-Isidora llega a la casa de los Villa de Cortés con cierta incomodidad. Sabe que no tiene la mejor relación con Bosco, pero acepta ayudarlo con las matemáticas por insistencia de Paz y Esteban, quienes habían organizado esta sesión.-

-La guían hasta la escalera, y aunque la sonrisa de Isidora es amable, por dentro siente un nudo en el estómago. Sabe que la relación con Bosco no es la mejor y que estar sola con él podría ser incómodo. Al llegar a la puerta de su habitación, toca y escucha un "adelante" seco desde el interior.-

-Bosco la mira desde su escritorio, su rostro muestra una mezcla de tensión y desgano.-

Bosco: Hola, Isidora.

Isidora: Hola. Vamos a empezar, ¿no?

-El ambiente es tenso. Bosco mantiene una distancia evidente, mostrando su desinterés en crear cualquier tipo de conexión con ella. Él está claramente molesto, pero Isidora no sabe por qué, lo que sólo aumenta su incomodidad.-

Isidora: Entonces... ¿qué parte de las matemáticas necesitas repasar?

Bosco: Todo.

-El ambiente sigue siendo frío y tenso. Ambos intentan concentrarse en la tarea, pero la incomodidad es palpable. Bosco apenas responde a las preguntas de Isidora, y ella, sintiendo que está caminando sobre hielo delgado, evita cualquier intento de conversación que no sea estrictamente sobre la materia.-

-Isidora, notando la dificultad de Bosco para concentrarse en las matemáticas, decide intentar otro enfoque.-

Isidora: Oye, Bosco... sé que esto puede parecer aburrido, pero tal vez pueda ayudarte a entenderlo mejor. ¿Te gusta el esgrima, verdad?

-Bosco la mira sorprendido, no esperando que ella mencionara su deporte favorito.-

Bosco: Sí, me gusta mucho. ¿Qué tiene que ver eso con las matemáticas?

Isidora: Bueno, piensa en esto. Las matemáticas son como el esgrima. Imagina que cada ecuación es como un movimiento o una técnica que debes dominar para ganar un asalto. Primero, aprendes los movimientos básicos, como sumar y restar, luego avanzas a cosas más complicadas, como las combinaciones y estrategias, que serían como las ecuaciones más complejas. Si no aprendes bien los movimientos básicos, te será más difícil ganar el asalto, ¿no?

-Bosco parece intrigado por la comparación. Por primera vez, muestra un poco de interés genuino.-

Bosco: Supongo que tiene sentido...

-Isidora sonríe, sintiendo que finalmente está logrando conectarse con él.-

Isidora: Así que, cuando ves una ecuación complicada, no te asustes. Solo mírala como si fuera un oponente en esgrima. Tienes que observar sus movimientos, desglosarla en partes más pequeñas, y luego atacar con las técnicas que ya conoces.

Bosco: Nunca lo había pensado así...

-El ambiente se suaviza un poco. Bosco toma el lápiz y empieza a trabajar en los problemas con una nueva perspectiva, mientras Isidora lo guía, haciendo analogías con el esgrima cada vez que puede. Poco a poco, Bosco empieza a captar mejor las ideas, y aunque no lo muestra abiertamente, su actitud se vuelve un poco más receptiva.-

Isidora: Muy bien, ¡esa fue una buena estocada!

Bosco: Gracias... creo que esto empieza a tener más sentido.