No es para ti
Seokjin.
Estaba listo para todo, para el que mi lugar no tuviera mucha clientela, para que fuera complicado el manejarla con mi bebe tan pequeña, sin mencionar mi falta de personal.
Lo que no estaba preparado es para que en la segunda semana tuviera bastantes clientes, me compre un fular, asi cargaría a Hyejin para todos lados, lo bueno que ella no lloraba mas que para lo necesario, dormir, comer y cambio de pañal, mientras todo estuviera en orden ella podría estar de curiosa cautivando clientes mientras los atendia.
Se que mi aumento de clientes tiene que ver con mi mejor cliente, Kim Namjoon, el dueño de unos hoyuelos terribles, es como un maldito modelo. Regreso al día siguiente de su primera visita, me preguntó el porqué no anunciaba en redes sociales mi panadería, la verdad no deseo que mi rostro se vea en ningún lado.
Pero eso no fue lo que le dije, asi que se encargo de tomarse una foto comiendo un panecillo con la subió a sus cuentas y en menos de dos horas tenia bastantes clientes.
Me entere que es dueño de una de las empresas farmacéuticas mas grandes de todo corea, no parece un tipo presuncioso pero tiene fama de tener un carácter terrible, asi como una prometida supermodelo con la cual se casara el año que viene.
No es que este ultimo dato importe demasiado, pero por alguna razón mi estúpido razonamiento lo vio como un prospecto, aunque es imposible, por demasiadas situaciones.
—Este lugar esta demasiado lleno —llego sentándose en la mesa de siempre mirando con desprecio a los demás clientes, se quito los guantes — ¿Dónde esta Hyejin?
—Duerme.
—¿Cómo puede dormir con todo este alboroto? Bueno, un panecillo me ayudara.
—Lamentablemente ya no tengo, la ultima tanta se termino hace cinco minutos, la otra esta en el horno, pero faltan treinta minutos para que salgan.
—Magnifico, ahora esta gentuza me deja sin mis bocadillos.
—Perdón, es que no me doy abasto, han sido días muy ocupados.
—No, no —negó con las manos —tranquilo, no es tu culpa esperare.
Los clientes se fueron, mientras el esperaba bebiendo el chocolate caliente que le gustaba, cerre el local y Hyejin empezó a llorar.
—Atiéndela yo espero.
Le prepare su biberón, la cargue para dársela, mientras con la mano libre cargaba la charola con el pedido de Namjoon, se levantó cuando me vio salir de la cocina.
—Permíteme —pensé que tomaría la charola, pero cargo a mi hija —hola bonita.
Hyejin lo observo atenta mientras mamaba de la mamila, Namjoon no dejaba de verla y ella le prestaba mucha atención, yo acomode en una cajita el pedido.
—Debe ser difícil, no había querido entrometerme, pero ¿y la madre?
—¿Madre? —parpadee mientras me acercaba —bueno es complicado, pero somos, solo ella y yo.
—Es admirable, ella se ve tan sana, tan feliz, estas haciendo un trabajo impresionante.
Tiene solo una semana de conocerme, es un cliente habitual, es alguien fuera de mi liga, es casi un extraño y que me dijera eso me hizo ponerme sensible.
—Gracias —el nudo en mi garganta fue notorio, el me miro inmediatamente.
—Soy un idiota —se acerco y soltando la tetera limpio una de mis lágrimas, sus ojos me observaron con intensidad, quito la mano de manera inmediata —fue, fue un instinto, no quería molestarte, puede ser incomodo.
—Descuida —me seque las lagrimas con el delantal —solo es cansancio, ha sido muy difícil llegar hasta aquí, mi abuela me ayudo a fundar esto, que alguien aprecie el trabajo que hago por mi hija sin saber mucho, fue lindo.
Los balbuceos de Hyejin nos distrajo, le di su pedido y sostuve a mi hija, ella empezó a removerse al ver su botella vacía.
—Bueno me retiro, espero verte mañana. Adiós pequeña.
Le abrí la puerta, para cerrar todo de nuevo, pasamos por la cocina hasta una puerta trasera que daba a la casa un espacio acogedor solo para ella y para mi, fuimos a la habitación, la recosté en la cama para alistarla para dormir, haciendo mi rutina también, ya estando los dos cómodos en la cama, la pegue mi pecho.
—Namjoon no es para nosotros mi pequeña, tu padre no puede decir su verdadera naturaleza sin causarle problemas, es mejor quedarnos como estamos, un doncel no puede tener una vida normal, menos uno que ya dio a luz a un pequeño.
Fue cerrando sus ojos, me recargue en la cabecera exhausto, vivir escondido no era lindo, pero vivir en paz es lo que estoy buscando, quien me embarazo no debe saber donde estoy, no volveré a ese maldito lugar...
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