Capítulo 20
Así que sí, JunMyeon podría estar enamorado de SeHun y sí, él podría haber querido hacerlo oficial. Y también podría haber estado demasiado asustado para enfrentar a SeHun al respecto
Era viernes y JunMyeon no había regresado a su casa todavía, pero tenía la intención de hacerlo el domingo. Todavía tenía un poco de ropa limpia, pero estaba pensando en ir a su casa hoy para conseguir el auto. Él quería llevar a SeHun a Busan porque en parte quería ver donde SeHun pasó su infancia, y también quería que SeHun tuviera alguna cercanía con su papá.
Decidió decirle después de la escuela, ya que ambos salían al mismo tiempo. Sin juego de palabras.
JunMyeon encontró a SeHun detrás de su escuela en donde a veces fumaba con JongIn después de las clases. Ellos estaban apoyados contra la pared, como de costumbre, fumando y en voz alta hablando de algo.
— Hola. — JunMyeon saludó y miró a SeHun, esperando un beso. SeHun sonrió y se inclinó para picotear sus labios antes de que lo acercara por los hombros.
JongIn los miró con curiosidad.
— ¿Así que finalmente están en una relación? Porque estoy harto de estar oyendo a SeHun hablar de...
— ¿No tenías que ir a un lugar? — SeHun se apresuró y JongIn enarcó las cejas.
JunMyeon se mordió el labio mientras miraba a JongIn, quien estuvo confundido por un momento, luego captó lo que SeHun estaba tratando de decir.
— Oh, sí, tengo que- um. Sí. Nos vemos esta noche en casa ChanYeol, entonces.
JunMyeon le dijo adiós y esperó a que desapareciera por completo de su línea de visión para después mirar a SeHun.
— ¿Qué fue eso?
— Nada.
JunMyeon hizo un puchero y trató de encontrar una manera de preguntarle a SeHun sobre donde se encontraban con su relación. La pregunta bien podría arruinar o mejorar todo.
— Así que, um... sobre lo que preguntó. — Empezó lento, mirando fijamente a SeHun para observar cada reacción.
— ¿Qué pasa con eso?
— Me preguntaba, bueno, nos conocemos desde hace, como, mucho tiempo, ahora...
— Seis meses.
— Y hemos estado cerca de alrededor de tres de ellos... así que estaba sólo, eh. — Él tartamudeó, rascándose la parte posterior de la cabeza porque su corazón estaba latiendo, literalmente, fuera de su pecho.
— ¿Tú qué? — Preguntó SeHun, pero la sonrisa en su rostro probablemente decía que ya sabía lo que JunMyeon quería preguntar.
— Oh Dios, deja de mirarme con esa cara de rana. Voy a darme la vuelta y preguntarte.
— ¿Preguntarme qué? — Bromeó SeHun y JunMyeon rodó los ojos, dándose la vuelta.
— Yo quería preguntarte que somos exactamente. ¿Estamos juntos o... juntos juntos?
— Hm... ¿Debo decirle la respuesta a tu fascinante parte trasera?
— Vete a la mierda. — JunMyeon resopló pero se dio la vuelta para mirarlo.
SeHun le lanzó una sonrisa forzada, sin decir nada. Era tan frustrante, JunMyeon iba a explotar.
— ¿Así que eres mi novio o no? Porque sé que dijiste que no eres romántico o lo que sea, pero he estado en una relación antes y se...
— Deja de hablar. — SeHun se rió y puso una mano sobre la boca de JunMyeon. — No me importa si lo hacemos oficial.
— ¿Cómo novio-novio? ¿Novios? — JunMyeon casi se ahogó en sus palabras.
— Cómo sea que quieras llamarlo.
JunMyeon dejó escapar un suspiro de alivio antes de jalar a SeHun por el cuello para un beso.
— Cuidado con la camisa. — Advirtió en la boca de SeHun y él eligió callarlo uniendo sus bocas.
JunMyeon fue tirado contra SeHun por sus caderas, envolvió sus brazos alrededor de su cuello, inclinando la cabeza para profundizar el beso. Estaba seguro de que su corazón, literalmente, estaba rompiendo su caja torácica, porque todo lo que sentía en ese momento eran mariposas y una onda desconocida de felicidad que no había sentido desde que consiguió el Lamborghini.
Eso era definitivamente mucho mejor que un Lamborghini
Él chilló cuando SeHun agarró la parte posterior de sus muslos para levantarlo y darle la vuelta. Fue empujado contra la pared de ladrillo de la escuela y SeHun no dejaba de besuquearlo. En realidad no importaba, para ser honesto.
Rompieron el beso un minuto más tarde, respirando en la boca del otro mientras buscaban aire.
— ¿Quieres ir a la fiesta de ChanYeol esta noche? — Preguntó JunMyeon, quién aún era sostenido contra la pared. Era ridículo.
— Depende. ¿Tú quieres?
— Estaba pensando que podríamos hacer otra cosa.
— ¿Cómo qué? — Preguntó SeHun, sonriendo al pensar en otra cosa .
— ¿Tal vez podría ir a Busan esta noche? Escúchame. Podríamos conducir y entonces yo podría ver en donde solías vivir. ¿Y tal vez podríamos visitar a tu padre y le preguntarías acerca de la casa?
SeHun lo miraba extrañamente y JunMyeon pensó que tal vez había cruzado la línea. Por supuesto que SeHun no quería volver a la casa de su niñez porque él no tenía muchos recuerdos agradables allí.
— Lo siento, no debería de haber...
— No. Está bien. Podemos hacer eso.
— ¿En serio? Si no quieres...
— Jun. Está bien.
Y el 'Jun' aseguraba que todo estaba bien entre ellos.
Sonrió. — Pero antes de hacer eso tengo que ir a mi casa a buscar el auto. ¿Y entonces te recogeré en tu casa?
— Claro. — SeHun respondió antes de inclinarse para otro beso.
[...]
Cuando JunMyeon llegó a su casa, nada más sus hermanas y criadas estaban allí.
— JunMyeon, ¡por favor, vuelve! — Su hermana rogó tan pronto como entró en la casa. — Mamá y papá han estado gritando sin parar gracias a ti.
JunMyeon se sintió mal por hacerles eso a sus hermanas, así que les aseguró que estaría de vuelta el domingo.
— ¿A dónde vas ahora? — Preguntó ella, invadiendo su intimidad como de costumbre.
— A una fiesta. Vine a tomar una ducha y recoger el Lambo.
— Oh. Bueno. Te echo de menos a ti y a Irene, por cierto.
Y hemos terminado aquí
JunMyeon entró a su habitación, donde se dio una ducha y se puso un par de jeans cómodos, una camiseta gris y una chaqueta azul. Cogió uno de los sobres de dinero en efectivo de su cajón secreto antes de que sacara las llaves yéndose.
Él le envió a SeHun un texto tan pronto como entró en el coche, pasándose la mano por los asientos de cuero que digamos que había extrañado.
JunMyeon: Estoy listo en cinco minutos :D y no te olvides de mi mochila !!!!!!
SeHun: Está bien !!!!!! xx
JunMyeon sonrió ante las dos xx que SeHun había comenzado a poner recientemente al final de cada texto. Él realmente no sabía lo que querían decir, pero pensó que eran como besos o algo así.
Se detuvo frente a la casa de SeHun tres minutos después y esperó unos cinco minutos hasta que finalmente saliera de la casa con dos bolsas en la mano. Se tomó el tiempo para configurar el GPS de la dirección que SeHun le había enviado en un mensaje de texto.
JunMyeon hubiera tocado la bocina, pero en realidad no quería que las personas en Seúl escucharan su coche. Sonrió para sí mismo cuando SeHun abrió la puerta y finalmente entró.
— No hay lugar para estas bolsas. — Él observó y acabó metiéndolas en sus pies.
— El cinturón de seguridad.
— Por favor, no conduzcas como un loco. — SeHun pidió antes de ponerse el cinturón de seguridad.
— ¿Yo? nunca. — JunMyeon contestó inocentemente, con una pequeña sonrisa en sus labios.
SeHun encendió la radio tan pronto como JunMyeon comenzó a conducir y eso fue todo.
— Voy a volver a casa el domingo. — Le dijo a SeHun a una hora del viaje.
— Oh. ¿Bueno? Supongo.
— Y estoy pensando en salir del clóset.
— Whoa. Eso es... una gran cosa.
JunMyeon rió nerviosamente cuando se detuvo en un semáforo en rojo, y luego giró la cabeza para mirar a SeHun.
— Creo que lo voy a hacer después de la graduación, para que no puedan hacer nada al respecto.
— ¿Y cómo exactamente planeas decirles?
— Bueno... no sé, probablemente va ser algo así: 'Oye, mamá, papá, realmente no puedo esperar para ir a la Universidad, ah y me gusta la polla en mi culo, tengan un buen día, adiós'.
SeHun resopló y sacudió la cabeza, y JunMyeon pisó el pedal acelerando.
— Esa es una buena manera de hacerlo. O tal vez ellos entrarían mientras lo estamos haciendo como mis padres lo hicieron.
— No digas eso, o en realidad podría suceder. — JunMyeon bromeó
— Por favor, conduce con las dos manos.
— ¿Por qué? — Preguntó JunMyeon, sonriendo.
— Porque estoy sudando en este momento y no quiero morir.
Así que ya no quieres morir
JunMyeon sonrió.
— ¿Así que cuál es la dirección? — Preguntó JunMyeon cuarenta minutos más tarde, una vez que habían entrado oficialmente a Busan.
— Mi vieja casa. Pero no vamos a realmente dormir allí, ¿verdad? Es escalofriante y probablemente polvorienta.
— Vamos a encontrar un hotel. — JunMyeon le aseguró, giró a la derecha y pronto él estaba metiéndose en un camino de entrada vacía.
— ¿Así que aquí es donde solías vivir? Es mucho más grande que tu casa actual.
— Sí.
— ¿Quieres entrar mientras aún hay luz afuera?
SeHun asintió y salió del coche. JunMyeon lo cerró mientras caminaban hasta la entrada principal. SeHun se inclinó y levantó un pequeño gnomo decorativo para revelar una llave.
— ¿En serio? — Preguntó JunMyeon.
— Mi madre nunca fue realmente creativa.
La metió en la puerta antes de que finalmente la abrió. No se movieron por unos momentos en los que SeHun miró dentro. Terminó pasando, por lo que JunMyeon le siguió.
Trató con el interruptor de la luz, pero no había electricidad, lo que significaba que a su padre le habían cortado la electricidad por lo que no tendría que pagar ninguna factura en la cárcel.
Todo estaba lleno de polvo, pero realmente no parecía como si estuviera a punto de desmoronarse.
— ¿Quieres ver toda la casa o simplemente mi habitación?
— Tu habitación. — Respondió JunMyeon y SeHun asintió con la cabeza antes de darse la vuelta y subir las escaleras. JunMyeon le siguió de cerca, casi chocando con él una vez que SeHun se detuvo frente a su puerta.
— Está realmente... oscuro.
Esa era la única manera que JunMyeon podría describirlo. Las paredes estaban pintadas de negro y la ropa de cama que todavía estaba eran también negras. Había un escritorio en la esquina de la ventana y algunos pósters viejos colgados en las paredes. JunMyeon no sabía ninguna de las bandas en la pared, así que no pudo opinar sobre ellas.
— Esto es extraño. — Dijo SeHun y se sentó en su cama.
— ¿Por qué?
— Porque nunca he traído a nadie a mi habitación.
— ¿Nadie?
SeHun asintió con la cabeza.
— ¿Por qué no?
— Porque pensé que se asustarían y pensarían que soy una especie de friki.
— ¿Lo eras?
— ¿Qué? ¿Un friki?
JunMyeon asintió, poniéndose a horcajadas sobre él en la cama.
— No era un friki. Estaba triste.
JunMyeon hizo un mohín tristemente antes de que tomara el rostro de SeHun en sus manos y llevara sus labios hasta los de él. Quería abrazarlo tan fuerte hasta que toda la tristeza que había quedado fuera expulsada.
— Probablemente deberíamos ir de nuevo al coche y encontrar un lugar para dormir antes de que oscurezca y no podamos ver a través de la casa. — SeHun sugirió contra sus labios, apretando las caderas de JunMyeon.
JunMyeon se mordió el labio y asintió con la cabeza, su mente derivando el montar a SeHun justo así.
SeHun se levantó de la cama y fácilmente levantó a JunMyeon antes de ponerlo de pie. A JunMyeon le encantaba cuando SeHun lo mimaba así. Le hacía sentirse seguro de una manera extraña.
No pasó mucho tiempo después de que regresaron al coche y se dirigieron hacia el centro de la ciudad antes de encontrar un hotel. Bueno, en realidad no era un hotel, resultó ser un motel, pero parecía acogedor y agradable por lo que decidieron conseguir una habitación allí.
Había una mujer de mediana edad en la recepción y había unas pocas personas fuera en el vestíbulo, así que JunMyeon pensó que no era un lugar tan malo para pasar dos noches.
— Nos gustaría una habitación para dos noches, por favor. — JunMyeon pidió y la señora lo miró con curiosidad.
— ¿Dos camas o una cama matrimonial?
SeHun no respondió, esperando que JunMyeon tomara la decisión.
— Tamaño king, por favor. — Dijo JunMyeon y casi asustado por la reacción de la mujer. Pero ella sólo sonrió y le entregó la llave de la habitación 312.
— Serían cien.
JunMyeon asintió, sorprendido porque era tan increíblemente barato, antes de que le entregara dos billetes de cincuenta dólares. Ella asintió con la cabeza y les señaló el ascensor.
— ¿No crees que deberías invitarme primero a cenar antes de que consigamos una habitación de hotel juntos? — Preguntó SeHun tan pronto como JunMyeon entró en su habitación.
— Te cociné una maldita comida. — JunMyeon le dijo y dejó caer la bolsa en la cama, mirando alrededor de la habitación. Había una puerta que daba al cuarto de baño y un pequeño balcón.
— ¿Está bien para ti, princesa? — Preguntó SeHun mientras se dejaba caer sobre la cama.
— No está mal.
SeHun resopló y sacudió la cabeza, cubriéndose los ojos con el brazo.
JunMyeon se mordió el labio y miró a SeHun de esa manera, estirado sobre la cama con sus bíceps abultados apretando contra su rostro. Él quería montarlo más que nada por el momento.
Así que se acercó a la cama y apoyó una rodilla justo al lado del muslo de SeHun, antes de subir la otra. SeHun levantó su brazo y lo miró sorprendido, sin decir nada.
JunMyeon tiró de su camisa y SeHun se sentó correctamente, pechos ahora alineados y los labios unidos. Las manos de JunMyeon encontraron ciegamente su camino hacia el cabello de SeHun mientras las manos de SeHun se envolvían alrededor de su cintura.
— Quiero estar arriba esta vez. — JunMyeon dijo tan pronto como SeHun empezó a chuparle el cuello.
SeHun respondió cinco segundos más tarde, después de asegurarse de que habría una marca en el cuello de JunMyeon.
— ¿Quieres follarme?
— ¡Oh, no! Montar quiero decir. — Respondió JunMyeon y se sonrojó.
— Me encantaría eso, bebé. — SeHun sonrió y empujó la chaqueta de JunMyeon fuera de sus hombros.
JunMyeon se puso de pie y luego con gracia cayó de rodillas entre las piernas abiertas de SeHun a los pies de la cama. SeHun levantó su culo para que el trabajo de quitar sus pantalones y bóxers fuera más fácil para JunMyeon.
— Amas chupar mi polla, ¿no? — Le preguntó a JunMyeon, quien asintió con la cabeza, ni siquiera con vergüenza de admitirlo. La polla de SeHun estaba dura y rosa, apoyada pesadamente contra su estómago.
JunMyeon envolvió su mano alrededor de él y lamió una franja de la base hasta la punta antes de tomarlo en su boca. Le encantaba la forma en que SeHun se sentía en su boca, todo grueso y palpitante, con fugas de semen.
Chupó la cabeza con su lengua, haciendo contacto visual con SeHun para asegurarse de que estaba disfrutando de eso, lo cual era verdad, a juzgar por sus respiraciones pesadas y los abdominales apretados.
Soltó la polla de SeHun antes de sacar su propia camisa, luego volviendo a chupar. Podía sentir sus propios pantalones poniéndose más apretados cada segundo sólo por chupar a SeHun.
— Tienes que parar si no quieres que me corra en tu boca. — SeHun advirtió y JunMyeon dejó su miembro con un sonido de explosión.
— Arriba. — SeHun instruyó y JunMyeon lo hizo, desabrochando sus pantalones y sacándolos. Sus bóxers siguieron después, acercándose a SeHun hasta que sus rodillas golpearon la cama.
Las manos de SeHun inmediatamente se acercaron a su culo y lo masajearon, presionando besos contra su vientre al mismo tiempo.
Puso sus manos sobre los anchos hombros de SeHun para apoyarse antes de que se subiera a horcajadas sobre él una vez más.
— ¿Lubricante y condones? — Preguntó JunMyeon y SeHun señaló su bolsa en el otro lado de la cama.
JunMyeon se inclinó y SeHun lo sujetó mientras lo hacía.
— Quiero sentirte. — Dijo SeHun.
— ¿Estás limpio?
— Nunca lo he hecho sin condón.
— ¿Lo prometes?
— Lo prometo.
— Está bien, entonces. Pero cuando regresemos, los dos nos haremos la prueba.
SeHun asintió con la cabeza y chupó su labio inferior, mirando las manos delicadas de JunMyeon que lubricaban su polla. JunMyeon dejó caer la botella en la cama junto a SeHun y se puso de rodillas arriba, al igual que había visto en algunas películas porno.
— ¿Has estado viendo porno? — Bromeó SeHun mientras JunMyeon lo ajustaba para que su eje se empujara contra el anillo del músculo.
— Cállate.
SeHun agarró las caderas de JunMyeon, y poco a poco lo dejó hundirse hasta que estuvo completamente dentro de él.
— Jesucristo. — Él gimió al ver a JunMyeon sentado en él con su polla tan roja y dura, y pidiendo ser tocado.
— ¿Quieres moverte o yo debería hacerlo?
— Yo. — Dijo JunMyeon obstinadamente y SeHun se hubiera reído si no hubiera estado tan caliente.
Muy pronto, JunMyeon empujó a SeHun sobre su espalda y poco a poco empezó a ir arriba y abajo, con las manos colocadas sobre el pecho de SeHun para apoyarse. Él empezó a ir cada vez más rápido, hasta que tuvo un ritmo bastante rápido que parecía conducir a SeHun a la locura.
— Te ves tan bonito arriba, bebé. — SeHun elogió y JunMyeon sonrió, bajando el ritmo así él podría encontrar su próstata.
— Oh Dios. — Él gimió en voz alta cuando por fin lo consiguió, la punta de SeHun presionando en contra de ella. Tenía un ritmo constante, y cada rebote le hizo temblar de placer. Se detuvo en un punto y decidió simplemente moverse arriba y abajo, y luego en 8 movimientos que le daban todo.
Las manos de SeHun se colocaron ahora en sus muslos, sus dedos clavándose en la carne mientras lo observaba.
— No tocar. — Él dijo y dio un manotazo a la mano de JunMyeon cuando bajó para envolver su dolorosa polla dura.
— Pero yo... — JunMyeon intentó razonar, su voz acabándose hasta que finalmente se desaceleró hasta que se detuvo por completo, demasiado exhausto y al borde de correrse por hacer cualquier cosa más.
— Te tengo. — SeHun le aseguró y reanudó su agarre sobre sus caderas antes de que comenzara a empujarlo hacia arriba, sabiendo como golpear la próstata de JunMyeon.
JunMyeon se acomodó y SeHun lo mantuvo empujando antes de llevar sus manos a su pecho para marcarlo con sus uñas.
— Por favor, SeHun — JunMyeon rogó cuando SeHun tocó a propósito su punto varias veces, manteniéndolo al borde.
— Por favor, ¿qué?
— Hazme venir.
Las uñas de SeHun tocaron lo largo de los lados de JunMyeon mientras le daba un poco más de empuje antes de que se corriera directamente contra su próstata.
— Jodeeeer. — JunMyeon exhaló corriéndose mientras SeHun llevaba a cabo su orgasmo con movimientos lentos.
— Estuviste tan bien. — SeHun le dijo cuando se retiró y JunMyeon se derrumbó sobre su pecho, sin importarle que se manchara el pecho con su propio semen.
— Tenemos que tomar una ducha. No juntos.
— ¿Por qué no? — SeHun puso mala cara y JunMyeon lo miró.
— Porque estoy demasiado cansado.
— Voy a mantener mis manos en mí, te lo prometo.
— Está bien, entonces. Sin asuntos divertidos.
— Sin asuntos divertidos; lo tengo. — SeHun sonrió y JunMyeon se levantó.
— Mi culo duele.
— Me siento halagado.
— No era un cumplido.
— Lo tomaré como uno de todos modos.
JunMyeon rodó los ojos con cariño y ambos se levantaron de la cama.
— Tenemos que poner el papel de limpieza en el picaporte mañana para que puedan cambiar el edredón. — JunMyeon dijo riendo.
SeHun abrió la ducha y se aseguró de ajustar el agua justo antes de entrar. JunMyeon lo siguió después, cerrando la puerta de cristal detrás de él.
Tenía mariposas en el estómago y una sensación de calor en su corazón porque se sentía muy cómodo estar completamente desnudo y ser él mismo alrededor de SeHun, sin el temor de ser juzgado.
Tan pronto como el agua golpeó su pecho, su semen fue lavado.
— Te lavaré. Date la vuelta.
Él hizo lo que SeHun le dijo, apoyándose en su amplio pecho, pero asegurándose de que su pelo no se mojara. Cerró los ojos cuando las manos de SeHun se acercaron a su pecho, frotando por todas partes, dejando gel y jabón.
SeHun se aseguró de lavar su entrepierna, ni siquiera dudando en dar masajes a las bolas de JunMyeon. Colocó besos en su cuello mientras movía una de sus manos a la espalda de JunMyeon, asegurándose de poner gel por todas partes.
— SeHun. — JunMyeon advirtió cuando los dedos de SeHun rozaron su agujero que todavía estaba dolorido.
— No estoy haciendo nada.
JunMyeon le escuchó sonreír mientras le susurraba al oído. Y luego se echó hacia atrás para terminar.
— ¿Ves? Te dije que podía comportarme. — SeHun dijo y ató una toalla en su cintura. JunMyeon decidió ponerse la bata de baño suave y esponjosa que fue colgada en la puerta.
Se cepillaron los dientes y después de que JunMyeon se quitara sus lentes de contacto caminaron de regreso a su habitación. Se puso el pijama y luego subió a la cama, metiéndose debajo de las sábanas.
— ¿Puedes encender la calefacción antes de que te acuestes?
— Ya está. — Dijo SeHun y levantó la manta para meterse en la cama. — ¿Tienes frío?
— Un poco.
— Nos vamos a acurrucar, entonces.
JunMyeon sonrió. Siempre había pensado que 'acurrucarse' era una palabra linda. Le dio la espalda a SeHun y no pasó mucho tiempo hasta que sintió un cálido (y desnudo) pecho contra su espalda y brazos a su alrededor.
Se durmió con una sonrisa en su rostro.
[...]
— ¿Tienen Starbucks en esta ciudad? — JunMyeon preguntó a la mañana siguiente, en su camino hacia el coche. Bueno, más bien tarde porque se despertaron a las doce y eran casi las 13:00.
— Hay uno a veinte minutos de aquí. Pero nos desvía del camino.
— Está bien. Las horas de visita terminan a las ocho.
Se metieron en el coche y cinco minutos más tarde estaban en su camino hacia el Starbucks que SeHun conocía.
— Oh, tienen para llevar, así que no tendremos que parar. — JunMyeon exclamó y dio la vuelta en la esquina.
— ¿Estás bien con comer en el coche? — Preguntó SeHun, casi en tono de burla.
— Cállate y dime lo que quieres.
— Te diré lo que quiero.
— Dime ya. — JunMyeon dijo exasperado porque había otro coche que estaba esperando detrás de ellos.
— Te diré lo que quiero, lo que realmente realmente quiero.
JunMyeon rió y rodó los ojos, antes de que finalmente ordenaran. Se estacionó tan pronto como encontró un lugar y pasaron quince minutos comiendo su almuerzo.
— ¿No estás un poco nervioso porque vas a ver a tu padre después de tanto tiempo?
— Un poco. Pero no creo que me vaya a atacar sobre la mesa ni nada. Al menos eso espero.
Se dirigieron a la compañía de bienes raíces donde el Sr. Oh compró la casa, para recuperar unos papeles para que firmara.
— Si él se enoja podemos despedirnos de la idea. — Dijo SeHun dos horas más tarde cuando finalmente fueron encaminados hacia la entrada principal de la prisión.
— Vas a estar bien. — JunMyeon trató de asegurar, pero podía ver que SeHun estaba muy nervioso, a pesar de sus afirmaciones diciendo lo contrario.
Caminaron hasta el oficial de la recepción con sonrisa brillante.
— ¿En qué puedo ayudarles? — Preguntó cruzando los brazos y mirando hacia arriba y hacia abajo.
— Me gustaría visitar a um... Oh Jung Se.
— ¿Y quién eres? — El oficial continuó, obviamente reconociendo el nombre.
— Soy Oh SeHun, su hijo.
— ¿Tienes una cita?
— ¿Desde cuándo necesito una cita para visitar a alguien en la cárcel? — Preguntó SeHun, perdiendo la paciencia.
— Desde el principio de los tiempos, chico. Ahora ve...
— Quieres hablar conmigo entonces, ¿eh? — JunMyeon intervino y puso un billete de cien dólares en el escritorio.
El guardia miró hacia abajo antes de tomarlo.
— Por aquí, caballeros.
SeHun se burló pero JunMyeon le pellizcó y siguieron al hombre. Fueron llevados a una sala llena de mesas y sillas, supervisado por dos guardias de seguridad.
— Traigan a Oh Jung Se. — El oficial murmuró a uno de los guardias, que asintió y desapareció. — Tomen asiento.
JunMyeon y SeHun se sentaron en la única mesa vacía. JunMyeon no podía dejar de mirar alrededor de la habitación; media llena de gente vestida normalmente, la otra mitad de hombres vestidos en naranja y manos esposadas que descansaban sobre la mesa. No era tan sucio como habría imaginado JunMyeon, pero no podía decir que estaba limpio.
Levantó la vista cuando vio a SeHun mirando algo y luego se congeló cuando sus ojos se posaron en el hombre que estaba siendo escoltado a su mesa. Sus gigantescas manos de aspecto rudo esposadas delante de él, y JunMyeon pudo ver la ola de reconocimiento que pasó por sus ojos cuando vio a SeHun.
Se hizo el silencio entre los tres cuando el Sr. Oh se sentó, poniendo sus manos sobre la mesa. JunMyeon arrastró sus ojos sobre sus tatuajes de la manga, su barba desaliñada y sus hundidos ojos negros que hacían juego con los de SeHun.
— No creí que te volvería a ver. — El Sr. Oh dijo en voz baja y ronca, entrelazando sus dedos. — ¿Por qué estás aquí?
La pierna de SeHun estaba nerviosa, saltando arriba y abajo debajo de la mesa de modo que JunMyeon puso una mano sobre su muslo para calmarlo.
— Estoy aquí para hablar de la casa. Y... sólo eso.
— ¿Hablar sobre qué?
— Quiero venderla.
El Sr. Oh rió en voz alta durante todo un minuto antes de calmarse.
— ¿Quieres vender la casa?
— Sí. Y necesito tu firma para eso.
— ¿Y por qué debería venderla?
— Debido a que me lo debes. Nos lo debes. jodiste toda nuestra vida cuando me golpeaste hasta sacar toda la mierda de mí esa noche. ¡Vivimos en una casa de mierda que apenas podemos pagar por tu culpa! — Exclamó SeHun, sus mejillas enrojeciendose de ira.
JunMyeon nunca lo había visto llegar a estar tan enojado. Daba miedo.
— Lo menos que puedes hacer es firmar los jodidos documentos y venderla. Vamos a dividir el dinero, yo setenta y cinco y tú veinticinco.
— Eso es completamente...
— Racional. Ni siquiera vas a vivir en ella durante los próximos años. Se irá a la basura. Haz esta cosa por mí y mi mamá.
El Sr. Oh lo miró por un momento.
— Está bien.
SeHun estaba obviamente sorprendido por la respuesta. Esperaba más una pelea, pero esto era mucho mejor.
JunMyeon colocó la carpeta sobre la mesa antes de abrirla y entregarle al Sr. Oh un bolígrafo.
— ¿Y quién es él? — El Sr. Oh preguntó después de haber firmado los papeles con un poco de dificultad debido a las esposas. — ¿Tu novio?
— No es de tu maldita incumbencia. — Murmuró SeHun y cerró la carpeta, levantándose.
— Lo siento por todo. — Dijo el Sr. Oh y JunMyeon se puso de pie.
— Espero que te quemes en el infierno. — SeHun gruñó.
— ¡Nos vemos allí, entonces! — Su padre le gritó, haciendo que todo el mundo se volviera a mirarlos. JunMyeon se sonrojó y se alejó a paso lento, pero su voz quedó atrapada en su garganta cuando el Sr. Oh agarró su chaqueta. Vio a uno de los guardias caminando hacia ellos.
— ¿Eres su novio?
JunMyeon asintió.
— ¿Cuál es tu nombre?
— No te voy a dar mi nombre. — JunMyeon le dijo, y uno de los guardias agarró al hombre del cuello y lo sentó, por lo que soltó JunMyeon.
— Cuida de él. — Dijo y JunMyeon vio que fue sincero cuando lo dijo.
— Lo haré. — Fue todo lo que JunMyeon contestó antes de salir de la habitación.
Encontró a SeHun apoyado en la pared junto a la entrada, fumando.
— Vamos. Tenemos que pasar por la compañía de bienes raíces de nuevo y luego hemos terminado.
SeHun asintió y dejó caer su cigarrillo al suelo antes de entrar en el auto.
[...]
SeHun se cambio un par de horas más tarde, después de haber cenado en su restaurante favorito, donde solía ir cuando era niño, y se tomó una selfie con la puesta de sol.
— Quiero mostrarte algo.
— ¿Me lo puedes mostrar mañana? Está oscureciendo y estoy cansado.
— No, es mejor si lo hago por la noche.
— Bueno.
— Necesitamos estar en el coche.
— Oh, Dios.
— Te va a encantar, vamos.
JunMyeon dejó que SeHun le diera instrucciones sobre cómo llegar a donde fuera que tenía en mente. Resultó que se trataba de una colina, como la que está del otro lado de Rockie's en Seúl. JunMyeon podía ver toda la ciudad y más lejos de eso mientras se sentaba en la hierba junto a SeHun.
— Solía venir aquí de niño... bueno, cuando era un adolescente, cuando mis padres se metían en peleas grandes y no podía dormir.
— No es tan lejos de tu casa, pero es mucho para subir por la noche.
— Lo sé. Sólo necesitaba ir a algún lugar donde estuviera solo y pensar.
— ¿Pensar en qué?
— Cosas.
JunMyeon no dijo nada porque sabía que SeHun estaba a punto de continuar.
— Miraba hacia abajo la ciudad y me preguntaba si mi alma gemela estaba allí abajo. — Él dijo y soltó una risa entrecortada.
— ¿Y tu alma gemela estaba allí?
— No, está aquí, en la colina. — Respondió SeHun y el corazón de JunMyeon comenzó a latir más rápido porque oh, dios.
SeHun se acostó a su lado, poniendo sus manos sobre su estómago, y JunMyeon lo siguió.
— Sabes, cuando me pediste ser tu novio ayer pensé que estabas bromeando.
— ¿Por qué?
— Porque... nunca pensé que alguien podría siquiera quererme por algo que no fuera mi polla.
— Eso es mentira. JongIn, ChanYeol, BaekHyun...
— No me refiero a esa manera. Quiero decir, nunca pensé que alguien llegara a pensar que yo tenía algo que ofrecer. Emocionalmente.
— Por supuesto que lo tienes. — Dijo JunMyeon en voz baja y se giró hacia su lado, apoyando su cabeza en su mano para verlo mejor. Ni siquiera le importaba que probablemente estaba ensuciando su ropa con hierba.
Su corazón se rompió porque SeHun no tenía idea de lo hermoso que era.
— Eres agradable, amable y divertido, y...
¿Cómo puedo describir a alguien de quién estoy enamorado?
— Y me haces sentir tan cómodo y seguro. Eso es todo lo que alguien podría desear y necesitar. Te amo por eso.
Sólo después de que sus palabras salieron de su boca y vio los ojos de SeHun ampliarse, se dio cuenta de lo que había dicho.
— No tienes que decirme lo mismo, sólo cuando... — JunMyeon tartamudeó
— No lo digas si no hablas en serio. — Dijo SeHun y JunMyeon contuvo la respiración porque el tono de SeHun era tan vulnerable.
— Lo digo en serio.
— ¿Lo prometes?
— Lo prometo.
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