Capítulo 17
— Por eso, ¿Cuándo es el viaje? — El padre de JunMyeon le pregunto una semana más tarde, durante la cena del domingo.
— En dos semanas más. En la decimotercera.
— ¿Y en dónde se quedarán?
— En Sanderson.
— ¿Y cuando se supone que vamos a pagar?
— Esta semana probablemente.
— Voy a estar en Daegu también por negocios ese fin de semana. — Dijo su padre.
JunMyeon asintió, no muy interesado para ser honesto. Lo único que le importaba era que quería pagar por la habitación de SeHun para que pudieran pasar la noche juntos. Y no habría sido un problema si JunMyeon no tuviera algo planeado.
Estaba 100% seguro de que quería tener relaciones sexuales con SeHun. Estaba tan enamorado que le dolía y no tenía idea de si SeHun siquiera lo miraba como más que un amigo, pero sí o sí quería que SeHun tomara su virginidad. También estaba pensando en romper con Irene en el mismo viaje. Así que sí, sería un viaje muy agitado y nervioso.
A la mañana siguiente decidió usar la camisa Ramones de SeHun en la escuela. No tenían un estricto código sobre los pantalones o la chaqueta, pero a sus padres le gustaba asegurarse de que siempre fuera bien vestido a la escuela.
Se abrochó la chaqueta todo el camino hacia arriba y barrió su flequillo hacia la derecha antes de que saliera de su habitación.
BaekHyun fue el primero en darse cuenta de que la camisa era de SeHun, pero sólo porque había visto a SeHun vestir la camiseta antes.
— Bonita camisa. — Lo felicitó durante el almuerzo. — ¿De dónde la has sacado? ¿De tu novio?
JunMyeon miró hacia arriba y le disparó a Irene una falsa sonrisa mientras ella se acercaba a ellos con su bandeja.
— Tal vez. — Murmuró cuando su novia se sentó frente a él.
— ¡Estoy muy entusiasmada con el viaje a Daegu! ¡Tenemos la tarde libre para que podamos ir a pasear!
Oh Dios
— Sí... eso es genial.
— ¿Hay algo mal?
— No, la uh, ensalada está muy mala hoy.
Ella arrugó la nariz y cogió el tenedor para empezar con su pollo.
Le envió a SeHun un texto antes del último período, mientras estaba en el baño, para asegurarse de que todavía iban a ir al hotel de su tío después de la escuela.
JunMyeon: ¿Nos seguimos viendo hoy? :)
SeHun: Sí
SeHun: ¿Me recoges después de la escuela? Estoy emocionado de verlo :D
JunMyeon: Sí SeHun, voy a recogerte con el Lamborghini.
SeHun: Me refería a tu culo, pero :/
JunMyeon se mordió el labio cuando la campana sonó para anunciar que la clase empezaba y sabía que iba a llegar tarde. Pero se encontró debatiendo si debía hacer lo loco que acababa de pasar por su cabeza.
A la mierda, pensó antes de que se bajara los pantalones y le dio la espalda al espejo. Abrió la cámara frontal y tomó una foto de sí mismo, asegurándose de estar mordiéndose el labio inocentemente y que su culo pudiera ser visible en el espejo.
Se sonrojó cuando subió sus pantalones e hizo clic en enviar. Corrió a clase después de eso, no teniendo tiempo para revisar su teléfono por la respuesta de SeHun.
JunMyeon sintió el zumbido del teléfono en su bolsillo durante la clase diez minutos más tarde, y discretamente lo sacó para comprobarlo. Casi quedo sin aliento con la foto que SeHun le había enviado de vuelta.
SeHun: Luces tan bien bebé
Había una imagen adjunta bajo ese texto, de la silueta de la polla dura de SeHun en sus pantalones. Parecía que se había tomado la foto durante la clase y JunMyeon sonrió, no sólo porque SeHun le dijo que se veía bien, si no también porque esto significaba que SeHun estaba asistiendo a clase y realmente hacía un esfuerzo.
Cuando terminó la escuela JunMyeon no podría haber estado más feliz. Tuvo que esperar a que la mayoría de las personas se fueran, por lo que no lo verían conducir a la escuela pública.
Era las tres y cuarto, cuando por fin se metió en su coche y se fue a la escuela de SeHun.
SeHun estaba esperando con su Bentley, con los brazos cruzados y expresión seria en su rostro.
— Hola. — JunMyeon dijo después de que había abierto las puertas.
— Hola. ¿Me puedes conducir de vuelta aquí después de que hayamos terminado así puedo conseguir mi moto? — Preguntó SeHun mientras entraba.
— Claro.
— Bonita camisa.
— ¿Tú crees? — JunMyeon sonrió mientras comenzaba a conducir.
— Mhm. Se ve mejor en ti.
— Siento que hayas tenido que esperar. Tenía que esperar que todo el mundo se fuera.
— Está bien. Me masturbe en el baño, así que no espere tanto tiempo.
— Ah, ¿sí? — JunMyeon tragó saliva y trató de concentrarse en la carretera.
— Me gusta que estas empezando a tener más confianza.
— Siempre estoy confiado a tu alrededor, no te hagas ilusiones. — JunMyeon bromeó y SeHun sonrió.
— Quiero decir con tu propio cuerpo.
JunMyeon giró la cabeza para mirar a SeHun por un momento.
— Aumentas mi ego. — Admitió.
— ¿Lo hago? — SeHun bromeó.
JunMyeon asintió y encendió la radio.
Llegaron al hotel cinco minutos después y JunMyeon le paso las llaves a los que estacionaban antes de que se volviera hacia SeHun, chocando sus miradas.
— ¿No podrías haber elegido otro día para vestirte con una camiseta de baloncesto?
SeHun se miró a sí mismo.
— Saqué mis piercings sin embargo.
JunMyeon sonrió. — Te ves bien.
— Gracias. Y gracias por hacer esto; por hablar con tu tío y todo.
— Ellos querían contratar a un camarero de todos modos. Y paga bien, le pregunté. Mil dólares por mes.
— ¿Mil? Mierda.
JunMyeon estaba sorprendido de lo emocionado que sonó SeHun ante esa suma de dinero, en comparación con su padre, quien ganaba millones cada hora.
Su tío estaba esperando en el vestíbulo, saludando a los dos con una gran sonrisa en su rostro.
— ¡JunMyeon! ¡Me alegro de verte! ¿Y este debe ser SeHun?
— Encantado de conocerte. — Dijo SeHun y le estrechó la mano.
— Te voy a mostrar todo un poco y explicar lo que tienes que hacer para que puedas empezar a trabajar mañana.
— ¿No tengo que dar una entrevista o...? — Preguntó SeHun.
— ¡Oh, no! JunMyeon me aseguró que serías muy bueno para el trabajo y confío en él.
— Oh, está bien entonces.
JunMyeon se sentó en un sofá en el vestíbulo mientras esperaba que su tío le mostrara a SeHun todo, y media hora más tarde estaban ya listos.
— ¿Crees que te va a gustar aquí? — Le preguntó a SeHun mientras se abrían camino a buscar las llaves del coche.
— Sí. Gracias.
SeHun le lanzó una sonrisa agradable y JunMyeon le devolvió la sonrisa, entrando después de inclinarse hacia el muchacho.
— ¿Qué vas a hacer después de que te deje? — Preguntó JunMyeon.
— Um, fumar y luego regresar a casa. Terminar mis deberes.
— ¡Vas a hacer tu tarea! — Dijo JunMyeon, una grata sorpresa.
— Tengo un examen de matemáticas en dos días y tengo que pasarlo con buena nota.
— Hablando de la escuela, um. ¿Vas a Daegu con los demás?
— Me gustaría, pero no creo que pueda pagar un vuelo, ni un hotel.
JunMyeon rodó los ojos. — Voy a pagar por tu habitación y el viaje.
— No.
— Bueno, voy a estar pagando prácticamente por la mía, ya que voy a estar en ella también.
— ¿Vas a estar en ella?
JunMyeon asintió.
— ¿Qué hay de tu novia?
— Puedo salir a hurtadillas una vez que ella se queda dormida. Y estoy pensando en romper con ella en el viaje.
SeHun levantó las cejas y luego sonrió.
— ¿Por qué?
— ¿Qué quieres decir por qué? Porque no me veo en un futuro con ella.
— No, quiero decir, ¿por qué ahora?
— Porque... — JunMyeon tragó saliva, sin saber si debía decir algo sobre el hecho de que estaba completamente enamorado de él. — Me puede gustar alguien más.
SeHun sonrió, volviendo la cabeza para mirarlo.
— Ah, sí, ¿quién?
JunMyeon se encogió de hombros. — Un punk imbécil que definitivamente no es bueno para mí.
— ¿Y tú le gustas de vuelta?
— No sé, ¿lo hago? — Preguntó JunMyeon, mirándolo inquisitivamente mientras se estacionaba frente a la escuela de SeHun.
— Él podría. — SeHun sonrió y JunMyeon sintió su estómago hacer una voltereta hacia atrás.
SeHun abrió la puerta antes de volverse a JunMyeon una vez más.
— Gracias, eres muy... agradable. Hasta mañana.
— Puedes fumarte tu cigarrillo aquí. — JunMyeon se encontró diciendo en un tono apresurado. No quería que SeHun se fuera todavía.
— ¿Puedo? — SeHun preguntó sorprendido.
— Sí, pero vamos a mantener la puerta abierta.
— Está bien, entonces.
SeHun se recostó en su asiento y sacó un cigarrillo del paquete que guardaba en el bolsillo de sus ajustados jeans.
JunMyeon lo observó mientras lo encendía y le daba una larga calada. Sus ojos se desviaron hacia la muñeca izquierda, que tenía, para sorpresa de JunMyeon, líneas blancas débiles en ella.
— Tu muñeca está empezando a um... se ve mejor.
SeHun bajó la mirada hacia ella.
— Sí. He estado limpio hace un mes.
— ¡Eso es genial! ¿Qué te hizo detenerte?
SeHun se mordió el labio. — Tú, en realidad.
— ¿Lo hice? — Preguntó JunMyeon, mirándolo a los ojos y sintiéndose muy orgulloso y feliz por eso.
— Por qué me estas mirando ahora. — Dijo SeHun.
— Porque te ves muy caliente cuando fumas.
— ¿Quieres que te dispare?
— ¿Eso es cuando pones el humo en mi boca?
— Eso es. — Dijo SeHun divertido.
— Está bien, entonces. Lo has hecho antes sin embargo.
— Estoy bastante seguro de que eso había sido hierba.
— La misma cosa. — Dijo JunMyeon y SeHun dio una calada, antes de traer su rostro a JunMyeon.
JunMyeon no pudo evitar hacer una cara tonta porque estaba tan enamorado y SeHun dejó escapar el humo a la derecha en su cara porque se tenía que reír.
— ¡Deja de hacer caras divertidas! — Protestó pero JunMyeon negó con la cabeza.
— Te ves como una rana cuando estás indignado.
— Heyyyy.
— Ese era mi punto exactamente. — JunMyeon rió y SeHun puso mala cara, terminando el cigarrillo.
— Bueno, tengo que irme ahora, si no quieres que tus padres te castiguen durante dos semanas más.
JunMyeon rodó los ojos. — No me van a castigar.
— Lo que digas.
— Estoy decepcionado sin embargo. — JunMyeon admitió, con el corazón latiendo más rápido por lo que iba a decir.
— ¿Por qué?
— Estaba esperando que me dieras una mamada mientras conducía.
Los ojos de SeHun se abrieron.
SeHun se inclinó sobre él para presionar el botón para bloquear las puertas, se mordió el labio en anticipación.
— ¿Una mamada mientras conducías? ¿Qué tal sólo una mamada por ahora? — Preguntó SeHun y JunMyeon asintió frenéticamente mientras SeHun le desabrochaba los pantalones.
SeHun agarró su pene y lo sacó con facilidad. Movió la lengua por su punta varias veces rápidas antes de meterlo plenamente en su boca.
JunMyeon cerró los ojos y dejó caer la cabeza hacia atrás, ya que era la mejor manera de disfrutar de esto. Se estremeció cuando SeHun besó hasta el subrayado de su polla y lamió debajo de la punta.
Él no pudo evitar poner sus manos hasta enredarse en el pelo de SeHun, guiándolo hacia arriba y abajo de su eje. Y joder, SeHun lo tomó tan bien sin siquiera arcadas. Golpeó la parte trasera de la garganta varias veces y comenzó a joder la boca de SeHun hasta que llegó con un gemido.
Le tomó unos momentos para calmarse y SeHun se enderezó, limpiándose la boca con el dorso de la mano.
— ¿Fue bueno? — Preguntó y JunMyeon asintió.
— ¿Quieres que...
— No, está bien. — SeHun le aseguró a pesar de que JunMyeon se sentía un poco culpable.
— ¿Estás seguro?
— Sí, JunMyeon.
— Está bien, entonces.
— Nos vemos mañana entonces. — Dijo SeHun y se inclinó, presionando un beso en la comisura de su boca antes de salir del coche.
JunMyeon esperó para asegurarse de que SeHun se alejara seguro y sólo después comenzó a prender su coche para ir a casa.
[...]
— ¿Cómo es posible? — Fue lo primero que dijo JunMyeon cuando SeHun le llamó al día siguiente, mientras estaba en recreo.
— ¡Es muy bueno! ¡Alguien me dejó de propina veinte dólares! ¡Veinte! — Dijo con entusiasmo en el teléfono.
JunMyeon se echó a reír. — Sabía que te gustaría. ¿A qué hora sales?
— Cuando tu decidas venir a buscarme. — Él respondió y pudo imaginar a JunMyeon sonrojarse ante eso.
— No, pero en serio.
— A las siete, creo. Mis cambios son de cuatro horas.
— Puedo hacer los cálculos. — Dijo JunMyeon y pudo oír a SeHun sonreír.
La puerta de la cocina se abrió y Amy, una de las camareras entró con un pedido.
— SeHun, la mesa VIP en la parte posterior necesita un camarero y eres el único disponible. Tabla cinco.
— Me tengo que ir Jun, y todavía me traerás mañana, ¿verdad?
— Claro. Adiós.
— Adiós.
SeHun colgó y deslizó su teléfono en el bolsillo trasero de sus pantalones antes de que se diera la vuelta y cogió el pequeño block de notas en el mostrador.
Sabía donde estaban las mesas VIP; había una habitación más pequeña en la parte posterior con las tablas mucho más elegante y más grandes, candelabros hermosos colgaban del techo. Por no hablar de que la iluminación era tenue y había incluso un concierto privado en un pequeño escenario.
Rápidamente encontró la mesa cinco, justo en la esquina de la puerta. Podía jurar que reconoció al hombre sentado en una de las sillas, pero no estaba seguro.
— Hola, yo seré su mesero esta noche, ¿señor....?
— Kim. Kim Woo Bin.
Oh
OH
¿Era este el papa de JunMyeon? No estaba completamente seguro de eso, sólo el 95%.
— Y usted tiene que ser la señora Kim entonces. — Él sonrió a la mujer de cabello castaño.
— Oh, n...
— Estamos aquí por negocios. — El padre de JunMyeon interrumpió, como si SeHun hubiera preguntado por la ocasión. — Nos gustaría una botella de Chateau Margaux y dos menús.
— Claro. — Dijo SeHun, mirando a la dama con curiosidad. Había visto a la madre de JunMyeon antes y esta sin duda no era ella. Y tenía la sensación de que esto no era una reunión de negocios normal.
Tomo la botella de vino que el señor Kim había solicitado y no estaba realmente sorprendido cuando vio que era el vino más caro que tenían, costaba casi cien mil dólares. Era un poco ridículo, como JunMyeon.
Sonrió ante el pensamiento de JunMyeon mientras caminaba de vuelta a la mesa con dos menús bajo el brazo y una botella de vino en la otra.
Terminaron pidiendo lo más caro en el menú (De mierda, por supuesto), y SeHun pudo ver por qué JunMyeon estaba tan ansioso por decirle a su padre sobre el deseo de romper con Irene. El Sr. Kim no dudó en revisar descaradamente los tatuajes de SeHun y hacer una cara de disgusto en ellos. Parecía muy condescendiente.
Cuando por fin regresó a la mesa veinte minutos más tarde con sus platos en la mano, casi los dejó caer. Debido a que el Sr. Kim estaba besando a su compañera de... negocios o lo que sea. Esa no era la señora Kim y si SeHun sabía una cosa, era que JunMyeon estaba orgulloso de sus padres, eran como un ejemplo de amor.
Se mordió el labio y puso los platos en frente de ellos una vez que dejaron de besarse, preguntando si necesitaban algo más.
— No, estamos bien. Gracias.
Pidieron la factura treinta minutos más tarde, después de que habían comido el postre. SeHun preguntó tan pronto como colocó la propina sobre la mesa:
— ¿Es usted el padre de JunMyeon?
Vio que el Sr. Kim se congelo y lo sabía. El padre de JunMyeon estaba engañando a su familia.
— ¿Conoces a JunMyeon?
Si, a veces me como su culo y me encanta.
— Vagamente. También sé que él piensa muy bien de usted.
El Sr. Kim parecía haber cogido a la deriva lo que SeHun le dijo porque masticaba nerviosamente su labio ahora.
— Bien entonces. Espero que hayan tenido un buen tiempo y disfrutaran de su comida. Vuelvan pronto. — Dijo SeHun muy bien y juntó las manos antes de darse la vuelta y salir.
Cuando regresó (después de que se asegurara que el Sr. Kim había desaparecido), abrió el pequeño folleto en el que el Sr. Kim había dejado el dinero, sólo para ver que había dejado una muy generosa propina de quinientos dólares. El vino era de la casa (ya que el hermano del Sr. Kim era dueño del lugar), y sólo la comida valía trescientos.
SeHun sabía que estaba siendo sobornado. También sabía que decirle a JunMyeon sobre su el engaño de su papá absolutamente lo destruiría.
Pero le diría a JunMyeon mañana, porque JunMyeon nunca se lo perdonaría si no se lo contara.
[...]
— Hola. — Fue lo primero que SeHun le dijo a JunMyeon al día siguiente.
JunMyeon le sonrió y se inclinó para que sus labios pudieran reunirse.
— Hola. ¿Cómo estuvo la escuela?
— Me fue bien mamá. — Respondió SeHun y JunMyeon negó con la cabeza mientras salía del estacionamiento de la escuela.
— ¿Como fue la prueba?
— Bien. Quiero decir, creo que voy a conseguir una buena nota.
— Eso es genial. ¿Ves? ¡Te dije que si te esforzabas lo harías bien! Estoy orgulloso de ti.
SeHun sonrió, pero luego recordó lo que tenía que decirle a JunMyeon.
— ¡Ah, y lo curioso! Tu padre estaba ayer cenando en el hotel. O almorzando.
— ¿Lo estaba?
Bien, así que JunMyeon no sabía nada de él.
— Sí. — Dijo SeHun lentamente. — Yo era su camarero.
— ¿Y le preguntaste por mí?
— Lo hice, en realidad. Para asegurarme de que era tu papá.
— ¿Que dijo él?
— Nada. Aunque dio una generosa propina.
Era el turno de JunMyeon sonreír.
— Él... ¿estaba con tu madre?
JunMyeon frunció el ceño. — ¿No? Creo que era algo relacionado con negocios, o un familiar.
— Oh.
— ¿Qué? — JunMyeon preguntó confundido, girando la cabeza para mirarlo.
— Nada... es que no parecía como si fueran parientes.
— ¿Qué quieres decir?
— Ellos se estaban besando.
La respiración de JunMyeon se enganchó en su garganta y SeHun dejó de respirar mientras lo observaba. Lo siguiente que supo fue que el coche se detuvo bruscamente en el lado de la carretera.
— Vete. — JunMyeon dijo con severidad, sin siquiera mirar a SeHun.
— ¿Qué?
— Vete. — Repitió.
— Pero yo no...
— ¿Cómo te atreves decir eso de mi padre? ¿Lo acusas de hacer una cosa así? ¡Él no engañaría a mi mamá! ¡Nunca! ¡El hecho de que tus padres no funcionaron, no significa que los míos tampoco lo hagan!
— Jun yo...
— ¡No me digas 'Jun'! ¡Sal del auto!
SeHun suspiró. — Bien. Pero no digas que no te lo dije.
JunMyeon no lo miró cuando salió del coche y cerró la puerta.
Ni siquiera esperó a que SeHun se alejara, simplemente salió a toda velocidad. Su mente estaba corriendo en sintonía con su corazón y estaba seguro de que SeHun había inventado todo. Su padre nunca engañaría a su madre.
Él estaba seguro de ello.
[...]
El segundo viernes por fin llegó, lo que significaba que iban a viajar a Daegu, después de la escuela.
Su profesor de economía, el Sr. Choi (el que estaba organizando el viaje) había reservado un autobús (un bus REAL) para llevarlos a Daegu. El viaje tomaría cerca de dos horas para que pudieran llegar al hotel alrededor de las siete.
No había hablado con SeHun desde el pasado miércoles, cuando le dijo que su padre supuestamente engañaba a su madre. Eso fue indignante y JunMyeon pensó que tal vez esto era porque no quería ser el único con padres divorciados.
Decidió que tenía que dejar de lado todo el asunto de SeHun para el fin de semana y tratar de pasar un buen rato en el viaje. Todavía quería romper con Irene sin embargo.
— No pareces entusiasmado con el viaje. — Dijo BaekHyun ese día en el almuerzo.
— No tengo razón para estarlo. — Él murmuró, mirando a su alrededor para ver si Irene se acercaba.
— ¿Por qué no?
— Tuve una pelea con SeHun. No es nada.
— ¿Qué pelea?
— No quiero hablar de eso para ser honesto.
— Oh. ¿Bueno? Sabes que todavía vendrá, ¿no?
JunMyeon no sabía si SeHun en realidad vendría; no habían hablado hace más de una semana y tal vez tenía algo de sentido común en él.
Para ser franco, JunMyeon también estaba decepcionado por el hecho de que actualmente estaba carcomiendo su mente, porque había planeado tener relaciones sexuales con SeHun el fin de semana. Incluso llevo lubricante y condones. Y a pesar de todo esto, JunMyeon aun los tenía guardados.
Cuando Irene le dio un beso en la mejilla días después en la escuela, no podía hacer otra cosa que sonreír; no tenía ni idea de que estaba pensando en terminar con ella el domingo.
El autobús se había detenido justo en frente de su escuela a las tres y cuarto, justo como estaba previsto. Todo el mundo ya se había cambiado a algo más cómodo en los vestuarios antes de que entregaran su equipaje.
JunMyeon estaba sentado junto a KyungSoo e Irene junto a BaekHyun, justo enfrente de ellos. Quería preguntarle sobre JongIn, pero sabía que no podía porque Irene estaba justo al lado de ellos.
Dos horas después, KyungSoo se inclinó más cerca para susurrarle al oído:
— JongIn me dijo que tú y SeHun no se hablaban más. ¿Está todo bien?
JunMyeon asintió y sabía en el fondo de su mente que estaba completamente exagerando pero estaba tan asustado que SeHun pudiera estar en lo cierto, era más fácil culpar a alguien más que a su propio padre.
— ¿Qué te dijo exactamente? O ¿qué hizo?
— Él sólo.... no es importante. Él mintió sobre algo y realmente estoy enojado con él. Eso es todo.
— Debes trabajar en eso.
— ¿Por qué?
— Debido a que eres mejor cuando estás con él, JunMyeon. No piensas en ti mismo, no intentas demostrar lo que vales a él y él te hace una mejor persona. Él te hace querer ser tu mismo, y eso es todo lo que importa. Así que lo que sea que ustedes dos tengan, deben superarlo porque los dos tienen su atención el uno del otro, pero son demasiado tercos para admitirlo.
— Eso es mentira. — JunMyeon murmuró, aunque sabía que KyungSoo estaba en lo cierto.
— Amor flaco, es lo que es.
— ¿Amor flaco? ¿Y eso que significa?
KyungSoo se encogió de hombros, diciéndole que lo buscara antes de que apoyara la cabeza contra la ventana y mirara a la carretera.
Llegaron al hotel Sanderson poco después de las siete y media.
— Cuando um, ¿JongIn viene? — JunMyeon preguntó a KyungSoo.
KyungSoo probablemente sabía que era un indirecta de JunMyeon preguntando por la llegada de SeHun.
— Van a estar aquí a las ocho. No sé si SeHun viene.
Y eso sin duda no decepciono el corazón de JunMyeon. No lo hizo.
A las ocho ya estaba en su habitación. Se sentó en ella y sacó su teléfono para googlear lo que significaba 'Amor flaco'.
Amor Flaco: cuando dos personas se aman, pero son demasiado tímidos para admitirlo, pero todavía lo demuestran.
JunMyeon arrugó la nariz y cerró la página. Tal vez KyungSoo tenía razón. Tal vez era demasiado terco para admitir el hecho de que estaba completamente loco por SeHun.
Se duchó antes de vestirse con una camisa carmesí llano de YSL, pantalones de mezclilla y su inverso negro. Parecía hacer bastante frío fuera, así que decidió ponerse un gorro también, por si acaso sus oídos se congelaban.
Tenían que reunirse a las nueve para la cena en el restaurante al lado del vestíbulo, pero lo último que JunMyeon quería hacer era comer. Esperaba que SeHun también llegara a Daegu con JongIn y ChanYeol; sólo quería saber si SeHun estaba allí, a pesar de que no se estaban hablando.
Agarró la chaqueta de cuero de su carrito y sacó la tarjeta de la puerta, antes de salir de la habitación. Todo el mundo ya estaba en el restaurante cuando llegó allí. Se sentó entre Irene y KyungSoo.
Durante la cena los cuatro profesores que les acompañaban empezaron a hablar sobre el horario de mañana. Ellos se reunirían a las nueve para el desayuno, luego irían a visitar el museo y lugares turísticos, almorzarían en la ciudad y después serían libres de hacer lo que les plazca hasta las once. El domingo podían ir de compras o hacer lo que sea hasta el mediodía, cuando iban a regresar.
Terminaron la cena a las diez y BaekHyun sugirió que fueran a un bar con ChanYeol, JongIn y SeHun. JunMyeon casi se resbaló preguntando sorprendido si SeHun estaba realmente allí, pero se contuvo en el último minuto.
Así que esa es la forma en que terminó con Irene, agarrando su brazo (porque no podía sostener su mano, ya no) mientras caminaban por la acera de su hotel, en dirección a la barra situada a la vuelta de la esquina.
Sus manos se deslizaron más abajo en el brazo hasta que sus dedos estaban tocando pero no fueron realmente tomados. Y era la primera vez que JunMyeon se sentía cansado de estar con ella; ella estaba hablando en su oreja sobre una tienda que realmente tenían que visitar el domingo. JunMyeon quería gritarle, decirle que lo dejara en paz.
JongIn, ChanYeol y SeHun ya estaban en el bar, sentados en una cabina en la esquina.
El aliento de JunMyeon se atrapó en su garganta al momento en que hizo contacto visual con SeHun, quien fue el primero en romper su intensa mirada hacia abajo.
El corazón le latía literalmente de su garganta cuando se sentó frente a él, entre Irene y BaekHyun. Irene estaba todavía inconsciente sobre JongIn y KyungSoo, y JunMyeon realmente esperaba que no mostrara signos de afecto hacia los demás en su presencia.
Todo el mundo empezó a hablar de Daegu y lo emocionados que estaban, a excepción de JunMyeon y SeHun, que había permanecido en silencio durante toda la noche.
JunMyeon podía ver a SeHun mirándolo un par de veces, pensando que estaba siendo sutil, cuando en realidad no lo era.
Se dejó el listón un poco más de las once, porque tenían una regla estricta sobre estar en sus habitaciones a las once en punto. Ellos probablemente conseguirían mierda de su maestro por llegar tarde, pero los demás parecían haber tenido un buen tiempo, así que en realidad no importaba.
Era casi medianoche y JunMyeon estaba bajo las mantas en la habitación de Irene (trató de decirle que quería dormir en su propia habitación, pero no), cuando oyó que alguien llamaba a la habitación de al lado, que en realidad era la suya.
Se levantó de la cama sin despertarla y abrió la puerta para ver a SeHun allí con una mochila sobre su hombro derecho. SeHun estaba mirando a sus pies, mordiéndose el labio inferior mientras esperaba a que JunMyeon respondiera.
Todavía no se había dado cuenta de JunMyeon hasta que apoyó su frente contra la puerta.
— JunMyeon favor abre la puerta. Vamos, estoy cansado.
JunMyeon suspiró e hizo que SeHun girará la cabeza.
— Estoy uh-estoy en la habitación de Irene.
— Oh... bueno um puedes... ¿vas a dejarme entrar? Quiero decir, sé que no me estás hablando, pero realmente necesito un lugar para dormir.
JunMyeon asintió.
— Si seguro.
Regresó a la habitación de Irene para obtener su tarjeta de la mesita de noche, y antes de que pudiera pensar en ello, cerró la puerta tras de sí, bloqueándola por fuera.
— Mierda — Maldijo cuando se dio cuenta de ello.
Abrió su propia habitación y entró antes de que SeHun cerrara la puerta tras él.
— Está bloqueada ahora. — SeHun observó y dejó caer la mochila en la puerta.
JunMyeon no le respondió; simplemente se metió en la cama y se cubrió con las mantas hasta la barbilla. SeHun suspiró y buscó algo en su bolsa. Sacó una botella pequeña de plata que JunMyeon sabía que tenía alcohol.
Observó a SeHun sacarse la camisa y los pantalones, antes de ir a sentarse en el borde de la cama. SeHun abrió la botella y bebió un largo trago.
Se durmió con SeHun dios sabe qué bebiendo de la botella de plata minúscula.
[...]
Cuando despertó a las ocho y media, SeHun estaba durmiendo junto a él, de espaldas a JunMyeon. JunMyeon no lo despertó cuando salió de la cama y se dirigió al baño.
Se vistió con una camisa blanca que tenía rayas azules y los mismos pantalones azules como el día anterior.
JunMyeon dejó su tarjeta en la habitación, sólo tomando su bolsa, porque contaba con SeHun para cuidar de la tarjeta y no perderla.
No vio a SeHun por el resto del día. Ellos se reunieron con SooYoung, XiuMin y los otros tres muchachos a las seis en un pub, para que pudieran entender lo que todo el mundo quería hacer. Finalmente, después de casi media hora de discusiones, decidieron que irían al centro comercial para hacer algunas compras.
— Realmente no estoy de humor. — Él suspiró cuando Irene le pidió que fuera con ella a Sephora. — Estoy cansado.
Ella se burló. — Bien entonces iré sola. Simplemente puedes poner tu culo en alguna silla de Starbucks.
Eso es lo que en realidad terminó haciendo; sentado en un banco con un café con leche en una mano y el teléfono en la otra. Vio acercarse a SeHun por el rabillo del ojo, pero fingió estar demasiado ocupado para fijarse en él.
SeHun se sentó junto a él con una botella de cerveza en la mano, sin decir nada. JunMyeon sentía como el silencio entre ellos era sofocante, pero antes de que pudiera decir algo, vio algo que le hizo hacer una toma doble.
— ¿Qué? — Susurró para sí mismo y SeHun levantó la vista.
— ¿Qué?
JunMyeon se puso de pie y SeHun siguió su mirada hasta lo que vio.
— JunMyeon...
— Sólo un segundo.
JunMyeon empezó a caminar hacia el restaurante justo enfrente de Starbucks. Se detuvo en seco cuando lo vio. Reconocería esa chaqueta Versace en cualquier lugar.
Su garganta estaba obstruida y no podía decir o hacer otra cosa que mirar a su padre besar a otra mujer sobre la mesa.
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