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➥07

Decir que Becky se estaba volviendo loca sobre el incidente con Freen era un eufemismo. Todo fue cuesta abajo desde esa noche, porque lo único en lo que Becky pensaba cuando no estaba ocupada con la tarea, era la forma en que las manos de Freen cayeron sobre ella.

Cada vez que veía a Freen apoyada en la pared de ladrillo de su escuela cuando Becky salía, se ruborizaba y giraba la cabeza. Probablemente no significaba nada, pero Becky todavía no podía evitar sentirse extraña a su alrededor. Le molestaba un poco para ser honesta.

Tenía mucho en su mente; el baile de invierno, los exámenes parciales, así que Freen era lo último que necesitaba.

Y no quería, sobre todo porque se ponía muy extraña.

—¿Tienes todo? Cartera, llaves, ¿teléfono?— Preguntó su mamá en la puerta mientras se arreglaba el cabello.

—Sí madre.

Suspiró y ella la besó en la mejilla, antes de entregarle la flor de ojal, que le iba a poner a Anurak. Tomaría su Lamborghini y conduciría hasta el hotel.

Becky salió de su casa a las seis ese 12 de diciembre por la tarde. Estaba pensando en pasar un buen momento y olvidarse de todo por un rato; escuela, futuro y Freen. Por no hablar, de su cumpleaños que sería en dos semanas y había planeado lanzar una fiesta en la piscina del hotel de su tío, un día antes de su cumpleaños real, porque tenía que estar en casa para la cena de Nochebuena.

La casa de Anurak estaba a cinco minutos de la suya en coche. Las puertas se abrieron al ver que era ella, condujo todo el camino hasta la puerta de entrada, antes de bajarse del coche. Se acercó a la puerta y llamó. El padre de Anurak, la saludó con un apretón de manos firme y una inclinación de cabeza.

—Buenas noches, señor y señora Nut. —Becky dijo cortésmente y abrazó a su suegra.

—¡Anurak, Becky ya está aquí!— Su madre llamó y los tres levantaron la mirada hacia la escalera, donde apareció de repente.

Por supuesto que tenía que hacer una entrada, Becky pensó para sí misma y tomó cada fibra de su ser para no resoplar y rodar sus ojos.

Llevaba un traje demasiado llamativo y con unas cuantas lentejuelas que lo hacían relucir.

—Te ves increíble amor.

Becky le dijo la línea que había ensayado en el coche, y luego puso la flor de ojal y posaron para un par de fotos.

Anurak subió una de las fotos a su Instagram mientras Becky los llevaba hasta el hotel. Fueron quince minutos en coche y se pusieron en la fila detrás de las numerosas limusinas, Ferraris y Lamborghinis.

Contempló si debía o no aparcar el coche ella misma, pero todo el mundo estaba dando sus llaves a uno de los muchos mozos que estaban esperando. Sus compañeros de clase estaban caminando por la alfombra roja que rodaba todo el camino hasta las escaleras. Había un montón de fotógrafos contratados para tomar fotos en la entrada y Becky se sentía bastante importante porque podía ver gente en la calle mirar con envidia.

Becky se bajó del coche y se dirigió hasta la puerta con Anurak, entregándole al servicio de aparcacoches las llaves.

—Este coche cuesta más que toda tu existencia, cuídalo.

Advirtió y el chico asintió con la cabeza, antes de que se encontrara con el brazo que su novio le tendía. Caminaron hacia la entrada con brillantes sonrisas en sus rostros. La mujer en la puerta comprobó sus boletos y los dejó pasar con una sonrisa tensa, obviamente falsa.

Babe, Billy, Engfa y Tom (uno de los amigos cercanos de Engfa de la infancia) los esperaban en el vestíbulo, en el mostrador de check-in.

—¡Bec!— Billy exclamó y levantó la mano para tirar de Becky en un abrazo. Anurak le lanzó una mirada confusa pero le restó importancia.

Billy se veía raro en traje y con su pelo acomodado.

—Nos dieron una suite triple, ¿verdad?— Preguntó Becky y Engfa asintió, entregándole las llaves de la habitación.

—La salida es al mediodía de mañana.

Babe les informó, después de tomar las fotos de pareja junto a la bandera en la esquina, dispuestos a ir a la sala principal, donde la celebración estaba teniendo lugar.

Su mesa estaba justo al lado del pequeño escenario del DJ, y todo se veía tan lujoso como se esperaba. Los camareros con uniformes caros caminando por toda la habitación, sosteniendo bandejas llenas de copas de champán, las luces parpadeando a través del cuarto en diferentes colores y música de fiesta por toda la habitación. Becky sabía que el 20% de las canciones que se estaban reproduciendo, eran de Billy.

Tenían una mesa redonda para diez, y se les unieron dos parejas más; Victoria, Cameron, y Danielle con su nuevo 'novio'.

La gente ya estaba bailando en la pista de baile que estaba en el medio de la habitación, por lo que tan pronto como Babe puso su chaqueta en el respaldo de su asiento (no le gustaban los guardarropas, a diferencia de Becky), tiró a Billy hacia la multitud.

Rebecca bebió un vaso en tres grandes tragos, luego pidió otra.

—Tal vez no deberías empezar a beber tan temprano.

Anurak le aconsejó y quería responderle algo feo, pero señaló a la camarera para que le trajera una más.

—¡Me gusta esta canción!— Anurak exclamó y puso a Becky de pie en contra de su voluntad. Ella lo siguió a la masa, hacia donde ya estaban bailando Billy y Babe.

Becky bailó con él, por supuesto que lo hizo, a pesar de que preferiría estar en otro lugar, haciendo otra cosa. Por alguna razón deseaba que su celebración de cinco años de aniversario se repitiese... y si, era por lo que había pasado con Freen (y eso fue lo mejor que jamás había experimentado la castaña), pero nadie tenía por qué enterarse.

—¿Por qué sigues mirando el reloj?— Babe le gritó a Billy para que pudiera oírla sobre la música mientras bailaban en un círculo.

—Charlotte y Freen deberían llegar en cualquier momento y tengo que dejarlas entrar!

Becky dejó de bailar y su boca se abrió porque, ¿Freen iba a venir? ¿Cómo diablos iban a entrar si no tenían entradas? Probablemente ni siquiera estaban adecuadamente vestidas para esta ocasión y conseguirían que las expulsaran inmediatamente. Miró alrededor de la habitación para ver algunos profesores, pero no encontró ninguno.

—¿Dónde están los profesores?— Le preguntó a su novio.

—¡Están en el salón, en la sala de al lado! No les gusta el baile y no tienen mesas, así que pensamos que sería mejor si no nos molestaban. —Dijo Babe.

Ella estaba en el comité organizador, Becky había olvidado eso. Oh bien.

Esto significaba que los maestros probablemente no se darían cuenta si había estudiantes de otras escuelas rompiendo lo formal, a menos que alguien fuera a denunciarlos.

¿Así que Freen estaba cerca?

¿Va a pasar la noche aquí?

¿Dónde dormirá?

¿Vamos a reunirnos al igual que hace un mes?

Yo no quiero.

Becky estaba exagerando las cosas como de costumbre. Estaba segura de que Freen se reiría de la forma en que bailaba y la forma en que estaba actuando con Anurak.

Decidió que iba a ignorar a Freen desde el momento en que se presentara hasta que se fuera, porque ella no tendría el placer de arruinar su noche.

Después de dos canciones más, se dirigió de nuevo a la mesa donde Engfa acababa de sentarse y le dijo sobre el hecho de que Charlotte estaba a punto de aparecer.

—Lo sé, yo le pedí que viniera. —No era lo que Becky esperaba escuchar como respuesta.

—¿Tú qué? ¿Le pediste a dos chicas de una escuela pública que vinieran a nuestro baile formal. Sin ni siquiera pagar por las entradas?— Exclamó Becky, pero luego bajó la voz en caso de que alguien más hubiera escuchado.

Vio a Tom escuchar y discretamente asintió hacia ella para señalarle a Engfa que escuchó todo.

—Tom sabe que me gusta Charlotte, Becky. — Engfa le aseguró y la boca de Rebecca se abrió.

—¿Y no tiene nada en contra de eso?

—Mientras que no tengan nada en contra de mí y de mi novia. —Tom contestó y Becky tuvo que sentarse.

—¿Quién es tu novia?

—Victoria.

— ¿Victoria Sanders?— Preguntó Becky, sin poder creer lo que estaba oyendo.

¿Desde cuándo? Victoria había estado saliendo con Cameron durante todo el tiempo que podía recordar. Estuvieron juntos casi tanto tiempo como Becky y Anurak.

—Sí.

—¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por Qué?

—El año pasado en su fiesta de cumpleaños, estábamos borrachos y le dije que me gustaba. — Respondió Tom y Becky se mordió el labio.

—¿Qué pasa con Cameron?

—Él no lo sabe, pero le diremos en cuanto el año escolar haya terminado.

—¿Así que él también la está engañando?

—Sí, la está engañando con Danielle, pero Victoria no le dirá al respecto porque piensa que es justo.

Así es como Anurak y yo probablemente vamos a terminar. Ya lo he engañado y ahora es sólo cuestión de tiempo hasta que se encuentre a alguien.

¿Debo decirle a Cameron? Él es uno de mis mejores amigos.

Becky se sorprendió al estar realmente aliviada por tener una excusa para Anurak, la cuál era salir de la relación aburrida, monótona y que había encontrado a alguien recientemente.

¿Se sentía un poco mierda porque había engañado a Anurak? Sí.

¿Se siente culpable por hacerlo? un poco.

¿Acaso importaba? En realidad no.

Tenía que admitir que, en los últimos meses de su relación, parecía ser más como un trabajo y se sentía como una carga. Sin embargo, esto probablemente no era una excusa para engañarla y estaba totalmente en contra de eso. Pero... estaba aburrida. Quería algo nuevo, algo emocionante y espontáneo. No algo previsible y normal.

¿Qué diablos estoy pensando?

—¿Así que tendré la oportunidad de conocer a Charlotte, finalmente?— Tom preguntó mientras bebía de su copa de champán.

—Sí... uh, se supone que debe estar aquí a las nueve, y son cinco para las nueve. — Engfa contestó y parecía nerviosa.

Becky desesperadamente quería saber lo que habían hecho Engfa y Charlotte. Quería saber si Charlotte había conseguido que Engfa se corriera. Lo odiaba, pero quería tener más experiencia que Engfa. Era atelofóbica; siempre tenía que ser la mejor en todo.

—Así que um, ¿hasta dónde han llegado ustedes... ya sabes, sexualmente?— Preguntó Becky, tratando de no ahogarse.

Tom se echó a reír y Engfa se sonrojó.

—Um, bueno ella... me acarició ahí

—¿Eso nada más?

—Sí, lo hemos hecho mucho.

—Oh.

—¿Y tú y Freen?

—¿Qué?— Becky y Tom preguntaron al mismo tiempo.

—Espera. ¿Eres gay?— Tom le preguntó en voz baja pero Becky sacudió la cabeza y volvió su atención a Engfa.

—¿De dónde sacaste esa información?

—Charlotte.

—Oh.

—Entonces, ¿es cierto? Que tú y Freen se besaron y...

—Sí. —Becky dijo rápido, no queriendo que Engfa lo dijera en voz alta.

—Así que eres gay. —Repitió Tom.

—¡No lo soy! Estoy confundida. No soy gay. — Becky les aseguró.

—¿Así que eso es todo lo que hicieron? O ¿han hecho los mismo que Charlotte y yo?— Engfa sonrió y Becky frunció el ceño.

—Bueno, en realidad, uh, Freen me tocó. — Becky dijo apresurado.

—¿Sí?

Becky asintió. No podía evitarlo; entró en pánico. Además, no había manera de que realmente pudieran comprobar si su historia era verdad o no.

—¿Y, cómo fue?

—Ella me dijo que fue bueno.

Las palabras salían de la boca de Becky como si fueran la verdad real. Pero ya sabes lo que dicen: sobreprotectores, estrictos padres, crían los mejores mentirosos.

No es que la castaña estuviera culpando a sus padres. Le debía todo lo que tenía a sus padres si era sincera.

Becky bebió su segunda copa de champán y estaba a punto de pedir la tercera (los aperitivos no eran tan buenos como ella había esperado que fueran) cuando vio a Charlotte y Freen entrar en la sala por la puerta doble por el rabillo del ojo.

Su mano se detuvo en el aire y se dio por vencido en la misión de conseguir otra copa, en cambio se centró en Charlotte y Freen, que habían atraído muchas miradas en toda la habitación.

La gente realmente no reaccionó, la mayoría de ellos sabían de Charlotte y Freen, Becky se preguntaba si era la única que en realidad tenía un problema con ellas siendo chicas de la escuela pública.

Ella distraídamente se acomodó su delgada capa, sabiendo que Freen probablemente se burlaría de su collar de 2 mil dólares, y se puso de pie para mirarlas. Estaban charlando con Billy y Freen ahora estaba mirando el plano de la sala por la puerta, probablemente en busca de Becky.

Freen estaba vistiendo jeans rasgados negros, la chaqueta de jeans envuelta alrededor de su cintura, un polera de cuello V blanca. Estaba mostrando sus tatuajes y ¿eso era un cigarrillo real entre sus dedos? Había un cartel que decía claramente se prohíbe fumar.

Tal vez no sabe leer.

Estaba tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de que Freen estaba mirándola con una sonrisa en su rostro. Becky volvió la cara inmediatamente, sabiendo que había sido atrapada. Estaba tan avergonzada y enojada consigo misma, porque no quería que Sarocha tuviera la satisfacción de saber que Becky la encontraba atractiva.

Se ve mejor vestida en ropa de pobres que Anurak lo hace con un traje de 10 mil dólares.

Oh, Dios, a lo que he llegado.

Becky señaló al camarero para otra copa, mientras Billy, Charlotte, Babe y Freen hacían su camino hacia su mesa. Por suerte para ella, Anurak había hecho acto de presencia para hacerle compañía.

—No deberías beber más. —le sugirió y rodó los ojos, envolviendo sus dedos alrededor de la copa que se le ofrecía.

—Tú... —comenzó, pero no llegó a terminar porque cinco dedos largos agarraron su vaso y lo tiraron de las manos de Becky.

—¡Disculpa!— Exclamó y miró hacia arriba, ya sabiendo que era Freen quien había tomado el vaso.

Freen bebió el vaso de una sola vez, antes de que lo pusiera sobre la mesa y se sentó en el asiento de Danielle. Dios sabe que en cualquier momento estaría de rodillas, y no rezando. Los ojos de Becky se abrieron de su propia broma sexual.

Jesús no.

—Ah sí, Tom esté es Charlotte y Freen. — Dijo Engfa en un tono casual tratando de actuar de manera fría, porque Anurak no sabía nada de Charlotte.

Las presentaciones siguieron y Charlotte se sentó al lado de Freen. Becky ahora estaba bebiendo un vaso de agua, ya que todo el champán se había acabado.

No le gustaba eso.

—Hey Anurak, ¿puedes venir por un minuto?— Preguntó Babe, agarrándolo del brazo.

—¿Para qué?

—Necesito...que me ayudes con los hielos. — Babe tartamudeó y las caras de los chicos cambió.

—Bueno.

Anurak se levantó y besó a Becky en la mejilla antes de seguir a Babe a la salida.

—¿Los hielos están duros?— Preguntó Billy y Tom negó con la cabeza, para gran alivio de Billy.

—Era una distracción, tengo que decirles que he traído un poco de Mary J. — dijo Charlotte y Becky no tenía idea de lo que estaba hablando.

¿Ella trae una chica llamada Mary J con ella? ¿Qué?

—Es marihuana. —Billy explicó, al ver la expresión confusa de Becky.

—Oh.

—Vamos a salir a fumar de ahí. —Charlotte continuó y Becky se preguntaba si todo lo que hacían era botar humo y mierda.

—¿Puedo ir también?— Tom preguntó emocionado y Charlotte asintió.

—Si no se lo dices a nadie.

Tom lo prometió y Charlotte sonrió, antes de que pusiera su chaqueta de cuero en la parte posterior del asiento de Engfa.

Se levantaron y se fueron, y tan pronto como lo hicieron, Freen estaba tomando el asiento junto a Becky, que rodó los ojos. Billy había desaparecido también. Impresionante.

—Te traje algo. —Freen le dijo y buscó en el bolsillo de su chaqueta.

Becky quería ver la sorpresa, pero todo paso cuando vio a Freen sacar un pequeño recipiente de plata. Sabía que era probablemente alcohol; su padre tenía como diez de esos.

—Me trajiste alcohol?

—Creo que nos traje alcohol. —Freen corrigió y desenroscó la botella, antes de dejar algunas gotas en el agua de Becky.

—¿Qué es?

—Whisky.

—No sé si recuerdas, pero la última vez que bebí alcohol acabé vomitando.

—Y luego algunas otras cosas sucedieron de las cuales estoy segura de que en realidad no te arrepientes. —Sarocha replicó y las mejillas de Rebecca ahora se estaban calentando.

Ordenó a Becky beber de su vaso, pero la más joven se mostró reacia.

—¿Lo envenenaste o algo así?

—No soy una violadora.

Freen le aseguró sonriendo. Becky quería abofetear esa sonrisa de su rostro. O besarla.

Llevó la copa a sus labios, tomando un pequeño sorbo, pero la mano de Freen se acercó para empujar de abajo hacia arriba, y la mitad de ella acabó en la capa de Becky..

—¡Eres una idiota!— Exclamó Becky y sacudió la cabeza ante el sabor amargo del whisky. A continuación, se limpió la barbilla y miró su ropa. —Deberías pagar por esto, pero entonces tendrías que vender tu casa y tu cuerpo para convertirte en esclava.

—Yo podría ser tu esclava. — Freen sugirió con indiferencia.

Los ojos de Becky se abrieron y se mantuvo ocupada con el accidente.

—Bonito collar. — La pelinegra se burló. —¿Cuánto costó?

—Más dinero del que jamás verás. —Becky se quitó la capa, poniéndose de pie.

—¿Adónde vas?

—Al guardarropa. No la voy a dejar aquí para que tu u otra persona me la robe.

Freen sacudió la cabeza divertida y Becky se alejó, jadeando y murmurando por lo bajo.

Ella volvió a la mesa, sólo para ver que Freen ya se había ido y había colocado su chaqueta en el respaldo del asiento de Becky. Anurak estaba en la mesa con Victoria y Cameron también.

—Becky, ¡por fin! ¿Podemos ir a bailar? ¡Estoy aburrido!— dijo su novio y Becky lo miró porque parecía borracha.

—¿Estas borracha?

—En realidad no.

—¿Quién te dio alcohol?

—Freen.

Becky negó con la cabeza y Anurak la agarró del brazo para llevarla a la pista de baile. A Becky no le gustaba esto; las luces se habían puesto más tenues y la música más sucia. Ahora todo el mundo estaba bailando como si pertenecieran a un club y no a una escuela formal.

Podía ver a Freen bailando con Charlotte, que estaba de espaldas contra el pecho de ella mientras se movían al compás, unos contra otros.

—¿Es que nadie vigila esto?— Preguntó Becky a Anurak quien se encogió de hombros, de repente acercando su rostro al de Becky para besarla.

Ella se sorprendió y literalmente empujó su lengua dentro de su boca. Hizo que recordara haber hecho eso con Freen, pero Anurak estaba lejos de la pelinegra. Por no hablar, que Becky tenía los ojos muy abiertos y estaba mirando a Freen, quien tenía los ojos fijos en ella.

Bueno, si Freen podía divertirse con Charlotte, ¿por qué no podría Becky pretender tener diversión con Anurak?

Tomó la decisión crucial de agarrar de su saco y pegarse más a él, ya que estaban bastante lejos, cerrando los ojos para hacer que pareciera más real y pareciera que estuviera disfrutando de esto en absoluto.

Ella empezó a alejarse, gracias a Dios, y le lanzó una sonrisa enmascarada.

—Te amo. —Le dijo y Becky le respondió sin mirarlo a los ojos.

Necesitaba orinar, por lo que se disculpó y rápidamente salió de la habitación yendo a los baños del pasillo.

Cuando terminó, se echó agua fría en la cara y se volvió a su lado para ver si su barriga se veía a través de su vestido. Su trasero no se notaba demasiado, se volvió hacia el espejo para lavarse las manos y secarlas.

Alguien entró en el cuarto de baño, miró a su izquierda para ver que era Freen. Se acercó al fregadero junto a Becky y se lavó las manos, ignorando a la chica.

—¿Le dijiste a Engfa que me tocaste?

—¿Um? ¿Qué?

—¿Así que me has masturbado en el pensamiento?

—¡Oh! Dios no!— Becky se defendió

—Entonces, ¿cómo te viniste?

—¡No lo hice! ¡Basta!— Exclamó Becky y agradeció al Señor que no había nadie más en el cuarto de baño.

—¿Sabes cómo?

—¡No! ¡Y no necesito saberlo!

—¿Por qué? ¿Debido a que es un pecado?— Freen se burló y Becky se puso furiosa, porque ¿cómo se atreve a burlarse de Dios?

—¿Has terminado? Me estás poniendo de los nervios.

Freen puso mala cara y se acercó más, agarrando a Becky de los hombros.

—¡No toque el vestido! Cuesta más que...

—Que mi casa bla bla. Dame un respiro. —Murmuró Sarocha y su mano se movió hasta su cuello.

—¿Así es que tu novio besa mejor que yo?

Preguntó Freen, pero Becky no respondió. No iba a darle a Freen la satisfacción de saber que era de hecho mejor besadora que Anurak.

—¿Lo hace?— Freen instó con impaciencia, apretando el agarre sobre la piel de Becky.

—Sí.

Becky mintió y Freen se acercó a ella, hasta que sus dientes chocaron. Sus dientes inmediatamente volvieron a los labios y pronto sus lenguas se frotaban desesperadamente contra la otra.

—Espera... no. —Becky murmuró contra los labios de Freen y se alejó. —Alguien puede venir.

—Cierra la puerta entonces.

Y Becky lo hizo. No estaba segura de por qué, pero lo hizo. Era como si sintiera la necesidad de complacer a Freen, hacer cualquier cosa que ella exigiera.

Freen de nuevo le robó un beso tan pronto como se apartó de la puerta cerrada con llave, apretando sus caderas, al igual que Anurak lo había hecho unos minutos antes. Becky se encontró empujada contra el mostrador que estaba cavando incómodamente en su espalda.

Dejó escapar un grito cuando las manos de Freen agarraron la parte posterior de sus muslos y la puso como si pesara nada sobre el lavamanos. Empujó sus piernas separadas para conseguir ponerse entremedio y apoyó las palmas en sus musculosos muslos mientras se besaban.

Las manos de Becky fueron torpemente descansando detrás de ella en el mostrador, porque no tenía idea de cómo o dónde tocar a Freen sin que se riera.

—Tócame. — Dijo Freen y Becky se echó hacia atrás, sonrojándose.

—No sé dónde poner mis manos.

La pelinegra bufó con molestia y Becky se quedó mirando sus labios rojos cuando sus palmas se colocaron en la cintura de Freen sobre la camiseta blanca. Las manos de Freen pasaron a su cuello para descansar a sus lados, para luego apartarse.

—Baja los tirantes de este lindo vestido. — Freen ordenó y Becky negó con la cabeza.

—¿Por qué?

—Porque te daré un chupetón, el cual no creo que quieras que la gente vea.

—¿Por qué quieres darme un 'chupón'? ¿No nos besamos bien?

—¿Por qué no te bajas el vestido?— Freen se defendió.

—Porque tengo pechos medianos y vas a pensar que no estoy buena, además mi abdomen no es plano

Becky admitió y Freen frunció el ceño, cambiando de opinión. Apretó una palma contra el pecho de Becky y la empujó hacia atrás hasta que Rebecca estaba apoyado en los codos, mirando a Freen.

Como pudo la chica le sacó el vestido, incluso reveló su abdomen, el cual para Sarocha estaba totalmente plano, pero para la menor era todo lo contrario. Trató de cubrirse, pero su mano fue abofeteada.

Becky se mordió el labio mientras miraba a Freen mantener sus caderas hacia abajo mientras chupaba, mordía y lamía justo debajo del ombligo de Rebecca. Le gustaba la sensación, incluso pudo ver algunos tatuajes que se notaban fuera de la camisa de Freen.

Cuando por fin se apartó, había un enorme moretón bajo su ombligo que se fue convirtiendo poco a poco de rojo oscuro a púrpura oscuro.

—¿Así que tienes una habitación?— Freen preguntó con una voz profunda mientras lentamente pasaba sus manos por las clavículas de Becky hasta sus brazos.

—Tengo... Tengo una suite.

Becky tartamudeaba y bajó su mirada, donde Freen ya estaba mirando. Ella tenía los pezones duros, lo que la hizo sonrojar locamente.

—Pero la comparto con Anurak.

La pelinegra negó con la cabeza como si no importara.

—¿Por qué?— Preguntó Becky, su corazón latía más rápido que antes.

—¿No queremos que lo que le dijiste a Engfa sea una mentira, verdad?— Freen respondió sonriendo y dio un paso atrás.

¿Quiere que le dé una paja? Oh, Dios mío. Ella va a reírse de mí.

Se calmó con la idea de que en realidad tenía que compartir una habitación (y una cama) con Anurak, por lo que no había manera de que pasara con Freen esta noche.

Pero lo deseaba.

—¿A dónde vas?— Preguntó Becky cuando Sarocha abrió la puerta.

—Volveré a bailar.

—¿Qué pasa con... esto?— Becky señaló su ropa desarreglada.

—Haz que tu novio lo arregle, ya que es mejor en eso.

La mandíbula de Becky cayó al suelo y saltó del mostrador, arreglándose el vestido. Se lavó la cara y salió del baño, maldiciendo a Freen en su mente.

Pasaron dos horas más allí, terminando el postre y llevando a cabo un gran pastel (¿para qué?). A las doce y media todo el mundo estaba empezando a volver a sus habitaciones.

—¿Vamos a fumar hierba?— Preguntó Billy mientras las chicas se habían ido al baño y los chicos se quedaron para recoger sus cosas.

Charlotte asintió y se volvió a Becky.

—¿Quieres que tu novio venga también? No creo que tengamos suficiente hierba para todos.

—Um— Becky comenzó.

—Yo ya me hice cargo de él. — Dijo Freen y Becky la miró con pánico.

—¿Qué hiciste? ¿Estás loca?

—Relájate nena, sólo eché en su vaso algo de Ambien.

—¿Qué demonios es eso?

—Somnífero. Va a estar durmiendo en cómo, diez minutos .

—¡Oh, Dios mío! Vas a terminar en la cárcel por violar a alguien!

—Yo jamás violaría a alguien, nunca. — Freen le dijo y la seriedad en su rostro la hizo callar.

Las chicas estuvieron de vuelta en poco tiempo, y Becky se sorprendió al ver a Victoria detrás de ellos.

—Um, Cameron se fue a su casa porque se sentía un poco enfermo. Lo que significa que va a la casa de Danielle pero bueno.

Explicó y Anurak le dio unas palmaditas en la espalda, bostezando y anunciando que estaba cansado.

—Soy Freen, por cierto. — Freen se presentó y Charlotte siguió.

—Así que tú eres Charlotte. — Victoria sonrió y todos se volvieron a Engfa, que encontró sus zapatos muy interesantes.

—Puedes dormir en mi habitación si lo deseas— Tom dijo y Anurak frunció el ceño.

—Entonces, ¿quién va a dormir con Engfa?

—Encontraremos a alguien. —Respondió Billy y Charlotte se mordió el labio, sonriendo.

—Vamos entonces.

Hicieron su camino hacia los ascensores. Becky pulsó el botón de su piso mientras Victoria y Charlotte empezaron a hablar de tinte para el cabello.

La habitación de Victoria y Tom estaba justo al otro lado de la suya, por lo que decidieron reunirse tan pronto como puso a Anurak a dormir. Becky debería haberse sentido mal por hacerle esto a su novio. Pero no lo hizo.

Entraron a la habitación y ni siquiera tuvo tiempo para colgar su capa manchada en el armario, porque Anurak ya se había quedado dormido en la cama.

Becky rodó los ojos y luchó para rodar su espalda y empujarlo al lado derecho de la cama. Salió de sus tacones y se fue al cuarto de baño para asegurarse de que su pelo se veía bien (para nadie más que a sí misma, por supuesto).

Se juntaron en el pasillo cinco minutos más tarde y después de que Billy sugiriera que fumaran en la habitación de Victoria (Charlotte prefirió hacerlo fuera, le gustaba el aire fresco, aunque era diciembre y hacía frío), caminaron hacia el ascensor.

Becky los guio hasta la puerta trasera del hotel, que llevaba a un callejón con los contenedores de basura (ya había estado allí antes, por supuesto) que sólo el personal del hotel tenía acceso.

Charlotte, Billy, Freen y Victoria se inclinaron contra la pared mientras todos los demás se sentaban en las escaleras. Becky se dio cuenta de que ella era la única congelándose (Engfa tenía la chaqueta de cuero de Charlotte, Babe tenía la chaqueta de Billy y el resto de ellos todos tenían las suyas y Freen tenía esa chaqueta de jeans suya), y se preguntó si Sarocha le daría su chaqueta si actuaba de manera espectacular como si tuviera frío.

Fue culpa de Freen de todos modos por manchar su capa.

Charlotte hizo un rollo para todo el mundo (incluso Becky tenía uno) y se disculpó cuando no quedaba nada para Victoria.

—Está bien, podemos compartir. —Tom le aseguró.

—Espera. Ustedes dos están...

—Juntos, sí.

—Oh cool.

Becky rodó los ojos y Freen captó eso porque le envió un guiño en su dirección.

Esa fue la oportunidad de Becky para fingir que estaba helada hasta la muerte (que no estaba tan lejos de la verdad en realidad), por lo que se abrazó a sí misma y se frotó los brazos, su rollo entremedio de sus labios cerrados.

—¿Tienes frío?— Tom preguntó y ella asintió.

—Te puedo dar mi chaqueta, si quieres. — Ella se ofreció y Becky se sentía avergonzada de que un chico le había ofrecido realmente su chaqueta.

—No tomaría la de un chico.

—¿Tomarías la de una chica?— Preguntó Freen, acercándose.

Becky asintió, sin conseguir su insinuación.

—¿Sólo chicas?

Becky asintió de nuevo y todo el mundo se rio. Freen colocó el rollo entre los labios y tomó su chaqueta, entregándosela a Becky.

—Gracias. —Dijo Becky y al instante se sintió más caliente tan pronto como ella deslizó sus brazos en las mangas.

Becky fumó el rollo con la mano derecha, sujetándola entre los dedos mientras hablaba con Engfa. Se levantó unos minutos para que Victoria pudiera sentarse al lado de Tom y compartieran su rollo. Terminó apoyada en la pared entre Freen y Billy, que ya estaban riendo por algo que un profesor había dicho.

Becky sonrió de oreja a oreja, sintiendo el fármaco lentamente comenzando a surtir efecto. Freen ya había terminado su rollo, y ahora estaba pidiendo el de Becky.

—¡De ninguna manera!— Becky protestó. —No te daré del mío.

—Podemos compartir. —Freen sugirió.

—Está bien.

Becky aceptó sólo porque estaba drogada y demasiado aturdida para rechazarlo. Freen se lo terminó de todos modos, porque tenía una mayor tolerancia a las drogas.

—¿Te sientes más caliente ahora?—, Preguntó, con una mano apoyada en la pared junto a la cabeza de Becky, la otra en el bolsillo de sus pantalones vaqueros.

Becky asintió tímidamente y hundió las manos en los bolsillos de la chaqueta.

—Pero yo tengo frío. — Freen hizo un mohín burlón, luego se rio y se inclinó al oído de Becky para que pudiera susurrar algo para ellas dos: —¿Tal vez me puedas mantener caliente una vez que estemos dentro

—Uh... pero ya estarás caliente una vez que estemos dentro.

Freen negó con la cabeza, divertida, antes de dar un paso atrás, pasándose una mano por el cabello de una forma tan sexy.

Después de un rato regresaron a sus habitaciones. Tom se fue con Victoria, Charlotte con Engfa y Billy con Babe. Lo que dejaba a Becky preguntándose donde dormiría Freen.

—¿A dónde vas a dormir?— Preguntó Becky cuando todo el mundo estaba ya en sus habitaciones y ellos estaban en el pasillo.

—Voy a tomar el sofá. Es más cómodo que mi cama en casa de todas formas.

Becky se sintió un poco mal por ella.

—¿Cómo consiguieron entrar?

—Bueno Billy nos metió, pero también me acosté con la mujer de la puerta.

—¿Qué?—, Preguntó Becky, sorprendida y un poco... celosa.

—Me la tiré. —Freen aclaró y tiró sacó sus tenis lanzándolos hasta abajo del sofá, sentándose en ese sitio.

—¿Cuándo?

—No me acuerdo, ¿hace unos meses? Creo.

—Se vendió.

—Tiene veinticuatro.

—Eso es viejo.

—Aún no eres mayor, así que no creo que deberías estar hablando mierda sobre los adultos. —Dijo Freen y se rascó las pulseras de su brazo izquierdo distraídamente.

—Cállate. —Fue la única buena remontada que se le ocurrió.

La pelinegra negó con la cabeza y miró a Becky por unos segundos a los ojos, enrojecidos, subiendo y bajando por su cuerpo. Rebecca procedió a tomar la chaqueta y la puso en el sofá junto a Freen.

—Gracias por eso.

Dijo Becky y Freen asintió con la cabeza, antes de que se levantara para quitarse la camisa y los pantalones. Becky no se movió, sólo estaba mirando, una vez más, sintiendo celos del cuerpo increíble de Freen.

—Puedo ver que me miras.

Freen le hizo saber mientras estiraba los brazos sobre la cabeza y los ponía detrás de ella.

—Uh...

—Quítate el vestido. — Freen instruyó y Becky la miró, insegura.

—Um. No.

—¿Por qué no?

—Porque alguien podría entrar aquí en cualquier momento.

—Tu novio está dormido y el resto de ellos están probablemente ocupados en otras cosas.

—Es sólo que no me gusta estar desnuda delante de la gente.

—Vamos, no es como si no hubiera visto chicas desnudas antes.

Freen se rio y Becky sabía que Freen la compararía con otra persona mejor que ella.

Freen gruñó con impaciencia y Becky suspiró, sin saber lo que realmente la convención, pero se encontró con sus dedos bailando sobre los tirantes del vestido, bajándolos poco a poco.

Freen se mordió el labio y se recostó en el sofá, frotándose a sí misma por encima de sus calzoncillos y Becky vio que ya estaba medio duro. No pudo evitar sonrojarse cuando el vestido cayó al suelo, pero rápidamente la recogió y lo colocó sobre la mesa.

—Ven aquí.

Freen agarró sus muñecas, empujando sus brazos lejos de su cuerpo, y tirando a Becky a horcajadas sobre su regazo. Las manos de Becky se envolvieron detrás de la cabeza de Freen, al igual que aquella noche de hace un mes.

Las grandes manos de Freen agarraron los lados de Becky, sus pulgares presionando contra la parte delantera y sus otros cuatro dedos sobre su espalda. Becky se sentía como si estuviera en llamas cuando Freen pasó las manos hasta la parte posterior de su cuello y atrajo sus bocas.

Sus manos cayeron sobre los pechos de Freen, una vez que Freen empujó la cabeza hacia un lado, empezó a chupar a lo largo de sus clavículas, como un collar.

—¡Esto va a ser visible mañana!— Becky protestó cuando Freen pasó la lengua por ellos por última vez.

—Como debe de ser.

Respondió Freen y tomó la mano derecha de Becky, guiándola hacia abajo entre sus cuerpos. Becky tuvo que reprimir un grito cuando sintió que había tocado la polla dura de Freen a través de la fina tela.

—Quiero que me toques'— Freen le susurró al oído.

—Pero... no sé cómo.

—Joder, voy-voy a guiarte ¿de acuerdo? Solo tócame.

Becky asintió y Freen se quedó mirando las bellas marcas que había hecho en su cuerpo, mientras que a Becky la mantuvo frotándose sobre sus bóxers. Freen gimió y sacó su pene que ya estaba rojo y goteando líquido preseminal, en gran medida contra su palma.

Becky no podía dejar de mirar la punta de color rosa y la vena gruesa a lo largo del lado.

—Vamos.

Freen instó vacilante a Becky y ella optó por poner su mano alrededor de su polla. Era suave pero podía sentir el suave golpe de toda la sangre que se había apresurado a su polla.

—Sólo... sube y baja. — Freen instruyó y puso su mano sobre la de Becky. Guio la mano de la más joven de arriba abajo sobre su polla, ocasionalmente torciendo su muñeca.

—¿Te gusta así?

—Sí, así me gusta

Soltó la mano de Becky y Rebecca siguió sus instrucciones para difundir el líquido preseminal sobre ella, engrasando un poco para poder deslizar su mano hacia arriba y hacia abajo más fácil.

—Joder, sí. Eso es todo. — Freen animó y Becky en realidad se sentía bien y orgullosa de sí misma ya que era capaz de complacer a Freen.

—Más rápido, vamos. Juega con todo mi pene.

Becky estaba confundida al principio, pero luego obedeció rápidamente, lo que provocó un gemido deslizarse entre los labios entreabiertos de Freen.

—Ven aquí, pero no te detengas. — Sarocha le dijo y Becky se inclinó para besarla con la boca abierta.

—Tu mano es tan buena... bien bebé más rápido, vamos.

Freen exhaló y Becky estaba absolutamente sin habla cuando miró que Freen lo estaba disfrutando tanto como ella.

—Estoy cerca, Becky.

La inglesa aceleró el paso y se sorprendió de que su brazo no había realmente sido agobiante en el proceso.

—Uf, carajo. Voy a... ahh. — Freen gimió y echó la cabeza hacia atrás mientras sus músculos se apretaban, revelando su abdomen marcado, mientras se venía en el pecho de oro de Becky.

—Joder, eres buena. — Felicitó a Becky, que se comió todo. —¿Quieres que...

Freen hizo un gesto a los pechos de Becky, pero ella negó con la cabeza, sonrojándose y apretando las piernas

—¿Te viniste cuando yo me vine?

—Si, porque todavía estaba mojada desde el incidente del baño. —Becky admitió, poniéndose de pie. —¿Fue bueno?— Preguntó mientras agarraba su vestido.

—Para ser la primera vez sí, pero vas a mejorar con el tiempo.

—Está bien. —Dijo Becky, un poco triste.

—Hey, no. Fuiste increíble ¿sí? Enserio.

—Pero no soy gay.

Freen resopló. —Por supuesto que no lo eres. Buenas noches, Becky .

—Buenas noches.

Becky volvió a su habitación y se dio una ducha una vez que llegó allí, feliz de que había traído un cambio de ropa interior con ella. Se deslizó bajo el edredón con facilidad, con su ropa interior limpia.

Esa noche se quedó dormida con una sonrisa en su rostro porque Freen le había dicho que era increíble en dar pajas.

Y sí, tal vez no era algo para estar orgullosa, pero a Becky no le importaba.

Su pecho estaba cubierto de moretones y tuvo un orgasmo, así que las cosas no podían ser mejor. 

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