🐻Capítulo 24🐻
-¿Estás listo? –susurró Yeonjun.
-Sí –contestó con el mismo gesto.
-Bien, trata de no hacer tanto ruido.
Soobin se puso un abrigo, porque hacía bastante frío y tomó su mochila en donde tenía todas las cosas necesarias.
Iba de puntillas para no hacer tanto ruido, cuando llegó a la escalera como estaba hecha de madera, esta rugía con cada pisada que realizaba. Ya llegando al tercer escalón salto, sorprendentemente no ocasionó tanto escándalo por haber aterrizado en una alfombra.
Agarro un par de zapatos suyos que se encontraban en la entrada y se los puso, busco la llave en su respectivo escondite, abrió la puerta para salir y sintió el fuerte golpe de un viento helado en su cara. Nada de eso le importaba, sabía que iba a ser feliz luego de todo eso y esperaba que sus papis también, sin él.
Comenzó a caminar con una pequeña linterna, eran cerca de las tres de la mañana y era evidente de que todas las luces estaban apagadas.
Caminó y caminó hasta salirse por completo de todo el recorrido que él conocía – desde su casa a la escuela, parque y nada más –no sabía para dónde ir.
-Yeonjun ¿hacia dónde vamos?
-Tenemos que seguir derecho.
-Ya estoy cansado ¿Podemos descansar?
-No, debemos seguir.
Y así continúo caminando hasta que se hicieron las cinco de la mañana, ya no pudo aguantar más y fue a un callejón en donde se recostó en una caja aplastada y se tapó con una pequeña manta que traía en su mochila.
-Descansa Binnie, seguiremos cuando te despiertes.
Después de creer escuchar esas palabras cerró sus ojos y luego se durmió profundamente.
Jungkook despertó por el molesto sonido de la alarma al cual indicaba que tenía que ir a despertar a Soobin para que iniciara sus actividades escolares.
Se levantó con pesadez mientras que se levantaba con el destino de dirigirse hacia la cocina y preparar el desayuno, se encontró con su esposo ya preparado para comenzar el día.
Antes que nada fue directamente a la habitación de su hijo.
-Binnie –entró a la habitación – Bebé es hora de ir a la escuela –su hijo no respondió. – Binnie … ¿Osito?
Se acercó a la cama y lo único que encontró fue una almohada en lugar de su hijo.
Sentía como la desesperación se estaba apoderando poco a poco de su cuerpo, su respiración estaba empezando a hiperventilar mientras trataba de controlar unas pequeñas lagrimas que amenazaban con salir.
Lo buscó por cada por cada lugar de la planta alta y su corazón empezó a latir con fuerza al imaginar distintos escenarios en donde su pequeño hijito salía afectado
-Binnie – lo llamó y tampoco estaba, su hijo no estaba por ningún lado.
Terminó soltando un sollozo y terminó bajando desesperadamente a la planta baja, chocando con Taehyung, quien lo miró preocupado por esa expresión en el tierno rostro de su esposo.
-¿Cariño que …?
-Tae no encuentro a Soobin. – con un tono preocupado y desesperado.
Taehyung se alarmó al escuchar esas palabras, pero tenía que mantener la calma y tratar de tranquilizar a Jungkook.
-Amor tranquilízate, no te alarmes –hablo en un tono sereno que logró poner más nervioso al menor.
-¿Cómo me pides eso? ¡Mi hijo no está y me pides que me tranquilice! –alterado
-Ya iremos a verificar-tratando de mantener la calma.
El menor lo ignoró y fue hacia una mesa en donde había un teléfono de línea.
-¿Jungkook qué haces?
-Voy a llamar a la policía –mientras marcaba el número, por cuestiones de la vida se le ocurre mirar hacia la puerta y abrió los ojos lo más que pudo. – Taehyung – dijo con un tono entrecortado.
-¿Qué pasa? –miró a la entrada.
-La puerta está abierta.
En ese momento sus mundos se vinieron encima de ellos, su pequeño se había ido de casa, salió a la calle fría, llena de personas malas que podían hacerle daño.
-¿Cómo es el aspecto del niño, señor?
-Tiene una nariz pronunciada, ojos redondos, pelo negro .. –Taehyung fue interrumpido por el oficial.
-¿Cuál era su vestimenta la última vez que lo vieron?
-¿No escucho que se fue cuando estábamos durmiendo? –Dijo Jungkook molesto.
-Señor tranquilícese, estoy tratando de hacer mi trabajo
-¿Cómo carajos quiere que me tranquilice sabiendo que mi hijo de 8 años anda merodeando por ahí?- estaba demasiado exaltado.
-Ya, Jungkook ve con Yoongi y los demás mientras yo hablo con el oficial.
Jungkook le hizo caso a su esposo y se dirigió a la cocina en donde estaban todos intercambiando conversación sobre lo que estaba pasando. No aguanto más y se largó a llorar en cuando Yoongi le abrió los brazos para envolverlo.
-Ya Kook, soobin va a parecer.
-Es que … Dios, soy pésimo padre, quiero a mi bebé, lo quiero aquí conmigo –su dialecto apenas podía entenderse debido al llanto.
-Ya va a pasar, tranquilo ¿si? –acotó Namjoon mientras le acariciaba su hombro.
Las palabras de aliento de los chicos no servían, se sentía basura, primero el trastorno y ahora se escapaba su hijo, era el peor padre del mundo. Lo peor era que no podía imaginarse a su pequeño osito de miel en la calle, solo, con frío y sin comida.
Ahora lo único que quiere es encontrar a su bebé y demostrarle lo mucho que lo ama.
-creo que estamos muy lejos –dijo soobin algo asustado, ya se estaba haciendo de noche, en la tarde estuvo comiendo unas galletitas que llevaba con él y bebió un jugo que al igual tenía a mano.
-Tranquilo, ya estamos cerca.
Ahora se encontraban caminando por las vías del tren, Yeonjun le dijo que tenía que seguir caminando hasta que vea una luz y ahí iban a llegar al lugar especial que tanto decía su amigo.
Soobin ya estaba cansado, había comenzado a llover. Tenía frío, sus pies estaban helados y cada paso que daba sentía como escurría el agua.
Sus pequeños labios estaban morados y su mirada cansada, su rostro estaba demacrado, pero todo ese sufrimiento valía la pena. No se arrepentía de lo que estaba haciendo, aunque extrañaba un poco mucho a sus papis.
El próximo es el final 😼
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro