Fui fuerte, lo seguí siendo y después de ese año escogí cada una de las pistas que patinaría.

Pudo parecer que me comería cada una de mis palabras con hastío. En un principio Lilia me miró incrédula al escuchar la canción y tuvo justa razón de hacerlo. La música solo llamaba a la tranquilidad entre el comienzo de violines, solo un breve momento para que el protagonismo se lo llevara el piano y como si no fuese suficiente la dulce voz de una mujer.

Con ella ejecuté cada salto a la perfección alzando mis brazos para una mayor dificultad, mi flexibilidad ya no era la misma y sin embargo me las arreglé para mostrar lo que todavía podía dar con mucha exigencia, la belleza debe mantenerse con fuerza, de esta forma lo aprendí y dejé todo sobre la pista de hielo, satisfecho y exhausto. Transmití lo que quise, dejé salir lo que hacia meses planeé para ese día.

Pero no bastó para mantenerme satisfecho como competidor.


Los aplausos no se hicieron esperar. Los nombres de los tres patinadores que alcanzaron el podio fueron llamados. Saludamos a la audiencia entre aplausos y vítores antes de tomar nuestro lugar correspondiente y esperar. Un ramo de flores y una medalla de diferente tono y valor colgando sobre nuestros cuellos.

Fuimos el orgullo para nuestros países y jamas me sentí tan nostálgico con todo.

Nostalgia.  Ese fue mi tema a interpretar.

El anhelo de algo pasado a palabras de Lilia
Una melancolía para Yakov.
Recuerdos maravillosos en la cabeza hueca de Viktor.
Vivencias que se quedaron marcadas para la memoria, en el cerdo.
Mezclas agridulces...


--Oye, Katsudon, si no dejas de llorar voy a patearte, saldrás con la cara toda mocosa ¿Que le vas a decir a tu hijo? En unos años verá las imágenes y se preguntará porque su mamá salió con la cara toda deforme, va a agradecer que se parezca mas a Viktor

Iba a recordar con cautela todo lo que pasó. Lo atesoraría sin decirle a nadie cuanto me divertí a los quince años siguiendo a Viktor hasta Japón, que jamas me arrepentí de nada.

--¡Limpiate! Enserio estas moqueando

Pero todo se quedó atrás. Esos momentos jamás volverían a pasar, no como antes.  La adrenalina no volvería a ser la misma, la derrota de esa vez no se compararía con ninguna.

--Ya empañaste tus lentes, cáete y rómpete una pierna

Las aguas termales, los platillos de Katsudon, las competencias, los largos entrenamientos en San Petersburgo. Me sacaban de quicio, me generaban risa y me agotaban. Y era relajante, algunas veces me dolía la boca de tanto reír por alguna estupidez del cerdo o mi cabeza se calentaba del enojo a causa del frentón de Viktor.

--Voy a darte una buena razón para llorar y meteré tu medalla en el pañal de Klaus

Yuuri Katsuki nunca ganó una medalla de oro en el Gran Prix Final. Era un mediocre a medias, su secuencia de pasos te envolvía y arruinaba con horrores todos sus saltos. Lo vi hecho un caos interno de nervios, mas de una vez su seguridad flaqueó y logró desmoronarse. También vi su perseverancia, las ganas de seguir que no tuve idea dónde cojones sacaba la fuerza. El recobro de su confianza fue abrumadora y lo que podía hacer dentro de la pista dejó anonadado hasta el más grande pentacampeón.

Encontré un rival digno para competir, un rival que pude admirar y molestar al estar cerca de él y que ahora, en su último Gran Prix ganaba finalmente.

--¡Para de llorar ya! --y que además, lloraba sobre el podio.

Su esposo no se quedó atrás, lo vi agitar al pobre bebé enfermo y como si este mágicamente se hubiese curado también hizo revuelo aplaudiendo con sus manitas a su madre mientras el idiota de su padre se desvivía por su cerdo.

Por fin tus esfuerzos también valieron la pena, Viktor.

--Tú también lloraste cuando ganaste --giré automáticamente la vista hacia Otabek, un peldaño más abajo que el mio. A comparación del Katsudon su temple fue sereno, mostraba apenas una linea curva entre sus labios que alcanzó con dificultad la categoría de una sonrisa, pero en él era todo un logro.

--Fue diferente, a mi no se me salían los mocos por todos lados

--Yura...

--E-estaré bien --se excusó y vaya que puso empeño en tragarse todas esas emociones entre hipos. Chasquee la lengua y por fin pudimos bajar. No me gusto conformarme con la plata, la temporada pasada la recibí de nuevo por el idiota de Viktor también en su retiro ¿Y de nuevo se repetía? No sentí humillación sino que... pude haberlo hecho mejor, insistirme, exigirme más y ganar el oro para que el cerdo se quedará un año más buscándola. Fue la única forma de retenerlo.

Me detuve sin querer junto con mis pensamientos, no porque quisiera, una cosa me retuvo. No me esperé recibir un abrazo de su parte, ni siquiera lo vi venir, de ser así hubiese huido o enserio cumpliría mi amenaza de patearlo, pero nada pasó. Me congelé.

--Fueron buenos años, los extrañaré a todos --Otro sollozo ¿Cuando iba a parar de llorar? Juré que si osaba manchar mi traje se lo restregaria en la cara y lo obligaría a limpiarlo.

--Sueltame ya, ve a abrazar a Viktor... Vete --mi voz salió en otro decibel, más calmada ¿Triste? No, mierda ¡No!

--Yurio ¿Estas llorando? --se separó al instante de mi posando las manos sobre mis hombros, algo de seriedad volvió a él cuando me inspeccionó con la mirada.

--No --no era tan sensible como él para llorar por un abrazo suyo ¿Quien se creía? ¿Otabek? ¿Mi abuelo?  Además no había ganado nada para sentir lo mismo que en mi debut. El escozor de mis ojos se debió a los flashes de las cámaras, a las malditas luces sobre nosotros.

--Lo estas --su seguridad me hizo querer morderle la mejilla con fuerza pero en cambio él retiró algo que corría entre la mía y lo alejó--. Mira

Quería morir, enserio estaba llorando.

--¿Como...? --mi cara debió ser todo un mar de confusión porque ese bastardo volvió a abrazarme con mas fuerza.

--¡Alejate de mi! --gruñí. Añoré mi cuerpo de hacia dos años, hubiese sido más fácil escabullirme de él y ahora que gané una mayor fuerza física no importó un demonio, no pude alejarme... Entendí que ese seria el último momento en que compartiría una pista con Yuuri Katsuki.

Cuando mi cerebro lo procesó por completo mi llanto no paró, me ví igual o más patético que el cerdo.

Lo recordaba. Decirlo en voz alta lo haría mas real, que alguien mas se enterará de ello me hacia tener un peso extra. Otabek lo supo en cuanto le conté el tema de este año sin ni siquiera contárselo todo, sabía que lo escogí por el otro Yuri, que lo hice en un tributo silencioso a él como despedida en su ultimo Gran Prix queriendo a la vez arrebatarle el oro, tal vez así se quedaría otro año más compitiendo... Tal vez.

O tal vez no.

"No me puedo creer que no vaya a volver a verte."

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Notas: Seguramente tiene varios errores, le di una rápida leía pero son las 3am, de seguro puse palabras de más o me comí algunas otras. 

Es un capítulo raro lo . Yuri no estaba enamorado del cerdito, solo fue admiración (?) pero quise mostrar en esto que Yuri todavía reciente el abandono, esta vez el abandono por el retiro de su rival y que también el pobre se ahoga entre hormonas.

Agradezco los comentarios y los votos. Hay más lectores fantasma que nada y a esos también se les agradece que sean ninjas y pasen a leer.
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