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Capítulo 11

— ¡¿JunMyeon?! — Su madre llamó desde abajo.

— ¡¿Qué?! — Gritó de nuevo. Lo último que quería hacer era salir de la cama.

Cuando su madre no respondió, gimió y se levantó de la cama para ir abajo. Odiaba cuando sus padres llamaban a su nombre y tenía que ir abajo para ver lo que querían.

— ¿Qué pasa? — Preguntó, tratando de no sonar demasiado molesto.

— ¿Qué es esta mancha de aquí? — Le preguntó su madre, que apuntó la mancha de color marrón en el sofá blanco.

Mierda.

Era una mancha de cerveza derramada accidentalmente por ChanYeol hace un día, JunMyeon recordaba.

— Uh... estaba bebiendo un poco de champán y accidentalmente lo derramé.

— Podrías habernos dicho para pedirle a una de las criadas que lo limpiara.

— Lo siento.

— Está bien.

— ¿Pasaron un buen tiempo en Nueva York? — Preguntó, tratando de cambiar de tema. Ella asintió. Apenas habían llegado a casa, y por supuesto su madre ya había encontrado algo con que molestarlo.

— Irene llamo para preguntarnos que estábamos haciendo, por cierto. Parecía estar sorprendida de que no estabas con nosotros.

— ¿Qu-qué más le dijiste? — Preguntó JunMyeon, entrando en pánico.

— Le dije que te quedaste en casa. ¿No estabas invitado a la fiesta de KyungSoo?

— Uh. Fue... fue cancelada. Sólo me quedé en casa.

— Oh. Bueno. ¿Terminaste la tarea de crédito extra?

Él asintió con la cabeza, aliviado de que su madre no hiciera demasiadas preguntas. Sabía que iba a entrar en pánico y todo sería probablemente cuesta abajo.

JunMyeon pasó todo el día en su habitación, leyó y vió Netflix en su MacBook. Se cansó en un momento y suspiró, porque quería ir a algún lugar, pasar un buen rato. Pero no podía porque sus padres no lo dejaban y, además, no tenía a nadie para pasar el rato.

Llamó a KyungSoo unos minutos más tarde, cuando empezó a dar vueltas por su habitación.

— Hola JunMyeon. — KyungSoo saludó en el otro extremo, y bien, sonaba un poco nervioso.

— ¡Hey! ¿Estaba pensando que podríamos pasar el rato esta noche? Podrías venir o...

— Yo uh.. en realidad tengo una cita con JongIn.

La boca de JunMyeon se abrió con la noticia.

— ¿Tú qué? ¿Dónde? ¿Qué?

— Me lo pidió ayer.

— ¿A dónde van?

— Algún restaurante italiano que le gusta.

— Y... ¿está bien? Guau. ¿Así que están juntos ahora?

— Eso creo.

— Oh. Bueno... lo siento. Me refiero a que te deseo buena suerte. Diviértanse.

JunMyeon no esperó que KyungSoo respondiera antes de que colgara y se sentó a los pies de su cama. Nunca había estado más aburrido en su vida. Sentía como si pudiera llorar de exasperación.

[...]

SeHun se lamió los labios mientras observaba a JongIn enrollar un cigarrillo. Estaban en la sala de estar de SeHun el 2 de enero, listos para fumar su primer porro del año.

— ¿Dónde está el mío? — Preguntó cuando JongIn se lo llevó a los labios y lo encendió.

— Vamos a compartir este porque tengo una cita esta noche.

SeHun se atragantó con aire.

— ¿Tú qué? ¿Tienes una cita? ¿Con KyungSoo?

JongIn asintió y dio una calada, antes de entregarle el cigarrillo a SeHun, que todavía estaba en estado de shock.

— ¿Cuándo fue?, ¿por qué?

— Me gusta, no lo sé.

— ¿Pero que te gusta de él? Quiero decir, yo lo haría mierda y todo, pero, si sales con él debe tener algún tipo de personalidad o algo que te guste.

— Es inteligente y realmente divertido.

— No parece divertido. Parece como si estuviera realmente serio y un asesino en estado de ánimo.

— Si alguien se ajusta a esa descripción es JunMyeon, KyungSoo no.

— Sí, pero yo no estoy saliendo con JunMyeon.

— ¡Pues no sé que es! ¿está bien? Me gusta KyungSoo.

— ¿Has follado a KyungSoo ya?

— No. — JongIn negó con la cabeza. — ¿Has follado a JunMyeon?

— No. Pero nos hicimos un oral el uno al otro, lo que es un comienzo.

— Já. Buena suerte en conseguir su polla. Él no hará nada a menos que tu estés con él.

— ¿Quieres apostar?

Y eso llamó la atención de JongIn.

— ¿Quieres apostar que vas a follar a JunMyeon antes del final del año escolar?

— En realidad no. No necesito demostrarte nada.

JongIn se encogió de hombros. — Nunca dije que lo hicieras.

Tomó el cigarrillo de los dedos de SeHun y SeHun rodó los ojos, recostándose en el sofá.

A SeHun no le gustaba realmente JongIn, pero tampoco le gustaba la idea de que tuviera algo serio por primera vez. Bueno, en realidad si, pero no admitiría que estaba feliz por él.

— Así que no iremos a hacer graffiti esta noche.

— Ah mierda hombre, se me olvidó. Mañana por la noche tampoco podré.

SeHun frunció el ceño. Era su tradición ir la primera noche de viernes del Año Nuevo a rallar con pintura de aerosol las paredes del ayuntamiento. Han estado haciendo eso desde que SeHun se había trasladado a Seúl hace tres años. Era estúpido, pero no tenían nada mejor que hacer de todos modos que no sea esa mierda y drogarse.

Pero ahora, al parecer, JongIn tenía algo mejor que hacer que estar con SeHun. Y a SeHun no le gustaba en lo absoluto.

— En fin, ¿A que hora saldrás?

JongIn miró el reloj en la pared.

— En diez minutos.

— ¿Lo irás a buscar a su casa?

— No, nos encontraremos en el restaurante, para que sus padres no se den cuenta.

— ¿Y tú me estás diciendo que en realidad pagarás por él?

— Sí.

SeHun negó con la cabeza y tomó el cigarrillo para poder tomar una calada.

— ¿Esto quiere decir que no vamos a follar más? — SeHun le preguntó diez minutos más tarde, cuando JongIn ya iba saliendo por la puerta.

— No. Pero tienes a JunMyeon ahora... o tu mano derecha. Nos vemos bro.

JongIn le dio una palmada en el hombro y SeHun quería darle un puñetazo en plena cara. Cerró la puerta y se dirigió a su habitación.

Su madre llegó a casa una hora más tarde y anunció que iba a salir con la madre de ChanYeol. SeHun rodó los ojos.

Si JongIn no venía con él a destrozar el ayuntamiento, entonces SeHun lo haría solo. Suspiró y se levantó para caminar hacia su armario, de donde sacó sus dos latas de graffiti negro y verde.

Mientras esperaba a que su madre se fuera, una idea le vino a la cabeza y le mandó un mensaje de texto a JunMyeon.

SeHun: ¿Quieres hacer algo esta noche?

Sonrió cuando la respuesta fue casi inmediata.

JunMyeon: ¿Qué te hace pensar que no tengo nada mejor que hacer??

SeHun: El hecho de que literalmente me respondiste en menos de 0,2 segundos.

Pudo imaginarse a JunMyeon rodando los ojos con su mensaje.

JunMyeon: ¿Dónde?

SeHun sonrió.

SeHun: El parque al lado del ayuntamiento a las 11

JunMyeon: ¿¿11?? eso es tarde.

SeHun: Lo siento, ¿es muy tarde para un chico que ya debería estar en la cama? :((((((

JunMyeon: Cállate.

Hubo un minuto de pausa, antes de que su teléfono se iluminara de nuevo.

JunMyeon: Estaré allí

SeHun: Vístete de negro

JunMyeon: No me digas qué hacer.

SeHun tiró su teléfono a un lado y se relajó en la cama, rascándose la muñeca sobre sus pulseras porque estaba empezando a picarle. Probablemente podría tomar una siesta antes de que tuviera que levantarse y vestirse.

Un teléfono sonó en su oído despertandolo y gimió, rodando para conseguirlo.

— ¿Sí?

— ¡Estoy en camino! ¿Estás ahí?

Estaba confundido al principio, pero luego reconoció la voz y se sentó en la cama.

— Uh. Sí. Nos vemos allí en diez.

JunMyeon colgó y suspiró. No había sido fácil escabullirse, pero tan pronto como sus padres se retiraron a sus habitaciones a las diez y media comenzó a vestirse. Vestía jeans ajustados negros, un polo negro y converse negras. No estaba seguro de por qué tenía que vestirse de negro, pero lo hizo de todos modos porque era eso, o quedarse en su habitación por el resto del fin de semana, solo.

Encontró una chaqueta azul oscuro Ralph Lauren así que se fue con eso.

Se aseguró de no hacer ruido mientras caminaba por las escaleras y usó la puerta de atrás, por si acaso. Sabía su camino hacia el ayuntamiento; el cual estaba a cinco minutos a pie por el parque de enfrente de la calle y luego dos cuadras más.

Se preguntó qué estaba planeando SeHun, y si había tomado una buena decisión al aceptar.

SeHun ya estaba allí cuando llegó, a pesar de que JunMyeon lo había llamado tan pronto como entró en el parque. Estaba sentado en un banco junto a la fuente, vestido de negro y con un gorro que cubría la mayor parte de su cabello.

— ¿Qué tienes ahí debajo? — Preguntó JunMyeon, tan pronto como vio a SeHun escondiendo algo bajo su chaqueta.

Sus ojos se abrieron cuando SeHun sacó lo que JunMyeon sabía eran latas de graffiti.

— Tú... no estas pensando en hacerlo algo ilegal otra vez, ¿verdad? ¿Por qué me has llamado para esto? — Preguntó con incredulidad, mirando a su alrededor para ver si alguien estaba en su línea de visión, pero todo estaba desierto, excepto por el edificio iluminado justo en frente de ellos.

SeHun se encogió de hombros.

— ¡Es ilegal! — JunMyeon exclamó de nuevo.

— Nada es ilegal a menos que te pillen.

— No voy a ayudarte a hacer nada de esto. — JunMyeon dijo, cruzando el brazo y haciendo estallar su cadera.

— Nunca dije que me ayudaras.

— ¿Y por qué estoy aquí?

— Para hacerme compañía, ¿no?

JunMyeon se sonrojó un poco ante las palabras de SeHun y se odiaba a sí mismo por hacerlo. Era molesto lo rápido que podía cambiar sus estados de ánimo.

Así que esa es la forma en que se encontró tras SeHun por la calle hasta el Ayuntamiento, donde SeHun abrió una de las latas y la sacudió.

— ¿Qué estás pl-oh.

SeHun comenzó a escribir una gran M, y luego una U y JunMyeon ya sabía para dónde iba. Siguió mirando a su alrededor; para asegurarse de que no fueran atrapados.

— ¿Por qué estás haciendo eso? ¿Estás tan aburrido? — Cuestionó JunMyeon y SeHun se giró a mirarlo.

— Bueno, el chico con el que he estado follando al parecer ha encontrado un novio y no tengo nada mejor que hacer.

JunMyeon frunció el ceño y cruzó los brazos sobre su pecho.

Así que yo no soy lo suficiente o ¿qué?

— ¿Por qué estás haciendo pucheros? — Preguntó SeHun, echando un vistazo rápido a JunMyeon.

— No estoy haciendo un mohín. No importa.

SeHun negó con la cabeza y estaba a punto de decir algo más, pero de repente oyó a alguien gritando hacia ellos.

— ¡Oye! Alto ahí, ¡pongan las manos en el aire!

— Mierda. — SeHun maldijo y el corazón de JunMyeon de repente empezó a latir más rápido cuando vio a los dos policías sosteniendo las linternas en sus ojos.

— ¡Corre! — Gritó SeHun y bajó las latas. JunMyeon fue sacado de su estado de shock, antes de empezar a correr detrás de SeHun.

Su aliento quedó fuera de él y podía oír los gritos de los policías que gritaban que se detuvieran, pero no lo hizo. Mientras corría por la calle de repente empezó a sonreír, porque esto era lejos la cosa más emocionante que había experimentado.

Y daba miedo, lo vivo que se sentía. JunMyeon no estaba seguro de si era miedo porque se sentía invencible, o debido al hecho de que todo esto era por SeHun.

Corrió por la calle y gritó cuando se detuvo en un callejón oscuro entre una tienda de comestibles y un edificio de apartamentos.

— Qué...

— Cállate. — SeHun murmuró y le cubrió la boca, tirando de él detrás de un contenedor de basura y lo presiono contra la pared.

Los policías se detuvieron por un momento, mirando a su alrededor con las linternas, antes de continuar corriendo.

El corazón de JunMyeon estaba latiendo fuera de su pecho y la adrenalina disparando a través de su cuerpo era absolutamente emocionante. Estaba borracho en la sensación de libertad que recibía de SeHun, y era una estupidez, él lo sabía, pero no le importaba. Le gustaba ser descuidado.

— ¿Qué? — Preguntó SeHun cuando vio la expresión en el rostro de JunMyeon.

— Nada. — JunMyeon respiró y agarró la parte posterior del cuello de SeHun, uniendo sus labios.

SeHun respiró sorprendido, pero luego se relajó contra los labios de JunMyeon, luego de un rato metió su lengua en la boca del menor. JunMyeon gimió cuando SeHun agarró sus caderas, presionando sus cuerpos juntos y empujando al castaño aún más en la pared.

La mano izquierda de SeHun se acercó al pelo de JunMyeon, tirando de su cabeza hacia atrás para atacar su cuello. JunMyeon cerró los ojos mientras SeHun chupaba y lamía su cuello, mordiendo y tirando.

— Me vas a.... ¿me vas a dejar una marca? — Preguntó JunMyeon con la respiración pesada y SeHun apretó su agarre en la cintura del menor como respuesta.

Cuando SeHun se apartó con un 'pop', JunMyeon abrió los ojos para mirarlo. La mano del alto bajó a la parte delantera de los pantalones de JunMyeon y desabrochó el cinturón.

JunMyeon empujó en el toque y SeHun metió la mano en sus pantalones, agarrando su ropa interior.

— Ya estás duro para mí ¿eh?

— Cállate. — JunMyeon murmuró en voz baja y SeHun rió mientras comenzaba a acariciar a JunMyeon, quien dejó escapar un gemido.

— Espera, espera. Aquí no.

SeHun se mordió el labio y apartó la mano de los pantalones de JunMyeon, presionando sus labios de nuevo.

— ¿A qué distancia está tu casa? — Preguntó JunMyeon y SeHun se lamió los labios.

— A tres cuadras de distancia. Tres minutos más. — Él respondió y JunMyeon se ajusto a sí mismo, antes de poner de nuevo su cinturón.

— ¿Podemos ir allí?

— ¿Quieres ir? — Preguntó SeHun sorprendido, sus pupilas se dilataron aún más en cuestión de segundos.

— Sí. ¿Tu mamá estará allí? O... ¿tu papá?

— No tengo papá y mi mamá está fuera. — SeHun explicó, alejándose de JunMyeon para mirarlo correctamente.

JunMyeon quería preguntarle qué quería decir con no tener un papá, pero empujó ese pensamiento de su mente.

— ¿Así que podemos ir o no? — Preguntó JunMyeon y SeHun sonrió.

— ¿Tan impaciente estás? — Preguntó SeHun y puso sus manos en sus bolsillos, dando un paso atrás. Él asintió con la cabeza hacia la salida del callejón, una señal de que JunMyeon lo siguiera.

— ¿No puedes dejar de ser idiota y engreído por una vez en tu vida? — JunMyeon espetó mientras comenzaban a caminar.

— Oh, ¿Aprendiste una nueva palabrota? — SeHun se burló y JunMyeon rodó los ojos.

Caminaron por la calle en silencio por un tiempo, pero luego SeHun buscó algo en sus bolsillos y sacó su paquete de Marlboro.

— ¿En serio? ¿Vas a comenzar a fumar en este momento?

— ¿Tienes algún problema con eso princesa?

— No vuelvas a llamarme así.

SeHun negó con la cabeza y sacó un cigarrillo, antes de empujar el paquete en su bolsillo y encenderlo.

JunMyeon lo vio ponerlo entre sus labios y tomar una calada.

— ¿Por qué fumas? ¿Para parecer cool?

— No. Las personas que lo hacen por eso son idiotas.

— Entonces, ¿por qué?

— Porque me relaja. — Respondió SeHun.

— También te mata.

— Ese es el punto.

JunMyeon lo miró confundido, preguntándose por qué él diría algo así.

— ¿Quieres intentar?

— ¿Qué? ¡De ninguna manera! — Exclamó JunMyeon, completamente abrumado por la pregunta.

— No vas a morir, lo sabes, ¿verdad?

SeHun se detuvo y JunMyeon estaba confundido, pero luego se dio cuenta de que, efectivamente, habían llegado a su destino.

— Tengo que terminar esto. — Dijo SeHun.

JunMyeon puso una mano en su cadera y esperó. La forma en que pareció relajarse cuando boto el humo tenía a JunMyeon completamente hipnotizado, y lo dejó preguntándose si era la forma en que SeHun de verdad se sentía.

— Está bien, voy a intentarlo. — Se encontró impulsivamente diciendo y SeHun sonrió, sosteniendo el cigarrillo para que JunMyeon lo tomara.

— Así que sólo... ¿Lo pongo entre mis labios?

— Has hecho eso antes, ¿verdad?

JunMyeon entendió la insinuación sucia, pero prefirió ignorarlo.

— Sí, aspira el humo y trata de inhalarlo hasta los pulmones. Entonces sopla por la nariz para asegurarte de que salga.

JunMyeon hizo exactamente lo que se le dijo, pero terminó asfixiándose y entregando el cigarrillo.

— No es para mí, gracias.

SeHun rió y terminó el cigarrillo dos minutos más tarde. Lo dejó caer al suelo y pasó por encima de él.

— Te ves como un cachorro perdido. — Le dijo a JunMyeon, antes de repente tirar de él en un beso por el cuello de su chaqueta.

JunMyeon se alejó antes de que pudiera acercarse demasiado.

— Hace frío afuera. — Se quejó y SeHun negó con la cabeza, y luego se dio la vuelta y caminó hacia la puerta.

JunMyeon lo siguió al interior después de que abriera la puerta y esperó a SeHun para cerrarla.

— Así que ... ¿Tu mamá no está en casa?

— Relájate, ella no nos molestara si llega tampoco. Está con la mamá de ChanYeol por lo que será un tiempo largo.

— ¿La mamá de ChanYeol?

SeHun asintió y dejó caer las llaves en la pequeña cesta en la puerta, antes de quitarse la chaqueta y colgarla.

— ¿Quieres algo de beber? — Preguntó SeHun y JunMyeon frunció el ceño ante la amabilidad inesperada.

— Uh... ¿Qué tienes?

— Agua residual o agua de llave, tu elección.

JunMyeon en realidad se lo tomó en serio por un segundo, pero entonces vio su rostro.

— Me gustaría un poco de té.

— ¿Le gustaría un poco de té? — SeHun repitió y JunMyeon asintió.

— Dos de azúcar y un poco de...

— No soy un puto Starbucks.

JunMyeon suspiró.

— Me gustaría un poco de agua entonces.

— Eso lo tenemos.

— ¡Pero no agua del grifo!

— Claro.

SeHun puso un vaso del armario y sirvió un poco de agua en él, antes de entregárselo a JunMyeon. Se dio la vuelta de nuevo y tomó un vaso más pequeño para verter un poco de tequila.

— ¿Qué estás haciendo? ¿Estás bebiendo alcohol, en serio?

— ¿Así que puedes ver eso ahora también? ¡Bien por ti!

JunMyeon colocó el vaso sobre la mesa antes de mirar a su alrededor, fingiendo estar ocupado.

— Así que ¿Vas a chupar mi polla o qué? — Preguntó SeHun y JunMyeon se atragantó con aire.

— ¿Disculpa? No soy una mascota que puedas empujar alrededor y definitivamente no...

No llegó a terminar porque SeHun lo empujó contra el mostrador y le dio un beso.

— Tienes que aprender a cerrar la boca. — SeHun habló en contra de los labios de JunMyeon. — Un día esa bonita boca tuya obtendrá un gran problema.

JunMyeon tragó saliva y SeHun le dio un beso en el cuello antes de agarrar la parte posterior de los muslos de JunMyeon, tirando de él hacia arriba. JunMyeon al instante agarró los hombros de SeHun para no caerse de espalda y envolvió sus piernas alrededor de su cintura.

— ¿Me vas a llevar arriba? — Le preguntó, pero SeHun ya estaba caminando hacia las escaleras.

— Sé que te gusta. — SeHun respondió y JunMyeon respondió con un beso en la nuca.

Llegaron a la habitación de SeHun y esté lo tiró a la cama.

— Quítate la ropa.

— ¿Y si no quiero? — JunMyeon respondió mientras SeHun se acercaba a la mesa para encender la lámpara.

— Entonces voy a tener que hacerlo yo mismo.

SeHun se arrodilló delante de la cama y le desabrochó el cinturón por segunda vez en el lapso de una hora. JunMyeon estaba mirando hacia abajo mientras se echaba hacia atrás sobre sus codos, mordiéndose el labio.

— Joder, tus pantalones son tan apretados. — SeHun dijo dejándolos caer en el suelo.

— No eres quien para hablar de eso. — Respondió JunMyeon.

— Quítate la camisa.

JunMyeon obedeció y sacudió su chaqueta antes de tirar su camisa por la cabeza. Se cubrió el estómago con las manos mientras se recargaba en su espalda, pero SeHun lo empujó.

— Hey, nada de eso ¿ok? — Dijo SeHun y JunMyeon asintió, sonrojándose un poco mientras miraba hacia el techo. Levantó sus caderas cuando SeHun le dijo que lo hiciera, por lo que sus jeans podrían desprenderse dejando libre su polla dura.

— ¿Por qué sigues vestido? — Le preguntó a SeHun, que se detuvo y se puso de pie.

JunMyeon lo vio tomar sus vaqueros y sacar su camisa por la cabeza, dejando al descubierto su evidente erección que se esforzaba en contra de sus calzoncillos.

— Date la vuelta sobre tu estómago.

— No vas a tener sexo conmigo ¿verdad? — Preguntó JunMyeon, su voz temblando un poco.

— No. Date la vuelta sobre tu estómago y luego ponte de rodillas.

— Oh... bien. — JunMyeon tartamudeó y rápidamente siguió las instrucciones, poniéndose de rodillas frente a SeHun, quien puso su rodilla en la cama.

Los dedos de JunMyeon estaban enganchados bajo la cinturilla de los bóxers de SeHun, quien se los saco, dejando su polla al aire.

Las manos de SeHun se enredaron en el pelo de JunMyeon y tiró de su cabeza más cerca, incitándolo a tomar su polla entre sus labios.

Él gimió cuando JunMyeon finalmente la llevó a su boca; una mano envuelta alrededor de la polla de SeHun y el otro perfectamente en su regazo. Esto sólo recordó a SeHun lo inocente y puro que era JunMyeon, y no podría haber estado más feliz.

— Eso es todo bebé, eso es todo. Eres tan bueno. — Elogió a JunMyeon, porque sabía que a JunMyeon le gustaba que se le diga lo bueno que era en todo.

— Eres tan bueno para mí... — Se detuvo y pasó las manos por el cuello de JunMyeon, sobre el chupetón púrpura gigante que había dejado allí. Quería morder a JunMyeon, su cuello, su cuerpo y toda su piel, pero dejando marcas en su lugar.

JunMyeon miró a SeHun, recordando que le gustaba mantener el contacto visual. Trató de hacer todo lo que sabía que a SeHun le gustaba; respirar en su cabeza, masajear sus bolas y lamer rayas a lo largo de su longitud.

Parecía que lo hacía bien, porque la vena en la polla de SeHun estaba latiendo furiosamente contra la piel.

— Me voy a venir pronto. Mastúrbate también.

La mano libre de JunMyeon se acercó a su propia polla y poco a poco comenzó a trabajar en ella mientras seguía chupando la de SeHun.

— Eres un caliente JunMyeon. La gente piensa que eres un santo, pero estás lejos de ser eso, ¿verdad bebé? Eres una puta zorra ansioso por mi gran polla. Tan ansioso. — Dijo SeHun con una voz profunda mientras observaba los huecos de las mejillas de JunMyeon.

Sus ojos estaban rogando que lo hiciera más profundo, pero no le importaba. Le gustaba complacer a SeHun, lo que era raro, porque no le gustaba hacer cosas por personas a menos que él recibiera algo a cambio. Pero ahora que lo pensaba, puso algo de él también, porque estaba a punto de venirse.

— Tu polla está tan roja, te quieres venir ¿no? — Preguntó SeHun, pasando la mano por el cabello suave de JunMyeon .

JunMyeon asintió, quitándose la polla de SeHun y rápidamente sacudiendo a ambas al mismo ritmo.

— Eres tan bueno en esto bebé, muy bueno.

JunMyeon le sonrió y se lamió los labios.

— ¿Puedes... venirte en mi boca?

— ¿Estás seguro?

JunMyeon asintió con confianza, abriendo la boca y sacando la lengua. SeHun se vino de inmediato en su boca, mirándolo tragar.

— Tienes que comer más fruta. — JunMyeon le dijo y SeHun negó con la cabeza, mirando hacia abajo a JunMyeon para ver que todavía estaba trabajando en su polla.

Se agachó y comenzó a chupar otra contusión en el cuello de JunMyeon. Eso pareció funcionar para el chico más joven, porque se vino en su propio pecho y abdomen con un suave gemido.

— Buen trabajo bebé. — Dijo SeHun y lo empujó sobre su espalda para que pudiera limpiar el semen con su camisa de los Rolling Stones.

— ¿Puedo tener una ducha o algo?

— Uh, sí.

Se turnaron para ducharse y JunMyeon incluso admitió que no esperaba que el agua fuera realmente clara y cálida.

— ¿No somos cavernícolas sabes? No porque no bebamos champán de millones de dólares o tengamos cinco criadas para limpiar nuestra casa, no vamos a tener una ducha decente. — SeHun le dijo mientras se ponía una camisa blanca que se suponía iba a ser su pijama.

— Debería irme. — Dijo JunMyeon, pero salió más como una pregunta.

— Puedes dormir aquí esta noche.

— Puedo irme por la mañana y fingir que fui a dar un paseo temprano cuando vuelva a mi casa.

SeHun se encogió de hombros y se sentó en su escritorio.

— ¿Tienes algún... pijama limpio que te pudiera pedir prestado?

— Lo tengo. — Dijo SeHun en tono de burla.

Se levantó de la silla y se fue a su armario, donde sacó un par de pantalones de chándal y una camiseta Ramones.

— ¿Ese es tu pijama? Ni siquiera es a juego.

— ¿Hablas en serio? — Preguntó SeHun y JunMyeon le arrebató la ropa lejos de él, caminando hacia el baño para cambiarse.

Cuando regresó a la habitación, SeHun ya estaba en la cama, en su teléfono. La lámpara se apagó, pero las cortinas no, por lo que la luz de la calle entraba.

— ¿A dónde se supone que debo dormir? — Preguntó JunMyeon y SeHun hizo un gesto hacia el espacio que quedaba entre la pared y él.

— Siempre duermes a la izquierda ¿no?

— Uh... seguro.

Se las arregló para pasar por encima de SeHun y caer de espaldas sobre la cama. El colchón no era tan cómodo como el de su casa, pero estaba bastante bien.

— Entonces, ¿Puede dormir tu culo sofisticado en este colchón de campesino? — Preguntó SeHun, sin siquiera mirar a JunMyeon.

— Sí puede. Gracias por preguntar — JunMyeon contestó sarcásticamente. — ¿Qué estás haciendo en ese teléfono de mierda?

— El hecho de que no me costara quinientos mil dólares no quiere decir que sea una mierda.

— Tengo un iPhone extra si quieres. — Dijo JunMyeon y SeHun lo miró.

— ¿Te sientes caritativo hoy?

— Lo soy.

SeHun puso su teléfono en el suelo justo al lado de la cama unos minutos más tarde y tiró de la manta (que era inesperadamente esponjosa) hasta el pecho.

— Entonces, ¿Qué quieres decir cuando dices que no tienes un papá? — Preguntó JunMyeon.

— No sé necesita tanto cerebro para entender a lo que me refería — Respondió SeHun y JunMyeon se puso de costado para enfrentarlo.

— Dime.

— ¿Por qué quieres saber?

JunMyeon se encogió de hombros y se sentó con la cabeza en su mano para ver a SeHun mejor.

— Porque soy curioso.

— ¿Quieres saber para asegurarte de que tu vida sigue siendo mejor que la mía, eh?

— No necesito esto para asegurarme, eso ya lo sé.

SeHun rodó los ojos y sacudió la cabeza.

— Voy a decirte, pero sólo quiero dejar claro que no necesito tu compasión ni nada ¿ok? Ya no me importa. Y no es la típica triste historia ¿de acuerdo?

— Ok, vale.

— Bien... cuando tenía unos once años mi padre perdió su trabajo en Holmes Chapel y trató de superarlo gastando todo nuestro dinero en alcohol. Llegaba a casa borracho y nos gritaba y tiraba cosas. Yo crecí viéndolo actuar de esa manera y, obviamente, saqué algo de él. Entonces empecé a ser violento en la escuela y me expulsaron dos veces por eso. Mi madre finalmente se divorció cuando estábamos cerca de realmente estar en la ruina y dejó a mi papá con la casa. Mi hermana ya estaba comenzando la Universidad por lo que no le molestaba mucho. Nos trasladamos aquí porque a mi madre le dieron una oferta de trabajo como panadera. Fallé mi último año en la escuela aquí, así que estoy repitiéndolo.

JunMyeon no sabía qué decir, aparte de preguntar cómo llegó a tener tantos tatuajes.

— No quería venir a vivir aquí al principio, por lo que los tatuajes eran una forma de protestar. Pero luego tomé gusto de ellos y me hice más.

— Eso es estúpido.

— Eres estúpido.

JunMyeon resopló ante la remontada.

— Pareces decepcionado. — SeHun observó.

— No. Sólo estaba esperando que la historia fuera un poco más interesante. Al igual que ya sabes, que fuiste abusado cuando eras niño o tu mamá tuvo un romance que salió mal o algo así.

— ¿Hablas en serio? Eso sólo pasa en las películas. Toma control de la vida real por alguna vez en tu vida.

— No de nuevo con esa charla por favor. — JunMyeon rogó y vio como SeHun comenzó a quitarse los brazaletes, uno por uno.

Tan pronto como las saco de él metió las manos debajo de la manta.

— ¿Por qué llevas tantas pulseras? ¿No son molestas o te dan picazón? Están hechas de goma.

— Me gustan. No me quejo de que uses camisas de cientos de dólares.

— Hey, eso es una cosa totalmente diferente para tu información.

— Puedo ver tus chupones. — SeHun cambió de tema y JunMyeon frunció el ceño.

— ¿Qué?

— Tus chupones. Están demasiados notorios.

— ¡Oh Dios mío! ¿Qué pasa si mis padres los ven?

— Puedes usar una bufanda.

— Dios, prende la luz.

— ¿Por qué?

— ¡Quiero verlos!

— Anda al baño.

— Ugh. Te odio — JunMyeon murmuró y salió de la cama para salir de la habitación.

Se quedó mirando las dos marcas gigantes que se propagaban por todo el lado derecho de su cuello. Parecían tan brutales y sin embargo era tan fascinante al mismo tiempo. Luego se preguntó qué se sentía al dar uno.

— ¿Es fácil?

— ¿Qué?

— Dar un... chupetón.

— Sí.

— ¿Puedo darte uno?

— ¿Por qué?

— Quiero hacerlo.

— ¿Realmente necesitas ser el mejor en todo? — Preguntó SeHun cuando JunMyeon cerró la puerta de su habitación y se acercó a la cama.

— Lo hago.

— Está bien, te voy a enseñar.

— Así que... en el cuello ¿verdad?

— Lo puedes hacer en cualquier lugar, pero puedes empezar con el cuello. — Dijo SeHun y JunMyeon se sentó a horcajadas sobre la manta.

— Muerde mi cuello y luego chupa y lame la piel entre tus labios.

JunMyeon asintió y puso las manos en el pecho de SeHun justo debajo de sus clavículas; antes de que se inclinara para colocar sus labios en el cuello de SeHun.

— Ahora... lame sobre él. — Dijo SeHun y su voz era un poco inestable porque la manera en que JunMyeon estaba chupando su cuello se sentía increíble.

— Continúa. Aprendes rápido.

Las manos de SeHun se acercaron a la parte baja de su espalda, deslizándose más abajo para agarrar su culo. Trató de no silbar cuando su boxer rozó el material de los pantalones de JunMyeon.

— Wow bien eso es suficiente si no quieres que sangre.

JunMyeon se apartó e iluminó el cuello de SeHun con su teléfono. Se quedó sin aliento cuando vio el moretón rojo gigante que se oscurecía rápidamente en la piel. Sintió una especie de orgullo por hacer eso y se encontró con ganas de morder contusiones en todo el cuerpo de SeHun.

Salió de SeHun y se metió de nuevo bajo la manta porque sus pies estaban empezando a enfriarse.

— ¿Te sientes orgulloso de ti mismo? — SeHun preguntó volviéndose a mirar a JunMyeon. El castaño ignoró su tono y cerró los ojos.

— Estoy tratando de dormir aquí.

— Bien entonces. Buenas noches.

— Buenas noches.

JunMyeon le dio la espalda a SeHun, mirando la pared. Débilmente oyó la puerta principal cerca de la planta baja, lo que significaba que la madre de SeHun estaba en casa, pero se quedó dormido antes de que pudiera oírla subiendo las escaleras metiéndose en su propia habitación.

Cuando se despertó a la mañana siguiente, SeHun todavía estaba durmiendo, pero se levantó de todos modos. Se las arregló para llegar al baño por su cuenta y, literalmente, cepillarse los dientes con el dedo.

Se vistió, asegurándose de que la cremallera de la chaqueta llegara a su cuello para que no se vieran sus marcas, y luego abrió la puerta del baño, pero se detuvo en seco cuando vio a una mujer de pelo marrón mirándolo. En la escalera, probablemente con la intención de bajarlas.

— Uh-buenos días. Soy Uh-¿JunMyeon?

Ella asintió con la cabeza y le dió una sonrisa sincera.

— Soy la madre de SeHun.

Tenía aproximadamente la misma altura que JunMyeon, el pelo castaño y ojos color café oscuros al igual que SeHun.

— ¿Quieres algo para el desayuno?

— Uh-no gracias. Sólo pasé al baño, me iré pronto.

Esto era increíblemente incómodo para los dos, pero por suerte para él, la madre de SeHun decidió que era más fácil girar y caminar por las escaleras.

JunMyeon se dirigió rápidamente a la habitación de SeHun y lo sacudió hasta que lo despertó. Se quedó mirando el moretón oscuro en el cuello del alto por un momento, pensando que él lo hizo.

— ¿Qué?

— Acabo de conocer a tu madre y tengo que irme ahora.

— Uf, está bien. — SeHun gimió y se levantó.

JunMyeon se dio la vuelta cuando SeHun se estiró y bostezó, para comprobar su teléfono en caso de que sus padres hubieran llamado.

Se despidió de la madre de SeHun con una sonrisa incómoda mientras caminaba por la habitación hasta la puerta. SeHun la abrió para él, poniendo la otra mano en el marco de la puerta.

— ¿SeHun?

— ¿Qué? — Preguntó SeHun y giró la cabeza para mirar a su madre, que estaba en la cocina.

Y fue entonces cuando JunMyeon las vio. Justo al lado de su rostro; delgadas líneas rojas en la muñeca de SeHun, en el mismo lugar donde sus pulseras solían estar.

JunMyeon sintió un lavado de tristeza inesperada ante la idea de que SeHun se hiciera daño a propósito.

Cuando SeHun volvió la cabeza hacia él, JunMyeon fingió como si no acabara de ver sus cortes.

— Uh... fue bueno verte. — Dijo JunMyeon y SeHun asintió con la cabeza, cerrando la puerta tras él.

"Hay mucho dolor ya sabes... hay tantas cosas"

Esa sangre al lado de su almohada no era de su nariz era de sus cortes.

JunMyeon ni siquiera podía imaginar a alguien haciéndose eso a sí mismo, y mucho menos a SeHun, que siempre parecía tan arrogante y confiado.

Cuando llegó a casa de su familia estaban en la mesa del desayuno.

— ¿Dónde has estado?

— Dando un paseo. — Explicó, con la esperanza de que no hicieran demasiadas preguntas.

— La próxima vez que vayas, anda con Sammy. Para que pueda tomar aire fresco. — Su madre sugirió y JunMyeon asintió, yendo al baño a lavarse las manos.

A pesar de que tenía que hacer las tareas escolares por la tarde, los cortes de SeHun nunca abandonaron su mente. Terminó googleando "señales de autolesiones'' y reconoció que SeHun tenía todos los síntomas.

Así que JunMyeon se hizo una promesa a sí mismo, ver a SeHun de cerca a partir de ahora y tal vez entender por qué hacía una cosa así.

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