Parece que soy el ganador:
En 1954, William Golding publicó "El Señor de las Moscas"
En tal clásico de la literatura inglesa se alude a la maldad humana representada por Belcebú por medio de un personaje llamado Jack.
Belcebú representa la decadencia en la naturaleza del hombre.
Y Jack es quien sigue todos sus designios.
Belcebú sostenía la mirada de su oponente con intensidad.
—Mátame—pidió—. Mátame de la forma más molesta y miserable...
Jack, respirando agitadamente, alzó una mano ensangrentada y le sonrió complaciente.
—Pero por supuesto...—extendió los brazos—. Juntos... ¡Lleguemos hasta el gran final!
El asesino más poderoso que conoce los trucos de los dioses más poderosos por dentro y por fuera y se deleita en la corrupción de la razón: Belcebú.
Y el monstruo más retorcido que la miseria es capaz de crear, el peor y más indecente asesino de la humanidad: Jack el Destripador.
La estruendosa batalla entre los horrores del infierno...
LA CORTINA DE ESTA GRAN BATALLA ESTABA A PUNTO DE CERRARSE
ESE HECHO ESTABA CLARO PARA TODOS LOS ESPECTADORES.
Y como si de un pacto suicida se tratase, ambos se movieron a la vez.
El asesino recogió una puerta destrozada y un marco de ventana roto los cuales imbuyó en poder divino para usar cual espada y escudo.
POR PRIMERA VEZ...
SU PELEA SE DARÁ EN COMBATE CUERPO A CUERPO
Jack lanza su primer golpe. Belcebú lo repele con su escudo y gira sobre sí mismo para evitar que el asesino, quien ya lo había rodeado con un salto, le golpeé por la espalda.
El señor de las moscas se agachó por debajo del siguiente golpe del humano, cambió su bastón de mano y trazó un devastador arco ascendente. Jack escapa con un salto hacia atrás, evitando ser despedazado como todo lo demás a su alrededor.
El destripador saltó de frente y probó con otro ataque que el demonio detuvo interponiendo su escudo. Fue entonces el turno de Belcebú, quien cambió su bastón de mano y lanzó un nuevo embate, siendo ágilmente evadido por el asesino.
Jack buscó un golpe directo con su arma, a lo que Belcebú respondió con uno propio. Una explosión iluminó la fría noche y el tablón que el humano usaba como arma se convirtió en mil y un astillas.
Eso no detuvo al artista de la muerte, quien balanceó todo su peso en el escudo que aún portaba e intentó golpear a su oponente con el mismo. Belcebú flexionó las piernas e interpuso su propio bastón, levantando así su propio escudo.
Con una sorprendente maestría, el señor de las moscas atrapó el brazo de Jack usando el asta de su báculo y de un tirón lo sacó de su camino antes de buscar conectar un golpe con su mano derecha desnuda.
Jack ladeó su cabeza a tiempo para evitar ser decapitado por la cuchilla de vibraciones, ganándose entonces un profundo corte sangrante en el hombro izquierdo.
Y EN MEDIO DE UNA BATALLA A PUÑETAZOS A GRAN VELOCIDAD...
Los dos habían llegado a un equilibrio...
Y SIN EMBARGO...
Jack intentó retroceder con un salto, respirando con cada vez más pesadez, al borde del colapso. No obstante, veía a su oponente tan o más cansado que él mismo.
—Por favor, no se presione tanto...—dijo entre jadeos—. Esas vibraciones... someten a su cuerpo a mucha presión, ¿cierto? Si continua usando esas técnicas con esas heridas, se terminará desmoronando.
Belcebú se mantuvo firme, se inclinó hacia su oponente y blandió su bastón con decisión.
—¿Y eso qué importa?—espetó—. ¡Sería un sueño hecho realidad!
El demonio se lanzó a toda velocidad con una estocada frontal de su bastón. Jack ladeó el cuerpo hacia un costado y evitó el golpe por pocos centímetros. No obstante, al primer ataque le siguieron más, y más, y más.
El asesino comenzó a maniobrar entre el aluvión de golpes con gran maestría, usando movimientos cortos pero veloces para mantenerse en una sola pieza.
—¡BELCEBÚ ATACA! ¡¡ES UNA EMBESTIDA DESESPERADA BAÑADA EN SU PROPIA SANGRE!! ¡¡BELCEBÚ REALMENTE TRATA DE TERMINAR ESTO AQUÍ!!
El tatuaje de su cuerpo se movía otra vez, y aquella mano de espinas se formó una vez más bajo su piel, moviendo su brazo con aún más violencia.
"¡¡Lilith...!!"—pensó desesperado Belcebú—. "Por favor... ¡Detente! ¡¡No mates a mi única vía a la expiación!!"
El rosal siguió controlando sus acciones, disponiéndose a terminar con la única amenaza real a la vida del señor de las moscas.
Belcebú aumentó sin desearlo la intensidad de sus estocadas. Las vibraciones fueron amplificadas con más vibraciones y una pared de destrucción pura se cernió sobre Jack el Destripador.
¡¡¡SORATH TAU: PROLIFERACIÓN DE ONDAS NEGRAS!!!
"¡¡Yo no lo puedo esquivar!!"—comprendió el asesino, apenas a tiempo para alzar su escudo y saltar para dejarse llevar por el golpe.
La explosión sacudió el Valhalla hasta sus cimientos, y Jack fue despedido decenas de metros hacia atrás antes de terminar en el suelo.
EL FINAL SE ACERCABA MÁS Y MÁS.
El polvo lentamente se despejaba alrededor de Belcebú, cuyas venas comenzaban a reventar por el esfuerzo puesto sobre su sistema. No obstante, tal y como predijo, seguía en un estado suficientemente estable de salud como para evadir una muerte segura.
Pero le quedaba un truco.
Una última jugada que podría matarlos tanto a él como a su oponente si la realizaba en ese preciso instante.
Aún tenía las energías suficientes para intentarlo, pero sabía con absoluta certeza que su tatuaje no se lo permitiría, y aunque así fuese... no sabía si realmente estaba dispuesto a intentarlo.
No por nada era una técnica tabú.
—UN... ¡UN ATAQUE DIRECTO! BELCEBÚ SE SIGUE DESTRUYENDO. FUE UN ATAQUE MUY PODEROSO. JACK EL DESTRIPADOR... ¡FUE GOLPEADO DE FRENTE CON TODO!
El asesino se levantó una vez más, vomitando sangre sin parar, encorvado y tembloroso. Su escudo había sido prácticamente desintegrado, pero había servido a su propósito.
—Él... aún está de pie...—murmura el público.
Belcebú se lanzó al ataque, ya sin la voluntad puesta en ello. Su última esperanza por ver su vida apagada acababa de ser barrida por las vibraciones que él mismo había lanzado bajo el control de la última orden de Lilith.
Trazó un arco con su mano derecha y Jack comenzó a esquivarlo saltando de un lado a otro una vez más, siempre con las manos sobre su abdomen perforado.
—¿Ese humano... intenta ganar tiempo huyendo como una rata?—gruñó Ares—. ¡¡Un cobarde hasta el final!!
—No...—señaló Hermes—. Ha perdido mucha sangre, creo que a Jack tampoco le queda mucho tiempo.
"Si simplemente quería ganar tiempo, entonces ¿por qué se enfrascó en la batalla? ¿Cierto?"—pensaba Loki—. ¿Qué planeas hacer, Jack?
El asesino se movía alrededor del desmoralizado y desesperanzado señor de las moscas, esquivando sus constantes golpes y estocadas aunque se dejase la vida en ello.
Aún no...
Todavía no...
Ángulo...
El momento perfecto...
Muy bien...
¡Ahora!
Jack había girado alrededor de Belcebú, y al esquivar un golpe de su bastón, reveló que bajo su manga aún guardaba la pica de hierro con la que había sido empalado momentos atrás.
"¡¡De eso se trataba!!"—comprendió Loki, abriendo los ojos como platos—. "¡¡Entrar en su punto ciego!!"
No obstante, los instintos de Batalla de Belcebú eran únicos, conocidos por todos en el Helheim. Aún si este no deseaba otra cosa que morir, su cuerpo no se lo permitiría.
El dios oscuro ladeó la cabeza justo a tiempo para que la que hubiese sido una estocada mortal se limitase a despedazar su mejilla derecha, y respondió balanceando su bastón en un arco lateral.
Jack volvió a salir despedido, con los ojos en blanco y una mueca de infinita agonía.
—¡¡G-GOLPE DIRECTO!! ¡¡EL GOLPE DESESPERADO DE JACK FUE NEUTRALIZADO POR EL CONTRAATAQUE DE BELCEBÚ!!
Loki se cruzó de brazos y sonrió orgulloso.
—Esa es una de las estacas con las que fue empalado... y pensar que pudo esconderla. Sin embargo... es una pena.
Viendo el cuerpo inerte del mayor asesino de la historia, machacado y cubierto de sangre, la poca esperanza que aún les quedaba abandonó a la humanidad.
—Así que... este es el fin...
—Este demonio es muy poderoso...
—Entonces eso es todo...
—Ya fue, se acabó...
—Supongo que sólo era un asesino...
—Esto es lo que me esperaba...
—La última esperanza de la humanidad, ¿eh?
—Como si a ese tipo le importaran esas cosas...
Anne, entre el océano de espectadores, exhaló con fuerza tras apurar una botella de licor.
—Hmph. ¿Entonces por qué no van ustedes a pelear con los dioses?—espetó—. El chico está solo... y sigue peleando a pesar de todo.
—¡¿Qué diablos estás diciendo, maldita borracha?!
—¿Quieren pelear? ¡¡Cobardes como ustedes son pura labia!!
Uno de los espectadores más atentos al combate notó algo peculiar y se volvió raudo hacía el resto.
—¡Oigan, cállense!—gritó—. ¡Puedo escuchar algo!
London Bridge... is Falling Down...
Falling Down... Falling Down...
London Bridge... is Falling Down...
Jack se reincorporó, casi como un cuerpo sin vida, apoyando todo su peso en la estaca metálica con la que había sido apuñalado.
—ESTÁ... ¡¡ESTÁ DE PIE OTRA VEZ!! ¡¡USANDO LAS ÚLTIMAS RESERVAS DE FUERZA EN LO PROFUNDO DE SU ALMA, JACK EL DESTRIPADOR VUELVE A LEVANTARSE!!
—My Fair Lady—cantó el asesino, bajo los rayos plateados de la luna.
El público se volvió asombrado para mirarle.
—Ese hombre...
—¿Aún puede moverse...?
—Pero espera... míralo...
—Está en las puertas de la muerte...
London Bridge... is Falling Down...
—Sus ojos... ¿estará consciente?
El asesino se tambaleó torpemente hasta terminar frente a su mortal enemigo, se paró muy firme y blandió su pica cual si de un elegante estoque se tratase. Había perdido su sombrero y se veía incapaz de abrir los ojos.
Pero estaba a la altura de un caballero.
London Bridge is Falling Down...
Falling Down... Falling Down...
London Bridge is Falling Down...
Silver and Gold will be Stolen Away...
Stolen Away, Stolen Away...
Supose the Man Should Fall Aslpeep...
Fall Asleep...
Fall Asleep...
Jack abrió los ojos, frente a frente con el señor de las moscas, y ambos se movieron al mismo tiempo.
Jack alzó su lanza.
Belcebú levantó su bastón.
Ambos lanzaron su golpe, pero sólo el dios prevaleció.
El arma de Jack voló por los aires y cayó al suelo con gran estrépito. Belcebú se la había arrancado a su portador con un seco golpe de su vibración defensiva.
"Lo has hecho bien"—pensó el demonio—. "Al menos uno de nosotros no necesita sufrir más..."
—Descansa.
Alzó su mano derecha, haciéndola vibrar.
El tiempo pareció detenerse. Los pies de Jack golpearon con fuerza el suelo. Su cuerpo se inclinó violentamente y sus ojos dicromáticos se encontraron con los orbes carmesí de Belcebú.
El humano se lanzó hacia el frente a una velocidad imposible, usando sus manos ensangrentadas como única arma.
Por la mente de Belcebú pasó la idea de esquivar, de retroceder, de alzar su escudo. El tatuaje en su cuerpo le haría actuar si él mismo no lo hacía.
Así que... por una vez... decidió romper el sistema y atacó.
Atacó para detener el mortal ataque, pero sin buscar las más mínima efectividad.
¡¡¡SORATH RESH: LOS CUERNOS DE SATANÁS!!!
El silencio se apoderó del estadio.
Las manos de Jack sobresalían por la espalda de Belcebú, y al mismo tiempo, la espada de vibraciones del señor de las moscas había perforado el corazón del destripador.
—Dear God...—susurró Jack—. Ese es el nombre que le di a este golpe. Se lo dedicaré a usted.
—Ugh... es tu sangre, ¿verdad?—comprendió Belcebú, con un rostro inundado de dolor—. Pensé que simplemente intentabas cubrir tu herida... pero fue para cubrir tus guantes con sangre... y tu sangre... la convertiste en un arma en ese momento... fuiste formidable... aún hasta el final...
—Y usted... qué tan claramente logró ver más allá de mis engaños... leyó mi último truco cual si fuera tan claro como el cristal.
Ambos se miraron a los ojos.
—¿Cómo luce mi color?—preguntó el demonio.
Jack sonrió.
—Un tremendo alivio... y una inmensa felicidad...
Belcebú se abrazó a su oponente para mantenerse en pie, y Jack hizo lo propio.
—Azazel... Samael... Lucifer... Lilith...—sollozó Belcebú—. Sus muertes... fueron vengadas... Satanás... está muerto... su asesino... está muerto... Finalmente... nos volveremos a ver...
Jack le miró con cierta ternura, alzó la vista al cielo y se dejó llevar.
—London Bridge has Fallen Down...
Y ambos, dios y humano, se deshicieron en una misma estela de polvo que se deslizó hacia el infinito.
Belcebú vs Jack el Destripador
Duración: 26 minutos, 57 segundos
Golpe decisivo: Dear God/Sorath Resh
Ganador: Empate
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