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_____ Conociéndose en una boda.

Estuve a nada de poner esto como una boda fallida al estilo de la Hungara, pero luego no le encontré mucho sentido al hecho que luego de una boda fallida enserio alguien se tome el tiempo de coquetear (Que haber, si hay gente así de descarada, pero en esos ambientes creo yo que uno buscaría otra cosa. Más si se plantea que es gente importante para los novios)

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Desde que la ceremonia empezó Shiryu no había sacado la vista de su amigo. Estaba orgullo por él, feliz de verlo en el altar, casándose con el hombre que amaba, sin importarle lo pequeña que sea la ceremonia. Seiya nunca fue de gustos extravagantes, su ahora esposo tampoco, estaban seguros que para ese momento por más importante que sea solo necesitaban a sus amigos más cercanos en ellos 2.

Seiya llevada un traje negro, además del velo de novia que tradicionalmente usaban las novias al casarse. Bailando alegremente con su novio, un hombre 3 años que él, usando un traje blanco. Aioria. El ahora esposo de su gran amigo.

Al lanzar el ramo la diversión en el rostro de los presentes fue palpable cuando cayó en manos de Nicolás, el hijo de Ikki con 12 años. Que amargamente frunció el seño al notar esto. Mientras su hijo solo estaba confundido sin saber qué hacer con este, sabía lo que significa pero él nunca había tenido pareja, avergonzándole la idea que pronto la tendría.

Desviando la mirada de ese espectáculo de celos paternales, Shiryu noto como los ojos de otro invitado estaban sobre él. Mirándolo con curiosidad, suponía que era un invitado por parte de Aioria ya que no fue capaz de reconocerlo. Haciendo una señal para que se acercara, notando su interés en él.

- Me llamo Shiryu. - Presentándose le extendió su mano, antes de que el contrario se sentara a su lado.

- Me llamo Shura, lamento si te puse incomodo al estarte viendo.

- Descuida. No me molesta mucho. Asumo que eres amigo de Aioria. Yo conozco a Seiya desde la adolescencia.

- ¿Adolescencia? Entones se conocen desde hace como 10 años, según Aioria, Seiya tiene 24.

- Los tiene, nos conocemos desde los 13.

- Que buena amistad deben de tener. ¿Tú no tienes pareja?

- Claro que lo es, y estoy feliz por él ahora. - Alego, mirando a su amigo antes de desviar la mirada al hombre frente a él, detallándolo con una sonrisa seria mezclada con cierta picardía. - Y no, no tengo pareja. Desde que me declare gay tras un intento de relación con una vieja amiga quise tomarme las relaciones calma. - Con lo último se tomo la libertad de mentir un poco. Si era verdad que tuvo una relación con una amiga a los 13, cerca de los 16 le corto de frente y directo al empezarse a cuestionar si enserio la amada, sus gestos por ella eran los mismos que los de sus amigos. Su mente joven e inexperta empezó a dudar, y 1año después descubrió que preferiría a los hombres.

Para su agrado y sorpresa varios de sus amigos también eran gays, (al grado de bromear con hacer su club por mera diversión)

Estando en una boda, la forma que lo mirada y que el hombre frente a él le preguntara si tenía pareja, le hacia la idea de que era claro que lo estaba cortejando. Quería saber que tan lejos podía llevar. Su última relación fue hace 2 año.

- Yo con Aioria tengo mi historia de... "Rivalidad" pero lo aprecio, agradezco que me haya invitado, ahora vaya que no se le borra la sonrisa del rostro. - A ninguno de los 2 en realidad.

- "Y eso que no sabe lo que Seiya le tiene preparado para la luna de miel" - Pensó Shiryu mientras tomada un trago de su debida. Aun recordaba con pena todo el descarado con que su amigo les hablo de sus planes para ayudarlo a vestirse tanto debajo del Smoking como con este para sorprender a su ahora marido.

- Ami-enemigos ¿Eh? - El contrario se llevo la mano a la nuca antes de apoyarse, clavando sus ojos en el hombre frente a él, debía admitir que le llamo la atención lo hermoso que le parecía. Su cuerpo era bastante musculoso, pero contrarrestada con los rasgos de su rostro. Asumía que era un hombre asiático. Cosa que no dudo en preguntar.

- China específicamente, pero solo por mi padre, por eso vivo aquí, aunque domino ambos idiomas ¿Tú eres español no? Me suena tu acento de allí.

- En efecto. Solo que yo me mude por trabajo, de ahí conocí a Aioria. Tuvimos esa revalidad un tiempo, y cuando me entere, estaba organizando su boba y una adopción. - Tuvo que reír por eso, la cara que había puesto cuando apuradamente Aioria le admitió todo fue algo que seguramente el nunca olvidaría.

- Con suerte son padres en al menos 2 meses más. Supe que el hermano de Aioria les está ayudando con eso. - Y bando el último trago terminando su debida, dejando el vaso en la mesa. Viendo la hora Shura notada como ya se estaba haciendo tarde, eran cerca de las 11, así que suspiro. Volviendo su atención al hombre frente a él. - ¿Te imaginas casado en un futuro? - A pesar de lo que uno esperaría Shura sonrió ante esa pregunta.

- ¿Cómo sabes qué no?

- Me preguntaste si estaba soltero, y no nací ayer. Me has estado bando a entender eso. - En estos escasos minutos que estuvieron hablando, Shura disfrutada mucho como Shiryu lograda verse serio, calmado pero seductor a la vez.

- Jajaja. Me encanta eso, y sobre tu pregunta, si me veo en unos años en el futuro con algún esposo. Pero he de admitir que tampoco soy muy partidario del amor a primera vista. Sin rodeos. Dentro de poco termina la celebración, ¿Te parece si tenemos una cita? Quisiera volver a hablarte, o mejor dicho conocerte. El tiempo qué tenemos para conocernos ahora es bastante limitado. Y me gusta el hombre que he estado viendo.

- Claro que me gustaría. ¿Mañana te parece? - El contrario asintió enteramente gustoso. Enterándole su número. - Quédate un poco más, podemos hablar de otra cosa.

- Me gustaría, esos 2 parecen muy ocupados.

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Pasamos los minutos, al pararse Shura este se despendio de Shiryu con un beso en la mejilla. Yendo a felicitar a Aioria una última vez. 

- Con que aprovechando la boda de nuestro amigo para conseguir pareja. Supongo que la próxima boda será la tuya. - Cruzados de brazos y sonriendo ante lo presenciado, unos cabellos rubios fueron lo primero que Shiryu noto al separarse de Shura, siendo su gran amigo: Hyoga.

- No es algo que yo buscará. - Se defendió. Tampoco podía negar que la posibilidad de que una relación pasara entre ellos 2 no le desagrada, por lo menos de momento.

- Pero no lo rechazaste. - Inquirió el contrarió. - No te voy juzgar, eres el más... - Movió su mano como si buscará una palabra adecuada para describir a su amigo. Podría decir que centrado pero también lo impulsivo de a ratos que podía llegar a ser, así que se decanto por la palabra inteligente. -  Como para no saber que para elegir un hombre desde conocerlo bien, después de todo.

- Jajajaja. Pues elijo sentirme halagado. Y descuida, no tienes que preocuparte.  - Y se despidieron, no sin antes hacer que Shiryu le informe de lo que termine sucediendo entre ellos.

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Cómo buen asiático que era, a pesar de que el consumo de Alcohol de parte de  Shiryu fue limitado, fue suficiente para permitirle dormir como si de un tronco se tratara, pero curiosamente terminando despertando a la hora que era su costumbre para empezar su día.

Cerca de las 11 de la mañana Shura le mando por mensaje la hora y lugar de su cita, como la noche pasada pactaron. Sonriendo al ver el mensaje, Shiryu recordaba con bastante agrado la conversación que tuvo con él. Por mas corta o irrelevante que fuera, pues el mismo disfruto desviar el tema a los recién casados, esperando a que sus sospechas se confirmarán y este mismo revelara sus intenciones.  Tenía que admitir que no fue nada desagradable su compañía. Ahora que estarían solos sin nadie alrededor, quería probar nuevamente una conversación con él, y quién sabe, probar una relación nuevamente.

Viendo la hora, se arregló. Una camiseta blanca de diseño chino sin mangas, unos pantalones negros, las zapatillas, y por una vez se recogió el cabello.

- Vaya que sabes verte guapo. - Al estar frente a frente noto como si los ojos del contrario lo detallaran con sumo interés, haciendo lo mismo. Ahora usando ropa más casual.

- Igualmente. ¿Vamos a comer no?

- Claro, anoche no pudimos hablar bien. Y ya dejé en claro mis intenciones anoche. - Le guiño el ojo, moviendo la cabeza en una señal para que lo acompañara.

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