________ Poliamor
- ¿Shiryu? - El santo de capricornio ingresada al gran salón que Athena usada como biblioteca. Ahora que Kanon había ingresado al puesto de patriarca, los Santos de bronce y algunos dorados como Camus y Aprhodite estaban buscando ayudarlo.
En qué Shura no comprendía. Si prácticamente fue el que tomo la responsabilidad de liderar todo el ejercicio de Poseídon, ejercer lo mismo con Athena no debería ser complicado. Solo.no decía nada por respeto.
Aunque como Saga tuvo sus segundas intenciones con Shaka, no le sorprendería que Kanon con Camus, inclusive Aioros pero prefería no pensar en eso.
Rápidamente lo encontró. Shiryu tenía una gran cantidad de libros en las manos mientras buscada un asiento. Acercándose a él.
Ante los ojos de Shiryu era bastante admirable tanto como a su vez escalofriante, la devoción en la que el Santuario registraba la información de los Santos y soldados que estaban en su orden, grabadas en los libros que tenía en manos. Logros, metas, edades, muertes, parecían una colección de autobiografías escrita por ellos mismos.
- ¿Muy interesante la lectura? - Siendo claro el sarcasmo en su voz, se sentó al lado de su pareja.
- Bastante. - Entre dientes rio, pasándole un libro a Shura. Eran los registros de la orden dorada del siglo 18.
- ¿Qué te tuvo que pedir Kanon para que tengas este tipo de antigüedad? - Rara vez, incluso ellos mismo veían ese tipo de información. Curioso encontrar a Shiryu con ella.
- La verdad ninguna. Yo le pedí permiso cuando me habló de esta biblioteca, quería saber información de mi viejo maestro.
- ¿Has encontrado algo interesante? - Shura no podía negarse a si mismo lo interesante que era saber información de sus antecesores, alentándose a buscar algo interesante en el libro que Shiryu me pasó.
- El Cid de Capricornio. - En voz alta Musito al momento de encontrarse con su antecesor. - Wow... - Esa expresión llamo la atención de Shiryu, dejando el libro en sus manos y prestándole atención a su pareja.
- Un completo asesino de dioses, 4 dioses del sueño fueron derrotados por su Excalibur. - El mismo se encontraba impresionado leyendo eso. - ¿Tu también puedes no? - Bromeó. Shura arqueo las cejas sintiéndose atacado. Antes de robar los ojos, y hacer como si ese comentario no hubiera existido.
- Hasta dónde noto si que era un hombre estricto. - Por lo que leía, parecía obsesionado con su espada, pero le llamada la atención que, aunque sobrevivió a la guerra perdió el brazo. Cayendo luego en cierta información que lo dejo en shock. - ¿¡Tuvo 3 amantes!?
Incrédulo al escuchar eso, Shiryu le quitó el libro para revisar. Notando que efectivamente, al mando de El Cid estuvieron 3 chicos, Lacaille de Popa, Tsubaki de vela y Rusk de brújula. 2 siendo santo de plata y el otro de bronce.
- Si mi dominio del griego esta en lo correcto, Cid al terminar con la guerra de Hades en su época, dividió retirarse de su cargo. Parece que ellos 3 lo apreciaban más allá de simple idolatría, queriendo acompañarlo, dónde empezaron su relación poli-amorosa. - Terminando de Leer hizo saber. Shura no podía creer lo que leía.
- Tremendas bolas tenía entonces para 3 chicos. - En su idioma materno expreso. No quería que Shiryu le entendiera.
- Mi conocimiento de la época de hace 2 siglos no es la mejor, pero creo que este tipo de relaciones estaban mal vistas. Me preguntó si algún otro tuvo una relación similar. - Dejando el libro busco los demás libros, creyó haber visto información así pero que no le dió mucha importancia. - ¿Tu te atreverías a meter a otros en nuestra relación?
- Ni se te ocurra. Sabes que soy celoso y prefiero tener el privilegio exclusivo de verte desnudo de la cadera para abajo.
- Jajajaja. Vamos, ¿No sé te ocurre nadie?
- ¿No me digas que lo estás considerando?
- No, solo es una pregunta. Solo por morbo. Yo metería a Aioria y Seiya, el es amigo así que podría llevarme bien con ellos. ¿Tu?
- Bien... Ellos 2 son buenas opciones. Tienen que ser personas con las que no tengamos problemas en congeniar, así que supongo que de Shaka estar soltero lo metería a él, si no, tal vez Alde.
- Que interesante propuesta. - Pensándolo por un momento Shiryu podía decir que entendía porque los eligió. Si podrían llegar a congeniar ellos 5 en una posible relación. Pero, el también era receloso con Shura, así que no lo aceptaría tan fácil.
- Mira. - Al cado de unos minutos Shiryu logro su cometido, encontrando otra relación como la de Cid, siendo Deuterus de Géminis, con Sisifo de Sagitario y Degel de acuario.
A su vez, supo que su maestro tuvo una relación con el Santo de Tauro anterior. Llamándole la atención que se llamada igual que compañero y no encontraba registro de un cambio de nombre, lo más cercano parecía afectado en el papel, porque no se entendía nada, podían ser 2 nombres pero no sabía cuál era el correcto. Una desgracia.
No era el único con quién pasada. Ya que con Regulus se Leo, tuvo una relación con Manigoldo de cáncer, pero no alcanzada a leer correctamente la edad de ninguno. Solo Dohko podría confirmarla ya que Shion se retiró.
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Extra.
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Elegir dejar su puesto como Santo de oro no era algo que Cid tomaría a la ligera. Era una decisión que le fue difícil, y que no el mismo creyó hacer por su propia cuenta. Aún sin su brazo era capaz de usar su cosmos en ella para proyectar su técnica. Podía seguir como Santo. Pero a su vez sentía que hizo lo correcto.
Al informar su decisión Lacaille, Tsubaki y Rusk se ofrecieron para acompañarlo. El fue su admiración, el santo que los llevo junto con Athena, no fueron capaces de pelear a su lado. Ni de ser enteramente útiles, algo que lamentaban: El fracaso.
Otra cosa que tuvo que pensar, pero a la final reclinó para aceptar. Llevándolos con él, y aceptando el trabajo de Herrero.
Ahora su cotidianidad era despertar al lado de ellos 3, como si sus esposas fueran. Si bien le gustaba, no podía negarse que cuando se presentó la idea, su primera opción era quedarse solo con 1 ya que no se creía capaz de una relación así.
Cid había construido un cuarto dónde pudieran dormir los 4 cada que fueran a subir de tono sus caricias. Si bien no era tan seguido, ya que resto cada uno dormía en su propio cuarto, los días más pesados Cid no pensaba en nada, y se dejada guiar con sus 3 chicos a ese cuarto dónde se turnaban para besar al Santo de oro, acariciando su cuerpo entre los 3. Terminando la noche los abrazados.
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