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Capítulo 5

Cuando JunMyeon despertó la mañana del viernes, no estaba seguro si lo que había pasado era real o no. Sin embargo, de una cosa estaba absolutamente seguro, su pijama de algodón estaba pegajosa e incómoda.

Se quedó sin aliento cuando se los bajó en el cuarto de baño y vio que tenía, de hecho, se había corrido en sus calzoncillos. Se sentía como si quisiera gritar de rabia y frustración.

El hecho de que había soñado con SeHun besándolo no tenía nada que ver con eso, ¿verdad? Se estaba volviendo loco y tenía que estar abajo para el desayuno en quince minutos.

Ahora no es la hora de asustarse por ser gay.

¿Quién dijo algo acerca de ser gay?

Oh, Dios mío me iré al infierno.

Y todo por culpa de SeHun.

JunMyeon se hizo una promesa a sí mismo de no hablar con Oh SeHun nunca más; eso comenzaría después de entregarle su chaqueta. Y para ser honestos, era un poco injusto que la chaqueta oliera tan bien.

Se colgó su mochila, antes de fijar su pelo y corbata en el espejo una última vez, para luego ir a la cocina.

Estaba tan distraído y no sabía lo que estaba pasando a su alrededor que no notó a su madre preguntándole la misma pregunta dos veces. 

— Perdón, ¿qué?

— Irene y tú cumplen cinco años juntos el próximo viernes. ¿Estás planeando algo especial para ella?

— Uh... no lo sé. ¿Tienes alguna idea?

— Bueno el año pasado se fueron a París por el fin de semana, así que ¿Tal vez podrías llevarla a Roma esta vez? ¿O a Berlín?

Francamente, JunMyeon no quería ir a ninguna parte con Irene este año. Sólo quería quedarse en casa y tal vez invitar a algunos amigos, como lo hicieron para su tercer aniversario.

— Estoy pensando en una fiesta ¿Tal vez? Con amigos de la escuela.

— ¿Una fiesta?

JunMyeon se encogió de hombros y asintió, preguntándose si le permitirían invitar a JongIn y ChanYeol. SeHun no sería invitado, prohibido y bloqueado todo paso a su casa. Dios sabe lo que iba a romper o robar si ponía un pie en ella.

— Tengo una sorpresa para ti JunMyeon — Su padre dijo cuando estaban casi terminando el desayuno.

— ¿Sí? ¿Qué es?

— He hablado con tu director y me dijo que te ha ido muy bien en la escuela, así que decidí darte tu regalo de cumpleaños adelantado.

Los ojos de JunMyeon se abrieron.

— ¿Qué? Te refieres a.....

— Sí, puedes tomar el Lamborghini mañana por la tarde para dar una vuelta. He tirado algunos hilos al gerente de la escuela de manejo y me dijo que te podría tomar la prueba hoy, después de la escuela.

— ¡Sí! ¡Oh Dios mío! ¡Gracias papá! — Dijo JunMyeon y saltó de su asiento para ir a abrazar a su padre.

— No solo a mí, dale las gracias a tu madre también. Fue su idea.

JunMyeon le dio un beso en la mejilla y ella sonrió. No podía esperar para decirle a KyungSoo y a todos los demás en su escuela.

KyungSoo estaba muy emocionado cuando oyó hablar del auto, y le dijo que también estaba esperando un Bugatti Veyron para la Navidad. Y JunMyeon vivió en lo alto para el resto del día, hasta que se dio cuenta que tenía que devolverle a SeHun la chaqueta de jeans. Miró su reloj Rolex, antes de que se diera cuenta de que tenía tiempo para caminar hacia
él (podía verlo hablar con ChanYeol justo en la entrada de su escuela) y entregarle su chaqueta. El maestro de conducir vendría por su examen en unos diez minutos, por lo que comenzó a hacer su camino rápido.

Ellos lo notaron tan pronto como entró en las instalaciones de la escuela (que ni siquiera tenía puertas por amor de Dios), y JunMyeon se sentía un poco incómodo porque todo el mundo en el terreno de la escuela lo miraba fijamente.

Ajustó su flequillo mientras se acercaba a SeHun y ChanYeol.

— ¡Hey Jun! — ChanYeol saludó con entusiasmo y JunMyeon lo saludó, antes de tomar su mochila y sacar la chaqueta. Se la entregó a SeHun, que tenía los brazos cruzados (lo que hacía que sus bíceps sobresalieran y JunMyeon estaba gritando internamente, pero no era gay, por supuesto) mirando a JunMyeon con una mirada curiosa en su rostro.

— Aquí — Dijo JunMyeon y puso la chaqueta contra el pecho de SeHun, agarrando una parte de la misma.

— De nada. — Él respondió.

— ¿Disculpa?

— Estás disculpado, pero te dije que podías quedártela más tiempo debido a que se ve mejor en ti. ¿O no oyes porque estabas demasiado atrapado en el hecho de que me besaste?

JunMyeon abrió la boca y miró a su alrededor para ver si alguien lo había oído, pero por suerte nadie lo había hecho, excepto ChanYeol, que estaba carcajeándose.

Cuando vio la mirada que JunMyeon le estaba dando, negó con la cabeza.

— No te preocupes compañero, ya sabía.

— ¿Qu-qué? ¿Le dijiste? — Le preguntó a SeHun con incredulidad.

— Por supuesto que lo hice.

— ¿Quién más lo sabe?

— JongIn.

— ¡Oh Dios mío!

— Relájate JunMyeon, eres el único que está haciendo un gran problema de esto — SeHun le dijo, y JunMyeon vio el coche de la escuela de conductores llegando.

— No tengo tiempo para esto. Ah, y ¿ChanYeol? Tú y JongIn están invitados a mi casa el próximo viernes.

— ¿Para qué?

— Irene y yo, es nuestro quinto aniversario.

— ¿Debo vestir de lujo? — Preguntó ChanYeol y JunMyeon negó con la cabeza.

— Pero lleva alcohol.

Por supuesto, ¿Qué?

ChanYeol se rió y le aseguró que lo haría.

— ¿No estoy invitado? — SeHun puso mala cara con una expresión herida falsa en su rostro. 

— De ninguna manera, vete al infierno. — JunMyeon gruñó antes de darse la vuelta alejándose rápidamente.

Tenía que centrarse en el examen de conducir que estaba a punto de dar.

[...]

SeHun se acercó a la casa de JongIn después de la escuela porque sus padres estaban fuera hasta más tarde esa noche y ChanYeol había traído una botella de Vodka (y a BaekHyun, por supuesto).

Lo hicieron en casa de JongIn, ya que no lo hacían allí hace mucho tiempo desde que habían fumado marihuana y no tenían dinero para hierba esta semana. Bueno, BaekHyun se había ofrecido a pagar por ello, pero ChanYeol le dijo que nunca dejaría que su chico pagara nada, lo que era un poco cursi para SeHun, pero bueno.

— Entonces, ¿Cómo van las cosas con tu amor? — Le preguntó SeHun a JongIn cuando ChanYeol estaba preparando la pipa de agua. Fueron con sabor a vodka esta vez, en lugar de cereza.

— Hemos estado mandándonos mensajes y estoy pensando en hacer un movimiento el próximo viernes en la fiesta de JunMyeon.

SeHun puso los ojos en blanco.

— No estoy invitado.

— Sabes que puedes ir igual, ¿verdad?

— Creo que iré de todos modos, será divertido ver la ira en su rostro.

BaekHyun negó con la cabeza.

— Él es un buen tipo.

SeHun resopló.

— Si llegas a conocerlo.

— Agradable y rico no mezclan nene — SeHun le dijo.

— Eso es basura, mírame. — Replicó BaekHyun.

— Perdón, modesto y rico no mezclan.

BaekHyun se rió, tomando su chaqueta para ponerse más cómodo.

— Todavía lo besaste sin embargo — ChanYeol le recordó.

— ¿Espera qué? ¿Besaste a JunMyeon? — BaekHyun exclamó, sorprendido.

SeHun se encogió de hombros.

— ¡Guau! Es decir... ¿Cómo reaccionó?

— Besándome de vuelta y consiguiendo una erección.

— Esto es oro

— Él es un maldito chico caliente — Dijo JongIn. — No me importaría follarlo sin embargo.

— Preocúpate de tu propio chico, JunMyeon es mío. — SeHun le advirtió.

— El chico ni siquiera te soporta.

— Sí, pero está demasiado frustrado sexualmente, sobre todo ahora que se enteró de lo bien que se siente besarme.

— Si sus padres se enteran, estás muerto, ¿Lo sabes verdad? En serio, literalmente muerto — BaekHyun le advirtió y SeHun se encogió de hombros.

No es que tenga algo que perder de todos modos, así que...

SeHun y JongIn compartieron una de las mangueras, mientras que ChanYeol y BaekHyun compartieron la otra. Hicieron un concurso para ver quién podía hacer el mayor número de anillos de humo en una fila, y JongIn ganó, por supuesto.

ChanYeol terminó presionando besos por el cuello de BaekHyun treinta minutos más tarde, cuando el carbón se estaba empezando a quemar, y como resultado, Baek se levantó del sofá y lo arrastró por las escaleras.

— ¡No en mi habitación! — JongIn advirtió y ChanYeol se rió en voz alta, antes de que se cerrara la puerta. 

— Se follan con más frecuencia de lo que lo hacemos nosotros — SeHun le dijo a JongIn y negó con la cabeza.

SeHun puso una mano en el muslo de JongIn, pero sorprendentemente, el chico de pelo negro la quitó.

— No ahora SeHun.

— ¿Hablas en serio? Estoy caliente.

— Entonces ayúdate tú mismo, no me importa.

— Por favor — SeHun hizo un puchero y JongIn rodó los ojos mientras tomaba un sorbo de la botella de vodka.

SeHun se acercó más a él y respiró pesadamente contra su cuello, antes de que le susurrara:

— ¿Ayudarías si me llamas KyungSoo?

JongIn tragó saliva y murmuró 'mierda', antes de que SeHun lo presionara contra el sofá, atacando su cuello.

SeHun sonrió contra sus labios, porque sabía que JongIn nunca le diría que no. A menos que realmente comenzara a salir con KyungSoo, entonces SeHun daría marcha atrás y se centraría en ese tipo musculoso de su clase de inglés. O tal vez en JunMyeon.

JunMyeon sería bueno. JunMyeon con ese puto culo suyo, ese culo que SeHun quería simplemente morder y comer hasta que el muchacho estuviera llorando y rogando como el pequeño niño mimado que era.

— Wow, te pusiste duro bastante rápido. — JongIn rió contra su muslo después de que arrastrara los pies hacia abajo entre las piernas de SeHun a chupársela. — ¿Pensando en un chico con dinero?

SeHun sacudió sus caderas cuando
JongIn de repente tomó todo de él en su boca, chupando y lamiendo.

— Cállate, mi nombre es KyungSoo ahora mismo.

Y si, JongIn le mordía la polla a SeHun intencionalmente, bueno, entonces era culpa de SeHun.

[...]

El Lamborghini de JunMyeon que recibió de su padre era de color rojo y convertible, y era todo lo que JunMyeon había querido desde el año pasado. No podía esperar para conducir a la escuela en él (su padre también le compró una plaza de aparcamiento) y mostrarlo.

Tomó una foto en Instagram de sí mismo delante del coche, antes de enviársela a KyungSoo, quien le envió el visto bueno. A continuación, imprimió la imágen y la enmarcó, colocándola en la parte superior de la colcha con sus otros cuadros.

JunMyeon ya quería llevarlo a dar una vuelta, pero estaba oscureciendo y su madre lo había llamado para la cena. Estaba demasiado emocionado como para comer, porque... seamos realistas, era un maldito Lambo.

Pasó el resto de la noche en su MacBook, ordenando nuevos Ray Ban aviadores para ir en el coche. Decidió conseguir tres de ellos, pensando que podía alternar.

JunMyeon esa noche durmió mejor que nunca, y se despertó con una brillante sonrisa en su rostro a la mañana siguiente, sintiendo una piscina de emoción en la boca del estómago.

Si eso no era felicidad, no sabía lo que era. El dicho de que el dinero no compra la felicidad era solo una mentira de pobres que decían para sentirse mejor.

En el momento en el que su familia estaba afuera metiéndose al carro familiar, el cual era un Chevrolet
Express negro, él se estaba vistiendo.

Se puso los pantalones blancos, una camiseta blanca Armani y los converse blancos. No le importaba que lloviera torrencialmente; lo que quería, lo conseguía.

El coche rugió tan pronto como giró la llave en el encendido y fue oficialmente el nuevo sonido favorito de JunMyeon.

Condujo por la ciudad, sin dirección, escuchando a su banda favorita y cantando junto a su melodiosa voz. Se detuvo en un Starbucks y consiguió un Frapuchinno con azúcar extra, que bebió mientras se detenía en una acera al azar, porque Dios, no permitiría que se derramara accidentalmente algo en los asientos de cuero.

Después de que terminó su bebida, le preguntó a una señora al azar la calle en la que estaba, antes de que acelerara más allá de ella, sin querer, mojándola de pies a cabeza.

Mientras conducía por delante de su escuela, giró a la izquierda para finalmente volver a casa, porque la lluvia se estaba poniendo más pesada y estaba nublado, pasó por la casa de SeHun sin siquiera saberlo.

Vio involuntariamente a SeHun sentado en las escaleras justo debajo del marco de la puerta, con los codos apoyados en sus rodillas mientras fumaba un cigarrillo, a pesar de que estaba completamente empapado.

¿Alguna vez hace algo además de fumar?

SeHun miró hacia arriba antes de que JunMyeon incluso se detuviera frente a su casa, gracias al motor rugiente de su coche. Debió haber reconocido a JunMyeon porque rodó los ojos y se puso de pie para ir hacia él.

JunMyeon bajó la ventanilla y SeHun se inclinó poniendo su brazo derecho contra el coche, inclinándose para ver el interior.

— Bonito coche. — Dijo, tomando otra calada de su cigarrillo.

— Gracias... pero puedes, por favor, ¿Dar un paso atrás? No quiero que el humo se impregne en el cuero.

— Por supuesto que no.

Dejó caer el cigarrillo al suelo y empujó su pelo mojado hacia atrás.

— ¿Por qué estás en la lluvia? ¿Eres un pluviofilico?

— No tengo ni idea de lo que significa eso, pero diré que no.

— Significa que te gusta la lluvia.

— Me quedé afuera porque mi madre se fue a trabajar hace unos minutos y no la alcancé. Tengo mis llaves adentro, así que me quedare afuera hasta como las nueve.

JunMyeon miró su reloj. Apenas eran las seis.

— ¿Qué hace tu mamá?

— Ella no es una stripper, si eso es lo que estás pensando. Trabaja en una panadería sin parar.

— ¿La panadería 'Flour box'?

— No sé el nombre de mierda.

JunMyeon rodó los ojos.

— Así que, ¿Qué vas a hacer hasta que vuelva?

SeHun se encogió de hombros.

— Me gustaría ir donde JongIn pero sus padres lo llevaron a cenar y ChanYeol estaba con BaekHyun porque sus padres nunca están en casa las noches del viernes. Así que voy a... esperar aquí. A menos que tú te ocupes de mí durante cinco horas.

— Já, buen intento. Puedo dejarte en un refugio para desamparados o algo así. O ponerte en la casa del perro. Pero vas a tener que sentarte en el techo de este coche porque no te sentaras dentro estando todo mojado.

— ¿Eres realmente tan cruel? — SeHun se burló y JunMyeon suspiró exasperado, antes de abrir la puerta y subir la ventana.

SeHun le lanzó una sonrisa de satisfacción, y luego abrió la puerta y entró, golpeando su cabeza. Eso hizo a JunMyeon genuinamente reír.

— Nunca te he oído reír antes. — Dijo SeHun mientras se ponía el cinturón de seguridad y miraba alrededor del coche.

— Tengo una bonita risa, cállate.

— Nunca dije que no la tuvieras. ¿Cómo es que tu padre te regalo este coche? Cuesta más que mi casa.

— Mi reloj Rolex cuesta más que tu casa.

SeHun puso los ojos en blanco.

— Y mi padre lo consiguió para mí por mi cumpleaños, pero me lo dio antes porque me está yendo bien en la escuela.

— ¿Tienes una licencia de conducir?

— Sí.

— ¿A los diecisiete años?

— Mi padre conoce gente.

— Por supuesto que sí.

— ¿Tienes tú licencia de conducir? — JunMyeon le preguntó a SeHun mientras comenzaba a conducir.

— La tuve cuando cumplí los dieciocho años. Ah, y por si no lo sabías, también puedo leer y escribir.

— Me encanta tu sarcasmo — Dijo sarcásticamente JunMyeon y SeHun pasó una mano por el tablero de instrumentos

— No toques nada.

— Vamos compañero, es la única vez que pueda llegar a estar en un puto
Lamborghini, déjame disfrutar.

— Mantén tus manos en ti. No toques nada. Lo mismo va para mi casa. — JunMyeon le dijo, y lo siguiente que
SeHun supo, fue que estaban en frente de la gran doble puerta de JunMyeon, que tenía una gran fantasía de oro en el medio.

JunMyeon presionó un botón en sus llaves, y la puerta se abrió, lo que le permitió conducir y aparcar su coche.

— ¿Es esto malditamente real? — SeHun respiró mientras miraba toda la mansión.

— Lo es. — JunMyeon contestó, con una especie de orgullo por vivir en una casa de tal manera que había dejado sin habla a Oh SeHun por una vez en su vida.

Londres y Sammy les dieron la bienvenida en la puerta, y para sorpresa de JunMyeon, Londres comenzó a rodear las piernas de SeHun.

— ¿Es un gato o un bebé jaguar? — Preguntó SeHun.

— Es un gato Ashera, idiota. No lo toques.

Pero SeHun se arrodilló de todos modos para acariciar su cabeza. Sammy empujó su nariz contra la rodilla de SeHun y SeHun le frotó la parte posterior de las orejas.

— Está bien, puedes dejar de tocar a mis mascotas ahora.

— ¿Puedes hacerme un tour por la casa? O el palacio o lo que sea.

— No.

Pero entonces SeHun comenzó a vagar lejos y JunMyeon le pidió que al menos se quitara los zapatos. SeHun los dejó en la puerta y JunMyeon gimió, teniendo que recogerlos el mismo porque las criadas se habían ido.

— Este salón es más grande que mi casa. —  Dijo SeHun y pasó una mano por el sofá blanco mientras caminaba.

— ¿Es ese el jardín de atrás?

— Sí.

— Piscina grande.

— Todo es grande en esta casa.

Los ojos de SeHun se pusieron en la entrepierna de JunMyeon durante una fracción de segundo.

— Probablemente. Tu culo es la prueba viviente.

— Por favor, dejar de señalar mi gran culo gordo. — Dijo JunMyeon y se cruzó de brazos.

— Nunca dije que era gordo, hay una diferencia entre grande y gordo. Me gusta, eso es todo.

JunMyeon se sonrojó y apartó la cara. Después de que SeHun había pasado por la cocina, sala de estar, sala de juegos, la oficina y guardarropa, finalmente caminaron arriba.

— ¿No tienes un ascensor?

— No.

— Eso explica los muslos entonces. —
SeHun dijo con descaro y golpeó a JunMyeon en el culo, haciendo gritar al muchacho más joven ¿Quién se creía SeHun que era al llegar a su casa, insultándolo y luego dándole una palmada en el trasero?

— Esta es la primera planta... uh, mis dos hermanas la comparten, y yo estoy en el segundo piso — JunMyeon explicó, sin molestarse en señalar cada puerta para él.

— ¿Así que eres el de arriba? — Preguntó SeHun.

— No, estoy en el medio. Hay un piso más arriba que mis padres comparten con mis hermanas más chicas y el gimnasio. — JunMyeon respondió, obviamente no entendiendo la insinuación sexual. SeHun sonrió y negó con la cabeza, porque JunMyeon tenía mucho que aprender.

— ¿Y estás solo en este piso?

— No, hay un sauna y una biblioteca aquí.

— ¿Un sauna? ¿Estás hablando en serio?

JunMyeon asintió y SeHun pidió ir al baño, por lo que JunMyeon fue a su habitación. Se mostró reacio al principio, porque su habitación estaba muy ordenada y limpia y blanca, y SeHun estaba mojado.

— Esto es como una habitación de hotel de mierda. — SeHun dijo mientras llegaba a la habitación más bonita que había visto en su vida. Todo estaba perfectamente organizado y olía bien, como lavanda, como a JunMyeon.

Miró por encima de las fotos de JunMyeon mientras JunMyeon dejó la cartera y las llaves en la mesa.

— ¿Eres tú y tu novia? — Preguntó SeHun, señalando una foto enmarcada.

JunMyeon se acercó allí y golpeó su
mano porque estaba tocando.

— Sí lo es.

— ¿Cuantos años tenías? Te ves como un jovencito aún más joven.

— Deja de llamarme 'jovencito' o lo que sea que eso signifique.

— ¿Cómo sabes que es malo si no sabes lo que significa?

— Si se trata de ti, debe ser algo malo o sucio. Probablemente ambas cosas.

— Me siento ofendido por eso. — Dijo
SeHun y se alejó de las fotos — Tengo que ir al baño... ¿Puedo tomar una ducha?

— De ninguna manera... bien. Pero no dejes un lío. Y no uses ninguna toalla.

— ¿Cómo diablos se supone que me voy a secar?

— Ve al balcón y sacúdete como un perro o que se yo, puedes utilizar una de las toallas más pequeñas para secarte. De ahí las pones en el cesto de la ropa.

— Gracias. — Dijo SeHun sarcásticamente y luego caminó hacia el baño.

Tan pronto como oyó el inicio de la ducha, JunMyeon corrió a su clóset y se quitó la ropa, antes de que la reemplazara con un polo rojo y un par de pantalones de color caqui.

Estaba en su escritorio, trabajando en algunas tareas de álgebra cuando
SeHun finalmente salió del cuarto de baño. JunMyeon se giró en su silla y se quedó sin aliento cuando vio que SeHun llevaba su bata blanca que tenía las iniciales KMJ en el bolsillo del pecho.

SeHun se veía un poco ridículo, porque la bata era sin duda demasiado pequeña para él, apenas llegaba a sus rodillas y diez centímetros por encima de su muñeca.

— ¡Fuera de eso! ¡Quítatelo! ¡Voy a tener que quemarlo ahora!

— Oh, no seas tan dramático.

— ¡No, en serio! ¡Fuera de eso!

— ¿Qué se supone que debo ponerme?

— ¿Tu ropa? No sé, sólo no toque mis cosas. Nunca.

— Está bien. — SeHun resopló y volvió al cuarto de baño, sólo para salir dos minutos más tarde en sólo bóxer.

El aliento de JunMyeon quedó atrapado en su garganta y estaba demasiado atrapado rastrillando sus ojos en todo su cuerpo, sintiendo celos de su abdominales y músculos, en lugar de darse cuenta de lo que SeHun tenía en mano.

— Lindo pijama. — Dijo SeHun antes de tirarlos en el rostro de JunMyeon, que gritó y los tiró en el suelo.

— ¿De dónde sacaste eso?

— Los vi cuando tiré la toalla en el cesto de ropa. Tenías razón, mirando lo blanco de la parte superior, deberías tratar de ser más cuidadoso la próxima vez.

— Yo, yo no sé de...

— ¿Te has venido en los pantalones la noche que te besé? — Preguntó SeHun y se sentó en la cama. Estaba tranquilo, como si fuera una conversación totalmente normal.

— Cállate. — JunMyeon murmuró y volvió a su tarea, haciendo lo mejor que pudo para ignorarlo. Pero era imposible, porque SeHun no quería dejarlo ir.

— ¿Qué es lo que soñaste exactamente? ¿Qué te la chupaba? ¿O te follaba? ¿O simplemente te besaba porque ni siquiera sabes como se hace lo demás?

— ¡Estoy tratando de hacer mi tarea por el amor de Dios! — Exclamó JunMyeon y SeHun sacudió la cabeza con incredulidad.

— ¿Es sábado por la noche y estás haciendo tarea?

— Es sábado por la noche y estás en la casa de alguien más porque eres un idiota que no puede cuidar de sí mismo — JunMyeon espetó.

— Lo suficientemente justo. Pero ahora en serio, sólo dime lo que has pensado cuando tuviste tu sueño húmedo.

— ¿Y así poder aumentar tu ego aún más? no gracias.

— Aw vamos JunMyeon no seas así.

Oyó a SeHun levantándose de la cama y acercándose a él. El chico mayor le puso una mano en el hombro, y se inclinó para que su aliento le hiciera cosquillas en su oreja.

— Dime JunMyeon... sin ninguna vergüenza. Te hice una paja en tu sueño. Soñaste que estabas arriba mío, follandote hasta que rogaras que me viniera... o cómo tu polla se vería en mi boca mientras te la chupaba... y...

Antes que JunMyeon pudiera reaccionar o SeHun pudiera continuar, oyeron la estrecha puerta principal.

— ¡Oh Dios! Mis padres están en casa. No pueden verte aquí o me van a matar. Y a ti también.

En realidad no era uno de los mejores días de JunMyeon, porque estaba duro y SeHun estaba medio desnudo en su dormitorio y sus padres habían llegado a casa y no se irían a la cama hasta las once. Lo que significaba que JunMyeon se quedaría con SeHun... y una erección dolorosa.

— ¿Qué debo hacer? — Preguntó SeHun y los ojos de JunMyeon se posaron sobre su entrepierna y, mierda. Estaba demasiado dura, y JunMyeon podía ver claramente la forma de su polla gruesa.

— Sólo... — Fue interrumpido por tacones en las escaleras. — ¡Anda al baño y permanece en el interior! No hagas ruido.

Su corazon latía muy rápido y podía oír a Su madre acercándose a su habitación. Alguien llamó a la puerta y cruzó sus piernas para ocultar su erección antes de que dejara a su madre entrar.

Ella sonrió cuando vio que él estaba haciendo su tarea como un buen chico.

— Me encontré con un par de zapatos en la puerta de la planta baja, así que los puse en la lavadora.

— Yo, he bien...

Los zapatos de SeHun.

JunMyeon empezó a entrar en pánico cuando vio a SeHun abriendo la puerta del cuarto de baño mirándolos, pero por suerte su madre estaba de espaldas a SeHun.

— La cena estará en dos minutos, por cierto.

— Bueno.

Su madre se dio la vuelta y por un momento JunMyeon contuvo la respiración porque pensaba que su madre había visto a SeHun, pero no miró a la puerta del baño, antes de salir de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella.

Cuando sus pasos se oían arriba, SeHun salió del baño y se pasó una mano por el pelo.

— Tu mamá está bastante apropiada, me la follaría.

JunMyeon le lanzó una mirada de advertencia, antes de que se pusiera de pie. Los ojos de SeHun inmediatamente cayeron sobre su entrepierna y sonrió.

— Voy a ir abajo y el tiempo que este afuera de aquí, no salgas de la habitación. No toques nada, no espíes nada y solo... No hagas nada.

— ¿Así que se supone que debo quedarme aquí sentado en el centro de la habitación como una estatua?

— No, puedes sentarte junto a la pared de allá.

— Dios mío. No voy a tocar ni robar nada.

— No confío en ti.

— Está bien. — SeHun rodó los ojos y se acercó a la pared. — Pero, ¿Puedes traerme algo de comer?

— ¿Qué? Absolutamente no. No soy un hotel, ni un restaurante.

Como si fuera una señal, el estómago de SeHun se quejó.

— No he comido nada desde esta mañana. — Argumentó y JunMyeon suspiró.

— Voy a ver si puedo conseguir las sobras del perro.

Y luego salió de la habitación, después de asegurarse de que todo el mundo ya estaba abajo.

Le dijo a su familia sobre el Lambo y sus hermanas le hablaron de su recital. Para el postre consiguieron Crème Brulée y decidió que podía darle eso a SeHun ya que tenía que reducir el consumo de azúcar de todos modos.

— Oye mamá, ¿Puedo comer esto en mi habitación? Tengo un poco de tarea de economía que tengo que terminar y prefiero seguir con ella.

Ella asintió — Claro cariño. Buenas Noches.

— Gracias por la cena, buenas noches.

Cogió la cuchara antes de subir por las escaleras. Cuando llegó a su habitación, no hubiera estado tan sorprendido si no hubiera sido porque vió que SeHun estaba en su cama, en el lado izquierdo (gracias a Dios JunMyeon siempre dormía a la derecha), durmiendo.

Cerró la puerta y por si acaso volvió a mirar la cama. JunMyeon suspiró y colocó el pequeño cuenco y la cuchara en la mesita de noche a la izquierda, antes de ir a sentarse a la mesa. Pasó las siguientes dos horas terminando su tarea, para luego acostarse y meterse con su iPad (en su lado de la cama).

Eran más de las nueve, por lo que solo fue al baño para tomar una ducha y se preparó para la cama.

Se puso el pijama nuevo, antes de comprobar que la puerta estaba cerrada con llave, apagó la luz grande para luego caminar a su cama metiéndose en ella con su iPad. Estaba pensando revisar su Instagram por un par de minutos antes de abrir Netflix y ponerse al día con las Kardashians. Terminó por encender la lámpara de noche porque no podía ver bien.

JunMyeon sonrió cuando su foto tuvo más de diez mil me gusta, esa era la única razón por la que en realidad quería ver Instagram, y luego se metió a Netflix.

SeHun se agitó despertándose y se dirigió a JunMyeon, que ahora estaba muy consciente de que su muslo estaba tocando el cuerpo de SeHun.

— ¿Qué hora es? — Preguntó SeHun, pasándose una mano por el pelo.

— Son las diez. Deberías irte a casa.

SeHun gimió.

— ¿No puedo tomar el sofá? — Preguntó en voz baja, con sueño, señalando el sofá de la esquina.

— Bien. Pero no tomaras la manta.

— Bueno.

— Y te he traído algo de comida.

— ¿Qué coño es esto? — Preguntó SeHun y agarró la crème y la cuchara.

— Crème Brulée con canela.

— Santa mierda, esto es mejor que la pizza.

— ¿Pizza?

— Por favor, dime que has probado la pizza.

— Uh... en realidad no.

— Me siento mal por ti. — Dijo SeHun con la boca llena y JunMyeon amenazó con matarlo si manchaba las sábanas blancas.

Sabía que SeHun estaba observando Keeping Up with the Kardashians con él, pero no podía escuchar porque JunMyeon llevaba auriculares.

— Whoa ella tiene un culo más grande que el tuyo. — SeHun comento cuando vio a Kim y JunMyeon rodó los ojos.

Cuando terminó la comida, se limpió la boca con el dorso de la mano y JunMyeon le hubiera dicho algo, pero SeHun olía muy bien, como a vainilla y no podía concentrarse en el programa tampoco.

— Gracias. — Dijo SeHun y JunMyeon giró la cabeza — Te lo debo.

— Oh, no hay manera de que pagues...

Fue interrumpido cuando SeHun agarró la parte posterior de su cuello y trajo sus labios. El aliento de JunMyeon fue eliminado de él y no movió sus labios contra los de SeHun hasta que sintió la lengua de SeHun lamer a lo largo de sus labios.

JunMyeon sabía que debería haber cortado a SeHun, pero no podía porque era la mejor cosa que jamás había sentido. Sus bocas, labios y lenguas se movían en sincronía, y antes de que JunMyeon supiera, SeHun se desplazó más hacia él, consiguiendo que su rodilla izquierda descansara contra la creciente entrepierna de JunMyeon bajo las sábanas.

Sus manos aún estaban agarrando el iPad, pero sus ojos estaban cerrados y su boca se movía en su propio mundo.

SeHun chupó su labio inferior y luego lo mordió, antes de que se apartara, limpiando el rastro de saliva que había quedado como un puente entre sus labios.

— Puedo encontrar maneras de pagarte y de callarte, al mismo tiempo nene, no te preocupes.

Acarició la cabeza de JunMyeon con una sonrisa satisfecha y luego salió de la cama para ir a acostarse al sofá. Por el momento, JunMyeon estaba al día con los episodios. Era medianoche y SeHun ya estaba dormido, con las manos sobre su estómago y la boca medio abierta. Se veía tan inocente y pacífico, y JunMyeon no se durmió hasta las dos, estando demasiado atrapado en todo lo que había pasado ese día.

A la mañana siguiente, cuando se despertó, SeHun estaba durmiendo en el lado izquierdo de la cama, con la manta hasta su cuello. JunMyeon se levantó de la cama y se estiró, antes de mirar el reloj. Era las diez y media, lo que significaba que se había perdido el desayuno en familia, pero gracias a Dios no era obligatorio, cómo durante los días de semana.

Se fue al baño y se vistió, luego se cepilló los dientes y sólo fue cuando salió de su habitación que SeHun despertó. Parpadeo sus ojos abiertos y se estiró, dejando escapar un gemido, a lo que JunMyeon se tuvo que morder la lengua.

— Nunca he dormido tan bien en toda mi vida. — SeHun dijo con voz aturdida por la mañana mientras se frotaba los ojos.

— Bueno... tienes que irte ahora.

— Lo haré. Sólo déjame dormir un poco más.

Y JunMyeon lo dejó, porque tenía un poco de lectura que hacer en inglés para el crédito adicional de todos modos.

Él se despertó después de que JunMyeon había almorzado y traído sus Vans de la secadora. SeHun se vistió en el baño y se lavó los dientes con un cepillo de dientes nuevo que JunMyeon le había dado (y luego lo botó).

— ¿Cómo puedo salir? — SeHun le preguntó y se apoyó en el mostrador, donde JunMyeon estaba leyendo. Gracias a Dios que no necesitaba gafas para leer, de lo contrario SeHun se hubiera burlado de él.

— ¿Eh...? Por la puerta principal, creo. Pero tengo que mirar.

— ¿La puerta trasera de tu jardín está abierta? — Preguntó SeHun, una vez más, sonriendo a la insinuación.

— No siempre.

— Entonces puedo salir fácilmente.... — Murmuró y JunMyeon le lanzó una mirada confusa, pero luego volvió a sus sentidos.

— ¿Qué? ¿Has perdido la cabeza? ¿Y si alguien te ve?

— No me van a ver, me puedo esconder detrás de los arbustos.

— Dios mío. Sé cuidadoso.

Así que SeHun salió de su habitación y JunMyeon lo siguió al balcón para verlo salir por las puertas correderas y saltar detrás de los arbustos ya que su madre estaba en la piscina.

SeHun no pudo haber sido visto por nadie a menos que lo miraran desde arriba. Llegó a la valla de ladrillo, ni siquiera se molestó en llegar a la puerta, y luego se encaramó arriba. Tan pronto como estuvo al otro lado, se sacudió el polvo y volvió a mirar a JunMyeon. Le guiñó un ojo y luego se dio la vuelta, corriendo.

JunMyeon miró los músculos de su espalda bajo la fina capa de ropa que tenía, hasta que SeHun desapareció de su vista.

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