Ella pensó que ya podría dormir tranquila bueno solo poco lo cual no puede, Adelysa sitió un peso encima como si alguien estuviera abrazandola fuerte y unos cosquilleos desde su cuello y pecho ella no podía evitar y soltar unos pequeños gemidos, ni ella misma no se lo esperada.

Ella Se despertó rápido encendiendo la lámpara que estaba al lado de su cama, su inesperada sorpresa era Jeff. Él la miraba fijamente a los ojos mirandola con lújuria, ella trató de hablar pero él la tapó la boca con su mano y la otra amenazandola con su cuchillo.

— ¿recuerdas que jugué el papel más ridículo de toda mi vida haciendome el "héroe"?...me di cuenta que todos los héroes recibe su recompensa y vengo a reclamar mi "recompensa" — relamió sus labios secos, él tiene deseos en sentir el cuerpo de Adely una y otra vez. Adely apartó la mano que le estaba cubriendo su boca.

— si tú lo dices... esta bien —Aunque su respuesta iba ser un rechazo pero recordó que la actitud del Psicópata es muy exigente él quiere que siga sus ordenes; Para Jeff, no se lo esperaba en escuchar su respuesta. Esa respuesta jamás la va a olvidar en ese caso se acercó a su oído susurrandole.

— Desde hace tiempo ya lo quería escuchar... no seré délicado contigo te haré gemir ya que nunca he escuchado un gemido saliendo de tus labios.

Todo los vellos de su cuerpo se erizaron y se mantuvo quieta, hasta tener la mirada fija a los ojos siniestros frente a los suyos; Adelysa no dijo nada, está más nerviosa con un toque de miedo en solo de sentir la respiración del psicópata en su cuello.

— ¿por qué tan seria? ¿Acaso tienes miedo? —preguntó en un susurro mientras que la miraba fijamente a los ojos. Descubrió su miedo, los grisaseos verdes de la joven mostraba su respuesta. — Tranquila, no te voy hacerte daño. Esta vez será distinto

Adelysa cerró sus ojos en cuanto sintió unos frío y secos labios entrelazarse sobre los suyos. Su cuerpo se sacudió y posó ambas manos sobre las mejillas cortadas y rasposa piel del psicópata.

—Jeff — susurró ella.

Él volvió a unir sus labios con los de ella mientras que sus delgadas y frías manos deslizaban por las piernas de la joven; la deseaba, la aclamaba y la quería únicamente para él. Nadie se la arrebataría de su lado, ella es su propiedad lo muestra por aquellas marcas que le hizo tanto como mejilla y pecho, él muestra todo su "cariño" hacia ella está obsesionado o más bien enfermo de "amor".

Ella sabía lo que era capaz de ese psicópata; Humillarla, sentir ese temor de ser asesinada, la vida imposible que le ha hecho y hasta el abuso físico y sexual.

Un inesperado gemido le salió entre sus labios, Adelysa jadeaba en cuando sintió las manos frías de Jeff rozar su piel. La lengua del psicópata se paseó en todo su cuello hasta dejar una cuantas marcas en su délicada piel a igual hasta sus senos luego de retirar la blusa de su pijama a igual con el short hasta dejarla en solo ropa interior.

—Jeff. —aun tenía sus ojos cerrado mientras que decía su nombre.

Él psicópata soltó una pequeña risa, le daba un poco de risa en ver a su pareja tímidamente, en tan solo de olvidar de esa extraña situación sus manos pálidas fueron delizando hacia la espalda de la joven para luego desabrochar el broche del sostén, pero se dió cuenta de que no había ningún broche no se dío cuenta de que el sosten se desabrocha adelante.

Sin pensarlo agarró su cuchillo para luego romper el sostén hacia adelante dejando ahora sus pechos desnudos. Ahora sintió por completamente su carne desnuda para él, ella moría de vergüenza aunque Adelysa haya ténido íntimidad aun no supera su tímides se encuentra totalmente sonrojada; pero igual manera sentía el calor del placer en cuanto los labios secos del psicópata morder su cuello con brusquedad.

Ella puso los ojos en blanco y sus manos treparon hacia la espalda de él, sitiendo una inesperada desesperación lo empujó para tumbarlo debajo de ella sobre la cama y quitar su sudadera blanca junto con su camiseta negra dejándolo semidesnudo.

Se abalanzo rápidamente sobre él y mordió levemente el cuello del psicópata, este soltó unas risas y dejó a la joven de cabello negro succionar y lamer cada centimetro de su cuello y besarlo hasta dejar algunas marcas.

El psicópata jadeo excitado, la cogió de sus gluteo y en un instante salió de la cama con ella; estampandola contra una pared. Adelysa arqueo su espalda separando sus labios y dejando un hilo de saliva flotar entre ellos.

Él sonrió victorioso más de lo normal que está desde ese instante quitó la última prenda que cubría la íntimidad de la joven.

Adely gimió totalmente inquieta entre sus brazos y trepó por su torso enroscando sus piernas hacia sus caderas chocando intecionalmente en sus sexos con dureza por una embestida no real por los pantalones que aun portaba el psicópata.

— ¡Jeff, por favor! —suplicó extasiada.

— por favor de ¿qué? —preguntó burlón dejandola un poco desesperada.

Él hizo oídos sordos a sus ruegos y la levantó por la cintura. Recargandola contra la pared para tener su íntimidad en frente a sus ojos; Adely removió aun más nerviosa y ansiosa enredando sus dedos en las hebras maltratada y oscuro cabello del psicópata.

— estas completamente mojada —susurró una voz muy ronca contra su íntimidad y suspiro cuando al escucho gemir —Me encanta.

Terminó de hablar para pasar su lengua en sus labios lo cual Adely se estremeció del placer. Su lengua se deslizó entre esa sensible piel clara y succionó con fuerza sobre su zona sensible, arrojándola inmediatamente a un éxtasis mayor. Cuando sus dientes rozaron su entrada Adely gritó y tiró de su cabello al sentir su lengua hundirse dentro de ella.

Adely gritó cada vez un poco más alto, tirando esta vez su cabeza hacia atrás, clavando sus grisaseo verdes ojos en algún punto del oscuro techo sobre su cabeza.

Sus labios estaban poco separando, soltando gemidos más que los anteriores mientras que sentía sus gluteos y piernas temblar, y sus paredes internas contraer ante las oleadas del placer; y Cuando su punto límite estaba cerca, él se detuvo.

Dejó su zona intima húmedecido y palpitante como su erecto miembro se encontraba en ese instante, subió la mirada encontrado a su querida Adely mareada y exauta por el placer, soltó una pequeña risa y deslizó su lengua por su vientre hasta pasar sobre sus senos y, morder y acariciar duramente sus duros pezones. Ella se quejó, pasó sus brazos alrededor de su cuello.

De nuevo sintió las manos frías del psicópata apretar sus glúteos ante de sobre la cama; Jeff se encontraba desnudo a igual que ella.

— Oh mi querida Adely —suspiró el psicópata aun conservando su sonrisa —Tan linda, tímida e inocente y solamente mía.

Adelysa deslizó una de sus manos sobre su mejilla y ahogó un grito al sentir su miembro entrar bruscamente dentro de ella, de una sola embestida se había enterrado en ella profundamente.

No suele acostumbrar en tener un intruzo dentro de ella, Jeff la miró fijamente y la sostuvo sin delicadeza por los muslos comenzando a penetrarla rápidamente. Adely se aferró fieramente a su espalda clavando sus uñas y cortando su piel con las misma. Él la miraba con adoración y una insana obseción cada facción de su delicado rostro.

Ambos se movieron al mismo tiempo con velocidad y grotesco; Él jadeaba, pero los gemidos de Adely llenaban la habitación repleta de oscuridad.

Sus cabellos se revolvian por todos lados, sus manos, sus pieles se apegaban por el sudor y sus cuerpos parecían en pedir a gritos unirse enternamente y para siempre de un solo ser.

— ¡jeff! —Ella hacia todo el intento en no gritar tanto pero el placer la esta consumiendo. Adely no dejaba en soltar gemidos fuerte nombrando el nombre del psicópata.

Él gruñó como un animal que finalmente devoraba a su presa con un enorme placer; las paredes de la joven se comenzaron a cerrarse apretando su miembro con fuerza, provocando más gruñidos del psicópata.

—Estoy cerca...ojalá lo disfrutes cariño. —jadeo mientras que Adely se aferró abruptamente a su espalda a sentir como ella convulsionaba del placer y luego soltó un grito que se convirtió en gemido cuando sintió un liquido invadirla y llenarla por dentro, ambos gimieron una última vez antes de caer desvastado por el cansancio.

— Eres mía, Adely y siempre lo serás —susurró él contra su oído —y nunca te dejaré ir. Estaremos unidos por siempre, porque eres mi hermosa obsesión."

Los ojos de Adelysa aparentaba estar encerrados y fingiendo dormir en cuando en realidad había escuchado cada una de sus palabras. Sería imposible de que un psicópata cómo él cumpla sus "promesa" por lo tanto Adely no dijo absolutamente nada lo único que quiere es descansar.

...

No es tu imaginación, lo que acabas de ver es la actualización de la historia, sí he vuelto en unos minutos subiré el siguiente capítulo y también daré un aviso en el siguiente capítulo ;)