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Capítulo 33

Capítulo 33

Salí del baño con una toalla abrazando mi cintura, algunas gotitas de agua se deslizaban por mi cuerpo, caminé al armario vistiéndome sin hacer ruido. Aurora seguía dormida, las sábanas estaban enredadas en su cuerpo, una de sus piernas desnudas se dejaba ver, aquella melena oscura cubría gran parte de la almohada y algunos mechones caían por su mejilla.

Subí la cremallera de la chaqueta negra acercándome a ella. Aparté el cabello de su rostro y una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios sin evitarlo. Estuve unos breves minutos mirándola dormir, fui al comedor recogiendo el computador portátil. No sería necesario llevármelo ya que el aparato me facilitaba hacer el trabajo desde mi habitación pero tampoco podía dejarlo en la mesa.

Aurora tenía la curiosidad de una niña. No quería que tocara ningún archivo que tenía en el computador. No estaba ocultando nada pero quería mantenerla lejos de eso, algo que sería complicado considerando el hecho de que estábamos juntos. Respiré profundo pensando en un buen lugar, el armario era la mejor opción. Aurora no tendría motivos para revisar mi ropa, sí, eso funcionaría.

Regresé a la habitación, la deposité debajo de mi ropa y con ésta la cubrí. Con eso era suficiente. Al caminar por los pasillos noté pocos osados, era muy temprano todavía, la mayoría dormía hasta tarde, este mes estaba más que perdido. Estábamos a un solo mes de las iniciaciones. A un solo mes de soportar a trasladados idiotas que creen que estar aquí es sencillo.

— ¿Qué tan fiel eres a Jeanine?—preguntó una voz grave junto a mí. Cuatro fingía revisar los monitores que teníamos delante, el personal de la sala de control aún no había llegado del todo, incluyendo a la líder de Erudición. Max tampoco estaba presente.

— ¿Se supone que debo responderte?—hablé en un tono de voz bajo siendo algo sarcástico. Imité el trabajo suyo deseando estar solo. Cuatro era muy bueno en las computadoras, mejor que yo, algo que me costó aceptar hasta el día de hoy. Se suponía que los eruditos tenían talento en esas cosas, ahí regresaba al detalle de que jamás fui un verdadero erudito.

—Veo que Max no te ha contado, entonces—escribí en el teclado algunos códigos accediendo a las cámaras de seguridad—Quiere usar a Aurora—de inmediato me detuve. Lo miré queriendo que se especificara más. ¿Había escuchado bien?

— ¿Para qué?

—Jeanine necesita más personal, más personas que estén dispuestas a dar todo de sí en este nuevo sistema de cazar divergentes—explicó hablando incluso más bajo. Nadie estaba colocando atención a nuestra conversación pero aquel lugar era muy peligroso para charlar sobre eso. ¡Al diablo! El nombre de la chica aparecía en el asunto y no me gustaba nada—No todos los osados tienen un trabajo.

—Max tuvo que nombrarla—dije entre dientes.

Cuatro miró alrededor con disimulo para luego asentir.

—Se supone que iba a decírtelo hoy pero antes de que actuaras a tu manera y colocaras en peligro a la muchacha preferí contártelo antes—rodeé los ojos intentando concentrarme en lo que estaba haciendo pero fue imposible. Cuatro no era mi mejor amigo. Jamás lo fue y tampoco lo será.

—Sólo basta con decir que no.

—Sabes que Max no se quedará con esa respuesta.

—Aurora no puede trabajar en esto, no lo hará—dije firme mirándolo con máxima seriedad. En mi interior sólo estaba preocupado y nervioso, Aurora si aceptaría el trabajo porque era lo que ella quería. Un faro de luz se encendió entre mis pensamientos— ¿Su madre lo sabe?

—No lo sé. ¿Irás a preguntarle?—señaló con la mirada a la mujer que nos daba la espalda. En su computador había muchas carpetas, estaba el computador portátil que Jeanine nos había dado a todos, desde donde estaba podía ver qué pasaba algunos datos al ordenador. Su cabello oscuro iba recogido en una coleta alta, me recordó a su hija cuando el calor comenzaba a molestarle y adoptaba ese peinado. Quería convencerme a mí mismo que sus padres no lo aceptarían pero... ¿Estaba seguro?

—Si Max entra por esa puerta intenta distraerlo—Cuatro asintió cubriéndome. Sólo tenía minutos para hacer lo que quería. Con posición firme y segura avancé hacia la mujer. Pocas veces había escuchado su nombre, antes de poder recordarlo ya me encontraba junto a ella. Era más alta que Aurora por sólo unos centímetros.

— ¿Se te ofrece algo?—levantó una de sus cejas oscuras.

— ¿Sabes que Max propuso a tu hija para trabajar aquí ante Jeanine?

— ¿Quién te dijo eso?—frunció el ceño.

—No importa quién lo hizo—las puertas se abrieron pero no era ninguno de los dos rostros que deseaba no ver y al mismo tiempo sí—Dígame que no soy el único en saber que este trabajo sólo le haría un mal a la chica.

—Eric—suspiró—Aurora quiere y necesita trabajar.

—Cierto pero no cazando divergentes.

—Eso es lo de menos—bufó. Comprendía que confiara en lo que su hija podía hacer pero esto era otro tema. Ante mi silencio, cambió su rostro a uno serio— ¿Crees que se asustaría si sabe lo que estamos haciendo?

La voz de Aurora vino a mi cabeza repitiendo lo que había dicho en la sala cuando le conté en parte lo que hacía.

"Jeanine quiere asesinar a las personas que eran como tu madre"

—Todos sabemos lo que significa trabajar aquí—dije entre dientes. Más personas entraron—Comienzas manejando computadoras, si Max se interesa en ella la ascenderá, seguirá siendo mejor y mejor, Aurora es ambiciosa, hace cualquier cosa y eso es lo peor—susurré—Si Jeanine se enamora de su trabajo ambos sabemos para que la necesitara.

—Aurora no es capaz de dispararle a nadie y mucho menos de asesinar.

Las puertas se abrieron de nuevo. Jeanine entró con dos eruditos que siempre la seguían ayudándola en lo que necesitara. Max venía hablando con ella, eché un vistazo rápido a Cuatro, éste asintió acercándose a ellos dándome tiempo. Regresé mi vista a la madre de Aurora.

—Nos entendemos ahora, Deborah—usé su nombre por tercera vez en tanto tiempo—Debes convencer a Jeanine que tu hija es una mala elección, miéntele diciendo que no puede manejar los computadores, no lo sé, sólo no permitas que la traigan.

—Lo intentaré—asintió—Tendrás que hablar con Max.

—Lo haré. Tenlo por seguro.


La mañana había transcurrido demasiado lento para mi gusto. Cuando algunos se retiraron para almorzar, un hombre de piel oscura se acercó estando un poco más serio de lo normal. Sabía lo que iba a decirme y él sabía que a mí no me gustaría. Confiaba con la madre de Aurora, si ella no lograba convencer a Jeanine entonces yo mismo lo intentaría.

Si llego a negarme o Aurora llega a negarse podrían verlo sospechoso. Quizás podrían tomarla como una divergente y no lo dudaba porque sabía cómo era Max con Jeanine. Cuando ella estaba aquí parecía que también era la líder de Osadía.

— ¿No irás al comedor?—se cruzó de brazos.

—No tengo hambre, además, prefiero no perder el tiempo—me encogí de hombros actuando tranquilo— ¿Necesitas algo?

—Sí. Debo contarte algo que no te gustará—guardé silencio—Jeanine quiere que Aurora trabaje en la sala de control. Hay otros osados como ella que están sin trabajo porque no saben donde encajarán, seleccioné algunos que son aptos y confiables—quise golpearlo con cada palabra que decía.

— ¿Por qué crees que ella sería la indicada?—fingí confusión.

—Es joven, es inteligente, su entrenamiento fue bueno y resaltó más gracias a su padre—detalló—Durante su iniciación fue una de las que más dio a hablar—sentí el nudo en la garganta sin saber que lo provocaba—Además, ambos sabemos que es una de las pocas que te ha dado dolores de cabeza.

Me sentí en parte culpable. Yo mismo le había dado importancia durante su iniciación. En parte, era mi culpa.

— ¿Le contaste a ella?

—No. Quería que lo supieras primero que nada—antes de preguntar se adelantó—Sé cuánto te importa esa muchacha, Jeanine también lo sabe.

Mierda. ¿Qué tanto le ha dicho a Jeanine?

—Sabes que prefiero tener privacidad con mis cosas, Max, son mis asuntos—advertí—Lamento informarte que Aurora está considerando trabajar con su hermana en la sala de tatuajes o formar a ser parte de los instructores, tal como Cuatro.

Aquello salió tan natural que él pareció creerlo.

—Este trabajo es mucho más importante, créeme—en segundos cambió el tema—La Ceremonia de Elección será en un mes, no tenemos mucho tiempo. Estuvimos discutiendo ayer cuando te fuiste la opción de hacer una limpieza completa en toda la facción. Erudición la hizo hace poco y tuvo buenos resultados.

— ¿Una limpieza?

—El tema de los divergentes está haciéndose notar, Erudición creó un suero que hace entrar a la persona en una especie de simulación—explicó con mucha calma—La persona que no esté bajo la simulación es porque no tuvo efecto en ella, así sabemos quién es un rebelde y quién no.

Mi garganta estaba reseca de repente. ¿Max sabía lo que decía? Me parecía excelente eliminar todo rebelde de Osadía, sólo daban problemas, tenía un poco de sentido también. Perderíamos a los que estaban dañados y recibiríamos a las nuevas opciones que tendrían una evaluación más intensa este año. ¿Qué más planes había hecho Jeanine? Un temor nuevo creció en mí: ¿Qué pasaba si el suero no tenía efecto en Aurora? ¿Tendría que dispararle o Max lo haría por mí?

— ¿No crees que lo verán sospechoso?

—No lo recordarán—sonrió de lado—Tranquilo, algunos líderes no deberán probarlo. Jeanine confía en nosotros pero tu chica deberá pasar la prueba. ¿Confías en ella, Eric?

— ¿Cuándo piensan hacer todo eso?

—Una semana antes de la Ceremonia de Elección.

Una idea loca pasó por mi cabeza. Regresar a la habitación, buscar a Aurora, huir lejos con ella y dejar todo atrás. No dejaría que nadie la lastimara, si algo llegaba a pasarle no podría perdonármelo, ella me había salvado y yo la había salvado también cuando lo necesitó. De nuevo la duda vino a mí: ¿Qué haría si Aurora es divergente? Incluso algunos rebeldes no saben que lo son hasta que conocen su resultado. Yo mismo se lo había dicho a Aurora, algunas personas se dedican a ocultar el verdadero resultado perjudicándolos al final.

¿Y si Aurora era parte de ese porcentaje? ¿Por qué ahora tendría que sospechar de ella?

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¡Me disculpo por haber tardado tanto en actualizar pero mi Internet desapareció! Estuve casi tres semanas sin conexión, creo que un poco más. Recién estoy colocándome al día con las notificaciones y vaya que me extrañaron xD Algunos preguntaron si seguiría la historia. Claro que sí, sólo tuve el problema con el Internet. De todas maneras me disculpo por eso.

Lo bueno es que tengo varios capítulos escritos y estaré actualizando seguido. Espero que les vaya gustando lo que viene n.n ¡Saludos!

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