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____ Manualidades juntos

Shura odiada el arte, no por ser incapaz de apreciar su belleza o el esfuerzo tras él. Al contrario, en este preciso momento admirada de gran medida la dedicación que tenían varios le habían puesto a sus trabajos. Esas hermosas piezas detalladas de pies a cabeza que tenían el honor de ser exhibidas para el gusto de críticos y no tan críticos.

Porque él estaba perdiendo la paciencia de manera exagerada. Sus manos no estaban acostumbradas a manipular objetos de forma delicada, sus manos fueron entrenadas como santo de capricornio para ser fuertes, filosas y firmen emulando el filo de una ornamentada espada. Sus manos manchadas por un laberinto de cicatrices que se extendían hasta su pecho, eran la mejor evidencia para respaldar esas declaraciones.

Trato de auto engañarse y pensar que estaba tocando Shiryu. En esos momentos donde sus manos paseaban por cada rincón de su cuerpo con devoción, antes de sellar sus caricias con un beso. Pero fallando de manera exponencial. Moldear arcilla se notada que no estaba ni cerca de ser lo suyo. En la pintura igual fracaso. Así que pocas opciones le quedaban.

No tenía la calma que Shiryu solía acostumbrar. Rara vez había visto a su novio perder la paciencia, o siquiera enojarse. Al lado de él con solo poco mas de 2 metros de distancia Shiryu se encontrada inmerso en su trabajo, logrando tener una adecuada.

Shura solo seguía esforzándose para pasar un rato con su novio enteramente lejos del santuario, debido a lo monótono y rutinario que podía tornarse ahora que vivían juntos como novios en Rumania, no quería llegar a eso.

Suspirando dejo las manos quietas notando su creación. Totalmente desmoronada.

- Esta mierda me odia. - En su lengua materna se quejo. Cuando tenía las intenciones de pararse para limpiarse las manos e irse Shiryu se sentó a su lado.

- Vaya que el poderoso Shura de Capricornio tiene problemas con una simple masa. - Rio, sujetando las manos de su amante para ayudarlo. - Intenta hacer lo mismo que yo. - Shura no dijo nada, solo centro sus ojos en la mesa, dejando que las manos de Shiryu lo guiaran.

- Se siente raro hacer esto con tus manos sobre las mías. - Tuvo que decir. Siguiendo paso a paso todo lo que Shiryu le indicada. La arcilla escurriéndose entre las manos de los 2 era una sensación no muy agradable.

- Tal vez. Tengo entendido que DeathMask sabe modelar sobre esto. Le puedes pedir ayuda por teléfono.

- Solo no quiero que mi ruinaría vida de Santo de Oro se traspase a nuestra relación. - Comento. - Si Deathmask estuviera aquí, muy probablemente diría algo similar a "Por lo que veo mis mágicas manos les serian útiles ahora" - Sin pesares en el asuntos Shiryu no tuvo problemas para soltar una carcajada.

- ¿Aphrodite es de Noruega verdad? Supe que Deathmask junto con Mei fueron a vivir allá. - Ya ellos se habían retirado, por lo tanto las armaduras no les pertenecían.

- La verdad, no lo recuerdo. - Encogiéndose de hombros le resto importancia al asunto aunque seguro luego trataría de comunicarse con sus amigos.

- ¿Sabes? Estoy consciente que solo haces esto porque yo quiero. Se nota tu cara de frustración a leguas. - Dejo saber, Shura se estuvo guardando las ganas de reír con ironía. Como quien decía, reír para no sufrir. - Creo que terminamos. - A los pocos minutos ambos se apartaron del resultado, quedando mejor de lo esperado. Un poco raro a decir la verdad, pero lo suficiente bien. - Vamos a limpiarnos, ¿Te gustaría hacer algo ahora? Decide ahora tú.

- Gracias. Supongo que me va mal en esto porque no tengo tu paciencia.

- Supongo.

- Vamos por algo de comer primero. Luego, quisiera no perder práctica física. - Ambos conservaban rutinas de entrenamiento físico, siendo claro que se refería a la cosmos energía de los 2. - Hace tiempo no practicamos con cosmos.

- Es verdad, pero será difícil encontrar donde no llamemos la atención con nuestros poderes.

- De acuerdo. Vamos a casa entonces. Quisiera hacerte unas cosas. - Descaradamente coqueteo, guiñándole el ojo a Shiryu que solo acepto a negar con la cabeza, por mas que disfrutada la actitud descarada de Shura.

- Vamos entonces.

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