Capítulo 16
JunMyeon había estado evitando a SeHun como a la mismísima peste durante la semana pasada. Bueno, no lo evitaba realmente (no se cruzaban desde el miércoles), pero aún así le gustaba pensar que lo evitaba.
Desde que se dio cuenta de que estaba enamorado de SeHun hace tres días, había estado realmente volviéndose loco porque no iba a enamorarse de alguien (especialmente cuando tenía una novia con la cual iba a casarse), y mucho menos de un chico .
Realmente quería alguien con quien hablar, realmente lo necesitaba pero no tenía ni idea de a quién dirigirse. KyungSoo estaba demasiado atrapado en su relación con JongIn (estaban básicamente casados ya, era asqueroso), XiuMin había estado ausente en la escuela esa semana y SooYoung tenía problemas en su 'relación'. Irene estaba fuera de cuestión y BaekHyun... era BaekHyun.
JunMyeon sabía que no podía acercarse a él en la escuela (por temor de que alguien los escuchara), por lo que estaba pensando en hablar con él después de la escuela.
Otra cosa que se había dado cuenta durante una clase de matemáticas aburrida, era que realmente quería romper con Irene. Su relación era como un peso muerto sobre sus hombros, sosteniéndolo por debajo de lo que realmente quería. No quería una relación con SeHun (sabía que SeHun nunca querría eso); todo lo que sabía es que quería a SeHun. Solo eso.
Las seis horas de escuela ese día no podrían haber pasado más lento, JunMyeon estaba seguro de ello. Así que después de que había besado a Irene diciéndole adiós y se asegurara de que ella se había ido en su Bentley, se volvió para mirar a BaekHyun.
JunMyeon lo vio a su derecha en el paso de peatones, por lo que rápidamente empezó a caminar hacia él.
— ¡Hey! — Saludó y llego donde él.
— Hey JunMyeon, ¿Qué pasa? — Él le devolvió la sonrisa.
— Tengo que hablar contigo acerca de algo. Algo grave.
— Entonces debes esperar, porque estoy a punto de decirle adiós a ChanYeol.
— ¿Él no va a venir contigo?
— Tienen otra clase más.
— Oh, bien.
Caminó con él al lado del edificio de la escuela, donde un par de personas fumaban como si nadie estuviese mirando.
JongIn y ChanYeol estaban allí, en lo que parecía ser una discusión profunda. BaekHyun le dio un beso en la mejilla como forma de saludo y dejó de hablar, girando la cabeza a JunMyeon.
— ¿Qué está pasando? ¿De qué estaban hablando? — Preguntó BaekHyun.
— SeHun vino a la escuela hoy.
— ¿Qué? ¿En serio?
— Sí, y no tiene bolsas bajo los ojos, como de costumbre. Es extraño. — JongIn dijo y llevó el cigarrillo de nuevo a sus labios.
JunMyeon sonrió para sus adentros. Le gustaba pensar que él era en parte la razón por la que SeHun estaba empezando a mejorar.
— Bueno, vinimos sólo a decir adiós. ¿Seguimos yendo a Daegu verdad?
— ¿Daegu?
— Sí, El comité lo cambio. Estamos pensando en conseguir que vengan a Daegu con nosotros el mes de marzo.
— ¿Marzo? ¿No era abril?
— El comité decidió que era mejor en marzo.
— ¿Eso se permite en los viajes escolares?
— No, pero pueden conseguir habitaciones en nuestro hotel.
— Es uh... ¿SeHun va a ir también?
— Él dijo que no puede pagar por una habitación.
— Bueno, ¡Yo puedo pagar! — JunMyeon se apresuró. Era patético, de verdad.
JongIn sonrió. — Le voy a decir.
— Bueno. Bueno, será mejor que nos vayamos ahora — BaekHyun dijo después de que sonara la campana.
— Nos vemos más tarde bebé. — ChanYeol habló y le dio un beso, antes de seguir a JongIn hacia la entrada.
— Entonces, ¿Qué era lo que querías hablar conmigo? — BaekHyun le preguntó a JunMyeon, una vez que estaban en su camino de regreso a sus coches.
— Uh... creo... Quiero romper con Irene.
— Whoa, ¿Qué? ¿Cómo?
— Estoy enamorado de SeHun.
Era tan extraño decirle en voz alta esto a alguien, era como si estuviera finalmente admitiéndomelo a mí mismo.
— ¿En serio?
— Sí, pero por favor no me juzgues. Y no le digas a nadie, ni siquiera a ChanYeol.
— No le voy a decir y definitivamente no te estoy juzgando. Es sólo repentino, eso es todo. No creí que ustedes dos estaban juntos.
— Bueno... técnicamente no lo estamos, pero estoy solo extrañamente enamorado de él.
— ¿Cómo estás planeando romper con Irene?
— No lo sé todavía, pero no puedo hacerlo. Nuestras familias tienen todo planeado y no estoy siquiera seguro de si voy a encontrar a alguien en algún lugar.
— Encontraste a SeHun.
— Pero él es indiferente... no quiere una relación. Dijo que no sabría como tratar a una persona adecuadamente.
— Oh, él sabe, te lo puedo afirmar. Es un romántico de corazón pero es demasiado orgulloso para admitirlo.
JunMyeon suspiró. — Lo sé. ¿Entonces qué debo hacer?
— Hazle saber cómo te sientes, y si él siente lo mismo, entonces definitivamente debes romper con Irene.
— ¿Por qué?
— Porque tú y SeHun están destinados a estar juntos.
— ¿Qué? Somos literalmente polos opuestos.
— Exactamente, se complementan el uno al otro.
Los ojos de JunMyeon cayeron al suelo. Todo estaba en tan mal estado; no tenía idea que hacer.
Decidió irse lento, para así no llegar tan rápido a casa para hacer su tarea y todas esas cosas aburridas.
JunMyeon no sabía cómo o porque ocurrió exactamente, pero quince minutos después se encontraba parado en frente de un gran edificio que vio al pasar. Una idea realmente irracional vino a él y no podía creer que la estuviera debatiendo. Pero él estaba haciendo esto. Lo estaba.
Rápidamente se dirigió de vuelta a casa y ni siquiera perdió tiempo en comer, antes de mirar a través de los sobres llenos de dinero en el cajón secreto, escogiendo los tres más gordos.
Vio a SeHun quince minutos después de las 15:00, mientras esperaba por él, mal aparcado en la acera de enfrente de la escuela pública. Tocó una vez, y fue suficiente para llamar la atención de todos, incluyendo a SeHun.
SeHun frunció el ceño y dijo algo a su grupo de amigos, antes de que comenzara a caminar de nuevo. JunMyeon pulsó el botón a su lado y las puertas se abrieron, y era muy consciente del hecho de que las personas estaban filmando literalmente el coche.
— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó SeHun, poniendo la mochila a sus pies.
— Quiero comprarte algo por tu cumpleaños.
— Mi cumpleaños fue hace dos semanas. Y ya me diste algo.
— Sí, pero creo que esto te va a gustar más.
— ¿Está bien? — Preguntó SeHun, inseguro en cuanto a cuáles eran las intenciones de JunMyeon. JunMyeon no sabía lo que se apoderó de él tampoco, pero quería darle a SeHun todo.
Pisó el acelerador, haciendo que el Lamborghini hiciera un ruido fuerte. Él sonrió y SeHun negó con la cabeza, tratando de empujar hacia abajo una sonrisa.
— Tienes un espectáculo fuera. — Le dijo a JunMyeon una vez que comenzó a conducir.
— Te encantó, cállate.
— Entonces, ¿Dónde vamos?
— Um... esto va a parecer un poco raro, pero ya verás.
— No es como, algo, ¿muy caro? No me gusta cuando actúas como mi sugar daddy.
— ¿Sugar daddy?
— Sugar daddy. Ya sabes, cuando alguien tiene un montón de dinero y lo desperdicia en alguien más.
— No me importa.
— No, pero a mí sí. Me siento mal cada vez que compras algo para mí.
— Nunca te he comprado nada, salvo esas pastillas SeHun.
— Bien, ¿En serio? ¿Qué es esto? — SeHun preguntó con asombro cuando JunMyeon se detuvo frente al edificio de alquiler de motos.
— ¿Qué es esto? ¿Quieres alquilar una moto para mí?
— No, yo quiero comprarte una.
Los ojos de SeHun se abrieron.
— Estás loco. No puedes llegar y comprarme una moto.
— Si puedo. ¿No quieres?
— ¡Por supuesto que sí! Pero me siento mal.
— Vamos, yo quiero. No es que tenga nada que ver con el dinero que no sea atesorarlo.
— Estás fuera de tu maldita mente. Deberías ahorrar para un yate o una casa con Irene o alguna mierda.
— Está bien primero, ya tengo dinero para un yate, en segundo lugar, estoy pensando en romper con Irene.
— ¿Qué? ¿Estás drogado o algo así?
JunMyeon rodó los ojos. — No yo eh... soy gay.
SeHun arqueó las cejas. Esta era la primera vez que JunMyeon lo decía en voz alta.
— Y no creo que sea justo para ella creer que vamos a tener una vida juntos cuando estoy claramente no estoy... enamorado de ella y también me quiero ahorrar sus nervios de señora.
Y también estoy un poco enamorado de ti, pero eso es... lo que sea.
— Nervios de señora. — SeHun repitió, divertido.
— Por favor, deja de burlarte de mí, esto es serio.
JunMyeon aparcó el coche y salió de el después de que SeHun tratara de convencer a JunMyeon que esto era una mala idea, pero fracasó.
— Honestamente, no tengo idea de lo que pasará en este momento, pero vas a lamentar gastar dinero en mí.
— ¿Puedes aceptar el hecho de que quiero hacerte feliz? Tu madre te prometió una moto y ya que nunca la consiguió yo lo haré.
— Sabes que no voy a ser capaz de reembolsar por ella, ¿verdad?
— Sí. — JunMyeon gimió cuando entraron en el edificio.
Caminaron hasta la recepción, SeHun inseguro por detrás de JunMyeon.
— Hola. Me gustaría comprar una moto.
— Uh... no vendemos. Sólo alquilamos — Dijo el hombre detrás del mostrador, mirando a JunMyeon de arriba a abajo.
— ¿Qué tal si cuenta el dinero y me dice si se puede hacer algo al respecto?
A JunMyeon le encantaba demostrar que era rico, no iba a mentir.
El hombre lo miró por un momento, antes de que se llevara los tres sobres de JunMyeon y los abriera. Sus ojos se abrieron al ver los billetes en el interior y los sacó, poniéndolos a través de una máquina de contar dinero.
— Estás loco. — SeHun susurró al oído de JunMyeon y JunMyeon se encogió de hombros, sin siquiera darse cuenta cuando se apoyó contra el pecho de SeHun.
Sólo se dio cuenta de eso cuando SeHun pasó un brazo alrededor de su cintura, pero en realidad no quería moverse. El hombre detrás del mostrador, Jack, los miró por un momento, antes de que la máquina se detuviera y mostrara el recuento de dinero.
— ¿Es eso suficiente? — JunMyeon preguntó con una sonrisa inocente en su cara.
— Más que suficiente señor.
JunMyeon sonrió y SeHun pellizcó su cadera antes de alejarse.
— Muéstreme el camino entonces. — JunMyeon le dijo al hombre.
Fueron llevados a una gran galería de motocicletas que parecían nuevas y aunque JunMyeon no quería comprar algo que ya estuviera usado, sabía que tenía que conformarse con esto.
— ¿Tiene algunas otras nuevas? ¿Qué no hayan sido usadas antes?
— Tenemos algunas que recién iban a ser alquiladas el mes que viene.
Les mostró seis motos diferentes, y por supuesto, SeHun tomó la más barata.
— No he venido hasta aquí para que escojas la más barata. ¿Qué tal la Bentley?
— Estoy...
— ¿Cuánto cuesta?
— Cincuenta mil.
— Me voy a desmayar. — Dijo SeHun y JunMyeon sonrió.
— Hay que ver si se ajusta a ti.
— No es un zapato, JunMyeon. Por supuesto que se ajusta. — SeHun hablo y paso una pierna sobre ella para que pudiera sentarse correctamente.
— Es buena.
— Genial, la llevamos.
— ¿Quieren cascos?
— ¿Uh? — Preguntó SeHun, volviendo a mirar a JunMyeon.
— Claro.
— ¿Qué tal este?
SeHun apuntó un casco negro delante de JunMyeon, quien se encogió de hombros.
— No es como que yo fuera a usarlo.
— ¿No está pensando en conseguir uno? — Preguntó Jack y JunMyeon negó con la cabeza.
— No hay manera de que me suba a eso en la vida.
— Oh. Asumí que... oh.
— ¿Qué asumió?
JunMyeon tenía la mala costumbre de ser extremadamente preguntón con las personas que parecían estar pensando menos de él.
— Que ustedes dos estaban juntos y tenían previsto llevarse dos.
— Bueno, no lo estamos. — JunMyeon dijo rápidamente, con sus mejillas calientes.
— Igual deberías conseguir un casco. Tal vez cambies de opinión. — Dijo SeHun y JunMyeon negó con la cabeza una vez más.
— ¿Qué pasa si me caigo o vuelo o algo así?
— No seas estúpido. — SeHun rodó los ojos.
— Bien. Tráigame uno. Pero quiero el azul. Y ¿tiene una de esas cosas con las cerraduras de la rueda de alarma? ¿Para que no sea robada?
— Claro.
Después de que habían comprado los cascos, un bloqueo de las ruedas y firmaron los papeles, SeHun le dio al hombre su dirección de donde podían entregar la motocicleta.
— ¿Estás bien? — Preguntó JunMyeon cuando regresaron al coche.
— Sí... es solo... no sé como reaccionar a esto.
— Oh
— Nunca nadie había hecho esto por mí. Es extraño y abrumador.
— ¿No estás feliz? Sólo quiero verte feliz.
— ¿Estás tratando de comprar mi felicidad?
— ¡No! Por supuesto que no. El dinero no compra la felicidad. — JunMyeon se encontró diciendo y whoa, ¿Qué? Hace unas semanas nunca hubiera dicho eso, ni siquiera si alguien hubiera tenido una pistola en apuntando su cabeza.
— Realmente deberías dejar las drogas. — Dijo SeHun y sonrió, así que JunMyeon sabía que estaban bien.
En realidad no estaba tratando de comprar el afecto ni nada de SeHun; él realmente quería hacerle su regalo de cumpleaños e indirectamente demostrarle que realmente le gustaba.
Dejó a SeHun en su casa y después de que este le asegurara que iba gestionar todo el asunto de la entrega, JunMyeon regresó a su casa con una sonrisa en su rostro.
Estaba jodido.
[...]
Era viernes, y antes del cuarto periodo su iPhone zumbó en su bolsillo, lo que indicaba que tenía un mensaje nuevo. Se apoyó contra la pared en el pasillo para abrirlo.
Mordió una sonrisa cuando vio que se trataba de SeHun, antes de hacer clic en el icono para ver el mensaje.
SeHun: Sáltate el cuarto periodo y ven a verme detrás de la escuela.
El corazón de JunMyeon empezó a latir más rápido porque no había manera en el infierno que pudiera saltar sin que sus padres se enteraran de ello. Pero quería hacerlo; quería ver a SeHun. Decidió excusarse al baño en los primeros diez minutos, y luego nunca regresar a la clase.
— ¡KyungSoo! — Gritó cuando vio a KyungSoo caminando por el pasillo, hablando con Yixing.
KyungSoo se dio la vuelta y sonrió, antes de decirle algo a Yixing, quien asintió con la cabeza y se fue.
— Necesito que me hagas un favor. — JunMyeon le dijo, bajando la voz.
— ¿Qué?
— Um... Voy a pasar con SeHun este período y necesito que consigas mis libros después de clase.
— ¿Bueno? Claro, supongo. JongIn me dijo que él comenzó a tomar en serio la escuela, por cierto.
— Eso está bien. — JunMyeon dijo distraídamente y caminaron juntos a clase, con KyungSoo hablando sobre JongIn.
El corazón le latía en la garganta los primeros cinco minutos de la lección de economía, y sabía que el labio ya le estaba sangrando de tanto morder.
— ¿Señorita? — Preguntó, alzando la mano de repente.
— ¿Sí señor Kim?
— ¿Puedo ser excusado? Necesito usar el baño. Me siento mal.
— Claro.
Él sonrió y se puso de pie, antes de que rápidamente se apresurara a salir del salón. Tuvo suerte de que la clase de economía no tenía una vista del patio delantero, porque entonces serían capaz de verlo fuera.
Rápidamente corrió por el patio frente a su escuela, orando a Dios que nadie lo reconocería por la parte de atrás de la cabeza. Sonrió cuando vio la motocicleta que había comprado para SeHun muy bien estacionada en una de las plazas de aparcamiento, con el bloqueo de las ruedas y todo eso.
SeHun lo estaba esperando detrás de su propia escuela, con las manos en los bolsillos mientras miraba el suelo.
Sonrió y se dio la vuelta para ver a JunMyeon. Acerco a JunMyeon contra él una vez que estuvieron detrás de un árbol en el que nadie podía verlos, presionando sus labios.
Empujó a JunMyeon contra el árbol y lo golpeó accidentalmente en la parte posterior de la cabeza.
— Oops. — Dijo mientras JunMyeon se frotaba donde recién se había golpeado.
— Hola. — JunMyeon dijo mientras miraba a SeHun.
SeHun se inclinó hacia abajo, abriendo la boca de JunMyeon con la lengua y besándolo por dos minutos antes de tener que alejarse para una pequeña escapada de aire.
— Así que, ¿Cuál es la razón de llamarme aquí durante clases?
— Quería verte.
— Veo que te gusto tu regalo de cumpleaños.
— Claro. Gracias.
— ¿Qué dicen los demás?
— Les gusta.
— No le digas a nadie que es un regalo mío. Sólo a nuestros amigos.
— Todo el mundo en la escuela, y también mi madre piensa que la robé así que está bien. — SeHun se rió y JunMyeon sonrió ante eso.
— Voy a conducir a Itaewon hoy después de la escuela, para probarla un poco.
— ¿Por qué conducir a Itaewon?
— Simplemente porque quiero. ¿Quieres venir conmigo?
— No me subiré esa cosa, ya te lo dije.
SeHun hizo un puchero; ampliando sus ojos y JunMyeon lo miró, porque SeHun estaba siendo ridículamente lindo.
— ¿Y por qué te gustaría ir? ¿Por lo menos tienes una razón?
— No necesitamos tener una razón para todo lo que hago. Me gusta hacer las cosas porque me da la gana.
— Pero pueden afectar tu futuro.
— No me gusta pensar en el futuro.
JunMyeon llevó su mano a la empuñadura en la parte posterior de la cabeza de SeHun y juntó sus labios con el fin de que cambien de tema. Y también porque sentía mariposas cada vez que SeHun lo tocaba, o solo lo miraba.
Los labios de SeHun bajaron por su cuello, besando y lamiendo pero no lo suficiente para dejar un moretón. JunMyeon quería que lo hiciera sin embargo. Quería a SeHun para marcarlo de todas las formas posibles, en todas partes para que la gente pudiera ver que JunMyeon estaba tomado.
Y lo peor era que él no estaba en realidad tomado por SeHun, probablemente nunca lo estaría. Pero se mostraba optimista por naturaleza, por lo que esperaba lo mejor, como siempre.
— Entonces, ¿Qué dices? ¿Vienes o no?
— Bueno, no me importaría ir. — JunMyeon respondió.
SeHun sonrió. — Te he corrompido bebé.
Y bien, eso no debió haber hecho que el estómago de JunMyeon casi se saliera de las mariposas que sentía.
— Lo pensaré. Y debería volver antes de que la profesora se de cuenta de que algo está mal.
— Dile que te comiste un mal caviar o algo así.
JunMyeon negó con la cabeza, pero sonrió; le encantaba cuando SeHun juguetonamente se burlaba de él.
— ¿Qué estás pensando? — Preguntó SeHun cuando vio a JunMyeon debatiendo algo.
— Cómo puedo volver sin que nadie vea mi cara mientras camino.
— Aquí. — Dijo SeHun y se quitó su chaqueta gris. — Tira de la capucha sobre la cabeza y nadie te reconocerá.
— No puedo creer que esté haciendo esto. — JunMyeon murmuró mientras deslizaba sus brazos en las mangas de la chaqueta de SeHun. Era cálida y esponjosa en el interior, así como el exterior, por no hablar de que olía bien. Y el hecho de que era tan grande sobre él era aún mejor.
— Voy a mandarte un mensaje. — Le dijo a SeHun que picoteaba sus labios una vez más antes de alejarse hacia su escuela.
Llegó a su casillero para dejar la chaqueta y luego se dirigió a la clase.
— Pasó mucho tiempo en el baño. — La maestra notó cuando JunMyeon se sentó, echando un vistazo al reloj. Había pasado bastante tiempo.
— Uh... Tuve un muy mal caviar al desayuno. — Se encontró diciendo, con una pequeña sonrisa en sus labios.
Durante el recreo le envió un mensaje a su padre, pidiéndole si podía pasar la noche con KyungSoo. Cuando llegó un texto de confirmación de vuelta, abrió su conversación con SeHun.
JunMyeon: Voy a estar en tu casa a las cinco
SeHun: Lleva algo que te abrigue
JunMyeon: Si mamá
SeHun: Mala identificación, llámame Daddy.
JunMyeon chilló, cerrando el teléfono y mirando a su alrededor con las mejillas encendidas.
En casa llevaba la chaqueta de SeHun todo el tiempo. Nunca lo admitiría, pero se sentía lindo y pequeño bajo la enorme prenda. Tal vez incluso sexy, pero eso era algo que definitivamente ni siquiera pensaría.
Alrededor de las cuatro y media ya había empacado una mochila llena de un par de calzoncillos Calvin Klein, un nuevo cepillo de dientes y sus gafas. Se la colgó en el hombro y se miró en el espejo una vez más, antes de que saliera de su habitación para ir donde SeHun. Su casco estaba también donde SeHun, ya que sus padres probablemente harían demasiadas preguntas si lo encontraban en su habitación. Y sí, en realidad iba a caminar todo el camino hacia SeHun porque se conocía el camino de memoria.
— He traído una mochila. — Fue lo primero que dijo cuando vio a SeHun sentado en los escalones de la entrada de su casa, fumando.
— Ponlo en mi cama, adentro.
— ¿Está tu madre en casa? — Preguntó JunMyeon, mirando a su alrededor su coche.
— No. Tiene turno por lo que saldrá tarde.
— ¿No tenías ninguna fiesta esta noche?
— Sí, pero tu eres mucho más entretenido e importante.
JunMyeon trató de detener una sonrisa la cual estaba estallando en su cara mientras caminaba hacia arriba a la habitación de SeHun para dejar la mochila y agarrar el casco.
Incluso se había vestido adecuadamente; una chaqueta de cuero de Armani (la única que poseía), skinny jeans negros, un polo de Abercrombie & Fitch y Converse negras.
— Esto parece muy peligroso, no sé si quiero. — JunMyeon dijo cuando SeHun puso las llaves en el encendido de la motocicleta.
— Apenas la prendí.
JunMyeon suspiró y sacó el casco, antes de subirse con la ayuda de SeHun.
— Esto es jodidamente loco, no estoy haciendo esto. Me he defraudado. — JunMyeon dijo una vez que SeHun se subió a la moto delante de él.
— Si lo estás, deja de ser un bebé.
— No puedo hacer esto.
SeHun giró la cabeza para mirarlo.
— ¿Confías en mí?
Sí, Sí, Sí, Sí, Sí.
Los ojos de JunMyeon se desviaron hacia el suelo por un momento mientras debatía si debía dejar que SeHun supiera que confiaba en él con toda su vida por la razón que sea.
— Bueno. Bien.
SeHun asintió y volvió la cabeza hacia atrás a la carretera. En el momento en que comenzaron a moverse, JunMyeon envolvió sus brazos alrededor del torso de SeHun. Nunca había sostenido algo tan fuerte como en este momento. Y si, la mitad de la razón era porque quería sentir a SeHun contra su pecho, bueno, eso no era asunto de nadie, sino el suyo propio.
Llegaron a Itaewon en poco tiempo, en frente de un gran centro comercial.
— ¿Me trajiste a Itaewon a visitar un centro comercial?
— No he venido a Itaewon para visitar algo en especial, pero podríamos ir a ver una iglesia si quieres princesa. — SeHun respondió cuando se bajó de la motocicleta.
Pusieron los cascos en la pequeña bolsa adherida a la parte trasera de la moto, antes de empezar a caminar hacia la entrada del centro comercial.
— ¿Tienes hambre? — Preguntó SeHun y JunMyeon se encogió de hombros, pero luego asintió.
— ¿KFC está bien?
— ¿KF qué?
— Oh Cristo.
— ¿Qué? ¿Es una cosa de comida rápida o algo así?
— Lo es.
Al parecer, era bastante popular la cadena de comida rápida, ya que, literalmente, tuvieron que esperar quince minutos en la fila para algunas tiras crujientes y alas calientes. Fue indignante, pero se las arreglaron para encontrar un pequeño stand para sentarse.
— Esto probablemente tiene una gran cantidad de calorías, ¿verdad? — Preguntó JunMyeon después de que mordió una de las alas calientes.
SeHun rodó los ojos. — ¿Aún con eso? Ya te dije que me vas a gustar igual si engordas.
— ¿Te gusto? — Preguntó JunMyeon, sin pensarlo bien.
— ¿Qué? — SeHun fingió como si nada hubiera sucedido.
— ¿Te gusto? — Repitió JunMyeon.
— Um... bueno, quiero decir, algo. Más de lo que debería.
— ¿Más de lo que deberías?
— Es algo bueno.
— Está bien, entonces. — Dijo JunMyeon, una enorme sonrisa se extendió en su rostro.
— Deja de sonreír de esa manera.
— No puedo.
SeHun se encontró a sí mismo sonriendo también, y así es como continuaron comiendo; con grandes sonrisas en sus caras que estaban manchadas de salsa picante grasienta.
— ¿Sabes lo que me gusta de venir aquí? — Preguntó SeHun cuando salió del baño, después de que se lavaron las manos.
— ¿Qué?
— El hecho de que nadie sabe quién soy. Puedo hacer cualquier cosa y nadie nunca me verá de nuevo.
— ¿Cómo qué?
— Cómo esto. — Dijo SeHun y de repente acercó a JunMyeon hacia él, juntando sus labios.
— ¡SeHun! — JunMyeon exclamó, mirando rápidamente alrededor para ver si alguien se había dado cuenta, pero la gente ni siquiera les prestaba atención.
— Tengo que conseguir nuevos aviadores, y te necesito para probar Starbucks.
— ¿Por qué tengo que probar Starbucks? — Preguntó SeHun y siguió a JunMyeon a la tienda de Ray Ban.
— Porque he comido grasa en todos los lugares que me has presentado.
— Está bien.
No pasó mucho tiempo antes de que JunMyeon encontrara un par que realmente le gustaba y se los mostró a SeHun después de que se asegurara de que se veía bien con ellos.
— ¿En serio? ¡Valen casi doscientos dólares! ¡Puedes conseguir gafas iguales que estas a diez! — Exclamó SeHun cuando comprobó la etiqueta de precio.
— Sí, pero entonces sabré que no son de una marca real y no voy a sentirme bien conmigo mismo.
— Si necesitas dinero para sentirte bien contigo mismo, entonces tienes un problema.
— Lo que sea, no espero que lo entiendas. — JunMyeon murmuró y se alejó de SeHun, decidido a darle un tratamiento de silencio para ver si realmente le importaba.
Pagó por sus gafas de sol y sin decir una palabra salió de la tienda, sabiendo que SeHun casi pisaba sus talones.
— ¿En serio no me hablaras ahora? — Preguntó SeHun cuando llegaron a la fila de Starbucks.
JunMyeon levantó las cejas y frunció los labios, apoyando una mano en su cadera mientras esperaba.
— Eres ridículo. — SeHun se rió y puso una mano sobre su hombro, tirando de JunMyeon hacia él. Y por mucho que JunMyeon hubiera querido apartarse sólo para demostrar su punto, se sintió relajarse en el toque de SeHun.
— ¿Todavía enojado? — Preguntó SeHun y JunMyeon se quedó mirando el menú, a pesar de que ya sabía lo que iba a pedir.
— Bebééé. — SeHun alargo y puso la otra mano sobre el hombro de JunMyeon para que se enfrentaran entre sí correctamente.
JunMyeon desvió la mirada y estaba un poco orgulloso de sí mismo porque estaba logrando mantener una sonrisa. Le encantaba la atención de SeHun.
SeHun puso mala cara y luego pasó la lengua por el labio inferior, que sin duda llamó la atención de JunMyeon porque él estaba mirando.
— No estás enojado. — SeHun sonrió y JunMyeon rodó los ojos cuando SeHun lo acercó a su pecho.
Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de SeHun y suspiró porque era demasiado débil para estar realmente enojado con él. Lo cual era una cosa mala; no quería que SeHun pensara que podía lograr todo tan fácilmente.
— Entonces, ¿Qué debería pedir? — SeHun preguntó esta vez mientras miraba el menú.
— Me gusta el de caramelo Frap, podrías probar eso.
— ¿Cómo está la cosa... eh... Cinnamon Dolce?
— Es bueno.
— Voy a conseguir ese entonces.
— Claro.
Después que llegaron sus pedidos en vasos de plástico, comenzaron lentamente a caminar de nuevo a la moto.
— ¿Y? ¿Es bueno? — Preguntó JunMyeon.
— Mhm. Muy dulce.
— Te lo dije — JunMyeon chupó la paja y SeHun miró a sus mejillas vaciadoras mientras lo hacía.
— Eso es realmente molesto.
— ¿Lo es? — JunMyeon bromeó, mirando a SeHun sobre sus lentes y chupando de nuevo.
— Para. — SeHun advirtió y tomó la mano de JunMyeon fuera de la taza.
— Es bueno saber que te manipulo. — Admitió sonriendo.
— Estas abusando de tu poder.
— Soy irresistible.
— Y muy modesto.
JunMyeon se encogió de hombros.
— Dame un beso. — Dijo SeHun de repente y JunMyeon negó con la cabeza.
— Estamos en público.
— Nadie sabe quien somos. — SeHun apretó la mano que aún sostenía.
— SeHun...
— Bésame, joder. — SeHun repitió serio y JunMyeon no perdió el tiempo para ponerse de puntillas y presionar sus labios contra los de SeHun.
— ¿Feliz?
— Extremadamente. — Dijo SeHun, sonriendo contento. Y si eso hizo que SeHun estuviera feliz, entonces a JunMyeon no le importaría volver a hacerlo.
Se quedó inmóvil, sin embargo cuando sintió un cosquilleo en su mano contra la de SeHun hasta que sus dedos se entrelazaron de forma automática y wow, está bien, estaban tomados de la mano ahora.
Miró a SeHun, inseguro, pero este en vez de mirarlo le dio un sorbo a su bebida en lugar y comenzó a caminar, con JunMyeon poniéndose a su ritmo rápidamente.
Estaban haciendo esto. Estaban caminando, con gente alrededor de ellos mientras tenían tomadas las manos. Y nadie siquiera pestañeaba a ellos como si fuera completamente normal.
Fue realmente abrumador para JunMyeon, pero un buen tipo de abrumado.
Bajó la mirada a sus manos mientras caminaban, y estaba completamente hipnotizado por la diferencia de tamaño. La mano gigante de SeHun estaba cubriendo la de JunMyeon casi por completo, pero se sentía como piezas de un rompecabezas que encajaban. Al menos para JunMyeon.
— Estoy tan cansado, literalmente podría dormir aquí en el estacionamiento. — JunMyeon dijo una vez que llegaron a la motocicleta, las bebidas terminadas y listos para volver.
— Puedes dormir cuando lleguemos a casa.
No era 'mi casa', era simplemente casa. Y JunMyeon no tenía ningún problema con eso. Le gustaba la casa de SeHun más de lo que le gustaba la suya para ser honesto. Era pequeña pero cómoda y no había ruidos y voces que hablaban y lo mejor era que SeHun estaba en ella, por supuesto.
Eran las ocho y media cuando regresaron y JunMyeon sabía que si iba a la cama en ese momento, se despertaría muy temprano.
— Me duele la espalda. — Se quejó y se sentó en la mesa cuando SeHun consiguió dos vasos del armario.
— Yo podría masajear tu espalda si quieres.
— ¿Estás de voluntario para masajear mi espalda? — Preguntó JunMyeon y bebió el agua que SeHun había vertido en el vaso con dos grandes tragos.
SeHun se encogió de hombros. — No me da asco ni nada, si eso es lo que estás pensando.
— Está bien, entonces.
— Ve a la cama y sácate la polera, voy a estar allí pronto.
— Está bien.
JunMyeon se dirigió rápidamente arriba, con emoción puesta en común en la boca del estómago, por razones desconocidas. Se quitó los pantalones demasiado rápido y se acostó en la cama boca abajo en tan sólo sus calzoncillos Armani.
Oyó a SeHun entrar y poner una almohada debajo de su barbilla para sostener la cabeza y sentarse más cómodamente.
— ¿Ese es aceite real para masajes? — Preguntó JunMyeon.
— Mi mamá lo tiene.
— Bueno. Huele bien.
SeHun se subió a la cama y se sentó a horcajadas sobre los muslos de JunMyeon, y está bien , tampoco llevaba sus pantalones.
— Relájate, ¿sí?
— Lo estoy.
Oyó a SeHun abrir la botella antes de arrojar chorros en sus manos luego frotándolas en aceite. Se estremeció un poco cuando las manos de SeHun bajaron y se pegaron a su piel, lentamente frotando círculos en la espalda superior.
— Esto se siente muy bien. — Dijo JunMyeon y cerró los ojos.
SeHun se movió a sus hombros después de un tiempo y JunMyeon dejó escapar un suave gemido.
— Esto se siente mejor que el sexo para ti, ¿no es así?
— Nunca he tenido relaciones sexuales.
— Vamos a tener que arreglar eso pronto entonces. — El corazón de JunMyeon se aceleró porque ahora que pensaba en ello, confiaba y quería que SeHun tomara su virginidad.
La espalda de JunMyeon se arqueó al sentir los labios de SeHun en su piel, chupando y mordiendo.
— ¿Qué estás haciendo?
— Marcándote. — Respondió SeHun y JunMyeon se relajó contra sus labios, a pesar de que tenía mariposas en el estómago.
No estaba seguro de cómo, ni por qué, pero se sentía dormido así, con los labios de SeHun en su piel y una sonrisa en su rostro.
[...]
Se agitó despierto unas horas más tarde, con la cara aplastada contra la almohada. Miró a su alrededor para encontrar a SeHun asomándose por la ventana con un cigarrillo entre los dedos.
— ¿Qué hora es?
— Once y media.
— ¿Por qué no estás durmiendo?
— Por lo general voy a la cama a medianoche.
— Pero puedes dormir, ¿verdad? — JunMyeon comprobó mientras se levantaba de la cama.
— Sí, no tengo más insomnio.
JunMyeon sonrió y se dirigió al cuarto de baño a cepillarse el sabor rancio de su boca.
— Hace demasiado frío aquí. ¿Puedes prender la calefacción?
— Está encendida, pero estás solo en ropa interior.
— ¿Puedo tomar una de tus chaquetas?
— ¿Por qué?
— Porque me gustan. Son grandes... y esponjosas.
— Claro. Escoje una fuera del armario — SeHun sonrió y puso el cigarrillo en el cenicero que colocó en el alféizar.
JunMyeon abrió el armario de SeHun y rebuscó el suéter en el closet (Que había limpiado la última vez que estuvo aquí y parecía que SeHun decidió mantenerlo de esa manera), antes de elegir uno que era gris simple pero esponjoso.
Colgaba bajo su cuello, revelando sus clavículas y casi sus pezones, y llegaba más allá de sus muslos. JunMyeon estaba nadando literalmente en el.
Se volvió a mirar en el espejo, ajustándose la franja sonriendo.
— Te encanta la forma en que te ves, ¿no?
JunMyeon asintió y se acercó a él, acomodándose entre él y la ventana abierta. Tenían una vista de la calle desierta que estaba tenuemente iluminada por las farolas.
— Estoy pensando en ir a la Universidad — SeHun comenzó y JunMyeon enarcó las cejas, sin decir nada.
— Para estudiar derecho. Y quiero conseguir un trabajo.
— Yo te puedo ayudar con eso si quieres.
— ¿Con que?
— Estudiar. Y conseguir un trabajo. Mi tío contrata camareros por su hotel. La paga es decente.
— Oh. Bueno. Eso sería genial.
— ¿Cuál es tu promedio de calificaciones?
— 2.0.
— Eso es como un... ¿Qué, 75?
SeHun asintió con la cabeza.
— Si empiezas a estudiar y realmente te concentras en la escuela puedes llegar a 3,0. E ir a la Universidad de Londres.
— ¿Por qué iba yo ir a Londres?
Porque yo voy a estar allí
— O aquí en Seúl. — JunMyeon se encogió de hombros.
— ¿Tú a dónde vas?
- Oxford.
— Por supuesto que sí. — SeHun se rió. — Eso significa que tengo que entrar a la de Londres, ¿verdad?
— ¿Estás diciendo que vamos a estar juntos a partir de ahora?
SeHun giró la cabeza para mirarlo.
— ¿Estás diciendo que te gustaría eso? — SeHun respondió a su pregunta con otra pregunta.
— Bueno... no me importaría.
— ¿Qué pensaría tu novia sobre esto?
— Yo eh, en realidad. Quiero romper con ella.
Las cejas de SeHun se juntaron mientras miraba a JunMyeon.
— ¿Cuándo?
— No lo sé. Tan pronto como sea posible. Sólo me temo de como mis padres van a reaccionar.
— Esta es tu vida, no de tus padres. — Dijo SeHun y JunMyeon asintió.
— Lo sé. Pero es que... no quiero decepcionarlos.
— Tómate tu tiempo, entonces. — Dijo SeHun y dio un paso atrás de la ventana para que pudiera cerrarla.
— Quiero ir a la cama. — JunMyeon le dijo.
— Acuéstate entonces.
— Contigo.
— Bueno.
Después que cerraron la ventana y fueron al baño, llegaron bajo las sábanas juntos. JunMyeon lo abrazó sin siquiera preguntar, acurrucándose contra SeHun y deslizando sus dedos de los pies bajo las rodillas de SeHun para mantenerlos calientes.
— Buenas noches. — Dijo.
— Buenas noches, Jun.
JunMyeon sonrió para sí mismo en el apodo y cerró los ojos. Sin embargo, se quedó dormido después de que la respiración de SeHun se relajara.
Se despertó a las diez de la mañana al día siguiente, con SeHun durmiendo a su lado. No quería despertarlo, así que se levantó de la cama en silencio, antes de dirigirse al cuarto de baño.
Después de que se cepilló los dientes y se vistió para el día, salió del cuarto de baño para encontrar que SeHun ya se había levantado.
— Tengo que ir a casa ahora, antes de que me castiguen otra vez.
— Bueno. ¿Quieres que te acompañe?
— ¿Donde?, ¿A casa?
SeHun asintió y se frotó los ojos y se estiró.
— No, lo puedo manejar.
En secreto, echó la camisa Ramones de SeHun en su mochila para que pudiera usarla en la escuela sin que nadie sepa que era de SeHun.
— Me voy a ir. Debes cerrarme la puerta.
SeHun salió de la cama y se arrastró detrás de JunMyeon hasta que llegaron a la puerta.
— ¿Nos vemos entonces?
— Claro.
SeHun se inclinó y dio un beso en sus labios. JunMyeon le sonrió antes de darse la vuelta y alejarse con las mariposas en el estómago. Esto no puede ser real.
Cuando llegó a casa, desayuno solo en la cocina y se dirigió directamente a su habitación.
Más tarde ese día, cuando estaba en el baño preparándose para la cama vio los chupones que SeHun había dejado en su espalda.
Se mordió el labio cuando vio que estaban en forma de un corazón real. Y si ese era el camino de SeHun para que JunMyeon cayera, JunMyeon no tenía ningún problema con eso en absoluto.
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