FINAL
— ¿Qué? — Preguntó JunMyeon, comprobando si había oído bien.
— No logré entrar. — Repitió SeHun, sin expresión alguna en el rostro.
— Oh, Dios mío. — Susurró JunMyeon y puso una mano sobre su boca, las lágrimas ya se acumulaban en sus ojos, porque eso era todo. Se iría a la Universidad de Londres la próxima semana, solo. Y no había manera de que sus padres no se enteraran de ello eventualmente.
Él comenzó a llorar ante la idea de dejar a SeHun en Seúl, envolviendo sus brazos alrededor de su torso y enterrando su rostro en el pecho de SeHun.
— ¿Ves? Es por eso qué no debes ser optimista todo el tiempo. Porque te ilusionas y terminas decepcionado si las cosas no funcionan.
— ¿Qué? — Preguntó JunMyeon, confundido y miró a SeHun con los ojos vidriosos.
— Logré entrar.
— ¿QUÉ? ¡Dámelo! — Gritó JunMyeon, antes de dar un paso atrás alejándose de SeHun y le arrebató la carta de su mano.
Leyó las primeras líneas en voz alta, para asegurarse de que leyó correctamente.
— Estimado Sr. Oh, nos complace informarle que... ¡idiota de mierda! ¿Crees que esto es una broma? — JunMyeon gritó y empujó el pecho de SeHun, casi derribándolo. — Casi me da un ataque al corazón, ¿Querías darme una lección?
— No nos olvidemos de lo que me hiciste en el día de los inocentes. — Dijo SeHun, pero JunMyeon lo interrumpió una vez más con un empujón en el pecho. — ¿En serio estás tratando de luchar contra mí?
— ¡No te rías de mí! ¡Estaba tan asustado!
— Debido a te preocupas por mí. — Bromeó SeHun y los ojos de JunMyeon se suavizaron, antes de recordar que se suponía que debía estar enojado con SeHun por engañarlo de esa forma.
— ¡No importa! Estoy tan enojado y... — JunMyeon continuó, levantando su mano para empujarlo de nuevo, pero SeHun atrapó sus muñecas en sus manos y tiró de él hacia su pecho.
— Pero vamos a Londres juntos. — Dijo en voz baja mientras le sonreía a JunMyeon.
JunMyeon se mordió el labio y SeHun tomó su rostro, antes de que JunMyeon se pusiera de puntillas y envolviera sus brazos alrededor del cuello de SeHun, besándolo.
— Vamos juntos a Londres. — JunMyeon repitió en su boca y SeHun asintió con la cabeza, presionando sus labios una vez más.
— Iremos juntos, bebé.
Ni siquiera podían besarse correctamente porque tenían grandes sonrisas en sus caras, y JunMyeon nunca había sido más feliz.
SeHun dejó el rostro de JunMyeon y lo tomó por sus caderas, sus lenguas encontrándose una a la otra con facilidad. JunMyeon jugaba con el pelo en la parte posterior del cuello de SeHun y él estaba a punto de levantarlo del suelo cuando escucharon que alguien tosía al lado de ellos.
— Oh. Hola, Sra. Lee. — Dijo JunMyeon, sonrojándose y alejándose de SeHun.
— Ya te dije que me llamaras Hye. Iba para el trabajo. Encantada de verte de nuevo. ¿Esa es la carta de la Universidad?
— Sí — Respondió SeHun — Logré entrar.
— ¡Oh Dios mío! ¡Eso es increíble! ¡Salgo a las cinco hoy, así que podemos salir a celebrar! ¡Puedo comprar un pastel! ¡Puedo hacer un pastel! — Exclamó y levantó las manos.
— Adiós, mamá. — Dijo SeHun, avergonzado cuando ella le besó en la mejilla. JunMyeon les sonrió, y eso solo hizo que SeHun se sonrojara aún más de lo que ya estaba.
— Adiós, Hye. — JunMyeon sonrió antes de que ella se despidiera con la mano y entrara a su coche. Esperaron a que ella se fuera antes de entrar a la casa.
— Entonces, ¿Qué pasa contigo y mi mamá? — SeHun cuestionó tan pronto como entraron y cerró la puerta tras ellos.
— Sólo somos amigos, Oh SeHun. — JunMyeon respondió en tono de broma, sentándose en el sofá con una pierna debajo de él mismo.
SeHun puso los ojos en blanco.
— ¿Quieres helado?
— ¿Tienes helado aquí? — Preguntó JunMyeon sorprendido, burlándose.
— Sí. Fuimos de compras la semana pasada.
— ¿Fuiste de compras? Qué doméstico de tu parte.
SeHun asintió con la cabeza y rodó los ojos mientras sacaba un gran envase de helado de la nevera, y luego dos cucharas del cajón. Se dirigió de regreso a JunMyeon y se sentó a su lado en el sofá, dándole una de las cucharas.
— Así que tú y tu madre lo están haciendo bien financieramente, por lo que veo. — JunMyeon sonrió y metió la cuchara en el envase.
— Sí. Desde que vendimos la casa. Gracias por eso otra vez, por cierto.
JunMyeon le lanzó un beso rápido antes llenarse la boca con helado de fresa. Sintió el frío en su lengua y su cerebro se congeló por un par de segundos.
— ¿No tienes con sabor a chocolate?
— ¿Me veo como una fábrica de helados? — SeHun preguntó con sarcasmo y JunMyeon le dio un codazo. Secretamente amaba cuando SeHun lo molestaba y empezaban una pelea en broma (que por lo general terminaba con sexo).
Terminaron el envase veinte minutos más tarde y ni siquiera se molestaron en ir arriba a tomar una siesta. SeHun arrastró los pies hacia el sofá, con la cabeza apoyada contra el reposabrazos. JunMyeon lo abrazó, apoyando la cabeza en el pecho de SeHun y cerrando los ojos. Se quedaron dormidos con sus estómagos llenos y sonrisas en sus rostros.
Hye los despertó cuando llegó a casa un par de horas después, dejando al descubierto un pastel y una gran sonrisa en sus labios. JunMyeon sintió que podría estallar de tanto dulce en un lapso de cinco horas, pero se las arregló para comer el pastel de todos modos, porque era para SeHun (¿y que en su sano juicio rechazaría una tarta de chocolate de todos modos?).
— Hey... así que, um — Él dijo dos horas más tarde, cuando tuvo que dejar su casa para ir a la suya. SeHun estaba sonriendo hacia él desde el marco de la puerta, esperando que continuara. — Mis padres probablemente me van a quitar mi teléfono y me obligarán a centrarme en la mudanza esta semana. Así que si no te envío mensaje hasta el viernes, ven a mi casa a las nueve el sábado, porque es cuando nos vamos.
— ¿Tienes un coche?
— Tengo el Lambo.
— No creo que todas nuestras cajas entren en el Lamborghini, JunMyeon.
— Puedo arreglar que un equipo de mudanzas lleve las cajas a Londres.
— Eso sería genial. — SeHun sonrió. — Tengo que encontrar uno para que de transporte mi moto, entonces.
— Síp. Así que los de mudanzas estará en mi casa el sábado temprano, y entonces puedes venir a mi casa y podemos irnos.
— ¿Tus padres saben que vas a King's y no a Oxford?
JunMyeon tragó saliva. Por supuesto que no lo sabían. Ellos probablemente lo matarían cuando se enteraran.
— No. Y no lo sabrán hasta el sábado. En realidad, si no ven el paquete de King's que recibiré, entonces estaré bien.
— Está bien, entonces. Nos vemos el sábado, supongo. — SeHun sonrió y se inclinó para darle un beso.
JunMyeon le devolvió el beso por unos momentos antes de alejarse. No estaba preparado para hacerlo frente a sus padres todavía.
Como era de esperar, una vez que llegó a su casa fue recibido con varios gritos y gestos salvajes con las manos.
— ¡¿Qué demonios fue esa payasada que hiciste en la graduación?! — Gritó su padre, acercándose a él y agarrando su mano.
— No fue una payasada, es lo que soy. — JunMyeon murmuró, tratando de alejarse. Tenía miedo cuando su padre era tan agresivo.
— ¡Eso no es lo que eres! ¡Los Bae están...
— ¡No me preocupo por los malditos Bae! ¡Me preocupo por SeHun! Y no me puedes prohibir verlo.
— ¡Oh, pero claro que puedo! ¡Entrégame tu teléfono y tarjetas de crédito en este instante! No saldrás de la casa hasta el sábado. Y me aseguraré de que ese amigo tuyo no entre en ningúna Universidad, cerca de Oxford. — Su padre amenazó.
— ¡No te voy a dar mi teléfono!
— ¡Dámelo! — Gritó su padre y el corazón de JunMyeon se detuvo porque él nunca había estado tan enojado con alguien.
Le entregó su cartera y teléfono con manos temblorosas, antes de caminar rápidamente por delante de él y subir las escaleras. Se encerró en su cuarto y no salió hasta la mañana siguiente, cuando sus padres se habían ido.
Después de que había terminado empacar sus libros, fue en una búsqueda para encontrar su teléfono, pero sin suerte. Sin embargo recibió su teléfono y tarjetas de crédito el viernes, justo antes de irse a dormir.
[...]
Era sábado por la mañana cuando alguien lo despertó moviéndolo.
— ¿Qué carajo? — Murmuró y parpadeó, abriendo los ojos; sólo para ver a SeHun sobre él.
— JunMyeon. Afuera están los de mudanzas, vamos. — Le dijo con entusiasmo.
— Oh, mierda. Se me olvidó y no puse la alarma. — JunMyeon se quejó y se levantó de la cama rápidamente, caminando directamente a su cuarto de baño. Sólo tenía un cepillo de dientes y pasta de dientes a la izquierda en el lavabo, el resto ya estaba empacado y esperando en su habitación.
— Bueno, puedes decirle a las personas de la mudanza que entren y empiecen a cargar las cajas mientras me visto rápidamente.
SeHun asintió y sacó su teléfono para llamar a las personas de la mudanza. Él no iba a salir de la habitación de JunMyeon sin JunMyeon, porque casi se tropezó con sus padres en su camino por las escaleras. Ellos estaban desayunando.
JunMyeon salió del baño unos minutos más tarde, cuando las personas de la mudanza ya se habían ocupado de más de la mitad de sus cosas. Estaba vestido con una sudadera con capucha de King's College y se veía tan orgulloso de eso, y SeHun no pudo evitar sonreír.
— Entonces, ¿dónde se supone que ellos nos van a ver?
— Yo ya tengo un ojo en un departamento, ¿ya sabes, el de Westminster en la calle Erasmus que te mostré la semana pasada?
SeHun asintió.
— Sólo tengo que pagarlo y firmar algunos papeles, para que nos mudemos en cuanto lleguemos.
SeHun sonrió.
— ¿Y tus padres todavía no saben?
JunMyeon negó con la cabeza.
— Voy a decirles cuando...
— ¿Qué diablos está pasando?
— Mierda. — JunMyeon murmuró y se giró para ver a su padre entrar a su habitación, mirando a las personas que recogían las cajas y las sacaban.
— Llamé a una empresa de mudanzas para que trasladen las cajas hasta Londres.
No debí haber dicho eso
— ¿Qué quieres decir con Londres? Tú vas a Oxford.
— En realidad, no, yo no. Voy al king's college.
— ¿Es esto una broma de mal gusto? ¿Y qué está haciendo él aquí?
— Nos estamos mudando juntos.
— ¿Estás loco? — Gritó su padre, y él parecía usar esa frase bastante en presencia de JunMyeon últimamente. — ¡No vas a ninguna parte con este maricón!
— Papá, soy un "maricón". No puedes cambiar eso. ¡Y no me puedes negar ir a una universidad a la cual quiero asistir! Soy un adulto, tengo 18...
— ¡Sí puedo! ¡Yo te hice! ¡Te pago todo!
— ¿Sabes qué? Toma. — JunMyeon exclamó, enojado.
Él sacó su billetera y sacó todas sus tarjetas de crédito, antes de que tratara de romperlas por la mitad.
— ¿Puedes...? — Le murmuró a SeHun, quien asintió con la cabeza y fácilmente rompió sus cinco cartas, incluyendo el que el padre de JunMyeon le había dado en la graduación.
— Puedes quedarte con tu dinero de mierda, ¡voy a encontrar un trabajo y voy a construir un futuro para mí! ¡Yo no te necesito en mi vida a menos que tú y mamá me estén apoyando! ¡Y tengo suficiente dinero que he ahorrado en los últimos dieciocho años de mi vida!
— Te lo gastaste...
— ¡No me gasté nada! Me chantajeas con tu dinero, pero ¿adivina que papá? Puedo hacerlo por mi cuenta. Y lo haré. ¡No me importa lo que tú o mamá digan! Esta es mi vida. Él es mi novio, y esa es la universidad que asistiré por mi propia y libre voluntad. Ahora, si me disculpas, tenemos que irnos si queremos tomar el vuelo para llegar a nuestro apartamento esta noche. Ten un buen día.
Y con eso, agarró a SeHun con una mano y con la otra su mochila, antes de que saliera de la habitación.
Ni siquiera miró atrás, sólo se detuvo para besar a cada una de sus hermanas y despedirse en la cocina.
— Oh, y espero que tú y mamá por fin puedan hablar sobre todo el asunto del engaño y no esconderte debajo de una roca, porque el engaño es un pecado. — Él le dijo, justo cuando estaba a punto de darse la vuelta y marcharse.
La palma de su padre chocó con su mejilla, creando un sonido fuerte. JunMyeon sintió sus ojos llorosos y la mejilla ardiendo, no sólo por la bofetada de su padre, sino también de la vergüenza porque SeHun había visto todo.
— Escucha, maricón de... — Su padre empezó, pero no llegó a terminar porque SeHun le dio un puñetazo en la cara, haciéndole caer al suelo.
— No vuelvas a hablarle de esa manera. — SeHun amenazó en voz baja y el corazón de JunMyeon crecía a cada minuto por SeHun.
[...]
— Estoy tan harto de su mierda. Y gracias por darle un puñetazo, fue valiente de tu parte. — JunMyeon dijo una vez que salieron y le dijo a los de mudanzas la dirección en Londres, antes de que ambos se metieran en el Lamborghini rumbo al aeropuerto.
— Ahora que eres 'independiente' o lo que sea, ¿tienes realmente dinero para la universidad?
— Por supuesto que sí. Tengo una caja en mi mochila con todo el dinero que he ahorrado. Hay alrededor de... aproximadamente un millón de dólares.
— ¿Tienes un millón de dólares en efectivo?
— Dios, no, tengo la mayor parte en los cheques que he recibido en mis cumpleaños o en otros eventos. Nada de eso de mi padre.
— ¿Cuánto costó el departamento?
— 850.000. Tiene tres dormitorios, dos baños, una cocina y una sala de estar. BaekHyun dijo que vamos a dividirlo.
— Así que se mudarán con nosotros al final, eh.
JunMyeon asintió, sonriendo. — Es muy emocionante. Viviremos con ChanYeol y BaekHyun y podemos hacer fiestas y tener... ugh.
— Tal vez debas centrarte en la carretera en vez de hablar. — SeHun se rió. — Y si vivimos con ChanYeol, no habrá comida en la nevera.
— Sí, BaekHyun me advirtió acerca de eso.
— Va a ser una locura.
— Sí. — JunMyeon sonrió y se inclinó para besar a SeHun.
— Mira el camino, no queremos que nos matemos antes de llegar al aeropuerto. — SeHun se rió después de haber sido besado.
JunMyeon se mordió el labio mientras giraba la cabeza hacia la carretera, encendiendo la radio y tamborileando los dedos sobre el volante.
[...]
Llegaron frente a su edificio luego de un cansado vuelo de diez horas, JunMyeon y SeHun se bajaron del taxi en el estacionamiento público que era el más cercano.
No pasó mucho tiempo antes de que se encontraron con un agente de bienes raíces y JunMyeon firmó los papeles, así que una hora más tarde ya estaban moviendo las cajas en su nuevo apartamento.
— Esto es más grande que mi casa en Seúl. — Dijo SeHun y se sentó en el sofá de la sala de estar. El apartamento ya estaba amueblado y cuidado, gracias a Dios.
— ¿Sí? Me gusta también. — JunMyeon sonrió y se sentó a horcajadas sobre él, ahuecando su rostro y besándolo.
Las grandes manos de SeHun lo agarraron de las caderas y JunMyeon se pegó a él, pegando sus labios en el cuello de SeHun. Chupó y mordió la piel sensible, con ganas de dejar una marca.
SeHun metió las manos en los pantalones de JunMyeon, ahuecando sus nalgas y masajeándolas.
— ¿Quieres poner a prueba nuestra cama, bebé? — SeHun sonrió en la boca de JunMyeon, pasando un dedo por el agujero de el menor, haciéndolo gemir.
— Me encantaría. Te amo.
— También te amo.
JunMyeon tenía mariposas en el estómago, y se preguntó si alguna vez dejaría de tenerlas cada vez que SeHun dijera esas dos palabras. Probablemente no lo haría.
— Llévame a la cama. — JunMyeon sonrió.
— Sus deseos son órdenes, princesa. — Bromeó SeHun y estaba a punto de levantar a JunMyeon, justo cuando la puerta se abrió de golpe y ChanYeol entró.
— ¡Joder! amigo, ¿Acaban de llegar y ya quieren hacer bebés? — ChanYeol dijo antes de que BaekHyun lo golpeara en el hombro y se acercara a él, seguido por tres hombres que llevaban cajas.
— No podemos hacer bebés. — Dijo JunMyeon y rodó fuera de SeHun, sentándose a su lado.
ChanYeol llevaba dos paquetes de seis cervezas, mientras que BaekHyun tenía el equipaje real.
— Cariño, ¿puedes abrir una lata de cerveza después de que nos hayas ayudado con las cajas? Incluso JunMyeon se ofreció a traer algunas. — BaekHyun dijo y ChanYeol suspiró, antes de salir del apartamento.
— Escuché eso. — JunMyeon señaló mientras llevaba una caja etiquetada con "ropa interior" en el interior.
— ¡Ni siquiera intentes husmear en mi caja de ropa interior, JunMyeon! — BaekHyun advirtió.
— Somos hombres, en caso de que lo hayas olvidado. — Él se rió y se dejó caer en el sofá.
— Finalmente, todas las cajas están dentro, podemos desempacar mañana. — SeHun suspiró y se dejó caer en el sofá junto a JunMyeon, poniendo un brazo alrededor de él.
ChanYeol se inclinó sobre las cajas de la mudanza antes de agarrar el paquete de seis de cerveza de la cocina y caminar de nuevo en la sala de estar. Se sentó entre BaekHyun y JunMyeon, entregándoles a cada uno una lata.
— Por un nuevo comienzo. — Él dijo y levantó su cerveza.
— Así es. — SeHun sonrió y todos brindaron, antes de tomar un largo trago.
— ¿Qué te parece si visitamos Londres un poco más tarde? Quiero verlo por la noche. — SeHun susurró al oído de JunMyeon unos minutos más tarde, cuando ya ChanYeol tenía tres cervezas y BaekHyun le estaba besando el cuello mientras miraban un programa de BBC.
— Mhm. Vamos a salir de aquí antes de que comiencen a follar en el sofá. — JunMyeon susurró y SeHun sonrió, tirando de él para darle un beso suave.
— Jesucristo, consigan una habitación. — BaekHyun gimió cuando se alejó de ChanYeol.
— Mira quien habla — JunMyeon disparó de vuelta y se levantó del sofá. — Voy a cambiarme y luego podemos salir, ¿sí?
SeHun asintió.
— ¿A dónde van? — Preguntó ChanYeol.
— Ver Londres. Y luego, probablemente a un club.
— Mándamos la dirección por mensaje y nos encontraremos allí, ¿De acuerdo?
JunMyeon asintió y SeHun se puso de pie también, antes de empezar a mirar a través de sus cajas para usar algo. Cinco minutos más tarde ya estaban vestidos y listos para salir.
— Muy bien, así que te llamaré en un rato, ¿sí? Y por favor no follen en el sofá. Tienen una cama, así que por favor hagan uso de ella. — JunMyeon dijo antes de seguir a SeHun fuera del departamento.
— ¿Quieres ir allí? — Preguntó SeHun media hora más tarde, después de comer un poco de helado y ahora caminaban por la acera. El sol se estaba poniendo, estaban tomados de la mano, y JunMyeon se sintió contento.
— ¿A dónde?
SeHun señaló el London Eye, que se movía muy lentamente.
— Claro. Apuesto a que parece perverso en la noche. Oh, acabo de recordar. ¿Cuando se supone que tu motocicleta llegue aquí?
— Esta semana. ¿Por qué? — SeHun sonrió.
— ¿Estaba pensando en que tal vez podríamos montarla e ir de paseo?
— Bebé, si quieres montar algo mío sólo dilo.
JunMyeon le dio un codazo y se rió, presionando sus labios en el bíceps de SeHun.
— Deja de pensar sucio.
Se pusieron en la fila para el London Eye, y unos minutos más tarde ya estaban entrando en una de las cápsulas. JunMyeon fue directo a la barra en los lados de la misma, agarrándose a ella mientras sacaba su teléfono para tomar algunas fotos.
— ¿Te importaría tomar una foto de nosotros? — Le preguntó una chica que estaba con su novio.
— Claro. — Ella sonrió y JunMyeon se apegó al costado de SeHun, sonriendo.
— Aquí tienes.
— Gracias. — Él respondió, mirando la foto, antes subirla a instagram y establecerla como su foto de perfil.
— Estás obsesionado con Instagram y tomar fotografías. — Señaló SeHun cuando JunMyeon se volvió hacia la vista y comenzó a tomar fotos.
— No pareces quejarte cuando te envío nudes.
SeHun rió y negó con la cabeza, acercándose detrás de él para presionar sus cuerpos juntos, sus manos cubriendo las manos de JunMyeon sobre la barandilla.
Londres se veía absolutamente impresionante en la noche, una mezcla de luces debajo de ellos.
— ¿No es la vista más hermosa que jamás hayas visto? — Preguntó JunMyeon, a pesar de que era difícil cuando SeHun estaba respirando acaloradamente en la parte posterior de su cuello.
— En realidad no, tú lo eres.
— Lo sé, lo dije sólo para poder escucharte decir eso. — JunMyeon sonrió y SeHun le mordió el cuello para burlarse de él.
— Estás tan lleno de ti mismo.
— Bueno, duh, ¿por qué crees que mi culo es tan grande? Porque está lleno de mí mismo.
— Esa fue una broma muy mala. — Dijo SeHun, pero aún así se rió porque estaba feliz.
— Cállate y bésame, tonto.
SeHun sonrió y se inclinó para presionar sus labios. Sus lenguas encontrándose entre sí en algún momento, y cuando se separaron se dieron cuenta de que ya estaban cerca del suelo.
— Bueno, esto no ha sido tan romántico como yo esperaba que sería. — JunMyeon murmuró una vez se sentaron en un banco en un parque.
SeHun negó con la cabeza y agarró a la parte posterior de su cuello, uniendo sus bocas. No llegaron a profundizar el beso, porque el teléfono de JunMyeon vibró en su bolsillo.
— Mierda. Es ChanYeol. ¿Hola? Sí. — Él miró a SeHun, preguntándole si quería ir al club después de todo. SeHun se encogió de hombros y negó con la cabeza.
— No. Tengamos una noche tranquila. Bueno. Nos vemos en casa. Adiós.
— ¿Qué te dijo?
— Ellos no están de humor para ir a discotecas tampoco. ¿Antes de ir a casa, podemos caminar por mi universidad?
— Cualquier cosa que quieras, bebé.
[...]
— SeHun — Dijo JunMyeon y lo sacudió para despertarlo a la mañana siguiente.
— No.
— ¡Son las diez de la mañana! Y he buscado en Google algo. ¡Resulta que hay un Starbucks a cinco minutos de aquí! ¡Esto es el cielo!
— Esta cama es el cielo. Déjame dormir. — SeHun murmuró adormilado, girando la cabeza para enterrar su cara en la almohada.
JunMyeon suspiró pero luego sonrió, quitándole las mantas a SeHun y envolviendo sus dedos alrededor de su polla dura.
— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó SeHun, abriendo los ojos para mirar a un JunMyeon ya vestido, listo y con ganas de salir.
— Oh, así que estás despierto. — JunMyeon bromeó, tirando lentamente su mano arriba y abajo del eje de SeHun.
SeHun enredó su mano en el pelo suave de JunMyeon llevando su cabeza hacia su pene, alentando a que JunMyeon a que se lo llevara a la boca. JunMyeon lo hizo, mirando los ojos entrecerrados de SeHun.
— No deberías dormir desnudo. — Murmuró contra la creciente polla de SeHun.
— Tiene sus ventajas. Y tenemos que hablar con alguien sobre el calor ridículo en nuestro apartamento.
— Nuestro apartamento. — Repitió JunMyeon, sonriendo y mamándole profundamente.
Su otra mano ahuecó las bolas de SeHun, apretándolas y masajeandolas.
— Jun, por favor. — SeHun rogó.
— Por favor, ¿Qué?
— Más rápido.
— ¿Ya estás cerca? ¿Tuviste un sueño húmedo?
— Mmm. — SeHun gimió, levantando sus caderas de la cama.
— ¿Acerca de?
— Tú.
— ¿Yo haciendo qué? — Preguntó JunMyeon antes de que chupara con fuerza en la punta.
— Montar mi polla.
— Oh, sí, eso me gusta.
JunMyeon aceleró los movimientos de su muñeca y pronto SeHun se corrió en su propio estómago respirando pesadamente.
— ¿Bueno? — Preguntó JunMyeon y se inclinó para picotear sus labios.
SeHun asintió y se sentó mientras JunMyeon lo limpiaba con un poco de papel higiénico.
— Vamos. Vístete porque tendremos el desayuno en Starbucks.
SeHun rodó los ojos pero sonrió, haciendo lo que le pedía.
— ¿A dónde van? — BaekHyun preguntó cuando vio a JunMyeon y SeHun saliendo de su habitación un poco más tarde, ya vestidos.
ChanYeol y él estaban en el sofá en pijama, viendo la televisión con una caja de cereal entre ellos.
— Starbucks, y luego vamos a un parque por un helado. ¿Quieren venir?
— No, tengo mi desayuno y postre aquí. — Respondió ChanYeol.
— ¿Estás comiendo cereal para el desayuno y el postre?
— No, BaekHyun es mi postre. — ChanYeol le guiñó un ojo a JunMyeon y BaekHyun negó con la cabeza, cruzando las piernas.
— Oh Dios, eso es asqueroso.
— Los encontraremos en el parque. Está a unas dos cuadras de distancia, ¿no?
JunMyeon asintió y rió tomando la llave.
— Está bien, entonces, hasta luego.
[...]
— ¿Así que tus padres trataron de ponerse en contacto contigo ayer? — Preguntó SeHun cuando se sentaron en una mesa frente a Starbucks con sus órdenes frente a ellos.
JunMyeon negó con la cabeza. — Pueden besar mi culo, no me importa.
— Ese es mi trabajo. — SeHun hizo un puchero y JunMyeon se sonrojó, tomando el popote en su boca y succionándolo.
— Mi mamá me llamó, sin embargo. Ella dice que va a visitarnos la próxima semana para ver donde nos instalamos. — SeHun dijo.
— ¿Y por qué estás haciendo un gran drama por eso?
— Porque ella es demasiado amable.
— ¿No es mejor de esa manera?
— Supongo que sí. — SeHun se encogió de hombros.
— Ah, y KyungSoo dice que JongIn y él dejan Seúl mañana, así que probablemente vayamos a un club. — JunMyeon habló media hora más tarde, cuando caminaban por el parque para encontrarse con ChanYeol y BaekHyun frente a una puesto de helados.
— Yo no creo que haya bailado en un largo tiempo.
— Oh, no te quejes. — JunMyeon bromeó.
— No lo estoy. No hay razón para quejarme cuando tengo tu culo en mi polla.
— ¡Ese lenguaje, Oh SeHun! Hay niños por aquí. — JunMyeon advirtió, al ver a ChanYeol y BaekHyun por la heladería, ya escogiendo sabores.
— Te tomó bastante tiempo. — SeHun dijo una vez que estuvieron lo suficientemente cerca.
— No es mi culpa, se tomó su tiempo comiendo el postre. — BaekHyun dijo a la defensiva, tomando su cono.
— No entiendo como un hombre tarde quince minutos para vestirse. — ChanYeol se quejó.
— Entonces deberías salir con JunMyeon. — SeHun bromeó.
— ¡Hey! — JunMyeon protestó.
Después de cada uno tuvo su cono de helado, BaekHyun y ChanYeol se sentaron en una terraza cercana, mientras que SeHun intentaba impresionar a JunMyeon con los abdominales que podía hacer en una barra.
— Eso es impresionante y totalmente caliente, pero tu helado se está derritiendo. — JunMyeon le dijo y SeHun se detuvo, eligiendo agarrar su cono con una sonrisa ladina.
— ¿Te gustaría lamerme? — Bromeó SeHun, caminando detrás de él y dándole un beso en el cuello.
— SeHun...
— ¿Tú eres un exhibicionista?
— ¡Oh Dios, hay niños por aquí! — Exclamó JunMyeon cuando SeHun ahuecó su polla a través de su pantalón. Dejó caer accidentalmente el helado en el suelo gracias a la presión ejercida por la mano de SeHun.
— Pero te gusta. — Dijo SeHun y se tragó los restos de su cono.
— Me gustaría que fuera más privado.
JunMyeon se dio la vuelta en los brazos de SeHun, y envolvió sus manos alrededor de su cuello, inclinándose para que pudieran besarse.
— ¡Esto es absolutamente asqueroso! ¿Es este el ejemplo que quieren darle a los niños? Van a ir al infierno por esto. — Una abuela les dijo mientras alejó a sus dos nietos después de eso.
JunMyeon no podía creer que él solía pensar como ella hace unos meses.
— ¿Escuchaste eso? Nunca vamos a ir al cielo. — JunMyeon rió, presionándo otro beso en los labios de SeHun.
SeHun sonrió y lo miró a los ojos.
— Bebé, el cielo está en tus ojos.
FIN.
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Muchas gracias a las personas que apoyaron esta adaptación <3
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