—¡¿Qué demonios está pasando?!— gritó su padre tan pronto como entró en la habitación de Becky y sus ojos se posaron sobre ellas.

Freen se retiró rápidamente de Becky y el corazón de ella comenzó a latir más rápido mientras se cubría con el edredón. Su vida había terminado. Ella lo sabía.

Freen se puso los calzoncillos y luego los pantalones mientras que el padre de Becky continuó gritando.

—¡¿Qué es esto?! ¡Becky Armstrong! ¡¿Y quién eres tú?! ¡Dos mariconas... en mi casa!

Becky no podía decir nada porque estaba demasiado débil para hablar

—Cariño, ¿por qué estás gritando?— dijo su madre, y tan pronto como ella entró en la habitación, se quedó en silencio.

Sus ojos se posaron en Becky, que estaba desnudo bajo el edredón, y luego en Freen, que estaba vistiéndose rápidamente.

—¡No vas a ninguna parte hasta que me digas tu nombre y llame a la policía por acoso sexual!— su padre gritó y señaló a Freen, quien se detuvo de poner sus zapatos.

—No se suponía que volverían a casa hasta mañana.

Becky dijo, con lágrimas en sus ojos porque era literalmente lo peor que le había podido pasar. Era irreal.

—Tu abuela nos llamó y nos dijo que tomaron un vuelo a casa esta mañana, ¡así que regresamos! Queríamos darte una sorpresa, ¡pero es bueno que volvimos! ¡Esto es un ultraje! ¡Un pecado!— fue el turno de su madre para gritarle.

—¿Es por eso por lo que terminaste con Anurak? ¿Por esta escoria de mesera?

La presión arterial de Becky se levantó porque ¿cómo se atrevía su padre a hablar de Freen de esa manera? Freen era preciosa y agradable y era Freen.

—Voy a llamar a la policía por entrar sin autorización y por acoso sexual, y luego voy a llamar al internado en Inglaterra. No me importa si tienes que repetir el año, ¡pero te iras de aquí! ¡Lejos de esta lesbiana!

—Por favor, no, por favor. —Becky rogó, y ya estaba llorando.

—¡Y tú vas a la cárcel!. —su padre advirtió y envolvió su mano alrededor del brazo de Freen.

Freen se soltó de su toque, y parecía que estaba cerca de darle un puñetazo.

—Esto no se irá sin castigo-

Becky dijo lo único que ella sabía que iba a calmar a su padre y quizá arreglar las cosas:

—Me pondré en contacto con Anurak, le pediré que se case conmigo en la graduación. Por Favor. Voy a dejar de verla. Sólo... No le hagas nada. Por Favor. La amo. No me manden lejos.

Los tres miraron a Becky, pero la expresión de Freen era la peor. Parecía que le había llegado la peor noticia.

—Está bien. —dijo su padre al final, probablemente entendiendo la mirada de Becky.

Becky estaba tratando de comunicarle que podría decirle a su madre acerca de su romance. Su padre soltó el brazo de Freen y ella miró a Becky con una expresión de dolor.

—Me lo prometiste— ella dijo y ni siquiera miró hacia atrás mientras salía de la habitación.

Tan pronto como la puerta de entrada se cerró de golpe, sus padres se volvieron hacia ella con sus manos en sus caderas. El corazón de Becky se sentía tan pequeño, pero fuerte en su pecho por las palabras. Le había prometido a Freen que la amaba, que no iba a romper su corazón.

—Eres repugnante. Debes llamar a Anurak tan pronto como te vistas. Iras a la iglesia mañana y vamos a hablar con el pastor acerca de que haga algo por lo que sea que esa chica te hizo. —dijo su madre y su padre estuvo de acuerdo asintiendo. Becky quería morir.

—El almuerzo estará listo en treinta minutos.

Fue todo lo que su madre dijo antes de que ambos salieran de la habitación, dejando a Becky mirando la parte posterior de la puerta. Fueron cinco segundos después cuando se desplomó sobre su espalda y comenzó a llorar. Y no dejó de llorar por el resto del día, sin siquiera molestarse en ir a comer o cenar.

Su vida no tenía sentido si ya no tenía a Freen.

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Dos días más tarde, se presentó en la escuela sosteniendo la mano de Anurak. Anurak, que había aceptado de buen agrado sus disculpas y le creyó cuando le dijo que no estaba pensando claramente el día que rompió con él. Anurak, que había admitido engañarla durante un año, hace dos años, con una chica que ya no asistía a la escuela.

Y Becky no pudo hacer nada en contra de ello. Lo aceptó porque lo engañó también, aunque no lo hizo de forma correcta.

Una semana más tarde, su padre llamó a su puerta y entró con una pequeña caja de terciopelo que contenía un anillo de diamantes que le tenía que dar a Anurak el día de la graduación, delante de todos los asistentes. Becky nunca se había sentido tan miserable.

Ella no había hablado con Freen desde aquel día en que las pillaron. Babe y Engfa sabían todo, lo que significaba que el resto de su grupo probablemente también. A Becky no se le permitió ir a ningún lugar que no fuera la escuela y lloraba todos los días después de que llegaba a casa.

Sus padres le quitaron sus tarjetas de crédito, su Lamborghini y el teléfono, pero ni siquiera se preocupó por eso. Lo único que le importaba era que Freen no estaba a su lado todas las noches mientras dormían, o Freen enviándole textos en la mañana con dos x al final.

Un día estaba mirando a través de su vestidor, tratando de encontrar algo que ponerse cuando se topó con el suéter gris. El suéter gris de Freen.

Cayó de rodillas allí mismo porque olía a Sarocha. Olía como a casa. Durmió con él todas las noches desde entonces. Ni siquiera se molestó en ponerlo en el cesto de la ropa, temía que el olor de Freen se fuera. Su corazón herido no podía hacer otra cosa que vivir con eso porque no sabía nada, pero la pelinegra podría hacer que se sintiera mejor.

Lo cual era lamentable, porque no había manera de que la volviera a ver, sus padres se asegurarían de eso.

El peor día de su vida no fue el 22 de abril, fue el 22 de mayo, cuando el reloj la despertó para anunciar que era su aniversario de dos meses. Becky no se levantó de la cama el viernes, fingiendo estar enferma. Los exámenes finales serian en dos semanas y la fiesta de graduación en una, y Becky no quería hacer nada de eso.

Cuando se metió en una pelea con sus padres el domingo antes de la iglesia, su primer instinto fue correr con Freen, pero entonces recordó que no podía hacer eso.

Todo lo que quería hacer era abrazar a Freen, pero eso era imposible, ya que la pelinegra probablemente nunca hablaría con ella de nuevo.

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—Creo que voy a llevar a Charlotte al baile mañana.

Engfa dijo el jueves por la tarde una vez que la escuela había terminado mientras estaba en la fila para comprar boletos.

—¿Charlotte?

Becky preguntó sorprendida, tratando de ignorar la horrible sensación en su corazón, que era una mezcla de dolor y celos. Celos porque Engfa era capaz de llevar Charlotte al baile. Charlotte, a quien ella amaba y con quien estaba planeando irse a vivir una vez que terminara la escuela.

—Sí. Les dije a mis padres ayer y reaccionaron bien. Quieren conocerla.

—Iré con Anurak. —fue todo lo que Becky logró responder.

Engfa abrió la boca como si quisiera decir algo, pero la cerró en el último segundo.

—¿Qué?— preguntó Becky.

—Nada, es sólo que... ya sabes Danielle rompió con Cameron hace dos semanas, ¿verdad?

Becky asintió, encogiéndose de hombros.

—Y ahora está comprando, Uh... entradas.

Becky miró hacia atrás, para ver a Danielle charlando con un chico, a pocas personas detrás de ella.

—¿Para quién?

—Para ella. Y Freen.

—¿Qué?— preguntó Becky, y todo comenzó a girar.

—Las vi la semana pasada en la fiesta de Billy. Quiero decir, yo entré donde estaban. Ella se lo estaba chupando.

Becky no sabía qué hacer, cómo reaccionar. Era demasiado. Se había pasado el mes llorando por alguien que al parecer no le importaba. Ella optó por no responderle a Engfa, y se las arregló para mantener sus lágrimas hasta que llegó a su casa.

Ella sólo quería que el año escolar se acabara para que pudiera alejarse. Pero entonces recordó que estaba previsto lo de Anurak en la graduación, justo después de su discurso de despedida. Temía ese día.

Al día siguiente todos en la escuela estaban emocionados por el baile y todo el mundo que no estaba en el año de Becky estaba haciendo pucheros porque el' baile de graduación' era siempre el mejor. Becky lo habría cambiado con cualquier estudiante de primer año desesperado si podía. Tendría lugar en el hotel de sus tíos, por supuesto, y todos los que habían comprado entradas tenían un número de habitación escrito en el papel. Becky no quería una habitación. Ella quería una salida.

Eso no sucedió, por lo que a las siete en punto estaba en frente de la casa de Anurak. Babe había ordenado una limusina y Charlotte, Billy y Tom ya estaban en ella cuando llegó a su casa. El plan era conducir a cada una de las casas de sus citas para recogerlos.

Anurak llevaba un traje color verde y Becky ni siquiera se molestó en felicitarlo antes de que posaran para una foto frente a sus padres. Su madre decía lo bien que se veían juntos.

La limusina condujo hasta la casa de Engfa después de eso, y Anurak no dijo nada cuando vio a Charlotte besando a Engfa en los labios, ni cuándo vio a Victoria casi besándose con Tom después de recogerla. El corazón de Becky se estaba desmoronando porque ella era la única que no estaba con la persona a alguien que amaba para el baile de graduación.

Y la horrible sensación en el estómago causada por la idea de Freen yendo a la fiesta de graduación con Danielle no se sentía mejor.

Becky intentó buscar a la chica en el vestíbulo, en cuanto pasaron por la alfombra roja y tomaron una foto en la entrada. Dejó escapar un suspiro de alivio cuando la vio con un hombre que reconoció de la escuela de Billy.

Así que Freen no llegaría esa noche.

Ella no sabía si estar triste o feliz. Billy y Charlotte se mantuvieron intercambiando miradas nerviosas a través de todo el proceso para obtener sus llaves de la habitación y Becky quería preguntarles acerca de ello, pero no tuvo la oportunidad porque todo el mundo estaba entrando ya en el gran salón de baile.

Podía ver las dos coronas en la mesa al lado del escenario, y ella rodó los ojos porque sabía que lo más probable es que ganaría la corona. Ella no quería.

Su mesa estaba justo al lado del escenario; una mesa redonda de diez, como de costumbre. Danielle y su ... amigo también se unieron a ellos y pronto la sala se llenó. Había camareros vestidos con trajes sofisticados que llevaban las bandejas de champán.

Becky estaba a punto de decirle a Engfa algo acerca del 'rey del baile' cuando se congeló.

Olió a Freen antes de que realmente lo viera. Volvió la cabeza justo cuando Freen dejó la bandeja de vasos en la mesa, demasiado preocupada en servirles la champaña y bromear con Billy para darse cuenta de que Becky estaba allí también.

Divisó a Becky unos segundos más tarde, porque su mano se cerró alrededor del vaso demasiado duro y sus ojos se posaron sobre Anurak, que estaba en el proceso de tomar una Selfie.

Becky contuvo el aliento, no rompiendo sus ojos de los negros de Freen. Freen lucía impresionante en un traje negro liso y camisa blanca.

Era hermosa y Becky estaba tan enamorada que dolía.

Freen rompió el contacto visual y chocó puños con Charlotte antes de desaparecer.

Becky estaba muy consciente de las miradas de sus amigos y decidió pedirle a Anurak que bailaran, para que pudiera evitar silencios incómodos y miradas. Toda su mesa se reunió con ellos un minuto más tarde, a pesar de que Anurak estaba restregándose contra ella durante una canción explícita, pero sus ojos estaban buscando a Freen.

Lo encontró en la esquina, hablando con una camarera que estaba demasiado ocupada girando su cabello para realmente asegurarse de llenar las copas de champán.

Fue tan raro ver a Freen después de un mes sin ningún tipo de contacto. Todo su cuerpo quería nada más que caminar hasta allí y besarla.

Cuando la chica le tocó el brazo, fue cuando Becky decidió que era el momento de intervenir.

—¿Quieres algo de beber? Voy a pedir algo— ella preguntó a Anurak a medias.

—Un cóctel. Tu elección.

Ella sonrió y le dio un beso en sus labios antes de que ella se alejara de ella. Freen los miró mientras Becky se acercó con un corazón errático. Sus palmas sudorosas, pero ella estaba haciendo esto.

—La mesa de allí necesita una recarga. —Le dijo a la camarera, cuyo gafete decía 'Molly'.

Ella asintió con la cabeza, probablemente reconociéndolo como el sobrino del jefe y se volvió hacia Freen antes de salir:

—¿Vienes a mi habitación una vez que hayamos terminado la limpieza?

Freen se encogió de hombros y Becky se mordió los labios, antes de que Molly desapareciera.

—Anurak quiere uh... Coctel. Y me gustaría un poco de agua. —ella dijo, mirándola directamente a los ojos.

Freen no respondió durante un tiempo. —¿Qué clase de cóctel?

El corazón de Becky saltó de su garganta al oír el sonido de su voz. La había extrañado tanto.

—El más fuerte que tengas. Quiero que ella se desmaye antes de que podamos hacer algo esta noche.

Freen asintió con la cabeza, pero no se movió. Becky quería besarla.

—Volvieron a estar juntos. — Freen preguntó, pero salió como una declaración.

—Mmm. —Becky tristemente respondió.

—No pareces muy feliz por eso.

—No lo estoy. Estoy triste. He estado triste por un mes.

Freen asintió con la cabeza, como diciendo yo también, antes de dejar a Becky sola para que pudiera llevarle las bebidas.

Becky la vio salir, todavía no procesando la forma en que Freen se miraba en un traje. Se preguntó si lo había comprado ella misma o si era el uniforme para esta noche. Su pregunta fue respondida cuando vio a otro camarero vestido con el mismo traje, pero con una camisa diferente.

—Aquí tienes. —dijo Freen y a Becky le entregó una botella de agua y una copa de cóctel llena. Becky frunció el ceño y olfateó la bebida de Anurak.

—Oh Dios, ¿qué le pusiste?

—El setenta y cinco por ciento es vodka y el veinticinco por ciento coca.

—Gracias.

Becky dijo, apenas audible antes de señalar a Anurak para que llegara a su mesa. No estaba segura de por qué no le pidió a Freen llevar las bebidas directamente a su mesa.

Cinco minutos después se sentaron, y Anurak ya había bebido la copa pidiendo otra. A Becky no le importaba; mientras ella siguiera bebiendo estaba bien. Y si era elegido rey del baile, estaría demasiado borracho para bailar con Becky, lo que sería increíble.

A una hora en el baile, ya once personas se estaban reuniendo en frente del escenario, donde su director estaba empezando a anunciar la 'coronación', como a la mayoría de la gente le gustaba llamarlo. Becky pensó que era una mierda.

—Voy a decir los nominados y subirán al escenario. Los nominados para el reina del baile son... Engfa Waraha, Becky Armstrong y Victoria Choi.

Becky rodó los ojos cuando personas les aplaudieron y ella siguió a Engfa por las escaleras hacia el escenario delante de todo el mundo.

Sus ojos se encontraron con los de Freen, que estaba apoyada en la pared al lado de los otros camareros, observándola y sacudiendo la cabeza.

—Y los nominados para rey del baile son... Anurak Nut, Benjamin Clark y Cameron Wen.

Los tres chicas caminaron al escenario, y Anurak casi se tropezó con los cables de micrófono, riendo mientras se paraba entre los otros chicos.

—Y la reina del baile de este año es...

Querido Dios, yo no por favor por favor por favor

—¡Becky Armstrong!

Becky rodó los ojos pero rápidamente fingió una sonrisa mientras daba un paso hacia adelante para que uno de sus profesores pudiera colocar la corona en su cabeza. Se sentía ridículo, pero todo el mundo parecía alabarlo; y, normalmente, a ella le hubiera encantado la atención, pero la única persona de la que quería la atención no parecía dársela en absoluto.

—Y el rey del baile de este año es... Cameron Wen!

Todo el mundo aplaudió y Becky suspiró, aliviada porque no tendría que bailar con Anurak en frente de todos. Cameron le lanzó un guiño tranquilizador cuando fue coronada, y luego bajaron las escaleras juntos, esperando una canción lenta para comenzar con su 'baile real', como la mayoría de la gente lo llamaba.

—Freen está observando. —Él susurró una vez que empezaron a bailar delante de todos.

—¿Qué está haciendo?— Becky susurró.

—Viendo.

—No, quiero decir, ¿está hablando con alguien?

—Sí, con una camarera.

—Ella la invitó a su habitación esta noche.

—Oh.

—¿Crees que va a ir?

—No lo sé, pero sólo hay una manera de averiguarlo. —dijo Cameron y Becky frunció el ceño mientras se balanceaban a través de la pista de baile.

—¿Qué manera?— Preguntó confundida.

—Ve a su habitación después de la medianoche, una vez que el baile haya terminado.

—¿Ella tiene una habitación?

Ella asintió con la cabeza y Becky le tendió la mano para que ella hiciera una pirueta.

—Billy mencionó que el personal se hospeda en el hotel esta noche, eso es lo que Freen le dijo. — le dijo una vez que estaban pecho contra pecho de nuevo.

—¿En qué habitación está?— preguntó Becky, ni siquiera seguro de ir a la habitación de Freen.

—No lo sé. Puedes averiguarlo.

Ella asintió con la cabeza y le dio las gracias, antes de que ambos se inclinaran porque la canción llegó a su fin. No pasó mucho tiempo antes de que la pista de baile estuviera llena de nuevo y la atención estaba fuera de Becky.

—No gané. —Anurak puso mala cara y rodeó sus brazos alrededor de su cuello.

—Es una lástima.

Ella dijo y trató de apartar sus manos de encima, pero el chico lo tomó como una señal de inclinarse y besarla. Becky se hubiera apartado pero su lengua ya estaba en su boca y la gente los estaba viendo, animándolos.

Que mierda

Todo el mundo aquí está retrasado

—Estás borracho.

Le dijo a Anurak cuando ella se apartó de su boca, dejando un rastro de saliva entre sus bocas. Eso era sólo atractivo y caliente cuando sucedía entre ella y Freen.

—Y tú eres Becky. — Ella se rio, no del todo lindo como ella probablemente pensó que sería.

Se volvió para ver donde todo el mundo estaba mirando, y a continuación, vio a Engfa en una sesión de besos con Charlotte en medio de la pista de baile. Se sentía triste porque realmente deseaba que fuera Freen y ella.

Por suerte, todo el mundo pronto tomó asiento en sus mesas para que pudieran mostrar una pequeña presentación de diapositivas de fotos acumuladas durante todo el año por el club de fotografía. Babe era el único amigo de Becky que estaba en ese club.

Se proyectó la presentación de diapositivas en la gran cortina, y a la mitad todo el mundo estaba llorando, con la excepción de Becky, que estaba observando a Freen viendo la presentación de diapositivas. No había sonreído ni una vez durante la presentación. Salvo que lo hizo, justo en ese momento, y Becky volvió la cabeza a la pantalla para ver una foto de sí mismo en la mesa del almuerzo, haciendo una cara horrible cuando probó la ensalada.

Oh, Dios

—¡No puedo creer que pusieras esa foto allí!— Le dijo a Babe.

Había dos fotos más de ella allí, una de ella y Engfa en el patio de la escuela, y una de ella haciendo una cara divertida con los ojos cruzados.

—¿En serio?

La presentación terminó y todos aplaudieron, algunas personas incluso hicieron una ovación de pie, la cual, de acuerdo con Becky, no era tan necesario.

—Hay otra fiesta en la habitación 420, ¿quieres ir?— Anurak le preguntó cuándo salieron de la sala de baile quince minutos más tarde.

—Uh... Sólo tengo que comprobar algo antes de ir. Tienes la llave, ¿verdad?

Ella asintió con la cabeza y Becky comprobó si tenía su propia tarjeta antes de caminar hacia la recepción. Se aseguró de que no hubiera nadie alrededor, y luego volvió la cabeza a la recepcionista.

—Hola, ¿puedo obtener el número de la habitación de alguien?— preguntó y la señora lo miró extrañamente.

—Eso es privado, me temo.

—No me importa, necesito-

—Es confidencial, Señorita-

—Armstrong. Becky Armstrong. Ahora dame el maldito número de la habitación de Freen Chankimha.

Sus ojos se abrieron y ella asintió con la cabeza rápidamente, antes de escribir algo en el ordenador.

—Freen Chankimha está en el último piso, habitación 931. Es en la planta del personal.

—Gracias. —dijo Becky y luego procedió a caminar hacia la cocina para pedir otra bebida y tal vez buscar a Freen.

Necesitaba un poco de alcohol en su sistema si quería ir a su habitación.

—¿Me puedes dar un Vodka Soda, por favor?— ella le dijo a uno de los camareros.

Dos minutos más tarde estaba sentado en una mesa en la cocina mientras que las personas que lo rodeaban estaban trabajando, probablemente no importándoles y sin atreverse a echarlo.

—Hey... ¿has visto a Freen? Es una camarera. —Ella preguntó alguien llamado James, que acaba llevaba dos platos vacíos.

—No, creo que ella se fue.

—¿Y Molly?

—Se ha ido también. —James se quejó antes de marcharse, murmurando algo inaudible entre dientes.

El corazón de Becky estaba crujiendo porque al parecer Freen había aceptado la oferta de Molly yéndose a su cuarto. Dejó su vaso vacío sobre la mesa antes de darle las gracias al camarero que le llevó la bebida, y luego salió de la cocina.

El vestíbulo estaba casi vacío en el momento en que llegó allí. No sentía el efecto del alcohol que había consumido en las últimas horas. Apretó el botón para el décimo piso una vez que llegó al ascensor, y luego se miró en el espejo gigante.

Su corazón estaba latiendo fuera de su pecho mientras caminaba por el largo pasillo, con el tiempo deteniéndose frente a la habitación 931.

Llamó dos veces antes de que tuviera tiempo de pensar en ello y luego esperó. No estaba seguro de por cuánto tiempo, pero la puerta no se abrió. Golpeó tres veces después de eso, pero luego tristemente se rindió.

Becky se dio la vuelta y se alejó, mordiéndose el labio para detenerse de echarse a llorar hasta que llegara a su habitación.

Oyó una puerta detrás de ella y se detuvo en seco, con el corazón recobrando su ritmo una vez más. Se dio la vuelta para ver a Freen mirándola desde el marco de la puerta. Freen dio un paso atrás, una vez que Becky empezó a caminar hacia ella.

Becky no respiró en el momento en que se detuvo frente a su puerta, a sólo un metro de distancia de Freen, que todavía estaba vestida con el traje. Se miraron durante unos segundos, ninguna de las dos dijo nada, sólo respirando. Becky quería besarla.

Y lo hizo.

Ella dio un paso hacia Freen y se colgó de su cuello, aplastando sus labios en un beso único desde hace mucho tiempo. Al principio Freen estaba congelada, pero luego sus fuertes brazos se colocaron alrededor de la cintura de Becky y la empujó hacia atrás, cerrando la puerta.

Todo el cuerpo de Becky estaba en llamas por los labios de Freen. Sus lenguas se encontraron la una a la otra de forma rápida y las manos de la pelinegra ya se deslizaban dentro de sus pantalones de vestir, tocando su culo.

Su corazón y cada célula en el cuerpo de Becky se pusieron a toda marcha, sólo por la sensación de Freen tocándola. Era algo que realmente no creí que se podía a hacer de nuevo. Finalmente, soltó el cuello de Sarocha y movió las manos a su pelo, inclinando la cabeza para poder tener un mejor acceso a su boca.

Ni siquiera se había dado cuenta de que estaba llorando hasta que se alejaron para respirar, y sus mejillas estaban mojadas. Freen le limpió las lágrimas con sus pulgares cuando ahuecó la cara de Rebecca.

—No llores. —Le susurró y Becky hizo un mohín.

—Lo siento mucho. Pero ella me hubiera mandado lejos y yo sólo-

—Está bien. — le aseguró Freen y Becky tragó saliva.

—Te extrañé tanto.

—No estés triste.

—No puedo.

Freen llevó sus rostros juntos una vez más, no perdiendo tiempo. Las manos de Becky encontraron el cinturón de el contrario y lo desabrochó rápidamente antes de dejar que sus pantalones cayeran hasta sus tobillos en un ruido sordo.

Becky luego logró rápidamente desabotonar la camisa de Freen y lanzarla al suelo, pasando sus manos sobre el pecho. En realidad no podía ver nada en la semi oscuridad con una única luz proveniente de afuera, por no hablar de que hacía frío.

—Tengo frío—. Le dijo a Freen una vez que se quitó su vestido

Freen se dio la vuelta rápidamente y fue a cerrar la puerta del balcón. Becky se dio cuenta de que Freen tal vez no oyó cuando llamó a la puerta por primera vez porque estaba en el balcón.

—Perdiste tu barriga.

Freen observó mientras se acercaba a Becky una vez más, después de encender la lámpara de noche.

—No estaba realmente en estado de ánimo para comer con mi familia, así que sólo comía en la escuela.

—Bebé.

Freen dijo con tristeza y el estómago de Becky hizo una voltereta hacia atrás porque otra vez la estaba llamando con esos nombres. Tal vez podrían solucionar este problema, encontrar una salida.

La mano de Freen agarró la parte posterior del cuello de Becky y tiró de ella, besando su cuello y finalmente encontrando su lugar favorito para chupar. Los brazos de Becky envueltos alrededor de la cintura de Freen, mientras la acercaba más, como si tuviera miedo de perderla si la dejaba ir.

—Arriba. —dijo Freen y agarró a la parte posterior de los muslos de Becky antes de levantarla y caminar hacia la cama.

Dejó caer a la castaña abajo antes de caminar hacia la mesita de noche y sacara un paquete de condones.

—¿Anticipaste esto?— Becky preguntó mientras se movía más arriba en la cama, y Freen negó con la cabeza.

—Estaba pensando en masturbarme, pensando en ti.

Becky sonrió y Freen se la devolvió, antes de dejar una rodilla entre las piernas abiertas de Becky al final de la cama. Estaban tan desesperadas por la otra, que ni siquiera se molestaron en meterse bajo las sábanas.

Freen se arrodilló más arriba en la cama hasta que estaba sentada en el pecho de Becky, y Becky entendió lo que quería Freen, así que abrió su boca y levantó la cabeza de la almohada para obtener un mejor acceso a su polla.

Freen esperó a que Becky se adecuara antes de que empezara a follar su boca y Jesús, Becky estaba tan obediente y con ganas para eso.

Le acarició el pelo a Rebecca, y ella lamió la punta, finalmente llegando a su fin. Cuando miró a Becky, vio que tenía lágrimas en sus ojos, y ella sabía que no eran sólo de asfixia, sino porque su corazón dolía un poco.

Becky no tenía idea de lo mucho que Freen había llorado durante el mes pasado porque trató de ocultar sus sentimientos de todo el mundo cuando se le preguntó sobre cómo se sentía. Freen arrastró los pies hacia abajo por lo que sus pechos estaban alineados y ella estaba entre las piernas de Becky.

—Voy a follarte— Le susurró al oído de Becky antes de rasgar el sobre con los dientes y envolver su polla.

Ni siquiera se molestó en abrir a Becky con los dedos porque ambos estaban demasiados ansiosos por ello.

—Por favor. — dijo la castaña y Freen metió su punta, entrando lentamente.

—Joder, sí.

Ella gimió y apoyó las palmas de las manos a cada lado de la cabeza de Becky. La menor echó un vistazo a Freen para que su corazón se lastimara de nuevo al ver las líneas rojas que cubrían los antebrazos de Freen.

Becky movió la cabeza para darle un beso a las cicatrices y Freen se mordió el labio, profundizando sus embestidas.

—Dios mío. —Ella gimió y desvió su atención a Freen, quien la estaba mirando fijamente, tratando de ignorar las mariposas en su estómago.

Las rodillas de Becky estaban en contra de las caderas de Freen y sus bocas se encontraron la una a la otra de nuevo. Becky terminó por rasgar la espalda de Freen como sabía que a ella le gustaba y envolvió sus piernas alrededor de su cintura, hundiendo los talones de Sarocha en su espalda baja.

—Te sientes tan bien.

Freen ahogó en el cuello de Becky y acarició su nariz detrás de su oreja, amando el olor de su dulce bebé.

Te amo, Freen pensó mientras seguía golpeando a Becky a un ritmo más rápido, tratando de encontrar su punto porque ella se estaba acercando al clímax.

Ella resopló antes de que agarrara la parte trasera de las rodillas de Becky y las llevara sobre sus hombros para conseguir un mejor ángulo. Y parecía haber funcionado, porque Becky gemía su nombre en todo momento, arqueando la espalda en la cama. Ella empezó a ir más rápido.

Becky cerró los ojos y mordió con fuerza el labio mientras apretaba el estómago y se corría. Freen aceleró sus movimientos y pronto, después de que le diera una profunda y resbaladiza embestida, se corrió dentro de Rebecca.

—Te amo.

Las palabras se derramaron de sus labios mientras lo hacía, ni siquiera siendo capaz de detenerlas. Ella llevó una mano a su boca, porque no estaba pensando en lo que decía.

Sus ojos se abrieron y Becky sonrió. Sus corazones latían rápido y la pelinegra salió de ella, rodando sobre su espalda junto a la menor.

Becky estaba sonriendo alegremente, sin poder creer lo que acababa de oír. Freen le dijo que la amaba. Ella la amaba. Freen no podía creerlo tampoco; ella sólo le había dicho a la chica hermoso a su lado que la amaba y no se arrepentía ni un poco.

—¿Me amas?— Becky preguntó, sólo para asegurarse.

Freen tomó aire antes de asentir. —Lo hago. ¿O debería decir yo, Bec te amo?

—Eres una idiota. —Becky sonrió y se inclinó para darle un beso en la mejilla.

Se quedaron en silencio por un tiempo, antes de que Becky girara la cabeza para mirarla.

—Así que no fuiste a la habitación de Molly, después de todo.

—Por supuesto que no.

Freen dijo, todavía no creyendo el hecho de que acababa de declarar su amor por Becky, algo que había querido hacer durante semanas.

—¿Qué hay de Danielle? Dejaste que te la chupara.

—Estaba borracha. Y su pelo era corto, así que sólo fingí que eras tú. Bec, yo me sentía miserable.

—Yo también. —dijo Becky y se levantó de la cama para ir a buscar algo para limpiarse a sí misma.

Encontró una servilleta en la mesa y luego la tiró a la basura. Caminó de regreso a la cama. Quería abrazar finalmente a Freen de nuevo y asegurarse que las cosas volverían a la normalidad.

Freen se puso bajo las sábanas con ella y Becky no perdió el tiempo antes de que pasara un brazo y una pierna por encima de ella, poniendo su pecho al lado de Freen.

—Mi padre quiere que le pregunte a Anurak si quiere casarse conmigo en la graduación. —Ella susurró en el cuello de Freen. La sintió tensarse contra ella.

—¿Vas a hacerlo?

—Creo que tengo un plan.

—¿Qué plan?

—De hecho, he pensado en salir del clóset durante mi discurso de despedida.

Freen rio. —Una estudiante de élite saliendo durante su discurso.

—O mejor dicho, una estudiante de élite pero gay. —Becky susurró y Freen resopló. —Además, él no puede decir nada al respecto porque voy a tener mis resultados para entonces. Soy una adulta, no puede hacerme daño después de graduarme. Sólo tengo que empezar a financiar mi independencia y luego voy a ser libre.

—Tienes razón. —Freen sonrió. —Tengo una novia tan inteligente.

—¿Novia?— preguntó Becky, sonriendo. —¿Todavía estamos juntas?

—¿No lo estamos?

—Sólo pensé... pensé que estabas enojada conmigo. Y yo besé a Anurak... y Danielle te la chupó.

—Eso no cuenta como engaño. No significó nada.

—Hablando de engaños. Anurak me dijo que me engañó durante todo un año, cuando llevábamos tres años de relación.

—Ese maldito. —Dijo Freen.

—¡No es gracioso!— Becky protestó.

—¿Te importa que lo haya hecho?

—En realidad no. Es irrelevante.

—¿Hay algo relevante para ti en este mundo?

—Tú.

—Me siento halagada.

—Oh, cállate.

Becky tenía la sonrisa más idiota en su rostro mientras miraba a Freen.

—No te quitaste el reloj. —Observó y señaló la muñeca de Freen, evitando a propósito de hablar de sus cortes.

—Sí. No iba hacerlo hasta que tuviéramos un fin.

—¿Hubieras dejado que rompiéramos?

—Si eso significaba verte feliz, entonces sí.

El corazón de Becky se sintió más caliente y apoyó una palma bajo su cabeza, apoyándose en el codo para mirar a Freen.

—Estoy feliz sólo cuando estoy contigo.

Freen respondió picoteando su antebrazo, demasiado perezosa para inclinarse hacia arriba e ir por los labios.

—¿Tu reloj también se apaga el día 22?— Preguntó Becky y Freen asintió con la cabeza, antes de bostezar.

—Vamos a dormir. Estoy cansada.

—Bueno.

La pelinegra le dio la espalda y Becky estuvo confundida por un segundo, pero luego se dio cuenta de que Freen quería ser la cuchara pequeña. Era raro que Freen fuera la cuchara pequeña, y Becky sabía que sólo lo necesitaba cuando estaba vulnerable y necesitaba la seguridad de Becky para sostenerla.

Así que se acercó más hasta que su pecho estuvo en su espalda, una de las manos de Becky sobre la cintura de Freen, y la otra bajo su propia cabeza, y sus labios rozando el cuello de Freen.

—No me dejes ir— Dijo Sarocha y Becky apretó su abrazo.

—No lo haré. —Rebecca prometió.

—Estoy cansada de sentirme sola.

Becky tarareó en acuerdo y sus ojos finalmente cayeron de golpe.

Se durmió con Freen en sus brazos.

Freen, quien la amabaa pesar de todo. 

Freen, que hacía que Becky se sintiera segura. 

Freen, que erasu casa.