Pañuelos, achú, achú, más pañuelos llenos de moquitos. Jimin había empezado a estornudar antes de que Jungkook pudiera llevar acabo su plan de comerle su boquita.

Su naricita tenía un tierno color rojito que se extendía por un poco de sus mejillas, se encontraba enrollado en una cobija de la cintura para abajo y en la parte de arriba poseía una sudadera negra de su novio que le quedaba gigante, y tapaba casi su ojitos ya que tenía puesto el gorro de esta.

Jungkook le daba besitos en la cabecita cubierta por la capucha de la sudadera.

— Bebé, ¿tienes hambre?¿Frío?¿Te sientes débil? ¿Quieres que te cargue? — Y si, Jeon Jungkook era un loco cuando se traba de su pequeño.

— Quiero jugar, kookie. — el pequeño era lo único que quería hacer.

— No vas a salir bebé — no podía dejar que el menor se enfermara aun mas, no lo quería ver débil.

— Ahhh por qué, yo quiero jugar — hacia berrinche.

— Amor sabes que está lloviendo, tú estás con resfriado, no se puede salir a jugar — Los ojitos de Jimin ya estaban llenos de lágrimas y Jungkook se sintió mal, pero de verdad no podían salir, la lluvia estaba muy fuerte como para salir, y su Jimin estaba enfermito y no quería que luego se sintiera peor.

Lo tomó en brazos cargandolo, y haciendo que el pequeño colocará sus piernas en su cintura.

— ¿A dónde vamos, kookie? — Jungkook no contestó simplemente se acercó a la sala de la cabaña, para sentarlo en uno de los grandes sillones que se encontraban ahí.

— Bebé, tengo que ir a comprar algo, ¿te puedes quedar aquí?, Prometo no tardar, solo iré a la farmacia — acariciaba la cara de su pequeño con suma delicadeza.

— Pero me voy a quedar solito — Jungkook sabía que no le podía decir a Yoongi o Taehyung que lo cuidara porque probablemente estén revolcándose, aparte son unas vacaciones y no quería molestar a la bella pareja, pero como su padre le había dicho tenían guardias de seguridad que podrían cuidar a Jimin.

— Tranquilo, te dejaré con los guardias de seguridad — acarició las mejillas blanquecinas de su novio transmitiendo seguridad.

— Bueno, ¿puedo ver una peli? — Y claro que no pudo decir que no, aun más con ese pucherito pintado en los labios del menor.

— Claro que sí pequeño — le dio un beso en la frente y otro en la boca y salió hacia la camioneta donde el chófer lo esperaba.

— Dile al guardia de seguridad que venga a cuidar a Jimin. — El contrario asintió y llamó al guardia el cual llegó inmediatamente. Jungkook le dio las instrucciones que quería para después irse en la camioneta para buscar lo que necesitaba para su bebé.

Después de casi una hora, debido a que el camino era bastante largo ya que las cabañas se encontraban un tanto alejadas de la cuidad, el mayor por fin regresó.

Al llegar a la sala se encontró una escena no tan agradable para él pues SU bebé estaba abrazando la pierna del guardia y este se ve que trataba de que Jimin se separara para así evitar problemas con su jefe. Pero eso no evitó que Jungkook se pusiera celoso.

Así que dejó la bolsas en el piso y se dirigió hacia el guardia, para agacharse y alejar a Jimin de este.

— Retirate. — su voz no se escuchaba de lo más alegre.

— Si, joven. — el guardia dió un reverencia y se fué.

Jungkook se giró hacia su bebé y se agachó para quedar a su altura.

— Se puede saber por qué le abrazabas la pierna. — dijo mientras conectaban sus miradas. ¿Que si estaba celoso?, era algo obvio, su bebé era suyo y de nadie más. Si, algo tóxico pero así era, Park Jimin le pertenecía y nadie podía tocar lo que le era de su propiedad.

— No emm...kookie, es que yo.. lo siento — agachó su cabecita avergonzado.

— Si sabes que eres mío ¿Verdad? — Un muy susurrado "si" se escucho.

» Bien — se sentó en el sillón llevándose a Jimin con para sentarlo en sus piernas y así comenzar a dejar besos en su cuello.

Todo iba bien hasta que Jimin sintió un ligero dolor, Jungkook le estaba haciendo chupetones.

— Ah~ ya kookie. — golpeaba su pecho ligeramente para que le dejara de hacer esas marcas.

Unos minutos después Jungkook se retiró de su cuello, el cual tenía círculos rojos y morados.

— Tonto — dijo Jimin cruzado de brazos y con un puchero en los labios.

— ¿Por qué, pequeño? — una sonrisa con picardía se posó en su cara.

— Tu me dejaste marquitas — su boquita rojita se hizo una trompita dándole más ganas al mayor de comerle esos labios rellenitos que tiene.

— ¿Y? Así sabrán que tienes novio — Jimin en vez de contestarle comenzó a estornudar.

— Ohh bebé, ven vamos para darte tu medicina — Lo cargó hasta que llegaron a las isla que había en la cocina y ahí, Jungkook sentó a su bebé. Para el ir a la bolsa y tomar el jarabe y medir díez mililitros exactos en el vasito.

El líquido era un poco blanco. Jeon le acercó el vasito a la boca del menor pero este al oler y ver la medicina se apartó — Se ve fea.

— Lo sé, pero más fea sería una inyección, así que tómalo bebé — Un poco dudoso Jimin bebió el contenido de la copita para luego hacer una nueva de asco.

Jungkook río leve, cargando a su novio y llevándolo al cuarto para acostarlo.

— Bebé duerme un rato ¿Si? —acomodó un poco el pequeño cuerpo que tenía en brazos para que pudiera sentirse más cómodo.

— Pero yo quiero jugar — El contrario negó y le dio una abrazo a su pequeño y comenzó a acariciar los cabellos negros y castaños. Fueron unos cuantos segundos y Jimin comenzó a bostezar y minutos después cayó dormido a brazos de su fuerte y celoso novio.

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Un poco celosillo el yunkuuk eh