-Y hemos llegado a casa- dijo Off con
una sonrisa al abrir la puerta de la casa que habían escogido para vivir los cinco -es mucho más grande de lo que se ve en las fotos.

-Los muebles que escogimos son increíbles también- dijo First  lanzándose sobre el enorme sofá en medio de la sala -amo este lugar.

-¿Y las habitaciones?- dijo Jeff tomando su maleta y la de Barcode -¿Ya sabemos cuál va a tener cada quién?

-Sí- asintió Off -decidimos que First tendrá la habitación del primer piso, nosotros la primera del pasillo de arriba y ustedes la principal.

-Supusimos que a Barcode le gustaría un espacio grande para no sentirse tan sofocado. Esa habitación tiene un baño dentro y un armario enorme donde pueden acomodar todo perfectamente bien- agregó Gun.

-Además, si hacemos fiestas y Barcode se siente abrumado, en esa habitación hay placas acústicas, evitan que cualquier ruido salga o entre a la habitación- dijo First -así no tendrá por qué preocuparse si sufre una crisis o quiere estar solo.

-Muchas gracias chicos- dijo el menor con una sonrisa -son increíbles.

-Solamente queremos lo mejor para ti, y que el vivir con nosotros sea la mejor experiencia de tu vida- dijo Off  feliz.

-Lo será, eso tenganlo por seguro- miró a Jeff -¿podemos ir a ver nuestra habitación?

-Por supuesto- asintió y tomó las maletas-andando.

Subieron las escaleras que dirigían a la planta alta y al llegar vieron un pasillo donde se podían ver cuatro puertas distintas, con una al fondo de este, donde, supusieron, estaba su cuarto.

Caminaron hasta la puerta y, al abrirla, ambos quedaron completamente impresionados con el lugar.

Ellos no habían intervenido para nada en la decoración del lugar, ya que Off y Gun querían hacerlo por su cuenta, y querían darles ese regalo, pero realmente superaron todos sus límites y sus expectativas.

La habitación era enorme, de colores verde y azul pastel en las paredes, con muebles de madera en tonos blancos. tenía un balcón igual de enorme, con una hamaca colgada en él, donde se podrían recostar en los días calurosos.

La cama era tamaño Kingsize, con innumerables almohadas de distintos tamaños y formas. En las repisas habían distintos libros de historia y de medicina, que seguramente mantendría entretenido a Barcode por horas.

En una esquina de la habitación había una guitarra acústica; y de pronto, Jeff  lo recordó. Le había escrito a Barcode una canción y jamás se la cantó como había pensado hacerlo hace un año atrás.

Dejó sus maletas a un lado de la cama y rápidamente tomó la guitarra entre sus manos para girarse y mirar a Barcode con una sonrisa tímida.

-No sabía que tocabas un instrumento, Jeff, jamás lo mencionaste.

-Bueno, no era algo que hiciera a menudo, pero... creo que esta guitarra está aquí por una razón en específico.

-¿Si?- dijo curioso -¿y cuál es?

-Yo... cuando estábamos en la competencia quise darte algo especial que pudiera representar todo lo que sentía por ti, así que, escribí una canción, para los dos. Es uno de los regalos que nunca pude darte porque tenía miedo de que no te gustara mi voz o la letra y...

-Cantala- dijo sentándose en la cama -por favor, quiero oírte.

Jeff carraspeó y se sentó a un lado de Barcode, acomodando la guitarra para poder comenzar a tocar la música, con pequeños acordes que para Barcode era la mejor melodía del mundo, y de repente, comenzó a cantar.

-Oh, amor...no hay mucho que puedas decir para evitar que me enamore como lo estoy haciendo- sonrió -amor, ni siquiera las olas pueden borrar nuestros nombres en la arena, nunca pudieron y nunca podrán. Eres mi todo, lo dejé todo, muestrame las partes más oscuras de tu corazón, no voy a correr. Cada baile es lento, y cada beso es "wow"; dicen que sabes cuando lo sabes, pues yo ya lo sé, se que eres el único. Algunas personas te traen un millón de bendiciones, algunas otras te enseñan un millón de lecciones, y todo lo que aprendí es que no era mi turno y no era el momento correcto. Algunas personas vienen a tu vida por una razón, otras solo vienen por un tiempo, pero tú, bebé, tu eres para toda la vida.

Barcode solamente escuchaba la letra y sentía como sus mejillas se llenaban de lágrimas, mientras sonreía. Era la primera vez que Barcode lloraba de felicidad, y era la primera vez que podía reconocer que ese sentimiento era más allá de un proceso de nuestro sistema. Era algo mucho más profundo, algo que no se podía explicar de ninguna manera.

-Bebé, no hay palabras que puedan describir como me siento esta noche- suspiró -amor, caminaría por ese camino roto una y otra vez si me llevara a decirte "hola".

Jeff siguió cantando el coro, sintiéndose en su propio mundo, donde solamente existían dos personas; él y Barcode. No necesitaba nada ni a nadie más mientras tuviera a esa persona frente a él, a su lado, toda la vida. Justo como decía la canción.

Hace doce años se sentía así, hace dos años se sentía así, hace un año se sentía así. Hoy también se sentía así, y no se podía acostumbrar ni podía creer que Barcode estuviera con él. No sabe que fue lo que pudo haber hecho en una vida pasada que fuera tan bueno como para poder ser premiado con tener a su alma gemela a su lado. Y él sabía que así sería para siempre, haría lo que estuviera a su alcance para mantener a ese ser humano junto a él siempre.

No se cansaba de sentirse enamorado, y de enamorarse de Barcode cada segundo que pasaba a su lado. Estaba enamorado de todo lo que tenía Barcode por dentro y por fuera, de sus actitudes y de sus buenos y malos momentos.

Eso era lo que el había aprendido de enamorarse, que tienes que sentir que es la persona correcta a pesar de todo lo bueno y lo malo que tenían. Y es que sabía que Barcode muchas veces no podía ver la maldad de la gente, pero de todas formas, amaba que Barcode lo aceptara como fuera.

-¿Qué te pareció?- dijo nervioso.

-Nadie me había dicho algo tan bonito en la vida,y pienso lo mismo. Tú eres para toda la vida, Jeff. En esta y en otras vidas, se que siempre vamos a estar juntos- le quitó la guitarra para dejarla sobre la cama y poder abrazarlo cómodamente, escondiendo su rostro en el cuello del mayor -te amo tanto, Jeff, no sabes lo feliz que me hace el tenerte a mi lado. Gracias por ser la persona que más me ha amado en toda mi vida, y gracias por elegirme como la persona que más vas a amar el resto de tu vida.

—No, mi amor- lo rodeó por la cintura -eres la segunda, o la tercera, o quizá la décima, no lo sabemos.

-¿Qué?-lo miró preocupado -¿por qué?

-Porque antes de ti, a las personas que más amaré el resto de mi vida nos llamarán "papa". Lo siento mucho, pero yo quiero tener decenas de bebés contigo y deseo ser esa enorme familia que necesita de mas de un vehículo para moverse. Deseo todo eso contigo, así que no, no puedes ser el primero en mi lista, porque los primeros serán esos pequeños seres humanos que tu y yo vamos a criar juntos. Y te juro, Code, que serás el mejor papá del mundo y que nuestros hijos se van a sentir orgullosos de haber tenido a alguien tan increíble como tú en su vida.

-¿Y qué pasa si no se cómo hacerlo?- dijo nervioso -no sé cómo criar a un bebé, Jeff.

-¿Qué crees? Yo tampoco tengo una mierda de idea de cómo se cuida a un bebé, pero vamos a aprender juntos poco a poco, no importa qué. Vamos a aprender a ser una pareja, una familia y unos seres humanos increíbles, poco a poco, porque nos merecemos ser felices.

-Sí- asintió y suspiró -lo merecemos

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Barcode despertó y vio a un Jeff plácidamente dormido a su lado, con la boca entre abierta, soltando pequeños ronquidos y boca abajo.

Amaba con todo su corazón despertar con Jeff después de haber hecho el amor, porque lo sentía tan íntimo y tan especial. Se sentía seguro y protegido, a pesar de estar físicamente expuesto ante Jeff.

Hace un par de años, si alguien le hubiera contando que estaba viviendo esto, no le creería. Se sentía tan irreal que tenía miedo de despertar un día y darse cuenta que todo fue un sueño, a pesar de comprobarse a sí mismo que no lo era, que realmente estaba pasando. Estaba viviendo su vida maravillosa al lado del hombre de sus sueños.

Jeff Satur tenía todas las características que Barcode quería en una pareja. Era tierno, amoroso, cariñoso pero sin ser asfixiante, paciente, noble y comprensivo. Pero sobre todo, Jeff era la única persona que nunca le había tratado diferente debido a su trastorno.

Y con eso se refería también a sus peleas y reclamos. La única persona que le había gritado en su vida era Jeff, porque sabía que llegaba un punto en donde al mayor se le olvidaba que Barcode sufría Asperger y los ruidos o gritos fuertes lo perturbaban.

Agradecía mucho el hecho de que Jeff  lo ayudó en muchos aspectos de su vida desde el minuto uno, en donde no le preguntó por qué no hablaba o porque no convivía mucho. Por eso Barcode confió tán rápido en él, al demostrarse comprensivo y al no presionarlo en absolutamente nada.

Jeff era paciente porque sabía preguntarle siempre a Barcode por su permiso para hacer algo, para tratar de que se sienta cómodo y no comience a alterarse por algun movimiento que no debía de hacer.

Recordaba la primera vez que pelearon feo y que, a pesar de eso, Barcode le organizó una fiesta sorpresa, porque sabía que no valía la pena pelear por cosas insignificantes que, al día de hoy, ya no cuentan en su vida, como lo era esa persona que tanto lo daño a lo largo del tiempo.

Aprendió que, sin importar qué, Jeff iba a ser la única persona que iba a amar de verdad, y que si no era él, entonces no era nadie más. Jeff a sido lo mejor que ha tenido en su vida, su lugar seguro, y su hogar.

Su hogar porque, un hogar no se construye de cuatro paredes ni de habitaciones. Un hogar se construye de donde te sientas completamente a salvo sin miedo a que algo te pueda terminar lastimando o haciendo daño. Justo como Jeff lo hacía sentir.

Vio como Jeff abría lentamente sus ojos y supo que esos ojos eran los que quería ver cada mañana al despertar. Y ver esa pequeña sonrisa que Jeff formaba al darse cuenta de quién era la persona que ocupaba la otra mitad de la cama. Podía sentir el amor de Jeff a través de sus expresiones y eso era lo único importante.

-No tienes una idea de lo mucho que me encanta despertar a tu lado, bebé- murmuró Jeff con voz ronca -y lo que más me encanta es que ya no me prohíbes besarte al despertar-se acercó y le dio un pequeño beso -¿Dormiste bien?

—Dormí mejor que nunca, siempre duermo excelente cuando tu estás conmigo.

-Bueno, entonces me alegra el ser un maravilloso compañero de habitación.

-De habitación y de vida- recalcó.

-Y de vida, de esta y de todas las que me permitas- sonrió subiéndose a horcadas sobre Barcode para volverlo a besar.

-Jeff - soltó una risita entre besos -yo también amo besarte, pero realmente tengo hambre, y debemos de bajar a desayunar o los chicos se preocuparán.

-¿Puedo desayunarte primero?- dijo besando su mejilla.

-No- rió y empujó a Jeff divertido -tenemos toda una vida para eso, pero hoy no, porque hoy es nuestro primer día como universitarios y llegaremos tarde si no nos apuramos.

-De acuerdo- dijo resignado -tenemos una vida para poder demostrarnos cuanto nos amamos de todas las formas posibles.

Estaban empezando una nueva etapa de sus vidas en un nuevo lugar, y estaba seguro que todo saldría de forma maravillosa, porque nada podría destrozar lo que tenían por más que intentaran.

Y sabía que la vida al lado de Barcode sería perfecta.

FIN

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Bella, bella, bella...✨😊