Capítulo 14
SeHun estaba sentado en el césped al lado del lago, fumando, cuando JunMyeon se acercó a él. Estaba helado, pero nunca lo admitiría o haría un esfuerzo por volver. Quería a SeHun para mantenerlo caliente.
JunMyeon se sentó a su lado y no dijo nada durante unos minutos, se quedó mirando el agua oscura.
— Te estás congelando. — Dijo SeHun y JunMyeon lo miró.
— Solo un poco.
— Sostén esto.
JunMyeon tomó el cigarrillo ofrecido y observó a SeHun mientras se quitaba la chaqueta de mezclilla, antes de entregársela.
— Toma esto.
— Uh... ¿Seguro?
— Sí.
SeHun tomó el cigarrillo mientras JunMyeon se ponía la chaqueta y se la abrochaba hasta el cuello. Este abrazó sus rodillas contra su pecho y miró a SeHun mientras fumaba.
— Así que... ¿te sientes diferente ahora que tienes veinte? — Intentó hacer conversación.
— La misma vieja mierda, pero con una edad diferente.
— Por... ¿por qué no te parece que tu cumpleaños es importante? Deberías estar feliz.
— ¿Feliz de que hace veinte años nací en un hogar abusivo con dos padres que ni siquiera les importaba una mierda? ¿Quieres saber por qué realmente no me preocupo por mi cumpleaños?
JunMyeon asintió, inseguro.
— A mí me gustaba mi cumpleaños cuando era pequeño. Mi madre me horneaba un pastel y luego me gustaba desear una torta aún más grande para el próximo año. Pero cuando cumplí diez mi madre no estaba en casa, así que pensé que iba a celebrarlo con mi padre. Bajé las escaleras, obviamente emocionado de que había cumplido diez y había vivido una década. Le dije a mi padre que era mi cumpleaños y que cumplía diez años, obviamente emocionada por ello. Todavía recuerdo la mirada de indiferencia en su rostro cuando se encogió de hombros y dijo: '¿Y qué?'. Es estúpido... pero recuerdo esa mirada en cada uno de mis cumpleaños.
Se detuvo un momento antes de continuar.
— Entonces en mi undécimo cumpleaños ambos lo olvidaron, y en mi duodécimo cumpleaños mi padre dijo que ni siquiera pensara en eso, que sólo querían a mi hermana mayor y que yo había sido un accidente. Estaba bromeando, pero eso se me pegó en la cabeza. Nunca celebraron mi cumpleaños después de eso, nunca me llegó ninguna torta y ni siquiera se molestaron en desearme un feliz cumpleaños. Así que sí, no creo que sea tan importante.
El corazón de JunMyeon se hirió. Literalmente, herido de lo mucho que quería simplemente abrazar a SeHun, acariciarle el pelo y decirle que estaba feliz de que hubiera nacido.
— ¿Sabes que esta casa se lleno solo para celebrar tu cumpleaños? — Preguntó finalmente JunMyeon y SeHun negó con la cabeza.
— Están aquí por el alcohol. Las personas sólo se preocupan si hay alcohol o drogas.
— Eso es m...
— Mira mi madre por ejemplo, ella no da una mierda por mí, porque no tiene nada que ganar con ello. Si yo tuviera un trabajo, me estaría besando el culo. A nadie le importa.
— A mí me importa. — Dijo JunMyeon y SeHun se giró para mirarlo a los ojos.
— Todavía estoy tratando de averiguar por qué. Finges cuidar de ti porque no quieres decirle a la gente que eres gay — SeHun habló y dio una calada a su cigarrillo.
JunMyeon ignoró su comentario.
— ¿Por qué siempre esperas lo peor de la gente?
— ¿Por qué no hacerlo?
— Porque me gusta pensar que la gente es buena.
— Nadie es bueno sólo porque si.
— Lo eres.
— ¿Desde cuándo? — Preguntó SeHun sarcásticamente.
— Vi que le dabas algo de dinero a un niño hace unos días.
— Porque sé lo que es no tener nada. Los que tienen menos suelen dar más.
— Eres realmente bueno, pero no te gusta que la gente piense eso.
— Deberías ser psicólogo, en serio.
— Y entonces utilizas el sarcasmo para ocultar tus sentimientos. — Añadió JunMyeon.
SeHun se movió un poco hacia delante, lejos de JunMyeon para poder tirar el cigarrillo en el lago.
— He aprendido a controlar mis sentimientos. — SeHun dijo apoyado en sus palmas.
— Eso es estúpido.
— Porque si en realidad los expresas, te lastimas.
— ¿Acaso tus padres nunca te dicen que te aman? ¿O cualquier persona? — Preguntó JunMyeon, mirando la parte posterior del cuello de SeHun.
— Oh, mi papá seguro lo hizo cuando me hacía mierda, y mi mamá cuando folló con el vecino de al lado.
La boca de JunMyeon se abrió y sintió que su corazón se estrechaba en su pecho. Recordó las palabras exactas que le había dicho a SeHun esa noche cuando estaban en su cama:
"Estaba esperando que la historia sea un poco más interesante. Como que fuiste abusado cuando eras niño o tu mamá tuvo un romance salido mal o algo así"
Se sentía tan mal, que estaba a punto de explotar.
— Lo siento. Lo siento mucho. — Dijo JunMyeon y SeHun negó con la cabeza.
— No tie...
JunMyeon se levantó sobre sus rodillas y envolvió sus brazos alrededor del cuello de SeHun, presionando su mejilla contra la de él. Ni siquiera le importaba que probablemente estaban sus jeans sucios.
— No tienes que sentir lástima por mí, JunMyeon. — Dijo SeHun, en secreto abrumado por las acciones de JunMyeon.
— No siento pena por ti, estoy triste que todo esto te haya pasado. No te mereces eso. Nadie lo hace.
SeHun se recostó en el abrazo de JunMyeon y suspiró.
— ¿No tienes sueño? — Preguntó JunMyeon, bostezando.
— No. ¿Tú?
— Un poco.
— Puedes volver ya sabes.
— Prefiero quedarme contigo. — JunMyeon dijo y soltó a SeHun, sentándose a su lado.
— ¿Puedo dormir con mi cabeza en tu regazo? — Preguntó.
SeHun se encogió de hombros y una vez más se echó hacia atrás con sus manos, por lo que JunMyeon podría acurrucarse en una bola y poner la cabeza en su regazo.
JunMyeon abrió los ojos dos horas más tarde, justo cuando el sol estaba saliendo. Miró a SeHun, que seguía despierto, con los ojos rojos como si no hubiera dormido en días. Parecía cansado y desgastado.
— ¿Ronco? — JunMyeon preguntó una vez que se enderezó y se golpeó la espalda.
SeHun negó con la cabeza y miró hacia el cielo por un momento.
— Siempre he querido ver el amanecer. — JunMyeon le dijo y sacó su teléfono para tomar una foto.
Sintió un mal sabor en la boca por lo que buscó en los bolsillos de la chaqueta un chicle. Sabía que SeHun debía tener chicles porque siempre estaba masticando algo.
Encontró un paquete pequeño y tomó uno, antes de que se establecieran en un largo y cómodo silencio. Se dio cuenta de que SeHun tenía sus pulseras de nuevo.
— Feliz cumpleaños.
— Ya lo has dicho antes.
— Sólo quiero que sepas que um... Me alegro de que nacíeras.
SeHun se giró hacia él y JunMyeon sonrió, levantando las cejas. SeHun se inclinó para presionar sus labios antes de chupar su labio inferior y mordisquearlo.
— Debemos volver antes de que alguien se despierte. — JunMyeon sugirió y SeHun asintió, poniéndose de pie y sacudiéndose el polvo de sus pantalones.
— Hay un poco de tierra en la parte de atrás de tus pantalones.
— Quítala. _ Dijo JunMyeon, pero luego se dio cuenta de que probablemente era sólo una excusa para que SeHun tocara su trasero.
[...]
Eran las ocho cuando entraron a la casa y la gente todavía estaba durmiendo. JunMyeon sabía que tenían que limpiar la casa a las doce, por lo que le preguntó a SeHun si podía despertar a todo el mundo mientras él limpiaba.
Cerca de las once y media casi todo el mundo se había ido. La gente parecía haberlo pasado bien porque realmente le habían agradecido a JunMyeon y a SeHun le desearon un feliz cumpleaños, una vez más.
Se dio una ducha rápida para quitar el olor a humo.
— ¿Podemos ir a almorzar? — Preguntó Irene y JunMyeon la miró mientras abría su coche.
Lanzó una rápida mirada en dirección a SeHun, que estaba en el coche con JongIn.
— Um... ¿no iras a la misa de hoy?
— Tú tampoco irás.
— Oh... bien entonces. ¿Podemos-podemos conseguir algo en Ramsay si quieres? — JunMyeon sugirió e Irene asintió con entusiasmo.
Una hora más tarde se sentaron en una mesa en la esquina con la comida ya estando frente de ellos.
— Entonces, ¿De quién fue la idea de lanzar esta fiesta para SeHun? — Irene preguntó mientras cortaba el pollo.
— Um, BaekHyun. Yo sólo ofrecí la casa. ¿Por qué?
— Sólo me preguntaba. No sabía que eran tan cercanos — JunMyeon frunció el ceño.
— No somos cercanos. ChanYeol necesitaba un lugar para lanzar la fiesta y me ofrecí. No es gran cosa.
— No me importa. — Ella dijo a la defensiva. — SeHun es agradable.
— ¿Agradable? — Se cuestionó confundido.
— Sip.
JunMyeon inhaló bruscamente y relleno sus labios con algunas verduras cocidas por lo que no tendría que decir nada.
— Además, no ví a KyungSoo anoche. Él estaba allí, ¿verdad?
— Um... sí. Solo que se fue acostar temprano.
— Creo que a JongIn le gusta.
Bueno, tenía que parar si no quería que JunMyeon se ahogara con su alimento y falleciera en un restaurante.
— ¿Por qué piensas eso?
— ¡Porque él lo molesto toda la noche! Creo que es por eso que KyungSoo se escondió en una habitación, para no enfrentarse a JongIn. Y cuando JongIn desapareció, quería decirle a KyungSoo que podía salir, pero no lo pude encontrar.
JunMyeon trató de forzar no sacar una sonrisa porque ella era tan increíblemente ajena de por qué habían desaparecido, y también hizo un juego de palabras.
— ¿No te um-no crees que es asqueroso? O, ¿no tienes nada contra el hecho de que JongIn sea... gay? — Preguntó JunMyeon, temiendo la respuesta.
— Bueno... definitivamente creo que ha hecho una mala elección, pero siempre y cuando no bese a un chico delante de mí no me molestará.
No es una opción, pensó JunMyeon.
— Sabes que SeHun también es gay, ¿verdad?
— Él es bisexual, solo está confundido.
JunMyeon quería gritarle porque ser gay no era una maldita elección y SeHun no estaba confundido. Dios, odiaba su perspectiva del mundo en este momento. Ella era tan torpe y estúpida, JunMyeon iba a explotar.
Y la idea de que podría tener que pasar el resto de su vida con alguien que discriminaba a las personas en función de su sexualidad le daba ganas de vomitar.
Si pensaba en ello, hace unos meses él hubiera dicho las mismas cosas que ella. Qué la homosexualidad era un pecado y que las personas con menos dinero eran irrelevantes, pero algo lo ha cambiado.
Y sabía que ese "algo" era en realidad SeHun. SeHun, con todos sus tatuajes, esas cicatrices en su muñeca y su jodida vida.
Le daba miedo que una persona, SeHun de todas las personas , hubiera influido en él tanto en tan poco tiempo.
— No estoy realmente en estado de ánimo para comerme todo esto, para ser honesto.
— ¿Me puedes llevar a casa? — Preguntó una vez que terminaron de comer.
— Claro. — Él respondió.
JunMyeon la llevó a su casa y ella le dio las gracias por la fiesta y la comida, antes de picotear sus labios y salir del coche.
Condujo por la ciudad, y de alguna manera (que fue una coincidencia, honestamente, lo era) terminó frente a la casa de SeHun.
Vio un pequeño Opel Astra aparcado en la acera de enfrente de la casa y supuso que era el coche de la madre de SeHun. Aparcó el Lamborghini detrás de él y sacó su teléfono para mandarle un texto a SeHun.
Pero no tuvo tiempo de hacerlo, porque había alguien tocando a su ventana, sorprendiéndolo. Suspiró aliviado cuando vio a SeHun mirándolo con una expresión confusa.
— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó SeHun una vez que JunMyeon bajó la ventanilla.
— Um... sólo llegue aquí, no lo sé, no quiero ir a mi casa ahora mismo.
— ¿Quieres venir?
— ¿Cómo sabías que iba a venir?
— Puedo oír tu coche a tres cuadras de distancia. — Dijo SeHun y JunMyeon estaba un poco decepcionado de que SeHun no hiciera una insinuación sexual.
JunMyeon volvió el motor antes de que sacara las llaves del encendido y se bajara del coche.
— ¿Tu mamá esta en casa? — Preguntó cuando SeHun abrió la puerta, pero consiguió su respuesta cuando la vio en la pequeña mesa de la cocina para dos con una botella de cerveza en una mano y unos papeles en la otra.
Ella alzó la vista hacia ellos, ni siquiera parecía sorprendida de que SeHun había traído a alguien. JunMyeon habría tenido que pedir a su madre dos días de antelación si podía traer a alguien más.
— Buenas tardes señora Oh. — Dijo JunMyeon y ella negó con la cabeza.
- Es Sra. Lee.
JunMyeon asintió y se disculpó, antes de que SeHun suspirara y caminara hacia las escaleras.
— ¿Es que no le importa que traigas a cualquier persona sin avisar?
— No tengo porque avisarle nada. — Respondió SeHun y JunMyeon lo observó mientras se sentaba en su escritorio.
JunMyeon arrugó la nariz porque la habitación de SeHun olía a humo excesivo y colonia.
— ¿Estabas fumando? — Preguntó y SeHun señaló el cenicero lleno sobre su escritorio.
— Y masturbándome. Acabo de terminar de hecho.
— Estabas masturbándote. — JunMyeon dijo con incredulidad y fue a abrir la ventana para que un poco de aire fresco entrara en la habitación.
— Mhm. — Confirmó SeHun.
— ¿Sólo así? ¡Con tu madre abajo! Y tu ordenador portátil ni siquiera esta prendido.
— Estaba pensando en ti. — Dijo SeHun con indiferencia y sacó otro cigarrillo de su mochila.
— ¿En mí? ¿H-haciendo qué? — JunMyeon tartamudeó, sus ojos poniéndose anchos.
— Ponerte de rodillas y darte por detrás.
— Oh.
SeHun miró su encendedor, pero JunMyeon tenía otras cosas en mente ahora que SeHun le había hecho pensar en sexo. Honestamente no tenía idea de lo que se apoderó de él, pero levantó su pierna derecha a horcajadas de SeHun en su silla.
SeHun lo miró sorprendido, pero no protestó; eligió agarrar las caderas de JunMyeon en su lugar. Sus labios se encontraron a medio camino y JunMyeon ahueco la cara de SeHun para poder profundizar el beso.
Unos minutos más tarde SeHun había comenzado a impacientarse y alcanzó una mano hacia abajo a los pantalones de JunMyeon para encontrarlo ya duro.
— ¿Podemos ir a la cama? — JunMyeon respiró cuando SeHun tomó su polla sobre sus vaqueros.
SeHun no perdió el tiempo para agarrar los muslos de JunMyeon para levantarlo, y luego caminar hacia la cama.
— ¿Qué quieres que te haga? — SeHun le preguntó mientras lo besaba por el cuello.
— Con-con la lengua por favor.
SeHun pasó la lengua por sus labios y sentó a JunMyeon a horcajadas sobre sus caderas para que pudiera sacar el polo negro. Normalmente JunMyeon hubiera hecho una observación cuando SeHun tiró descuidadamente su camisa en el suelo, pero lo único que quería en este momento era la boca de SeHun sobre él.
— ¿Tu mamá no vendrá? — Preguntó sin aliento mientras SeHun arrastraba los pies más abajo en su cuerpo para que pudiera sacar sus pantalones también.
— No.
— ¿Estás seguro?
— Sí.
SeHun abrió la cremallera de sus pantalones y se los quitó, dejándolos caer en el suelo al lado de su camisa.
— Quítate la ropa también. — JunMyeon prácticamente ordenó y SeHun hizo lo que se le pidió.
Después de que se había despojado de sus calzoncillos sacó los bóxers de JunMyeon fuera, dejando su polla roja hinchada libre.
— Ponte de estómago y no toques. — SeHun habló y JunMyeon se convirtió rápidamente en torno a la demanda de SeHun, gimiendo cuando su pene quedó encajado entre su estómago y las sábanas.
SeHun se pasó la lengua por los labios y extendió los glúteos de JunMyeon, revelando su agujero de color rosa apretado, como la última vez que lo había visto.
Pasó un dedo por el borde, haciendole burlas a JunMyeon. A SeHun le encantó la forma en que se movió con impaciencia contra las sábanas, tratando de crear algún tipo de fricción.
— Por favor, SeHun.
SeHun tragó saliva y se inclinó para lamer una larga franja de las bolas de JunMyeon. todo el camino hacia arriba, y luego repitió la acción tres veces más.
Rodeó el borde de JunMyeon un par de veces antes de meter su lengua, más allá del anillo del músculo, lo que hizo a JunMyeon gemir en voz alta y agarrarse de las sábanas.
— Pon tus dedos. — JunMyeon exhaló y SeHun lo miró hacia atrás con los ojos vidriosos y una mirada determinada en su rostro. — Dos de ellos.
— Bueno. Mierda. Está bien. — Dijo SeHun, abrumado y se acercó a JunMyeon para tirar de la botella de lubricante de debajo de una de las almohadas.
— ¿En serio? — Preguntó JunMyeon con incredulidad.
— Útil, ¿no?
JunMyeon negó con la cabeza y estaba a punto de decir algo más, pero sintió el dedo corazón de SeHun en su agujero, y luego finalmente este entró.
Intentó crear fricción moliendose abajo en las sábanas empujándose contra el dedo de SeHun.
— Uno más, por favor.
— JunMyeon...
— Hazlo. Se siente tan bien, por favor.
— Joder, me encanta cuando ruegas por mí. — SeHun murmuró en voz baja mientras trataba de empujar su dedo índice.
SeHun no podía creer lo increíble que se sentía tener sus dedos en el interior del estrecho agujero de JunMyeon, y no podía dejar de imaginar cómo su polla lo haría un día.
— SeHun. — JunMyeon gimió en las sábanas, agarrándose tan fuerte que sus nudillos se pusieron blancos.
— Bebé, ¿te vas a venir para mí? — Preguntó SeHun y alcanzó su mano libre en sus pantalones para masturbarse rápidamente fuera también.
— Sí, sí, sí. — JunMyeon gimió y se empujó contra los dedos de SeHun. — Allí, por favor.
SeHun hizo tijera con los dedos para que pudiera burlarse de su próstata, lo que hizo que JunMyeon se viniera con un pequeño grito encima de las sábanas.
SeHun se vino justo después en su mano y se tomó unos segundos para bajar de su orgasmo. Se levantó de la cama y se dirigió al baño rápidamente para lavarse las manos. Cuando regresó JunMyeon rodó sobre su espalda, sonrojándose porque él había hecho un lío en las sábanas de SeHun.
— Lo siento... las sábanas. — Dijo mirando hacia abajo con aire de culpabilidad.
— Está bien, tengo las limpias. Levántate para que pueda cambiarlas. — JunMyeon se levantó de la cama y se vistió mientras SeHun sustituía las sábanas.
— Así que um... ¿me debería ir ahora?
— ¿Así que esto era una especie de llamada de 'sexo'? — Preguntó SeHun mientras se ponía los pantalones.
— Uh... eh.
— Voy a salir para conseguir algo de Subway, ¿Quieres venir?
— ¿Vas a-qué? ¿Cómo se puede conseguir un metro? ¿Para qué? ¿Por lo menos tienes dinero para un metro?
SeHun rió y rodó los ojos.
— Es una tienda de sándwiches llamada Subway. Venden sándwiches.
— ¿Es como... la pizza? ¿O la hamburguesa?
— Exacto.
— Bueno. Uh, supongo que sí. ¿Está lejos de aquí?
— Son dos manzanas más abajo.
— Bueno, vámonos.
Así que después de que se lavaron las manos una vez más y JunMyeon agarró su billetera desde el coche, se dirigieron a la tienda Subway.
A JunMyeon le gustaba cuando SeHun le presentaba nuevas cosas como comida y tiendas porque eran baratas y realmente buenas. Para su sorpresa, el lugar estaba en realidad lleno y había un montón de gente esperando en la cola.
— Entonces, ¿esto es una especie de 'hágalo usted mismo'?
— Claro, o puedes escoger las cosas que ya están en el menú.
— ¿Qué es lo que sueles pedir?
— El de tocino.
— ¿Está bien?
— Bueno, tu preguntaste. — Dijo SeHun sarcásticamente.
— No, quiero decir ¿crees que me va a gustar?
— No creo que haya nada en esta tienda que alcanzaría tu nivel de expectativas de comidas princesa. Puedes tratar sin embargo.
— Bien. — JunMyeon murmuró, en secreto sonriendo para sus adentros por el apodo de SeHun.
¿Era incluso un apodo?
— Entonces, ¿Quieres uno de seis pulgadas o uno de un pie de largo?
— ¿Uno de qué? — JunMyeon preguntó confundido, pensando que SeHun estaba tratando de hacer bromas sexuales en público.
— Puedes conseguir un sándwich de un pie largo o uno de seis pulgadas.
— Un pie... como, ¿treinta centímetros?
— Sí.
— ¿Ese es el que comprarás tú?
— Bueno, creo que voy a comprar uno de seis pulgadas porque entonces no voy a tener dinero suficiente para tomar algo.
Fue el turno de JunMyeon para rodar sus ojos.
— Puedo pagar por ti, deja de jugar a la víctima aquí.
— No quiero parecer que me estoy aprovechando de ti.
— No lo estás, vamos. Consigue lo que quieras, puedo pagar.
— JunMyeon...
— SeHunnie. Tengo dinero que sale de mi culo y sabes que tengo uno grande.
SeHun se rió, realmente se rió, con los ojos brillantes y la sonrisa arrugada y JunMyeon supo en ese mismo momento que él quería hacer a SeHun reír más.
Así que cuando les tocó comprar, SeHun pidió dos sándwiches de tocino de un pie de largo con dos coca-colas y dos magdalenas.
— Estás deliberadamente tratando de hacerme engordar. — Dijo JunMyeon cuando se sentaron en una cabina.
— Me atrapaste.
Y JunMyeon disfrutó esto, comer un montón de comida sin tener que preocuparse de que alguien señalara que tendría que hacer algún tipo de ejercicio después, y bromeando con SeHun.
— Así que um... como, ¿Has tenido alguna vez relaciones sexuales? — Preguntó JunMyeon.
SeHun resopló, casi ahogándose con su bocadillo.
— ¿Qué piensas?
— No quiero decir... con un chico. Quiero decir... ya sabes, cuando era um, cuando el otro hombre te da placer.
— ¿Así que me estás preguntando si alguna vez he sido follado?
JunMyeon asintió, sonrojándose mientras tomaba un bocado de su sándwich.
— Una vez. Cuando tenía dieciséis años, era la primera vez que tenía relaciones sexuales. Fue horrible, por lo que la segunda vez lo follé yo. No estoy hecho para tomar las cosas por el culo. Algunas personas pueden hacerlo, yo no puedo. Pero ¿por qué el repentino interés?
— Sólo preguntaba. — JunMyeon se encogió de hombros.
— Está bien, entonces. — SeHun sonrió y dio otro gran bocado a su sándwich.
— ¿Y cómo reaccionaron tus padres cuando um, les dijiste? Qué eras gay quiero decir.
— Nunca llegué a decirles. Bueno, en cierto modo lo hice cuando entraron a la casa y me vieron follando a mi profesor de gimnasia en el sofá.
— ¿Qué? — La boca de JunMyeon se abrió. — ¿Qué dijeron ellos?
JunMyeon estaba tan intrigado por todo lo relacionado con SeHun; que era una locura.
— Bueno, mi padre golpeó al chico y mi madre lo reportó a la escuela por lo que fue despedido. Pero en realidad no reaccionaron ante el hecho de ser gay. Bisexual, en realidad, ya que también entraron mientras yo tenía chicas montando mi polla.
— ¿Así que tu preferencia romántica también es biromántico? — Preguntó JunMyeon, tratando de parecer indiferente al uso de SeHun con sus palabras.
— Mi preferencia romántica es arromántico. — Respondió SeHun y JunMyeon frunció el ceño.
— ¿Qué?
— Significa que no estoy románticamente atraído a nadie.
— Pero no puedes- como puedes hac-
— Porque no me veo con un novio o una novia. No creo que los trataría bien.
JunMyeon decidió no añadir nada a eso, sobre todo porque no tenía ni idea de qué decir.
Terminaron sus sándwiches cinco minutos más tarde y SeHun aún no había dicho ni una palabra. JunMyeon estaba empezando a sentir que debía decir o hacer algo.
— Así que si tu madre tiene un coche, ¿por qué siempre necesitas a JongIn para que te lleve a cualquier lado?
SeHun lo miró sorprendido, y JunMyeon se preguntó si había hecho una pregunta muy grosera. Pero en su defensa, SeHun siempre le hacía preguntas inapropiadas y JunMyeon sólo quería entablar conversación.
— Porque no tengo licencia de conducir.
— Pero tú me dijiste que tenías una.
— Sí, para las motocicletas.
— ¿Motocicletas? — JunMyeon pregunto sorprendido.
— Tenía dieciocho años y mi madre se comprometió a conseguirme una para mi cumpleaños pero lo único que hizo fue vomitar sobre mi camisa porque llegó demasiado borracha.
— Oh. ¿Así que no quieres un coche? O...
— ¿Me veo como alguien que tiene la posibilidad de comprar un coche? Ni siquiera puedo pagar un maldito taxi.
— Bueno, no, pero podrías ahorrar para obtener una. ¿Y por qué tu mamá te prometió una para tu cumpleaños a pesar de que no tenían dinero?
— Mi madre tenía un trabajo decente en ese entonces, mi padre también. Ella hizo la promesa cuando tenía trece años, pensando que la olvidaría. Así que cuando las cosas se pusieron muy mal económicamente, utilizo mi asignación para pagar las cuentas y yo no tenía un trabajo. Pero gracias, eso es una gran idea. — SeHun respondió con sarcasmo.
— Eh, no necesitas ser grosero. — JunMyeon murmuró y se detuvo debido a que habían llegado frente a la casa de SeHun.
— ¿Así que te irás a casa o? — Preguntó SeHun mientras abría la puerta.
— Um... creo que, bueno, yo realmente no quiero ir a casa ahora mismo.
— ¿Por qué no?
— Porque me gusta pasar tiempo contigo.
— ¿Te gusta pasar tiempo conmigo? ¿Un campesino de clase baja?
— Deja de actuar como si fuera un chico estúpidamente rico SeHun.
SeHun rodó los ojos y JunMyeon lo siguió al interior, sabiendo que SeHun ponía un mecanismo de defensa para hablar. No le gustaba mostrar que tenía un lado suave porque temía que la gente lo considerara débil.
Su madre no estaba en casa y JunMyeon no le preguntó acerca de ella porque vio que a SeHun no le importaba.
Tan pronto como entraron en la habitación de SeHun, el mayor se quitó los zapatos y se desplomó sobre la cama.
— Estoy cansado. — Dijo. — Puedes irte cuando quieras, voy a tomar una siesta.
JunMyeon no contestó; se quedó mirando la espalda de SeHun durante un par de minutos, preguntándose qué sería si sus padres no se preocuparan por él. Él no podría (y en realidad no quería) imaginarlo.
Se sintió tan apesadumbrado (no era una especie de lástima) por SeHun, y no quería hacer nada más que envolver sus brazos alrededor de él y abrazarlo tan fuerte hasta que todas sus piezas se pegaran de nuevo.
Así que de repente se quitó los zapatos y se metió en la cama detrás de SeHun. Sintió que éste se ponía tenso contra su pecho mientras JunMyeon pasaba el brazo izquierdo por encima de su cintura, la otra quedando en su propia cabeza.
Para sorpresa de JunMyeon, SeHun no lo empujó lejos; en realidad se inclinó de nuevo en el contacto con JunMyeon y se relajó en sus brazos.
Sí, se sentía mucho más diferente hacer cucharita con SeHun que con Irene, probablemente porque SeHun era más grande y olía mejor y... JunMyeon no tenía mariposas en el estómago cuando hacía cuchara con ella.
Finalmente se quedó dormido, sus respiraciones en sincronía con la de SeHun.
[...]
Cuando despertó estaba destapado y SeHun no estaba en sus brazos. Comenzó a entrar en pánico y se levantó de inmediato, diciendo en voz alta el nombre de SeHun.
Obtuvo una respuesta de la planta baja, por lo que rápidamente se puso los zapatos y procedió a salir de la habitación.
JunMyeon encontró a SeHun en la planta baja, apoyado en la pared junto a la ventana abierta fumando. Miró su muñeca para descubrir que se había olvidado de tomar su Rolex ayer.
— Son las nueve y media.
— ¡Oh mierda! — Exclamó JunMyeon. — Tenía que estar de vuelta a casa... ¡hace siete horas!
SeHun rió y tiró su cigarrillo terminado por la ventana.
— Me voy ahora.
— Bueno.
SeHun lo acompañó hasta la puerta.
— Bueno um, feliz cumpleaños otra vez. — Dijo torpemente JunMyeon y se dio la vuelta para caminar hacia su auto. Pero luego cambió rápidamente de opinión. Dando la vuelta otra vez, tomó el rostro de SeHun y apretó sus labios.
JunMyeon se retiró justo después, esperando que fuera una especie de beso de despedida, pero SeHun tenía otros planes en mente. Apretó a JunMyeon contra él y lo besó con la boca abierta, haciendo que sus lenguas se enredaran juntas en un beso descuidado y sucio.
— Debería... realmente debería irme ahora. — JunMyeon respiró contra los labios de SeHun, cuando se alejaron unos minutos más tarde.
— Deberías.
SeHun lo soltó y se pasó una mano por el pelo, mirando a JunMyeon cuando se dio la vuelta y se dirigió a su coche.
Miró el teléfono que dejo por accidente en su coche (era tan extraño, el hecho de que había olvidado por completo su teléfono mientras estaba con SeHun), y su corazón comenzó a latir más rápido, tan pronto cuando vio las llamadas perdidas y mensajes de sus padres.
Estaba jodido.
— ¡¿Dónde has estado?! — Su madre le gritó tan pronto como entró por la puerta.
— Um... fui a cenar con KyungSoo.
— ¡Eso es mentira! He llamado a todos tus amigos y no estabas con ellos. — Su madre argumentó, apoyando una mano en la cadera.
Mierda
— Entonces, ¿dónde estabas? — Su padre finalmente habló.
— No te he-yo estaba fuera.
— ¿Afuera dónde?
— ¡Tengo dieciocho años! ¡Tengo el derecho a salir! — JunMyeon se encontró exclamando y observó las expresiones de sus padres cambiar.
— Está bien, estás castigado por una semana. Te vendrás directamente de la escuela y no tienes permitido ir a ninguna parte.
— ¡Yo ya estaba haciendo eso! — Gritó JunMyeon y pisoteó lejos de ellos, caminando por las escaleras.
— ¡Muy bien! ¡Entonces no notarás la diferencia si te doy dos semanas!
— ¡MUY BIEN! — Le gritó a su madre.
Cuando llegó a su habitación, se arrojó sobre la cama, sintiendo como si pudiera llorar porque estaba muy enojado con sus padres. ¿Cuando iban a dejar de tratarlo como un niño?
Gimió y rodó sobre su espalda, cerrando los ojos, convenciéndose de no llorar por una pelea sencilla (la primera pelea) con sus padres, era infantil. Y definitivamente no era un niño pequeño.
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